¡Saludos, queridos lectores!

Lamento mucho no haber podido actualizar el día de ayer, y de hecho, estuve a punto de no poder hacerlo el día de hoy. Sin embargo, estaré subiendo los temas de ayer, hoy y si me da tiempo, los de mañana para poder tener una poca de ventaja, y quizá, una especie de compensación.

El resto del mes es posible que tenga otros días en que me atrase, pero como ya les mencioné en algunos capítulos del mes, cuando no pueda actualizar durante la semana, lo estaré haciendo el fin de semana n.n

Antes de dejarlos leer el siguiente capítulo, que estoy segura que muchas personas estaban esperando, pues se trata de la plática que Sasuke tuvo con Karin, les informo que este capítulo, y parte de la historia, corresponden al Día 10: Madrastra/Padrastro del calendario 1 del SasuKarin Month Junio 2024


Teniéndola en brazos, fue muy fácil darse cuenta cómo el cuerpo de su esposa se tensó, y es que ella lo conocía tanto, que aún si él intentaba hablarle como lo haría de cualquier otra cosa para no inquietarla, ella percibía los matices.

—¿Qué ocurre? —preguntó ella con la voz temblorosa, algo que a Sasuke le extrañó, pues dadas las circunstancias, pensaba que ella se enfadaría.

—Ayer me encontré con una ex y…

La pelirroja lo empujó con enojo, pero de sus ojos comenzaban a brotar lágrimas.

—Si pretendes decirme que pasaste la noche con esa mujer, mejor lárgate de aquí o voy a…

—No pasé la noche con ella —la tomó de la muñeca porque sabía que ella querría irse pensando que él mentía.

—Ni se te ocurra mentirme porque…

—Escúchame —él levantó la voz lo suficiente para estar sobre ella, pero no tanto para verse agresivo.

—Si vas a dejarme no le des vueltas al asunto y dímelo —pidió ella entre lágrimas, pero luchaba por mantener un gesto serio— Es más fácil si sólo lo dices en vez de adornarlo.

—¿Por qué crees…?

Bien, al principio le causó desconcierto que ella pensara que la dejaría a causa de la discusión que tuvieron, pero rememorando todo lo que se dijeron, y después de hablarle del reencuentro con su ex, podía entender por qué lo pensaba. Lo peor de todo, era que cuando le mencionara sobre los niños no iba a ser mejor, aún cuando ni por asomo le había pasado por la mente tal idea.

—Prolongar lo inevitable con silencio tampoco es mejor —replicó ella tratando de controlarse, pero de sus ojos no dejaban de brotar lágrimas— ¿Sabes algo? Si no tienes los huevos para decírmelo, entonces…

—Deja de decir estupideces. No quiero divorciarme —respondió el azabache buscando un pañuelo para entregárselo.

—¿De verdad? —preguntaba gimoteando mientras se limpiaba las lágrimas con los brazos. Había pasado de verse enojada a tranquila rápidamente pese a las lágrimas.

Sasuke tomó a su esposa por la cintura y la condujo al sillón más cercano. Ambos se sentaron uno al lado del otro y él esperó a que ella se tranquilizara lo suficiente.

—Necesito hablarte de algo importante —comenzó a hablar— Hasta ayer no tenía ni idea de esto.

—¿Sobre qué? —preguntó inquieta.

—Ayer me encontré a una ex en el parque. Tiene un par de gemelos de cinco años —dijo sin rodeos, pero lento— Son la viva imagen de mi hermano y no tenía ni idea que existían hasta el día de ayer.

Karin estaba tan conmocionada y pálida, que no pudo decir nada por unos instantes y Sasuke dejó que ella asimilara lo dicho antes de pasar al siguiente punto de la plática.

—Debe ser una excusa para convencerme de ceder a tu deseo —se levantó del sillón precipitadamente, pero lejos de verse enojada ante la sospecha, parecía inquieta— ¡No vas a convencerme con un truco barato como ese, Uchiha!

—Hablo en serio —respondió el azabache con voz seria y sin hacer ninguna acción para detenerla, pero con ello bastó para que lo volteara a ver. Ella estaba pálida.

—¿Y tú…?

—Hoy hablé con ella antes de venir a la casa. Los conoceré formalmente el domingo.

—¿Y no te dijo nada de por qué no te buscó antes? ¿Por qué apareció hasta ahora? ¿No te parece sospechoso? ¿Estás seguro que son tus hijos? —preguntó la pelirroja precipitadamente, pues aún con la conmoción, sabía que él no le estaba mintiendo.

—Según lo que ella me ha dicho, me buscó, pero después de que terminé con ella no pudo contactarme. Necesito averiguar al respecto —respondió el varón— Parece ser que fue casualidad que nos encontráramos en el parque y me es difícil dudar que soy el padre después de verlos.

La pelirroja pareció querer decir algo, pero enseguida enmudeció. La palidez parecía desaparecer lentamente, pero seguía viéndose contrariada y muy inquieta con lo que sea que estaba lidiando en su mente. No podía culparla, él se había convertido en padre de la nada, y ella en madrastra. Ninguno de los dos tenía planeado algo como eso.

—Deberías asegurarte. Es demasiada coincidencia que ella apareciera con dos niños justo después de nuestra pelea —dijo inquieta, sin poder mirarlo a los ojos.

—Aun si me equivoco, Sakura no es el tipo de persona que mentiría con un tema tan delicado como ese —respondió el varón levantándose del sillón para acercarse a ella y la tomó de la mejilla para hacerla mirarlo a los ojos— No he llegado a un acuerdo con ella, pero me gustaría que me acompañaras a conocerlos. Si continúo viéndolos…

—No. No quiero ir —Karin se soltó de él y corrió a encerrarse a su habitación sin voltearlo a ver.

Sasuke no quiso insistir, pues independiente de la pelea que habían tenido, que seguramente era un motivo de peso para negarse, entendía que debía ser difícil para su esposa asimilar la noticia. Él mismo que ya tenía un día meditando las cosas, aún sentía que la situación era inverosímil.

La semana transcurrió y a Sasuke no le sorprendía que su esposa se comportara distante con él debido a la noticia, pero lo que verdaderamente le confundía, era que a veces ella parecía querer decirle algo y en el último momento se retractaba. Sin embargo, ella no abrió esa conversación.

¿Qué era aquello que ella quería decirle? ¿Sería que la noticia quería impulsarla, quizá por celos, a aceptar tener hijos, pero su vanidad le ganaba? ¿Quizá quería hacerle algún reclamo, pero sabía que era absurdo cuando él tampoco sabía de la existencia de los niños? ¿O es que había algo más?

Poco antes de salir en camino al encuentro de sus hijos, el azabache se acercó a la pelirroja por detrás, pues ella se encontraba sentada frente al tocador del cuarto maquillándose.

—De verdad me gustaría que me acompañaras —dijo estoico, pero era sincero en sus palabras.

Karin bajó la brocha con la que se ponía el colorete mientras su vista estaba fija en su propia imagen en el espejo.

Al principio permaneció inmóvil, pero después de unos instantes, bajó la mirada y Sasuke tuvo que esperar un poco más antes de oírla dar una respuesta hablada.

—No quiero ir —respondió la pelirroja y justo cuando él iba a protestar, ella se giró en al asiento para verlo de frente y se le adelantó a hablar— Y aún si quisiera ir, no creo que sea el mejor momento.

—¿De qué hablas?

—Eres un completo extraño para esos niños. Más allá de lo que sea que su madre les haya dicho de ti, apenas van a conocerse —ella respondió seria— Es mejor que tú hables con ellos, los conozcas y convivas. Si voy, sólo seré una extraña que puede incomodarlos.

—Eres mi esposa. Su madrastra.

—Hasta que no te conozcan directamente y no tengas un lazo estrecho con ellos, soy irrelevante en su vida —se apresuró a decir, y Sasuke podía notar la incomodidad que la palabra "madrastra", le había causado a su esposa.

Ella volvió a girarse hacía el tocador para seguir maquillándose y aunque al principio Sasuke quiso protestar, pues pensaba que su decisión era principalmente porque seguía negada a acompañarlo por estar enojada, se dio cuenta que tenía razón sobre el primer encuentro.

No podía sobrecargar a niños de cinco años de emociones que podían despertar un montón de preguntas que había que responder poco a poco de forma que pudieran entenderlo. Eso sin mencionar que sin la presencia de su esposa, ya debían tener muchas preguntas.

Uchiha soltó un suspiro pesado mientras la miraba maquillarse de nuevo frente al espejo, y tras unos instantes, se dió la media vuelta y salió de la habitación para ir al encuentro pendiente.

Admitía que la vista de su esposa arreglándose frente al espejo tras negarse a acompañarlo, era algo que reforzaba las razones por las que ella se negaba a tener hijos y ciertamente le disgustaba. Sin embargo, quizá ya ni siquiera deberían preocuparse por ello tras la aparición de los gemelos. ¿O sí?

En toda la semana no habían hablado sobre el tema, principalmente porque Sasuke entendía que ambos necesitaban tiempo para asimilarlo. Él mismo no sabía qué haría después de conocer a los niños, y mucho menos porque la decisión que tomara Sakura también influiría en los planes. Empero, tarde o temprano debían tocar el tema, y por la actitud de su esposa, parecía que iba a ser una tarea difícil, aunque esperaba que para ese momento, ella estuviese más calmada.

Sasuke decidió dejar eso de lado y fue a su cita, la cual se daría en los jardines de una plaza comercial con el fin de tener opciones de moverse a uno u otro lugar, dependiendo de los gustos de los niños y, principalmente, dependiendo de cómo fuera ese encuentro.

Para ser honesto, a Sasuke no le gustaban los lugares concurridos. Habría preferido algún otro sitio, pero Sakura había insistido para que los niños no se aburrieran en los lugares que él había sugerido.

Fuera de que se sentía un poco extraño al saber que era padre de dos niños de cinco años, Sasuke no había tenido muchas más emociones al respecto, algo que resultaba bastante normal, aún si justo el día que se enteró de su existencia, él estaba enojado con su esposa que no quería tener hijos por una razón tan frívola. Sin embargo, mientras esperaba, sintió un gran nerviosismo cuando vio a su ex llegar en compañía con los niños.

¿Qué se supone que iba a hablar con un par de niños que no conocía? Además, aún si Sakura no les había hablado mal de él, quién sabe qué era lo que ellos pensaban sobre su ausencia.

Antes de ese día, no se había detenido a hablar con otro niño, pues el ámbito en el que él y su esposa se movían, no había niños. Sus conocidos tampoco tenían hijos, ni estaban próximos a tenerlos, y aquellos con los que trataban que sí los tenían, no los llevaban al trabajo.

—¡Papá! —uno de los niños gritaba enérgico a lo lejos para llamar su atención.

Aquel niño saltaba alegre mientras halaba a su madre para apresurarla a llegar hasta él. Mientras tanto, el otro niño se le quedaba viendo fijamente. Parecía pensativo, pero también halaba a la mujer.

—Esperen, niños. Más lento —pedía la pelirrosada y cuando estuvieron enfrente de él, ella le sonrió y habló con timidez— Hola, Sasuke-kun.


¿Karin aceptará en el futuro ser la madrastra de los gemelos? ¿Qué es aquello que Karin intenta decirle a Sasuke, pero no se atreve? ¿Sasuke logrará tener una buena relación con los gemelos? ¿Qué tipo de relación tendrán Sasuke y Sakura ahora que deben verse cada cierto tiempo para que los niños puedan convivir con su padres? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer el capítulo?

Me encantará leer sus teorías y dudas en los comentarios n.n

No haré muy largas las introducciones ni las notas finales de los capítulos que estaré subiendo el día de hoy, no sólo para no agobiarlos, sino también para poder apresurarme en subir todo lo necesarios el día de hoy n.n

En caso de que aún no vean historias actualizadas, tengan un poco de paciencia, porque quizá, estoy trabajando en ello, aunque también podría ser la plataforma, ya que a veces, tardan un poco en mostrar las actualizaciones. Sin embargo, si no ven nada además de la historia de los gemelos después de dos días, por favor, avísenme en los comentarios para revisar si no hay algún problema.

Sin más por el momento, me despido por ahora n.n

¡Hasta la próxima actualización!