RinMakoto. Aunque perdieron el juego, fue contra un rival duro y fue más duro ya que Ice Rabbits ganó con el tanto de Mami.

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Sin más, comencemos…

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El juego entre Ice Rabbits y Drea Monkets fue duro, sin embargo, las visitantes no pudieron ganar el juego ya que el equipo de Mami logró llevarse la victoria gracias al tanto de la peli verde.

Luego del juego, el grupo se fue de regreso a Nikko mientras que las locales decidieron ir a celebrar un poco por el juego, aunque en el caso de Mami, esta declinó ya que en el público, se fijó en alguien que llamó su atención.

La joven se cambió y salió mientras veía como el público estaba saliendo, parecía que todo iba normal, para luego encontrarse con un chico de cabello castaño oscuro y ojos marrones al cual saludó.

- Lamento si me tardé.

- No te preocupes, igual debes estar cansada por tan genial juego, aunque me alegro que gracias a un gol tuyo lograron ganar, Ono-san.

- Gracias Yuuki-kun – Mami dijo con una sonrisa.

Este chico era Yuuki Kotaro, un chico el cual comenzaron a hablar bastante con Mami desde que ella se mudó a la capital, así que ya se conocían, sin embargo, parecía haber una especie de relación algo difícil de describir entre ambos, aunque el castaño poseía algo de sentimientos por la peli verde, pero del lado de Mami, no eran tan fuertes, pero florecían de poco en poco.

- ¿Quieres salir mañana? – Kotaro preguntó a lo que Mami se quedó en silencio, incluso el castaño se maldijo por haber dicho eso tan de repente – e-este… no tienes que aceptar si no quieres, es más, creo que dije más…

- N-No te preocupes, creo que tengo libre mañana, es más, ¿Dónde nos encontramos? – los dos se pusieron de acuerdo en un sitio en el que saldrían y al final, ya establecieron lugar y fecha.

Cuando Mami llegó a su casa, lo primero que hizo fue hablar con Manaka y las demás, charlaron un poco sobre el juego y la gran jugada que provocó el gol de la peli verde.

Mana: ¿Qué harás mañana, Mami?

Mami: Oh, verás… mañana saldré con un amigo.

Mana: ¡¿Saldrás con un chico?! ¿Es tu novio?

Mami: ¡N-No! Es solo un amigo con el que me llevo bien.

Mana: Si claro, eso mismo decía Yu de Mochizuki-kun y ahora velos juntos (¬‿¬).

Mami: Mana, no seas así.

Mana: De acuerdo, lo siento, pero descuida, suerte con tu salida (ง︡'-'︠)ง

Mami: Gracias.

Acababa la charla, la peli verde se fue a dormir luego de un día bastante cansado y solo pensando en la salida que tendría.

Ya cuando el Sol volvió a salir, Mami miró la hora en su celular, aún era temprano por lo que no habría problemas en dormir un poco más, pero no lo hizo.

Aún quedaba tiempo para la hora establecida con Kotaro, pero Mami aprovechó para buscar la ropa que usaría, algo que le fue un tanto difícil.

- Vestido verde con rayas o… mejor esta blusa roja, pero creo que llamará mucho la atención – la chica suspiró – creo que es mejor el vestido, es más sencillo y adorable.

Ya hecha la elección de su ropa, se alistó con los últimos cambios y se fue a su cita con su amigo, no obstante, cuando llegó al sitio en el que estaba el castaño, sonrió.

- Buenos días Yuuki-kun.

- Buenos días Ono-san – los dos sonrieron al verse.

- ¿Llegaste desde antes?

- Hace poco vine, pero da igual, ya podemos salir ¿no? – Mami asintió a lo que los dos se fueron.

Kotaro había pensado en algunos sitios en donde pasarla bien con Mami, pero primero, decidieron hacer algo relacionado con el deporte en que practicaba la peli verde.

- ¿Quieres intentarlo? – preguntó el chico a lo que ella asintió y fueron a un pequeño juego de mesa de hockey.

- Vaya, no pensé que habría uno.

- Pero bueno, creo que lo harás bien – ya cuando se pusieron a jugar, se notó la ventaja que tenía la jugadora con su amigo.

Por más que Kotaro quería jugarle de igual a igual, Mami tenía más reflejos y sin más, le pudo ganar sin muchos problemas.

- Ni modo, perdí.

- Lo hiciste bien, diste batalla.

- Pero es que tienes una ventaja sobre mí ya que prácticas hockey y creo que eso fue lo que te dio ventaja.

- Supongo que sí, pero da igual, la pasé bien.

- ¿Quieres la revancha? – Mami asintió y fueron por otra ronda de hockey en miniatura.

Al acabar, la cita de ambos continuó en otro lado, pero no fue un sitio común para que dos amigos fueran en plan cita.

- ¿No sabes patinar?

- Pues no, me gusta el hockey, pero nunca he probado en andar en el hielo – tal y como lo suponían, la siguiente parada de su cita fue en una pista de hielo, donde muchos lo usaban para poder practicar o pasar un buen rato.

- Es difícil al inicio ya que tienes que mantener el equilibrio y la velocidad en el hielo, pero te acostumbras rápidamente.

- ¿Crees que puedes ser mi maestra? – Mami sonrió un poco, pero aceptó.

Fueron por los patines para usarlos en la pista y ya con ellos en sus pies, entraron.

Kotaro se agarraba de las barandas de protección ya que se resbalaba mucho, a diferencia de Mami quien no tenía ningún problema.

- ¿Quieres iniciar?

- D-De acuerdo, solo déjame que… - cuando estaba por pararse sin agarrarse a las barandas, este se resbaló cayendo al suelo sentado.

- ¿Estás bien?

- Sí, no te preocupes, mi trasero es el que no está bien – eso le sacó una risa a Mami.

- Como te dije, al inicio es difícil, pero con el tiempo le vas tomando ritmo hasta que lo manejas a la perfección, mira esto – la peli verde fue por un lado y patinó rápido dando unos cuantos giros hasta que volvió con el castaño – ¿lo ves?

- Me costará mucho llegar a tu nivel, Ono-san.

- Con práctica todo es posible – ayudándolo, Mami lo tomó del brazo y lo guío hasta el centro de la pista, pero continuaba teniendo problemas de equilibrio.

Kotaro tenía la suerte de que Mami le indicara lo que tenía que hacer, así mismo, este entendía sus palabras por lo que continuaba mejorando.

Aunque el ambiente en la pista se vería afectado cuando una pareja andaba marcando mucho su territorio.

- Parece que no hay nadie en este sitio que se nos pueda comparar – la mujer de cabellos lila decía junto con su compañero, un chico de cabello rojo claro, ambos con una edad cercana a los 21 años.

- Todos tienen poco nivel, se nota que son unos aficionados.

- En especial esos dos de allá – la chica justo señaló a Mami y Kotaro, la primera seguía ayudando a su amigo a mantenerse en equilibrio.

- Vamos a mostrarles cómo es que se hacen las cosas aquí – los dos se dirigieron hacia donde estaban los dos patinando y solo llegaron a hacer círculos alrededor de ellos.

Antes de que pudieran pedir explicaciones, la pareja de patinadores giró con más fuerza como queriéndolos intimidar.

- ¿Qué pasa?

- Que nivel tan pobre de patinaje tienes – el chico se colocó frente a Kotaro – así no llegarás muy lejos.

- Y parece que tu novia tampoco es buena en esto – eso sonrojó un poco a Mami y Kotaro.

- Ella no es mi…

- Niña, ¿a poco sabes patinar? – la mujer se burló de Mami quien frunció un poco el ceño, algo que notó su acompañante.

- Hm, como si supieras, puede que yo no sepa patinar, te puedes burlar todo lo que quieras de mí, pero Ono-san es mejor patinadora que tú, te lo aseguro.

- ¿Osas decir que mi novia no sabe patinar?

- No la he visto, pero con esa actitud no llegará tan lejos, además, están ante una jugadora del Campeonato A de Hockey femenino – al decir eso, los jóvenes se quedaron viendo entre sí como no queriéndolo creer.

- Mientes, ella no puede ser una jugadora de hockey.

- Sí, no tiene físico de una.

- Nada que ver eso, pero si no me quieren creer, deberías mostrarles eso Ono-san – la peli verde se quedó en una diatriba ya que no quería demostrar nada, pero le habían faltado el respeto a ella y a su amigo. Y eso no lo iba a permitir.

Sin más palabras, Mami se separó de Kotaro y fue patinando a en medio de la pista en donde daba varios saltos y hacía suya la pista como si nada, algo que dejó a los dos acosadores sin palabras.

Incluso en un momento hizo movimientos como si esquivara adversarios, algo que recordaba mucho a cuando jugaba hockey. La peli verde acabó llegando a donde estaban los dos tipos con la boca abierta, Kotaro solo sonreía.

- Les dije que ella era una jugadora de hockey y para que sepan, juega en Ice Rabbits por lo que no es alguien débil – Mami regresó a donde estaba su amigo y solo miró a los dos chicos.

- ¿Qué les pareció?

- T-Tú…

- ¿Cómo es que…?

- Soy Ono Mami, juego en Ice Rabbits, un gusto – con la cara toda avergonzada, los dos jóvenes se fueron de ahí, saliendo de la pista ya sabiendo que fueron humillados por Mami.

- Les diste en su orgullo Ono-san.

- No me gustó que estuvieran hablando así, en especial de ti, Yuuki-kun.

- No te preocupes por mí, es verdad que soy malo para patinar, pero creo que teniendo a una gran maestra conmigo, aprenderé bien – Mami sonrió con sus mejillas coloradas.

El entrenamiento en la pista continuó, aunque algo más que se notó fue que muchas personas agradecieron a Mami por haber echado a los dos sujetos de antes ya que eran muy tediosos y creídos.

De manera torpe, Kotaro se fue haciendo más ágil en el patinaje, ya logrando pararse sin problemas y patinando algo, pero ocuparía más que solo una sesión para tener un gran control.

Acabando, decidieron salir de ahí e ir a comer algo, esto para recuperar fuerzas y energía.

- ¿Qué te pareció el patinaje? – Mami preguntó.

- Me gustó bastante, aunque al inicio es duro como dices, pero aprendiendo se va haciendo algo – el castaño bebió un poco de su malteada – ahora entiendo el entrenamiento que tienen que realizar, vaya que es difícil.

- Yo te dije.

- Además, les callaste las bocas a esos idiotas, no pensaron que alguien más joven que ellos los humillaría – Kotaro río – creo que fue lo mejor de nuestra cita.

- ¿C-Cita?

- ¡Q-Quise decir, salida! S-Sí, nuestra salida de amigos – el joven tomó su bebida, Mami se quedó pensativa por eso.

- ¿S-Sabes? No me molestaría que esto… fuese una cita – al decir eso, su cara se puso como un tomate, Kotaro se sorprendió tanto que casi se ahoga con su malteada.

- ¿En serio?

- Sí, me gustaría… si no te molesta obviamente.

- No me molesta nada de ti Ono-san, me gusta eso de ti – los chicos se quedaron en silencio, pero continuaron con su comida hasta que terminaron.

El día pasó volando, pero la salida de ambos fue muy buena, aunque para que fuera perfecto, a Kotaro se le ocurrió algo.

- ¿Quieres que nos tomemos una foto? – el castaño preguntó.

- ¿Una foto?

- Sí, digo… para que recordemos este día – Mami asintió.

- De acuerdo – ambos se acomodaron juntos y usando su celular, se tomó la foto en donde ambos salían sonriendo, acordando que Kotaro luego se la enviaría a Mami.

Ya con la salida terminada, cada uno tomó caminos distintos con rumbo a sus hogares y tal como prometió el castaño, le envió la foto a Mami quien sonrió al verla.

- ¿Cómo te fue en tu salida, hija? – su madre preguntó a lo que ella solo le dedicó una sonrisa.

- Fue mejor de lo que esperaba – eso le dio la confirmación a su madre que todo fue bien.

Y esta salida apenas sería el inicio de la relación que tanto Mami como Kotaro tendrían a futuro.

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Continuará…