Mientras Norman, Emma y Ray; estaban en reunión, iba bajando las gradas de madera.
Escuché a lo lejos como Don se disculpába con mamá. Vi como pasaba al frente de mi y se encontró con Gilda a mi lado izquierdo.
-Lo hice- le dijo Don a Gilda.
-¿Qué van a hacer?- pregunté.
Don se me acercó y dijo en voz baja:
-Entraremos al cuarto secreto de mamá-
-¿Están seguros de lo que harán?-
-¡S...si!-
Me quedé en silencio un momento antes de responder:
-Iré con ustedes, por si acaso-
Entramos a la oficina de mamá y en seguida se dirigieron a un estante, Gilda lo corrió y dejó ver la puerta que había detrás. «Ya habían venido».
Don introdujo la llave en esa puerta misteriosa y la abrió. Del otro lado había un armario, más estantes con libros y otra puerta, que lleva a la lavandería. Don cerró el paso con el estante que movió Gilda al principio y nos pusimos a investigar.
Don golpeó algo en el piso y volví a verlo, me señaló al suelo y vi una escotilla. Él la abrió y vimos unas gradas, nos movimos sin pensar y bajamos.
Nos quedamos boquiabiertos al ver otra sala. Los libros no nos sorprendieron, pero si los múltiples juguetes de nuestros hermanos que partieron.
La lámpara que nos dió Gilda iluminó un mueble en particular, y dejó ver a Little Bunny. Me puse a temblar. Aunque sabía la verdad, no evitaba que esto me pusiera sumamente nerviosa.
-¿Por qué está eso aquí?- Don rompió el silencio.
-Era verdad lo que dijeron. Mamá mentía, ninguno fue enviado a familias de acogida- dijo Gilda.
-Pero, ¿Por qué...?-
-Porque de ser así, esto no estaría aquí. Se lo hubieran entregado a Conny-
Gilda cogió la lámpara
-No es solo Little Bunny, mamá se los arrebató a todos cuando se fueron, y todos se los llevaron personas malas-
En ese instante recordé que Norman les había mentido. De los 3, yo era la única que sabía la auténtica verdad.
-Basta- Don se alejó poco a poco hasta golpear una de las estanterías.
Por el golpe, la estantería se dividió en 2 y dejó ver otra sala. Gilda dirigió la lámpara hacia esa dirección y vimos una radio.
-¿Con quién se comunica mamá?, ¿el cuartel general del que hablaba Ray?. ¿Son las personas malas?-
Don nos volvió a ver a ambas.
-Así es, dijo que tenía a mamá bajo control, pero que estaremos perdidos si la hermana se entera. ¿Qué quiso decir con "perdidos"?. Si se enteran, ¿mamá o la hermana nos harán algo?. ¿Y si mamá es mucho más peligrosa y Conny nuestros hermanos están...?- él nos bombardeaba con preguntas mientras se acercaba a nosotros.
Me puse tensa, estaba temblando y no sabía que hacer. Ellos ya estaban sospechando que les mintieron.
-Basta, Norman dijo que no sabe qué le pasó a Conny-
Tragué con dificultad. Don se dió cuenta de eso y me volvió a ver.
-Nos lo están ocultando, ¿Cierto?-
Desvíe su mirada.
Antes de que él pudiera hablar, escuchamos un ruido que venía desde arriba, eso hizo que nos quedáramos callados.
-Espera, Phil, iré en un momento- era mamá.
Punto de vista de Norman.
Habíamos terminado de hablar sobre el código morse en los libros, dejado por un tal William Minerva, y de encontrar la forma de sobrevivir fuera.
Llegamos al comedor, no había rastro de Don, Gilda y Yuri.
Fui a buscar en la despensa, no estaban allí.
-No están aquí- les anuncié.
Emma volvió a ver fuera del comedor.
-No pueden estar en...-
Punto de vista de Yuri.
Gilda apagó la lámpara y nos quedamos quietos.
Les hice una señal, indicando que suviéramos. Volvimos a la habitación de antes, estaba todo cerrado.
Aprovechamos y salimos por la puerta de la lavandería. Ellos abrieron la puerta mientras yo cerraba la que da a la sala donde está mamá. Por desgracia, se escuchó que la cerramos y salimos rápidamente por la lavandería. Don cerró la puerta con cuidado para que no sonara y nos fuimos.
Estábamos llegando al comedor y nos topamos con los demás. Don iba enojado, Gilda preocupada y yo solo veía hacia el suelo.
-Don, Gilda, Yuri; gracias a Dios, creí que...- Emma no terminó de hablar.
Ray se acercó a nosotros y encaró a Don. Subí la mirada un segundo y crucé la mirada con la de Norman, al instante quité la mirada y me encogí de hombros.
-¿Dónde estaban?- dijo Ray.
El comedor estaba iluminado por la luz de 2 lámparas y por un momento sólo se escuchaba el sonido de las manecillas del reloj. Solo éramos nosotros 6 en esta gran sala.
Estaba de pie junto a Norman y tenía a Don y a Gilda de frente, al otro lado de la mesa.
-¿Entonces?- Ray rompió el silencio.
-Entramos al cuarto secreto de mamá- confesó Don.
-¿Cómo?- Emma se sorprendió.
Norman volvió a verme y volví mi mirada al lado contrario.
-Don robó la llave- dijo Gilda.
-¿De mamá?-
-¿Y mamá...?-
Dijeron Emma y Norman al unísono.
-No creo que si diera cuenta, ya regresamos la llave. Quizá...- Gilda fue interrumpida por Ray.
-Hicieron algo muy estúpido-
Me encogí de hombros. Siguió hablando.
-¿Y si el cuarto estuviera equipado con una cámara, micrófono o alarma?. Si mamá o la hermana se enteraran, ustedes 3... no, todos estaríamos...-
-¡Dinos lo que pasaría!- lo interrumpió Don.
-¿Nos matarían?- Don encaró a Emma.
Ella se sorprendió y se quedó boquiabierta.
-Hallamos a Little Bunny de Conny en el cuarto secreto. ¿Y lo de "no sé, vamos a salvarlos" qué?- Don se levantó y golpeó la mesa. -¿Acaso podemos ir a salvarlos?-
Don volvió a verme.
-La cara de Yuri lo dice todo, hay algo que no nos están diciendo. ¿Acaso Conny y todos los demás están...?-
-Lo siento, ¡Lo siento mucho!- Emma se puso de pie y se disculpó.
-¿Realmente están...?- Gilda no sabía que decir.
-Te lo dije, Gilda. Estaban mintiendo después de todo- dijo Don.
Se acercó a Emma y le habló claro.
-¿Qué nos ocultan?. Díganos toda la verdad-
Emma se incorporó y volvió a ver a Norman, él asintió y les contó todo, esta vez, sin mentiras.
Los 2 se veían realmente asustado, los entiendo totalmente. Don se acercó a nosotros y respiró profundamente. Y se puso a reír. Algo me decía que iba a ocurrir algo, así que no le quité la vista.
Don levantó su puño y rápidamente se dirigía hacia Norman, pero me metí en medio, así que me pegó en la mejilla izquierda. Su golpe hizo que me fuera para atrás, Norman y yo caímos sentados en el suelo.
-¡Yuri!- escuché a Norman gritar detrás de mi.
Emma y Gilda se asustaron y Ray se puso alerta, pero Don no se movió de donde estaba, solo volvió su mirada hacia abajo.
-¿Somos tanta carga?- habló. -¿Somos tan débiles e inútiles que sienten que deben protegernos?. Esa vez que nos pidieron ayuda, creí que confiaban en nosotros. ¿Eso fue mentira?. No somos tan listos como ustedes 3, pero aún así se lo confiaron a Yuri y a nosotros no. Pero acaso... ¿no somos familia?, ¿no somos hermanos?, ¡Quiero que nos tengan fe!-
Don pidió disculpas y se retiró de la habitación, Gilda fue con él.
Mis lágrimas empezaron a salir y empecé a llorar, aún con Norman detrás.
-¿Estás bien?, ¿te duele mucho?- miró mi mejilla izquierda.
-No es eso... Es que, ¿Por qué no se lo confiaste a ellos como lo hiciste conmigo?, ellos podrían haber hecho mucho más que yo en estos últimos días-
-Pensé que sería lo mejor para ellos, lo siento- apoyó su cabeza en mi espalda.
-Vamos a disculpárnos- dijo Emma.
-Lo siento, no entendí. Estaba preparada para el resentimiento, pero no tuve suficiente resolución para creer en ustedes- escuché a Emma mientras nos acercábamos a ellos.
-Yo también... lo siento- habló Norman, quien llegó conmigo de la mano.
-Lamento no decirles nada, aunque vimos juntos el cuarto. ¡Debí decirles de inmediato!- me disculpé.
Don volvió a verme.
-Bueno, yo también lamento haberte pegado, aunque no haya sido para ti- Don se disculpó. -¿E...estás bien?- volvió a ver mi mano que estaba con la de Norman. -Creo que si estás bien- rió nervioso.
-Estoy en buenas manos- reí dulcemente mientras sentía que mis mejillas se coloraban.
-Y también, era claro que Ray se enojaría por actuar por nuestro lado- Don nos señaló a Gilda y a mi con la mirada.
Volvimos a ver atrás e iluminamos a Ray con la lámpara.
-Vamos, Ray- lo alentó Norman.
-Cielos, está bien. Aunque pase lo peor, lo resolveré de alguna forma. También lamento las otras cosas que hice, me disculpo-
Emma les volvió a preguntar si, aún después de haber escuchado la verdad, querían escapar con nosotros. Ellos aceptaron en seguida. Ya me sentía mejor conmigo misma.
-Yuri, ¿qué haces aquí tan tarde?, ¿qué te pasó?- dijo mamá.
-Digamos que... pensé que sería divertido hacerle una broma a Don, pero no pensé que me fuera a pegar por el susto-
-Ya veo, bueno, vamos un momento a ponerte crema-
Fuimos a la enfermería, me puso crema antiinflamatoria y me pegó una gaza adhesivo.
-Gracias mamá, no volveré a hacerlo-
-Buenas noches, Yuri-
Fue hasta el pasillo de nuestras habitaciones. Norman me estaba esperando.
-¿Qué te dieron?-
-Solo me pusieron una crema, no es nada grave- volví a ver el suelo.
-No debiste recibir ese golpe. Si yo no hubiera estado detrás tuyo, te hubieras golpeado más-
-Lo lamento. No lo pensé y solo me moví- me encogí de hombros.
-Igualmente, me alegra que estés bien- me abrazó.
Lo abracé con fuerza. Ojalá pudiera quedarme así para siempre.
Al día siguiente, Emma, Norman, Don, Gilda y yo; hablábamos sobre el plan en el bosque.
Mientras íbamos caminando, vimos a la siniestra Hermana Krone, quién estaba detrás de un árbol.
Me coloqué al frente de Gilda y Norman. Estaba dispuesta a protegerlos de lo que pasara.
-¿Necesitas algo?- dijo Norman.
-Lo vi. ¡Observé todo!. ¡Estaban hablando en el comedor anoche!. Los que saben el secreto sobre la Casa son Norman, Emma, Ray, Yuri, Gilda, Don; ustedes 6- dijo Krone.
Me puse pálida. Esto no puede estar pasando.
