Disclaimer: Los personajes que reconozcáis y el universo le pertenecen a JK Rowling. La historia es mía. No obtengo beneficios económicos al escribirla.
Aviso: Este fic participa en el tópico "Duelos entre Potterhead" del foro "Hogwarts a través de los años".
Crislu me dio un desafío que acepté.
Desafío: Un Fic de hermione Granger en su primer día como Ministra de magia.
Hacia el progreso.
Se quedó mirando a Harry y Ron durante unos segundos cuando Lee Jordan anunció por la radio el ganador de las elecciones a ministro de magia.
Luchaba contra Theodore Nott, el favorito de muchos y sinceramente, pensó que no ganaría. Aunque la guerra había pasado hacía años y la guerra trajo algunos cambios, muchas brujas y magos se aferraban a sus costumbres y Hermione no dejaba de ser nacida muggle.
Pero había ganado. Había ganado y apenas podía creerlo. Se había estado preparando durante un año y medio con Kingsley, esperando continuar con los cambios que él estaba impulsando. Ella quería lo mejor para el mundo mágico y con Nott, habría retrocedido.
Una risa nerviosa salió de sus labios y entonces hubo gritos y muchos abrazos. Hermione se había estado preparando para esto y era hora de dar su discurso que tantas horas había pasado puliendo.
Su esposo decía entre risas que ese pergamino había sentido más las manos de ella que él mismo en los últimos meses. Ella se había sonrojado y le había dado con el nombrado pergamino en la cabeza. Pero los dos se habían reído y Ron amaba además cada vez que hacía ruborizar a su mujer.
Tomando aire, Granger se levantó y salió al balcón desde el cuál daría su discurso de investidura.
Harry la acompañaba como auror por su seguridad. Le había dicho que si bien confiaba en las personas a su cargo, se negaba a asignarle a alguien más que no fuera él. La mujer se sintió muy conmovida por ello.
-Estimadas brujas, estimados magos. -Comenzó tras lanzarse un Sonorus. -Es para mí un gran placer estar hoy aquí como ministra. Prometo hacer lo mejor por este país...
El discurso duró media hora. Después de eso, irían a celebrar porque una no se convertía en ministra de magia por primera vez todos los días.
Y al día siguiente, comenzaría un arduo trabajo que Hermione Granger recibiría con orgullo.
