¡Actualización de la semana!

Cuando las cosas parecían estar perdidas, y el caso parecía estar estancado, este misterioso enviado comienza a atar los cabos que antes no se pudieron atar, siguiendo las pistas ahora tiene un sospechoso de ser el asesino.

Por su parte Grey no termina de creerse que el mayordomo este realmente muerto, hace movimientos por su cuenta, y no se despega en ningún momento del conde y el pastor, Jill no tolera más las actitudes del invitado, y ambos terminan confrontándose.

Capítulo 26 - El asesino

Al poco rato, el pastor regreso con ropas secas, mientras analizaba los datos que se tenían, los sirvientes informaron que habían llevado los cuerpos a habitaciones separadas, Jeremy puso manos a la obra, pidiéndole al pequeño conde que le fueran mostrados los cuerpos, en el orden en que fueron asesinados.

— El primero fue Lord Siemens — dijo Arthur

— ¡Yo iré con ustedes! — exclamo Charles inmediatamente

— ¡Yo también los acompañaré! — dijo Jill, Grey la observo de reojo, mirada que la shinigami le regreso

— Señorita, si me permite aconsejarle, sería preferible que usted, al igual que el amo Grey, pudiera mantener su arma con usted todo el tiempo, de ese modo, podrá defenderse en caso de encontrarse sola y en peligro. — le dijo el Pastor mientras avanzaban por el pasillo.

— Los cuerpos fueron acomodados en el orden en el que fueron asesinados — les indico Ciel abriendo la puerta de la primera habitación del pasillo

— Bien, eso nos ahorrará tiempo — respondió el Pastor entrando a la habitación donde se encontraba Siemens

Jill permaneció de pie en el pasillo, aquel viejo podía tener razón, debía subir por su katana, y llevarla con ella, no podía invocarla delante de los demás invitados.

— ¿Ocurre algo, señorita Jill? — le pregunto Arthur al ver que no entraba a la habitación

— Iré a mi habitación un momento — respondió — el pastor tiene razón, lo mejor sería tener mi katana todo el tiempo conmigo, regresaré enseguida

— ¡No … no debería ir sola! — exclamo Arthur

— Estaré bien, mi habitación no está muy lejos

Avanzó rápidamente a la segunda planta para llegar a su habitación, tomó de inmediato la katana y la ató a sus pantalones cortos, tomo su libreta de misiones y el sello, aún tenía trabajo que hacer, y estaba dispuesta a aprovechar que los cuerpos ya no estaban en la bodega de vinos.

Se topó con los demás en las escaleras, Arthur le comento que Jeremy quería analizar la habitación donde había sido asesinado Phelps.

— Oigan, pero el viejo no nos está siguiendo — dijo Charles volteando hacia atrás

— ¡¿Jeremy?! — lo llamó

— Ya voy, ya voy — respondió subiendo el primer tramo de la escalera a paso lento

Llegaron hasta a la habitación de Ciel, Jeremy reviso cada detalle del lugar, desde la puerta hecha pedazos por Grey, hasta las cosas regadas por el piso, las sabanas arrugadas, las almohadas fuera de su lugar, incluso reviso detalladamente y con ayuda de una lupa de aumento la cabecera de la cama. Y el ducto de ventilación del dormitorio.

— Al parecer hay varios asesinos en este caso — murmuro pensativo

— Así que, después de todo, si había más de un criminal involucrado en este caso — susurro Ciel

— Sera sencillo atrapar al asesino de George — dijo Jeremy — meditó — pero será un poco más problemático capturar al asesino de Phelps, pero con el fin de evitar más víctimas, tenemos que capturar a este asesino rápidamente.

— ¿Cómo hará para atrapar al asesino del señor Phelps? — pregunto Jill

— Para capturar al asesino de Phelps son necesarios dos requisitos, lo primero es esperar al anochecer, y lo segundo, es necesaria la entera cooperación del conde

— ¡¿La mía?! — exclamo Ciel sorprendido

— Así es... pero voy a contarle todo el plan cuando caiga la noche — dijo tranquilamente

— El siguiente cuerpo era el del mayordomo... vamos entonces — dijo Grey con desinterés

Regresaron para revisar el cuerpo de Sebastian, Jeremy se inclinó sobre la manta para quitársela de encima, pero al hacerlo Ciel comenzó a sentirse mal, al parecer sentía nauseas. Arthur le pregunto si se sentía bien, estaba preocupado por el, Ciel simplemente respondió que era demasiado el ver tantas veces el cadáver de su fiel mayordomo. Grey se extrañó demasiado por esta actitud, ya que momentos antes Ciel había cooperado plenamente cuando desvistieron el cadáver en busca de la llave.

— ¡Es más… esta chica se veía más afectada en ese momento que tú! — señalo a Jill

— ¡A mí no me afectó el cadáver! ¡Pero lo que no esperaba era que lo desvistieran completamente! — protesto con las mejillas rojas

Jeremy termino de revisar el cuerpo de Sebastian aprovechándose de aquella breve discusión, diciendo que efectivamente Sebastian había sido asesinado de una manera simple, pero violenta, y que había visto suficiente.

— Casi es hora de la cena, estoy hambriento — dijo Charles bostezando — que hay en el menú de hoy

— Le preguntaré a los sirvientes — respondió Ciel con algo de fastidio

— Está bien, esperare. Regresare mientras al salón — dijo con fingido desinterés, Jill pudo percatarse de la mirada sospechosa que tenia

Grey se marchó de la habitación, por su parte, Jeremy sugirió que regresaran también, argumento que el aún tenía que preparar algunas cosas para la noche pero que podían ir adelantándose. Arthur asintió y salió al pasillo con Ciel, pero, Jill permaneció de pie en mitad del pasillo.

— ¿Jill, que pasa? — me pregunto Ciel mirándome seriamente

— Es solo que olvide algo en mi habitación — se justificó señalando de reojo la puerta de la habitación donde estaba Phelps, Ciel capto bastante bien aquella indirecta señal — Pueden ir adelantándose, yo los alcanzare enseguida

— En ese caso deberíamos de acompañarte — sugirió Arthur — no es seguro que estés sola mientras el asesino siga suelto y oculto en algún lado de la mansión

— Estaré bien, señor conocedor de las palabras, traigo mi katana conmigo — dijo alejándose por el pasillo

— Pero…

— Ella estará bien — dijo Ciel dándose la vuelta para regresar al salón — créame, señor conocedor de las palabras, Jill sabe cuidarse sola.

Jill permaneció oculta en las sombras donde el pasillo daba vuelta, aguardando a que Ciel y Arthur se marcharan, regresó al corredor donde estaban los cuerpos, guiándose por el cinematic record que sobresalía por debajo de la puerta de la habitación, pero antes de que pudiera hacer algo, observó claramente a Grey entrar en la habitación donde descansaba el cuerpo de Sebastian, se acercó con mucho sigilo, Grey parecía querer comprobar algo, tomo la manta que cubría el cuerpo de Sebastian y la había hecho a un lado. Jill permaneció observando todo desde afuera, Grey rodeo el cuerpo unos instantes, y le dio un fuerte pisotón en el rostro al cuerpo, esperando alguna reacción.

— Como si fuera posible — susurro llevando su mano a la empuñadura de su espada

— Parece que estuvieras esperando a que los muertos revivieran — dijo Jill repentinamente.

Grey se sorprendió, y se dio la vuelta de inmediato, atacando con la espada desenvainada, la joven peli azul desenfundo su katana rápidamente, y bloqueó el ataque con el dorso de la hoja.

— Creo que no le agrado del todo que estuviera aquí, no es así, ¿conde Grey? — pregunto la shinigami con burla

— Tiene razón, una dama como usted no debería estar aquí — dijo guardando su espada, mirándole de manera hostil — ¿que podría pensar el conde ante tan grosería de tomar a un invitado con la guardia baja, estando armada, y en su posición?

— Con todo respeto, señor Grey, no soy la única armada en este lugar — se encogió de hombros — olvide algo en mi habitación y subí por ello, cuando regrese escuché ruidos extraños, y pensé que pudiera ser el asesino buscando como destruir las pistas — agrego mirándole a los ojos — Usted tampoco debería estar aquí, ¿o si, conde Grey?

— Solo creí ver algo extraño — respondió tranquilamente alzando sus brazos para colocarlos en la nuca

— ¿Algo extraño? Pero solo es un cuerpo, ¿que puede tener de extraño? — pregunto Jill levantando una ceja mientras guardaba su katana.

Jill se aproximó al cuerpo de Sebastian y saco un pañuelo de uno de los bolsillos del mayordomo, usándolo para limpiar el rostro del sirviente de aquel pisotón que Grey le había propinado.

— Tiene razón, quizá no sea nada importante — respondió tratando de disimular su hostilidad — vale realmente la pena limpiarlo? Parece que estabas muy unida a un sirviente, para ser invitada del conde Phantomhive — como sea, no debería quedarse aquí sola — dijo saliendo de la habitación al ver que la joven estaba colocando la manta nuevamente sobre el cadáver.

— ¡Tsk! ¡Ese sujeto es un pesado! — chasqueo.

Jill no demoró más tiempo, tenía que recolectar el registro de Phelps cuánto antes, y alcanzar a Grey en el pasillo, por suerte estuvo analizando la cinematica de vida mientras charlaba con Grey y se encargaba de cubrir a Sebastian de vuelta. Tomo su katana para cortar el registro y el hilo que aun unía el alma al cuerpo, sello la hoja correspondiente y salió de la habitación, caminando detrás de Grey, ninguno de los dos dijo nada mientras regresaban al salón, solo se dirigieron miradas hostiles.

La noche llego, se comentó con los invitados acerca de los hallazgos en la investigación de Jeremy. Grey no mencionó nada ni hizo ningún comentario mordaz como últimamente lo había estado haciendo, vigilaba a la joven peli azul de vez en cuando, y a su vez, Jill lo mantenía bajo su vista, aun así, ninguno mencionó nada acerca de lo que había sucedido hacia solo unos momentos atrás.

La cena transcurrió en paz, Grey devoro la comida como si no hubiera mañana, pero sorprendentemente logro saciarse. Una vez terminada la cena, Lau le pidió a Jeremy que le explicara como pretendía atrapar al asesino de Phelps.

— No hay que precipitarnos — dijo Jeremy dejando los cubiertos a un lado — primero que nada, necesitare del apoyo del conde — dijo limpiándose los labios con la servilleta

— Está bien, ¿Qué debo hacer? — pregunto Ciel, tomando un bocado de su plato

— Bien entonces conde... desvístase — respondió el Pastor

Ciel soltó los cubiertos de la sorpresa, pero Jeremy no dijo nada más.

El plan estaba en marcha, Arthur, Jeremy, Grey y Jill se encontraban ocultos en la habitación de Ciel, según Jeremy el asesino regresaría esa noche a la cama del conde, hasta entonces debían permanecer ocultos.

Se escuchó un siseo extraño, parecía como si alguien se arrastrara.

— ¡Hazlo ahora! — ordenó Jeremy

Ran Mao salió de debajo de las colchas y las arrojó a un lado, Grey se lanzó para atacar de inmediato, pero Jeremy lo detuvo, argumentando que necesitábamos al asesino vivo. Arthur y yo nos aproximamos al bulto de la colcha, ambos nos sorprendimos de lo que veíamos. Jeremy lo tomo por la cabeza, su delgado cuerpo se retorcía buscando zafarse.

— ¿Este es el asesino de Phelps? — preguntó Arthur — ¿una serpiente?

— Volvamos ahora con los demás — dijo el pastor saliendo de la habitación

El resto de los invitados esperaba en la habitación más alejada de la de Ciel, habitación que Woodley había usado la noche anterior.

Todos quedaron consternados al ver a aquella serpiente, se trataba de una mamba negra, una de las serpientes más mortíferas, y territoriales de África. Jeremy dio una explicación muy sencilla acerca de cómo habían entrenado a aquella serpiente para atacar a Ciel siguiendo su aroma, pero aun así seguía siendo solo un animal guiado por su olfato y su oído, por lo cual no distinguía realmente si la persona que había atacado era o no a Ciel, y el único que había dormido en la cama del joven conde, había sido Phelps, todo había sido un triste y fatal accidente inesperado.

— Tuvimos suerte de que esta joven dama pudiera usar las ropas del conde — dijo Jeremy señalando a Ranmao

— Tendríamos problemas si el conde muere, ¿verdad Ran Mao? — dijo Lau orgulloso

Ran Mao asintió y abrazo a Ciel, el cual se puso nervioso y trato de zafarse de ella.

— De verdad hubiera sido problemático que Ran Mao no estuviera — dijo Ciel escapando al fin — Jill es muy alta para usar mi ropa, y, aun así, fui obligado a usar el abrigo de mi mayordomo para esconder mi olor completamente

— Perdona que no sea tan bajita como tú — se defendió la shinigami — Además, es gracioso ver como el abrigo de Sebastian te cubre completamente hasta el suelo. — se rio, noto como Jeremy se cubría los labios, riéndose también

— ¿Es que nunca dejaras de molestarme? — le reclamo todo rojo

— Aun así — interrumpió Arthur — Transportar serpientes venenosas desde África en un buque es ilegal, eso lo sé porque estuve trabajando en un buque un tiempo antes de tener mi consultorio, y el equipaje era estrictamente controlado para evitar estos incidentes.

— Lo cual significa que fue contrabando — murmuro Lau, encogiéndose de hombros — Si sobornas al capitán de un buque de carga, sería la manera más sencilla de poder traer este tipo de serpientes.

— Para conseguir eso, se necesitarían conexiones muy cercanas con una empresa africana — señalo Ciel

— Si hablamos de África — murmuro Arthur pensativo — Los productos que se importan, principalmente son oro y diamantes…

La mirada de todos se posaron sobre Woodley, él era el dueño de una empresa precisamente de diamantes. Él se puso nervioso de inmediato, escudándose en que no se podría llegar a una conclusión así solo por una serpiente traída de áfrica, y recordó que el tenía una coartada para el asesinato de George Siemens.

— Coartada que no sirve de mucho — lo interrumpió Jeremy

— ¿Qué quiere decir? — Pregunto Grimsby confundido

— ¿Qué tal si el cadáver que el mayordomo y los demás encontraron esa noche no era un cadáver? — les planteo

— ¡Pero no tenía pulso, y había sangre en su pecho! — exclamo Arthur

— ¿Inspeccionaron la herida a profundidad? — le pregunto el pastor — Todo el mundo aquí ha leído o sabe de la poción que bebió Julieta en el Libro de Romeo y Julieta no es verdad?

— Aquella que te hace entrar en un estado de muerte aparente y luego despertar? — Pregunto la señorita Irene

— ¿Existe tal cosa realmente? — pregunto Jill con curiosidad

— Así es, actualmente existe un veneno que puede inducir ese estado, hay una sustancia llamada tetrodoxina la cual fue descubierta recientemente y aún está siendo estudiada, parece que, si lo refinas de cierta forma, podrás ser capaz de crear el veneno que Julieta bebió

— ¿La tetrodoxina es esa sustancia que está en algunos pulpos y los peces globo no es así? — pregunto Arthur

— Efectivamente, cuando inspeccione el cuerpo de Siemens me percate de un leve olor a mar, supuse que tal vez fue porque había bebido un veneno creado a partir de un pez globo, ¿pero... porque estaría un veneno en alguien que supuestamente fue apuñalado?

— ¡Fue un asesinato arreglado! — respondió Jill, al mismo tiempo que Ciel

— Sin duda, Lord Siemens pretendió estar muerto, pensó que no revisarían la herida de la puñalada con detenimiento — señalo — pero cuando yo revise el cuerpo esta tarde, el de verdad había sido apuñalado hasta la muerte, y lo que estaba destinado a ser una farsa, se convirtió en un asesinato real. Posiblemente el asesino quería usarlo para llevar al conde a una trampa, pero todos aquí charlaron con él durante el coctel esa noche, los humanos son criaturas mentirosas, es por eso que no confiaría en preguntarles a cada uno que fue lo que charlaron con él.

— En ese caso también tú podrías estar mintiendo — protesto Grey —Y si no es así, entonces dime, ¿dónde está la botella?

— Posiblemente fue arrojada a un lugar donde no hubiera podido ser examinado de inmediato, por ejemplo, el fuego, según me dijeron, durante esa noche la habitación tenía la chimenea encendida y hacía mucho calor.

— Pero ¿qué tal si tomaron la botella una vez que el fuego se hubiera consumido? — pregunto Arthur

— Eso sería casi imposible — señalo Jill — Sebastian nos condujo a cada uno de nosotros a nuestras habitaciones personalmente, después de ello, lo más seguro es que se dirigiera a hacer sus labores, como lo eran recolectar las cenizas de las chimeneas que ya no se estaban usando.

— Por lo que antes de que la evidencia pudiera ser destruida, Sebastian ya había encontrado la botella en los restos de la chimenea — completo Ciel — Fue por eso por lo que asesinaron a Sebastian, ya que, si él había encontrado esa prueba, la falsa coartada del asesino se vendría abajo.

— ¡Es imposible! — exclamó Woodley nervioso — ¡Revisaron nuestras cosas, y no encontraron nada!

— Pero no revisaron las chimeneas de nuestras habitaciones — aclaro la shinigami

— ¿Acaso no es un lugar perfecto para esconderla? — lo desafío Ciel — Esperabas que no volviéramos a buscar en la habitación

— ¡Esas acusaciones no tienen ningún sentido! — mascullo Woodley nervioso

— ¡Entonces demuéstralo! — exclamo Grimsby tomado un atizador y sacando las cenizas de la chimenea, encontrando entre ellas varios fragmentos de cristal que Jeremy tomo con cuidado y comenzó a unir ante la vista de todos, formando una ampolleta.

No quedaban dudas ya, las evidencias apuntaban a que Woodley había planeado asesinar a Ciel, y era el causante de las muertes en la mansión, pero lo que aún no estaba claro era el por qué lo había hecho, ¿por qué hacer tanto embrollo y tomarse tantas molestias para matar al conde?

— Diamantes — fue el propio Ciel el que respondió aquella incógnita — Había un plan secreto para las compañías que manejaban diamantes, la compañía Rose, y mi propia compañía poseen tecnología líder para poder implementarla en la industria joyera — explicó — Pero hace unos días el Sr. Rose fue asesinado y aquel plan quedó en espera, Si de algún modo el plan hubiera sido puesto en marcha de nuevo, la compañía Woodley se hubiera visto seriamente dañada, ya que no sería el único en poder ofrecer productos con tallados especiales... Es por eso que pensó en matarme en este lugar

— ¡Yo no lo hice! — Exclamo exaltado — Estoy siendo empujado a una trampa por este mocoso que no es más que el Per...!

— ¡No lo menciones siquiera! — lo interrumpió Grey colocando el filo de su espada en el cuello de Woodley — No necesito tus explicaciones ridículas, y si no quieres ser asesinado aquí y ahora, más te vale permanecer callado, no estoy de buen humor en este momento

— Conde Grey, tengo algo que podríamos usar en este momento — dijo Ciel entregando las mismas cadenas con la que lo habían esposado a él y a Arthur la noche anterior.

Grey se llevó a Woodley del salón, con esto el caso quedaba aparentemente resuelto, exceptuando porque Finny pregunto por un líquido rojo obscuro que tenía la señorita Irene en su habitación, el cual era muy similar a la sangre. Jeremy respondió a la pregunta en un instante, sacando una pequeña hoja de color rojizo, la cual, aparentemente tiene un efecto anti envejecimiento y era muy bueno para la fatiga, por lo cual propuso hacer un brindis con aquel extracto.

Por la mañana el clima mejoro visiblemente, después dos días de intensa lluvia, el sol brillaba nuevamente, los invitados se retiraron uno a uno, el pastor Jeremy había salido a despedir a Arthur y a decirle algunas cosas, Jill observo a la distancia, sentada en la cornisa de las escaleras, pudo ver la expresión de desconcierto de Arthur después de que Jeremy le dijo algo en voz muy baja, ni siquiera su agudo pudo percibir claramente lo que le había dicho.

Ciel regreso al interior de la mansión, seguido por Jeremy el cual tenía una clara sonrisa de satisfacción en el rostro, la shinigami no pudo evitar sonreír divertida al verlo subir las escaleras con bastante agilidad.

— Tal parece que solo aparentas estar viejo — le dijo descaradamente pasando a su lado

— Pero de verdad me afecta la edad, mi Lady — le respondió mirándola fijamente a los ojos de manera divertida

— Menos mal que todo ha terminado ya — dijo Ciel de pie en el descanso de la escalera — Necesito descansar

Jill se dispuso a subir a su habitación también, pero de pronto las puertas principales de la mansión se abrieron de par en par, dando paso a un Arthur visiblemente trastornado.

— Por qué tan nervioso, ¿acaso olvidaste algo? — le pregunto Jeremy tranquilamente al tiempo que volvía su mirada hacia el

— Solo he regresado para confirmar la verdad, Jeremy — respondió firmemente caminando a las escaleras — O debo decir... Mayordomo Sebastian

Jill ocultó su sonrisa detrás de su mano, arqueando las cejas con sorpresa, parecía que aquel joven escritor, era más astuto de lo que el mayordomo hubiera esperado.

— Excelente — respondió el Pastor sonriendo de una manera lúgubre, llevo su mano derecha a su rostro — Parece que lo hemos subestimado un poco — agrego enterrando sus dedos en su rostro, desprendiendo una gruesa mascara — O debería decir, que lo subestimamos groseramente a usted... Señor conocedor de las palabras — agregó arrancando completamente el falso rostro, dejando a la vista nuevamente su pálida piel y su mirada demoniacamente carmesí, era nuevamente Sebastian, aquel demonio que fingió estar muerto, tratando de engañar a todos los invitados de esa macabra noche. Era nuevamente aquel mayordomo sonriendo fascinado por la astucia de aquel humano que estaba observando fijamente desde el pie de la escalera.