Ryan llevaba realmente frescos los recuerdos del día anterior y no sabía qué hacer, hasta hace poco trabajaba para que el mundo vaya por una buena dirección, que no ocurra alguna tragedia como ha ocurrido en contadas ocasiones, al menos dentro del universo donde se encuentra, siempre algo puede salir mal y eso lleva a la peor conclusión posible, él trabajaba para que no ocurriera y ahora, sin quererlo, abrió una nueva posibilidad, una llave dentro de ese enredo cronológico que representa la línea temporal de un mundo como es el de e School Days.
Ahora hagamos un repaso rápido de lo acontecido. Hoshizora Ryan llegó a ese mundo en una especie de reencarnación contra su voluntad y por obra y gracia de alguien superior, tiene que encarrilar las relaciones de la gente en ese mundo para que pueda obtenerse una conclusión digna y sin alguna muerte, él había planeado acercamientos cortos pero suficientes para tener cierta relación con los tres principales implicados sin ir demasiado a fondo y realmente pensó que fue así, pudo armar una relación de amistad con Kotonoha, con Sekai puede tenerla cerca y vigilarla y Makoto no se ha relacionado bastante pero la cercanía con las otras dos también le da la oportunidad, pensó que todo saldría bien pero al final se dice que algo siempre se sale de la tangente y ese movimiento lo causó nadie más que la propia Katsura Kotonoha.
Ryan no pudo haber pensado en esa posibilidad antes, lo creyó todo tan fríamente calculado y entonces el destino viene y te dice que no, tu igual debes de sufrir las consecuencias de tus propios actos y eso fue lo que sucedió, que la pelinegra, el principal interés amoroso del pobre diablo de protagonista en ese mundo haya decidido girar la tapa y entonces mostrar afecto hacia él, un simple y mero secundario que hace de casamentero y siempre quiso estar más a la sombra. Eso terminó por arruinar todo avance que tenía planeado y es porque conoce bien al factor llamado Kotonoha, una vez ella agarra afecto, no lo deja ir.
- Esto es realmente lo peor de todo… - Soltó un suspiro. Ahora solo le esperaba un tiempo hasta llegar a Sakakino nuevamente y al ver a Kotonoha, no tenía idea de cómo sería su reacción, realmente la mala suerte se le ha pegado o es que acaso la voluntad del mundo también se le está pegando y él está destinado a formar parte de la gran vorágine de estupideces que llevan a cabo todos esos personajes conducidos por su lujuria.
No tenía tiempo para seguir pensado, debía prepararse para asistir a clases y dejar que el destino haga de las suyas, o tan grande e inevitable que le tenía preparado horas de sufrimiento y dudas para ese día, solo esperaba poder evitar a Kotonoha pero se sabe que ese trabajo es imposible. De forma totalmente resignada salió de su apartamento y caminó en dirección a la secundaria.
Decidió no pensar en nada más e hizo su camino hasta el instituto, al llegar, procuraba ver por todos lados por cualquier rastro de la pelinegra, ella tiene trabajo del consejo estudiantil así que quizás llega temprano, aunque sabe que siempre va en el mismo tren que Makoto, así que sí él ya se encuentra en su salón, significa que ella igual debió haber llegado con anterioridad, eso podría darle un alivio.
- Ryan-san. – Pudo notar la presencia de Sekai que se acercaba.
- Buen día Sekai.
- Igualmente… ¿te pasa algo? Te ves un poco distraído… - Ella notó algo diferente en el rubio, este no debía dejar en evidencia lo ocurrido el día anterior así que buscó la forma para cambiar el tema.
- Estoy bien, simplemente es que el día de ayer hubo un momento un poco complicado en el gimnasio, es todo.
- Ya veo… de igual forma deberías cuidarte, no es bueno lesionarse. – El rubio soltó una pequeña risa.
- Eso lo sé, a la próxima tendré cuidado, para el día de hoy tenemos cosas que hacer.
- Es verdad… - Sekai bajó la mirada, aún recordaba lo sucedido el día anterior con su cita simulada, si llega a enterarse, sabe que no lo tomaría bien. – Hay que lograr otro día para que esos dos puedan estar juntos.
- Es cierto… es mejor que vayamos a nuestro salón. – La pelinegra asintió. Los dos llegaron al salón y se sentaron en sus respectivos asientos, Sekai observó a Makoto por el costado, teniendo su mirada aburrida, ella deseaba tener más oportunidades de cita con el chico de sus sueños, llegar a ser algo con él aunque estuviera traicionando la confianza, tanto de Kotonoha como de Ryan. No perdió el tiempo en escribir una nota en su libreta.
"¿Cómo sentiste la cita de ayer? :p"
"No estuvo nada mal."
En ese momento ella puso un rostro inexpresivo.
"¿Cómo que nada mal? Me esforcé para hacerla una práctica memorable, hablar de esa forma molestaría a Katsura-san si se enterara"
"No fue mi intención ponerlo de esa forma, la verdad es que me divertí, planeaste todo con antelación."
"Así es, yo soy quien decidió tomar la iniciativa y enseñarte el maravilloso arte de tratar bien a las mujeres, la próxima vez que vayas a una cita con ella, ya sabrás qué hacer."
"Eso es algo que agradezco, supongo que ya me enseñaste bastante."
"Aún no, a pesar de todo sigues siendo insensible y temo por la salud mental de Katsura-san sí es que llegas a hacer algo indebido, por eso es que vamos a continuar con estas prácticas hasta que yo diga que es suficiente."
"Entonces ¿seguiré saliendo contigo a citas?"
En ese momento un leve rubor apareció en las mejillas de Sekai.
"¿Acaso te molesta eso?"
"No realmente, eres una chica realmente divertida y posees varias ideas para que uno pueda divertirse, para alguien como yo que apenas está empezando esto del romance, aprendí demasiado, no dudo que quien se vuelva tu novio será alguien afortunado."
"Solo dices eso para hacerme feliz."
"Hablo en serio, la pasé muy bien ayer, eres realmente grandiosa."
Por dentro, Sekai se sentía feliz de saber que Makoto piensa así de ella, le da mucho alivio conocer como sus esfuerzos han sido reconocidos, aunque lo esconda tras la máscara de prácticas, ha logrado encantar al chico que le gusta.
"Entonces prepárate porque vamos a seguir teniendo más citas :D"
"Ya que estamos en esto, no es que pueda negarme, solo avísame y me prepararé."
Terminaron los mensajes en ese instante, por el momento la pelinegra estaba muy satisfecha con los resultados y esperaba poder conseguir más conforme pasara el tiempo.
Llegó el momento del almuerzo, como siempre se reunieron en la azotea para almorzar, Kotonoha le dio una parte a Makoto y comieron en silencio, Ryan notó lo mismo en Sekai que ella es la que normalmente saca temas de conversación.
- (Parece que algo ocurrió sin que yo lo supiera… aunque tampoco soy alguien para hablar, siendo que pasó eso entre Kotonoha y yo…)
- Ryan-kun. – La voz de la pelinegra de cabello largo lo despertó de repente.
- ¿Sí?
- Esto… no sé si quieras, pero igual hice algo para ti. – Eso lo sorprendió.
- No es necesario, estoy perfectamente con un simple pan de melón.
- Insisto, hice demasiado, así que pensé en… que podrías querer. – Ella se veía algo avergonzada, Ryan soltó un suspiro, tomando la parte del bento.
- Está bien. – Lo tomó, de cierto modo Makoto observaba con algo de molestia, como es que él igual recibía comida de la chica que le gustaba.
- Oye Makoto. – Sekai habló en ese momento.
- ¿Qué pasa?
- No creas que no noto esas señales. – Empezó a susurrarle. – Estás celoso ¿no?
- N-No sé qué a te refieres… - Desvió la mirada, Sekai frunció el ceño.
- Escucha, de un momento para otro debiste notar que Katsura-san y Ryan-san comenzaron a llamarse por sus nombres.
- Tu igual lo llamas así. – Reclamó.
- Solo somos amigos, además de que él me ha fastidiado en ocasiones, pero parece que el caso con ella distinto… puede que ahora tengas un rival.
- E-Eso no puede ser… ¿Acaso mis esfuerzos no han sido suficientes? – El pelinegro bajó la mirada.
- Si te descuidas, alguien más puede robártela, por eso es que necesitas más entrenamiento… yo me aseguraré de que te vuelvas la mejor pareja que cualquier chica pueda tener.
- Bien… - Makoto no deseaba perder a Kotonoha, por el otro lado Sekai usaría esa oportunidad, por medio de las prácticas conquistaría a Makoto, pase lo que pase.
Por el otro lado, Ryan estaba comiendo algo de pollo frito que Kotonoha hizo, esta le observaba y eso lo ponía nervioso de cierto modo, no podía olvidar lo acontecido el día anterior, como es que ella hizo aquello sabiendo que ya está con alguien más.
- Kotonoha… debemos hablar.
- ¿Sí? – Ella no sabía a lo que se estaba refiriendo.
- Sobre… lo de ayer. – Recordó, a la pelinegra le costó unos cuantos segundos antes de recordarlo, poniéndose roja.
- S-Sobre eso… yo… - No sabía que decir al respecto, incluso ella misma estaba confundida, de antemano sabe que está con Makoto, el pelinegro se ha convertido en alguien importante para ella, pero Ryan le ha apoyado ahí desde el inicio, lo considera un buen amigo, a pesar de eso, superó la raya e hizo algo impropio… estaba engañando al chico con el cual salía.
- ¿Qué es lo que quieres hacer? – Preguntó el rubio, Kotonoha quería responder algo, pero las palabras no le salían de la boca.
- … No lo sé… estoy confundida, Makoto-kun es importante para mí, pero…
- Escucha. – Ryan la interrumpió. – Tengo una idea de lo que pueda estar sucediendo, supongo que, porque siempre estuviste sola y no tuviste amigos, piensas que la amabilidad que te estoy dando es algo que puedes confundir con amor.
- Eso… - Ella quería negarlo pero no podía.
- Ya estás saliendo con alguien y el hecho de que hayas besado a alguien más es inaceptable, así que nunca más hablemos de lo ocurrido ¿sí?
- … Sí… - Ella no lo expresó, pero estaba molesta, no podía creer que Ryan iba a lavarse las manos de ese asunto y hacer como si nada, la dejaba un poco frustrada y deseaba replicarle de algún modo.
- Sigamos siendo amigos como siempre ¿sí?
- Sí… - Soltó un suspiro, ella nunca pensó que el amor sería un asunto más complicado del que creía.
Katou Otome se sentía un poco sola, a pesar de lo que habló con aquella chica de su club sobre el hecho de ser valiente, no podía aplicar lo mismo a ella, después de todo estaba tomando una distancia de Makoto, ignoraba sus propios sentimientos y dejaba que una "zorra" como Kotonoha se lo robara, ella no quería eso.
- (¿Qué puedo hacer?) – Pensó en aquel momento.
- Otome. – Una de sus amigas la despertó de su letargo.
- ¿Qué sucede?
- Te estamos hablando. – Su amiga de cabello castaño, Natsumi le habló. – Tenemos planeado salir ¿no escuchaste?
- Esto, claro… - Sonrió. - ¿A dónde vamos?
- Kumi-chan nos va a invitar a un sitio de escalada, seguro lo necesitas ¿no?
- Eso suena divertido. – Su amiga castaña sonrió.
- Ya verás que es divertido, mi novio me llevó una vez y lo disfruté bastante.
- De nuevo, presumiendo de su novio. – Natsumi soltó un suspiro, su otra amiga Minami empezó a reír.
- Otome-chan, olvidémonos del resto y vamos a pasarla bien ¿sí?
- … Muy bien. – Ella sonrió, tenían razón en eso, no había razón por la cual preocuparse, solo tenía que divertirse con sus amigas y era todo. Ya entonces caminaron y hablaron entre ellas hasta llegar al sitio, dentro se encontraban muros grandes.
- Uy… se ve alto… - Otome sintió algo de miedo.
- ¿Acaso eres gallina Otome-chan? No lo creía. – Natsumi puso una sonrisa burlona, la castaña se sonrojó.
- ¡E-Eso no es verdad! Ya verán como escalaré esos muros sin problema alguno. – Fueron a cambiarse a una ropa adecuada y además pusieron el equipo de seguridad. – ya estoy lista.
- Otome-chan… - Kumi la habló. – Mira por ahí.
- ¿Eh? – EN ese momento vio algo que la sorprendió, era Makoto pero no estaba solo, iba con alguien más, cualquiera pensaría que se trataría de Kotonoha pero no era así.
- ¿No es Saionji-san? – Eso la sorprendió ¿Cómo es que él está en ese lugar con otra chica? Se supone que estaba con Kotonoha, pero ahora iba con alguien más.
- ¿Qué tal mi idea para la cita de practica? – Preguntó Sekai, ella sugirió que hicieran algo un poco más físico para su siguiente cita, de ahí surgió la intención de ir a un establecimiento para escalar paredes.
- No creí que esto fuera de tu agrado. – Makoto pensaba que quizás Sekai prefiriera algo un poco más femenino al respecto.
- Oye, que hacer algo de ejercicio no está nada mal, me ayuda a mantener mi figura. – Soltó un guiño.
- ¿Qué figura? No tienes curvas realmente. – Eso molestó a la pelinegra, causando que le diera un golpe en su hombro izquierdo. – Eso dolió.
- Te lo mereces… como sea, ya estamos listos, solo hay que colocarnos los arneses de seguridad y entonces podremos escalar ¿has intentado esto antes?
- No realmente, seguro podrías darme alguna demostración.
- Claro, deja que te muestre se hace. – Sekai fue y agarró una presa con su mano izquierda, entonces apoyó ambos pies en otras presas inferiores y entonces comenzó a escalar, Makoto solo observaba el trabajo que hacía la pelinegra, y algo que no pudo evitar ver fue el trasero de esta, a pesar de que llevaba pantaloncillos, marcaba su forma y ciertamente era bastante bueno.
- Interesante…
- ¿Qué tal? Es lo único que debes hacer, perfecciona tu escalada y llegarás a la cima.
- Creo que lo tengo… - Fue su turno para intentarlo, siguió la misma ruta que Sekai mientras empezaba a subir. Por lejos Otome seguía viendo, como es que los dos estaban juntos, según tenía entendido, ella salía con Kotonoha, muy a su pesar, pero ahora estaba con otra.
- Otome-chan, esto es una bomba, puede que finalmente dejara a esa vaca. – Expresó una de sus amigas.
- Sí… eso puede ser cierto… - La castaña sentía algo de alivio porque ya no se trataba de Kotonoha pero a pesar de todo, Makoto estaba con alguien más, se lamentaba no haber sido más rápida con el asunto para poder tenerlo. – Es mejor si nos vamos ¿no creen? Es mejor no intervenir.
- … Bueno, si dices eso. – Sus amigas estaban algo confundidas, más siguieron su sugerencia y se fueron, dejando a los dos.
Luego de una hora de escalada, los dos finalmente decidieron irse, Sekai estiró los brazos, bastante satisfecha, en cambio Makoto se encontraba demacrado.
- No sé cómo aguantas tanto tiempo escalando… - Obviamente él no estaba en forma, la pelinegra empezó a reír.
- Eso te pasa por ser un sedentario, tienes que moverte más, quizás y podrías ganar masa muscular como Ryan-san.
- No gracias… me gusta como soy… - Siguieron caminando un poco más hasta llegar al punto donde se separarían. – Fue una buena práctica, gracias nuevamente Sekai.
- Esto… no fue nada, solo es para que sigas ganando más experiencia cuando salgas con Katsura-san. – Ella obviamente escondía sus verdaderas intenciones, realmente disfrutó pasar ese tiempo con el chico que le gusta.
- Muy bien… entonces nos vemos mañana. – Este se despidió con la mano para irse, Sekai igual pero sentía algo, que quizás no debía terminarlo ahí, había algo más qué hacer…
- Espera. – Sujetó la manga de su playera, Makoto volteó a verla.
- ¿Qué pasa?
- Bueno… creo que podríamos tener tiempo para una lección más… - Comentó por debajo. – ¿Puedo ir a tu casa?
- Eso… mi madre no está, ella trabaja de noche.
- No importa… mejor si estamos los dos solos. – Ella estaba levemente sonrojada.
- ¿Segura? Tu madre podría preocuparse y… - En ese momento ella tomó su teléfono y marcó a un número.
- ¿Hola? ¿Okaa-san? Llamo para decirte que una amiga me invitó a quedarme a dormir con ella ¿no hay problema? Bien… regresaré en la mañana, gracias. – Colgó en ese momento. – Arreglado.
- Tu madre es bastante relajada. – Comentó Makoto con un rostro neutro.
- Eso no importa, ahora no tienes de otra que dejarme ir a tu casa, no querrás dejar a una pobre y desamparada chica en la calle ¿cierto? – Ella puso ojitos, Makoto no tuvo de otra.
- Muy bien, vamos. – Ella sonrió en victoria. Los dos caminaron a dirección del complejo de apartamentos donde vive el pelinegro. Algo que llevó unas cuadras hasta que llegaron, entraron y subieron las escaleras, una vez puesto las llaves, los dos ya estaban dentro.
- Con permiso… - Sekai se quitó los zapatos e igual Makoto, ya dentro ella inspeccionó por todos lados. – Tu casa es pequeña.
- ¿Qué puede decirse? Para solo nosotros dos, un apartamento es suficiente, subamos a mi habitación. – Dirigió a Sekai a su habitación, abrió la puerta, dentro solo estaba la cama, el escritorio y unos cuantos posters, para ella era la primera vez que estaba en la habitación de un chico. – Muy bien ¿Qué lección quieres dar?
- Antes que nada, no te apures. – Sekai tomó un respiro hondo. – Como tal, ya hemos pasado las pruebas de las citas y has demostrado estar a la altura, nada mal para un inexperto como tú, pero créeme que eso no es suficiente para complacer a una chica, tienes que saber mucho más, por eso aquí y ahora tendremos una lección de cómo manejar el contacto femenino.
- ¿Contacto femenino? – Él enarcó una ceja.
- Sí, cosas como… besarnos y todo eso… - Ella se puso roja, Makoto lo entendió y de repente igual se sintió algo avergonzado.
- Ya veo… pero no creo que eso esté bien, debería hacerlo con Kotonoha y…
- Solo es una práctica. – Aseguró Sekai de forma seria. – No hay nada más, estamos practicando, para que hagas esto con Katsura-san en el futuro, no querrás decepcionarla al no saber qué hacer o te bloquees ¿cierto?
- Bueno… - Era como un arma de doble filo, podría practicar para no decepcionar a Kotonoha en un futuro, pero a la vez está haciendo eso con otra chica, la decisión sería determinante.
- No será nada más… lo prometo. – Sekai iba en serio, al final Makoto realmente quería hacer lo mejor para su chica.
- Bien… entonces ¿Qué haremos?
- Empecemos con la clásico… bésame. – Una petición simple pero que ambos estaban un poco nerviosos de hacer, anteriormente Sekai había besado al pelinegro pero fue por puro impulso, ahora lo estaba pidiendo, la situación era claramente distinta a esas ocasiones, ella estiró los labios. Makoto solo pudo verlos, rosados y carnosos, el leve rubor en las mejillas de Sekai y sus ojos cerrados, ella estaba totalmente preparada.
- Sekai… - Makoto la estaba viendo de una forma diferente, ya no era esa compañera de al lado que se dedicaba a fastidiarle la vida, era algo más, encontró puntos buenos en ella… era más femenina de lo que pensaba, toda una mujer. Tomó la mejilla izquierda de la chica y empezó a acercar su rostro al de ella, Sekai sintió su cuerpo estremecerse un poco debido al tacto foráneo, la mano de Makoto era gruesa, en contraste a la delicadeza de su propia piel, entonces sintió algo sobre sus labios.
Los dos se besaron en aquel momento, uno, dos, tres segundos, se fue alargando un poco más hasta que se separaron, los dos estaban avergonzados.
- Ya lo hicimos ¿ahora qué? – Preguntó él, Sekai seguía en su mundo.
- No fue suficiente. – Respondió ella. – Una vez más, y que ahora sea más profundo.
- … Bien. – No se negó, nuevamente tomó a la pelinegra y la besó una vez más, la profundidad del beso fue mayor cuando ambos se abrazaron, hubo caricias involucradas por parte de Sekai al igual que Makoto exploraba la espalda de la chica que tenía en aquel momento, entonces la recostó con la cama sin separarse, ella pronto comenzó a jadear por busca de aire. Rompieron el beso, Makoto observó a Sekai, su blusa medio levantada dejando ver su ombligo, ella respirando agitadamente para recuperar el aire, le daba un aire erótico.
- Makoto… - Ella sonrió suavemente. – Eso estuvo realmente bien, lo sentí realmente mágico.
- Yo… igual, besaste muy bien.
- Jeje, me alegra~ - Ella canturreó, en ese momento abrazó al pelinegro del cuello, causando que cayera igual en la cama. – Pero no es suficiente.
- ¿Eh? ¿Aún no? – Eso lo dejó confundido, Sekai ya no podía retroceder, había llegado tan lejos, si decidiera dejarlo ahí, se arrepentiría, se volvería una cobarde por haber dejado ir la oportunidad cuando la tiene justo en frente… en ese mismo momento había tomado su decisión.
- Aún queda una cosa por hacer y esta es la lección más importante que te voy a dar. – En ese momento se acercó a susurrarle al oído. – Tengamos sexo.
- Hmph. – Ryan estaba golpeando el saco de boxeo en aquel momento, luego de haber salido del instituto fue al gimnasio como se había vuelto habitual en él para sus clases, su entrenador Gudao supervisaba la técnica del rubio e incluso daba correcciones si algo hacía mal. Luego de un tiempo golpeando, se detuvo, le pasaron una toalla para secarse.
- Has mejorado Ryan. – Sonrió este. – De antemano ya contabas con una ventaja debido a tu estatura y complexión, no dudo que puedas convertirte en un buen boxeador ¿no deseas perseguir una carrera profesional en el circuito? Tengo contactos.
- Eso… déjeme pensarlo. – Ryan no lo vería mal, en su nueva vida deseaba lograr cosas, antes de suicidarse era un simple chico escuálido, nunca tuvo aspiraciones en la vida y eso empeoró luego de que su novia lo engañara, ahora finalmente se le estaban abriendo puertas para su futuro.
- Muy bien chico, si llegas a tomar una decisión, avísame y podremos programar un entrenamiento mucho mayor, la preparación para el mundo profesional es realmente dura y no muchos pueden seguir el ritmo, pero pienso que tú tienes una oportunidad.
- Gracias por la confianza Gudao-san.
Fue a las duchas para refrescarse y una vez terminó, se cambió a su uniforme nuevamente, se despidió de su entrenador y salió, recorriendo el circuito comercial, justo en ese momento vio a alguien conocido.
- Ryan-kun. – Kotonoha estaba ahí, llevaba una correa por lo que significaba que estaba paseando a su perro, pero no solo era ella.
- ¿Onee-chan? – Una pequeña estaba con esta, mismo color de cabello y ojos que Kotonoha y rostro más jovial. – Oh, es de quien me hablabas ¿no?
- E-Espera Kokoro. – La niña no perdió el tiempo en acercarse a este.
- Hola~ me llamo Katsura Kokoro, soy la hermana menor de mi Onee-chan, un gusto.
- Igualmente, me llamo Hoshizora Ryan. – Este sonrió, Kotonoha llegó en ese momento.
- Kokoro, no molestes a Ryan-kun de esa forma. – Expresó algo indignada, el rubio soltó una pequeña risa.
- No me molesta para nada, veo que estaban paseando a su perro. – Observó al canino que era grande, Ryan se agachó a acariciarlo. – Que buen chico.
- Es realmente grande… Onee-chan, tienes suerte… - Susurró Kokoro a su hermana la cual se sonrojó.
- N-No digas eso… - Kotonoha no podía soportar mucho las burlas de su hermana menor, al contrario de ella, esta es bastante alegre y sociable, pero igual muy impulsiva al hacer las cosas y cuando ponía una sonrisa, es que tenía algo en mente… como la que estaba haciendo en ese momento.
- Ryan-oniichan ¿tienes algo qué hacer ahora? – Preguntó la pequeña pelinegra.
- No realmente, estaba saliendo de mis clases de boxeo y me iba a mi apartamento.
- ¿Vives con tu familia? – Preguntó.
- No, vivo solo. – Eso puso triste a Kokoro.
- Eso es malo… ya sé ¿Qué tal si vienes a cenar a nuestra casa? – La sugerencia sorprendió a ambos.
- ¡Kokoro! Ryan-kun podría tener otras cosas, además que de repente lo invites.
- Pero Onee-chan, es triste que tenga que comer solo, así que pensé que si lo invitáramos a cenar, no estaría triste, además quiero conocerlo más. – Respondió, Kotonoha realmente no sabía cómo controlar a su hermana cuando anda en ese plan.
- Ryan-kun, lamento todo esto, ya luego hablaré con ella para que…
- Claro. – Aceptó la invitación para asombro de ambas hermanas, Kotonoha quedó boquiabierta mientras Kokoro se puso feliz.
- ¡Yay! Ya quiero que hablemos mucho. – Sujetó la mano del rubio. – Vamos Onee-chan, hay que avisarle a okaa-san. – Y ambos se fueron, dejando a la pelinegra ahí, esta soltó un suspiro.
- En serio no puedo controlarla… - A pesar de todo, estaba algo ansiosa, sus mejillas se pusieron rojas. – (Es la primera vez que invito a alguien a mi casa… más que nada a un chico… no sé qué hacer, pero procuraré no arruinarlo…)
La pequeña llevó a Ryan con Kotonoha por detrás, subieron el metro y entonces ya estaban en la casa de ambas, el rubio ya sabía que vivía en una zona alta y que, por definición, ella era una persona que gozaba de buen dinero, pero realmente era una casa grande.
- Vamos, por aquí. – Kokkoro abrió la puerta en aquel momento. – Ya volvimos, y trajimos visita.
- Bienvenidas y… oh. - Ryan vio a una mujer aparecerse por el costado y lo primero que pensó fue…
- (¡Que grandes!) – No esperaba tener tremenda delantera de frente, obviamente superaba a Kotonoha que de por sí, ya es grande para alguien de su edad.
- Un jovencito, debes ser amigo de Kotonoha. – Esta sonrió.
- Me llamo Hoshizora Ryan, perdón por las molestias. – Hizo una reverencia.
- Para nada, es la primera vez que ella trae un amigo, así que eso es algo de celebrar.
- Okaa-san, exageras. – La pelinegra estaba avergonzada en aquel momento.
- Aunque debían haber enviado un mensaje antes, no es bueno que venga de repente.
- Fue cosa mía okaa-san, lo siento… - Se disculpó Kokkoro, la madre soltó un suspiro.
- Muy bien, lo dejaré pasar por esta ocasión, e igual porque su padre nuevamente llegará hasta muy tarde, así que habrá comida de sobra.
- ¡Yay! Podrás cenar con nosotros. – Kokkoro se puso feliz al respecto, Kotonoha miró a su madre.
- ¿Estás segura?
- Claro, ya que lo trajeron aquí, sería de mala educación no invitarlo a cenar. – Miró a ver a Ryan. – Por cierto, no me he presentado, me llamo Katsura Manami, puedes llamarme por mi nombre.
- Entendido Manami-san. – Respondió.
- Que educado eres, además de alto.
- Tengo sangre americana, mi padre es japonés y mi madre estadounidense.
- Con razón el cabello rubio igual, debes ser fluido en inglés ¿no?
- Yes madame. – Respondió este. – My english is very Good.
- Oh great. – Soltó una pequeña risa. – Debido a mi trabajo viajo en algunas ocasiones, así es entonces que sé de inglés al igual que francés y alemán.
- Es muy conocedora. – Los dos estaban enfrascados en su conversación, algo que no le gustó a Kotonoha.
- Se lleva bien con Okaa-san…
- Jeje Onee-chan ¿estás celosa? – Eso la sorprendió.
- P-Para nada.
- Pronto estará lista la cena, pueden sentarse. – Informó Manami, ya los tres se fueron a sentar mientras ella servía los platos, siendo tonkatsu con sopa de miso y arroz con cebolla y lechuga cortada.
- Se ve bueno. – Comentó Ryan.
- Estoy en contacto con la comida, ya que mi trabajo es ser crítica de restaurantes, cuido muy bien la cocina. – Respondió Manami. Ya entonces comenzaron a comer, haciendo el agradecimiento, el rubio dio la primera probada.
- Está rico.
- Lo dije. – Respondió Manami con una risa suave. – Tengo esa confianza en mi propia cocina, ya que para poder criticar a otros restaurantes, debo de demostrar que tengo cierto nivel.
- La comida de okaa-san es la mejor. – Señaló Kokkoro, continuaron comiendo, Kotonoha veía de un momento a otro al rubio, esperaba que todo estuviera siendo agradable para él.
- Entonces… ¿Qué relación tienes con Kotonoha? – Preguntó Manami, causando que su hija escupiera agua.
- ¡¿O-Okaa-san!? Que estás preguntando.
- Bueno, quiero saber si este joven de aquí será mi futuro yerno. – Esas palabras solo la pusieron más roja.
- Solo soy un amigo. – Respondió él, Kotonoha se deprimió en aquel momento. – La he estado ayudando con varios problemas que ha tenido, ha sido muy buena conmigo de la misma forma.
- Ya veo, es una lástima, eres un buen chico, grande, fuerte y amable, no podría pensar en un mejor novio para mi querida hija. – Manami se sintió algo decepcionada, Ryan es lo que podía esperar de un chico que pueda valorar a su hija. – (Del mismo modo… ahora que lo veo es guapo… y mi esposo me ha descuidado bastante… que estoy pensando, no soy ese tipo de mujer.)
- Okaa-san, Ryan-kun y yo solo somos amigos, nada más. – A Kotonoha le dolió decir eso pero no estaba mintiendo realmente… ella pensaba que el rubio no tenía ese tipo de sentimientos hacia ella, del mismo modo ya tiene a Makoto, pero poco a poco el rubio se ha estado metiendo más en su corazón, eso era lo que la tenía confundida ¿a quien debía priorizar respecto a sus sentimientos? Quería llegar a una respuesta.
- Entiendo que busca en una posible pareja para su hija. – Comenzó a hablar Ryan. – He visto como es Kotonoha en la escuela, creo que sin mi intervención no se hubiera abierto a otros y del mismo modo conseguido otros amigos, ahora puedo asegurarle de que está bastante bien, más que por mi propia ayuda, porque ella decidió tomar la decisión de hablar con los demás.
- Ryan-kun… - Sonrió por debajo, no esperaba esas palabras de parte de él, pero al mismo tiempo solo al confundían más porque declinaba la balanza a su lado.
- Onee-chan está realmente enamora… - Y Kotonoha le tapó la boca s su hermanita.
- No digas nada más… sigamos comiendo. – Continuaron comiendo hasta acabar, el rubio se sentía satisfecho.
- Estuvo muy buena la comida.
- Si tienes oportunidad, podrías venir nuevamente. – Sugirió Manami. – Eres bienvenido después de todo.
- ¿No será molestia? No quisiera abusar de su amabilidad.
- Para nada, me agradaste y además a mis hijas igual, puedes venir cuando quieras y siempre y cuando Kotonoha avise.
- Muy bien, lo aprecio. – Hizo una reverencia. Ya en aquel momento era hora de que se fuera, Kokkoro quería que se quedara por más tiempo para jugar pero Kotonoha le dijo que vive lejos, así que debía de irse, ya entonces ella le acompañó a la entrada.
- Lamento todas las molestias Ryan-kun, en serio. – Se disculpó esta.
- Para nada, tienes una familia muy agradable.
- Sí… Kokkoro puede ser algo molesta pero es buena niña y mi madre también busca tiempo para estar con nosotras, solamente oto-san… él es algo especial, pero puedo decir que amo a mi familia.
- Eso atesóralo, porque familia como esa es importante. – Kotonoha asintió. Ella realmente deseaba decidir qué hacer de ahora en adelante, si seguir con Makoto o estar con Ryan… un dilema que sería más complicado conforme pase el tiempo. – Nos vemos mañana.
- Hasta mañana. – Ya lo vio irse, Kotonoha se dio la vuelta para cerrar la puerta, ya entonces decidió darse un baño, era grande con una tina, el agua caliente relajaba su cuerpo. – (Ryan-kun…) – Se llevó la mano al pecho. – (Makoto-kun… ¿Qué debo de hacer? Aunque al pensar en Ryan-kun, yo…) – Ahora puso su mano en su entrepierna.
Ryan fue de regreso a su apartamento, esa cena en la casa de Kotonoha fue realmente agradable, aunque sabía que quizás se estaba metiendo en un terreno peligroso, ya que él decidió que llevaría ese mundo por un buen camino, entonces ¿por qué se involucraba de más? ¿Acaso eso está mal? El ser amigo de Kotonoha, pero ya vio un poco de las consecuencias de sus acciones cuando ella le besó, entonces ¿Qué podía hacer? ¿Alejarse? No, él no es esa clase de persona, solo esperaba que no cambiara bastante o quizás deba incluirse en la ecuación, solo podía esperar al día de mañana y los que siguen para que las cosas fluyan como deben de ser, y que no ocurra algún desastre del cual no se entere.
Aquí tenemos el quinto cap, ya vemos algo de avance, Sekai decide hacer el movimiento y Kotonoha está confundida, ya que Ryan fuera a su casa a cenar si que le dio más de que pensar, ahí es que ella a ver qué se decide, ya no puse la escena de sexo, pensaré si ponerla o no para el próximo cap, para ello nos estaremos viendo. Saludos.
