Capítulo 1: reuniendo aliados

Un día después…

New York.

10:35 Hrs

Fue extraño ver el estacionamiento vacío. Nomás estaban el auto de Glenn y los de Kane y Lynch. Aparcó cerca de la entrada. Hasta dentro del edificio no había ningún empleado, ni los de la cocina, ni los de limpieza. Hasta no había presencia en el piso donde fue a curiosear. Rachel Foley llegó hasta el último piso, en donde se acercó hasta la oficina de su empleador.

Había razones para que no haya empleados.

Glenn Arias tenía los ojos puestos al teléfono con sus muchachos a los lados. La cara era de preocupación absoluta. Ella nomás se quedó bajo el marco de la puerta.

–Eh… ¿Se encuentra bien? – Rachel lo veía pálido.

Después de un momento, posó su mirada en ella.

–¿Van Argiano te suena? – Fue Kane quien habló primero.

La rubia se sorprendió.

–Creí que estaba en prisión. – Dijo ella.

–El bastardo quiere venir aquí. – Lynch comenzó a reírse. –Al parecer Ras Al Ghul lo quiere matar.

–¿Y nosotros debemos ayudarlo? – Rachel se negó. – Con todo lo que hizo…

–Argiano tendrá su merecido. – Dijo Glenn Arias mientras se levantaba del sillón. – Pero temo como lo tomará el resto.

–¿Por qué lo dice? – La rubia se acercó a los muchachos. –¿Ahora somos sus guardaespaldas? Es una locula.

–Locura es los que vienen acompañándolo. – Glenn Arias miró hacia afuera. – Hay que llamar a los nuestros.

El empresario tomó su celular.

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Middleton.

11:40 Hrs

Tomó la cerveza que sobró de anoche y se preparó un café express con crema. Su estómago ya estaba acostumbrado a ser castigado con bebidas y comida pesada. Al no tener a nadie en casa, Shego solo tenía puesto ropa interior. No le importaba si alguien la veía, la harían reír ya que nadie podía tocarla, nomás deleitarse con la vista. Encendió la televisión para que ambiente la casa y se sentó a comer su cereal con leche. Puso mala cara y con la cuchara dentro de la boca cuando llamaban a la puerta.

Al ver quienes eran se colocó una bata, y fue a abrirles.

–¡Eeey! ¿Qué tal? Sam, Jacob… ¿Porqué esas caras?

Tras una charla de media hora, Shego supo todo.

–Entiende, Argiano no nos importa. Son los que están con él. – Dijo Fisher.

–Lo que quiere decir es que te controles. – Dijo Jacob después de beber el café. – Aunque también lo debemos hacer nosotros.

–¿Ahora somos sus guardaespaldas? Hijo de puta… Bueno, está bien. Me calmaré. – Shego abolló un papel y lo tiró a la basura, embocando en el cesto.

–¿Estamos bien?

Shego dijo un si a secas. Fisher entendía lo que sentía.

–Vamos, hay que buscar a los demás. – Dijo Jacob.

Jersey City.

12:40 Hrs

La bolsa de boxeo era castigada por las potentes patadas. Hasta Gabriel Reyes de quedó fascinado por la excelente recuperación de Jill Valentine. Tras terminar el ejercicio se sentaron, compartiendo el agua de la botella.

–Y pensar que hace meses estabas en silla de ruedas, y mira ahora. Me impresiona. – Le dijo Reyes con ánimo.

–También hay que agradecerle a Glenn, él pagó los tratamientos. Sin su ayuda no estaría aquí, dándote las gracias. – Jill sonrió.

Ella buscó algo en su bolso y le dio una caja con un moño. Gabriel no aguantó la curiosidad y la abrió. Abrió los ojos y sacó la botella del whisky inglés.

–Jill ¿Sabes lo que vale esto? Tiene seis cifras. No te hubieras molestado.

–Te aprecio mucho, Gabe; y quería darte un regalo. Y gracias por ser un excelente amigo.

Gabriel se la quedó viendo. Era capaz de devolver la botella y gastar lo que vale en otra cosa. Pero tiene un valor más que monetario. Guardó el whisky en la caja y suspiró.

–Gracias Jill, no quiero minimizar a nadie pero ni siquiera Amelie me regaló algo así.

–Si quieres puedes compartirlo. Es tuyo.

Jill se dio un cariñoso abrazo, a lo que respondió amablemente. El regalo venía de corazón.

Gabriel dejó de abrazarla cuando vio al trío. Jill se levantó para saludarlos. Aunque su alegría por verla bien físicamente estaba presente, no podían evitar las caras serias.

Al escuchar el nombre no dudó en soltar un molesto bufido.

–¿Van Argiano? ¿Ese es el tipo del que me hablaron? – Preguntó Reyes.

–Así es – Le respondió Jacob. Continuó – Para calmar la tensión entre nosotros pidió protección y que hablemos con esos guerreros.

–Glenn no dio muchos detalles, lo sabremos cuando lo veamos. – Dijo Fisher. – Creo que debes llamar a los tuyos.

Gabriel Reyes lo miró. Antes de irse a su cuarto, tomó el regalo. Jill lo vio.

Cuando habían venido aquí no les fue muy bien. Perdieron a Silver y descansaba junto a los restos que cayeron en la guerra contra el régimen. Si no hacía nada, se perderían más Silvers en el mundo. Sacó el aparato de la caja fuerte y accionó el botón. Enviando la señal de emergencia.

El resto lo esperaba afuera del edificio. Jill se bañaría en la Torre Arias. Jacob imaginó un trágico escenario mientras estaban ahí, y fue el ligero golpe de codo de Shego.

–¿Estás bien?

–Si, solo que… no es nada. – Se acomodó la corbata roja.

Con Gabriel afuera, marcharían hacía New York.

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Planeta Mobius.

Central City.

10:40 Hrs

La cafetería de Amy tomó un pequeño respiro. La erizo rosa colocó el cartel de abierto, volviendo al trabajo. No hacía falta traer para comer, ya había y de sobra.

Junto a la lluvia de la mañana se preparó un té y veía a las personas caminar con paraguas. Apenas tenía clientes; nomás atendió a dos que eran ancianas. Se alegró al ver que Sonic hizo sonar la campana cuando entró.

–¡Sonic!

–¡Jeje! Amy ¿Qué tal? Pensé que no abrirías hoy.

–Es agua solamente. Ponte cómodo cariño…

El erizo azul sintió una ligera cosquilla en su espalda.

–No estoy acostumbrado a esto. Sé que es nuevo pero…

–¿Pero? – Amy arqueó su ceja.

–No era para que reacciones así. – Sonic sonrió – Sabes que te quiero a pesar de tus locuras.

Tenía más ganas de besarlo que de golpearlo. Lo tomó de las manos y posó sus labios con los de él. Su pelo estaba mojado por la lluvia y eso no le importaba. Amy y Sonic unieron sus frentes mientras se veían.

–Dejaremos la charla para después… porque estoy viendo a Tails llamando a la puerta.

Amy dejó a Sonic y le abrió al zorro. Éste trajo una alarmante noticia y el resto se reuniría en la base militar de G.U.N. que el comandante Shadow los estaba esperando. Los erizos se vieron preocupados.

Había rostros conocidos en la oficina. Knuckles fue el primero en llegar. Los segundos fueron Nack junto con una madura y fuerte adolescente Sticks. Luego fueron Hawk con Vector y Percy; ella entró primero. Por otro lado llegaron Eggman y Brigitte. El doctor perdió peso bajo el estricto entrenamiento de la pelirroja. Amelie Lacroix vino al mismo tiempo que llegaron Sonic, Tails y Amy.

El comandante Shadow se puso delante del grupo y al lado de Sarah, la presidenta de Central City, notificó lo ocurrido.

–Hace casi una hora, Gabriel Reyes accionó el botón de emergencia. Eso quiere decir que nos necesitan. Es probable que hayan encontrado alguna pista del chacal Zero y la muchacha, Kim Possible. – Se quedó en silencio unos momentos. – Lo sé, la visita para los nuestros no fue muy… buena. Silver descansa en paz, de eso no hay duda. Pero lo que no quiero es que suceda otra vez.

–Shadow, eso es ridículo. – Dijo Vector – Alguien podría morir en cualquier momento. Hasta yo.

–Eso es lo que quiero evitar. – Le respondió el erizo negro – Yo mismo seleccionaré a los que irán. – Se aclaró la garganta – Nack, Sonic, Tails, Eggman, Lindholm, Lacroix, Percy.

Al nombrar la última, Amelie la miró de reojo.

–¡Ohh! Vamos viejo ¿No puedo ir yo? – Insistió Vector.

–Soy igual de rápido que Sonic, debería ir con ellos. – Dijo Hawk la verdad.

–Alguien con rango militar debería que ir ¿No lo crees? – Knuckles se cruzó de brazos – Los podría proteger perfectamente.

–Tiene razón, Shadow ¿Enserio mandaras a Percy? Completa el grupo con Sticks. – Amy se veía molesta.

–¿Quieres que vuelva a pasar lo de Silver? – Amy se le puso delante suyo molesta.

El comandante bajó la vista. Silver no tenía que morir así. Miró hacia afuera a través de la ventana.

–Lo del muchacho fue una tragedia. Todos lamentamos su muerte, la que no pudimos evitar. Solo hizo un trabajo… – Shadow suspiró. – El resto prepárense, los demás quedarán como reserva. Y sin discusiones.

A las malas, aceptaron ser el segundo equipo. El resto comenzó a prepararse otra vez para viajar en el multiverso.

Antes de marcharse, Amy los paró y le dio una pulsera a Sonic que, la miró por pequeños amuletos que venía consigo.

–Es para ti, por si les falta suerte. Acepta mi regalo Sonic… te amo.

Fue la primera vez que se lo dijo en público y al frente de todas las personas más importantes. No quería ser malo pero tampoco frío. La tomó de las manos y besó su frente. Amy lo abrazó antes de marcharse. El resto lo tomó con gracia por el momento incómodo de Sonic.

Shadow encendió el transportador dimensional. Ya con su equipo listo, pasaron el portal.

Amy se frotó la panza.

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New York.

14:40 Hrs.

Glenn Arias preparó el piso para recibir tanto a los muchachos de Mobius como a Argiano y a los guerreros que venían con él. ¡Era un evento que no esperaba nunca! Nadie de ahí se lo quería perder. Prepararon a Jill Valentine mentalmente para que no gritara al verlos, ya que sería la primera vez vería tal cosa. Miró la mesa queriendo confirmar si había la suficiente comida para los invitados.

–Glenn…

Rachel Foley lo llamó, ya vinieron.

Cómo era de esperarse, tanto los de Mobius como ellos se abrazaron al verse. Era como una familia que no se veía hace mucho. Reyes presentó a Jill Valentine al grupo. Shego se mantenía atrás como Jacob se encontraba a su lado, por si se desmayaba.

–Un gusto, señorita Valentine. – Nack sacó su sombrero y luego le agarró la mano y besó la palma. – Escuché muchas cosas agradables sobre ti.

–No perdonas nada ¿Eh? – Amelie le revoloteo la cabeza. – Es un gusto, Jill. Soy Amelie Guillard. De seguro Gabe te habló de mi.

–¿Widowmaker? Si, ¡Ay! Es un gusto conocerte. – Jill la saludó amigablemente.

La francesa sonrió al ver su calidez.

–¿Y ustedes son padre e hija?

La pregunta que hizo Jill al ver a Eggman y a Brigitte juntos hicieron que se rieran. Sonic lo golpeó animándolo.

Entró en confianza poco a poco. Habló un rato con cada uno de los de Mobius. Fue Tails el que le cayó mejor, haciéndolo sonrojar. Tanto Perci como el zorro era su primera vez aquí; al igual que con el resto. Lynch notó cierta tensión entre Gabriel y la chica de pelo morado.

Glenn Arias extendió sus brazos al verlos otra vez.

–¡Muchachos! Bienvenidos a su casa.

El empresario comenzó a saludarlos.

Mientras comían se pusieron al día con lo sucedido. Los de Mobius se enteraron la movida del infame Van Argiano y sus nuevos amigos. Estaban tan expectantes por ver a aquellos genuinos guerreros; hasta que se hizo de noche.

Un helicóptero se acercaba al techo. Ya estaban todos listos para recibir al francés. Jill Valentine tardó en reconocer a Sheva Alomar que desde la disolución de la BSAA no sabía nada de ella. Shego, Kane y Lynch junto a Fisher y Jacob con Gabriel identificaron a Hunk. Ya la máquina con los motores apagados, desde adentro abrieron la puerta.

El príncipe Dastan fue el que salió primero del helicóptero, estirando sus piernas. Ninguno de ellos estaba acostumbrado a estar en el aire sin moverse. Luego salieron Drow Ranger, Geralt, Garrett y Shantae. Dragonknight y Omniknight, luego Masha y Kai'sa. Tanto los guerreros como los de Mobius y el resto intercambiaron miradas. Era un inesperado choque de mundos.

–¡Hola! – Shantae los saludó con su amigable actitud.

Solo Sonic y Tails devolvieron el saludo.

–¿Qué son esas cosas que le flotan a aquella? – Dijo Shego viendo a Kai'sa.

–La de la capucha tiene tu piel, aunque la de ella es un poco más azul. – Le Dijo Gabriel a Amelie, refiriéndose a Drow Ranger.

–No se quien tiene más músculos, si ella o él. – Brigitte miró a Masha y a Dragonknight.

–Me puede bajar el cereal cuando quiera… – Lynch miró a la enorme rubia.

Nack silbó al ver a Masha. Haciendo reír a Lynch.

Por otra parte, también murmuraban.

–El de anteojos tiene cara de idiota. – dijo Garrett mirando a Lynch.

–Se más amable, puede que nos volvamos amigos. – Shantae lo calmó.

El príncipe Dastan como los demás sintieran las miradas, aunque no hacían caso a los silenciosos comentarios.

–Saludos. – Dijo el joven príncipe. – Soy Dastan, el príncipe de Persia.

–¿Persia? – Shego alzó las cejas.

Jacob la tomó del brazo para que no dijera nada, sabiendo lo que pasaría.

–Debe ser un hermoso lugar. – Dijo Glenn Arias cambiando de tema. – Lo siento, no solemos tener esta clase de visitas. Glenn Arias, a su servicio.

–No se preocupe, vi cosas peores. – El príncipe sonrió.

–No quiero parecer un mal invitado pero ¿Tiene algo bueno que comer? Porque lo que nos dio aquel tipo no nos llenó lo suficiente. – Dijo Geralt cruzándose de brazos.

Glenn los invitó a que pasaran. Siguiendo a Rachel, los guerreros los saludaban. Eran raros pero intrigantes y llamativos.

El resto quedó esperando al que querían ver.

Hunk y Sheva bajaron del helicóptero. Lo que llamó la atención fue que bajaron con armas. Kane y Lynch ya estaban listos por si pasaba algo demás. Con una capucha tapando su cara, se escondió detrás de ellos. Shego, Jacob, Jill y Sam la reconocieron enseguida.

–Diva… – Shego murmuró aquel nombre de la reina quiróptero.

¿Cómo es que estaba viva? Si fue asesinada en Gótica hace años atrás. La pregunta la respondería Van Argiano que bajó con miedo del helicóptero. Ya los cuatro se acercaron. Kane y Lynch tenían sus dedos apoyados en los gatillos de sus pistolas. Quedaron frente a frente. Argiano fue valiente en ponerse delante.

–¿Qué Déjà Vu eh?

Sin tiempo a reaccionar, el francés recibió un fuerte derechazo de Jill Valentine. Vio las gotas de sangre que salían de su nariz hasta sintió el sabor en su boca; hasta le rompió los anteojos. Hunk y Sheva no se molestaron en defenderlo. Diva soltó una carcajada.

Glenn sacó de su bolsillo un pañuelo que se lo entregó.

–Bienvenido.

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New York.

Torre Arias.

23:15 Hrs.

Comían como lo que eran. Los "Magníficos" como los llamó Lynch devoraron la comida que estaba de su lado. Colocaron el doble de comida y bebida para asegurar que no les falte nada y que coman como en su mundo.

–Así que puedes controlar el tiempo con esa daga. – Le dijo Glenn al príncipe.

–Si – Después de tragar el pollo, Dastan continuó hablando. – Aunque no saben cómo usarlo. Estamos a salvo.

–Por el momento… – Murmuró Arias. – Y tú eh ¿Purist? Enséñanos lo que nos ibas a mostrar.

Se levantó de la silla y dejó una bolsa encima de la mesa. La abrió y dejó boquiabiertos a lo que vieron.

Era el arma de aquellos extraterrestres que invadieron Persia y aquel misterioso mundo. Eggman la agarró inspeccionando la tecnología junto con la mirada curiosa de Tails.

–Debe funcionar con energía ¿Plasma? O algo más poderoso.

–Los cargadores deben ser pequeños, o se cargan con baterías. La culata se ajusta al brazo.

–¿Qué es culata? – Drow Ranger miró a sus compañeros.

Garrett le mostró su ballesta y le señaló con el dedo la parte trasera.

–Hay algunas partes un poco avanzada de dónde venimos – Dijo Kai'sa. – Pero no se compara a esa invasión.

Reyes, Amelie y Brigitte como los de Mobius intercambiaron miradas por recordar el pasado.

–¿Cómo eran los marcianos? – Preguntó Shego.

–Tenían dientes y garras afiladas, como los de un león. No sé si sea por la armadura que tenían, pero era difícil matarlos. – Dijo Davion. – Tuve que convertirme en dragón para ponernos a salvo.

–Eh espera ¿Qué? – Sonic alzó las orejas.

–¿Enserio? – Perci también estaba confundida.

–Si si, Masha tiene poder de un oso, y yo me puedo convertir en varios animales. ¿No hay cambiaformas por aquí?

Shantae esperó alguna respuesta.

–Eh me temo que no, niñita. – Dijo Glenn con una sonrisa. – Es un poquito más complicado de lo que parece.

–Bueno ya escuchamos su historia. Conocen a nuestro amigo Nathan Drake y nos trajeron un arma alienígena. Ahora… – Shego miró a Argiano. – Sigues tú.

El francés sentía las acusaciones con las miradas de Jill Valentine y los demás vinculados a su historial criminal.

No fue fácil ser un empresario farmacéutico y un criminal a la vez. Desde que traicionó a los Caballeros de Diva y trabajó para Wesker, el radar era mucho más difícil de evadir. Con Ra's Al Ghul cambió la cosa, tenía libertad a medias. Talia siempre vigilaba, hasta tenía miedo de que lo observaran mientras se duchaba o estaba en internet. El teléfono que robó y Hunk como contacto facilitó el rescate. Shiva siguiendo las instrucciones de Argiano, clonó con éxito a la hermana de Saya Otonashi, robando sangre de un biotubo que el clan de Al Ghul tenía en los laboratorios. Diva era su comodín por si empeoraba la situación; y fue lo que pasó.

Tragó saliva cuando dijo la verdad: Albert Wesker seguía vivo. Ra's Al Ghul y los pozos de Lázaro hicieron lo suyo. Bruce Wayne ya no era el indicado para continuar el legado; el reemplazo era mucho más frío y decisivo con la visión que tenía el maestro ninja. El error que tuvieron Arias y los demás fue tirar el cuerpo al mar, y no incinerándolo o desaparecerlo de otra forma.

–Entonces él…

–Si… – Argiano le respondió a Jill – Sigue vivo…

Los guerreros y los de Mobius no lo conocían, el resto si; y si sigue vivo, tiene algo que ver con todo lo que está pasando.

Se necesitaría a todos los amigos, contactos y aliados para esto. La guerra se acerca.

Por otra parte, Kim Possible era una prioridad.

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Latveria.

12:35 Hrs

Apagó la máquina por la sobrecarga de los generadores. Era el segundo intento. Reinició los controles y esperó hasta que vuelva al cien.

–¿Esa cosa anda bien? No quiero ser desintegrado en el proceso.

–La última vez funcionó, Drake. Si dejaras de soltar comentarios que no ayudan en nada, tu ayuda serviría bastante.

Nathan Drake soltó una risa nerviosa con las manos extendidas mientras veía los ojos muertos del Doctor Doom.

Hellboy le agarró el brazo. Drake sintió un ligero dolor al sentir algo pequeño dentro de su piel.

–Es un localizador, por si te pierdes por el multiverso.

–Entonces el transportador no anda bien… – Murmuró.

En un rincón del laboratorio, Cherri Bomb terminó una llamada de casi una hora. Tendría que dar malas noticias. Mientras se acercaba al grupo, guardó su celular.

–Eh, no lo quiero alargar muchachos, pero… – Drake, Hellboy y Doom quedaron esperando a que hable. – Wesker sigue vivo pero ¡Ey! Tu amigo Geralt está con Arias.

–¡¿QUÉ?! ¿Y como diablos llegaron aquí? – Preguntó Drake sorprendido.

Cherri Bomb resumió como pudo la llamada que tuvo con Shego. Van Argiano entabló contacto con los guerreros. Fue todo muy sorpresivo ya que ni Geralt ni los que conoció tenían los medios para venir hasta aquí por cuenta propia. Cuando mencionó la invasión alienígena en aquel mundo, las caras cambiaron. El problema se volvió crítico.

–Hay que encontrar a Kim Possible, como sea. – Drake se puso firme. – ¿La máquina está lista?

–Si – Dijo Doom. – Te voy a dejar en este mundo. Parece que es muy avanzado. Y se rastreo un setenta por ciento de la energía emitida de la Phantom Ruby. La probabilidad es favorable.

–Suerte que te coloqué eso. Recuerda: si te pierdes o te atrapan, nosotros vamos a rescatarte. – Hellboy lo animó palmándole el hombro con la mano de piedra.

–Suerte, bombón.

El demonio y Doom miraron de reojo a Cherri Bomb por su cumplido. Drake quedó confundido.

–¿Y no vendrán conmigo?

–No podemos. – Fue Doom que respondió. – Es un mundo más analítico a comparación que el nuestro. Nuestra presencia sería un poco alarmante ahí. Tú siendo un humano, estarás desapercibido.

–¿Qué? ¿Y me voy a encontrar con robots que hablan? – Dijo Drake en tono burlón.

El silencio del doctor Doom respondió la pregunta.

Ya con la amenaza y resurrección de Wesker, una invasión alienígena en otro universo y teniendo a guerreros de un mundo antiguo en el moderno, era motivo para encontrar a Kim donde sea.

Los miró y les dio una sonrisa. Tomando su equipo y listo para aventurarse otra vez en el multiverso. Nathan Drake traspasó el portal.

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Continuará…