Descargo de responsabilidad: NARUTO y sus personajes no me pertenecen, pues le pertenecen al mangaka Masashi Kishimoto. yo sólo utilicé a Naruto para hacer esas historias, así que no plagien, adapten o copien por favor que eso no está bien.
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"El amor y la locura son dos alas hermosas: Dios ha dado alas al alma para que pueda elevarse por encima de la condición terrenal."_(Platón)
Días más tarde, entre variadas investigaciones por la aldea de las aguas termales y guiados por los reportes que Kabuto y Shikamaru les mandaban, Sasuke, Sakura y Naruto se dirigieron a una ubicación particularmente intrigante. Adentro y detrás de la cascada escondida, en donde Karin y Sasuke solían pasar el rato, encontraron una cueva grande y bastante amplia.
La entrada de la cueva estaba parcialmente oculta por la vegetación, pero una vez adentro, se abrió a un espacio amplio y misterioso. Las paredes estaban cubiertas de símbolos antiguos y tallas que parecían relatar una historia antigua, una historia de amor que nunca sé concluyó por las peleas de Madara Uchiha y su ex mejor amigo.
En el centro de la cueva, había un montón de talismanes de colores casi iguales al que Karin había comprado. La escena era impresionante, con cada talismán emitiendo una leve y extraña luz.
Además, un gran espejo circular dominaba la cueva. El espejo no era común; parecía fluir con el chakra recolectado del difunto Madara Uchiha.
La energía que emanaba del espejo era densa y casi palpable, haciendo que el aire en la cueva vibrara con una intensidad misteriosa. Sasuke, con su Sharingan activado, se acercó al espejo con cautela.
Observó cómo el chakra de Madara se movía dentro del espejo, formando patrones complejos que parecían estar contando una historia o, tal vez, un mensaje codificado. Naruto frunció el ceño, sintiendo la poderosa presencia del chakra.
–Esto no se siente bien, Sasuke. ¿Qué crees que está pasando aquí?
Sakura, a su lado, analizaba los talismanes, tratando de descifrar su propósito.
–Estos talismanes son similares a los que nos reportaron, pero no son exactamente iguales. ¿Podría ser que este lugar sea la fuente de esos ¿Talismanes?
Sasuke se giró hacia ellos, sus ojos fijos en el espejo.
–Este espejo es un conducto. El chakra de Madara está siendo canalizado aquí por alguna razón. Necesitamos entender cómo funciona y qué relación tiene con la desaparición de Karin, Suigetsu y Jugo.
Mientras examinaban más de cerca los talismanes, Naruto notó que algunos de ellos tenían inscripciones diferentes.
–Miren esto, algunos de estos tienen símbolos adicionales. ¿Qué significan?
Sakura estudió las inscripciones y su rostro se iluminó con una súbita comprensión.
–Estos son sellos de activación. Creo que, si usamos estos talismanes correctamente, podríamos abrir un portal o una puerta dimensional.
Sasuke asintió lentamente.
–Eso tiene sentido. Necesitamos descifrar cómo activar estos talismanes y usar el espejo como un portal para seguir a Karin y los demás.
–No me atrevería a hacer eso si fuera tú.
Sé escuchó una voz fuerte y firme, pero delicada y femenina. Al girar los tres hacia donde se oía el sonido, vieron en las sombras a una mujer de máscara roja de gato, ropa pegada a su figura de color negro y rojo, mostrando solo sus ojos Naranjas y su largo cabello granate.
Como no podía ser de otra forma, Sasuke pudo reconocerla por sus ojos naranjas. Su asombro, desde luego, no tardó en llegar con todo y su voz incrédula.
–Señorita Sanada, ¿Es usted?
La mujer de la máscara de gato avanzó lentamente, sus movimientos precisos y elegantes. Los ojos naranjas brillaban con una intensidad que parecía penetrar a través de la penumbra de la cueva. Sasuke, Naruto y Sakura mantuvieron sus posiciones, atentos y preparados para cualquier eventualidad.
–Sí, joven Uchiha. Soy yo, Sinju Sanada.
Respondió con voz firme, aunque su tono mantenía una calma calculada.
–Soy la señorita que te atendió a ti y a la señorita Uzumaki Karin en las aguas termales.
Sasuke frunció el ceño, intentando recordar cada detalle de su encuentro con la mujer de ojos naranjas en la recepción de las aguas termales. La presencia de Sinju Sanada, con su aura misteriosa y poderosa, añadía una nueva capa de complejidad a la situación. Naruto y Sakura intercambiaron miradas, conscientes de que esta mujer podía tener información crucial.
–¿Qué está haciendo aquí?
Preguntó serio Sasuke, sin perder el control de su tono, aunque la sorpresa se reflejaba en sus ojos. Sinju Sanada sonrió ligeramente, aunque su expresión seguía siendo enigmática.
–Reviso el funcionamiento de mi excelente plan.
Sasuke, Naruto y Sakura se tensaron, sus instintos de combate alertas. Sasuke mantuvo su mirada fija en Sinju Sanada, evaluando cada uno de sus movimientos.
–¿Tu plan?
Repitió Sasuke, su voz contenía una mezcla de incredulidad y sospecha.
–¿Qué plan?
Sinju Sanada avanzó un poco más hacia el espejo, sus pasos resonando suavemente en la cueva. Se detuvo justo frente al espejo, colocando una mano sobre su superficie. El chakra fluyó bajo su toque, formando patrones aún más complejos.
–El plan para revivir a mi madara.
Sinju Sanada pronunció esas palabras con una calma desconcertante, como si estuviera hablando de algo tan trivial como preparar una taza de té. Pecado embargo, para Sasuke, Naruto y Sakura, esas palabras resonaron con un peso inmenso. Sakura frunció el ceño, incrédula.
–¿Revivir a Madara Uchiha? ¿Cómo es eso posible?
Sinju Sanada mantuvo su mirada fija en el espejo, como si estuviera hipnotizada por los complejos patrones de chakra que se formaban dentro de él, mientras soltaba con su misma voz imponente y a la vez neutral.
–Déjame te cuento una historia, pequeña niña frentona.
–Ey, no me llame así.
Sakura protestó, pero Sinju Sanada continuó sin inmutarse.
–Hace muchos años, mucho antes de que ustedes nacieran, hubo una guerra que sacudió el mundo shinobi. En medio de ese caos, Madara Uchiha y su mejor amigo, Hashirama Senju, se alzaron como figuras legendarias. Juntos fundaron Konoha, pero sus ideales divergieron y su amistad se convirtió en enemistad. Madara buscó el poder absoluto a través del Tsukuyomi Infinito, un genjutsu que sumiría a toda la humanidad en un sueño eterno.
Sasuke, Naruto y Sakura escuchaban con atención, capturados por la narración de Sinju Sanada. Naruto frunció el ceño con seriedad, diciendo secamente con cansancio.
–Ya lo sabemos, chica, lo derrotamos. Aun así, ¿Qué tiene que ver con todo ¿Esto?
–Aún no termino, niño escandaloso.
Soltó seria Sinju, girando a verlos y empezando a caminar por la cueva, mientras seguía con su relato.
–Pero incluso antes de él, estaban los dioses universales. Entre ellos estaba yo, la diosa del amor, nacida para manejar el hilo rojo del destino.
Sinju Sanada continuó su relato mientras caminaba por la cueva, su figura envuelta en misterio y poder. Sasuke, Naruto y Sakura la seguían con la mirada, absorbidos por sus palabras.
–Los dioses universales, cada uno con su dominio, observaban el mundo shinobi con gran interés. Sin embargo, yo dejé de querer mirar y unir las almas en parejas para empezar a soñar con ser yo la que encontrara el amor en vez de todos esos mortales.
Sinju Sanada continuó su relato con una mezcla de nostalgia y determinación en su voz, mientras caminaba con gracia por la cueva, sus ojos naranjas brillando con intensidad bajo la máscara de gato.
–Desde los tiempos inmemoriales, he vigilado la danza de los corazones, tejiendo y rompiendo lazos según el capricho del destino. Pero mi propio corazón se sintió vacío, observando a los mortales encontrar el amor mientras yo permanecía distante.
Sé detuvo en un talismán en forma de corazón de color rojo, lo quitó de la pared y lo sostuvo en su mano derecha. Después volvió a girarse a ellos, quitándose la máscara de gato y seguir con calma.
Entonces un día decidí que ya no quería seguir observando, así que le pedí al dios principal que me dejara ir a la tierra y ser como uno de ellos. Casi como el dios luna y el dios tierra lo hicieron alguna vez, creando la historia de los Otsutsuki.
Sinju Sanada sostuvo el talismán en forma de corazón con delicadeza, sus ojos naranjas brillando con determinación mientras continuaba su relato. Sasuke, Naruto y Sakura permanecían en silencio, absorbidos por cada palabra de La mujer misteriosa.
–El dios principal escuchó mi deseo y me otorgó la oportunidad de encarnar en el mundo de los mortales. Así nací como Sinju Sanada, una kunoichi de la aldea oculta de la cascada con la maldición de que nunca moriría hasta encontrar el amor que se quedara conmigo para siempre.
Mientras proseguía con su relato, alineaba cada talismán en una posición especial, para que todos los talismanes quedaran reflejando hacia el portal.
–Pero incluso en esta forma mortal, mi propósito seguía siendo el mismo: buscar y experimentar el amor verdadero. Mientras juntaba a las parejitas en una sola, sin dejar de ver las familias que se creaban y que yo no podía tener.
Sinju Sanada miró el talismán en su mano con una mezcla de tristeza y determinación, como si contuviera los recuerdos de un pasado lejano.
–Durante mucho tiempo, busqué en vano el amor que tanto anhelaba. Pero entonces conocí a Madara Uchiha, un hombre cuyo corazón estaba lleno de oscuridad y ambición. A pesar de todo, vi algo en él, algo que me hizo creer que había esperanza para su alma atormentada.
Sasuke, Naruto y Sakura escuchaban en silencio, cautivados por la historia de Sinju Sanada y su conexión con Madara Uchiha.
–Intenté acercarme a él, tratando de mostrarle el camino hacia la luz. Obvio no me hacía caso, pero jamás me hizo daño. era como si me escuchara y a la vez no le importaba, manteniéndome a su lado como una especie de castigo. Aunque para mí era un alivio, porque mi corazón divino sé enamoró de él y yo no lo quería lejos.
Sinju Sanada cerró los ojos por un momento, como si estuviera recordando momentos pasados llenos de dolor y esperanza. Luego soltó una risita feliz, abriendo sus ojos naranjas que se mostraban fríos y contradecían su expresión.
–Supongo que le di lástima o se acostumbró a mí, pero me dejó estar a su lado y él también sé enamoró de mí.
Sasuke, Naruto y Sakura escuchaban atentamente, sorprendidos por la revelación de Sinju Sanada. La historia de su conexión con Madara Uchiha añadía una capa de complejidad al misterio que rodeaba la cueva y los talismanes. Algo que iba más allá de lo que hubieran esperado en un principio.
Sasuke, con su Sharingan aún activado, observaba cada movimiento de Sinju Sanada con cautela, evaluando sus palabras y la energía que emanaba de ella. mientras ella volvía alejarse y acercarse al espejo en medio de la cueva.
–Entonces, ¿usted está aquí para revivir a Madara usando este espejo y los ¿Talismanes?
Preguntó serio Sasuke, su tono firme pero lleno de intriga. Sinju Sanada asintió con seriedad, sus ojos naranjas fijos en Sasuke.
–Exactamente. Estos talismanes son una clave crucial en mi plan para traer de vuelta a Madara Uchiha. Su chakra se ha mantenido atrapado en este espejo desde su derrota, y ahora es el momento de liberarlo y devolverlo al mundo.
Naruto frunció el ceño, visiblemente preocupado.
–Pero, ¿Por qué querrías traer de vuelta a alguien tan peligroso como ¿Madara? Él era un enemigo formidable.
Sinju Sanada suspiró suavemente, como si estuviera considerando cómo explicarlo.
–Madara Uchiha no era solo un enemigo. Era un ser complejo con aspiraciones profundas y una sed de poder que lo llevó por un camino oscuro. Pero también había una parte de él que buscaba respuestas y un propósito más allá de la guerra. Yo creí en esa parte de él, en su potencial para redimirse.
Sakura, intrigada por la perspectiva de Sinju Sanada, preguntó con cautela:
–¿Y cómo planeas hacer esto? ¿Qué papel juegan estos talismanes y este espejo en el proceso?
Sinju Sanada sonrió, una expresión que mostraba confianza en sus habilidades y en el plan que había trazado.
–Verás, los talismanes consumen chakra de cualquier forma y persona, por eso mismo salí a venderlos con apariencia de viejita inocente para convencer a las jovencitas ingenuas de comprarlos y así absorberles el chakra. Lastimosamente Karin Uzumaki fue involucrada sin querer, al comprármelo con la esperanza de traer al amor que la dejó sola y sin avisar. Oh mar, tú, Sasuke Uchiha.
Sasuke frunció el ceño, sintiendo una mezcla de sorpresa y preocupación por las revelaciones de Sinju Sanada. La situación se volvía más complicada con cada palabra que ella decía. Sakura miró a Sasuke con preocupación, mientras Naruto se mantenía alerta, evaluando la situación.
–Entonces, ¿Karin, Suigetsu y Jugo están atrapados aquí por culpa de estos talismanes y el espejo?
–Aquí no, joven Uchiha, en otra dimensión. Verás, yo no tenía planeado utilizar a esa dulce chica enamorada. Pero su desesperación por tenerte con ella me atrajo, así que sé lo vendí y como los Uzumaki tienen muchas reservas de chakra, mi talismán del amor le absorbió el chakra suficiente como para poder hacer mi plan y más.
Dijo frustrada Sinju, tomando un talismán morado y arrojándolo al espejo. Este en vez de quebrarse en miles de pedazos, fue atravesado por el talismán dejándolo intacto y sin aparecer de nuevo. Mientras proseguía, sin mirarlos si quiera, ella habló con tono oscuro.
–Sin embargo, el chakra que recolectó mi talismán se desvaneció porque ella y sus estúpidos amigos lo tiraron al suelo y sé quebró en pedazos. Fue así que inesperadamente fueron transportados a otra dimensión, teniendo que volver a recolectar más chakra.
–No podemos permitir que hagas eso.
Gritó firme Naruto, corriendo hacia Sinju para atacarla. Sinju Sanada se mantuvo imperturbable ante el avance de Naruto. Con un gesto casi casual, desvió su ataque con una ráfaga de chakra que lo lanzó hacia atrás, dejándolo momentáneamente fuera de combate.
–No será tan fácil, joven Uzumaki.
Sasuke, con su Sharingan aún activado, evaluó rápidamente la situación. Sakura se puso en guardia junto a él, lista para actuar si era necesario.
–¿Qué planeas hacer con ellos en esa otra dimensión?
Preguntó Sasuke con voz firme, sus ojos fijos en Sinju Sanada. La mujer de la máscara de gato sonrió con un deje de satisfacción, soltando con tanta tranquilidad que asustaba.
–Es fácil, como no puedo traer a la vida a madara Uchiha sin que pueda poseer un cuerpo. Uniré las dos dimensiones en uno, para buscar al madara de la otra dimensión que aún está escondido y aún no ha vuelto a intentar rehacer el Tsukuyomi infinito. De esa manera, cuando encuentre su escondite, le entregaré todo el chakra de mi Madara para que lo posé y así lo traiga a la vida rejuveneciéndolo para que estemos juntos por siempre.
La revelación de Sinju Sanada dejó a Sasuke, Naruto y Sakura sin palabras, tornándolos pálidos ligeramente por la amenaza. La magnitud de su plan y la implicación de dos dimensiones unidas para revivir a Madara Uchiha eran inimaginables, un terror que podría destruir al mundo shinobi.
Sin embargo, los tres ninjas sabían que no podían permitir que Sinju Sanada Llevará a cabo su plan. Ya no podía quedarse mirando, esto ya era personal, sobre todo para Sasuke Uchiha a quien le habían desaparecido a su amor.
–No podemos permitirlo.
Dijo firme Sasuke, su voz firme y decidida. Sus ojos Sharingan brillaban con determinación, mientras se preparaba para lo que fuera necesario. Naruto se levantó, recuperándose rápidamente del ataque anterior.
–¡Vamos a detenerte, Sinju Sanada!
Exclamó decidido, su voz llena de determinación. Sakura, con su mirada seria, se posicionó junto a Sasuke y Naruto, preparada para enfrentarse a la peligrosa mujer. Sinju Sanada observó a los tres ninjas, su expresión mostrando una mezcla de desafío y admiración.
–Ustedes son valientes, pero subestiman el poder del amor verdadero.
Dijo con una sonrisa enigmática, sus ojos brillando aún más y el cabello moviéndose con el viento. Con un movimiento rápido, Sinju Sanada lanzó varios talismanes al aire.
Los talismanes se iluminaron y comenzaron a girar alrededor de la cueva, creando una barrera de chakra que rodeaba a Sinju y el espejo. Sasuke, Naruto y Sakura se lanzaron hacia ella, pero fueron repelidos por la barrera.
–¡No podemos atravesar esta barrera!
Dijo ansioso Naruto, frunciendo el ceño. Sakura observó los talismanes con atención, tratando de encontrar una forma de desactivarlos.
–Estos talismanes están generando la barrera. Si podemos destruirlos, quizás podamos romper la barrera.
Sugirió seria Sakura, Naruto asintiendo ligeramente. Sasuke asintió y activó su Susanoo, creando una armadura espiritual que lo protegía, mientras atacaba los talismanes con sus espadas de chakra.
Naruto, en modo Sennin, utilizó su Rasengan para destruir los talismanes que giraban a gran velocidad. Sakura, utilizando su fuerza sobrehumana, golpeó los talismanes con precisión.
–Son buenos, pero jamás podrán contra una mujer de más de millones de años de experiencia. Además, ya recolecté el suficiente chakra y temo decirles que llegaron tarde.
Dijo seria Sinju, dando una fuerte carcajada. Mientras se escuchaban los talismanes cayendo al ser rotos, la mujer hacía unos rápidos sellos de manos y decía calmada.
–Odio, Amor, Vida, muerte, aire, fuego, tierra, agua, hielo, jutsu dimensional, Unión de Mundos.
Golpeó el espejo detrás de ella, haciendo temblar la cueva por el golpe y un instante que pareció eterno. Todo se llenó de luz y hubo una gran explosión, desmallando a todos cuando la dimensión de Naruto y la dimensión de Menma se unieron en una sola.
Cuando se unieron las dimensiones, muchos lograron percatarse, pero otros Tantos no. Entre los que no se percataron, estaban Karin, Suigetsu y Jugo de la dimensión de Menma.
Ya que ellos estaban caminando hacia Konoha, sin que se percataran de la unión d las dimensiones que había pasado. Sin embargo, Karin sintió tres chakras que caían hacia ella, así que por instinto puso los brazos en frente.
Cuando lo notaron Suigetsu y Jugo, ya había sido demasiado tarde para ellos. Pues un Sasuke de la dimensión de Naruto había caído en los brazos de la Karin de la dimensión de Menma, mientras que Jugo apenas si se había quitado para dejar caer al suelo a la Sakura de la dimensión de Naruto. Cayendo un Naruto inconsciente enzima de Suigetsu de la dimensión de Menma, quejándose con furia y desagrado.
–¡¿Qué rayos?! ¡Quítenme a este idiota!
Jugo de manera gruñona sé acercó, quitándole a Naruto de enzima y tirándolo a un lado. Al ver a los tres, soltó con molestia.
–No sé quién es el rubio, pero sé ve como el amargado de Menma, pero la rosada y el emo se parecen a Charasuke y la hija del cuarto Hokage.
–Sí, pero él no lleva la ropa elegante de Charasuke.
Soltó intrigada Karin de la dimensión de Menma, apartando de la cara de Sasuke un mechón de pelo azabache. Provocando que por un instante el abriera los ojos, soltando con suavidad cansada y esperanzada.
–Mi Karin, eres tú.
Sasuke la abrazó al quedar inconsciente de nuevo, asustando a Karin por aquello y quedando desconcertada.
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/9 de junio de 2024/
