En la mañana Duo despertó y tardó tiempo en salir de su habitación, porque no quiso encontrarse con Heero después de aquellas sensaciones extrañas que tuvo la noche anterior. Sintió vergüenza de haber sentido aquello, como una atracción extraña por él, pero a Duo no le gustaban los hombres, solo las mujeres y de eso estaba más que seguro

Tomó su ropa y fue al baño para ducharse, abrió la puerta confianzudo porque al parecer estaba solo en la casa, pero para su sorpresa su hermano postizo estaba ahí, vistiéndose, de frente a la puerta así que Duo le vio todo por delante y en ese momento pensó que estaba muy bien dotado

Asustado cerró la puerta con fuerza y se fue corriendo con prisa. Llegó a su habitación y se encerró, respiró con dificultad y rápido, recordó lo mucho que le gustó lo que vio y eso lo asustó mucho más de lo que ya estuvo

—No puede ser, no puede ser ¿por qué le vi? ¿Por qué pensé en lo bien qué está? —pensó aterrado del miedo —A mí no me gustan los hombres

Heero salió del baño vestido, al ir a su habitación miró la de su hermano y vio la puerta cerrada, sonrió un poco, la reacción de Duo fue interesante, demasiado

—Tal vez mis sospechas son ciertas —meditó con calma

Entró en su habitación y se colocó los zapatos para poderse ir a la escuela.

Salió de casa mucho antes que el otro chico, que al parecer siguió encerrado, sin querer mirarlo

— ¿Qué hago?

Decidido Duo salió de su alcoba y miró a varios lados de fuera de su habitación, no vio a Heero y la puerta del baño estuvo cerrada. Suspiró muy aliviado por la situación porque al parecer su no pariente ya se marchó a la escuela, Duo sonrió

—Ahora sí podré bañarme —pensó contento y realizó su plan inicial.

Cuando terminó de bañarse y vestirse no desayunó porque ya era muy tarde, así que salió de su casa rayando, a toda prisa.

Por su fortuna el maestro no llegó cuando él lo hizo y se tardó unos minutos más, los suficientes para que Quatre le preguntó a Duo porque se tardó pero él inventó otra cosa porque no podía decirle lo que sucedió en el baño cuando vio a Heero desnudo.

La primera clase terminó y la segunda acabó más rápido de lo normal porque el profesor se fue temprano por un asunto personal. Los amigos salieron del salón y se encontraron con Trowa en el pasillo porque él es de otro salón, el rubio y él sonrieron uno al otro con disimulo, Duo saludó también a su amigo y los tres salieron de ahí para comprar un refresco

El trío se sentó en una banca bajo un árbol para conversar, pero de nuevo el trenzado estuvo muy serio y los preocupó, pero esta vez era el asunto con Heero y no otra cosa

—Dinos que te sucede amigo

—Sí, estás muy serio —contestó Trowa preocupado

—Estoy bien, gracias —respondió como aburrido, pero estaba muy pensativo, recordando a Heero, su desnudez, ese sexy cuerpo. El sonrojo llenó la cara de Duo

—Te sonrojaste —dijo Quatre divertido —Algo te sucedió, cuéntanos

—Nada, no es nada

—Pero se te ve la cara —insistió el rubio

—Ya te dije que nada —habló enojado

Trowa y Quatre se miraron perplejos por esa actitud

—Debo irme

Duo se puso de pie y se marchó dejando a sus amigos bien preocupados por él

—En definitiva, algo le sucede —Quatre a su novio, Trowa asintió

—Cuando esté listo nos contará

—Tienes razón mi amor —con dulzura se recostó en su hombro

—Maldita sea, debo dejar de pensar en él —caviló Duo muy convencido, eso que estaba sintiendo y pensando de Heero no estaba bien, nada bien

Faltó a las últimas clases y volvió a casa, encerrándose en su habitación, sin apetito, solo quería dormir y dejar de pensar.

Heero no tuvo la última clase y se fue con su mejor amigo, Wufei a beber unos tragos, aunque todavía tenían 17 años, compraban licor en la tienda de un amigo, después fueron a la casa del chino y ahí se quedó hasta muy entrada la noche, bebiendo más de la cuenta, sin pensar en las consecuencias que eso podía traer.

CONTINUARÁ

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