Harry Potter: Una lectura distinta, vol. 8
Por edwinguerrave
Copyright © J.K. Rowling, 1999-2008
El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como de todos los símbolos y elementos relacionados, para su adaptación cinematográfica, son propiedad de Warner Bros, 2000.
Algunos capítulos incluyen extractos de los "fan fic" 'Harry Potter y la Orden del Fénix', © "Daniela Linx", y 'Harry Potter y el Círculo Secreto', © "jesterdead".
La Frontera Final (1)
Capítulo 13: El Peregrino (2)
—¡Qué hermoso! —exclamó Angelina, soltando el aire con un gran suspiro mientras dejaba el pergamino en el atril—. Creo que ese fue uno de los mejores días de mi vida, aparte de los días cuando ustedes nacieron —indicó, abrazando a Roxanne y luego a Freddie.
—Sí —confirmó George—, de verdad fue un gran día, después de tanto dolor y tanta pérdida —dijo, palmeando el hombro de Fred.
—Sí, fueron días duros —reconoció Arthur—, pero, como dije en ese momento, "mañana será un nuevo día", era momento de dar paso a lo que la vida nos tenía preparado.
—Exactamente —confirmó Molly, mientras veía el atril ubicarse delante de su asiento. Sonrió al adelantarse brevemente en la lectura, pero antes de comenzar, dijo—. Este capítulo se llama El peregrino, y creo que recuerdo como comenzó ese día.
Efectuó una pausa dramática, que provocó que algunos de los más jóvenes voltearan a verse con cierta confusión, hasta que, en un tono de voz bastante alto, comenzó a leer:
—¡A levantarse, flojos! ¡Tenemos mucho que hacer hoy!
Varios saltaron sorprendidos, lo que provocó risas y una amplia sonrisa en Molly, quien continuó leyendo divertida.
Harry gruñó, bostezó y se desperezó, buscando sus lentes para mirar la hora. Recordó que era 15 de septiembre, y ese día regresaba a Hogwarts, junto con sus amigos, a cursar su séptimo año. Luego de vestirse, bajó al comedor, donde la señora Molly ya daba órdenes a Ron, aún sin despertar por completo, y a Ginny:
—Ron, espero que ya hayas arreglado tu baúl, y hayas encerrado a Pig en su jaula, y tú también, Ginny… Ah, hola, Harry, querido, ¿tus cosas están listas? Mira que hoy se van a Hogwarts.
—Sí, señora Molly, está casi listo —dijo, sintiéndose culpable, pues más de la mitad de sus cosas del colegio estaban regadas por el cuarto de Sirius. Se sentó a la mesa, donde el desayuno invitaba a despertar los sentidos, pensando en que tendría que apurarse si quería tener todo listo antes de las diez, hora aproximada de salida hacia King's Cross.
Estallaron las risas, mientras Lily veía interesada a Harry, quien sólo respondió:
—Todos los años fue así.
—Excepto el primer año, tío Harry —intervino Rose.
—Exacto —confirmó Harry—, excepto el primer año. Ya después comenzaron todos los problemas para iniciar el año escolar.
—Sí, porque en segundo —recitó Rose— fue el año que el señor Vernon te encerró y los tíos George y Fred, con papá, te fueron a rescatar; en tercero, el incidente con la señora Marge —esta mención provocó risas y asentimientos—, que provocó que tío Harry se fugara de la casa; en cuarto, el mundial de quidditch; en quinto, el ataque de los dementores y el rescate por parte de la Orden del Fénix; en sexto fue cuando el profesor Dumbledore te buscó para convencer al profesor Slughorn para que regresara; y en séptimo, pues bueno, el escape usando la estrategia de los siete Potters.
—Lo que decía —confirmó Harry, haciendo sonreir a Rose.
En ese momento llegó Hermione, usando los polvos flu, con su baúl y la cesta de Crookshanks, quien bufaba, pugnando por salir.
—Hola, chicos —dijo mientras se sacudía las cenizas—. Ya estoy lista, ¿y ustedes? Recuerden que debemos estar en el andén antes de las once de la mañana, como siempre.
—Tranquila, amor —le respondió Ron, luego de tomar un poco de jugo de calabaza—, todo está encaminado…
—No te creo —comentó Bill, a punto de reirse—, ¿tú? ¿el hermano más desordenado que he podido tener? No creo.
Ron miró a Bill con rostro de confusión, pero Molly no le dejó replicar al continuar leyendo.
Nada más alejado de eso, pues las dos horas y medias siguientes se convirtieron en un frenesí de gritos, carreras y búsqueda de cosas. Al final, con mucho esfuerzo, Harry y Ron lograron organizar sus baúles, encerrar a las lechuzas en sus jaulas y bajar a la sala, donde los señores Weasley, Ginny y Hermione esperaban con los ceños fruncidos, aunque las dos últimas intentando esconder una sonrisa, sin mucho éxito:
—Muy bonito, menos mal que estaban listos —dijo Hermione, entre molesta y divertida por la cara de Ron, colorada por el esfuerzo.
—Dije que estaba encaminado, no listo —le recordó Ron dándole un rápido beso en la boca.
—Exactamente —confirmó Ron—, fue lo que dije en su momento.
—Vamos, pues, hoy nos prestaron otro vehículo en el Ministerio —comentó el señor Weasley, mientras ayudaba a Ginny con su baúl.
—Menos mal que tuvimos ese apoyo —reconoció Ginny—, a pesar de ser sólo nosotros cuatro los que regresábamos a Hogwarts.
—Es verdad —reconoció Hermione.
Salieron al clima extrañamente frío de ese día de septiembre, y en pocos minutos estuvieron en King's Cross, tomaron algunos carritos, montando los baúles y jaulas en ellos, y se acercaron a la barrera entre los andenes 9 y 10, pasándola con discreción para llegar al andén mágico, el 9 y ¾, donde los esperaba el Expreso de Hogwarts.
Cuando entraron al andén, se sorprendieron al ver una mayor cantidad de personas que en años anteriores, lo que hizo que Harry comentara:
—Vaya, como que hay más gente de lo normal, ¿no?
—Verdad que sí, aunque no son tantos —le pareció a Ginny, mientras se acercaban a un vagón.
—Aunque veo gente que nunca había visto, especialmente aquel grupito de allá —notó Hermione, con su característica perspicacia.
Dil, quien seguía atentamente la lectura, se estiró de pronto, sorprendida, al oir cómo se recordaban esos momentos en King's Cross.
—Oye, verdad, son gente que no había visto nunca en Hogwarts, y vean, están montando baúles en el tren… qué raro, ¿no? —comentó Harry, en el momento que un par de chicos de ese grupo fijaron sus miradas en ellos.
—¿Ustedes no tienen que ir con los prefectos? —preguntó Ginny, sacando a Harry, Ron y Hermione de sus cavilaciones.
—Cierto, nosotros tendríamos que ir al primer vagón —recordó Hermione-, porque en la carta nos lo decía, que estás ratificado como prefecto, ¿verdad, Ron? Yo debo presentarme como Premio Anual.
—Sí, es verdad —ratificó Ron, sin mucho ánimo—, nos vemos en un rato… Harry, enana, cuidado, porque aún tengo autoridad —dijo entre risas, y se alejó con Hermione, luego de despedirse de los señores Weasley, quienes se quedaron un rato más con Ginny y Harry.
—¿Y tú ejercías esa autoridad, Ronnie? —preguntó Fred, con tono serio y mirada maliciosa.
—Yo lo dudo mucho —intervino George, lo que atrajo las risas de muchos en la Sala. Ron, encogiendo los hombros, comentó:
—Sólo diré que esperemos a ver que se dice en la lectura.
—Lo sabía —le dijo Fred a George en un susurro mal contenido, que incrementó las carcajadas en la Sala.
—Cuídense, por favor —les rogó la señora Molly, mientras abrazaba a Ginny—. Me escriben cuando lleguen.
—Tranquila, mamá, no creo que pase nada malo, ¿verdad, Harry?
—Eso espero, a ver si por fin tenemos ya un año tranquilo…
—Vanas esperanzas —comentó Harry, ante la mirada sorprendida de Lily—. Creo que ningún año en Hogwarts fue tranquilo.
Se despidieron de los señores Weasley, y subieron al tren, justo cuando sonó la alerta de salida de éste. Ya adentro, mientras el tren comenzaba a moverse, encontraron varios conocidos, como Neville y Hannah ya instalados en uno de los compartimientos, conversando animadamente con Seamus, Dean y Ernie McMillan, quien al ver a Harry se levantó a estrecharle la mano, mientras le decía:
—Harry, no pensaba que fueras a regresar, gracias por volver…
—Lo normal en Ernie —comentó Hannah, mientras tomaba la mano de Neville.
—Yo también les doy las gracias, ustedes también me ayudaron.
Siguieron caminando, en otro compartimiento vieron a Lavender Brown y Parvati Patil, compañeras de Gryffindor, pero evitaron entrar, sino que más adelante encontraron un compartimiento, ocupado sólo por Luna Lovegood, quien ya estaba leyendo una edición (bastante actualizada) de The Quibbler, del revés, como era usual en ella.
—Presentí en ese momento que algo así pasaría —comentó Lavender, ganándose miradas extrañadas de varios en la Sala, peo ningún comentario.
—Hola, Luna —saludó Ginny—. ¿Podemos sentarnos contigo?
—Hola, Harry —respondió sin dejar de leer la revista—. Hola, Ginny, sí, pueden pasar.
—Nunca he podido entender como la tía Luna logra hacer eso —dijo Lilu, encogiendo los hombros ante sus hermanos—, de saber con quién está hablando sin haberlo visto.
—¡Verdad que sí! —reconoció Al.
—Es lo especial que tiene Luna —dijo Harry, a lo que el profesor Flitwick asintió y comentó con su voz aflautada:
—La señora Scamander, nuestra apreciada Luna, tiene una sensibilidad mágica muy elevada; puede reconocer a alguien sólo con su presencia, sin haberlo percibido con los sentidos biológicos.
Varios de los que conocían a la excéntrica bruja asintieron en silencio.
—Hola, Luna… ¿cómo está tu papá? Veo que volvió a publicar… —preguntó Harry al notar que la edición de The Quibbler era del mes de agosto, pues el gran titular mostraba el castillo de Hogwarts con el titular "¿Cuánto tiempo más tardarán las reparaciones? ¿Se perderán clases en Hogwarts?".
—Sí, está bien, logró que el Ministerio le compensara por los daños que hicieron los mortífagos en la casa.
—¡Qué bueno, Luna! —se alegró Ginny, sonriendo.
—Emmm, lo siento, Luna… —se intentó disculpar Harry, pero Luna lo interrumpió al bajar la revista y verlo a los ojos.
—Tú lo enfrentaste y le venciste, eso es lo que importa —y sonriendo, volvió a la revista. Harry se quedó pensativo, viendo la foto del castillo. De pronto Luna volvió a dejarse escuchar—. Ojalá haya pudín esta noche, extraño los banquetes de bienvenida. Hablando de bienvenida, ¿vieron los extraños que subieron al tren? No parecen profesores, son casi de nuestra edad…
—Verdad que sí —comentó Ginny, pensativa—. ¿Cuántos eran? ¿Cómo 30 personas? —a lo que comenzó a responder Harry:
—No sabría decirte…
—De verdad no detallé la cantidad —confirmó Harry en la Sala—, pero sí, eran como unos treinta.
Dil asintió en silencio, sonriendo levemente, lo que notó Lilu.
Justo en ese momento, una voz femenina sorprendió a Harry, Ginny y Luna:
—Disculpen… ¿podemos sentarnos con ustedes?, Todos los demás compartimientos están llenos.
—Y con esa pregunta —dijo Molly luego de suspirar—, termina este capítulo.
—Ya va, abuela —saltó Hugo, como varios de los más jóvenes—, ¿cómo que así termina el capítulo?
—Pues sí, jovencito —replicó Molly—, así termina ese capítulo.
—Pero no se preocupen —intervino Dil, sonriendo—, ya van a saber quién les preguntó eso.
Varios notaron que el atril se ubicaba delante de la butaca que Dil ocupaba.
Notas al pie:
(1) Iron Maiden: "The Final Frontier" (álbum editado en 2010) © Iron Maiden Holdings
(2) Iron Maiden (Steve Harris, Janick Gers): "The Pilgrim", editado en el álbum "A Matter of Life and Death", de 2006 © Iron Maiden Holdings. Disponible en: watch?v=wsFkzN-RrfY
Buenas tardes desd San Diego, Venezuela! Tenemos otro capítulo bastante más corto que lo usual, pero fue porque quise reflejar un poco ese último día de preparaciones para viajar a Hogwarts, con las particularidades, comentarios y ese recordatorio de que cada año ocurren cosas particulares en el regreso a clases. Lo que pasa cada semana (casi siempre los domingos), es mi permanente agradecimiento por la atención que le brindan a esta "aventura astral de tres generaciones y ocho libros", con sus visitas, sus alertas activadas, sus marcas de favoritos y sus comentarios, como los que dejaron esta semana KariPM (Así es, quise reflejar un poquito eso de "los fans" encontrándose a sus "ídolos" en la calle, y como, por supuesto, no es de agrado de Harry) y HpGw6 (No, no lo habías comentado, y gracias por tus comentarios; El por qué este volumen se llama "La Frontera Final", es por un gusto personal, aparte que quería mostrar un poco la llegada de Harry y sus amigos a ese lugar donde se supone ya hay una vida feliz y tranquila, y creo que lo comenté en el capítulo pasado o hace dos semanas)... Gracias por estar, gracias por seguir y acompañarme en esa aventura que poco a poco se acerca al final... Saludos y bendiciones!
