Harry Potter: Una lectura distinta, vol. 8

Por edwinguerrave

Copyright © J.K. Rowling, 1999-2008

El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como de todos los símbolos y elementos relacionados, para su adaptación cinematográfica, son propiedad de Warner Bros, 2000.

Algunos capítulos incluyen extractos de los "fan fic" 'Harry Potter y la Orden del Fénix', © "Daniela Linx", y 'Harry Potter y el Círculo Secreto', © "jesterdead".


La Frontera Final (1)

Capítulo 36: Algo que no soy (2)

—Creo que todos nos dimos cuenta, mamá —comentó Hugo, provocando nuevas risas en la Sala, además de los aplausos que volvían a escucharse.

—Fue un gran momento —reconoció Harry—, primer campeonato y lo conseguimos invicto, gracias a Ron como guardián, a Ginny —abrazó a su esposa—, Dil y Natalie, excelentes cazadoras y Dennis y Michael, maravillosos golpeadores.

—Y al mejor buscador de la historia reciente de Gryffindor, que no se te olvide —le dijo Ginny, sonriendo.

—Bueno, sí, así dicen —concedió Harry.

—Es que fue así, Potter —confirmó la directora McGonagall.

—No dudo que hayas sido de lo mejor de Hogwarts, hijo —comentó James, a la vez que Kreacher se asomaba a la puerta de la cocina y atraía la atención de Dumbledore, quien dijo:

—Parece que ya tenemos la oportunidad de disfrutar de un merecido y seguramente delicioso almuerzo.

Todas las personas en la Sala se ubicaron en el área del comedor, en el cual disfrutaron de un almuerzo lleno de anécdotas relacionadas a los deportes, especialmente el quidditch y las celebraciones de los distintos triunfos que los presentes habían llegado a vivir. Luego de un buen rato conversando, regresaron a la Sala, y cuando ya estaban todos ubicados en sus asientos, Padma le comentó a Zacharias:

—Es tu turno, amor.

Zacharias suspiró, recibió de manos de Padma el pergamino y frunció el ceño antes de decir:

Algo que no soy —cuando percibió el murmullo creciente, aclaró—. Así es el título del capítulo, no tengo nada que ver.

—Sabemos que no, Smith —comentó Harry—, al menos nosotros.

—Que bueno saberlo —replicó Zacharias antes de comenzar a leer.

La euforia les duró a todos los Gryffindor cerca de una semana. Comenzaba a hacer cada vez más calor y nadie quería encerrarse en ningún lado. Por ello aprovechaban cualquier posibilidad en cuanto a horas libres o espacios de descanso para disfrutar de un rato al aire libre. Pero un día, luego de una extremadamente calurosa clase de repaso de Pociones, iban saliendo de las mazmorras cuando una voz, acompañada de risitas se escuchó detrás del grupo de Harry, Ron, Hermione, Dil, Alex, Neville, Seamus y Dean:

¡Ah! Sadjib… ¿Es cierto lo que dicen? ¿Reprobaste el examen de Runas Antiguas más fácil en la historia de Hogwarts? —Dil, sin voltear siquiera, contestó:

Ese, Sellers, es mi problema.

—Y les aseguro que no estaba para nada fácil —interrumpió Dil—, simplemente que la profesora no permitió usar el diccionario de runas, y el texto que me dio era imposible de leer.

Hermione le hizo señas a Rose de no estar de acuerdo, pero no quiso decirlo en voz alta.

Ah, entonces lo admites.

Si, sólo que opino que es mejor reprobar a aprobar porque adule al profe. ¿Sabes? Yo nunca caería tan bajo como tú. Tengo dignidad, a diferencia tuya —contestó Dil, comenzando a enojarse.

Tu no tienes dignidad alguna, Sadjib. Alguien que miente y se disfraza para conseguir algo, no la tiene. ¿Sabes lo que le digo a tu dignidad? Que es una farsante. Ser un fraude no puede durar mucho, y deberias saberlo.(3) Tú y tu madre son solamente un par de asquerosas inmigrantes —repuso Sellers.

Uuuuuuuuuuuhhh —se expresó el coro de bromistas, pero no hubo risas, fue más un gesto de sorpresa.

Algo se quebró en ese instante, y ni para Harry, ni para ninguno de los demás, había pasado más de un segundo cuando Dil estaba sobre Sellers, golpeándole. La tuvieron que separar de Franz, de lo contrario, no lo habría soltado.

¡Dil, déjalo, o tendrás problemas! —exclamó Hermione.

¡Se lo merece! —gritó Dil, trastornada, luchando por zafarse de Harry, que la sujetaba—. ¡Suéltame, Harry!

—Estabas realmente fuera de ti, Dil —comentó Neville con efusividad.

—Ya me había colmado, Neville —replicó la aludida—, en serio.

Un Sellers completamente pasmado se levantaba en ese momento del suelo. Miró a Dil, histérica en sus intentos por zafarse y gritó:

¡Estás loca!

¡¿Loca yo?! —gritó Dil, lanzándole un puntapié, que falló la rodilla izquierda de Sellers por muy poco.

¡Si! ¡Y bien loca!

Lograron tranquilizar a Dil, lo que llevó un montón de tiempo. Sellers seguía allí, sin saber por qué no se iba.

—Parece que estuviera esperando la segunda parte —reflexionó Molls—, o para replicarle a la señora Dil.

—O quizás había quedado atontado por el empujón que Dil le dio —dijo Ron pensativo—, recuerdo que lo que vi fue su celaje pasando delante de nosotros y estampando a Sellers contra la pared.

Una vez que Dil se hubo calmado y que la dejaron de detener, Franz musitó un vago "Eh…yo me voy ahora", a lo que Dil contestó, parándosele al frente, y señalándole amenazadoramente:

¡Ah, no! Tú no te vas a ninguna parte, Sellers, no te lo he dicho todo aún, ya me hiciste estallar.(4) Sigo pensando que eres un maldito desgraciado, igual que desde mi primer día en Humstall. En esto que te has convertido para hacer o ser, es algo que tú eres, algo que yo no soy.5 Ahora, ¡Lárgate, miserable y sucia cucaracha!

—Mamá —interrumpió Rose—, ¿tú le habías dicho a Dil que le habías dicho así al señor Malfoy?

—Creo —comentó Hermione, algo sorprendida por el comentario de su hija—, entre tantas cosas que comentamos, pude haberlo dicho.

Sellers no tuvo que escuchar la orden dos veces, salió corriendo a toda velocidad. Los chicos le preguntaron a Dil por qué se había descontrolado de esa forma, a lo que ella contestó:

Casi siete años de humillaciones no se quedan así. Más le vale que le sirva de lección, nadie insulta a mi madre. Puede que yo lo soporte, ¡pero que con mi madre no se meta!

¡Espera, Dil! —exclamó Hermione— Sellers te acusará y te expulsarán.

Yo estoy con Dil —manifestó Ron, ante la vista atenta del grupo—. ¡Hizo todo lo que quise hacerle durante todo este tiempo a Malfoy! Eh… ¿A dónde se fue Hermione?

—¿A la biblioteca? —comentó Paula con inocencia, lo que provocó risas.

—No creo, Paula —replicó Kevin.

—¿Apuestas? —saltó JS, y Ginny quiso frenarlo, pero un comentario de Lucy le hizo detenerse.

—No creo, Jamie. Es más que cantado que tía Hermione quiere evitar que castiguen a la señora Dil.

Enseguida Frankie y Freddie se alinearon con Lucy, dejando a JS con la mano estirada, lo que provocó un comentario de Violet:

—¿Necesitas algo, primo?

Luego de un estallido de carcajadas que detuvo la lectura unos segundos, Zacharias continuó leyendo.

Dicho esto, se oyó un pequeño estallido en la escalera, precedido por un embrujo: "¡Obliviate!" Se oyó la voz de Sellers, preguntando en que lugar se encontraba. Los chicos bajaron la escalera.

Un murmullo de desaprobación se escuchó entre los jóvenes, pero Zacharías no detuvo su lectura.

¿Qué hacen acá afuera, tarados? —exclamó Franz, al verlos—. ¿Qué no saben que la clase de Pociones comienza en cinco minutos?

Ya te lo expliqué, Sellers —contestó Hermione, muy tranquila—; se suspendió la clase. Debes irte a tu Sala Común ahora. ¡Ah! Y deja de molestar a Dil.

Franz volvió a salir corriendo, esta vez en dirección opuesta. Tenía una expresión de embotado, que acentuaba la normal, de antipatía para con el mundo. Dil parecía no creerlo:

¿Por qué lo hiciste? —le reclamó a Hermione, luego de sacudirse como niña en una malcriadez—. Yo le había dado una lección, y no quería que se le olvidara.

—Y me había quedado tan a gusto —comentó Dil, provocando risas—. Aunque, pensándolo bien, no le había dicho todo lo que realmente quería decirle, porque ustedes me detuvieron.

Lo siento, Dil —respondió Hermione, mientras comenzaban a caminar fuera de las mazmorras—, pero tendrá que ser para otra vez. Este es uno de los favoritos de Slughorn, además de ti misma, y no tienes ninguna necesidad de pasar el resto de tu vida limpiando frascos. Además, ¿cómo sabía lo de tu… lo tuyo?

—¿Favorito por estar en el Slug Club? —preguntó Dennis.

—Sólo por eso, creo —comentó Dil—, y por ser Slytherin.

—Recuerdo que el profesor Slughorn no discriminaba a nadie porque no fuera de su casa —comentó Harry—, sino porque no le fuera útil en ese entramado de contactos que generaba a su alrededor y que siempre le terminaba generando beneficios.

—Exactamente, Harry —ratificó Dumbledore—, el valor que veía Horace en la persona era el que pudiera brindarle contar con algunas prebendas, regalías o contactos, como bien conocimos en esta lectura.

Yo se lo conté —contestó Dil, con amargura.

¿Cómo? —exclamó Harry, quien aún se sobaba el costado, donde Dil había clavado su codo para soltarse.

Dil vió a Harry con sorpresa, pero éste sólo le asintió, sonriendo en silencio.

¡Imposible! —se sorprendió Ron.

Sí, yo… El primer día de clase, y creo que fue lo peor que he hecho en estos últimos siete años. ¿Cómo podía saber que erauno de esos que aplastan y atropellan a todos en su camino,6 que disfrutan el vender a sus amigos y apuñalarlos por la espalda…? (7)

¿Y por qué se lo contaste? —insistió Hermione.

Quería tener alguien en quien confiar, un amigo… En realidad, no tenía amigos de verdad. Los chicos de Humstall eran divertidos, y me agradaba conversar con ellos, pero no eran personas en las que confiara. Me sentía muy sola, hasta ahora… —terminó algo triste.

—En esos tiempos me sentía realmente confundida —comentó Dil—, tenía momentos en que me sentía en paz con el mundo y enseguida caía en depresiones, momentos de tristeza absoluta o en estados de ira irrefrenable, como eso que pasó con Sellers. Despúes, con el tiempo, logre estabilizarme emocionalmente y el tener a Dhissem y —en ese momento se acarició la panza— a esta buena noticia que viene en camino me ha hecho mucho bien.

¡Pero Dil, no estés triste! —exclamó Hermione, sorprendida.

Claro que nos encanta ser amigos tuyos. Eres la cuarta que le faltaba al grupo, sin despreciar a Ginny, claro —la apoyó Ron, colocando su mano en el hombro de Dil, mientras veía a su hermana acercarse.

Gracias, chicos —les dijo mientras los abrazaba. Salieron a los terrenos, a tomar aire fresco, mientras Dil, mirando a Harry sobarse el costado, le decía—: Harry, discúlpame, yo normalmente no soy así, esto fue algo que normalmente no hago, fue algo que no soy.

Tranquila, yo sé —le dijo mientras abrazaba a Ginny, quien los había alcanzado.

—Y menos mal que no me golpeaste la cara como a Sellers —comentó Harry—, que al otro día lo vimos con toda la mandíbula amoratada.

—Sí, bueno —sonrió Dil en el momento que Zacharias dejaba el pergamino en el atril—, uno de los beneficios de ser cazadora era ese, tener potencia y rapidez en el movimiento de los brazos.

—Exactamente —confirmó James, mientras Lily negaba en silencio y Tonks veía con curiosidad el atril delante de su asiento, con el nuevo pergamino.


Notas al pie:

(1) Iron Maiden: "The Final Frontier" (álbum editado en 2010) © Iron Maiden Holdings

(2) Megadeth (Dave Mustaine): "Something That I'm Not", editado en el álbum "The System has Failed", de 2004 © Megadeth. Disponible en: watch?v=gqo5I8eg2nc

(3) En el original en inglés: Being a fraud can only last so long, you should know

(4) … ya pissed me off (again)

(5) What you'd become to do or be (is clear to see for me)It's something that you are; something that I'm not

(6) To crush and run over everyone along the way…

(7) To sell out all your friends and stab them in the back..

Buenas noches desde San Diego, Venezuela! Otro domingo en el que se me complica la existencia, esta vez por compromisos laborales, por lo que apenas, en un capíytulo tan corto como el de esta semana, me queda agradecerles por estar semana a semana acompañándome en esta "aventura astral de tres generaciones y ocho libros" que poco a poco se acerca a su final... Se les quiere de aquí a Betelgeuse y mucho más allá! Saludos y bendiciones!