La mañana del día siguiente fue un tanto confusa. Para empezar, Liam se dio cuenta que aura no estaba por ningún lado, así que se apresuró a llamarle a su madre, que le dijo que llevaría a Aura la primera excursión a hogsmeade. Así, Liam, solitario y desamparado, separado de su amada gata, se aventuró a el primer día de su sexto año.

El desayuno fue un poco más tranquilo, Liam escuchaba atentamente a la optimista Odette, que le contaba todo tipo de anécdotas con su hermana mayor. También saco una fotografía, y varios objetos de su mochila.

-es el – le dijo, enseñándole la fotografía en movimiento de un chico, alto y contento, al lado de una chica rubia, de tonalidad dorada, con cabello corto y rebelde, los dos estaban bastante felices – él es mi amigo

-vaya – dijo Liam prestado atención a la rubia – sí que está bonita

-sí… oye, de ella no se trata la fotografía – suspiro Odette – pero mira, también me dio toda una colección de mangas!

-mangas? – Liam vio un bonche de libros bastante coloridos – eh escuchado de ellos, aún que conozco más de anime, pero no eh visto ninguno…

-son muy interesantes – dijo Odette tomando el primer tomo – esta trata sobre un chico que entra a trabajar a un restaurante familiar, entonces se me hizo apropiado enseñártelo jaja

-ya veo – Liam tomo el manga

-y hasta hizo el esfuerzo de comprarlos traducidos al inglés, ay, tan lindo – dijo Odette sonrojada

-pensé que te gustaba Finn – dijo Liam empezando a leer el complicado manga, que se leía de derecha a izquierda

-lo hace, pero recuerda que él también me gustaba – Odette suspiro un poco – en fin, no te parece que te pareces al protagonista?

-lo dices por los lentes? – Liam se acomodó las gafas – sí, supongo, aún que él tiene el cabello corto

-oye, Liam, y si lo leemos juntos? – dijo Odette emocionada

-claro – sonrió el chico

-ay, buenos días – dijo Emma adormilada – esto de levantarse temprano no es lo mío

-buenos días – dijo Liam contento – mira, Odette me estaba enseñando lo que le trajo su amigo de Japón

-que cosas? – Emma, que se había sentado al otro lado de Liam, empezó a ver el manga – vaya, y esto?

-se llaman mangas – explico Odette – los japoneses los hacen, incluso los magos, aún que el no pudo traer uno por qué todos estaban en japonés

-entiendo – dijo Emma – hmmm, ay, estoy algo confundida, que se supone que tenemos que hacer hoy?

-esperar – suspiro Liam

Y así lo hicieron, esperaron. Raine fue a la mesa de los jóvenes, y les contó que estaba bastante nerviosa por su séptimo año. Después de que se fuera, por qué no quería llegar tarde a su primer día, Amanda llegó a la mesa. Cómo siempre, Emma y Amanda discutieron por nada, Liam dio un suspiro y mejor leyó junto con Odette. Hasta que, por fin, el profesor Neville se acercó a la mesa de gryffindor, entonces Odette y Emma tuvieron que ir a sus mesas correspondientes. El profesor Neville veía personalmente la hoja de TIMOS para darles los horarios a los alumnos.

-caray, como que diez extraordinarios? – dijo Liam sorprendido, viendo la hoja de resultados de Amanda

-ya vez, por eso deberías salir conmigo – sonrió Amanda

-deja eso – suspiro Liam

-hola chicos – dijo el profesor Neville parándose enfrente de los dos – me permiten sus hojas de resultados?

-aquí tiene – dijo Liam extendiendo su hoja, junto a Amanda

-hmmm, ya veo, si – dijo el profesor Neville – muy bien, Liam, la profesora Amelia estará encantada de recibirte en su clase, al igual que el profesor Forker

-gracias – sonrió Liam

-entonces, cuáles clases quieres tomar? – pregunto el profesor

Liam dio su lista de materias, y el profesor Neville le extendió la lista de horarios. Su primera clase era defensa contra las artes oscuras, que tenía un requisito de "A" en los TIMO. Aún que cuando Liam llegó, se sorprendió de cuántos alumnos había. Cómo había menos, todas las casas se juntaban en la misma clase, al contrario de sus años anteriores, en los que solo había dos casas por clase. Así que Liam vio a sus compañeros de Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuf, bastante pocos.

-BUENOS DÍAS, ¡JÓVENES! – dijo animadamente el profesor Forker, entrando a el aula – como están mis estudiantes de EXTASIS? – la clase entera se quedó callada – ejem, bueno, no sé qué mosco los picó, están muy serios, bueno, no importa, empecemos. El día de hoy, como primera clase tenemos algo muy especial, magia no verbal, ¿saben que es?

-magia… no verbal? – dijo Jack confundido

-exacto, es magia que no es verbal, entienden? – el profesor río un poco – bien, para este tipo de magia hace falta mucha concentración y habilidad, pero confío en que, como los alumnos de EXTASIS que son, podrán lograrlo, así que, para que continuo, si ya quieren sacar la varita, ARRIBA!

Los alumnos se pusieron de pie, mientras el profesor apartaba los pupitres con la varita. Liam se acercó rápidamente a Emma, que a su vez lo siguió con una chica de cabello castaño, rebelde y corto.

-Erika! – dijo Liam de inmediato

-ah, hola Liam – dijo Erika Rose – qué tal?

-muy bien, mira, venimos a preguntarte…

-sí, jaja, ya se – Erika sonrió – quieren que les expliqué lo de la magia no verbal

-sí, por favor! – Liam sonrió contento y Emma asintió con la cabeza

-bueno, para hacer magia no verbal tienen que estar muy concentrados – Erika suspiro un poco y saco la varita – aún que con el tiempo sale fácil, por ejemplo – cerro los ojos un momento, y cuando los abrió, movió la varita, y una corona de flores apareció en la cabeza de Liam

-wow! ¡Genial! – dijo Liam sorprendido

-jaja, gracias – Erika se sonrojo un poco y sonrió – ahora inténtalo tú, concéntrate bien en el hechizo que quieres hacer

-veamos… – Liam saco la varita y apunto a Emma – te voy a hacer un hechizo, y tú vas a protegerte

-me parece buena idea – sonrió Emma – aún que prepárate, por qué ya tengo listo mi ataque definitivo, fulmina hasta a los diamantes!

-pues ya veremos – río Liam – prepárate!

-estoy lista! – Emma camino un poco hacia atrás, y saco la varita

Liam se concentró, quería hacer su hechizo favorito, Flipendo, y derribar a Emma, para que la chica lo alagara, en vez de decirle lo mal que hacía pociones. Así pues, Liam movió la varita una y otra vez, como el Flipendo lo dictaba, pero nada salía de la varita del chico. Emma también movía la varita, pero no se asomaba ni una chispita. Liam recordó cuando compro su varita, esa vez no conjuro nada, sin embargo, todas las varitas que probó hacían algo diferente, hasta su varita definitiva. Pero su varita no estaba haciendo nada, Liam suspiro un poco, y se concentró más, pero solo se escuchaba el leve silbido de la varita recorriendo el viento. Así mismo, sus compañeros tenían el mismo problema, excepto Erika, que tenía asombrados a toda la clase con su increíble destreza, pues la magia no verbal le salía como si la llevara practicando desde los once años, y realmente, lo hacía desde esa edad. El más contento con ello era Jack, pues aprovechaba toda oportunidad para presumir a su novia, que le hacía constantes encantamientos aturdidores.

-que tal Liam? – dijo Amanda poniéndose de un salto al lado de Liam, que se asustó mucho. El chico la miro y rápidamente movió la varita. Un buen rayo verde salió de la varita de Liam, e impacto directamente en Amanda, que salió volando y cayó estrepitosamente al suelo

-vaya! – dijo Emma sorprendida – felicidades, Liam!

-gracias! – Liam sonrió contento, sin embargo, Amanda se levantó de un salto, movió la varita, y a Liam le salieron un par de orejas de conejo en la cabeza – oye!

-jaja, que bien te ves – río Amanda

-Flipendo! – conjuro Liam, sin embargo, de su varita salieron simples chispas

-jiji, es inútil, mi amor! – dijo Amanda contenta

-Reparifarge! – conjuro Liam, y las orejitas de conejo desaparecieron

-no sé por qué te cuesta tanto – Amanda se acercó a Liam, y Emma también lo hizo – si ya habías hecho magia no verbal antes

-ah sí?

-sí, cuando Annelie entro a la tienda, sacaste tu varita y PUM! – dijo Emma animadamente – fue tan genial, casi la matas, ah, ojalá se repitiera

-bueno… supongo que estaba un poquito enojado con ella – Liam suspiro

-Awww, Liam, felicidades, pudiste hacer magia verbal conscientemente! – dijo Amanda contenta, y se lanzó a abrazar a Liam, sin embargo, el chico se transformó en hurón al instante, y Amanda cayó hacia delante

-jaja, bien hecho – río Emma, y tomo a Liam, para después soltarlo, inmediatamente se volvió un humano

-esto es complicado – suspiro Liam tomando su varita del suelo – no sé cómo hacer para seguir teniendo mi varita cuando me transformó

-habla con McGonagall – le dijo Amanda – ella es una animaga con mucha experiencia!

-ya se – Liam miro su varita, y la movió en silencio, nada paso

-mira esto, Liam – Emma río un poco y vatio su varita, pero no paso mucho

-qué bonito la moviste – dijo Liam con una sonrisa

-gracias – Emma sonrió orgullosa – como siempre, yo hago bien las cosas a la primera

-claro – Amanda suspiro – mira esto – la chica movió la varita, y un rayo rojo impacto en Emma, después de moverla otra vez, Emma quedó suspendida del tobillo, y se llevó las manos a la falda, aún que Amanda rápidamente le lanzó otro rayo, y en el cabello se le formaron serpientes

-AY! – Liam dio un salto al ver las serpientes – Liberacorpus! – Emma cayó al suelo – Finite Incantatem! – las serpientes desaparecieron

-ya vez? – Amanda río animadamente – vamos, Liam, ya viste quien es la verdadera bruja aquí, así que ven conmigo

-no – dijo Liam ayudando a Emma a ponerse de pie – estás bien?

-no, me duele el pie – dijo Emma con un gesto de dolor

-mucho? – dijo Liam, Emma asintió con la cabeza – ok, vamos a la enfermería

-yo puedo arreglar eso en un segundo – dijo Amanda rápidamente

-no, apártate – Liam negó con la cabeza y llevo a Emma con el profesor – vamos a la enfermería – le dijo

-paso algo? – dijo el profesor Forker

-sí, creo que cayó mal – explico Liam – ahora regreso

-claro, con cuidado – sonrió el profesor

-esperen! – dijo Amanda rápidamente, y se acercó – ponla aquí – dijo, meneo la varita y una camilla apareció al lado de Emma – sube, sube

-vamos – dijo Liam, y ayudo a Emma a subir

-yo me encargo – Amanda volvió a batir la varita, y la camilla empezó a flotar

-vaya – dijo el profesor Forker sorprendido – 10 puntos para Gryffindor!

-ella fue quien le hizo eso – gruño Liam

-uy, bueno – el profesor Forker sintió la furia de Liam – cinco puntos menos entonces

-bien – Liam asintió con la cabeza y salió del salón

Durante el camino a la enfermería, Amanda veía a Liam, con la varita en alto. El chico no se molestaba en regresarle la mirada. Cuando llegaron, la señora Pomfrey miro a los chicos con una expresión de haberlos esperado.

-se fracturó el tobillo – suspiro la señora Pomfrey – la curare en un segundo, pero se quedará aquí el resto de la hora

-pero va a estar bien? – dijo Liam preocupado

-claro que lo estará, ¿quién crees que soy? – dijo la señora Pomfrey indignada

-está bien – suspiro Liam – bueno, volvemos a clase, cuídate

-claro – Emma asintió con la cabeza – pero ven por mi cuando acabe la clase!

-jaja, por supuesto – Liam sonrió – nos vamos

-suerte! – les dijo Emma mientras los chicos se retiraban

-ah… uh… perdón? – dijo Amanda, apenas salieron de la enfermería

-esta vez te pasaste – suspiro Liam – le vas a pedir perdón!

-pero si fuiste tu quien la libró del hechizo – dijo Amanda rápidamente

-y quién fue la que hizo el hechizo, ¿eh? – Liam miro a Amanda, enojado

-no me veas así – Amanda bajo la mirada – no me gusta cuando te enojas conmigo

-pues te lo ganaste – dijo Liam molesto – ya sabemos que eres una bruja extraordinaria, pero no tienes que presumirlo todo el tiempo

-crees que soy una buena bruja? – Amanda miro a Liam un poco sonrojada

-sí, lo eres – suspiro Liam – pero si en vez de presumir, nos ayudarás, entonces te lo agradecería, Hill

Liam camino más rápido, y Amanda camino más lento, estaba claro que Liam no tenía ninguna intención de alagar más a Amanda.

La siguiente clase fue Encantamientos, Emma ya estaba mejor, y estaba lista para deslumbrar a todos. El profesor Flitwick los puso a practicar otra vez la magia no verbal, y todo indicaba que sería el próximo gran logro. Emma tuvo más suerte está vez, y logro hacer el encantamiento repulsor sin decir ni una sola palabra, aún que lo malo fue que lo uso cuando Liam estaba recogiendo un libro que se le había caído, y no consiguió levantar con magia no verbal. El libro estaba enfrente de Emma, y cuando Liam lo tomó, a Emma le salió el encantamiento, por lo que Liam salió volando hacia una montaña de pergaminos que tenía el profesor Flitwick enfrente del escritorio, todos se derrumbaron encima del pobre chico.

-AH! ¡LIAM! – dijo Hagrid, el profesor de cuidado de criaturas mágicas, cuando Liam se aproximó a la cabaña junto a Emma y Odette, ya después de Encantamientos– si estás aquí!

-por supuesto – Liam sonrió contento, y asintió con la cabeza – sus clases son de las mejores!

-oh, de verdad? – Hagrid sonrió, y le dio una buena palmada a Liam, que pensó que sus rodillas no sobrevivirán – me alegro que lo pienses, es que algunos alumnos deciden no venir este año…

-no entiendo por qué – Liam río un poco

-bueno, pasen, pasen, que…

-PROFESOR! – dijo la profesora Amelia corriendo por la colina – ¡ESPERE, PROFESOR!

-uh? ¿Qué pasará? – dijo Hagrid confundido

-ah, profesor, espere! – la profesora Amelia llegó abajo, muy sonrojada y sudada – no entren al bosque prohibido todavía!

-pasa algo? – pregunto Hagrid

-sí, ejem – la profesora tomo aire – podría venir Liam, por favor?

-oh, esto… – Hagrid miro al chico, que asintió con la cabeza – claro, ve

-gracias – la profesora Amelia suspiro aliviada

-nos vemos luego – dijo Liam, y Emma se quedó pensativa

-esos dos traen algo entre manos – le dijo Emma a Odette, mientras caminaban tranquilamente hacia el bosque

-crees que sea un romance? – río Odette – jaja, que divertido

-no todo es romance, francesita – suspiro Emma – lo peor es que Liam no me lo dice, que será?

-ni idea – dijo Odette, negando con la cabeza

Liam acompaño a la profesora al castillo, que no le dijo nada, hasta que llegaron afuera del salón de transformaciones.

-escucha, Liam, como quieres ser profesor – le explicó – necesito que me ayudes con una clase, ese es el próximo nivel de tus prácticas

-pero…

-vamos, ven, entra – la profesora abrió la puerta, y empujó a Liam dentro – listo, chicos, regrese

Enfrente de Liam se encontraban los alumnos de tercer año, mirando a la profesora Amelia y a Liam, muy confundidos. Liam bajo la cabeza, nervioso y apenado, mientras los alumnos cuchicheaban entre ellos.

-bien, continuemos con el tema de hoy – la profesora Amelia se aclaró la garganta – animagos, bien, aquí nuestro amigo sabe mucho del tema, ¿verdad? – Liam se sintió utilizado

-s-si – dijo

-bien, podrías demostrarle a la clase lo que es un animago, Liam? – la profesora Amelia miro expectante a el chico

-p-pensé que l-la p-profesora M-McGonagall l-le a-a-ayudaba c-con e-esto – dijo Liam muy nervioso

-bueno, sí, pero lo mejor será no molestarla ahora – la profesora Amelia sonrió contenta – vamos Liam, sin pena

-o-ok – Liam suspiro un poco, dejo su mochila estilo portafolio mensajero en la mesa, y miro a la clase. Dio un par de saltos, y salto hacia el pupitre de una chica sentada al frente de la clase. Sus compañeros dieron un grito ahogado, sin embargo, cuando Liam aterrizó, se había convertido en un hurón

-VAYA! – dijo la chica sorprendida – QUE BONITO!

-de verdad es él?! – dijo una chica pelirroja a su lado, que Liam recordaba haber visto alguna vez en King's Cross, era la hija menor de Harry Potter, Lily Luna Potter

-increíble! – dijo un chico a la izquierda de la chica

-quiero ver! – dijo un chico de entre los demás

-yo también! – dijo una chica

-miren, miren! – la chica tomo a Liam, y lo alzo ante sus compañeros

-qué bonito! – dijo Lily – podemos acariciarlo?

-sí, yo quiero acariciarlo! – dijo otra chica, al lado de Lily

-yo también! – dijo el chico de al lado

Liam se sacudió, pero los chicos lo acariciaron sin compasión. No eran caricias agradables, como las de Emma, aún que una chica rubia se acercó bastante. Cómo fuera, Liam consiguió librarse de los alumnos, y se transformó de nuevo en humano. La profesora les dijo a los alumnos que escucharán a Liam hablar sobre ser un animago, y después de eso, los alumnos empezaron a hacer preguntas y preguntas.

-…pero por eso siempre trato de tener shampoo anti pulgas en mi baño – termino de explicar Liam, y justo después, la campana de fin de clases sonó – oh, vaya, que rápido se fue el tiempo

-que buena clase! – dijo la chica de enfrente

-sí, nunca me imaginé que tuvieras que hacer todas esas cosas para ser un animago – le dijo Lily

-cómo estuve? – le pregunto Liam a la profesora

-muy bien, te sale eso de enseñar, seguro lo heredaste de mi – sonrió la profesora contenta

-jaja, gracias – Liam sonrió

-ah… hum… disculpa – dijo una chica palpando el brazo de Liam

-ah, hola – Liam miro a la chica, tenía el cabello largo y extrañamente verde

-esto…

-oh, no me digas que quieres ser animaga – dijo Liam emocionado – bien, pues tienes que saber que…

-no, no, nada de eso – dijo la chica apenada – es que… me preguntaba si quisieras ir conmigo a hogsmeade la próxima vez…

-me estás invitado a salir? – dijo Liam sorprendido

-aja – la chica asintió con la cabeza, y se sonrojo

-vaya, bueno, no puedo, lo siento – dijo Liam apenado – pero… por qué tienes el cabello verde?

-es que en la mañana un chico de slytherin me hizo un encantamiento de cambio de color por accidente – dijo, y soltó un pequeño suspiro – es por eso?

-eh… no, no, es que… uh… – Liam vio a la profesora

-bueno, ya, a tu otra clase, fuera! – le dijo la profesora, y la chica salió muy triste – como eres con las chicas, eh

-bueno es que secrete mis hormonas en mi forma de hurón – río Liam – eso debe ser

-claro jaja – la profesora Amelia río un poco – es increíble como nadie se acercó para ser un animago, pensé que se animarían más contigo, pero nada, estos niños de ahora son muy difíciles

-lo sé – suspiro Liam – si ser un animago es genial!

-tu eres genial – sonrió la profesora – al principio te trabaste un poco, pero después enseñaste muy bien, entonces, vas por buen camino

-gracias – Liam sonrió

-sí, bueno, ahora ve a tu próxima clase, ah, y, por cierto, te espero en mi despacho en la tarde – le dijo la profesora, mientras Liam salía

-claro, ahí estaré! – dijo Liam colgándose la mochila

El chico corrió hacia las mazmorras, pues su última clase sería Pociones. Poco a poco, los pasillos se empezaban a vaciar, y Liam deseaba aprender el arte de la aparición, para estar de inmediato en las mazmorras. Pero recordó las palabras de Amanda, no se podía aparecer en Hogwarts, no sabía cuántas veces Amanda lo había dicho, pero se le quedó grabado en lo más profundo del alma. Cómo fuera, Liam se cayó justo en el último escalón, y voló hacia la puerta del salón de pociones.

-ah, Liam – dijo el profesor Richard, un hombre un tanto regordete y rubio, abriendo la puerta – llegas justo a tiempo

-sí? – Liam se levantó y se tallo la cabeza – lo siento, la profesora Amelia…

-está bien, no te preocupes, pasa – sonrió amablemente, y Liam entro al salón

-hola – dijo Liam sentándose al lado de Emma, Jack y Odette

-hola – suspiro Emma – que tal te fue?

-ah, bien… – Liam miro a Emma – estás molesta?

-sí – respondió

-oh, lo siento – dijo Liam cabizbajo – la profesora me llevo para dar una clase, a los de tercero, ya sabes, sobre animagos

-aja

-espero hacerlo hecho bien – Liam alzó la mirada y vio a Emma – am… oye, crees que podrías venir conmigo está tarde?

-claro

-Jack, podemos dejar para otro día lo de las cámaras? – le dijo Liam al chico

-como sea – Jack apartó la mirada

-oigan, no sé por qué están molestos – dijo Liam apenado – hice algo mal?

-no – contesto Odette – tranquilo, la verdad yo tampoco sé por qué están así

-ah… esto… Emma… – Liam miro a la chica

-sí?

-que es ese caldero? – dijo apuntando al calderón que tenían al lado de la mesa

-ahora veremos – contesto Emma, y tomo agresivamente la mano de Liam

-bien, buenas tardes – dijo el profesor Richard – les doy la bienvenida a este año, que bueno que pudieron estar aquí, bueno, empecemos. Como verán, hay varios calderos por el salón, son diferentes pociones, por ejemplo, esa de ahí – dijo apuntando a un caldero cerca de Sofía y Sebastián – es poción multijugos, lista para agregar algo de otra persona, y esa de ahí – dijo apuntando al centro del salón – es el filtro de muertos en vida, muy peligrosa, ah, y claro, esa de ahí – dijo apuntando al lado de los chicos – es amortentia, ¡la poción de amor más poderosa!

-es de verdad? – dijo Odette impresionada

-por supuesto – contesto el profesor Richard, contento – una gota, y podría encantar a cualquier chico o chica, aún que claro, no lo recomendaría. Todas estas pociones están aquí para enseñarles que cosas veremos este año, empezando por la amortentia, ¿alguien sabe algo? – Emma levantó la mano – adelante

-como dijo, es la poción de amor más poderosa – explico la pelirroja – es un poco difícil de preparar, y sus efectos se intensifican con el tiempo. Aún que no crea amor de verdad, solo una especie de obsesión, ah, y sus efectos solo duran un día, así que se tiene que administrar diariamente. Otra cosa es que su olor varía para cada persona

-exacto, muy bien, 10 puntos para slytherin – sonrió el profesor – como les decía, no les recomiendo usar está poción, pues el amor de verdad no se crea con pociones, aún que me gustaría…

-oye, Liam, a qué hueles tu? – le pregunto Odette, y apunto a la poción – yo huelo a pergamino nuevo, y a pay recién hecho

-déjame oler – Liam se acercó al caldero, lo olfateo un poco – hmm, durazno y cereza, con lavanda!

-pues yo huelo a galletas recién horneadas – dijo Emma – así que, mañana me gustaría tener uno de esos olores en físico

-claro – dijo Liam tranquilamente

-bien, bien – Emma suspiro y saco su libro de pociones – a trabajar

Durante el resto de la clase, Liam escucho al profesor hablar de la poción de amor. En cierto momento, Emma levanto la mano, y dijo que Liam conocía sus efectos, así que toda la clase escucho la vez que a Liam le dieron poción de amor. Al final, se quedó hasta el último, cuidando que nadie se llevará un poco de poción de amor, pues no le agrado mucho la experiencia.