Harry Potter: Una lectura distinta, vol. 8
Por edwinguerrave
Copyright © J.K. Rowling, 1999-2008
El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como de todos los símbolos y elementos relacionados, para su adaptación cinematográfica, son propiedad de Warner Bros, 2000.
Algunos capítulos incluyen extractos de los "fan fic" 'Harry Potter y la Orden del Fénix', © "Daniela Linx", y 'Harry Potter y el Círculo Secreto', © "jesterdead".
La Frontera Final (1)
Capítulo 38: Héroes del Día (2)
—¡Ah! —exclamó Lilu con tono de decepción—, ¡creía que papá había sugerido los nombres de los libros!
—No, Lilu —respondió Harry, llamando a su hija, quien se había levantado de su asiento—, una de las cosas que conversamos fue esa, darle libertad a la señora Rowling para que trabajara en base a lo que le contamos.
—Pero le contaron bastante, ¿no? —preguntó Vic.
—Lo que consideramos conveniente —dijo Hermione—, recordando la restricción debida al Estatuto del Secreto.
—Por eso disfrazó la información en ese estilo novelesco —comentó Lily—, lo que le permitiría narrar los hechos sin exponer a la comunidad mágica.
—O mejor —intervino Remus—, al usar ese estilo, pudo contar todo con la confianza suficiente para que los muggles crean que nada es real o que lo que pasó simplemente es imaginación.
—También —aceptó Lily, a la vez que veía cómo el atril con el pergamino del nuevo capítulo se ubicaba delante de su asiento. Tardó un rato antes de leer el título del capítulo—: Héroes del Día
—Interesante selección de nombre para el capítulo —comentó James, mientras Snape veía con indiferencia al trío.
En esa última semana, Harry, Ron, Hermione, Dil y los demás de séptimo intentaron aprovechar las últimas horas para despedirse de todos quienes podían, fueran profesores, fantasmas y/o animales, por lo que el miércoles hicieron una extensa visita a Hagrid, quien lloró al saber que no volvería a ver tan seguido a Harry, Ron y Hermione, con quienes había adquirido fuertes lazos de amistad.
—Por supuesto —reconoció el guardabosque, quien se había sonrojado con lo que se había leído—. No es lo mismo verlos constantemente que sólo un día o dos al año. Lo bueno es que han ido llegando sus hijos y se siente como volverlos a ver, de alguna manera, aunque estoy consciente que no son ustedes, son sus hijos —aclaró al ver la mirada decepcionada de Ron—, así como ninguno de ustedes eran Arthur y Molly, o Harry no era Lily y James.
El viernes se dispusieron a asistir al banquete de cierre del año, donde se entregarían los reconocimientos por los TIMOS y EXTASIS, una idea sugerida e implementada a partir de ese año, además de la Copa de las Casas, la cual había logrado Gryffindor gracias al extraordinario desempeño del equipo de quidditch. Cuando Harry, Ron, Hermione, Dil, Ginny y el resto entraron al Gran Comedor, lo vieron resplandecer, adornado con los colores rojo y amarillo de la "casa del león", lo que les emocionó (En la Sala, se escucharon aplausos y algunos silbidos por parte de los integrantes de la casa, pero no interrumpieron por mucho tiempo a Lily). Al rato de haber entrado, estaban todos los profesores sentados en la Mesa Principal, y la profesora McGonagall se levantó de su asiento de directora, y dijo:
—Hoy terminamos el primer año de esta nueva etapa de Hogwarts, y despedimos a nuestros estudiantes de séptimo, quienes culminaron satisfactoriamente su paso por este colegio, y a los hermanos de la "Escuela Humstall de Estudios Mágicos", quienes el próximo septiembre regresarán a su castillo, ya reconstruido, gracias a los buenos oficios de la comunidad mágica —un fuerte aplauso retumbó en el comedor, especialmente de los estudiantes de Humstall—. Y deseo personalmente que su estadía entre nosotros haya sido satisfactoria para todos. Antes de entregar los reconocimientos a la excelencia académica y la Copa de las Casas, les invito a disfrutar el banquete, ¡buen provecho!
—Fue un año que difícilmente podré olvidar —comentó Dil, con tono emocionado—, poder estudiar en el colegio de magia del que siempre escuché hablar en Humstall, y además hacerlo con un grupo tan maravilloso como ustedes, es un logro realmente maravilloso.
—No lo pongo en dudas —comentó Bill.
Al sentarse, se llenaron los platos, bandejas y jarras de deliciosas preparaciones, comenzando el banquete. Ron, como siempre, intentaba comer de todo un poco, lo que provocó que Hermione, tratando de no sonar molesta, le susurrara:
—Ron, ¿por qué tienes que comer así? Pareciera que fuera tu última cena.
—Bueno —le respondió, luego de pasar un gran bocado de pastel de carne—. Tienes razón, es nuestra última cena… Aquí en el colegio —completó antes que Hermione respondiera, lo que provocó la sonrisa de Ginny.
—¿Por eso es que tú eres así, Hugo? —preguntó Lilu—, ¿que pareciera que llegaras sin comer al banquete de inicio del año?
—¡Y eso que compra de todo a la señora del carrito! —exclamó Molls, provocando risas en la Sala. Hugo esperó que se calmara el alboroto para replicar:
—No soy el único, y lo saben —mientras señalaba a los implicados, dijo—: Jamie, Freddie, Louis y hasta Dom son iguales que yo.
—A mí no me anotes en esa cuenta —replicó Dom—, que la que come como si no hubiera mañana es Lucy…
—Antes que sigan con la polémica —interrumpió Lily—, voy a seguir leyendo.
Los implicados sólo pudieron encoger los hombros, ante las risitas de los bromistas.
—Espero no decepcionarte con mis dotes culinarias —le contestó Hermione, molesta, pero Ron le dijo, tratando de calmarla:
—No lo creo, amor, he probado algunas recetas tuyas y son exquisitas… bueno, excepto la poción multijugos en segundo, y los pescados quemados del año pasado —dijo esto último en un susurro y sonriendo.
Harry también sonrió, viendo a Ginny, quien le guiñaba el ojo.
—Bueno —intervino Rose—, debo decir que mamá, cuando cocina en la casa, cocina muy rico.
—Ya lo habías dicho —replicó Hugo, aún molesto.
—Lo sé —respondió Rose, con calma.
Al terminar el banquete con los postres, del cual Harry repitió torta de melaza, su favorita, la profesora McGonagall se levantó y al hacerlo se acallaron las voces de las conversaciones de los estudiantes.
—Muy bien, luego de haber disfrutado de este maravilloso banquete, haremos la entrega de los reconocimientos académicos. Comenzaremos, por supuesto, con los de quinto año, reconociendo los puntajes más altos de los TIMOS. De Gryffindor, la señorita Marcela Sepúlveda —una chica de raíces indudablemente latinoamericanas se levantó de una de las mesas del fondo para recibir la plateada insignia de manos de McGonagall.
—¿Y ella? ¿La conocías, Hermione? —preguntó Ron, mientras señalaba a Sepúlveda, que volvía a su puesto en la mesa.
—No, y es raro. Conozco a casi todos los Gryffindor, pero nunca me la había topado.
—¿Sepúlveda? —inquirió Dil— Bueno, no es muy sociable. Además, estaba en Humstall. Dicen que mi antiguo colegio era medio clandestino, porque llegaban desde expulsados, hasta inmigrantes fugados, como yo —le echó una mirada asesina a Franz Sellers, que ni siquiera miraba hacia allá.
—No necesariamente, señora Sadjib —intervino Dumbledore, sonriendo levemente—. Humstall, aunque se considera un colegio pequeño en comparación a Hogwarts, es tan importante y valioso como éste, porque la formación que se da en él es para estudiantes que no tienen cupo garantizado en Hogwarts por diversas razones, como no tener la inscripción garantizada, haber cambiado de colegio o de residencia hacia Inglaterra, pero nunca se considere una "inmigrante fugada".
—No, por supuesto —aclaró Dil—, lo dije en el momento porque me había acordado de lo que Sellers me decía, pero no, yo me siento tan inglesa como todos aquí. Bueno —aclaró al ver a Christina levantar levemente la mano—, como casi todos.
—…Y Stephan Alexandrovich, de Slytherin —finalizó McGonagall—. Los alumnos con más altos puntajes en el ÉXTASIS, de séptimo curso son: Hermione Granger, de Gryffindor…
—¡Bien, Hermione! —exclamó Harry, en el momento que Hermione, sonrojada, se levantaba de la mesa, rodeada de aplausos.
—… el señor Jean Duboix, de Ravenclaw. La señorita Hannah Abbott, de Hufflepuff, y el señor Franz Sellers, de Slytherin. Muchas felicidades a todos, en especial a los alumnos que salen de séptimo; y espero que los alumnos que continúan aquí, den todo el esfuerzo posible para acabar bien…
—Sí —reconoció Padma con dureza—, Duboix me quitó el primer puesto por unas décimas que perdí en el examen de Runas Antiguas.
—Recuerdo eso —comentó Dil.
Harry se dio cuenta, cuando Hermione y Franz Sellers se encontraron, que hubo un cruce de palabras entre ellos, por lo que al llegar su amiga, no pudo evitar preguntarle:
—¿Qué te dijo Sellers?
—Nada importante —respondió Hermione, suspirando violentamente—. Que me tenía lástima, por sangresucia y por andar con una inmigrante.
—Es que al tal Sellers le gustaba la polémica —comentó Paula.
—Exactamente —confirmó Dil, haciendo sonreir a la niña.
Harry volteó a verlo, y al cruzar miradas le hizo un gesto, dirigiéndole una irritante mirada de superioridad a Dil, que se retorció de rabia en su asiento. Luego, ella susurró:
—Si no estuviéramos en un banquete, juro que a ese idiota le…
—Cálmate, Dil —le dijo Harry al verla resoplar—. O la fiesta va a terminar en asesinato.
—Hablo en serio, Harry. Es el ser más irritante que puedo haber tenido la desdicha de conocer.
—Y se aprovechaba de eso para amargarte el día —le dijo Ginny a Dil, a lo que la aludida sólo asintió en silencio, sonriendo levemente.
—Ya, Dil —interrumpió Hermione—. La profesora McGonagall va a hablar.
—A continuación, me queda entregar la Copa de las Casas, y para ello anunciaré los resultados finales de los puntos de las casas: En cuarto lugar, Hufflepuff, con 325 puntos —un tímido aplauso surgió de la mesa de esa casa, acompañada por las demás casas—. En tercer lugar, la casa de Slytherin, con 334 puntos.
—Vaya —exclamó Ron, mientras veían a los integrantes de esa casa cuchichear y aplaudir—. Primera vez que caen al tercer puesto, desde que estamos en Hogwarts.
—En segundo lugar, Ravenclaw, con 386 puntos —se escuchó un aplauso un poco más fuerte—. Y los ganadores de la Copa de las Casas, con 475 puntos, ¡la casa de Godric Gryffindor! —dijo emocionada, iniciando una ovación por parte de todos los presentes, exceptuando a los Slytherin.
En la Sala se oían los aplausos, con la misma proporción de como se leía, por lo que finalmente el alboroto formado por el grupo de los Gryffindor hizo detenerse a Lily por un buen rato, hasta que, después de unos tres minutos, pudo continuar leyendo.
McGonagall recibió la Copa de manos de Flitwick, para entregárselo a la profesora Polly, jefe de casa, cuando un coro surgió de un sector de la mesa de Gryffindor y fue rápidamente secundado por las tres cuartas partes del Gran Comedor:
—¡Potter! ¡Potter! ¡Potter! ¡Potter!...
—Entiendo… —McGonagall acalló la ovación levantando las manos—. Entiendo que desean que el señor Potter sea obsequiado con la Copa de las Casas de este año —al decir eso, explotó una ovación, reiniciando el grito de ¡Potter! ¡Potter! ¡Potter! más fuerte, que le costó a la directora volver a calmar—. Muy bien, dejaré que sea la profesora Polly, jefe de la casa, quien tome la decisión.
Lily se detuvo un momento para ver a la directora McGonagall, quien inclinó la cabeza en señal aprobatoria.
Los aplausos y coros de ¡Potter! ¡Potter! ¡Potter! arreciaron nuevamente, cuando la profesora McGonagall le entregó la copa a la profesora Polly, quien dijo:
—Creo que ustedes conocen mejor que yo al señor Potter, y por lo que sé, se retira con un record casi perfecto, y cuatro campeonatos de quidditch en siete años, porque en dos años se suspendió ¿cierto? —un sonoro coro proveniente de la mesa de Gryffindor confirmó esa observación de la profesora Polly (En la Sala, algunos de los Gryffindor de la generación de Harry asintieron en silencio)—. E imagino que no sólo es por ese record, sino también por las múltiples acciones a favor del colegio, y por supuesto por sus logros de hace un año, ¿verdad? —otro grito de afirmación, esta vez de gran parte del comedor, se escuchó, seguido de otro aplauso. Al calmar los aplausos, la profesora Polly dijo—: Pues, creo que no puedo sino unirme al sentimiento de todos tus compañeros de casa; Harry Potter, recibe la Copa de las Casas, comohomenaje de tus compañeros y del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
En la Sala, aunque hubo alboroto, este era protagonizado principalmente por los Gryffindor más jóvenes, por lo que Lily los dejó hacer por un minuto, antes de continuar la lectura.
Harry se levantó, nervioso, arropado por la ovación y los gritos de ¡Potter! ¡Potter! ¡Potter! ¡Potter!, y caminó hacia la mesa principal, donde recibió la Copa de manos de la profesora Polly. Al levantarla, casi todos los presentes se levantaron a darle una ovación de pie, exceptuando a los Slytherin, quienes sólo aplaudían por compromiso. Enseguida comenzó otra secuencia de gritos:
—¡Que hable! ¡Que hable! ¡Que hable! ¡Que hable!
Harry miró a la mesa de profesores, donde la profesora McGonagall sonreía por segunda vez en menos de tres meses, según recordaba, esperando su autorización. Cuando ésta, con un movimiento de cabeza, le dio la "buena pro" para hablar, Harry suspiró, miró a sus amigos de Gryffindor, y comenzó a hablar.
—Harry, hijo —preguntó Lily—, ¿lo lees?
—Sí —respondió después de meditarlo rápidamente, por lo que la Sala materializó un pergamino en sus manos. Sonrió al ver lo primero que dijo en ese momento antes de comenzar a leer, contando con Lily como narradora.
—¡Vaya! —atinó a decir, provocando otro aplauso. Al calmarse la ovación, continuó—. De verdad no me esperaba que ustedes, mis compañeros y hermanos, me dieran esta sorpresa —comentó mirando la copa. Al decir eso, alguien gritó "Te lo mereces, Harry", lo que provocó un nuevo aplauso (—Si no me equivoco, fue Dennis o Neville —aventuró Seamus, lo que Dennis confirmó haciendo una seña)—. Sí, bueno, quiero que sepan que siempre voy a tener a Hogwarts en mis recuerdos y mi corazón, no sólo por esta hermosa copa, sino también por todo lo que vivimos durante estos casi ocho años. Este colegio me trajo de regreso a mis raíces, a lo que soy, y eso no tengo cómo pagárselo, salvo decirles que estaré eternamente agradecido con todos ustedes —decir esto y comenzar otra ovación de pie fue cosa de fracciones de segundo, lo que emocionó a Harry. Al calmarse los aplausos, siguió—. De verdad, lamento tener que irme del colegio, pero sé que la vida continúa, completamos etapas, y sé que no olvidaré estos años vividos acá, como sé que no lo harán mis compañeros de séptimo. ¡Gracias… totales! —concluyó, volviendo a levantar la copa en medio de la ovación que todos, excepto los Slytherin, le daban de pie.
Todos los Gryffindor presentes en la Sala aplaudieron a Harry, comedidos los mayores, emocionados los más jóvenes. Lily abrazó a Harry por unos segundos antes de seguir leyendo.
Al moverse hacia su asiento, Harry recibió los saludos de los Gryffindor y Hufflepuff que estaban ubicados en ese pasillo, y al buscar sentarse, el de Ron, Hermione, Neville, Dil y Ginny, quien lo abrazó largamente. Cuando los aplausos se calmaron, y Harry y Ginny se sentaron, la profesora McGonagall retomó la palabra:
—El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería tendrá sus puertas abiertas para recibirlos cuando ustedes quieran regresar. De hecho, estableceremos un homenaje permanente todos los años: los días dos de mayo recibiremos a nuestros estudiantes y amigos que lucharon junto a nosotros; y personalmente espero que vengan quienes fueron nuestros héroes ese día: los señores Potter y Weasley, y la señorita Granger, y todos quienes lucharon junto a ellos y nosotros.
—Es lo mínimo que podía establecer —confirmó la directora McGonagall.
—Me parece una idea excelente, Minerva —le felicitó Dumbledore—; de esa forma mantienes latente la idea de la unidad que debemos tener en contra de las fuerzas del mal.
—Mmmm. Ya entiendo por qué esos días papá se pone tan emocional —comentó CJ.
—Exacto, CJ —confirmó Dennis, mientras recibía una leve palmada en el hombro por parte de Colin—, es el día que ganamos paz y perdimos a muchas personas importantes, entre ellas a tu tío.
Un nuevo aplauso se elevó, como confirmación de esa invitación planteada por la profesora McGonagall. Al terminar el aplauso, la directora terminó el emotivo banquete, deseando a todos buenas noches y un feliz retorno a casa.
—Realmente emotivo —confirmó Lavender, acomodándose la bufanda—. Y lo digo en serio.
—No lo pongo en dudas, Lavender —dijo Zacharias.
—De acuerdo al ritmo de lectura —se escuchó la voz de la Sala— después de los próximos dos capítulos se prevee el momento de disfrutar de la cena y cerrar la lectura por el día, pero quedarían dos capítulos más y un epílogo que quedó pendiente.
—Recuerdo que lo comentamos —intervino Rose—, o al menos la voz de la Sala nos lo comentó: "Tal como acordaron, el epílogo de este año se leerá al final del próximo libro. Por ello, les invito a disfrutar de un merecido almuerzo y de una amena conversación."
—Entiendo que la duda es la siguiente —intervino Dumbledore—, si luego de cenar completamos la lectura de los dos capítulos y el epílogo o la diferimos para mañana.
Luego de un rato de deliberación, se decidió hacer como usualmente se estaba haciendo, lo que en este caso implicaba diferir los últimos tres capítulos para la mañana siguiente. En el momento que se calmó el alboroto provocado por la decisión, se materializó el atril con el nuevo capítulo delante de Dudley, quien lo miró sorprendido.
Notas al pie:
(1) Iron Maiden: "The Final Frontier" (álbum editado en 2010) © Iron Maiden Holdings
(2) Metallica (James Hetfield; Lars Ulrich & Kirk Hammett): "Hero of the Day", editado en el álbum "Load", de 1995 © Metallica, Inc. Disponible en: watch?v=AuQn6t48DvE (versión "S&M" DVD, conciertos con la San Francisco Symphony Orchestra, dirigida por Michael Kamen, en Berkeley Community Teather, en marzo de 1992) y watch?v=-ez3QYBqb8s (versión "Cunning Stunts DVD", concierto en Fort Worth, TX, en 1.997)
Buenas noches desde San Diego, Venezuela! Se acerca peligrosamente el final de esta "aventura astral de tres generaciones y ocho libros", puesto que en este capítulo tuvimos la primera parte del banquete de fin de año, una tradición que canónicamente se había extraviado de alguna manera por diversas causas (lo del basilisco y la Cámara de los Secretos en segundo año, los acontecimientos del giratiempo en tercero, el regreso de Voldemort en cuarto, la escaramuza en el Ministerio en quinto, la batalla en la torre de Astronomía en sexto y la Batalla de Hogwarts en séptimo); una tradición que se retoma, incluyendo ahora la entrega de las calificaciones a los mejores de los exámenes TIMOS y EXTASIS (de acuerdo a esta línea temporal, importante aclararlo), y con el acuerdo de recibir año a año a todos los que lucharon para salvar al mundo mágico de gente como Voldemort y los mortífagos. Como es usual, les agradezco a todos quienes me siguen acompañando en esta aventura que poco a poco se acerca a su final, después de tres años y casi ocho meses, con sus visitas, marcas de favoritos, alertas activadas y comentarios... Saludos y bendiciones!
