Me encontraba en los brazos de Norman. No sabía que sucedió ni donde estaba, pero por fin estaba devuelta con él.
Lo abracé y el me devolvió el abrazo. Mi brazo izquierdo empezó a doler, así que me quejé.
-Cuidado, la herida sigue abierta- dijo Norman mientras rompía el abrazo.
-¿Qué es lo que sucedió? ¿Dónde estamos?- no pude evitar preguntar.
-Escapamos de Lambda. Hice un plan para hacer explotar las instalaciones y salir de allí. Con todos- volvió a ver hacía un lado.
Yo seguí su mirada y me topé con muchos niños, y 4 de ellos se veían como adultos.
-¿Y...y cómo me encontraste?-
-Yo no te encontré, él te trajo hasta mi- señaló al lado contrario.
-¡Elías!- me sorprendí al verlo. Me saludó con su mano. Se veía cansado y estaba lleno de sangre.
-¿Lo conoces?- preguntó Norman.
-¡Si!, él es amigo de... mi cuidadora- recordé a Anya.
-¡Él hace experimentos con niños!, ¡hay que matarlo!- gritó una voz femenina.
-¡¿Él te hizo algo?!- Norman lo volvió a ver de manera amenazadora.
Elías se sorprendió por el cambio de actitud tan busco.
-¡¿Eh?!. No, no; él no me ha hecho nada. Elías es como nosotros, Norman- pensé un momento si debía decirlo, Elías no sabía que Anya me había contado de su pasado. Pero creo que no puedo omitírlo. -Elías es un niño ganado, también experimentaron con él-
El hombre me volvió a ver, sorprendido.
-Demuestra que eres niño ganado. Muestra tu número de identificación y la marca de Lambda- Norman se veía bastante serio.
Elías suspiró. Avergonzado, mostró sus marcas, una en el abdomen y la otra en su brazo.
-Eres de Glory Bell- dijo uno de los hombres, tenía una gran cicatriz en tu frente. -Yo también soy de allí-
-Bueno, eso lo demuestra- Norman se puso de pié y me ayudó a levantarme. -Hay que irnos, no podemos estar mucho tiempo al aire libre-
Me quejé, sentí que me iba a desmayar. Norman se dio cuenta que no estaba bien.
-Vincent, busca entre las medicinas algo que le sirva a Yuri, ¡rápido!-
Empecé a ver todo borroso, y todo se volvió oscuro de repente.
La luz me molestaba los ojos. Los abrí lentamente, al principio no podía ver muy bien, pero con el tiempo mi vista se aclaró.
No vi a nadie en la habitación, pero escuché unas voces fuera.
-No se cuando vaya a despertar. De hecho, me sorprende que siga viva, perdió demasiada sangre-
-Ella no puede morir, la necesito aquí conmigo. Hagamos todo lo posible para que esté estable-
La puerta de la habitación se abrió y vi a Norman y al hombre que había visto antes, Vicent.
-¡Yuri!- Norman vino hacia mi y me abrazó. -Me alegra mucho que ya hayas despertado-
Le devolví el abrazo.
-¿Cuánto tiempo llevo dormida?. ¿Dónde estámos?-
-Llevas 3 días dormida. Y dentro de un rato te mostraré dónde estamos, es un poco complicado de explicar- Norman se separó de mi y pasó su mano por su cabello.
-Jefe, ¿llamo a Elías?- preguntó Vincent.
-Si, necesito hablar con él-
Vicent se fue, dejándonos solos.
-¿Jefe?-
-Si, eso también te lo tengo que explicar- se rió. -Tomé el nombre de Minerva, así que para algunos niños soy como un jefe-
-¿Tomar el nombre de Minerva?. Quieres decir que Minerva está...-
-Así es. Entonces, cuando estemos en público, trátame como William, ¿de acuerdo?-
-Si, no te preocupes por eso-
Norman se me acercó y me besó la mejilla. Antes de que pudiera hacer algo, Vincent y Elías entraron a la habitación. Norman se puso de pie y recibió a Elías.
-Vicent me dijo que necesitabas hablar conmigo-
-Así es, necesito que me expliques lo que pasó con Yuri-
Elías me volvió a ver.
-Me alegra bastante que ya te encuentres mejor, Anya me hubiera matado si no hubieras sobrevivido- él intentó darme una pequeña sonrisa, sin mucho éxito.
Él vino y se sentó en mi cama.
-De acuerdo, les voy a explicar- Elías tomó aire antes de empezar. -El proyecto Hewan se trata de modificar niños para ser guardianes. Se escogen animales y modificamos los sentidos de los niños para que sean lo más parecidos posibles. Normalmente son bastante rápidos y ágiles, y uno de sus grandes cualidades es que al recibir ordenes de su amo, no pueden rechazarlas-
-¿Qué animal usaron para eso?- preguntó Vicent.
-Un lince. En este momento, ella debería de tener una buena visión y un excelente oído. Aunque no se que tanto la modificó mi compañera-
-¿Pasará por efectos secundarios?-
-Lo dudo mucho, por lo que he estado con ella, no creo que llegue a tener alguno-
-¿Cómo funciona eso de los guardianes?- preguntó Norman.
-Según el procedimiento, los dejamos con la persona que tienen que proteger, ella creará un lazo con esa persona e inconscientemente lo escogerá como su amo-
-Ya veo- Norman se puso a pensar. -¿Hay alguna forma de quitar eso del amo?-
-No. Pero creo que, en este caso, lo mejor es que te tome a ti como amo, Minerva-
-¿Y...yo?-
-Claro, eres el jefe de este lugar, además, ella te quiere mucho, no me sorprendería que ya lo haya hecho-
Norman volvió a verme.
-¿Estás bien con todo esto?-
No sabía que decir. ¿Significa que ya no tendré criterio propio?. Volví a ver a Norman. Él nunca me obligaría a hacer algo en contra de mi voluntad, ¿verdad?.
-Todo bien. Solo... no me obligues a hacer cosas que no quiero-
-Sabes que nunca haría eso- Norman volvió a ver a Elías. -¿Cómo le puedo dar una orden?-
-Debes decirle lo que quieres que haga y luego chasqueas la lengua-
-De acuerdo. Prometo nunca hacer eso-
Antes de que pudiera responder, una mujer entró a la habitación.
-Jefe, ya son las 3p.m- ella tenía el cabello café con mechas rosas y ojos ámbar.
-Ya vamos para allá- Norman volvió a verme. -Volveremos pronto. Cualquier cosa, tienes a Elías-
-De acuerdo-
Norman y Vicent se fueron con la chica, dejándome con Elías.
-¿Quieres ir afuera?- preguntó.
-Claro, me intriga saber dónde estoy-
Elías me ayudó a levantarme y nos dirigimos a la salida. Ya estando fuera de la habitación, no pude creer lo que estaba viendo.
-Un pueblo completo, ¡¿dentro de un árbol?!-
-Así es. Minerva nos dijo que antes era una aldea de demonios, pero que no tenía habitantes. El informante que lo ayudó le dio la dirección de este lugar para que estuviéramos a salvo-
-Sorprendete- estaba maravillada con todo lo que estaba viendo.
Elías volvió a verme.
-¿cuántos años tienes? ¿9?- se burló.
-No seas malo- le pegué en el hombro de manera amistosa.
Elías se puso a reír. Nunca lo había visto de esta manera conmigo, era totalmente diferente a ese insoportable ser que había conocido en Lambda.
-Oye, Elías- él volvió a verme. -perdón por la pregunta, pero, ¿cuántos años tienes?-
-Tengo 27- suspiró. -Los años pasan más rápido que antes- pasó su mano por su cabello café.
-¡Eres todo un viejo!-
-¡¿Qué dices?!, ¡Sólo te llevo 10 años!-
-¡Eso es mucho!- me empecé a reír.
Elías bufó y sacó una risilla.
-Ven, vamos a la cocina para hacerte algo de comer, debes estar muriendo de hambre- me hizo una seña y empezó a caminar.
-No sabía que cocinabas-
-Anya es quien cocinaba para los 2, pero aprendí viéndola. No se hacerlo muy bien, pero comerás lo que haga-
-¿Aunque sepa extraño?-
Él volvió a verme, con el ceño fruncido.
-No creo que seas tan mala como para rechazárle la comida a este viejo-
Traté de no reírme, pero me fue imposible.
-Si lo dices así, no me queda de otra- me reí a carcajadas.
Seguimos nuestro camino. Siento que él está soltando su verdadera personalidad poco a poco, y se ve que es una buena persona. Ojalá Anya pudiera verlo ahora.
He tomado la decisión de actualizar todos los viernes (Más que todo para que la historia vaya más rápido), entonces para que estén pendientes esos días en la noche uwu. Espero que les haya gustado el capitulo, gracias por leer mi historia! uwu.
