Estos cortos fanfiction son una colección que he publicado individualmente en mi sideblog en Tumblr: vldfanenesp.

Voltron: Legendary Defender es propiedad de Dreamworks Animation. No poseo ningún derecho sobre los personajes.

El propósito de este FanFiction es el de entretener, con eso ya dicho, por favor no me demanden.


Voltron Legendary Defender Fanfiction

Hilos de Telar

Historia Extra: Base Minera BX-21L7

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BX-21L7. 03

Los vrochan era una raza alienígena del cuadrante central de la galaxia. Eran seres con forma reptiliana, altos, delgados y de colas prensiles, pero también muy resistentes a condiciones hostiles y ambientes difíciles. Era la principal razón por la que los galra los habían esclavizado para convertirlos en trabajadores manuales para diferentes minas alrededor de su territorio.

Por siglos, habían sido cautivos y forzados a trabajos forzados. Muchos de ellos no conocían el concepto de la libertar y solo sabían tener miedo.

En cambio la pequeña vrochan que habían encontrado los paladines de Voltron, no mostró ante ellos algún tipo de señal de miedo, en cambio los observaba atenuantemente con sus enormes ojos amarillos, mientras apretaba contra su pecho su raquítico peluche de ocho patas.

–Hola pequeña muchikt –la saludó Coran sentándola sobre unas cajas de carga desocupadas –. Sí, eres una pequeña y linda muchikt –le decía una y otra vez en lo que se agachaba a su altura y hacía extraños movimientos con sus dedos frente a sus ojos.

–Coran –lo llamó Allura en lo que su compañero alteano comenzó hacer morisquetas. El mayor se estaba perdiendo fácilmente ante el aspecto adorable de la pequeña.

–No tienes por qué tener miedo, el tío Coran está aquí para ayudarte –le dijo a la niña sin obtener cambios –. Puedes contarle lo que seas a tu tío Coran, pequeña muchikt. Eres una pequeña y linda… –pero antes de que terminara la frase, la pequeña lo sujetó de los labios y los prensó callándolo de inmediato.

–Creo que no funciona, tío Coran –se burló Shiro con un sonrisa.

Keith soltó un gemido en frustración ante el poco avance que estaban teniendo. Apartó a Coran de la niña que seguía impidiéndole que hablara, y se agachó frente a la pequeña para hacer contacto visual con ella.

–Mira, niña –le dijo este con firmeza –. Necesitas decirnos donde están todos. ¿Dónde están tus padres? ¿Qué sucedió aquí? –insistió enfatizando su voz con cada una de sus preguntas. Pero la niña continuó con su mirada sorprendida, sin inmutarse al tono amenazante del paladín rojo.

Al final reaccionó poniendo su mano sobre la cara de Keith y alejándolo de ella.

–Vaya, Keith –se quejo Lance haciéndolo a un lado –. La estás fastidiando.

–Habrá que recordar en el futuro que Keith es pésimo con los niños –comentó Hunk en voz baja Pidge al otro lado de la habitación, a lo que la joven paladín asentía con la cabeza.

–¿Qué quieres decir con eso? –espetó el paladín rojo alcanzando a escuchar sus susurros.

Pero nunca obtuvo su respuesta, ya que Lance llamó la atención al agregar muy seguro de sí mismo, las siguientes palabras:

–Déjenme intentarlo a mí. Mis hermanos son verdaderos monstruos, así que se manejar a pequeñas criaturas. Hola, chiquilla –agregó dirigiéndose solo a pequeña vronchan –. Mi nombre es Lance ¿tú cómo te llamas?

A pesar de su tono jovial y su gran sonrisa, la niña continuó sin soltar palabra, solo contempló a Lance con sus dos grandes ojos como si pudiera devorarlo con la vista.

El paladín azul se rindió rápidamente.

–No sé que más hacer – dijo Lance encogiendo los hombros.

–Quiznak, Lance.

Cansada con la falta de progreso y las pésimas habilidades de los paladines con los niños, la princesa Allura dio un paso hacia adelante y se arrodilló ante la pequeña vrochan.

–Hola, soy la princesa Allura de Altea y ellos son los paladines de Voltron –la saludó ella con una simpática sonrisa –, no vamos a hacerte daño.

No era posible creer que los ojos de la pequeña pudieran hacerse aún más grandes, pero efectivamente crecieron como dos grandes platos cuando estos se posaron en Allura.

–¿Eres de verdad una princesas? –susurró finalmente ella ante la sorpresa de todos, claramente maravillada con la presencia de la alteana.

–Sí, así es –contestó Allura sin perder su sonrisa.

–Eres muy bonita.

–Oh, muchas gracias. Y dime ¿Cuál es tu nombre?

–Rundy.

–Hola Rundy –repitió Allura sin perder su tono jovial –. Me podrías decir… ¿Dónde está mamá?

La pequeña no contestó de inmediato, en cambio levantó su delgado brazo cubierto de escamas verdes y señaló la gigantesca puerta redonda de la bóveda.

–En la mina –comentó Pidge, comenzando rápidamente un análisis más detallado de la bóveda –. Eso explicaría por qué no detectamos sus señales de vida. Las compuertas pueden bloquear los censores.

–Esperemos que solo sea eso – agregó Keith señalando el peor escenario.

–Y Rundy –se volvió de nuevo la princesa hacia la pequeña –. ¿Te encuentras tu sola en toda la estación?

Ella negó con la cabeza.

–Él está conmigo –dijo señalando sobre hombro de Allura en dirección a la puerta.

Rápidamente todos los paladines se volvieron para encontrarse detrás de ellos una figura larga cubierta de arrapos y partes de armaduras galra. En sus manos llevaba una inmensa arma que sin advertencia comenzó a disparar en contra de ellos.

Los paladines no perdieron un instante en cubrirse con sus escudos u ocultarse del fuego. Allura tomó a Rundy en sus brazos y la arrastró junto con ella detrás de varias cajas de cargamento.

Una vez que la mayoría estaban cubiertos, Hunk convirtió su bayar en su gigantesca arma y contestó al fuego enemigo. El desconocido claramente no era un soldado, ya que no supo cómo responder al ataque, lanzándose al suelo y provocando que su arma se atascara volviéndose inútil. La distracción fue lo suficiente para permitir a Lance escabullirse detrás del atacante y apuntarle con su arma, mientras éste seguía batallando para activar la suya.

–Será mejor que bajes esa arma antes de que hagamos algo que todos nos lamentemos – lo amenazó el paladín azul, apretando la punta de su rifle contra la delgada espalda del desconocido.

Este, sin más opción, arrojó su arma inutilizada y levantó al aire ambas manos y su larga cola.

–¡¿Quiénes son ustedes?! –exclamó con desesperación y voz chillona –. ¡¿Qué hacen aquí, intrusos?!

Pero antes de cualquier pudiera contestar a sus preguntas o hacer más al respecto, por el largo corredor que conducía a la entrada de la mina, comenzaron a escucharse más voces y pasos acercándose. Casi eran gritos desesperados.

–¡Vrindan! ¡Rundy! ¡Escuche gritos! ¡¿Qué está…?!

En cuestión de segundos, un tercer vrochan apareció en la entrada de la sala, agitado y completamente aturdido. Sus grandes ojos amarillos parecían apunto de desorbitarse al contemplar la escena ante él: un grupo de siete extraños teniendo bajo control a sus compañeros. Pero antes de que alguien pudiera decir algo para mejorar o empeorar la situación, Rundy gritó eufórica desde los brazos de Allura:

–¡Papá!

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Saludos a todos,

Perdonen la larga espera por el capitulo, tal vez algunos estén enterados pero el pasado 11 de Julio perdí a uno de mis gatitos. Sé que para la mayoría de la gente era solo un gato, pero para mí era muy importante y la forma repentina en que enfermó y murió me pegó muy duro. Estuve varios días en depresión y después eso me llevó a enfermarme. En mi pena, no me cuide adecuadamente y mis malestares se prologaron más de lo debido.

Pero ahora ya me siento mejor, ya he asimilado lo que sucedió y me encuentro bajo tratamiento. Finalmente tengo ánimos de continuar escribiendo y pude traerles este capítulo que había dejado a la mitad.

Les agradezco mucho la compresión y saludos.