My Hero Academia pertenece a Kohei Horikoshi.

El Aro pertenece al autor Kōji Suzuki.

Como un fantasma encontró el amor

02: Dos héroes fantasmagóricos.

Sadako solo podía mirar su vestido blanco… estaba muy sucio y jamás se percató de eso… tendría que cambiarse después. Pero por ahora, solo podía sentir el sonrojo apoderarse de sus mejillas: Inko la llevó gentilmente, hasta el comedor y le sirvió algo de Katsudon. Ella intentó mantener sus modales y su buen decoro, pero estaba tan hambrienta que fue absolutamente grosera y sin modales a la vista. —P-Perdón por eso, pero… hace ya… tantísimos… siglos… casi milenios, sin probar algún bocado… —dijo la pelinegra —y… sin necesitarlo… que… bueno…

—Oh, pero eso, en esta ocasión y considerando tu situación, está perfectamente bien y es perfectamente comprensible, cariño. —dijo Inko, Sadako la miró y también pudo ver a Izuku asintiendo muy rápidamente y repetidas veces, detrás de Inko.

—Mi cinta… lleva… vagando por muchísimos años, casi siglos, a lo largo de la historia moderna del planeta. —dijo Sadako, quien agarró los platos, con intención de llevarlos a la cocina, pero Inko la interrumpió por un instante y lo hizo ella misma, Sadako decidió levantarse y seguir a Inko, para continuar contando la historia e Izuku la siguió —Era como una invasión a mi privacidad, incluso si las imágenes en las cintas (pues una era mía y otra de Samara) eran inconexas y me enfurecía cuando encontraba adolescentes, que pudieran haber escuchado mi... leyenda, al retarse a sí mismos o a sus amigos a ver el video, como si fueran esos retos de… "Nueve veces Verónica" o ese de la… "Ballena Azul" y cosas así, entonces nunca dudé en matar a ese tipo de personas. Cuando me topé con Samara y nos fusionamos, nos dijeron que debíamos de buscar a alguien que nos aceptara y que veríamos como había cambiado el mundo. Aunque no entendí aquello, pues no hay tecnología avanzada años luz, estilo ciencia ficción, ni nada de eso.

—El cambio, son la aparición de los Kōseis —dijo Izuku con algo de seriedad.

Sadako lo miró extrañada y parpadeó dos veces, con esos bellos ojos escarlata. — ¿Kōseis? —Izuku e Inko, de alguna forma, sabían que ella desconocería esa palabra, pero no se molestaron por su desconocimiento.

—Izuku-Kun —le llamó su madre, al verlo tomar aire, listo para darle a la chica, un torrente de información a máxima velocidad —lento y pausado. Sadako-Chan, desconoce todo esto.

Izuku se sonrojó. —S… sí, claro. Entonces… —se aclaró la garganta —todo comenzó en con un bebé que liberaba luz desde su cuerpo. Muy pronto, empezaron a nacer personas con poderes extraños, lo paranormal, se volvió la nueva normalidad; pero no fue tan simple, pues muchas personas usar sus nuevos poderes, para cometer crimines y… aparecieron personas disfrazadas, pretendiendo ser superhéroes. Actualmente, eso es lo normal, ¿sabes? Ser un héroe de un Manga o un Comic americano, es considerado un trabajo. —Sadako estaba totalmente asombrada por esto, volvió la mirada hacia Inko, quien comenzó a manifestar su poder, para que las cosas flotaran y luego las dejó en su sitió —Fueron divididos en tres categorías: Emisores: tienen la capacidad de liberar ciertas sustancias, o alterar la materia que rodea al usuario. Los Dones de tipo emisor por lo general requieren de una activación consciente para que funcionen y algunos incluso requieren grandes cantidades de concentración con el fin de que se mantengan activos. Los Dones de tipo emisor también pueden tener diferentes rangos de acción, mientras que algunos usuarios requieren contacto físico para utilizarlos. Los de tipo emisor pueden tener una amplia variedad de propiedades y capacidades. Mientras que algunas sustancias producidas por los emisores tienen propiedades comunes, otras pueden ser únicas, y por lo tanto tener atributos especiales. Los dones emisores que alteran las propiedades de los materiales que rodean al usuario también puede variar ampliamente en efectos, desde la alteración molecular a la destrucción molecular. Incluso, algunas de esas "sustancias" pueden ir más allá, y constituir seres conscientes (o pseudo-conscientes) como el caso de Clones o entes que convivan contigo. Son, por un amplio margen, el tipo más común de Kōsei; Transformadores: hacen que el usuario pueda tener una alteración temporal de algún tipo. Los Dones de transformación permiten al usuario temporalmente "transformar" su cuerpo en una gran variedad de maneras, a veces mejora las características existentes o añade nuevas características para el cuerpo en su conjunto. Los Kōseis de transformación afectan exclusivamente al usuario, la única excepción conocida es la recuperación. Los Kōseis de transformación son también el único tipo conocido de Kōseis que puede otorgar atributos al usuario que normalmente no muestra de forma predeterminada. Los de tipo Transformación por lo general requieren un esfuerzo consciente por parte del usuario para "activarlos", aunque los usuarios pueden ser entrenados para iniciarlos por acto reflejo. Aunque los tipo Transformación son a menudo bastante poderosos, su mayor debilidad es que sus efectos son a menudo temporales, y el abuso de dicho Kōsei por lo general conduce a repercusiones negativas en el usuario; —Izuku esperó, hasta que Sadako asintió, diciendo silenciosamente que lo entendía y podía continuar con su explicación —y finalmente, los de tipo Mutante: Estos tienen una amplia variedad de características y capacidades dependiendo de la persona, pero éstos tienen en común que son una parte física del usuario en algunos casos desde su nacimiento. Los Kōseis mutantes causan que el usuario exhiba características irregulares que generalmente tienen algún tipo de propósito, ya se trate de alteraciones fisiológicas (como múltiples brazos) o mejoras en las capacidades preexistentes. Algunos Dones mutantes incluso tienen la capacidad de canalizar o emitir ciertas sustancias o poderes a través de ellos de manera similar a los de tipo emisor. Si bien no es necesariamente una debilidad, los Dones mutantes no pueden desactivarse, y en ocasiones causan molestias en el usuario debido a sus cambios corporales. Más del 90% de la población tiene un Kōsei y hoy en día, no importa si eres aterrador, pues se te considera humano. En cambio —Izuku agarró su camiseta, resistiéndose las ganas de llorar —quienes no tienen un Kōsei, los Mukōsei, somos… considerados anormales.

Sadako sintió como su nuevo corazón físico se estrujaba de angustia, al descubrir como tenía que vivir el chico de cabello verde. Se acercó a Izuku y al abrazarlo, la cabeza del peliverde, quedó enterrada entre los turgentes pechos de la pelinegra, causándole un sonrojo masivo. —Lo lamento mucho, Izuku-Kun. No puedo imaginarme, lo que debe de ser vivir así… —comenzó a derramar lagrimas en la cabeza del peliverde, quien estaba por desmayarse... ya fuera por la proximidad de la pelinegra, el lugar en donde estaba su rostro o por estar siendo abrazado por ella — ¡Espera, eso es! —Inko se acercó, ya fuera para sacar a Izuku de su celestial prisión o para saber de qué hablaba su nueva hija, quien comenzó a hablar con dos voces al tiempo, con una de ellas siendo, de un marcado acento americano —Los otros espíritus, nos otorgaron a nosotras dos, su poder a nivel espiritual y no solo los otros espíritus estarán muy débiles (causando que los eventos sobrenaturales alrededor del globo, aparenten detenerse en seco), sino que yo puedo manifestar los poderes de los espíritus y si Izuku-Kun puede… aprender a controlar este poder espiritual, podría hacerlo pasar por un Kōsei.

— ¡¿Puedes hacer eso?! —Preguntaron madre e hijo a lo cual Sadako asintió.

Mírame a los ojos Izuku-Kun y no me quites la mirada de encima. —pidió Sadako, sin contestarle directamente a Inko o a Izuku —Puedo transferir sonidos e imágenes perturbadoras a dispositivos electrónicos, principalmente a través de grabaciones de sonido y cintas de vídeo. Cualquier tecnología afectada por sus poderes de nensha estaba maldita y mataba a cualquiera que la usara. Puedo usar este poder para manipular y levantar a otros, una maldición mucho más poderosa. No solo puedo salir mágicamente de cualquier pantalla de televisión, sino que gracias a los espíritus malvados de: María Sangrienta y Verónica, puedo hacerlo de espejos, vidrios y cualquier otra superficie reflectante. Poseo telequinesis, telepatía, precognición, manipulación de los sueños, bioquinesis, curación e incluso crear clones. —ella echó su cabeza hacía atrás y le dio una sonrisa al peliverde, mientras sus cabellos caían sobre su rostro, impidiéndole ver por el ojo derecho, mientras que el izquierdo se volvía escarlata, un pulso de poder espiritual ingresaba en Izuku y ella levantaba la mano hacia él, como si quisiera agarrarlo.

—Sadako-Chan, ¿Qué estás…? —comenzó a preguntar Inko.

—Ni siquiera Samara Morgan, estaba totalmente consciente de como apareció el video maldito. Pero yo sí lo estoy: A la edad de diecinueve años, me uní a un grupo de actores con sede en Tokio. Me enamoré del operador de sonido, Toyama Hiroshi. Él se enteró de mis poderes, pero los aceptó. Sin embargo, se creó una forma temprana de la maldición a modo de una grabación de sonido que mató a cuatro personas, incluido el director de la compañía, lo que me provocó abandonar a Toyama, porque yo me quedé desempleada y desconsolada. Finalmente, visité a mi supuesto padre Ikuma en el sanatorio de Izu, solo para ser violada por un médico llamado Jotaro Nagao, quien sin saberlo está infectado con viruela. —Inko e Izuku la miraron horrorizados —Durante la agresión, él descubrió que yo tenía el síndrome de feminización testicular, y tenía genitales de ambos sexos. Lo mordí en el hombro, provocando que yo me infectara con el virus de la viruela que contrajo Nagao. Finalmente, él me arroja al pozo y me selló dentro. Previéndome renacer años después, juré vengarme del mundo antes de morir. Mis poderes psíquicos mutaron el virus de la viruela en una nueva cepa de virus, llamada "Virus del Anillo", que hace que cualquiera que lo contraiga muera, aparentemente de miedo, en una semana.

—El video que apareció —dijeron madre e hijo.

Ella asintió, mientras se mordía los labios. El cuerpo comenzaba a dolerle, se estaba forzando a encontrar el poder perfecto para Izuku, pero no era tan simple, como darle a su novi… a su hermano, un poder al azar, sino que debía de ser uno que se acoplara a su ser. —Cientos de espíritus me dieron porciones de sus poderes, para devolverme la vida y ahora, estoy haciendo algo similar a cadenas de ADN de los espíritus y sus poderes, las estoy pasando rápidamente por el cuerpo de Izuku, en busca de cuál de todos… —abrió los ojos asombrada, antes de bajar el brazo y comenzar a tocarse la muñeca, como si estuviera adolorida, antes de mirar a Izuku con algo de enfado, haciéndolo retroceder de un salto — ¡¿La guadaña de Reiko-Bitchi?! Esta es la broma más forzada en el mundo espiritual, lo juro.

Enfadada con el lenguaje de su hija, le dio un golpe en la cabeza, haciendo gritar a su nueva hija, por la gran fuerza física de la mujer de cabello verde. — ¿Quién es Reiko-San, Sadako-Chan? —Preguntó Inko, segundos después.

—Teke-Teke. —gruñó Sadako, sobándose la cabeza —Kashima Reiko. Siempre lamentándose de que es la víctima, cuando todos sabemos que engañaba a su novio y se cree la más bella del mundo mortal y el espiritual, cuando Kushisake-Onna es veinte veces más bella que esa perra… —Inko volvió a golpearla, por su mal lenguaje — ¡Itte! Ya entendí, ya entendí: Nada de malas palabras. Te di dos poderes: El que era perfecto para ti, como la guadaña de Reiko —le dirigió la mirada más aterradora que pude a su nueva madre, pero con el manto de la maternidad, eso ya no asustaba a la mujer —y… bueno… es difícil tomarse en serio a alguien que afirma que su novio la engañó, cuando en realidad se sabe que tuvo una… —se sonrojó y pronto estaba negando varias veces con la cabeza, tratando de no pensar en Reiko rodeada de tantas personas en una cama King —noche apasionante con siete hombres.

— ¿Y el otro poder? —Preguntó Inko, sonrojándose e intentando no pensar en eso.

—La lengua látigo de Yoko y NO voy a hablar de ella —gruñó Sadako enfadada en extremo, mientras cerraba los ojos y se esforzaba por calmarse, antes de causar algún desastre, mientras escuchaba temblar los vidrios y los espejos. Pero pronto, dejaron de temblar y ella abrió los ojos, muchísimo más relajada.

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La parte más aburrida para Inko, Sadako e Izuku, fue hacer todo el papeleo formal sobre Sadako quien muy extraña e inexplicablemente, había un historial en los centros de adopción a nivel nacional.

Claramente lo hicieron los otros espíritus, pero aun así era… muy raro: Supuestamente, fue encontrada en la playa, en brazos del cadáver de una mujer (quien se presumía era su madre) la cual intentó ahogarse ella misma y a Sadako, siendo una bebé.

Supuestamente, Sadako fue enviada a varios centros de adopción y luego de que su cuarto padrastro intentara violarla (los otros tres eran personas en casos de pobreza, drogadictos o con problemas con la ley) entonces la dejaron en otro centro de acogida, hasta que ella misma escapó y finalmente, se encontró con los Midoriya.

Su Kōsei era doble (como este caso de Izuku) estaba catalogado como Emisor: Bloody Mary (Poder viajar entre espejos, vidrios, pantallas y cualquier otra superficie reflectante) e Hidroquinesis (control del agua)

Luego de dos semanas y media, ella era oficialmente Midoriya Sadako y comenzó a asistir al mismo colegio que Izuku y con el tiempo, pasaría a la misma secundaria, siendo Izuku y Sadako, enemigos y rivales jurados de Bakugō Katsuki.

Enemigos en el caso de Sadako quien alimentó con su fuerza espiritual a las energías negativas que ya existían en la casa Bakugō, causando que ocurrieran toda clase de eventos sobrenaturales.

Y rivales porque Katsuki sabía que ellos también irían a la secundaria Orudera y él tenía conocimiento de que ellos esperaban llegar a la U.A y él no lo permitiría.

Izuku se volvió famoso en Orudera, por el despertar tardío de dos Kōseis tan poderosos como los suyos.

Sadako también era poderosa por derecho propio y se volvió igual de famosa. Aunque ella jamás se imaginó convertirse en una heroína o que los mortales obtuvieran poderes sobrenaturales. Ella creía firmemente, que, si se volvía una heroína rescatista, entonces (quizás, tal vez) podría resarcirse de todo el mal que tanto ella, como Samara, cometieron.

Y sabía que, si tenía a Izuku a su lado, entonces tarde o temprano, iba a lograrlo.

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Ambos obtuvieron los títulos de "El Dúo de Orudera" y estaban fijando su mirada, hacia la U.A