Desde que oyó aquellas palabras de su compañera Relena, Duo no podía sacarse la terrible idea de la mente, ella y Heero definitivamente se entendían, de no ser así ¿Cómo es que él cenó en su casa y conoció a su familia? Su hermanastro no era del tipo que iba por la vida siendo social, pero si hizo aquello, tenía que deberse a un interés amoroso
El trenzado platicó de sus inquietudes con sus amigos a la hora de la salida, los tres caminaban hacia la salida de la escuela, Duo se veía muy pensativo y preocupado
—Debe ser un malentendido —dijo Quatre
—Estoy de acuerdo —secundó Trowa, la pareja miraba a su amigo
—No hay más explicación, lo que no me explico es ¿Por qué me besó? ¿Por qué me hizo creer que sentía algo por mí?
Duo dejó de caminar y apretó contra su pecho los libros que traía en las manos, mirando hacia el suelo, el rubio y el castaño compartieron una mirada
—Pregúntale, no te quedes con la duda —aconsejó el más pequeño
—No, es mejor así, después de todo, entre nosotros no puede haber nada —apretó con mayor fuerza los libros y volvió a caminar
—Déjate de cosas Duo, ustedes se quieren, no como hermanos, si sus padres adoptivos los quieren de verdad, no tendrán porque oponerse a su felicidad —comentó Quatre
—Es cierto
—Ustedes no lo entienden —miró a sus amigos— No saben lo que es perder a una familia
La pareja de novios se quedó callada, Trowa sonrió a manera de burla, cosa rara en él
—¿Cómo saberlo? Si nunca tuve una
Las palabras del alto hicieron sentir mal a Duo, enseguida se dio cuenta que metió bien feo la pata con ese tema
—Perdóname, no quise…
—Lo sé, pero lo dijiste
Hubo un pequeño silencio incómodo entre los tres
—Chicos, el señor Yuy ya está arreglando los papeles oficialmente, seré parte de la familia, legalmente Heero y yo seremos hermanos, una relación entre los dos no está bien
Los ojos del trenzado se pusieron todos brillosos, quería llorar
—Pero tú lo amas
—Eso no importa —talló sus ojos antes que derramar lágrimas en plena escuela— Lo correcto es vivir como hermanos, es el deseo de nuestros padres
Sin agregar más, Duo simplemente se marchó, sus amigos solo pudieron verlo irse
—Perdónalo Trowa, él está dolido y no pensó lo que decía
—Ya, déjalo, no importa —dijo mientras encogía los hombros
Quatre sabía que su novio mentía.
Duo regresó solo a casa esa tarde, Heero tenía taller y no volvió hasta casi por la noche, los dos con sus padres se sentaron a la mesa para cenar, la señora Yuy preguntaba por sus días y cada uno respondió como les fue
—Papá y yo nos iremos de viaje otra vez unos días, volvimos porque el abogado nos avisó que los papeles ya estaban listos para ser firmados —informó la mujer
—Duo, no te ves muy contento
El aludido volteó y sonrió amplio, lo más sincero que pudo
—Aun estoy algo sorprendido, pero me alegro, en verdad, han hecho mucho por mí
—Su madre y yo siempre quisimos tener hijos, por desgracia una enfermedad hizo que tuvieran que extraer su matriz, pero entonces conocimos a Heero en un evento para recaudar fondos, enseguida supimos que queríamos darle un hogar —contó el señor Yuy
Era la primera vez que hablaban de ese tema, al menos que Duo lo escuchara, por la cara indiferente de Heero parecía que él ya la había escuchado antes
—Supimos de ti gracias a Heero, cuando fallecieron tus padres tu custodia pasó a ser del Estado, ya que no tienes otros familiares, no dudamos en querer ser parte de tu familia
Al oír esta revelación, Duo volteó hacia Heero, sorprendido, ahora comenzó a hilar un poco el asunto, seguramente aquel fue el plan de su hermanastro desde el inicio, que sus padres lo adoptaran y así ellos vivieran bajo el mismo techo
Compartió mirada con Heero, la de este era sombría, como si algo que no quisiera que se supiera acabara de ser revelado. Ninguno de los señores Yuy notó las miradas de ambos chicos
—Es… un embustero, fue todo su plan, que sucio plan —pensó agobiado, sintiendo que se marearía en cualquier momento
—Duo ¿te sientes bien? —preguntó su mamá
—Lo siento yo, iré a acostarme, me duele la cabeza —se levantó de la silla, mostró sus respetos a ambos señores, ni siquiera miró a Heero y se fue a su habitación
—Pobrecillo, debe tener sus emociones todas confundidas —expresó la mujer
—Es aún muy joven, pero lo está manejando bien —habló el papá
Los tres continuaron la cena tranquilamente, el matrimonio se levantó de la mesa y a petición de su hijo, dejaron que este se ocupara de la limpieza de la cocina y el comedor, así ellos dos se fueron a dormir
Heero se apresuró a terminar todo y luego fue a la habitación de Duo, necesitaba aclarar las cosas con él, por la expresión del chico, supo que la historia de su adopción le resultó extraña. Para su suerte, la puerta no tenía seguro, al ver el trenzado que Heero entró fácilmente quiso sacarlo, pero era tarde, él había entrado y cerrado la puerta tras él
—Vete —dijo hablando bajito
—Lo que oíste, no es lo que crees
—Tú no sabes qué creo —espetó enojado
—Debes creer que los convencí de adoptarte, pero no es así, yo solo conté lo que te pasó
—No te creo
Los dos hablaban lo más bajito que podían, para su suerte, esa habitación era la más alejada de la alcoba de los papás
—Jamás habría usado tu dolor en mi beneficio, debes creerme —lo miró fijo a los ojos
—¿Por qué debería?
—Porque te amo y no te haría daño nunca
Oír esas palabras dejaron helado a Duo, hasta entonces, era la primera vez que las decía con esa convicción y tan directamente, con la mirada más pura en él que jamás vio. Todo su cuerpo tembló
—Duo…
—Te creo, pero por favor, sal de mi habitación
—¿Por qué? ¿Le tienes miedo a algo?
Se miraron en silencio, Heero dio algunos pasos al frente y Duo no retrocedió, cuando Heero le dio un fuerte abrazo, no se apartó, y cuando finalmente le dio un beso, él no lo rechazó
El beso que compartieron fue lento y tierno, pero les hizo avanzar hasta la cama, ahí, Heero se subió en Duo y éste se abrazó a su cuello, sus cuerpos tan cercanos y cálidos, como nunca habían estado. Fue excitante, pero también triste
Heero tapó la boca del trenzado tras el beso y dirigió sus labios al cuello del chico, comenzando a besarlo ahí, callando sus suspiros, Duo jadeaba, sintiendo la diestra boca
De pronto, cientos de pensamientos se cruzaron por su mente, la historia que oyó de Relena y su familia, Heero cenando con ellos, el hecho de que él tenía novio, de que ellos estaban siendo criados como hermanos, que su relación no estaba bien, estar ahí, acostados en la cama con las intenciones de intimar, mientras los señores Yuy descansaban en la otra habitación, Duo se sintió sucio, inmoral
Pero sobre todo, recordó la noche que pasó con Milliardo, él ya no era virgen, si se entregaba a Heero, este no sería el primero y la culpa estaba matando a Duo, comenzó a llorar, sus sollozos eran tapados al igual que sus jadeos, mientras Heero le besaba el cuello y acariciaba su pierna con la mano libre
Sin embargo, cuando las lágrimas mojaron una parte de la mano de Heero que tapaba la boca de Duo, él se detuvo, se dio cuenta que el trenzado lloraba y creyó que lo estaba avergonzando, o que quizás estaba incómodo, se sintió culpable, así que se detuvo
—Para —suplicó Duo, tapándose el rostro con ambos brazos— Ya no por favor, no es correcto
Heero sintió congoja, pero también compasión, Duo se hacía el duro, pero él realmente era muy sensible y aquella situación lo estaba matando, Heero no podía continuar sabiendo que todo eso lo lastimaba, él decía la verdad cuando dijo que nunca pensaría en lastimarlo
—Perdóname —se bajó del cuerpo tembloroso de Duo y lo observó a su lado
—No vuelvas hacer eso, no podré resistirme la próxima vez, yo también te amo —confesó finalmente
Heero no se sorprendió de oírlo, dentro de él lo sabía, que Milliardo solo era una ilusión de juventud, que Duo se dejó seducir por ese hombre mayor que él, que lo usaba también como escudo para proteger sus sentimientos por él. Heero debía respetarlo, no tenía otra opción, estar juntos o no, era una decisión de ambos, no solo suya
—Ya no llores —acarició su cabeza y luego apartó los brazos del rostro, mirándolo con la cara roja de tanto llorar, los ojos húmedos
—No sabes cuanto me frustra esto, mis sentimientos, lo que quiero hacer contigo, pero no está bien, además yo ya no… —se calló, incapaz de confesarle que tuvo sexo con Milliardo
—No sigas —sonrió un poco, pese a que no solía hacerlo— Ya no insistiré, pero si cambias de opinión, no me importará nada más, la sociedad, nuestros padres, que nos señalen, yo estaré contigo, siempre que quieras que lo esté
Duo miró asombrado la determinación con la que hablaba Heero, a él no le importaba dejarlo todo, con tal de estar junto al hombre que amaba, pero él no era Heero, él no podía renunciar a todo así de fácil, se sentía débil, pero era la decisión que había tomado
Heero se levantó de la cama, se acercó una última vez a Duo desde afuera y besó su frente, luego su mejilla, después se alejó hacia la puerta y desde ahí lo miró
—Te amo, siempre te amaré —confesó nuevamente
Duo volvió a temblar, quedándose paralizado. Cuando la puerta se cerró tras Heero, fue inevitable, comenzó a llorar, todo había terminado ahí, aunque su deseo por su hermanastro seguía latente, aunque él también lo amara, nada podía hacerse, esa era la decisión que él mismo tomó.
Hola! Volvi con mini capítulo, espero les haya gustado, sentí mucha tristeza por Duo... Debo decir, no me gustan las tramas con incesto xD pero quería reflejar en una historia la duda moral, la frustración y la tristeza que una relación así puede ocasionar, no sé si lo haya reflejado bien, pero espero les haya gustado el capítulo, dejen comentarios por favor. Hasta la próxima
