Hola hermosa gente de toda la Tierra Media! Esta vez he vuelto temprano! (no se acostumbren =P )
Resulta que estando escribiendo este capítulo llegué a un punto en que dije: "Esto tengo que cortarlo aquí"
Así que salieron favorecidos, capítulo extra corto, pero contado desde un punto de vista diferente =P
Espero que les guste ^_^
Bienvenida Marquiper! Siéntete a gusto de pasarte cuantas veces quieras! Ah! Y dicho sea de paso, para que ambientes la lectura, pon en youtube el código que les entrego, así el relato es más enriquecedor ^_^
Nos leemos!
Cap 17
Thorin
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Ella estaba rodeada de esa escoria. A pesar de no haber luna, pude visualizar cómo se defendía con esa particular forma de pelear que tiene. Le falta ajustar algunos detalles en la defensa y el ataque, pero si llegamos sanos y salvos a Erebor, sé quién puede ayudarla. Semejante talento para la lucha no debe ser desperdiciado… aunque sea una mujer.
Vi cómo su espada, Calacyria la llama, resplandecía con la poca luz que había. Con los demás, fuimos a ayudarla pues Azul era su objetivo. Todavía no comprendo cómo llegaron antes que nosotros. La cuestión es que estaban sobre nosotros.
No sin esfuerzo pudimos llegar hasta ella y combatir a su lado. En cierto modo me estoy cansando de que se esté metiendo en problemas… aunque pensándolo bien, los problemas son los que llegan a ella sin que ésta lo quiera.
Es extraño, estos orcos son pocos, pero no caen como los demás. Su resistencia es el doble. Veo cómo las fuerzas de Kili están disminuyendo. Esto no me gusta nada. ¡No! ¡El golpe que le asestaron es terrible! ¡Pero no lo matan! Mi joven sobrino cae tendido en el suelo sin sentido. Su hermano sale en su defensa y logra vengarlo. La cabeza del orco rueda pendiente abajo. Pero eso fue justo lo que ellos querían…
El hecho de que Fili haya defendido a su hermano hizo que el círculo que estábamos haciendo que nos protejamos espalda con espalda se rompiera.
¡Rayos! El primero en caer fue Balin. El grito de desesperación de Azul al ver a nuestro compañero tendido en el piso me hizo helar la sangre. La muy ingenua creyó que estaba muerto. Para matar a Balin necesita algo más que un golpe en el estómago. Los orcos tomaron por la cintura a la muchacha y comenzaron la retirada. Bofur zarandeó su hacha contra el orco que la sostenía y logró que la soltaran. Ella atinó a correr pero uno de ellos lanzó unas boleadoras que se enredaron en sus piernas. Yo me interpuse entre Azul y los orcos.
-¡Si salimos de ésta con vida me debes una!- Le espeté en Khuzdûl sin pensar pues ella no sabe hablar nuestro idioma. Ahora entiendo su cara de incomprensión de ese momento.
Mientras dos orcos se abalanzaban sobre mí, Azul cortaba las cuerdas con su espada. Y sin darme cuenta, ya estábamos combatiendo espalda con espalda.
He tenido varios enfrentamientos de este estilo, he tenido que defender y he sido defendido de enemigos. Pero el combatir al lado de una mujer es totalmente diferente. Sentía que ella en verdad me defendía y no era ninguna improvisada al hacerlo. Pero no tuve mucho tiempo para poder observarla correctamente y ver si ese sentimiento que me embargaba era producto de eso u otra cosa en particular.
-¡Por Dios y la Virgen Thorin! ¡¿Qué carajo te sucede?!- Me gritó Azul sacándome de ese trance místico en el que había caído.
-¡Tú ocúpate de ese orco y mátalo de una vez!-
-¡Ahí te va!- Y me lanzó al orco.
Luego de unas estocadas que el orco paró, pero que las patadas (que dicho sea de paso son terribles, lo admito) no pudo esquivar, enterré mi espada en el pútrido cuerpo de ese ser. Pero allí me di cuenta de algo más sobre la muchacha: Calacyria era pura aún. Podía estar manchada de lodo o de malezas, pero sangre orca en absoluto. De reojo, analicé la lucha de Azul. Jamás los mataba. Me dije a mí mismo lo imbécil que era la muchacha por no eliminar de raíz a esa escoria, pero recordé la charla que tuvimos en Rivendell después de que nos atacaran…
-¿Eres una guerrera en tu tierra?-
- No-
-No me dices mucho de ti.-
-¿Luego de un mes quieres conocerme?... Perdón… Es que…todo lo que ha pasado ayer… esos "elfos"… nunca tuve una pelea donde en verdad corra riesgo mi vida…-
-¿Nunca? ¿Jamás has peleado? Entonces ¿cómo es que sabes defenderte? Jamás había visto esas técnicas de combate.-
- Se pelear desde los ocho años. Mi mamá me llevó para que aprenda artes marciales…. Son técnicas de lucha. Siempre lo tomé como un juego, pero cuando empecé a competir dejé inconsciente a mi oponente que luego me enteré que casi lo mato…Me agarró tanto miedo que dejé todo.
-¿Cuántos años tenías cuando pasó?-
-Catorce-
La incertidumbre que me agarró en todo el cuerpo que hasta Azul lo notó y se apegó más a mí. Sencillamente ella no debía estar allí. Nadie que no haya matado podía estar en esa situación, sería un estorbo, y particularmente Azul era un estorbo a medias, pues sabía pelear… pero no matar.
La batalla se hizo más pesada. Nuevos orcos nos tomaron por sorpresa y recibí un cabezazo que me hizo perder el equilibrio y cerré los ojos instintivamente. Azul fue tomada prisionera mientras gritaba y pataleaba. Calacyria estaba en el piso.
Abrí los ojos y vi cómo se la llevaban. Alcé mi mano para tomar la mano de ella y ambas se juntaron tan fuertemente como nunca creí que alguien necesitara tanto de mí. Entre llantos, Azul clavó sus ojos en los míos. Por dios Mahal… esa mirada me traspasó cual flecha en el pecho y jamás pude quitármela de mi mente.
Lo único que puedo recordar luego de eso fue que un orco me golpeara la cabeza con el mango de un hacha (mi hacha) y el grito de Azul pronunciando mi nombre a viva voz mientras mi conciencia se desvanecía al mismo tiempo que la figura de esa estrella se perdía en el horizonte….
-¡Thorin!-
