¡Actualización de la semana!
¡¿El mayordomo sebastian no estaba muerto?! ¿Por qué entonces esta frente a Arthur, viéndolo con una sonrisa burlona?
¿Qué secretos oculta realmente la mansión Phantomhive? Y por qué el mayordomo no murió pese a sus heridas
¿Resolvieron realmente el caso?
Capítulo 27 - Revelar la verdad
Arthur estaba petrificado por la impresión, sus piernas temblaban, Sebastian lo observaba atentamente desde la mitad de la escalera, parecía divertido con la situación.
— Si se hubiera marchado en el carruaje, hubiera regresado a su tranquila realidad, ¿por qué regresó? — le pregunto
— Porque quería comprobar si mi sentimiento de disconformidad solamente era eso — respondió
— ¿No consideraste que, de saber la verdad, no podrías regresar a casa? — pregunto Ciel sonriendo con malicia, Arthur palideció — Solo bromeo, pero es tal como supones, Woodley no era el culpable, al menos no en este caso, pero no nos quedemos aquí parados, Sebastian, prepara unos bocadillos
— Como diga — respondió el mayordomo — pero antes, permítame guiarlo — dijo aproximándose al joven, el cual no había dejado de temblar — ¿acaso no desea saber la verdad?
— Puedes estar tranquilo, no te morderemos — dijo Jill guiñándole un ojo — acompáñenos, señor conocedor de las palabras
Sebastian los condujo hasta el invernadero para tomar el té, después de aquellos sofocantes días, era bueno beber el té en un espacio diferente, además de ello preparo algunos pastelillos de chocolate rellenos de crema. Arthur observo la comida con algo de desconfianza, Jill por su parte tomo uno de los pastelillos, saboreándolo gustosa.
— No está envenenado, por favor come con confianza — dijo Ciel bebiendo un sorbo de té.
— ¿Cómo supo que yo estaba vivo, señor conocedor de las palabras?
— Solo era una vaga sensación de disconformidad — respondió — no sé cómo decirlo, pero es que Jeremy y el mayordomo Sebastian eran demasiado perfectos.
— ¿Qué quiere decir con esto? — pregunto sebastian confuso
— Es solo que, no era posible que el mayordomo preparara todo tan perfectamente, las raciones, el búho, el mensaje, es como si supiera que iba a morir, y el pastor apareció justo cuando lo necesitábamos, y sus palabras de despedida. Me percate de que que mi sensación de disconformidad y la posibilidad de que algo "irreal" pudiera estar pasando
— ¿Algo irreal? — pregunto Ciel
— De que el mayordomo Sebastian no había muerto — murmuró
— ¿Estás diciendo que todo fueron meras suposiciones y por eso regresaste? — pregunto Jill con curiosidad — el intelecto de algunos humanos no deja de ser sorprendente
Sebastian estaba sorprendido realmente por el intelecto de aquel chico humano, había superado las expectativas que se tenían sobre él, incluso Ciel había llegado a alagar su intelecto anteriormente, aunque lo negara.
Las actitudes de Sebastian siempre le habían parecido extrañas a Arthur, desde la muerte de Siemens, él había estado bastante tranquilo, y no había hecho nada para despejar las sospechas que se hicieron sobre Ciel en ese momento.
— La manera de actuar del mayordomo siempre fue sospechosa, como si supiera que todo esto iba a ocurrir de antemano
— Es porque nosotros sabíamos de antemano, que en la fiesta había alguien que intentaría atormentar al Joven amo — respondió Sebastian tranquilamente — también sospechábamos que el amo Siemens sería un sacrificio usado por esa persona, y que yo, seria asesinado — agrego llenando la taza de té de Ciel — cuando llegamos a la habitación del amo Siemens, escuche claramente algo romperse, pero al analizar la habitación no había ningún objeto roto, además no había olor a sangre en el sitio, por lo que yo mismo supuse que había una botella de veneno en algún lado, probablemente en la chimenea.
— Desde el principio sospeche que un asesinato así, estaba sobreactuado — respondió Ciel — me sorprende que Jill no se haya percatado de inmediato
— ¿Yo? Ya sabía que Siemens no estaba muerto, no coincidía con mis registros — respondió comiendo una galleta — cuándo me percaté de que tú y Sebastian estaban tan calmados, decidí que era mejor no decir nada, supuse que esto tenía que ver con el sujeto que, en teoría, vendría a fastidiar al Conde.
— Dudo que la muerte pase desapercibida a los ojos de Lady Sutcliff — se rio Sebastian
— Lo que si no me esperaba era verte a ti en esa situación — respondió bebiendo algo de té
Arthur no entendía del todo aquella conversación, pero supuso que Jill, al ser invitada personal de Ciel y habitante de la mansión Phantomhive, sabría algo del plan del Conde.
— ¿Pero entonces el verdadero asesino? — pregunto
— Fue aquel que todo el tiempo permaneció increíblemente tranquilo, y siguiendo todos los pasos del pequeño Conde — respondió Jill
— ¡Deja de llamarme pequeño! — protesto Ciel — pero es como Jill dice.
— El verdadero asesino, es nada menos que el Conde Grey — respondió Sebastian — después de su ataque, me adelanté a la bodega de vinos donde habían llevado el cuerpo del amo Siemens, justo después de mí, el Conde Grey llego a la escena, despertando a Siemens, el cual estaba orgulloso de que todos se habían creído la farsa del asesinato, pero el Conde Grey asesino realmente a Siemens, diciéndole que ya no le era útil en absoluto.
— ¡¿ME ESTAS DICIENDO QUE SABÍAS QUIÉN ERA EL ASESINO DESDE UN PRINCIPIO?! — exclamó Arthur, visiblemente conmocionado
— ¿Por eso me pediste que fuera sigilosa al momento de realizar mi trabajo? — le pregunto Jill — ¿para qué Grey no me descubriera? ¿Por quién me tomas?
— Ha estado tanto tiempo lejos de su trabajo, que me preocupaba que hubiera perdido condición — se burló el mayordomo
Arthur los miro confuso, ¿a qué trabajo se referían? ¿y que tenía que ver con Grey y Siemens? Jill no podía culparle, habían creado la fachada de que ella era cronista para justificar su presencia en la mansión, no es que un humano creería tan fácilmente que ella era un Dios de la muerte ¿o sí? Las respuestas sobrenaturales eran tan difíciles de creer.
Sebastian le explico detenidamente a Arthur él como había hecho las cosas, desde la comida que había dejado previamente preparada, las instrucciones para Bard de como servirla, pedirle a Finny que limpiara las chimeneas, las órdenes de liberar el búho para Meirin, el reporte para Ciel oculto en una almohada, como él mismo había tenido que atravesar con el atizador nuevamente y la pequeña broma a Grey debido al cambio de posición en la que lo había asesinado, cómo fingió estar muerto frente a todos, así como la orden que Ciel le había dado mientras yacía tumbado en el suelo de recuperar la botella de veneno y depositarla en la chimenea de Woodley.
Después de que lo dejaran en la bodega de vinos, se había puesto de pie, había atrapado al búho nuevamente antes de que se alejara más y había regresado justo a tiempo, antes de que bajaran al sótano para buscar la llave.
— Fue la primera vez que me dejaba ver de una manera tan humillante al dejar que me desvistieran completamente — dijo con algo de desagrado
— Dímelo a mí, tuve que salir de la bodega al ver como desvestían tu "cadáver" — protesto la shinigami con las mejillas sonrojadas
— Lamento esa desagradable experiencia mi lady — Sebastian le sonrió pícaramente haciendo énfasis en la planta desagradable — Después de que revisaron mi cuerpo, salí al jardín a recuperar los fragmentos de la ampolleta de cristal que el conde Grey había arrojado, tal como el joven amo me lo había ordenado. Después arroje los restos en la chimenea del señor Woodley, me disfracé del pastor Jeremy, y regrese llevando al búho y el boleto como mis coartadas.
— No esperaba que llegaras disfrazado de esa manera — protesto Ciel
— ¡¿Entonces el boleto era falso?! — Exclamó Arthur derramando la taza de té accidentalmente.
— Oh no, el boleto es totalmente auténtico, viaje a Londres para comprarlo durante un descanso que hubo en la cena. — respondió Sebastian, divertido
— ¡Eso es imposible!
— Si tiene alguna duda, por favor cuando vuelva a Londres permita que el talón sea inspeccionado en la taquilla — le dijo entregándole el boleto
— ¿Entonces todo esto estaba planeado? ¿Incluido el búho y la nota? ¿Qué era lo que decía aquel papel?
— Eso… solo era un papel en blanco — respondió Ciel molesto — solo era Sebastian haciéndose el gracioso
— Pero… yo revise tu cadáver con Jeremy! — insistió
— Lo que sucedió en ese momento fue que pedí que movieran los cuerpos a habitaciones separadas, mientras yo me cambiaba la ropa que traía — respondió el mayordomo — En ese momento regresé al sótano para que los sirvientes llevaran mi "cuerpo" a una habitación, ya que estuve solo nuevamente, me levante y volví a personalizar a Jeremy. Siempre me asegure el estar un paso adelante de todo — explico — El único obstáculo era el conde Grey, el cual se apuntó de inmediato a ir con nosotros a revisar los cuerpos
— Fue por eso que también me ofrecí a acompañarlos, notaba que Grey actuaba extraño desde que encontramos el cuerpo de Sebastian, además de que, tenía cosas que hacer y quedándome en el salón solo perdería tiempo.
— Fue por eso que le sugerí a lady Sutcliff que portara su arma en todo momento, por si llegase a necesitarla, le brindé una excusa perfecta para que pudiera llevarla con ella.
— Y en vista de que el cuerpo de Siemens ya no me era de utilidad, aproveche ese momento para subir a la segunda planta por mi katana.
— Pero hacer todo eso, en tan poco tiempo resulta…
— ¿Imposible? — Sebastian sonrió con burla — Señor conocedor de las palabras, ¿acaso lo que acaba de experimentar y escuchar no le ha parecido imposible? y sin embargo ha pasado, y usted ha estado presente durante todo este suceso — le pregunto — Cuando pedí que me mostraran la habitación del señor Phelps, ustedes se adelantaron, en ese momento aproveche para mover a Phelps de la habitación donde supuestamente debería de estar mi propio cuerpo
— ¡¿Entonces ese era el Cuerpo de Phelps?!
— y gracias a eso, supongo que facilitaste un poco mi trabajo — suspiro la shinigami — no tenía ganas de hacer horas extraordinarias, William sería capaz de perseguirme con un látigo a causa de eso.
— ¡Oh! Yo esperaba no haberle complicado las cosas Lady Sutcliff — respondió divertido — Ese fue el motivo por el que me retrase al subir las escaleras para seguirles, justificándome simplemente que era cosa de la edad
— Pero... lady Jill, ¿acaso sabía que todo era una farsa? Sabía que era el cuerpo de Phelps y no el mayordomo
— Lo supe cuando regresamos de inspeccionar la habitación de Ciel — respondió — La identidad de Jeremy la supe cuándo fue llevado al salón por los sirvientes, sabía que Ciel y Sebastian tenían planeado algo, pero no esperaba que Sebastian apareciera vestido de esa forma, de igual manera les había dicho que los ayudaría en este caso, y lo mejor era guardar las apariencias y fingir que no lo sabia
— Gracias a la mala actuación del joven amo y la preocupación del señor conocedor de las palabras, logre salir adelante con mi plan. Cuando termine la inspección, el conde Grey se adelantó a ustedes fingiendo que regresaría al salón, así que fue una carrera contra el tiempo, quería convencerse a sí mismo que yo estaba muerto. afortunadamente, cuando entro a la habitación, me encontraba nuevamente tendido en mi lugar. Aunque me propino un buen golpe para asegurarse si estaba muerto o no
— ¡Poco faltó para que te hubiera atravesado con su espada de nuevo! — dijo Jill comiendo un pastelito
— Aquello era mejor opción, que un duelo entre lady Sutcliff y conde Grey — respondió Sebastian
— ¿De verdad hubo un enfrentamiento entre ambos? — nos preguntó Arthur
— No un duelo en forma — respondió Jill — Supuse que Grey sospechaba que Sebastian no estaba realmente muerto
— ¿Por eso dijiste que olvidaste algo en tu habitación?
— No exactamente, tenía algo que hacer en ese momento, y me percaté que Grey entraba apresuradamente a la habitación donde estaba el cuerpo de Sebastian, me acerque sigilosamente para observar, e interrumpí justo antes de que Grey volviera a atravesar a Sebastian, aunque, pareció no agradarle mi presencia, y arremetió contra mí, la que recibió el ataque fue la hoja de mi katana.
— El resto ya lo conoce señor conocedor de las palabras — le dijo Sebastian — Ayude al joven amo como Jeremy, y el señor Woodley fue arrestado
Arthur lucia aún más confundido que en un principio, no entendía como Sebastian había logrado aquello, para él, la situación aún era demasiado irreal, su mente humana no le daba oportunidad de pensar en algo que estuviera fuera de su pequeño, escéptico e insípido mundo. Además, seguía sin comprender el por qué Woodley había sido inculpado.
Ciel solo le respondió que habían sido los deseos de la Reina; ya que el verdadero rostro de Woodley era el de un traficante de armas, así como estaba principalmente implicado el asesinato del presidente de la compañía Rose. La razón de haber invitado a Woodley a esa fiesta era solo para usarlo como un chivo expiatorio después para resolver aquel caso
— ¿Pero por qué un niño como tu…? — pregunto perplejo — que son las palabras que Woodley te dijo antes de ser arrestado? ¿que eres tu realmente?
— El perro guardián de la Reina — respondió Ciel con una sonrisa fría — mi trabajo es rastrear a los criminales y darles un castigo acorde — agrego — lo que sucedió esta vez no es más que un pequeño juego en donde la reina confirmo si tenía o no talento para realizar el trabajo.
— In...incluso si lo que me han contado fuera verdad… en ese caso... tu mayordomo no es… ¡es imposible!
— "¿No hay nada más engañoso que un hecho evidente" no es así, señor conocedor de las palabras? — le dijo Sebastian en un tono divertido
— Tu mente humana permanece tan cerrada ante esta situación — respondió la shinigami — No puedes distinguir entre lo humano y lo que no lo es, aunque lo tengas enfrente, y cuando la posibilidad atraviesa tu cabeza, es más fácil negarlo, aunque lo estés viendo, e intentas encontrar una explicación lógica, aun cuando tienes las respuestas enfrente
— ¿Lo... lo que no es Humano?... — tartamudeo nervioso — entonces es posible… el mayordomo Sebastian…
— En efecto — respondió Sebastian con un tono de voz un tanto profundo y gutural — la razón por la que yo no morí anoche es debido a que Yo... no soy Humano — le susurro cerca del oído apareciendo a su lado
Arthur cayó al suelo de la impresión, estaba verdaderamente aterrorizado con la situación, no dejaba de temblar, ni de mirar a Sebastian.
— "Ahora que lo sé... Hare mi mayor esfuerzo para olvidarlo" ¿No es así señor conocedor de las palabras? — Sebastian pregunto divertido
Se paralizo de la sorpresa, era obvio que era exactamente lo que él estaba pensando en esos momentos
— Creo que le la verdad fue demasiado para usted — murmuro la shinigami, inclinándose a su lado apoyándose en la katana — ¿se encuentra bien?
— acaso tú también — tartamudeo
— ¿Yo? yo tampoco soy humana — respondió con calma, observo las expresiones de Arthur — Se equivoca señor conocedor de las palabras — sonrió divertida — Yo soy algo completamente diferente a Sebastian, mi naturaleza es distinta a la de un demonio — agregó mirándolo seriamente
— ¡En.…tus ojos…! — Chillo lleno de pánico
— ¿En mis ojos de refleja la muerte no es así? — preguntó la shinigami con curiosidad.
Arthur se puso de pie de un salto, y trato de huir del lugar, pero choco con el cuerpo de Sebastian.
— Creo que no será necesario mencionar que pasara si mencionas lo que paso ¿no es así? — le dijo tomándolo del mentón al tiempo que sus ojos emitían un infernal resplandor rojizo.
— ¡NO.…! ¡NO SE LO DIRE A NADIE! ¡POR FAVOR! — exclamó huyendo
— Esas palabras... me asegurare de que jamás las olvides — murmuro Sebastian sonriendo abiertamente mostrando un par de afilados colmillos, mientras una niebla negra envolvía al joven escritor, engulléndolo rápidamente, cuando la niebla se disipó, Arthur había desaparecido.
— ¿A dónde lo enviaste? — pregunto Jill
— No se preocupe Lady Sutcliff, el señor conocedor de las palabras está a salvo en su hogar
— ¿le hiciste creer que esta charla había sido un sueño?
— Dudo que crea que simplemente estuvo soñando. — el mayordomo se encogió de hombros
— ¿Por qué tenían que revelar su verdadera naturaleza ante él? — les reclamo Ciel
— No sería el primer humano que habla y convive con la muerte — respondió la shinigami
— Él es un escritor, si pasa una experiencia traumática, definitivamente querrá escribir sobre esto — respondió Sebastian tranquilamente — joven amo, a usted le gusta mucho la novela que escribió en aquella revista, ¿acaso no le decepcionó que no tuviera continuación? — le pregunto a Ciel
— Solo era una buena manera de pasar el rato — resoplo molesto
— Definitivamente su siguiente trabajo será digno de esperar — murmuró Sebastian
— Será un cinematic record digno de ver al final de su vida — sonrió la shinigami — estaré esperando, Arthur Conan Doyle …
Como dato extra, Sir Arthur Conan Doyle, es el autor de Sherlock Holmes
