Capítulo III:


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3 DE ABRIL

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III

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El día que Sakura Haruno se enamoró de Naruto Uzumaki .

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Aquella mañana que Sakura despertó un extraño sentimiento albergo su pecho, le dolía el alma y no tenía idea de porque. La alarma sonó exactamente dos minutos después de despertar, tembló de frío cuando sus pies desnudos tocaron el piso de madera y un escalofrío recorrió su espalda, estiro los dedos tomando su móvil y sus ojitos verdes se clavaron en la hora pero más que nada en el día que era.

―Tres de abril―

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Sakura largo una risita baja cuando el rubio quedo rojo como un tomate y tomo aquella llave de prisa, enredo sus dedos con los de la pelirrosa y tiro de ella casi corriendo por los pasillos de aquel viejo motel donde se refugiaron de la tormenta.

―Es aquí― Hablo nervioso el Uzumaki y paso la llave por la puerta.

Sakura ingreso algo nerviosa encendiendo las luces, era un dormitorio bastante viejo, lleno de humedades y cuadros algo tétricos para nada romántico se podría decir. Sakura depósito su abrigo empapado en uno de los viejos muebles de madera y escucho la televisión encenderse detrás de ella. Naruto la observó nervioso cuando se sentó en la cama quitándose las botas y lo llamo con la mano para que se sentará junto a ella. Se quedaron en silencio unos minutos sentados en la cama mal tendida solo escuchando el sonido de la lluvia golpear el vidrio de la ventana.

―Al menos nos refugiamos de la lluvia― Sakura asintió ante sus palabras y el rubio tomó el control remoto buscando algo en la televisión, quedo rojo hasta las orejas cuando apareció aquella película porno ―Lo siento― Chillo avergonzado.

Sakura largo una carcajada, apoyo su mano sobre la del rubio quitándole el control remoto y evitando que cambiará de canal.

―¿Eso te gusta? ― Pregunto evitando tartamudear de los nervios y ambos clavaron la vista en la pantalla y en la mamada qué esa chica le daba a su coprotagonista.

Naruto largo una risita nervioso, junto valor y se acercó mas a ella.

―A mi me gustas tú― Susurro pasando la yema de sus dedos por la mejilla sonrojada de la chica y ella entre abrió los labios nerviosa.

―Naruto― Suspiro.

Fue él quien la beso, enredo sus dedos en el cabello húmedo de la chica y la acerco a él, le metió la lengua despacito entre sus labios y Sakura le correspondió de inmediato, se sentó a horcajadas sobre él dejando una pierna a cada lado de su cadera y apretó el cabello del rubio tironeándolo y excitándolo en el proceso.

―¿Me haces el amor? Naruto―

El Uzumaki quedo rojo, toda la sangre le bajo y le subió, asintió incapaz de poder hablar y metió las manos por debajo del vestido acariciando las piernas desnudas de la Haruno, ella se sonrojo al verse desnuda y se tiro sobre la cama.

―Apaga la luz― Le ordeno tapando sus senos con sus manos.

Naruto asintió con una sonrisa, quería decirle que se veía hermosa y que no era necesario apagar la luz pero no lo hizo, apago las luces sumiéndolos en una semi oscuridad solo rota por la luz del televisor, se aproximo a ella quitándose los zapatos y la sudadera y volvió a posarse sobre el cuerpo desnudo de la chica.

―Estas muy vestido― Hablo ella quitándole la camisa.

Naruto asintió quitándose los pantalones y la volvió a besar, si fuera por él pasaría toda su vida besándola. Tomó aquel condón del bolsillo de su jean y la observó algo nervioso, él jamás había estado con nadie, no se atrevió a preguntarle si ella tampoco porque suponía ya lo había hecho con Sasuke asique prefirió guardar silencio y no confesarle que ella era su primera vez. Sakura lo miro expectante cuando saco aquel rollito de látex del paquete y lo vio apoyarlo en la cabeza de su miembro, suspiro algo nerviosa y evito reír cuando el Uzumaki no pudo desenrollar el preservativo en su miembro.

―Lo puse al revés― Dijo avergonzado.

Sakura asintió aguantando la risa, paso su mano por el pecho del chico y deposito varios besos en sus pectorales intentando relajarlo, al fin logro ponerse el forro y la penetro.

―Eres tan hermosa― Le susurro apoyando su frente sobre la de ella.

Sakura sonrió entre jadeos, ella ya lo había hecho antes una vez con Sasuke muy ebria en una fiesta y para nada se parecía a ese momento. Sakura deseo con toda su alma que esa hubiera sido su primera vez.

―Ah, Naruto― Gimió con fuerza llegando al orgasmo.

Bastaron dos embestidas más para que él logrará llegar y se recostaron en la cama abrazados, ambos clavaron la vista en el techo repleto de humedades.

―¿Qué harás al terminar las clases? ― Rompió el silencio el rubio.

―Al terminar las clases― Suspiro la pelirrosa y recordó que la habían aceptado en Otogakure para trabajar en el hospital materno infantil donde empezaría sus estudios de medicina ―Me voy a Oto―

A Naruto se le rompió el corazón. Aunque él también se iba. Desde niño Naruto había querido seguir los pasos de su padre, ser un militar de élite y lograr encontrar una mujer hermosa e inteligente que lo amara y le diera una familia como su madre lo había hecho con su padre pero Naruto no podía ser egoísta, no con Sakura. Jamás le pediría que lo esperara.

―Aunque aun no he decidido si iré―

―Debes ir― La interrumpió con una sonrisa y Sakura al fin noto lo azules que eran los ojos de Naruto ―Voy a darme una ducha― Anuncio levantándose de la cama de un salto.

Sakura lo miró divertida cuando camino desnudo hasta el baño y se levanto de la cama cubriéndome con la camisa del rubio, levanto la ropa del suelo doblándola sobre la cama, cuando tomo el pantalón del suelo fue que aquella cartita arrugada cayo al suelo, Sakura reconoció al instante el emblema de Konohagakure pero confirmo que era cuando lo abrió. Naruto se iba. Se había enlistado en el ejército.

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―Sakura ¿Estás bien? ―

La pelirrosa asintió acabando de levantar la losa sucia de la mesa, desvió la vista a su amiga e hizo un amago de sonrisa, desde esa mañana que despertó el sentimiento de angustia no la abandonada. El sonido de la campanilla de la puerta de aquella cafetería donde había empezado a trabajar hacia dos días llamo la atención de ambas amigas.

―¡Sakura! ―La pelirrosa sonrió al ver aquella hermosa rubia casi entrar corriendo al lugar ―Permiso, permiso― Chillo pasando de los clientes, Tenten frunció el ceño molesta, iba a hacer que las echaran si seguía gritando así ―¿Por que no me avisaste que habías vuelto? ― Reclamo enojada.

Sakura no llego a abrir la boca cuando la Yamanaka la abrazo con fuerza casi tirando la bandeja con la losa en el proceso, Tenten la tomo de prisa evitando que todo se desparramara en el suelo y observo a sus amigas con ternura. Sakura había regresado hacia tan solo diez días de Otogakure donde había iniciado sus estudios en medicina pediátrica y pensaba continuarlos allí en Konohagakure.

Lo siento― Se disculpo ―He tenido muchas cosas en la cabeza―

―Pues ahora mismo te tomas un descanso y me saludas como se debe― Reclamo enojada y las otras dos chicas largaron una risita divertidas.

Sakura suspiro.

―Ino― La rubia supo de inmediato que iba a preguntarle ―¿Naruto regreso? ―

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―Vayan. Yo ya estoy mejor―

Sakura realmente no quería dejarlo allí medio ebrio y mareado en el baño de aquel elegante hotel donde se realizaba la ceremonia de graduación pero lo hizo. Naruto le dijo que estaba bien y Sasuke la obligo a avanzar alegando que debía disfrutar su fiesta de graduación antes de irse del pueblo. Naruto no la había invitado al baile y ella acabó aceptando la invitación del Uchiha, si le preguntaran a su yo de la infancia estaría feliz pero su yo adulta solo quería volver a ese baño a cuidar del Uzumaki.

―¿Nerviosa? ― Sakura asintió pasando ambas manos por lo hombros del pelinegro y el Uchiha la acercó más a su cuerpo bailando al ritmo de la música a mitad de la pista de baile ―¿Podemos aprovechar la última noche que estaremos juntos? ― Pregunto galán.

Sakura lo miro con duda, fue Sasuke quien la beso.

―No― Murmuro al separarse y el azabache la miro con el ceño fruncido ¿Acaso no había estado rogando su atención media vida? ―Lo siento, Sasuke―

El Uchiha rechisto por lo bajo.

―¿Es por Naruto? ―

―Si es por Naruto―

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―¿Segura? ―

―Ya vete Ordeno divertida ―Yo cierro―

Tenten le sonrió agradecida quitándose aquel bonito mandil color rosa y se apresuró a la salida donde la esperaba aquel castaño de ojos claros con quien salía hacia unos meses. Sakura acabo de acomodar las sillas sobre las mesas y apagó las luces al tiempo que salía de la cafetería, el sol comenzaba a ocultarse. El tres de abril llegaba a su fin. Sakura tembló al sentir el móvil vibrar en su bolsillo y el sentimiento de angustia qué la había acompañado todo el día se acrecentó al ver aquel nombre en la pantalla.

―Kushina―

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Sakura se sintió sumamente pequeña cuando lo vio salir de aquella habitación de hotel seguido de Hinata Hyuga. Los ojos azules del rubio se cristalizaron al verla, aún llevaba ese hermoso vestido, los zapatos en la mano pero lo que más le dolió y en lo único que Naruto reparo fue en que llevaba el saco del traje de Sasuke a modo de abrigo.

―Me alegro que estés mejor― Hablo ácida.

―Me alegro que tu noche también allá terminado bien― Sakura sonrió con ironía y Naruto se arrepintió al instante de decir esas palabras, la culpa duro poco recordando que en un par de días ambos iban a abandonar Konohagakure ―Me voy, Sakura. Me enliste en el ejército―

―Mantente con vida, Naruto―

Esa fue la última conversación que ambos tuvieron.

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Sakura apresuró más el paso por los pasillos de aquella base militar, era la primera vez en sus veintidós años de vida que estaba allí. Luego de aquella llamada de Kushina había salido disparada para allí, hacia casi cuatro años que no veía a Naruto. Luego de la fiesta de graduación pararon medio verano sin hablarse, ella se fue Otogakure a estudiar y él se internó casi un año preparándose para su primer misión.

Sakura solo deseaba volver a verlo, pedirle perdón por no haberle confesado cuando lo amaba aquella noche en el hotel y que si él se lo hubiera pedido lo hubiera esperado toda la vida.

Clavo sus ojos verdes en todos aquellos pobres chicos que bajaban de los autobuses e inevitablemente reconoció aquella rubia de ojos verdes con quien había compartido un par de clases en la secundaria, un leve alivio se instalo en su pecho cuando vio a Shikamaru bajar mal herido y abrazarla. Algo dentro de ella comenzó a latir de nuevo.

Abran paso, por favor― Chillo Shizune junto a las enfermeras que abordaban el lugar ―Dejen bajar a los heridos― Pidió con voz firme, sabía que los familiares estaban ansiosos por ver a sus hijos, hermanos o amigos pero debían primero controlar qué todos estuvieran bien.

Sakura retrocedió unos pasos media perdida, media mareada entre tanta gente y entonces lo vio, corrió lo más rápido pudo esquivando todas aquellas familias que volvían a reencontrarse, el aire le faltaba, las manos le temblaban, fue inevitable no abrazarlo. Él le correspondió enseguida tomándola con fuerza de la cintura y la obligo a enredar las piernas en su cadera, cayo de rodillas al suelo aún con ella entre sus brazos.

―Ay, Naruto― Al fin largo todo el aire que tenía contenido en sus pulmones, paso ambas manos por las mejillas del rubio y comenzó a llorar cada vez más fuerte.

―No llores, Sakura― La reto con dulzura aun de rodillas en el suelo con ella abrazándolo por completo.

Sakura sonrió entre lagrimas.

―Idiota― Lo insulto ―Creí que habías muerto―

Naruto sonrió.

―Resulta que― Suspiro recordando como medio pelotón había muerto aquel día tras el bombardeo, metió la mano en el bolsillo de su pantalón de camuflaje sin dejar de abrazarla por la cintura con el otro brazo y saco aquella cajita de terciopelo qué llevaba consigo a todos lados ―Alguien cuido de mi―

Sakura frunció el ceño confundida por sus palabras pero sus ojitos brillaron cuando Naruto puso aquella cajita entre ambos y la abrió. Ese hermoso anillo la encandilo.

―Si no hubiera vuelto por esta cajita― Relato el rubio ―Hubiera muerto ese día―

Temari también agradecía que Naruto haya vuelto por esa cajita y haya llevado a Shikamaru con él para protegerlo.

―Te vas a casar conmigo―

No fue pregunta aun así Sakura respondió.

―Si, Naruto. Me quiero casar contigo―

Naruto sonrió pero antes de poder besarla ella se alejo unos centímetros y lo observo a los ojos, él frunció el ceño confundido.

―¿Sabes que día es hoy? ― Le pregunto al tiempo que el Uzumaki pasaba aquel anillo por su dedo anular

―¿No?―

―Es tres de abril, Naruto―

Es el día que Sakura Haruno se enamoró de Naruto Uzumaki.

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the end.

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