Decidí aterrizar en la entrada del bosque y a partir de ahí caminé. Busque y medite algunas soluciones que me puedan ayudar a salir del planeta. Primero: si robo una nave posiblemente me meta en más problemas. Además, dudo mucho que estos rufianes dejen a la vista sus naves teniendo en cuenta la maña de sus amigos. Segundo: si espero a que Faila despierte no sé cuanto tiempo dure en este lugar. Quizás hasta ya estaría llegando para cuando Freezer y Goku se estén enfrentando... Miré mi entorno por unos momentos y suspiré ya cansado de pensar en una posibilidad de salir.

Si la robo, también está el posible factor de que la patrulla galáctica me persiga por la galaxia, y la verdad es que no quiero que me estén persiguiendo por todo el universo por una nave robada de otro ladrón. Paré mi paso y me senté en el suelo de manera brusca, cruce mis brazos y volví a mirar ese extraño bosque, mire los grandes árboles azulados que solo dejaban pasar alguno que otro rayo de sol y luego observé que había algunas frutas de tamaños, formas y colores variados.

-Bueno al menos puedo comer esas frutas. - Suspiré y me dejé caer hacía atrás sobre la grama púrpura azulada, seguí admirando el paisaje, vi pasar una familia de animales roedores voladores. - Qué extrañas criaturas. Sin embargo, este sitio es calmado, se me hace extraño que no haya salido alguna criatura gigante extraña come humanos como en las películas. - Por mi cabeza pasó de nuevo el principal problema.

Faila dice que un ser parecido a una deidad me estuvo observando todo este tiempo, empecé a maquinar la razón del porqué su interés en un simple reencarnado, pero nada se venía a mi cabeza. - ¡Ah! Olvídate de eso Zac, será mejor que busque la manera de salir de este lugar. A ver como se llama este lugar. [Examinar:

[Nombre del planeta: Banbanmango]

[Población: 778, 100]

Es un nombre algo largo. Creí que serían más habitantes, pero se nota que no hay muchos habitantes en este planeta, imaginó que solo lo usan para el comercio. Quité la información delante de mí y seguí observando como el viento movía delicadamente las hojas de los árboles algunas que otras caían rendidas ante la pequeña ráfaga de viento.

Me levanté de un golpe del césped y revolví mis cabellos con desesperación. ¡Me sofoca estar sin hacer nada en este maldito planeta! Tengo tiempo aún, Bulma y los demás no llevan ni la mitad del camino, pero ¿Qué pasa si Faila se toma más tiempo? Casi nunca he dependido de ella. Ahora que me encuentro solo y con la posibilidad de que una desgraciada entidad omnipotente me tenga el ojo puesto encima me pone los nervios de punta y todas las putas ideas o estrategias que se me ocurren se desvanecen en un instante.

-¡SI ME ESTAS OBSERVANDO! ¡VETE AL CARAJO, INFELIZ! - Aulló, ya ni me interesaba que me matará, solo quería desquitarme con algo, pateé algunos árboles durante unos minutos hasta que finalmente me pude calmar. - Uff... Uff... ¡Bien! ¿Eso es lo que querías? ¡PUES AQUI ME TIENES MALDITO IMBÉCIL MUÉSTRATE! ¡TE HARÉ PASAR UN MAL RATO HIJO DE PUTA! - No hubo respuesta alguna y con rabia expulse un rayo de ki a mi derecha derrumbando unos cuantos árboles. - ¡¡AAAHHHH!!

Me dejé caer al suelo rindiéndome, inhale y exhale para calmar mi ira hasta que finalmente se apagó esa llama que estaba encendida en mi pecho, me volví a sentar en el suelo y observé el destrozo que hice. Ahora por mi culpa esta zona está toda destrozada, me compadezco con las criaturas que vivían en estos árboles, por mi puto berrinche los dejé sin hogar. Cerré mis ojos y seguí meditando mi problemática. Si mi guardiana dice que es una deidad, ¿Entonces es una de aquí? Busqué en mis recuerdos hasta que encontré un nombre: ¿Zamasus? ¿Podría ser él? No, no lo creo. Él está interesado en Goku y no debería salir en este punto de la historia, lo dudo mucho y ¿Si fuese así? Pero de igual forma, ese sujeto no estaría interesado en mí, está obsesionado con el cuerpo de Goku.

Quizás no sea Zamasus o ¿Si el futuro cambio por mi presencia? Y Zamasus ha tomado el cuerpo de uno de los saiyajins. Aunque Goku sea muy fuerte, también están: Vegeta, Gohan, Raditz y yo. Así que, hay un porcentaje mayor de que Zamasus se haya interesado en los otros saiyajins. No obstante, algo no cuadra... ¡Sí! Su voz no era ni la de Vegeta, ni la de Raditz ni mucho menos la de Goku, así que, dudo mucho que sean ellos. ¿Yo? Mmmm, la verdad es que no se parecía a la mía. En definitiva, no es ninguno de nosotros, ¿Entonces quién? Lo más probable es que haya encontrado un cuerpo mejor y eso me aterra la verdad...

¡AH! No sé. No debería colmarme la paciencia con esto, primero vamos por paso: matemos a la lagartija de Freezer y después me romperé la cabeza haciendo una maldita teoría de quien carajos es ese sujeto que me vigila hasta cuando voy al baño. Por lo que veo no quiere hacer nada. Faila me dice que mantenga un perfil bajo, pero creo que me pides mucho teniendo en cuenta que soy un saiyajin, ya de por sí somos alborotadores y también el hecho de que iré a ayudar a matar al mismísimo emperador del mal. Creo que me pides mucho la verdad...

Me levanté rápidamente del suelo de un brincó. – Bueno pensar en ello no solucionará mis dudas, así que será mejor irme a descansar. – Me sacudí la tierra de la ropa y subí la mirada, aquel cielo se estaba tornando rojo con púrpura, creo que esto debe ser la noche acá.

Después de un tiempo acostumbrándome con la cola en mi cintura, ya extraño tenerla ahí, pero dudo que me vuelva a crecer a Goku, Vegeta y a Gohan nos les volvió a crecer más. Ya las estrellas se asomaban en aquel cielo rojizo y púrpura. – Debo admitir que el cielo de este planeta es bonito, tiene su toque hasta me da envidia. ¡Bueno! Hora de dormir, Zac. – Bostezo, tomé algunas hojas grandes y empecé a examinarlas. - Con esto creo que podré hacer alguna cama improvisada. - Sonreí ante eso. Me alegra haber visto películas de supervivencia y jugar algunos que otros juegos con esa temática. Tomé algunas lianas y amarre aquellas hojas como pueda, hasta que finalmente terminé. - ¡Excelente! No es lo mejor visualmente, pero es algo. - Expresé y decidí colgar aquella mecedora entre dos árboles.

Después de hacer algunas pruebas de peso con la mecedora finalmente me acosté en ella. Me sorprende lo dura y suave que son estas hojas. Miré el cielo estrellado y por mi cabeza pasó la imagen de Haru. ¿Qué estará haciendo? Quería ir a verla, pero se me han complicado las cosas, creo que hasta me odia por ocultarle tantas cosas. Sé que no es nada mío y es como una hermana, pero... siento que le debo muchas explicaciones.

¡Ya sé! Le diré poco a poco y quizás la invité a salir a volar por ahí y la llevaré a comer a algún sitio. No pude evitar que se me dibujará una gran sonrisa.

–Creo que le gustaría. – Susurró para mi mismo mientras mis ojos se cierran debido al cansancio. Lo último en ver fue aquel cielo rojizo estrellado.

Mis ojos se abrieron de golpe al sentir algo en mi entorno, me levanté del mecedor quedando solamente sentado y observé a todos lados con pánico. Siento el peligro, pero ¿Qué es? O ¿Quien es? Seguía analizando mi entorno, no había nada sospechoso solo se escuchaba el zumbido que provocaba la brisa en mis oídos. Mis pupilas se encogieron al sentir una presencia a unos cuantos metros de mí. Algo muy dentro de mi me dio una clara advertencia y como si fueran accionado algún botón, mi cuerpo se movió por sí solo de aquella mecedora, un rayo pequeño pero mortal atravesó en fila los troncos de algunos árboles hasta que se desvaneció. Miré con asombro los pequeños agujeros que provocó aquel diminuto rayo, y nuevamente sentí esa sensación de peligro, di un salto esquivando ese ataque y después algunas piruetas alrededor evitando así esos rayos. Pero ¡¿Qué mal nacido me está atacando?! Este volvió a lanzar varios rayos y los esquivó hasta que quedó en una de las ramas de los árboles.

-¡Maldito cobarde muéstrate! - Rugi. De respuestas me dio rayos mortales. Aprieto los dientes con rabia, baje del árbol y corrí en dirección en donde surgen los ataques. Cuando lo encuentre ¡Grabaré su puto rostro en el suelo! No detuvo sus disparos, los evado como pude algunos rozaron con mi piel provocando heridas abiertas, pero no me importo, solo quería ir directamente hacia la raíz del problema. - ¡Vas a tener la mala suerte de haberte metido conmigo, bastardo! - Dije una vez estuve a pasos de estampar un golpe, di el golpe, pero este dio un salto y mi puño fue a parar al suelo provocando que este se agrietara y salieran algunos escombros acompañado con polvo. Subí la mirada como pude para ver quien era el tirador, pero la silueta de una manera ágil empezó a saltar entre los árboles para tomar distancia.

Molestó y con la sangre hirviendo dentro de mí, decidí seguir aquella molesta silueta. Sin preocuparme por el hecho de que sea una trampa. ¡Primero me ataca! Y ¿Ahora huye? Ese maldito se las verá conmigo. La silueta saltaba de árbol en árbol de manera rápida. Con eso me dan entender que no es cualquier sujeto, ¿Será que ese bar mandó a un mercenario a matarme? En serio que son una molestia... Volvió a disparar y esquivó como puedo, cuando algunos disparos me volvieron a rozar en algunas partes del cuerpo, no lo pude resistir más y canalice dos bolas de energía en cada mano.

-¡YO TAMBIÉN PUEDO JUGAR AL TIRO AL BLANCO, INFELIZ! - Aulló y de una vez lance las esferas en su dirección.

Estuvimos así durante varios segundos y luego le atiné un rayo de energía. La silueta empezó a caer en picada al suelo, sonreí ante eso, pero de pronto sentí como un rayo atravesó mi hombro derecho perforandolo. ¡Maldita sea cómo arde! Ambos caímos de los árboles, me levanté del suelo y use sanación, pero el brillo se desvanece a cada segundo de mi mano. ¡No me jodas! ¿También me suprimieron esta habilidad? Olvidé la sanación y dejé que esa herida siguiera brotando la sangre, camine a pasos amenazadores hacía el infeliz que interrumpió mis sueños.

Al llegar al frente de este, mis ojos temblaron de asombro al ver quien era. Mi cara era un poema en ese momento, rei por los nervios.

-Ja, ja... Pero... ¿Qué hace aquí...? ¡Espara! ¡¿No lo mate?! - Me agacho y verifique su pulso en la garganta, di un suspiró de alivió al sentir las pulsaciones de su corazón. - Ushh, está vivo. Pero ¿Qué hace aquí? ¿Será que descubrió que soy un saiyajin? Pero ¿Cómo...?

Empecé a indagar las mil razones por la cual ese tipo seguía en este planeta y haya venido a atacarme directamente a mí. Posiblemente Elec lo haya mandado por una petición que implica mi captura. Deduje y chasqueó mi lengua ante este hecho. No quisiera ayudar a alguien que quizás vino con intenciones de matarme, se notaba que esos ataques no eran para inmovilizarse y me lo demostró pegandome uno de ellos. Miré de reojo mi hombro que había dejado de brotar tanta sangre, apreté mis manos al verlo inconsciente. Si lo ayudo lo más probable es que trate de matarme de nuevo. Sin embargo, no me gustaría que le pasará algo, suspiré calmando así mi enojo. Solo estoy así por no poder salir de aquí, no puedo desquitarme con él, no tiene la culpa...

Lo tomó del cuello de su camisa por la parte de atrás y lo jale en dirección a un árbol, lo tiré levemente para sentarlo y este hizo una mueca de dolor cuando golpeó su espalda sobre el tronco del árbol.

-Lo siento amigo, pero no estoy de ánimos como para jugar al psicólogo. - Se que su trauma de la muerte de su raza lo impulsó a hacer esto. De seguro esa gente del bar te mando a capturarme o matarme. Porque no tiene sentido que estuviera muy calmado en ese bar y ahora me quiere matar a sangre fría, hay algo más en esto...

Me senté al frente de este. Se supone que Granola ni debería tener contacto con los saiyajins por los momentos. Esto me hace reflexionar que quizás este encuentro genere algún cambio a futuro. Es un verdadero problema, no solo tengo a una banda de rufianes buscándome, ahora tengo a un maldito cazarrecompensas traumado con ganas de vengarse de una raza extinta frente a mi. ¡¿Esto no podría ser peor?!

No puedo juzgar mal su sed de venganza por los saiyajins. Sin embargo, la está pagando conmigo y siento que es injusto ni para ese tiempo yo había nacido. Aparte de eso, ni se como carajos funciona eso de las reencarnaciones. Se supone que si reencarne en este mundo debí comenzar como un bebe o algo así, es extraño que ya estuviese unos quince años cuando llegué a este mundo... ¡Bah! Da igual no se como es que los dioses hacen su administración de las almas es asunto de ellos.

Granola se movió un poco y este empezó a murmurar cosas que no lograba entender. - Mamá... - Murmuró suavemente y noté como algunas lágrimas salieron de sus ojos.

-Assshh. No puedo molestarme contigo. Solo eres alguien que tuvo mala suerte... - Él siguió con sus murmullos y yo seguí tratando de sanar mi herida de la cual no se curaba mucho, la sanación venía e iba a cada segundo. ¡Parece un cargador que está a punto de dañarse! Al final solo pude tapar un poco la herida. Sonreí ligeramente al volver a ver a Granola. - Ahora que lo pienso, serías un buen aliado en algún futuro...


Abrí mis ojos lentamente y parpadeó varias veces, creo que me quedé dormido, no se cuanto tiempo ha pasado, miré al cielo y al parecer aún era de noche. De pronto abrí mis ojos de par en par al recordar que tenía a un mercenario buscando mi cabeza a unos cuantos centímetros de mí, busqué con la mirada a Granola y no estaba. Dentro de mi sonaron mil alarmas.

-Veo que ya despertaste, ¡Asqueroso mono! – Rápidamente mis ojos se dirigieron en la dirección que sonó la voz, y ahí estaba Granola apuntándome con sus dedos índice y medio. Arrugue la mirada al notar eso, ¡Mierda! ¡Mierda! Fue lo único que resonó en mi cabeza. Si me muevo sé que no dudará en disparar. Debo actuar neutral, no muestres que tienes el control. Quise levantarme, pero algo me devolvió al suelo como si hubiese sido una gravedad super aumentada. Levanté la mirada y tenía esposas que cubrían desde la muñeca hasta mis dedos, y cerca de mí había una pequeña caja que desprendía una especie de cadena que estaba pegada a las esposas. Rechine los dientes al ver eso, jale las cadenas de energía, pero me devolvieron al dispositivo. Se parece a esas malditas correas de perro que estiran. Jale varias veces intentando romper esas cadenas de energía, pero nada, así que, decidí endurecer los músculos para romper ese metal pesado. ¡Mierda, no pueden romperse! Pero soy tan terco que seguí insistiendo, de pronto siento una gran descarga eléctrica por todo mi cuerpo.

-¡UUAAGHHHH! - Paró y levanté la mirada para notar a ese sujeto con un pequeño control en mano, sentí algo metálico en mi cuello y la descarga vuelve a surgir cuando Granola presionó el botón. - ¡AAAGGGGGGGHHHHH!

– Es mejor que no te resistas, esas esposas y collar son difíciles de romper. – Arrugó su rostro. –No se que quiere Elec contigo, pero de algo estoy seguro y es que quiero matarte... – Detuvo la descarga y levanté la mirada con rabia, sentía que mi cuerpo quería desplomarse, pero no lo dejé.

-N-No... entiendo ¿Por qué quieres matarme?... uff... ¡Y-Yo no he hecho nada! – Hablé como pude. Granola arrugó más la nariz y volvió a presionar el botón causando más dolor en mi cuerpo. ¡Maldito! Si no me mata con sus rayos, me matará con estas descargas eléctricas. Detuvo su tortura al ver que no seguia gritando y solo apretaba los dientes.

-Tu raza acabó con la mía... - Dijo una vez paró de presionar el botón. - ¡MI DEBER ES MATARLOS A TODOS USTEDES POR MATAR A MI GENTE! ¡DESPUÉS IRÉ A MATAR A FREEZER! – Exclamó a gritos.

-Puff, HAHAHAHA. - Reí inconscientemente ante su comentario. Ni pudo conmigo y ¿Piensa que matará a Freezer? - ¿Crees que matarás a Freezer? - Levante la mirada y le di una sonrisa burlesca. Bufee burlonamente y regreso mi risa. - Por favor, no me hagas reír... Es el peor chiste que puede salir de tu puta boca. - Pude notar como se puso rojo del coraje. - ¡No tengo la menor idea a qué te refieres! Ni yo mismo sé que hizo mi raza.

Yo era el que tenía más razón en esta conversación de lo sucedido en el planeta Cereal, pero yo ni había nacido para ese tiempo como para estar involucrado, lo mismo pasa con Vegeta, Raditz y Goku, aunque estuvieron presentes para esa época, ellos ni se enteraron de esa masacre.

Este dejó atrás su rostro molesto y se echó a reír ligeramente, cosa que me dejó intranquilo, estaba atónito ante su risa, pensé que se molestaría... Arrugue el entrecejo al ver cómo se reía al cielo.

Este hijo de puta esta enfermo, es un demente, ¿En serio piensa matarme? No se me pasa por la cabeza que sería capaz de concluir su venganza, solo porque mis antepasados le hicieron algo a su pueblo. Sin previo aviso este pateó mi rostro y choque contra el tronco del árbol, pero volví al mismo lugar por las cadenas del dispositivo y Granola aprovecho eso como ventaja para seguir golpeándome una y otra vez.

- ¡USTEDES LOS SAIYAJINS SON LA ESCORIA DEL UNIVERSO! ¡SON MONOS QUE MATAN SIN SENTIDO Y DESTRUYEN TODO A SU PASO! ¡TODOS USTEDES DEBEN MORIRSE! ¡MI DEBER ES ACABAR CON USTEDES! ASÍ LOS QUE MURIERON EN EL PLANETA CEREAL PODRÁN DESCANSAR EN PAZ. – Ruge mientras da una patada a mi estómago y se detiene al ver que me colocaba en posición fetal por el dolor que sentía en todo el cuerpo. Se supone que no debería doler tanto, pero algo me dice que tiene que ver con las esposas. - Será mejor que te mate... le daré una excusa a Elec sobre tu muerte... - Este me apuntó con sus dedos para finalizar su tarea, pero los bajo al notar que me estaba riendo levemente. - Grrr, ¡Maldito simio! - Dijo entre dientes, y me levantó a través del collar metálico de mi cuello hasta quedar cerca de su rostro. Este arrugó la mirada a más no poder. Se que me quiere golpear, pero estoy tan molido que ya ni siento mi rostro, lo único que siento es como la sangre de mi nariz escurre hasta mis labios. Forcé una sonrisa al ver su mirada furiosa y eso le hizo rechinar sus dientes. - Solo mereces morir...

Molestó por sus insultos y por desquitarse conmigo decido gritar también. - ¡PUES DEJAME DECIRTE QUE NOSOTROS TAMBIÉN ESTAMOS JODIDOS! ¡FUIMOS EXTERMINADOS POR NUESTRA ESTUPIDEZ! – Gritó.- ¡GOLPEARME NO HARÁ QUE TU MALDITA ESPECIE VUELVA A LA VIDA INFELIZ! - Llevé mi cabeza hacía atrás para luego llevarla hacía adelanté con fuerza, logrando así darle un cabezazo que lo hizo soltarme y retroceder, la condenada máquina me devolvió hacía ella. - ¡CONDENADA MÁQUINA ES UN FASTIDIO! - Di patadas a la máquina con intención de romperla, pero eso ni sirve.

Granola, estaba desconcertado creo que algunas de mis palabras le afectó o quizás la IA le está hablando. - Deja de molestar. - Dijo mientras fijó nuevamente la mirada en mi con el ceño fruncido. Este bastardo ¿En verdad piensa seguir con esta mierda? Como pude jalo las cadenas y volví a dar otro golpe con mi cabeza, pero esta vez en su rostro que lo hizo retroceder aún más, se llevó las manos a su cara notando que su nariz se había roto y rechino los dientes. - ¡USTEDES SON LOS CULPABLES DE QUE MI MADRE MURIERA! - Ruge

-¡Granola! Deja de hacer esto. - Escuche decir la IA.

-¡CALLATE! - Aulló y se quitó el monóculo y lo lanzó al suelo mientras esta seguía diciendo que dejara de empeorar las cosas, que Elec podría matarlo si llegase a matar al saiyajin. - No me interesa... lo mataré y ya...

-¡Piensalo Granola! Él se ve que ni sabe lo que hizo su raza... - Quiso hacerlo razonar, mientras yo trataba de sacarme esas condenadas esposas.

-Mi madre, mi pueblo y mi raza. ¡TODOS MASACRADOS POR CULPA DE ELLOS! - Me señaló mientras no quitaba la vista de su monóculo. - ¡¿Y QUIERES QUE LO PERDONE?! ¡NO ME DIGAS QUE RAZONE! ¡NO PUEDO PERDONAR A ESOS BASTARDOS! ¡DEBO MATARLO POR LO QUE HIZO! - Alegó.

La IA se quedó callada ante eso, pero mi risa se hizo presente en el lugar, cosa que llamó la atención del ceresiano. Este gruño ante mi risa.

- Grrrr, ¡Er-Eres... despreciable... te ries de mi tragedia! – Se aproximó a pasos amenazadores.

-No me reía de tu tragedia, me reía de lo irónica que es la vida. - Dije una vez lo tuve cerca y este se mostró interesado. - Mi raza extermina a la tuya y días después nos extermina el mismo sujeto que nos "ayudaba" a progresar... - Solté.

-¡¿Qué dices?! -Se mostró confundido con lo que dije. - ¿Hablas de Freezer? Pero... ustedes son los que mataron a mi raza y a mi madre... - Pude notar su confusión, pero aún seguía convenciendose de que nosotros lo hicimos. - Los saiyajins acabaron con mi... con mi pueblo...Y-Yo mismo lo presencie... - Me dio una mirada atónita y luego manifestó una risa leve. Sabía de su trauma y lo que le causa, pero este tipo está desquiciado. Solo me quiere matar por ser parte de la raza que acabó con su planeta...- ¡Debo matarte! - Murmuró.

Rechine los dientes por lo último que comentó. - ¡ES QUE ACASO NO OYES MALDITO PSICÓPATA! ¡YO NO TENGO NADA QUE VER! – Grité. Este me sujetó del cuello de la sudadera, arrugó más su frente hasta no poder más. ¡¿Qué carajos quiere?! ¡¿Acaso quiere que asuma la responsabilidad de algo que ni hice?! – Yo no he hecho nada... no tengo la culpa de lo que le haya pasado a tu planeta. Me estas... culpando de algo en que ni estuve involucrado...

-Granola, será mejor que lo escuches parece que dice la verdad. – Manifestó la IA desde el suelo.

-Pero... ellos destruyen todo... - Comentó mientras miraba la IA.

-Por lo que dice: ellos también fueron víctimas de Freezer. - Convenció Automil.

Los ojos de Granola temblaron y miró al suelo, creo que está reflexionando, me dejó caer nuevamente al suelo y luego se llevó sus manos a su cabeza, mientras su respiración se agitaba. Está teniendo un episodio... Después de unos segundos de negación, se detuvo, este me miró de reojo, se levantó y empezó a desactivar el dispositivo, me alivie, ya que, al parecer se terminó convenciendo. Me levanté del suelo esperando a que me quitaran las esposas.

-¡UUAAGHH! - Un golpe de rodilla, eso fue lo que sentí de parte de él y seguido me estrelló contra el árbol detrás de mí. Cuando subí el rostro este me estaba apuntando con sus dedos listo para disparar, más que estar enojado, estaba desconcertado e incrédulo. Creí que había razonado... Apreté mi mandíbula.

-¡¿Qué esperas?! ¡DISPARA! - Exigí.

Me siento como un puto raton arrinconado por un gato. No tengo escapatoria y si la tuviera no pienso huir. Miré sus ojos y estos temblaron, estiró más su mano con intención de soltar el rayo de sus dedos, pero nada salía de ellos. Está dudando en matarme. Este gruñe levemente al notar que no puede hacer la acción.

-Si quieres matarme adelante... estoy dispuesto a morir... - Insistí, mientras me despegaba del tronco. Este alzó la mano a mi cabeza una clara señal de que no me moviera. Suspiré. - Aunque me mates no solucionaras nada, no traerá a la vida a tu gente... - Esté bajo su mano levemente y al notar eso quise seguir hablando. Tal vez con palabras entienda. - Sé lo que se siente perder todo... - Di un paso. - Así que, ¿Por qu...

Sentí que en mi mejilla recorría un líquido espeso. Es un hecho Granola me había dado un disparo de advertencia.

- ¡CIERRA LA PUTA BOCA MAL NACIDO! ¡¿QUÉ VA A SABER UN MALDITO SIMIO LO QUE SIENTO?! - Aúlla. Suspiró ante su modo defensivo de no aceptar las cosas. - ¡NO PIENSAN EN LOS DEMÁS SERES VIVOS!

-Puedo ayudarte... estas apuntando a la persona equivocada... - Expuse.

- ¡CALLATE MALDITO SIMIO O TE MATARÉ! – Amenazó. Y no pude evitar que me salieran varias venas en mi cabeza por el insulto. Ok, quise ser razonable, pero ya me harto este bastardo traumado.

- ¡HAZLO! ¡DISPARA! – Di un paso más y la mano de este tambaleó. – ¡VAMOS HAZLO! – Rugi y terminé por acercarme más a él. Granola retrocedió unos pasos al ver que estaba dispuesto a morir. - ¡HAZLO! – Bajo su mano, estaba desconcertado.

¿En serio piensa morir? Pensó el peliverde al ver la determinación del chico.

Arrugue la mirada al ver que bajo la mano, como pude con las esposas, alce nuevamente su mano. - ¡HAZLO MALDITO COBARDE! ¡VENGA A TU RAZA! ¡¿QUÉ PASA?! ME TIENES AQUÍ FRENTE A TI, SOY UN SAIYAJIN QUE MASACRO TU PUEBLO. ¡VAMOS, MATAME! – Los ojos del ceresiano se marcaron de miedo y duda. Bajo su mirada y al notar eso supe que no haría nada, pero me hirvió tanto la sangre por su cobardía que seguí insistiendo. - Puff, ya veo... eres un cobarde. - Me burlé. - Puedo ver la razón de porque tu raza pereció. ¡Eran unos malditos cobardes patéticos! Hasta creo que merecían morir. Todos eran unos... ¡UUGAAHH!

-¡¿QUÉ HICISTE? - Gritó la IA al oír el disparo de ki.

Sentí que mi estómago fue atravesado por un rayo, me desplomé al suelo y solo me quedé mirando como las hojas de los árboles danzaban con el viento. Mis pupilas temblaron y el agujero en mi estómago empezó a formar un charco carmesí debajo de mi espalda. ¡Lo hizo! ¡El hijo de puta disparo! Lo miré como pude y Granola estaba desconcertado por el disparo. Reí por su expresión como también rió de felicidad por lo que hizo.

- ¡Lo hiciste... idiota...!

Al decir eso lo devolvió a la realidad. El charco se hizo más presente como también mi vista nublada. Solo quiero descansar... Granola se acercó a pasos lentos y se arrodilló delante de mí. Él seguía desconcertado y sus labios estaban temblando, quería decir algo, pero al parecer no salía de su boca.

-Lo siento... - Logre pronunciar. - No debí presionarte... Ya puedes... irte... yo me quedaré a morir aquí... - Creo que ya no podré ir a Namek... - Ya cumpliste tu cometido... ya vengaste... a tu gente... - Le di una sonrisa leve, y este no quitaba su expresión congelada. La verdad es que esperaba más insultos o quizás una cara de satisfacción por parte de él, no una cara de lástima hacía mi persona, hasta mi orgullo se siente lastimado por morir de esta forma y él solo me mira de ese modo... Ignoré su mirada y quise ver por última vez el cielo estrellado. Faila se molestará conmigo... y quizás los muchachos ni se enteren de mi muerte... lo siento Faila morirás por mi culpa...

De pronto escucho como la esposas pesadas caen al suelo y siento mi cuerpo ser levantado. Volví de mis pensamientos para notar que Granola me estaba cargando. Se acercó a su monóculo y lo colgó en su cadera. - ¿Qu-Qué haces? - Pregunté una vez él empezó a avanzar mientras sentía como mis piernas eran arrastradas por el suelo.

-Tenemos que llevarte a una máquina de restauración. - Comunicó. Me sorprendió su comentario, pero más que decir o hacer algo me reí. Este me miró confundido. - ¿Por qué te ríes?

- ¿Estás consciente que ayudas a un saiyajin? Pensé... que me matarías, no que me ayudarías...– Declaré.

-Eres diferente a ellos... - Murmuró. - Tu... Tu eres muy extraño... no cualquiera se lanzaría a morir. – Confesó. Y yo solo seguía riéndome de ese hecho. Conozco a unos cuantos que se lanzan a morir solo porque sí.

Mientras íbamos caminando lo miré con desdén. – Granola...- Este me miró de reojo por llamarlo. – No te fíes de ese tal Elec he oído muchas cosas de él...- Reveló. Él arqueó una ceja y comentó que sabe que Elec no tiene buenos rumores. – No me refería a eso: tienes a tu enemigo más cerca de lo que crees... - Dije mientras fruncía el ceño. Él se quedó sorprendido, pero después cambió su faz a una serena.

Me parece muy rastrero de Elec matar a su madre, provocar la matanza de su gente y aparte de eso hacerlo trabajar hasta el cansancio.

Llegamos hasta su nave y de manera apresurada me introdujo en una cápsula, colocó una mascarilla en mi rostro. Una vez que me preparo, se acercó a los controles de la máquina y empezó a presionar botones. Posteriormente, la tapilla de la cápsula se selló para luego empezar a expulsar el líquido verdoso.

-Ay, ay, ay. - Chille al sentir como aquel líquido bañaba mis heridas abiertas.

No sabía que tenía esto en su nave.

-Estarás bien dentro de algunos minutos. – Logré oír. Cerré mis ojos para dejarme llevar por el sueño que tenía.

- ¿Lo llevarás con Elec? - Preguntó rápidamente Automil.

-No. - Respondió secamente el peliverde mientras miraba la cápsula desde arriba. Aquel saiyajin había caído rendido y eso lo notó Granola.

-¿Entonces qué harás con Elec? – La IA se preocupó por su usuario. - No creo que le guste saber que dejaste huir al saiyajin.

Granola no despegó la mirada de la cápsula por unos segundos y luego cruzó su mirada hacía la sala del piloto donde yacía el papel de la misión. Tomó el pedazo de papel y lo dejó sobre los controles de la nave.

-¿A qué se refería con tener a mi enemigo cerca? – El chico se mostró más interesado con lo que decía Zac que ser golpeado hasta la muerte por el hermano menor de aquel capo.

- ¿Crees que Elec sepa algo de lo que pasó en el planeta Cereal? – Dedujo la IA.

-No estoy seguro... pero algo me huele mal en este asunto... - Aclaró. - Quizás Elec me está ocultando algo que no sé.

-¿Qué harás con el saiyajin? ¿Lo entregarás a cambio de información? - Quiso adelantarse a las intenciones de su usuario.

Granola volvió la vista a la sala en donde se encuentra el saiyajin y empezó a indagar en sus pensamientos. -Mmm, lo dejaré en este lugar como estaba antes y solo fingiré que lo estoy buscando. – Responde mientras se acerca a la cápsula de Zac. – Y algo me dice que él me será de ayuda en un futuro...

-¿Por qué siento que es una mala idea? - Opinó la IA, pero luego suspiró resignada ante lo que pensaba su usuario. - Estoy contigo, Granola...


Sentía la brisa pasar por mi cara, algo me estaba tocando el rostro, doy un manotazo para quitar aquel bicho que perturba mi dulce sueño. Sin embargo, ese bicho volvió más insistente que nunca, picando una y otra vez mi rostro. Me salieron varias venas por mi cabeza, me moví a otra posición. El bicho dejó de molestar o eso creía, ya que volvió a insistir dándome en mi espalda y hombro. ¡Pero qué molesto es! Volví a alzar la mano para apartar aquel bicho y yo seguía con mis ojos cerrados no quería despertar la verdad. ¿Seguiré en esa cápsula? Ahora un movimiento muy brusco me hace abrir los ojos de golpes, pero creo que fue un error abrirlos me encontré con una horrenda cara, terminé dándole un golpe y escuche el chillido de esa cosa, retrocedí unos cuantos pasos listo para pelear. Alce la mirada lentamente y arqueó una ceja al ver el uniforme que tenía puesto, este seguía revolcándose en el suelo del dolor.

-Ay, ay, ay mi nariz. - Dijo aquel sujeto.

¿Dónde está Granola? Miré rápidamente mi estómago y la herida no estaba, al parecer me ha dejado botado acá, creo que me tenía que llevar con Elec. La verdad es que hubiese preferido que me llevará... Este planeta solo trae problemas tras problemas. Lo más seguro que debe ser un policía local de aquí. Volví a analizar aquel sujeto que seguía quejándose del dolor de su nariz. Ese uniforme... ¿Qué hace la patrulla intergaláctica aquí?

Este terminó de quejarse de su nariz y se volteó a mirarme con tapones en su nariz. Arqueé una ceja al darme cuenta de quién era.

-Por la autoridad que me concede la patrulla intergaláctica, usted queda arrestado por disturbios en este planeta y por no pagar su cuenta como debe ser. – Los tapones de su nariz provoca que haga un sonido chistoso, no aguante más y me eché a reír hasta llorar. Jaco se mostró sorprendido por mi reacción y se puso rojo del coraje. - También serás llevado a prisión por burlarte de un patrullero galáctico. - Me causó muchas risas. No puedo tomarlo en serio por su tono de voz. Este rechino los dientes.

- Perdón, perdón, es que me causa gracia que quieras actuar autoritario con esa voz. – Este se quitó los tapones al darse cuenta de eso.

-Déjate de bromas he venido a llevarte ante la justicia, criminal. - Expuso.

-¿Tu? - Me burlé. No es que lo considere patético. Jaco ha demostrado ser útil en ocasiones, pero me causa gracia que diga que me "atrapará".

-¡Yo! El gran Jaco te capturara. - Exclamó.

-Si claro... - Murmuré.

Este escuchó e hizo una pose extraña para que viera que iba en serio. -Ah, ya veo así que te resistirás. Pues tienes mala suerte porque el patrullero élite Jaco está aquí.

Ya quisieras tú...

No sabía si seguir riéndome, pero ya esto se convirtió en un problema más, el problema no es Jaco. El problema es que si evado a Jaco y lo burlo, lo más seguro es que me considere un criminal de alto rango y terminé llamando a ese sujeto... me dio escalofríos solo recordar lo que les hizo a Goku y a Vegeta. Es un hecho que si Merus viene será problemático.

No sólo una familia criminal quería mi cabeza, ahora la patrulla intergaláctica quiere llevarme por no pagar la cuenta de un bar. Esto me huele que es obra del infeliz que me trajo hasta aquí. Igualmente, tengo que lidiar con este payaso.

Él siguió con sus poses raras y una gota de agua surgió detrás de mi cabeza. Hubiese preferido que viniera Merus la verdad, hubiera sido más entretenido pelear con él.

-¡Es hora de llevarte ante la justicia, criminal! - Exclama mientras me señala con su dedo índice y tiene una mano en su cadera.

-Creo que te estás equivocando, yo no soy ningún delincuente. – Expliqué. Sé que Jaco no es mal tipo, pero quizás tonto si era. Engañarlo será algo sencillo.

-No, no puedo equivocarme. – Decía mientras sacaba un holograma en el que tenía escritura alienígena. – En el reporte dice claramente: de un chico de cabellos negros, ojos del mismo color y que tenía puesto un dogi de color rojo junto a una sudadera negra. – Más específico no pudo ser, era obvio que alguien le proporcionó la información. Este me miró y volvió a mirar el holograma estaba analizando la descripción. – Si mis deducciones no me fallan, eres el sujeto que busco.

-Mmm, cualquiera podría tener esa descripción ¿No crees? Yo solo soy un turista que le gusta dormir a la intemperie. – Bromee, dudo que se lo crea.

-Mmmm, puede que tengas algo de razón, quizás me haya equivocado de persona. – Indagaba en sus propias palabras murmuradas. ¡¿En serio?! ¡Se tomó la broma literal! Seguía murmurando hasta que finalmente me volvió a hablar. – De igual forma debo llevarte conmigo. Eres el primer sospechoso en la lista, así que, no puedo dejarte ir. – Puntualizó. Bueno por lo menos lo intente, pero no pienso ir con él, tengo cosas que hacer y quizás un universo al que salvar, no estoy para jugar al policía y al ladrón. Ya lidie con un cazarecompensas y no creo que Jaco sea un problema mucho más grande que Granola disparandome a sangre fría.

- ¡Mira! ¡¿Qué es eso?! – Señaló el cielo con asombro.

-No caeré en ese viejo truco. No funcionará conmigo. – Dijo mientras se cruzaba de brazos, pero en su cara era transparente se nota que quería voltear así que, seguí insistiendo. Exageró mis expresiones de asombro, y cayó de lleno en la trampa. Volteó rápidamente a ver lo que había. – Pero si... - No terminó la frase porque de inmediato pasé las piernas por las suyas provocando su caída, al verlo tirada decidí emprender mi camino corriendo.

Zac había huido adentrándose más en aquel frondoso bosque. Jaco se levantó del suelo adolorido y se regañó así mismo por dejarse engañar por un delincuente.

El patrullero galáctico más ofendido que nunca, por la imprudencia del delincuente, se molesto del hecho de que hubiesen atentado ante un cuerpo policial de alto rango, no debía dejar escapar el chico, debía llevarlo directamente a la prisión para que cumpliera con su sentencia.

- ¡HEY, DETENTE! ¡TE LO ORDENÓ! – Gritó el patrullero en un intento de que aquel hombre se detuviera.

Era obvio que Zac no se detendría. No quería pasar algunos meses en prisión, fácilmente podría acabar con Jaco o dejarlo inconsciente para que dejará de molestar, pero le resultaba más divertido molestarlo de ese modo. El saiyajin saltó de árbol en árbol, cosa que dejó boca abierta a Jaco. No obstante el patrullero sonrió satisfecho al ver que tendría algo de acción. Alzó su pierna derecha e hizo aparecer un jet, seguido hizo lo mismo con el otro y alzó vuelo e inicio con la persecución, pero le sorprendía la rapidez con que aquel muchacho brincaba los árboles.

- ¡DIJE QUE TE DETUVIERAS! – Ordenó Jaco una vez estuvo a unos cuantos pasos de Zac.

Zac rio levemente y aumentó su velocidad a la hora de correr al ver que Jaco lo estaba siguiendo. El saiyajin se adelantó aún más y a lo lejos visualizó unas lianas, rápidamente algo se le pasó por su cabeza y con una sonrisa malévola dibujada en su rostro tomó las lianas. Detuvo su paso y se ocultó entre la vegetación. Jaco al notar que el chico no estaba, se detuvo y descendió los pocos centímetros en que estaba flotando.

Zac lo observó como depredador a su presa. Asimismo, Zac verificó las lianas dándose la sorpresa de que eran resistentes. Sí, había usado poca fuerza con ellas, pero era suficiente para atar al patrullero galáctico.

Jaco seguía observando detenidamente el lugar, ya había lidiado con delincuentes que huían de él, pero este era algo peculiar en cuanto se habla de habilidad y agilidad física. Jaco inspeccionaba cada arbusto y no despegaba su mano del bolsillo de su arma.

-Será mejor que te entregues y ya. – Aclaró. Él seguía caminando mientras miraba su entorno detenidamente.

De pronto un sonido provino de unos arbustos alarmando a Jaco, este sonrió ante la posibilidad de que el delincuente se encontraba escondido ahí y que haya revelado su escondite torpemente. Se acercó a pasos suaves, mientras sacaba su arma, el patrullero ya tenía en sus manos al criminal, solo era cuestión de tiempo para capturarlo.

A parto los arbustos rápidamente, seguido apuntó con su arma y para su sorpresa fue encontrarse con una especie de roedor sumamente pequeño con forma de conejo, con un cuerno en su frente, alas pequeñas y pelaje amarrillo claro.

-Ah, pero si solo era un rralik. Shu, shu, shu. Vete. - Corrió al pequeño animal que disgustaba una fruta, la criatura gruñó al patrullero y este se sobresaltó ante eso, la criatura no hizo nada y solo se marchó dando brincos. - ¡Pero qué carácter! - Suspiró aliviado al ver como se marchaba la criatura.

A consecuencia de su confianza el patrullero galáctico no vio venir que aquel hombre saltara encima de este. Zac empezó a forcejear con Jaco evitando lastimarlo.

-Esp-Espera ¿Pero qué... AHKKKYYYYYAAA. – Su gritó se escuchó en aquel bosque. Zac de manera rápida lo había atado con aquella liana resistente.

-Bien, así no molestaras más. - Dijo el chico mientras sacudía sus manos.

– Grrr, ¡Esto es una alta ofensa hacía un alto mando de la patrulla galáctica! Esto será... ¡Ummmuujjj! - No dijo más nada ya que le introduje una fruta en su boca.

-Cállate, que molestas a los animales del planeta con tus parloteos. – Informó en un tono brusco. Puede ver como empezaba moverse, me causó gracia ya que, él puede escupir la fruta y ya. Después de verme reír se dio cuenta que podía quitarse la fruta escupiéndola.

- ¡Exijo que me liberes ahora mismo! – Reclamó, solo le di una sonrisa burlona. Es algo estupido pedirle a un delincuente que te liberé. - ¡Ya verás cuando salga de aquí te enviaré directamente a la prisión!

– Bueno Jaco... No vemos.

-¡Espera! ¡Espera! ¿Cómo es que sabes mi nombre? - Fue lo primero en preguntar, pero luego no le dio importancia. - Ya veo, así que, eres un fan mio. Qué te parece si me liberas y te doy un autógrafo. - Bufee de manera burlona por lo que ofrecía.

- Te lo pongo así: si te liberó me llevarás en tu nave. - Este empezó a indagar y a murmurar. - ¿Y bien?

-Eh...- Lo seguía pensando. - Mmm... ¡No! No puedo permitir que un delincuente se escape. -Alegó. - Eso pondría mi trabajo en peligro. - Murmuró para sí mismo.

-Bueno... entonces, espero te diviertas en este bosque. Dicen que hay criaturas aterradoras aquí y que su platillo principal son los patrulleros de élite. – Este tragó saliva y empezó a sudar de los nervios.

-N-No le tengo miedo... - Tartamudeo.

Me encogí de hombros y avanzaba para marcharme. - Adiós. - Levante la mano para despedirme.

-Espera, espera, espera ¡¿Me dejaras solo acá?! – Pregunto incrédulo.

Solo sonreí e hice un bufido burlón junto a un ademán de indiferencia. – Pues es lo obvio, si no hay ida en la nave, te quedaras aquí. - Este empezó a indagar y volvió a resignarse en caer en la trampa de un delincuente. - ¡Adiós Jaco! Espero disfrutes tu estadía con la fauna del bosque. – Terminé retirándome del lugar.

- ¡¡NO ME DEJEEEESSS!! ¡ESTO ES UNA FALTA DE RESPETO PARA UN PATRULLERO GALACTICO! ¡POR ESTE DELITO SERÁS LLEVADO A PRISIÓN DURANTE DOS AÑOS! – Grito a los lejos.

Si como digas Jaco, que bien por ti. Sus gritos se dejaron de oír al alejarme de la zona, eso lo de la criatura era mentira solo lo dije para molestarlo, así que creo que estará bien. La panza me rugió exigiendo algo de comida. Sigo insistiendo que hubiese preferido que Granola me llevará ante Elec. No se si fue considerado o fue obra del destino que me dejarán en este desgraciado planeta. Suspiré ante ese pensamiento, el lado positivo es que me siento mejor desde que me sacaron de esa cápsula. Quizás lo vuelva a ver en algún momento.

Este planeta debe tener algún maleficio para que los problemas me caigan como lluvia en pleno sol.

Caminé rumbo a aquel pueblo de ayer o eso pensaba, ya que me encontré con otra especie de pueblo comercial, pero este era más pequeño, de tantos delincuentes que habrá acá y solo me vienen a buscar a mí. Tengo dos teorías: esto es obra de los sujetos del bar o es obra del infeliz que me trajo aquí, todo está pasando con rapidez que ni logro solucionarlo como se debe.

¿Pero qué carajos quiere Elec de mi? Tengo entendido que ellos se dedican a la recolección de información, no creo que Elec se tome las molestias en buscar a un sujeto que no pagó por completo una cuenta en un bar de mala muerte. Algo llamó su atención... Por mi cabeza pasó el sujeto del bar que me atendió.

Maldito cantinero, le dije que le pagaría lo que le debía. Lo más seguro es que le ofreció alguna información de interés a Elec y a la policía intergaláctica le exageró los acontecimientos. Me parece muy exagerado de su parte mandarme un cazarrecompensas y a un policía intergaláctico solo porque no le pague por completo la cuenta.

Después de pensarlo bien. Dudo mucho que ese cantinero haya hecho eso.

Bueno qué importa, si son una pandilla o una clase de clan criminal le di su merecido haya él si no cumple su parte del trato con Elec. Solo debo salir de este puto lugar antes de que las cosas empeoren y vengan más sujetos a mi captura. Coloqué mi vista al frente y ya estaba en aquel pueblo pequeño o mercado, tiene más locales que hogares. Para ser un mercado pequeño, tienen más puestos de comida que el anterior en que estuve, caminé un poco más y empecé a sentir el aroma de la comida, mi estómago volvió a exigir comida. Quiero comer carne... mi imaginación empezó a torturarme con platillos deliciosos de la tierra.

Pero mis pensamientos fueron perturbados al sentir que rodearon mi brazo derecho de manera cautelosa y de pronto sentí algo suave sobre ellos, ¿Es lo que estoy pensando? Baje la mirada como pude y me encontré con la sonrisa de una mujer con aspecto animal humanoide; tiene astas como un ciervo, sus orejas eran similares a las de un lobo, y su hocico era la de un lobo hasta mostraba sus colmillos cuando sonríe, su pelaje era rosa con blanco se notaba que cuidaba muy bien su pelaje porque era sedoso y brillante como su cabello corto rosa pálido, de vestimenta: traía puesto un vestido largo, hasta su escote era revelador, desvié la mirada avergonzado y escuché la risa leve de la mujer al ver mi reacción. No había que pensarlo mucho, era una de esas cariñosas y al parecer está se interesó en mí, no se despegaba cada vez que apartaba el brazo.

-Hola. - Dijo una vez volvió a ponerse en mi brazo. - Veo que estás tenso. ¿No te gustaría pasar a tomar un trago con nosotras? - Su cola esponjosa empezó a moverse de lado a lado. - Estaríamos dispuestas a ayudarte. – Indicó aquella voluptuosa mujer de aspecto animal. Ignoré sus intentos de seducción y quise seguir mi camino, pero esta se colocó delante de mí para impedir mi ida. - ¡Vamos! Solo será un rato, cariño. - Se volvió a pegar a mi brazo, bufeo molesto por su insistencia y en cuanto vio mi rostro molesto se apartó rápidamente.

-Siempre te quieres acaparar los chicos, Glyns. – Se escuchó la voz de una mujer y de inmediato volteamos a mirarla. Ella mostró una sonrisa al ver que llamó la atención, era una mujer no tan voluptuosa como la mujer de astas. Su piel era verdosa clara, ojos grises, cabello blanco y largo hasta su cintura, su vestimenta era similar a la de la mujer lobo, pero de color negro. Ella se apartó el mechón de cabello que tenía en su rostro y lo llevó detrás de su oreja, y se aproximó a pasos suaves en nuestra dirección. De ese modo se pegó a uno de mis brazos para darme una sonrisa pícara. - Yo te daré la mejor noche de tu vida. - Aclaró, su cercanía fue aún más hasta que sentí el roce de sus senos sobre mi brazo.

-Uuy, ¡Ail! -Se irritó la pelirosa. - Siempre te quieres llevar los hombres que encuentro. - Rápidamente se apegó a mi otro brazo y empezó a dar gruñidos a la otra mujer.

-Lo siento damas, pero no estoy interesado en sus servicios. – Por los momentos no... Me solté de su agarré y me aparté un poco. Ambas hicieron un puchero y siguieron insistiendo. Ya parecía un muñequito siendo jalado de lado a lado. ¡¿No pueden recibir un no como respuesta?! Y la verdad es que ni estaba interesado, solo quiero comer y ver como carajos salgo de aquí hasta quiero iniciar con mi entrenamiento.

- ¡Vamos! Solo será un ratito. – Pide la mujer de aspecto animal, mientras acariciaba mi mejilla y bajaba la mano hasta mi pecho, sentí que seguía bajando, así que la detuve, la miré con el ceño fruncido y ella solo tenía una expresión atónita. Apreté levemente su mano y esta hizo una mueca de dolor. La solté al notar eso, no había medido la fuerza, pero no estaba de ánimos para lidiar con ellas.

-Perdoname. - Dije una vez noté su expresión de dolor y como se acariciaba la mano. - No quise lastimarte...

De pronto la chica de cabello blanco empujó literalmente a la pelirosa y se volvió con sus intentos de seducción. Me impresionó que hiciera eso, aquella mujer lobo gruñe por lo que hizo su compañera.

La peliblaco apretó más el agarre en mi brazo e incluso hizo que rodeara mi brazo por la cintura de ella, no pude evitar ponerme nervioso. Ella guiaba su mano por sus caderas y luego la posiciono en su cintura. ¡Ah! ¡Mierda! Deja de hacer eso. Mis mejillas estaban sonrojadas, ella notó eso y rápidamente miré a otro lado. ¡Ya detente! Sentí sus pechos blandos pegarse aún más a mi pecho. ¡Dios me quiero es morir! ¡Vamos Zac tranquilízate y ponte firme en esto!

-Señorita... no debería hacer eso. No tengo la edad suficiente para eso. - Reí nervioso mientras forzaba una sonrisa. Estoy tratando de ser educado, pero ellas en verdad no entienden.

– Vamos, eso no importa. – Comunicó sin rodeos mientras acaricia la mano con la que paseo por su cuerpo.

Cerró sus ojos para ponerse de puntillas, claramente quería plantarme un beso. Rápidamente me alejé de ella unos cuantos pasos, la miré de arriba abajo y seguía con mis mejillas sonrojadas hasta sentí como mi corazón no paraba de palpitar.

¿Pero qué les pasa? ¿No se da cuenta que seduce a un menor? Bueno para lo que les importa a ellas. Solo buscan sacar dinero de cualquiera que se les cruce por el camino. Aquellas mujeres empezaron una discusión en torno con quién se quedaba el pedazo de carne, o sea yo. Suspiré al ver eso y optó por marcharse del lugar.

Para no generar más problemas con mi hambre, decidí buscar las frutas que estaban entre los árboles. Di un saltó y me sostuve en una de las ramas para hacer caer algunas frutas al suelo, cuando tuve suficiente las reuní en una montaña, noté unos arbustos llenos de frutas pequeñas su apariencia es similar a las uvas lo que las diferenciaba era: su color particular eran azules clara con manchas blancas y que eran un poco más grande que las uvas comunes. Me lleve algunas a la boca y su sabor era exquisito, no se como explicar que era lo que sentía, pero me gustaba la fruta era como si hubiese una explosion de sabores dentro de mi boca. Recogí unos cuantos ramos y las llevé hasta las demás frutas.

Me senté en el suelo y tomé primeramente las frutas que recogí de los árboles, quería dejar el mejor aperitivo para el final. Di el primer mordisco y creo que caí en coma por el sabor putrefacto de la fruta.

-Duah, sabe a leche podrida. - escupo la fruta y la lancé lejos, esta cayó encima de una gran fruta amarilla sembrada al suelo, mis ojos brillaron al ver la maravilla del tamaño de la fruta y con una sonrisa me levanté a buscarla para devorarla. Su sabor era similar a la pera, pero tenía una combinación rara con piña y la verdad es que no le tomé importancia, ya que mi estómago exige comerlo. - Mmm, la verdad es que... esta buena. - Dije en voz alta mientras escupía las semillas que tenía la fruta.

Creo que fue un error agarrar esa fruta a los segundo sentí náuseas y rápidamente vomité todo lo que había comida, después de culminar con mi vomito me limpié los labios. - ¿Es que no puede haber una fruta común en este maldito planeta? - Recordé las pequeñas frutas y me senté a disgustarla, por lo menos es lo único bueno aquí. Luego de algunos minutos di un gran respiró de alivio mi estómago saiyajin estaba satisfecho. - Assh, que buena fruta.

Observé el cielo y este se encontraba aún de día, creo que comenzaré con el entrenamiento no puedo quedarme atrás. Empecé a realizar estiramientos para luego iniciar con una pelea con el aire. Estuve así durante minutos y sentí mi cuerpo arder. Pero ¿Por qué me siento así? Ni he entrenado mucho como para estar agitado. No le tomé importancia al asunto e inició mi entrenamiento para llegar al super saiyajin por completo. Canalice mi ki alrededor hasta llegar al aura dorada, ¡Vamos! ¡Vamos! Pero la disipe al sentirme tan cansado. Sé que la transformación del super saiyajin cuesta llegar, pero antes no me era tan complicado mantener el aura de esta. ¿Qué me sucede?

Mi respiración se agitó aún más y caí de rodillas al suelo, siento el cuerpo caliente. Es un hecho lo que siento en este instante es un instinto primitivo de todo ser vivo y creo saber que lo provocó... esa condenada fruta debe ser un afrodisiaco o actúa como una droga. ¿Pero qué clase de frutas hay en este planeta? Me levanté del suelo como pude y quise llegar hasta un árbol para apoyarme, pero era complicado caí al suelo boca abajo, tanto mi respiración como la temperatura de mi cuerpo subía a niveles anormales.

Necesito saciar esta necesidad, ¡Lo deseo! ¡Lo quiero! Quiero hacerlo y necesito hacerlo. Levante la cabeza e hice varios intentos por levantarme, pero no podía y mi cabeza me decía seguir mis instintos. ¡Lo deseo! ¡Quiero hacerlo! ¡Lo necesito ya! ¡Necesito saciarme! ¡Debo reproducirme! ¡¿PERO QUÉ CARAJOS PASA POR MI PUTA CABEZA?! Esto más añadido el instinto de reproducción de esta raza, quizás me están forzando a pensar cosas tontas.

Me arrastré hasta un árbol y recosté mi espalda en aquel tronco azulado, mire el cielo con dificultad y luego mis manos, estaban temblando como tampoco paraba de respirar de forma desesperada. Quiero saciar este sentimiento, necesito saciarme. Mis párpados estaban cayendo por el sueño. Y terminé cayendo en los brazos de Morfeo.


Mi cama era tan cómoda que sentía que nunca había dormido tan plácidamente, de inmediato despierto sobresaltado al sentir agua fría sobre mi cuerpo y luego se escucharon risas seguido cerraron la puerta de la habitación. Miré a todos lados sobresaltado, ¿Qué hago en mi habitación? ¿No estaba muerto? Indague en mis pensamientos, pero luego le tomé más importancia al hecho de que estaba todo empapado de agua. De seguro fue ese infeliz. La puerta se abrió levemente mostrando a los idiotas de mis amigos.

-Pero miren eso, sí la bella durmiente finalmente se despertó. - Se burló Dan.

-¿Dices que es la bella durmiente? Por qué no me dijiste antes y así terminaba despertandolo con un beso. - Se aproximó Matt con la intención de hacer la acción, pero terminó apartándolo de mi vista golpeándolo en el rostro.

-¡Deja de hacer tus estupideces! ¿Qué hacen tan temprano aquí? - Exigí una explicación.

Matt se levantó e hizo un puchero, mientras acariciaba la mejilla golpeada. - Tu mamá nos dejó entrar. ¿Se te olvidó que hoy teníamos el partido de fútbol? - Explicó Matt.

- ¿Ah? - Fue lo único que pronuncie. ¡Espera! ¿El partido de fútbol? Yo abandoné ese deporte cuando mi padre murió... ¿Por qué dice que estoy en fútbol? Y luego mi mirada se mostró desconcertada al ser tan idiota y no notar el tamaño y las edades de mis amigos.

-¿Y este que mosco le pico? - Pregunto Dan a Matt al ver mi expresión. - Matt, ¿No te pasaste con lo del beso?

- ¡¿Qué?! - Matt se cruzó de brazos. - ¿Acaso eres idiota? Tu fuiste él de la idea del balde. - Reclamó Matt a su amigo.

-¿Pero qué dices? Tu fuiste el que propuso que lo despertaramos de la mejor manera y se me ocurrió hacer eso. - Excuso el otro.

Y ahora iniciaron una discusión entre ellos. Me quedé varios segundos viendo como discutían y en mis labios se formó una sonrisa de par en par en mi cara. - Papá... - Murmuré.

-¿Eh? - Pronunciaron confundidos los dos. Brinqué de la cama y salí a correr por el pasillo de la casa.

- Definitivamente nos pasamos con el balde. - Comentó Dan al ver como Zac salía a correr de la habitación hasta vieron como el chico se cayó al suelo por intentar correr por el pasillo.

-¡Tardado! - Matt le dio un golpe en la cabeza a su amigo. - ¿No te das cuenta que nos acusara? - El chico salió a perseguir a su amigo y el pelinegro lo siguió más atrás.

Mientras que Zac, bajó los escalones de la casa con emoción hasta los saltos. Asustó a su madre quien traía encima algunas ropas.

- ¡Zaci! No corras en la casa. ¿Y porque estás empapado? - El pequeño no le respondió nada y salió a correr fuera de la casa. - Este niño no aprenderá nunca. - Refunfuño la pelinegra. Ella siguió su camino, pero de pronto otros dos se interpusieron en su andar.

-Hola de nuevo señora Miller. - Saludo el pelinegro y se marchó a seguir a Matt. - ¡Adiós!

-¿Pero qué les pasa? - Se preguntó la mujer.

Zac al salir de la casa busco a todos lados a su padre hasta que recordó la parte trasera de su casa y dio la vuelta a la casa corriendo hasta que vio a los lejos a su padre arreglando lo que parecía ser una mesa.

-¡PAPA! - Exclamó el pequeño con emoción al verlo, Zac salió a correr con lágrimas en sus ojos.

-Jo, jo, pero si es Zaci. ¿No tenías un partido... - No pudo terminar la oración porque el pequeño se abalanzó hacía él con tanta fuerza que obligó a que cayera al suelo y rodaron un poco. Zac apretó con fuerza a su padre y empezó a sollozar. - ¿Qué tienes? - Se preguntó el padre al notar como su hijo sollozaba sobre su camisa.

-Lo intente, lo intente papá. - Dijo una y otra vez. A su padre le salieron varias incógnitas ante lo dicho por su hijo.

-¿Qué intentaste, Zac? - El pequeño se dio cuenta de lo dicho y levantó la mirada limpio sus lágrimas y le dio una sonrisa a su padre.

-Nada papá. ¿Me llevarías al partido de hoy? - Preguntó apresuradamente.

-Ya me lo preguntaste ayer y te había dicho que sería el primero en la fila en tu partido. ¿Estás seguro que estas bien, Zaci? E incluso estás empapado. - Aclaró el padre mientras miraba las ropas mojadas de su hijo.

-¡Al fin! Descanso... - Pronunció Dan cayendo al suelo de rodillas después de correr tanto. - ¿No crees que está actuando raro? -Preguntó al instante mientras miraba a Matt.

-No lo sé... uff... pero no nos acusó. - Le dio más importancia a que no lo acusaran. - La verdad... uff... es que no quería que me diera problemas con mi mama... - Le dio un escalofrío al pensar en su madre.

Zac empezó a contarle a su padre lo que había pasado en aquel mundo y su padre se echaba a reír con las ocurrencias de su hijo. -Tienes una gran imaginación hijo. - Revolvió sus cabellos.

-Pero si te estoy diciendo la verdad. - Hizo un puchero molestó. El Zac adulto se había ido por completo al estar delante de su padre.

-Si, si. Te creo. - Consoló el padre mientras seguía revolviendo los cabellos de su hijo.

Por una extraña razón regresé al pasado... Investigó el niño. Sin embargo... mi padre morirá de todas formas... aun así tratare de pasar el mejor tiempo con él. Meditó y las risas surgieron hasta que los otros chicos se habían unido a la reunión, hasta que terminaron realizando un pequeño partido entre ellos.


Escuché el zumbido del viento en mi oreja y abrí los ojos levemente, parpadeó varias veces para quitar la visión borrosa, me levanté y sentí una punzada en mi cabeza. - Ay, ay, ay. ¿Dónde estoy? - Me pregunté a mi mismo una vez vi mi entorno y al parecer seguía en el mismo lugar. ¿Fue un sueño? Reí levemente ante eso y no pude evitar que una lágrima recorriera mi mejilla, fue solo un sueño, pero me alegra haberlo visto otra vez... Tengo la sensación de que esa fruta género esa ilusión, miré un ramo de aquella fruta en un arbusto y por mi mente pasó la idea de comerla, me aproxime, pero luego me detuve. - ¿En serio? Eso sería literalmente drogarte para sentir por un mísero segundo la felicidad...

Mi mano tembló ante eso... pero luego las tomé y las tiré lejos. No caeré en eso, es caer muy bajo para mi... Además, mi cuerpo se sintió débil y desagradable, odie esa sensación...

Me levanté del suelo y proseguí con el entrenamiento, quería drenar las emociones que tenía encima. Decidí ir por la transformación nuevamente. Reuní mi ki hasta obtener esa aura dorada a mi alrededor e imaginé escenarios que encendieran mi furia a más añadir la sensación de nostalgia y enojo que tenía encima, la energía fluye por todo mi cuerpo hasta que mis cabellos se levantan, abrí los ojos y noté que tenía el aura dorada y mis cabellos teñidos. - ¡Lo hice! Hahaha, ¡LO LOGRE! - Grite Al cielo.

No quiero admitirlo, pero esa fruta me ayudó mucho...