Ya habían pasado cinco años desde que se habían casado, apenas cumplidos los 19 años sus padres los habían unido tras enterarse de su relación, porsupuesto había sido el mejor día de su vida, pues se había casado con el amor de su vida. Aunque ahora no fuera lo mismo. Desde que se había casado con Sasuke Uchiha, su relación había cambiado, ya no recibía esas muestras de afecto, nisiquiera hablaban mucho, él se la pasaba todo el tiempo en la empresa mientras ella se quedaba en casa. Y ni que decir sobre el sexo, no habían tenido nada. Al principio pensó que se comportaba así por el nuevo estilo de vida que iban a comenzar, pero con el pasar del tiempo sintió que no era así. Su esposo no la quería, no sentía lo mismo que ella.

Sus lágrimas nuevamente salieron de sus perlados ojos, hacia tiempo que no paraba de llorar. Tan solo pensar en sus situación le daba tristeza. Subió a su habitación y comenzó a llorar hasta quedarse dormida.

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Ya estaba oscuro cuando abrió los ojos, salió a la habitación de enfrente y buscó con la mirada a su marido, aún no llegaba. Comenzó a pensar que su marido tenía a otra mujer, una familia. Algo que ella no parecía ser capaz de ofrecerle.

Con un suspiro bajo hacia la cocina, tenía sed. Apenas iba de regreso hacia arriba cuando escuchó la puerta abrirse, al acercarse vió a su marido, tambaleándose y a su lado su mejor amigo, Naruto, quien lo ayudaba para que no se cayera.

-¡Sasuke!- corrió a ayudarlo, lo tomó del otro lado del brazo para ayudarlo y se dirigieron al sofá de la sala.

-Lo siento Hina, se nos pasaron las copas.

Hinata veía con tristeza a su esposo. Dirigió su mirada a Naruto y con la misma mirada le sonrió.

-Esta bien Naruto-San, yo me encargo de él. ¿Tú estarás bien? No deberías conducir en mal estado.

-Si, no te preocupes, van a venir por mí- le sonrió avergonzado. -oh, de hecho ya llegaron, lo siento Hina.

Hinata solo asintió y vió como se perdía detrás de la puerta.

-Sasuke- llamaba a su esposo con tranquilidad. Acariciaba su cabello con delicadeza, bajando por sus facciones. -despierta Sasuke, debes subir a la cama y descan...

-¡Cállate!- Sasuke se levantó y la miró furioso. -estoy harto de ti, lárgate de aquí- Hinata se asustó, Sasuke no le había levantado la voz hacia mucho tiempo -te odio Hinata, por tu culpa estoy atado a un matrimonio que odio con todas mis fuerzas, por tu culpa no puedo hacer mi vida como lo planee, ahora tengo que estar atado a la empresa, a ti...

Hinata no pudo evitar derramar sus lágrimas al escuchar a su marido, al hombre que amaba con todas sus fuerzas.

-L-lo siento, lo siento lo siento, lamento haberte hecho infeliz- Hinata no paraba de llorar.

Sasuke solo la veía, sentía dolor en su pecho, pensaba que sólo era por el odio que le tenía.

-N-no te preocupes, pediré el divorcio, te prometo que no volverás a verme- Hinata se levantó, corrió a si habitación y se encerró. Sasuke se quedó en aquel sofá, sentía que la molestia en su pecho aumentaba. No le tomo importancia y se quedó inconsciente.

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Hinata bajó con sus cosas en una maleta, vió a Sasuke aun dormido en el sofá, le puso una manta y salió de ahí con más lagrimas en sus ojos.

Llegó al departamento de su hermana, afortunadamente ésta le abrió. Le contó lo ocurrido. Hanabi la aceptó y le prometió ayudarla.

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Sasuke estaba desesperado, hacía dos días que no sabía nada de Hinata, el primer día espero a que regresara y no la buscó, pero el segundo su ansiedad aumentó, comenzó a llamar a todos pero nadie le daba respuesta. Ahora se arrepentía de haberle dicho eso. Él no pensaba esas cosas, él si era feliz con ella, sin embargo, sintió que sus padres se aprovechaban de ellos para unir sus empresas y usarlos, por eso no quería darles el gusto de hacer lo que ellos esperaban. Era demasiado orgulloso.

Pero ahora, quería encontrar a Hinata, pedirle perdón, formar la familia que ella había planeado, hacerla felíz. Ahora sabía que él sentimiento que había en su pecho no era de odio, era de tristeza al saber que Hinata se iba a alejar de él.

La puerta de su casa sonó, rápido se dirigió hacia ahí, pero al abrir no era ella. Un hombre alto de cabello negro lo recibió.

-Buen día, Uchiha-san, soy Shikamaru Nara y la señora Hinata Uchiha es mi clienta. Le vengo a entregar los documentos de divorcio.

Sasuke sintió su cuerpo pesado. Su pecho se sentía más comprimido y aquel sentimiento aumentó.

-Me niego- fue lo único que dijo, cerró la puerta y corrió a buscar su teléfono.

Marcó con insistencia el de Hinata, pero escuchó el sonido en la parte de arriba, corrió y al entrar a su habitación no había nadie, estaba solo, vacío, su teléfono estaba en medio de la cama. Lo tomó y vió todas las llamadas perdidas, la mayoría eran de él.

Gruesas lágrimas salieron de sus ojos, sentía que aquella sensación de su pecho iba a salir. No pudo más, gritó con fuerza, comenzó a golpear todo lo que había a su paso.

Estaba acostado en la cama de Hinata, abrazando su almohada, tenía aún el olor de ella.

El sonido de su celular lo sacó de su ensoñación. Cuando lo contestó escuchó la voz de Naruto que le decía que Hinata estaba en la casa de su hermana.

Salió deprisa hacia el departamento de su cuñada, porsupuesto, no había pensado en esa posibilidad. Al llegar tocó el timbre, en un momento Hanabi abrió la puerta.

-oh. eres tú- su mirada demostraba lo furiosa que estaba con él, pero no podía importarle menos.

-Quiero a Hinata- le exigió.

-Lo siento, pero ella no quiere irse contigo.

-¡Quiero a mi esposa!- le exigió aún más, Hanabi lo retaba con la mirada.

-Ella ya no será tu esposa, así que firma los malditos papeles y lárgate de su vida, ¿no has visto todo el daño que le has provocado en estos años? Por supuesto que no, eres demasiado egoísta como para pensar en ella.

-Eso no te incumbe, trae a mí esposa en este instante.

-Jodete Uchiha, ella no te quiere ver. ¿Qué te hace pensar que ella aún te ama? ¿Crees que va a regresar contigo así como así? Después de todo el daño que le has hecho. Eres un maldito imbécil. Jodete y firma el divorcio .

-Jodete Hyuga, vengo por mí esposa y no me lo vas a impedir.

Pasó al departamento, Hanabi nisiquiera intento detenerlo.

-¡Hinata!- comenzó a buscarla por todas partes, pero no la veía por ningún lado. -¿Dónde diablos está Hyuga?

-Ella se fue, así que lárgate de aquí y no vuelvas.

-¿A dónde? ¿A dónde maldita sea?

Hanabi solo le mostraba una sonrisa, porsupuesto no le iba a decir nada. Sasuke salió furioso de ahí. Debía encontrarla.

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-Gracias Shino-kun, aprecio todo lo que estás haciendo por mí.

-No te preocupes Hina, estarás bien, sólo trata de no venirte abajo, Kiba me dijo que vendría después.

-Gracias, por ser mis amigos.

-Eres nuestra amiga, los amigos se ayudan, por cierto, ¿Shikamaru te dió respuesta ya?

-aun no, supongo que me estará esperando en casa de Hanabi.

-vamos te acompaño.

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Ya habían pasado dos semanas, y el abogado de Hinata no paraba de ir, todos los días estaba ahí.

Quería encontrar a Hinata, solucionar las cosas y volver a ser una familia. Sentía que la estaba perdiendo, a cada minuto que pasaba sentía que ella se alejaba más y más.

-Uchiha-san, por favor, firme el documento de divorcio.

-lo haré, pero con una condición, quiero ver a Hinata.

Shikamaru estaba sorprendido, aceptó la petición, sabía que iba a ser una mala idea el que Hinata se separara de Sasuke, él sabía que ella lo amaba con locura y como veía a Sasuke sabía que él estaba igual.

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Sasuke estaba impaciente, ya quería ver a Hinata, aunque faltaran unos minutos para verla sentía que ya la necesitaba.

Cuando la vió acercarse con Shikamaru al lado sintió como su sangre recorría su cuerpo, ¿Celos? porsupuesto que si, no la quería ver al lado de ningún hombre.

-Hinata- Se levantó para recibirla, quiso acercarse a ella pero al verla a los ojos notó tristeza.

-Uchiha-san, por favor, firme el divorcio, por fin será libre podrá hacer su vi...

-Me niego- Sasuke la interrumpió. No quería escucharla decir eso, le dolía escuchar como lo llamaba -Hinata, perdóname, dejame arreglar nuestro matrimonio.

Shikamaru se levantó y los dejo solos, su trabajo ahí había terminado.

-Lo siento, pero lo amo con toda mi alma, prefiero dejarlo libre a verlo infeliz a mí lado, no quiero seguir en esa cárcel.

-No lo harás, te prometo que lo voy a arreglar, lo que dije esa noche era mentira, no te odio, te amo Hinata, quiero que regreses conmigo y me des otra oportunidad.

Hinata estaba sorprendida, ver a Sasuke de esa forma le hacía sentir mal. Ver qué su carácter cambiará por ella la hacía sentir que no era él mismo.

-yo tengo la culpa, por dejar que mi orgullo me dominara. Hinata, yo soy tuyo completamente, déjame hacerte felíz.

-Yo solo quiero que tú seas felíz Sasuke, no quiero que cambiar tu escencia solo por mí. Quiero que aún siendo tú, me ames.

-lo haré Hime.

Se levantó y por fin pudo abrazarla. tomó sus labios con ansias, quería sentirla.

Hinata correspondió gustosa a sus besos. Tenía un gran presentimiento.

Mientras Sasuke sentía que por fin había encontrado el amor nuevamente. Así como su felicidad.