N/A ahhhh voy a llorar repito voy a llorar
emmmm parece que hubo error al publicar y lo lamento mucho pero aquí solucionamos.
La flor en su mano provocó una cacofonía de pensamientos que la dejó absorta en el sorpresivo contenido de su casillero. Tanto fue su fijación que llegó al punto de no darse cuenta de que entre la manada de estudiantes reunidos en sus propios casilleros había un par que se acercaban a ella por detrás. La repentina obstrucción de su visión, la sobresaltó, pero la consoló la familiaridad de la presencia, así como el sonido acompañante de (en su opinión) una voz molesta que decía -adivina-
Inclinándose hacia atrás hacia el pecho de uno de los recién llegados, optó por no responder a la voz molesta y decir sobre su hombro -Sabes, Stinky, cuando dijiste que volverías, no pensé que traerías a tu pequeño secuaz-.
-Vamos, Helga Sid no es tan molesto y además se supone que debe ayudarme con algo-, respondió Stinky mientras quitaba las manos de sus ojos y la envolvía en un abrazo desde detrás tomándola de sus hombros.
-Sí, claro, como sea- interrumpida en medio de despreciar la presencia de Sid, el aludido habló.
-¡Rayos Stinky! ¿Ya empezaste? ¿Y con flores? ¿De qué clase es esa?- agachándose ligeramente para ver la inusual flor en la mano de Helga.
Helga se congeló en ese instante y antes de que pudiera decir algo, Stinky respondió. Pero no sin antes tomar la mano que Sid estaba observando entretenidamente y acercarla a sus ojos
-Es una flor de aciano, son una especie ligeramente invasora. Tuve que arrancar algunas de mi parcela para que no lastimen el resto de mis cultivos. ¡Y yo no fui! Debió haber sido Arnold tratando de reconquistarla. ¡Sería un tonto si por lo menos no lo intentara!
-¡Hey! ¡Hey hey hey!- Stinky sintió que Helga se alejaba de él mientras decía esto. En respuesta, él le dio un beso en la sien antes de soltarla. Un pequeño acto que demuestra que él no se lo reclamaba o tomaba a pecho. Con la esperanza de atenuar su agresividad antes de que se pusiera innecesariamente a la defensiva. Tenía una habilidad casi innata para leerla.
La rubia frunció el ceño. Se sentía expuesta, descubierta con las manos en la masa. Quería defenderse desesperadamente, pero solo podía concentrarse en el hormigueo que dejaba el ligero contacto de los labios de Stinky. No es que tuviera tiempo para responder cuando la sonrisa de Stinky se volvió un tanto burlona y dijo -Vamos Helga, no quieras decirme que eso no es cierto, ¿verdad?-
Y ahí estaba, esa mirada desconcertada y desprevenida que Stinky adoraba. Y, sin embargo, el fruncido volvió casi de inmediato murmurando un -Oh tú ¡Cállate!- mientras guardaba la flor y la nota en su casillero. A su vez tomando lo que necesitaba. Al terminar intentó alejarse, escapar lo más rápido posible.
Tratando de no pensar en cómo no podía con todo el pesar de su corazón desechar aquello con parecido a Arnold. O su nota. Así que huyó, evadiendo el camino por donde la llevaban sus pensamientos.
Sid simplemente se quedó allí asombrado por lo que estaba presenciando por primera vez. Una Helga nerviosa y sonrojada, luchando contra la sonrisa que se escabulle a su rostro contra su voluntad. Sí, por primera vez la vio linda, atractiva. Ahora entendía todas esas veces (cuando solo estaban los chicos) que algunos de los miembros más nuevos de la pandilla preguntaban en algún momento '¿Pataki o Heyerdahl?'. Bueno, entendía a los otros dúos como Rhonda y Nadine, pero Helga nunca se le presentó en la mente como una 'chica linda', solo como una presencia de la cual hay que huir.
Sin embargo, ahora estaba procesando que en realidad era una pregunta que se había convertido en un debate frecuente recientemente. Aquel '¿Pataki o Heyerdahl?'. Principalmente, porque los chicos más nuevos nunca habían presenciado la furia de Helga 'El terror Pataki'. De hecho, él mismo no había visto 'El terror Pataki' desde hace tiempo. Más aún, últimamente era extremadamente sociable.
Casi… amable. Sid hizo todo lo posible para recordar cuándo ocurrió este cambio porque sí, ella era mucho más afable.
Bueno, no es que se arriesgara a jugarle una broma, pero sí lo suficiente como para no tener un pie en la puerta cada vez que intercambiaban algunas palabras. ¿Fue el mes pasado? ¿Marzo? Ella había hecho todo lo posible para invitar gente a su cumpleaños, algo que no haría ella. ¿Febrero? ¡Vaya en ese entonces hasta se acercó a él y a Harold para planear algo para el cumpleaños de Stinky! ¡¿Cómo no se dio cuenta de esto antes?! Y… ¡Las fiestas de Navidad y Año Nuevo! ¡Sí! En algún momento desde entonces, ella realmente apareció con frecuencia en las reuniones del grupo, incluso más a menudo que cuando Arnold y Helga eran pareja.
¡Qué revelación!
Al otro lado de la manzana había un gigante de hombre. Quien aparentaba buscar algo importante en un escritorio, el cual podría decirse que era demasiado pequeño para ser considerado suyo. Debió haber encontrado lo que estaba buscando, ya que se llevó un papel a la cara. Escaneando las palabras, murmuró algunas de ellas con una mueca de concentración. El contenido debió ser aceptable porque sin leer todo el contenido del papel una mirada de desinterés se presentó en su rostro. Diciéndose a sí mismo -Ni siquiera voy a preguntar.
No mucho después estaba completando algunos formularios. Cuando finalmente terminó, tenía una sonrisa orgullosa y dijo: -¡Vas a acabar con estos perdedores, Olga!
Durante las siguientes dos semanas, Helga se la pasó como un pollo sin cabeza corriendo de un lado a otro, abrumada por los sentimientos que el par de tontos le provocaban. Fue una locura.
Primero, Arnold de alguna manera había logrado trabajar en la cocina durante su almuerzo. Lo cual hubiera sido tolerable, pero no todos los días, de alguna manera se las arreglaba para darle algunas de sus comidas favoritas. ¡TODOS los días!
Lo tenía que ver y soportar.
No eran cosas del menú normal de la escuela, ¡No señor! Pero aparentemente incluso las otras personas a cargo del almuerzo eran cómplices, porque permitían este trato especial. También debió haberlo pagado, ya que rápidamente se dio cuenta de que no estaban tratando de cobrarle por cualquier extra que tomara, ni agregarlo a su cuenta. Y bueno, para ser sincera, no iba a decir que no a su pastrami. O cualquier delicia que Arnold le hubiera traído, pero maldita sea, la hacía sentir culpable por el revoloteo en su estómago causado por esa atención excepcional. Así se la pasó el almuerzo.
El incidente del casillero se había convertido en una rutina. Rosas, tulipanes, margaritas, dalias, lirios, cada día una flor diferente. No solo eso, las notas que acompañaban a dichas flores. No pudo evitar guardar las notas para leerlas en la comodidad de su habitación.
¡Dios! Hacía que su corazón se derritiera.
Sin Falta alguna.
Era vergonzoso lo débil que se volvía ante las palabras de Arnold. No es que ella se lo hiciera saber. También trató de no pensar en que si no fuera por Stinky se habría lanzado sobre Arnold durante el incidente del jueves...
¡Oh pero, Stinky!
Cuando se acercaron por primera vez en diciembre pasado, él era una molestia. Simplemente por su disruptiva entrada a su vida. Porque, a decir verdad, él no la estaba molestando ni haciéndole la vida más difícil, simplemente estaba presente. Dándole suficiente espacio para no sentirse asfixiada y lo suficientemente cerca para que dejara de sentirse tan… sola. Nunca pidió ningún detalle íntimo y simplemente brindó un apoyo implícito, teniendo un respeto muy similar al que Phoebe tenía hacia los límites. Fue agradable con la ventaja adicional de no usurpar tiempo de las actividades y ambiciones académicas de Phoebe.
También vio cómo él se convirtió en una especie de amortiguador en su reintegración social. Stinky no fue un mediador que se convertía en la personificación de Suiza. Él se puso de su lado siempre, incluso cuando ella sabía que estaba equivocada. A veces ella se mantenía firme solo para ver cuánto tiempo él realmente la apoyaría. No fue por malicia, sino más bien por aprensión; que alguien alguna vez haría tales cosas por ella. Era algo que ella nunca había tenido. NUNCA. Alguien incondicionalmente de su lado. A menudo ocurría que la ignoraban, tal como lo hacían en su casa. O incluso hacerla empatizar con la otra persona, como lo hacían Phoebe o Arnold; completamente en contra de su voluntad. Es cierto que en su mayoría eran discusiones con orígenes mundanos, pero aun así se evocaba esa actitud combativa. No es de extrañar dados sus elevados instintos de lucha o huida.
Lo que ocurrió fue que Stinky sintió que el argumento dado no se trataba en absoluto del tema original de la discusión. Que había algo escondido detrás de su retorcido razonamiento. Él cedió cada vez, y no es que en realidad estuviera de acuerdo siempre o que fuera un ingenuo, fácil de convencer. Pero después de ver la primera disputa, se dio cuenta de lo fácil que era para la mayoría condenarla al ostracismo por su franqueza, claro su comentario pudo haber sido grosero, pero había escuchado cosas peores que se decían a espaldas de la gente sin un trato similar. Así que, sí él estaba de su lado en espíritu y presencia, a veces era divertido.
Después de uno de los primeros debates presenciados, después de que todo fuera dicho y hecho; tuvieron un entendimiento. Ella le agradeció por no ir en contra de ella y, finalmente, confesó que entre gritos y reclamos se dio cuenta de que estaba equivocada, pero no tenía ganas de admitir que sus palabras fueron las causantes. Finalmente, después de algunos acontecimientos similares, ella lo aceptó en su pequeño círculo de confianza. Permitirle entrar incluso cuando al principio no fuera de su agrado. A finales de diciembre era una persona bien recibida. Además, era reconfortante tener una presencia constante. Tanto que empezó a salir de su zona de confort porque finalmente se sintió lo suficientemente segura como para hacerlo. Su vida comenzó a volverse más social con esta nueva sensación de tranquilidad a su alrededor. Comenzó a mostrar más empatía y compasión imitando el nuevo trato que estaba recibiendo. Las relaciones en su vida social comenzaron a crecer mientras otras nacieron.
Momentos antes de su primer beso, ella observó un anhelo en sus ojos. Uno que supuso debía ser similar al de ella. Con la sed de profundizar su conexión, procedieron a conceder ante ese deseo de su más recóndito ser. Ese primer beso la llenó de calidez. Puede que no le haya encendido la sangre en pasión pura, ni haya hecho que su ser llegue hasta el cielo con cada roce de contacto; pero esa calidez era exactamente lo que necesitaba. Además, ella no estaba dispuesta a perderlo, al menos no en ese momento. Recurriendo a entregarse inconscientemente a él. Sin darse cuenta del control que estaba cediendo por primera vez. Ella confiaba en él, pero no sin mérito. Al mismo tiempo, no quería saber cuánto de sí misma le había dado; Como resultado, se evitó el tema, lo que nació ese día no fue reconocido, al menos abiertamente. No fue hasta que Miriam hizo una pequeña pregunta inocente. Bien se podría señalar como el catalizador de una eventualidad. Un día, un par de semanas después de ese primer beso. Helga se estaba poniendo un poco de rímel para acompañar con el delineado de ojos difuminado, asegurándose de obtener los resultados exactos que imaginaba.
-¿Ay, cariño, preparándote para una de tus lindas citas?-
¡¿Citas?! ¿Era eso lo que eran? Y ¿POR QUÉ A ella no le importaba que lo fueran? Claro, empezando con el hecho de que ella no las reconocía como citas, pero si cumplían muchos de los requisitos y, sorprendentemente, no querían que terminaran. Sin embargo, no respondía ninguna de las preguntas que surgieron. En ese momento ella había tomado la resolución de preguntar sobre ello y aclarar las cosas con Stinky. Ella no lo sabía conscientemente, pero aceptaría cualquiera de sus condiciones y conciliaría cuando fuera necesario. Un producto de la confianza que el chico alto se había ganado.
Después de que ambos confirmaron el estado de su relación, Helga comenzó a verlo con otros ojos, apreciando cómo su sonrisa siempre apuntaba hacia el mismo lado del que su cabeza estaba inclinada. La forma en que se colocaba sobre ella después de un comentario atrevido. Descubrir cuánto le gustaban esas cosas y, finalmente, encariñarse con ellas. Ella realmente aprendió a amar a Stinky, especialmente durante el corto período de su relación. Quizás no estaba locamente enamorada, o sentía el tipo de amor que le provoca pensar en él cada vez que ve la luna. Era un amor tranquilo, cálido y acogedor. Sería lo más difícil del mundo si lo dejara ir.
Helga, efectivamente era alguien que amaba demasiado.
No es que Stinky y su adorable personalidad ayudaran.
Tan... tan... lindo y dulce, tan cariñoso.
Y comprensivo.
Oh
…
¡OH! La agonía.
¡Bah! Los recuerdos de aquel jueves
¡AH!
Ese jueves, cuando regresaba de llevar unos papeles al director, un encargo de su maestro, cuando él la encontró. Él estaba tan sorprendido como ella, no esperaba hablar con ella a solas. No planeaba hacer eso aún, sus encuentros habían sido bajo el atento ojo de sus compañeros. Sabiendo lo privado que era el asunto, recurrió a limitarse a elogios discretos. No esta vez.
Para entonces, el hecho de que él hubiera regresado o estuviera aquí para quedarse era irrelevante para Helga, pero más bien era lo herida que quedó después del hecho. Cada vez que lo veía le recordaba aquella promesa incumplida, el hecho de que él sabía lo que anhelaba su corazón y lo presento justo frente a ella. Mintiendo, que estaba a su alcance solo para arrebatárselo sabiendo que le devastaría el resultado. Ella lo amaba, pero la esencia del resentimiento aún persistía en su corazón. Un resentimiento que nació después de que colgó el teléfono. Ella inconscientemente sabía o temía que tuviera razón y él estuviera mintiendo. Por eso nunca abrió sus cartas posteriores y, cuando llegó la Navidad, quiso quemarlas y leerlas todas simultáneamente. Decidiendo entonces guardarlas; las escondió lejos de ella y de los demás. Ojos que no ven, corazón que no siente.
Como solía suceder, fue Helga quien rompió el silencio. -¡A-Arnold!-
-¡Hola, Helga! Te ves bien… Como siempre
Casi como si eso hubiera servido de indicación, Helga se sonrojó y frunció el ceño dirigiendo su mirada hacia el suelo. A esto se limitaban sus interacciones en los últimos días. Pero esta vez fue diferente porque Helga no se alejaba debido al movimiento constante de otros estudiantes que se abrían paso en la fila de la cafetería. Hoy el pasillo estaba desolado y silencioso. Otorgándoles privacidad implícita, sin responsabilidades inmediatas y sin un timbre que marcará su retraso y ambos lo sabían.
Cuando Helga levantó la vista, intentó mostrar seriedad lo mejor que le permitiera el enrojecimiento que aún permanecía en su rostro. -He querido hablar contigo sobre eso, Arnold. No puedes seguir diciéndome esas cosas. Ya sabes tus comentarios innecesarios. Esperas que siempre caiga a tus pies y eso no está bien.
-¿A qué te refieres? Sé que desde que me fui, no estamos… quiero decir, tú dijiste… bueno, de todos modos quiero que estemos juntos de nuevo. Espero hayas leído mis notas, las que te dejé en tu casillero.
-Sí, sobre eso Arnold, ahora estoy con Stinky. Me refiero a… ya sabes más que amigos
Ante eso, Arnold sonrió y casi se echó a reír. -Helga, cualquiera puede ver eso, ¿por qué crees que he vuelto? ¡Hasta allá me llegó la noticia! Cruzando líneas internacionales, jungla, hasta la punta del cerro.
Antes de que Arnold pudiera continuar, fue interrumpido por Helga -¿Y crees que Stinky es un reemplazo temporal, un calentador de manos que desecharé porque ya llegaste? ¿Es eso lo que estoy escuchando? ¿Crees que eso esté bien, Arnold?- Las emociones siempre eran intensas cuando estaban juntos. Un pequeño comentario hizo que la chispa estallara en llamas.
-No sería la primera vez que usas a Stinky para tratar de llamar mi atención- Arnold no fue la excepción, de su boca las palabras salían más rápido de lo que el cerebro las comprendía. Un rasgo que lo metía en problemas más de una vez. Además, ya estaba frustrado consigo mismo por no haberse acercado antes a ella, al menos cara a cara.
El largo cabello rubio se movió hacia atrás junto con el movimiento involuntario de la cabeza, sorprendida por su respuesta, usando una vieja confesión suya para favorecer su punto. -No lo estoy usando para ponerte celoso, simplemente paso y ¿sabes? Me agrada un poco, bueno podría decirse que me agrada mucho…- una nostalgia agridulce la invadió, provocada por el recuerdo de una confesión similar de sentimientos. Pero de alguna manera sentía que confesarlas a Arnold cortaría los lazos con él por completo. Definitivamente, quería evitar eso, él era muy especial para ella. -él está bien y… es un buen chico
-¡Bien! Ya entendí- Arnold interrumpió. -No estás saliendo con él para molestarme, eso ya lo tengo claro. ¿Pero lo amas tanto como a mí? Ya sabes, básicamente éramos inseparables porque no podíamos evitarlo. ¿O acaso te hace casi desmayarte con cada beso?- Para entonces, Arnold había comenzado a entrar en el espacio personal de Helga y la había atrapado con su precedencia en lugar de su cuerpo.
Resistiendo el revoloteo de su estómago, disfrutando de la sensación de su cercanía. La sangre corriendo hacia sus extremidades provocando transpiración en las palmas de sus manos, una ligereza en su cabeza y sus pies a punto de ceder ante su peso. Todo causado por él, sus palabras le traían recuerdos de cada vez que lograba hacerla desmayarse hasta el punto de un breve desmayo.
-¿Te hace escribir esa poesía que no compartes con nadie más que conmigo, sobre cómo... tiemblas por todas partes?- Preguntó Arnold.
Sabía exactamente de qué estaba hablando. Pero también sabía que él no era alguien que reitere la naturaleza explícita de sí porque él no era así. De hecho, ella nunca compartió ninguno de ellos con él. Él los encontró, y como solía suceder, la dejó mortificada. Ella se había resignado a aceptar su rechazo de estos e incluso una posible ruptura, pero él se mostró sorprendentemente receptivo hacia ellos. Incluso pidió que no se le ocultaran aquellos que fuesen similares. Disuadiéndola de escribir más hasta que… bueno, simplemente salieron de ella sin piedad.
-¿Sueñas con él? ¿O sobre nosotros como lo hago yo, como lo hacemos, Helga?- Él continuó. Ahora en su cara lo suficientemente cerca como para que si se pusiera de pie correctamente en lugar de inclinarse hacia atrás podría besarlo. Realmente podía, el fantasma de sus labios ya estaba tocando los de ella y en su mente ya se estaban besando. Todos los recuerdos de ellos, cada caricia que él le había dado, ahora los sentía ella misma, ardiendo en su piel. Incitándola a finalmente ceder. Para ser honesta, ni siquiera estaba segura de qué la estaba deteniendo en ese momento. Stinky no tenía por qué saberlo y si se enteraba, lo entendería y… si ella lo dejaba, no importaría. ¿Cierto? Pero no estaba bien y ella lo sabía perfectamente. En su conciencia, era un hecho, no un tal vez. Además, provocaría un distanciamiento entre ellos y ella ya podía sentir el duelo por ese tipo de pérdida.
-Yo-quiero decir que no es...
Helga nunca tuvo razón para resistirse a una invitación de Arnold de esta naturaleza. Cualquier rechazo hacia él a favor del otro chico intentaba llegar a su cerebro. Sin embargo, su cercanía a ella evitó todas y cada una de esas amenazas a su unión. Los vapores de sus alientos se mezclaban entre sí, convirtiéndose en el único aire que compartían. Arnold tomó su mano, en respuesta innata cerró los ojos esperando su inevitable beso. Excepto que nunca llegó. Al menos no donde ella lo esperaba. Arnold tomó su mano y la besó allí.
-Vamos, tenemos que irnos. Sé que harás lo correcto, Helga
Solo entonces abrió los ojos. Justo a tiempo para verlo guiñar. Con un apretón de manos a modo de despedida, se fue. Dejándola hirviendo en una mezcla de frustración y deseo.
N/AHe estado demasiado agotada emocionalmente como para escribir esa tensión al final, la cual me dejó tirada. Estoy bastante segura de que podría haberlo hecho mejor, pero eso requeriría que me sintiera mejor y eso me habría llevado un tiempo. También vi un comentario en otra parte relacionado con la actividad física de Helga y de cómo debería darle su virginidad a Arnold incluso si elige a Stinky. Y bueno como respuesta diré que no es un tema que pretendía tocar, estoy segura de que es con respecto a la escena donde ella se ofrece a Stinky. Lo que se trataba más bien de que Helga dijera 'oye, este es un límite que no hemos cruzado, pero que ahora lo haremos porque me siento culpable y estoy tratando de compensar/sobrecompensar' PERO bueno, quiero decir que he tenido mucho cuidado de no confirmar ni negar ninguna actividad posterior o incluso antes. Entonces, si en tu mente esperan hasta el matrimonio, lo hacen, si era una línea que ella ya había cruzado con Arnold, entonces, también es cierto. Lo que sea que haga feliz a tu corazoncito. Pero si me hizo preguntarme cómo podría desarrollarse ese aspecto, así que tal vez haga una historia diferente explorando eso... quién sabe
Ahora para contestar los comentarios aquí
Rukkia-gracias por los comentarios aqui y alla :) si Shortaki es tan lindo que si comparto el sentimiento de no querer ver nada mas que a ellos dos. pero el explorar el porque no serian compatibles ha sido interesante. y más el ver el desarrollo de Peterstaki (El ship con el que fue bautizado en la otra plataforma) aunque aqui se muestren muy compatibles me he tomado mucha libertad con el personaje de Stinky ya que no se observo en la serie mucho de su personalidad. aunque si se ve que es alguien que sigue la corriente y afable y que no le importa enojar a Helga con unos de sus comentarios de ahi la idea del TikTok que enlace. Después de que los artistas/ilustradores indicaron la premisa de esta historia me di la libertad de escribirla.
Lucy24-Gracias por tus lindas palabras! La verdad esa escena no la tenia planeada y al empezar a escribir me di cuenta que no decidí que hace Stinky. pero se soluciono sólo, digo por algo llego a ser querido por Helga. Aparte la alternativa hubiera sido algo como la segunda temporada ep 18 de la anatomía de grey... Y el tiempo en el que transcurre todo, sí, ¡es corto! Eso, junto con sus edades, es para resumir lo serio y definitivo que se siente todo, pero en realidad no lo es… me alegra que alguien lo notara por que fue a propósito :))
¡Ay sí! Además, no pensé que todos ustedes estarían en el team Stinky hasta que al menos escucharan el lado de Helga, lo cual bueno, ahí está jajaja.
Hablando de, es posible que estén cansados de escuchar los mismos eventos solo que desde diferentes perspectivas. Bueno, estaba explorando al narrador falible, pero… más debido a las perspectivas… si eso tiene sentido. Bueno, esas son todas las perspectivas que obtendrán. Ya hasta tienen una perspectiva de Sid. Por cierto, 'Pataki o Heyerdahl' se basó en una pregunta real que circulaba en mi escuela, pero que era mucho más explícita y con más opciones…
De todos modos espero que este haya sido un capítulo divertido para ustedes.¡Deseándoles luz y amor dondequiera que estén! ❤️
-kat
PD Esta plataforma no me permite mostrar cuantos capítulos faltan. dos mas el epilogo. emm de hecho cuando empecé esto la idea era de que fueran tres capítulos pero al escribirlos pues me salieron mas (yo no soy de escritura/artes soy más de ciencias y así)
