Harry Potter: Una lectura distinta, vol. 8

Por edwinguerrave

Copyright © J.K. Rowling, 1999-2008

El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como de todos los símbolos y elementos relacionados, para su adaptación cinematográfica, son propiedad de Warner Bros, 2000.

Algunos capítulos incluyen extractos de los "fan fic" 'Harry Potter y la Orden del Fénix', © "Daniela Linx", y 'Harry Potter y el Círculo Secreto', © "jesterdead".


La Frontera Final (1)

Capítulo 32: Por quien Doblan las Campanas (2)

—Por supuesto que no estaba convencida —estalló Ginny ante las risitas de los presentes más jóvenes—. ¿Se imaginan sumarle eso a todo lo que había vivido Harry? ¡No, gracias!

Explotaron las risas en la Sala, mientras Draco dejaba el pergamino en el atril.

—Padre —preguntó Scorpius con seriedad—, ¿crees que lo que lograste obtener del ministerio fue lo correcto? ¿Seis meses en prisión?

Auch —exclamó JS provocando unas risitas, rápidamente disipadas por la respuesta de Draco.

—Reconozco que merecía mucho más, incluso una prisión de por vida, pero sabía que había hecho lo correcto al dar la información que tenía. Lo correcto para mí y para mi familia, claro está.

—Kingsley siempre reconoció que tu actitud de querer colaborar fue lo que le hizo proponer la sentencia que te aplicaron —comentó Arthur—, además de tu edad. —Entiendo —confirmó Draco, a la vez que Snape veía frente a su asiento el atril con el nuevo capítulo.

Por quien doblan las campanas —dijo Snape—. Un nombre extraño para este capítulo.

—Recuerdo haber leído esa novela —comentó Rose—, es de un autor muggle llamado Ernest Hemingway, que trata sobre la muerte, el sacrificio y el amor. Es uno de los mejores libros que he leído en mi vida.

—Que no han sido pocos —intervino Hugo, provocando algunas risas, que fueron acalladas por Snape cuando repitió pausadamente:

—Muerte, sacrificio, amor.

—Tres conceptos que te acompañaron en tu vida, ¿verdad, Severus? —preguntó Dumbledore, recibiendo como respuesta un leve asentimiento del pocionista antes que comenzara a leer.

Dil, Luna, Hermione y Piotr pasaron la noche en la enfermería, mientras que el resto celebraron hasta tarde en las respectivas casas comunes por la resonante victoria. Al siguiente día, cuando Harry y Ginny se encontraron en la Sala Común de Gryffindor, dispuestos a desayunar, encontraron una nota en el tablón de anuncios de la Casa.

¡Mira, amor! ¡El domingo 2 de mayo van a homenajear a los caídos en la Batalla de Hogwarts! —exclamó Ginny, halando a Harry a ver el tablón. En ese momento entraron Hermione y Ron, junto a Lavender y Parvati, quienes corrieron a ver el alboroto en frente de la cartelera.

—Lo merecen —comentó Molly sin dudar, mirando a Fred, quien sonrió tristemente mientras sentía el abrazo de parte de George.

¡Qué bueno! —comentó Ron al ver el anuncio.

¡Es este domingo! —indicó Hermione—. En seis días. Tendremos que seleccionar que usaremos.

Pero para ese día falta mucho —indicó Ron, lo que Hermione refutó:

¿Cómo que "falta mucho"? ¡Es esta semana, Ronald!

—Tío Ron como siempre —comentó Vic—, con la percepción del tiempo alterada.

—Creo que eso fue consecuencia del incidente en el Ministerio de Magia —reconoció Ron entre las risas de los bromistas—; pude haberme recuperado de muchas de las lesiones o heridas, pero no ha habido forma de evitar esos lapsos temporales.

Bueno, pero mientras tanto, ¿qué les parece si vamos a desayunar?

Ron, eres imposible —le dijo Hermione antes de darle un sonoro beso.

Bajaron al comedor, y notaron un alboroto provocado por la noticia de la gala de homenaje a quienes perdieron su vida en la Batalla de Hogwarts. Los estudiantes de quinto y séptimo estaban preguntándose que harían ese día, que tipo de homenaje se llevaría a cabo, y sobre todo, cómo afectaría el desarrollo de los exámenes.

—Les aseguro que todas esas dudas las teníamos resueltas —comentó la directora McGonagall, recibiendo un gesto aprobatorio de parte de Dumbledore.

Luego de desayunar, y por insistencia de Dil, ella, Harry, Ginny, Ron y Hermione subieron al pasillo que comunicaba a la Sala de Menesteres, la cual logró abrir Harry, entrando a una sala similar a la que usaban en las prácticas del "Ejército de Dumbledore", con diversos artículos defensivos. Dil estaba impresionada, y preguntó:

Es decir que ustedes se reunían aquí para practicar hechizos contra las artes oscuras, ¿verdad? Para aprender de verdad.

Sí —respondió Ron, contento de regresar a esa configuración de la Sala—. También sirvió de refugio a los rebeldes que lucharon contra los mortífagos que querían dominar el colegio el año pasado.

Y también llegó a servir de depósito de un montón de cosas —comentó Ginny, recordando uno de los tantos besos que se diera con Harry, cuando escondieron el libro del Príncipe Mestizo.

—O, como comentó el profesor Dumbledore —dijo Rose—, podía convertirse en una sala con hermosos urinarios.

Estallaron algunas risas, las cuales fueron rápidamente acalladas por Snape, quien leía con cierto tono aburrido.

Sí —comentó Hermione—, pero no me asomaría a ese depósito, el fuego maldito debe estar activo aún, ahí había mucho que consumir.

¿Qué? ¿Alguno de ustedes invocó el Friendfyre? —preguntó Dil, asustada.

No, ninguno de nosotros, fue el cabezota de Crabbe —comentó Ron—. Después no pudo dominarlo y el mismo fuego lo mató.

Draco miró a Ron de forma inexpresiva, pero comentó:

—Ciertamente, no lo supo dominar. Aún lo recuerdo, era de los pocos amigos fieles que llegué a tener.

Wow —sólo pudo llegar a decir Dil. Luego de ver completamente el salón, detallando el mobiliario, la pequeña biblioteca y los artilugios antitenebrismo, le comentó a Harry—: Bueno, ¿estás listo?

Listo como tal, no, pero vamos a ver —comentó Harry, nervioso.

—Apuesto que papá lo logra —dijo JS—; papá lo ha logrado casi todo, no creo que esto se le escape.

—Yo no sé —replicó Freddie—, no es tan sencillo.

—Pues esta vez voy con mi primo Jamie —comentó Lucy, sorprendiendo al propio JS.

—Yo apoyo a Freddie —confirmó Frankie.

—¿Qué piensas tú, Rosie? —le preguntó Scorpius.

—No lo sé, Scorp —replicó Rose—, como lo dijeron los señores James y Sirius —ambos la miraron decepcionados—, no es algo que se aprende de un momento a otro. Yo he leído mucho sobre la animagia, y es una magia muy compleja que debe ser dominada a la perfección, o traerla en tus raíces. No creo que lo lograra.

—¿Puedo seguir? —reclamó Snape luego de ver como acordaban las apuestas. Unas risitas le indicaron que podía continuar la lectura.

Abramos espacio —sugirió Hermione, apartándose y haciendo que los demás formaran un círculo alrededor de Harry, quien se concentró lo mejor que pudo en ser animal, como se lo había escuchado decir a Sirius una vez. Pero al notar las miradas inquisidoras de todos, suspiró y les dijo:

Si ustedes me siguen viendo así no puedo concentrarme, denme chance.

Lo siento —musitó Ginny, y todos le dieron la espalda. En ese instante, Harry volvió a concentrarse, deseando volverse un animal. De pronto, sonó un crujido y un violento insulto, muy altisonante para reproducirlo acá. Al voltearse, Ginny dio un pequeño grito, mientras los demás se reían ruidosamente.

Harry estaba sentado en el suelo, sobándose la espalda con una mano, aparentemente luego de caer, mientras que con la otra tanteaba el suelo a su alrededor buscando sus anteojos. Al encontrarlos, y mirar a sus amigos, éstos dejaron de reírse, y entre Ginny y Ron lo ayudaron a incorporarse.

¿Y qué pasó? —preguntó Ron al halarlo.

Nada, me resbalé y caí… Parece que lo "hederitario" del ser animago es si el padre o madre nace con esa capacidad.

Sí, es probable —reflexionó Dil, mientras daba una vuelta alrededor de un maniquí de mortífago que, solitario, custodiaba la Sala de Menesteres—. No recuerdo si mi mamá me lo comentó, que papá tenía esa capacidad por herencia o por aprendizaje.

—Luego se lo pregunté —confirmó Dil mientras que los perdedores entregaban su pago a los ganadores de la apuesta—, y me confirmó que papá lo había heredado de parte de su padre, mi abuelo.

—Muchas de las habilidades mágicas se adquieren por herencia —confirmó Dumbledore—, como la habilidad de manejar la herbolaria —Neville y Frankie sonrieron—, la metamorfomagia —Tonks y Teddy asintieron en silencio— o incluso rasgos híbridos de otras razas, como la señora Delacourt-Weasley y sus hijos lo habrán comprobado.

Fleur, Vic, Dom y Louis asintieron, sonriendo levemente.

Durante la semana, se informó a los estudiantes de todos los años que, debido a que se haría el homenaje a quienes fallecieron en la Batalla de Hogwarts, todos estaban invitados y debían portar las túnicas del colegio, con sus respectivas capas, y el colegio recibiría a quienes habían combatido en su defensa: aurores, antiguos estudiantes e integrantes de la Orden del Fénix y del Ejército de Dumbledore.

Filch estuvo esa semana insoportable, intentando castigar a cualquiera que osara ensuciar cualquiera de los pasillos del colegio, especialmente aquellos recién aseados; las clases del séptimo año se habían relajado bastante, excepción hecha por los profesores Polly y Krum, quienes estuvieron realizando sesiones prácticas para reforzar las lecciones en aquellos que presentaban dificultades previas a los EXTASIS.

—Es decir, lo normal —comentó sombríamente Seamus.

—Lo que debe ocurrir —replicó la directora McGonagall con firmeza.

La visita a Hogsmeade fue adelantada para el sábado primero de mayo, lo que aprovecharon los chicos para comprar dulces en Honeydukes, y visitar La casa de los gritos, a la cual no había vuelto a ir Harry desde hacía un año, cuando Snape le entregó sus recuerdos en forma de lágrimas. Ahí, en el lugar donde murió su antiguo profesor de Pociones, a quien creía su peor enemigo y que gracias a esos recuerdos reconoció como su protector, les dijo a los chicos:

Si me piden que hable mañana, y si no me lo piden también, voy a pedir que le den un reconocimiento especial a Snape.

¿Pero por qué, Harry? —preguntó Ron, extrañado ante el cambio de actitud de su amigo—. Snape te odiaba.

Lo sé —respondió lacónicamente, mientras veía el charco de sangre seca en donde había fallecido el profesor—. Pero más que odiarme a mí, odiaba que en mí veía reflejado a mi papá, porque recuerda que te dije que Snape se había enamorado de mi mamá, y él, por las malas decisiones que tomó al entrar al colegio, había perdido su amistad. Les explico…

Aunque la voz de Snape se mantenía en su monotonía característica, ocultaba un leve dejo de orgullo que poco a poco se notaba más, lo que le permitió a Harry esbozar una sonrisa.

A continuación Harry les contó a Ron, Ginny, Hermione y Dil los diversos recuerdos que vio de Snape, cómo se había ido enamorando de Lily Evans, cómo por su amistad con los futuros mortífagos había perdido su confianza, lo que provocó a su vez que James Potter y sus amigos, los "Merodeadores", lo tomaran como blanco de burlas; como las influencias de Lucius Malfoy y los demás hicieron que se uniera a los Mortífagos, y que al enterarse gracias a la parte de la profecía que logró escuchar que Voldemort quería matar a los Potter pidió a Dumbledore su apoyo, convirtiéndose en espía, para cuando se enteró de la muerte de su amada, llorara amargamente sobre su cadáver, y se llevara una parte de la carta, donde estaba su firma, y el trozo de foto donde ella salía cuidando a Harry bebé; cómo después era encargado por Dumbledore para cuidar de Harry al entrar éste al colegio, a pesar de verlo tan parecido a James, y de cómo se enteró de la forma en que debía terminar la amenaza de Voldemort, pues al "morir" Harry, siendo el horrocrux insospechado, lo que moriría era una última parte del alma de Tom Ryddle, además de proteger a Draco al prometer asesinar al ya moribundo Dumbledore.

—Amor, sacrificio y muerte —confirmó Rose—, "por quien doblan las campanas, es por ti". Recuerdo que leí que esa frase, que es el título de la novela y de este capítulo, proviene de una "meditación" de un poeta metafísico muggle llamado John Donne. Si mi memoria no me falla —se interrumpió al oir un bufido de parte de Al—. Sí, Alburrido, a veces me falla. Decía que la meditación termina diciendo "La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca hagas la pregunta de por quién doblan las campanas: doblan por ti".

—Tiene lógica —filosofó Dumbledore—, ninguno de nosotros vive o vivió aislado, interactuamos con otros, nos integramos a un grupo social, geográfico o cultural, y la muerte de uno afecta a todos.

—Afecta de una u otra manera, ¿no? —comentó Dom—, porque no es lo mismo la muerte del tío Fred o del señor Colin que la de Bellatrix o de Voldemort.

—Exacto, exacto —confirmó Dumbledore—, pero igual hay una consecuencia.

Dil y Ginny, quienes no conocían completamente esa historia, se quedaron de piedra, mientras que Hermione, tomando la mano de Harry mientras era abrazada por Ron, le dijo:

Te apoyo, Harry; Snape pudo haber sido una persona muy odiosa, pero tenía que mantener esa imagen si quería mantenerse al lado de… Voldemort, él hizo todo lo que pudo para preparar el camino para destruirlo, él sabía que tendrías que hacerlo tú, y por eso te protegió, aunque nunca lo supiéramos.

En silencio, regresaron al castillo, y subieron a la sala común, reflexionando sobre la vida que tuvo que vivir Severus Snape para mantener vivo el legado de James y Lily Potter de manera de eliminar la amenaza real en la que se había constituido Tom Ryddle, o Lord Voldemort.

—Supiste jugar tus cartas, Snape, y eso lo reconozco —dijo James, sorprendiendo al propio lector, quien se había detenido en el movimiento de colocar el pergamino en el atril.

—Sí —confirmó Sirius—, ¿quién iba a pensar que detrás de esa máscara de imperturbabilidad se ocultaba alguien como tú?

—¿Qué esperas que te responda, Black? —replicó Snape—, hice lo que debía hacer, lo hice como se esperaba y los resultados fueron los esperados, por los que se lucharon. Que mis métodos no fueran los mismos que los de ustedes, es conversable.

—Lo que discutiría, en todo caso —comentó Lily—, es porqué tuviste que esperar a mi muerte para saber que debías cambiar y proteger a Harry, con todo lo que te recordaba a James.

—Desde el momento que cometí el error de llamarte como te llamé —respondió Snape—, sabía que había algo más grande que mi estrechez mental, pero no lo supe ver hasta que se comenzó a filtrar en el grupo de mortífagos que se había emitido la profecía y que involucraba a los Potter —James y Sirius miraron con decepción a Snape, quien los ignoró olímpicamente—, te involucraba directamente a tí, por lo que acudí al profesor Dumbledore para pedirle ayuda o consejo.

—A partir de ahí —intervino Dumbledore antes que se alborotara la Sala—, como bien se ha leído, Severus se convirtió en un miembro importante en la orden del Fénix, ayudando a la derrota final de Tom Ryddle.

Los asistentes aplaudieron levemente, a la vez que el atril con el nuevo capítulo se ubicaba delante de la profesora Sprout.


Notas al pie:

(1) Iron Maiden: "The Final Frontier" (álbum editado en 2010) © Iron Maiden Holdings

(2) Metallica (James Hetfield, Lars Ulrich, Cliff Burton): "For Whom the Bells Tolls", editado en el álbum "Ride The Lightning", de 1984 © Metallica Inc. Disponible en: watch?v=ztk1V4utYdA

Buenas tardes desde San Diego, Venezuela! Un capítulo relativamente corto, pero lleno de referencias literarias, coloquiales e incluso internas, en la cual nuestros protagonistas se enteran de la fecha del homenaje a los caídos en la batalla de Hogwarts, intentan descubrir si Harry, además de todo lo que ha hecho en su relativamente joven vida, también es animago, y reflexionan sobre lo que hizo Snape (—"el profesor Snape" —"Sí, él"...) como parte fundamental de la lucha anti-Voldie. Lo que no se queda corto, como todas las semanas, es mi agradecimiento por acompañarme domingo tras domingo en esta "aventura astral de tres generaciones y ocho libros" con sus visitas, marcas de favoritos, alertas activadas y comentarios, como siempre dejan (cuando se acuerdan, claro... jejejejeje). iBesos y bendiciones para todos!