Retornando a casa.
Era de noche en la ciudad de Ered Luin. Las nubes que llevaban nieve cubrían las montañas y el viento silbaba en todas las inmediaciones.
De todos los que acompañaban a Thorin, sólo Fili estaba despierto en la sala de estar de la posada donde estaban parando. No porque hiciera guardia, sino porque había prometido escribirle a su madre. Sólo para informarle que se encontraba bien junto con su hermano. Sean humanas, enanas, hobbits o elfas, las madres siempre se parecen.
Mañana partirían nuevamente a Erebor y tal vez por eso no podía dormir. ¿Ansioso era la palabra para describir lo que sentía? Sí. El encargo que tenía el grupo había sido cumplido, aunque con bastante retraso. Los orcos y trasgos le dificultaron el paso. Parecía que andaban buscando algo y las noticias que se obtenían en la ciudad no eran muy alentadoras para emprender la marcha. Por eso escribía a su madre. Para llevarle tranquilidad.
"Querida madre:
Para cuando leas esto, ya estaremos empezando la vuelta a nuestro hogar. Hubo algunos inconvenientes en el camino pero todos los que partimos seguimos estando de pie y vigorosos. Kili duerme plácidamente mientras escribo esta carta. En este viaje ha crecido su fuerza y su agudeza visual. Sin duda es un gran arquero y lo será más cuando llegue a la edad de Thorin. Algo raro para nosotros, los enanos, utilizar ese tipo de armas, pero él se ha adaptado excelentemente. Ojalá lleguemos antes de la primavera.
Fili"
Las cartas de los enanos son así. Precisas. Y si el contenido de la carta es muy importante, se utilizaban runas y hasta magia.
-Deberías escribir algo más. ¿No te parece?-Fili escuchó el susurro y se dio vuelta. Thorin estaba al lado suyo.-Tratándose de Dís, seguro que querrá que le cuentes algo más.-
-Eh…-Balbuceó Fili.-…pensaba dejar espacio para que escriba Kili. Después de todo, ella dijo que quería recibir noticias de los dos.- Y al terminar la frase, dejó la pluma en el tintero. Luego se levantó y se dirigió a su habitación. –Buenas noches Thorin.-Éste respondió al saludo. Thorin también fue al suyo, pero se quedó despierto en el balcón de su dormitorio. Ya estaba un poco harto de estar fuera de su reino y ansiaba emprender la marcha. Miró al cielo y vio que una estrella fugaz pasaba muy cerca de la constelación "Corona de Durin". "No se ven esas cosas hoy en día" Pensó.
El día comenzó muy temprano para el grupo. Balin y Bofur se encargaron de equipar provisiones y Fili y Kili de que las armas estuvieran afiladas y listas para usar en cualquier momento. En cambio, Thorin estaba interesado por la seguridad de los caminos. No toleraría otro ataque de orcos. Cuando estuvo bien informado y la pequeña compañía estuvo lista para partir, un mensajero de parte del rey llegó hacia él con una carta abierta. Thorin miró con enfado al mensajero, pero antes que él le dijera algo, el mensajero habló:-La carta estaba destinada para su majestad, y fue él quien me ordenó que le notifique pues esa noticia le concierne íntimamente.- Aún molesto, Thorin leyó el comunicado. En él informaba que su abuelo había abdicado al trono y ahora reinaba su padre. Esta noticia fue una sorpresa para todos. Devolvió Thorin la carta al mensajero y éste se retiró.
- Al parecer no nos han esperado a la coronación de mi padre.- Dijo el flamante príncipe con una voz apagada y taciturna.
-¿Acaso el rey Thrór…?-La pregunta de Bofur quedó a medio camino, conociendo aquellas noticias.- ¿...su abuelo estaba enfermo?-
Thorin lo miró gravemente e inmediatamente Bofur se disculpó. Todos notaron que, con el correr de los días, la actitud del príncipe estaba cada vez peor. Así que sin decir más, montaron sus poneys y abandonaron Ered Luin.
Aún la "Luz de Durín" no había llegado a Arda. Aulë fue convocado por Manwë para ofrecer una explicación a todo lo sucedido. Tulkas y Oromë estaban presentes, incluyendo a Yavanna, quien preocupada por las heridas de su esposo, quiso saber que había ocurrido.
Manwë, se incorporó de su trono y habló en voz alta: -Aulë, como bien sabes, hemos creado este mundo gracias a la Gran Música. Y si no fuera por Eru, nosotros no existiríamos. Y también sé que tu creación fue perdonada por Él y ahora los considera sus hijos adoptivos. Pero durante algún tiempo te he estado observando y has tenido actitudes muy parecidas a Melkor que no han pasado desapercibidas por Eru: tu búsqueda constante en el Vacío ha llevado a esta desgracia. Y ahora, tus sentimientos fueron transmitidos a los descendientes de la línea de Durin. Con lo cual, el enemigo ya sea ha movilizado….-
Aulë estaba silencioso. Es cierto que temía por aquella Luz fugada de aquel plano y se sentía responsable por lo ocurrido. Pero algo no encajaba cronológicamente en los sucesos que acababan de ocurrir. La voz de Manwë lo sacó de sus pensamientos.- ¿Acaso no piensas decir nada? ¿Cuál es tu defensa al respecto?-
Aulë no respondió. Cumpliendo su promesa, no pronunció palabra alguna referente a los hechos que acontecieron.- Extraña es tu conducta, hermano, al no declarar. ¿Acaso has dejado de temer a Ilúvatar? ¿Tu corazón ha comenzado a tener pensamientos propios en contra de los designios de Eru?- Preguntó tristemente Manwë. Y al ver que el silencio de Aulë seguía extendiéndose, pronunció el siguiente mandato.- Tu silencio es de muerte, y apesadumbra mi espíritu. Conoces lo que sucede pero no dices nada… A partir de este momento dejarás Valinor y vagarás por toda Arda hasta que te arrepientas de esta acción. Dejarás de ser el Patrono de tu creación y en tu lugar, Yavanna se encargará. -
El honor de Aulë se estaba haciendo trizas. Manwë mandó a Tulkas y Oromë a sujetar a su hermano y llevarlo a Arda.-
-Si por cumplir un mandato de Ilúvatar debo dejar todo lo que amo y lo que poseo, entonces digo ¡Eä! Daría mi vida antes que traicionar la palabra que he dado. Y ni tú ni nadie podrá hacer lo contrario, a pesar de que eres el más cercano a Ilúvatar de todos nosotros. Sabes que la palabra empeñada es algo valioso. Haz conmigo lo que te plazca.- Respondió Aulë mientras era llevado fuera del palacio. Tulkas y Oromë quedaron estupefactos al escuchar tan orgullosas palabras, pero que a su vez escondían una terrible humildad.-
-¿Deseas la muerte?- Preguntó Manwë.
-La prefiero, antes que revelar lo que sé.-
Manwë suspiró.-Entonces que así sea.-
La orden fue dada a Tulkas, que a pesar de sacar rápidamente su espada, se quedó mirando a Manwë implorando perdón a su hermano. La mirada inexpresiva del Valar que era más cercano a Eru confirmó su decisión y Tulkas levantó su arma. Aulë miró a Yavanna que lloraba en el suelo y le brindó la que era su última sonrisa.
La espada de Tulkas cortó el aire y súbitamente se detuvo en la cabeza de su hermano. Ilúvatar comenzó a hablar en sus corazones: -¡Detente Tulkas! ¡Pues Aulë ha pasado la prueba! Me has sido fiel hasta el último aliento. Tu palabra se ha mantenido a pesar de que el yugo de tu hermano cayó sobre ti. Temía que el Vacío y el recuerdo de Melkor hayan traspasado tu corazón y de a poco te conviertas en un ser igual a él. Pero he visto que darías todo por amor a mí. Levántate Aulë, pues la "Luz de Durin", como la llamó Thrór, está en peligro y dentro de poco llegará a Arda. Y cuando eso ocurra, no sabrá quién es y será un blanco fácil.-
Aulë se levantó con lágrimas en los ojos y escuchó cada palabra que Ilúvatar decía en su corazón.- Entonces será mi protegida. Y cuando se reconozca a sí misma, será visible la señal que pondré en ella.-
Manwë sonrió aliviado.-La prueba que puso Ilúvatar para ti, también fue una prueba para todos nosotros. Dar muerte a un hermano querido como tú es difícil. Pero ¡Alégrate! Sé lo que tu corazón guarda, pues Eru me ha puesto en sobre aviso. Tu fidelidad es genuina.-
El juramento de Aulë quedó renovado. No dejaría que nadie corrompa esa luz que, de a poco, llegaba al mundo.
El camino hacia Erebor era pesado. Costaba llegar al Gran Camino del Este, a pesar de que los caminos estaban decentes. La geografía del lugar ayudaba bastante. Los numerosos bosques que se encontraban en la región hacían que el viento perdiera su fuerza, pero a su vez, silbaba terriblemente. Los árboles batían sus ramas violentamente y de vez en cuando se escuchaban crujidos de alguno que ya no podía soportar la intemperie. El polvo se levantaba, dificultando la visión de los enanos, sumado a que comenzaba a caer la noche y no veían un lugar donde guarecer.
Apresuraron el paso. Según Balin, estaban cerca de un lugar llamado Delagua. Él conocía una taberna, "El bosque de Eryn", bastante buena donde podrían pasar la noche cómodamente. Fili y Kili lo único que quería era una ración caliente para el hambre que arrastraban. Bofur necesitaba con urgencia un buen masaje en las piernas, odiaba montar. Balin comenzaba a cabecear y Thorin… bueno, su humor apenas había mejorado desde que salieron de las montañas. Levemente había entablado conversación con sus compañeros y casi no había probado bocado en toda la jornada. Para colmo, en el cielo, comenzaba a desencadenarse una lucha de relámpagos. Con el correr de las horas la luz se había desvanecido y lo que iluminaba el camino eran los rayos. Luego de los primeros rayos, vino la lluvia. Y las esperanzas de los enanos de llegar antes del diluvio se evaporaron por completo. Luego de una hora de marcha, todos empapados y con un frío mortal en sus cuerpos, llegaron a la tan ansiada posada.
"El bosque de Eryn" era administrado por dos hobbits: los hermanos Tod y Otho Tuk. Le habían puesto ese nombre a la posada pues cuando eran jóvenes quisieron conocer más allá de los límites de La Comarca ("actitud muy extraña para un hobbit" decía siempre su madre) y en una de esas travesuras llegaron tan lejos que divisaron a lo lejos una inmensa masa de árboles. Tan sólo tuvieron que seguir el curso del río Brandivino para descubrirlo.
Aquí llegó el grupo de enanos. Empapados, temblando de frío y con un hambre voraz, pidieron de inmediato habitaciones para cada uno de ellos.
-Lo siento, sólo tenemos una habitación pequeña y no creo que entren todos allí.- Respondió Otho un poco intimidado al ver a los enanos armados hasta los dientes.-
Al grupo no le importó demasiado estar apretujados mientras pudiera dormir sin mojarse. Tod enseguida subió mantas extras y colchones para los recién llegados.
-En verdad vamos a estar apretados.-Dijo Bofur al ver las dimensiones de la habitación.
-No te quejes-respondió Kili.-Es mejor esto antes que el diluvio de afuera.
Luego de que todos estuvieran secos y presentables, bajaron a la sala para comer. El bullicio era ensordecedor, pero las risas y los cantos contagiaron a la compañía que adolecía de un poco de diversión. El único que no participaba del jolgorio era Thorin. Absorto en sus pensamientos, bebía lentamente una cerveza.
-¿Hasta cuándo seguirá tu silencio?- Preguntó Balin. Thorin lo miró gravemente.- ¡Oh vamos! Te conozco antes de que tomaras por primera vez un hacha. Y sé que algo te molesta pues tu semblante es grave y tu voz ronca.-
El príncipe sonrió al escuchar la lectura de sí mismo por parte de su compañero. Era verdad, Balin lo conocía muy bien.
-Dime, ¿qué opinas de la noticia de que mi padre es el nuevo Rey Bajo la Montaña?-
-Que tu padre hará grandes cosas por el pueblo, al igual que tu abuelo. ¡La gloria de Durin se ha renovado! Aunque sorpresivamente rápido según nuestras costumbres, no lo esperaba sino hasta dentro de 100 años-
-Conozco las costumbres tan bien como tú, Balin. Y sé que mi padre será un buen rey, y llegado el turno, yo tendré que sucederlo. Pero no lo entiendo, ¿acaso no soy importante para ellos? ¿Qué he hecho mal para no estar presente en un momento tan importante?- Thorin se sentía abatido. Balin lo miraba con una dulce sonrisa. Él no veía a un príncipe, sino a un hijo preocupado pensando que había hecho una travesura y espera el justo castigo de su padre. El anciano enano no tenía descendencia, y en cierto modo, Thorin era como su hijo, además de seguirlo incondicionalmente. Por eso a veces podía hablar con más libertad que el resto de sus compañeros.
-¿Puedo hablar con libertad?- Preguntó.
Thorin asintió.
-No deberías desconfiar del rey.- lanzó Balin con voz firme, pero con la delicadeza de que los demás no lo oigan.- Si por algo Thrór no esperó a tu llegada es porque tuvo sus buenas razones. ¿Alguna vez tu abuelo y tu padre hicieron algo en contra de los intereses de todo Erebor? ¿Quién mejor que ellos para decidir mientras tú estás lejos? Deja ese rencor que está creciendo dentro de ti y alégrate. Pues tú, Thorin hijo de Thráin, no haces justicia al honor de tu familia pensando de esa manera.-
Thorin lo miró furioso.- ¿Te hice una pregunta simple y me espetas semejante opinión? Ten en cuenta que comando esta travesía. ¡Cuida tu lengua!-
-Por eso mismo Thorin.- Y el rostro de Balin se dulcificó.- Porque te conozco y te quiero como a un hijo te hablo de esta manera. ¡Analiza el pensamiento que tienes en este momento! ¿Quieres volver con tu padre llevando un oscuro sentimiento dentro de tu corazón? Tu pensamiento es orgulloso, pero no siempre te ayudará-
Las palabras de Balin aplacaron el mal humor de Thorin.
-¡Tampoco tengas esa cara!-dijo Balin al ver el efecto que había causado en el enano.- ¡Eres un buen enano! ¡Cualquiera puede tener un desliz como este!- Y le palmeó el hombro en señal de amistad.
Thorin se sentía apenado. Jamás Balin le había hablado de esa manera. Tampoco tenía palabras para contestarle, pero de algún modo su compañero tenía razón. Por ello, cada vez que debían salir fuera de Erebor, siempre lo elegía en primer lugar para formar su comitiva y lo consultaba cuando no estaba seguro del próximo movimiento a seguir. Suspiró profundamente y le dedicó una tibia sonrisa.
-No sé qué haría sin ti. A veces pienso que eres tú el verdadero líder y no yo. Desde que salimos de Ered Luin que algo no está bien dentro de mi familia. Y tengo que esperar meses hasta llegar y ver qué sucede…- Acto seguido, Thorin bebió un trago bastante largo de cerveza.- No quiero llegar y encontrarme con una desgracia.-
-¡Anímate muchacho! No te ahogues en la jarra de cerveza que estás tomando. Llegaremos bien y nada pasará- Le animó Balin. –Discúlpame si mis palabras fueron demasiado duras.-
-No hay nada que disculpar… Siempre y cuando me invites otra cerveza.-
Bueno bueno! Perdón que no me haya presentado al comienzo de la historia!
Soy Lynlia y estoy a sus servicios!
Quiero agradecer a Elein88 por ser mi primer review! Mil gracias!
Ahora sobre el fic: Es la primera vez que escribo uno, no sean malos si algo no está bien redactado o si les recuerda a otro libro/serie/ etc, etc, etc. Creo que el escribir permite aunar esos momentos que a uno siempre le gustó estar/ser y transcribirlo para formar lo que están leyendo ahora mismo ^_^.
Pero igual se aceptan críticas de todo índole (pero que sean constructivas, eh? xD)!
Nos leemos!
