Capitulo 57
Apenas escucho las palabras a través del Círculo Mágico de comunicación, Sirzechs dejo abruptamente su reunión con el Consejo Demoniaco y se fue del lugar a través de un Círculo Mágico de teletransportación.
El Maou Lucifer llegó a la casa Hyodou, que en vez de estar Issei, su hermana y el resto de amigos, estaban un grupo de Ángeles Caídos, supervisados por Azazel, investigando cada rincón del lugar.
Se acerco al hombre mayor, que noto su presencia al mirarlo por el hombro.
-¿Qué paso?- Demando saber.
Azazel suspiro, sabía que Sirzechs llegaría aquí de mal humor, pero esperaba que tardara un poco más.
-Alguien ataco a los chicos. No hubo una batalla, ya que la sala esta intacta, excepto el pequeño bache- señalo con el dedo el lugar roto. -Parece que llevaron a todo el Clan Gremory a otra parte. Irina estaba con ellos-.
-¿Sabemos quien fue?- Pregunto Sirzechs.
-Un Demonio por el aura residual, uno bastante fuerte y listo. Mato a todo el equipo de seguridad sin levantar una alarma y se llevo a los chicos sin que nos diéramos cuenta-.
A pesar de la apariencia y que los líderes y miembros poderosos de la Alianza se pasaban por el lugar, Azazel no fue tan irresponsable para dejar este lugar sin supervisión. Tenía un equipo de seguridad que vigilaba los alrededores de la casa de Issei y monitoreaba por cualquier amenaza o peligro. También había uno en los lugares donde viven Sona y su sequito. También habría uno en la Academia Kuoh, pero al ser el lugar de más reunión de todos, no se le vio necesario.
El problema era que esos equipos de seguridad eran secretos. Solo los líderes de las Facciones, sus allegados, los Caballeros Dorados y los mismos miembros del equipo sabían de su existencia.
Este Demonio sin duda estaba bien informado, probablemente por uno de los espías dentro de los Ángeles Caídos.
-¿Y él que esta haciendo?- Pregunto Sirzechs, señalando a alguien en particular.
Shun estaba sentado en posición de loto, vistiendo la armadura dorada con casco. Tenía los ojos cerrados y una capa dorada de Cosmoenergía rodeaba su figura. Irradiaba un aura de tranquilidad a su alrededor, pero también de poder y autoridad, algo sorprendente considerando que solo estaba sentado.
-Si se llevaron a los chicos, los teletransportaron, y se debió usar Magia, obviamente, así que esta meditando para rastrear la magia usada y encontrarlos- respondió Azazel. -Por lo que escuche, es una cosa común de los Virgo meditar y pensar en posición de loto-.
-No es algo que esperarías de una cultura griega- comento Sirzechs.
-Por lo que se, el primer Caballero de Virgo tenía raíces hindús, y las habilidades y lecciones que desarrollo se heredaron a sus sucesores-.
Shun abrió los ojos y el aura dorada a su alrededor se desvaneció. Se puso de pie y se acerco a los dos líderes.
-¿Los encontraste?- Pregunto Sirzechs.
Shun asintió. -No están en la Tierra. Están en un espacio... extraño- hizo una mueca al no saber explicarlo bien. -Es como si estuvieran en varios lugares y en ninguno a la vez. Lo mejor sería decir que están entre nuestro mundo y el Inframundo, pero a la vez no-.
Azazel se masajeo la barbilla pensativamente. La explicación de Shun era difícil de seguir para cualquiera, pero por suerte no para él. Conocía ese espacio al que se refería.
-La Brecha Dimensional... bastardo listo- reconoció de mala gana. -Quien sea que se llevo a los chicos, se los llevo a la Brecha Dimensional. Debió usar un espacio similar al que usan los Demonios en los Rating Game-.
-¿Cómo sabes que no los teletransporto directo al espacio de la Brecha Dimensional para dejarlos morir?- Pregunto Sirzechs, ocultando bien su angustia.
-Ya se hubiera jactado de sus muertes-.
Era un buen punto.
-¿Cómo llegamos a ese lugar?- Pregunto Shun.
-Es complicado- admitió Azazel. -Si están en un espacio creado en la Brecha Dimensional, podría estar donde sea, y hasta donde sabemos, la Brecha Dimensional es un espacio infinito. Podríamos seguir el rastro de magia como lo hiciste tu, pero si este sujeto es tan listo como lo han demostrado sus acciones, deberá tener sellos que nos impidan entrar por la fuerza-.
-¿Cómo sabes que es solo un sujeto? Como todo apunta a la Facción del Viejo Satán, puede que se trate más de uno- dijo Sirzechs.
-Hasta ahora, solo hemos descubierto una presencia extraña. Además, este no es el estilo de ellos. Preferirían tender una trampa a sus enemigos y atacar en número para eliminarlos, no ir directamente hacía ellos- explico Azazel. Cambio su atención hacía Shun. -Entre tus habilidades, ¿no puedes ir tu a donde ellos están? Dudo que las defensas que tenga sirvan contra un usuario del Cosmos-.
-Con el Octavo Sentido, en teoría es posible. El problema es que tengo que saber la ubicación exacta hacía donde me dirigió, o podría aparecer en cualquier parte de la Brecha Dimensional- explico Shun. -La habilidad de viajar entre dimensiones es algo que domina más mi hermano que yo, pero puedo hacerlo, solo tomara algo de tiempo-.
Shun volvió al lugar donde antes estaba meditando y volvió a sentar en posición de loto, comenzando a buscar a los chicos por el rastro de energía mágica.
-Mientras él hace eso, deberíamos hacer lo mismo por nuestra parte- sugirió Sirzechs.
-Ya puse a Sahariel al corriente. Tu deberías hacer lo mismo con Ajuka. Entre esos dos encontraran una manera-.
Sirzechs hizo lo indiciado y no tardo en llamar a su amigo de pelo verde, que al escuchar de lo que sucedía, se puso a trabajar con el científico de los Ángeles Caídos.
Pero aun le quedaba una duda al Maou Carmesí de todo esto...
-¿Por que atacar a Rías?- Pregunto en voz alta. -Aunque los herederos de las familias Demoniacas están siendo atacados, esto no parece un ataque de la Facción del Viejo Satán, y si lo fuera, ¿por que no atacar a Sona y su sequito también? ¿Quieren eliminar primero a un grupo antes de seguir con el otro?-.
Azazel también se planteo esas dudas, para las cuales tenía dos posibles resultados.
-Tal vez estén intentando eliminar a Rías y su grupo primero al ser los más peligrosos- sugirió Azazel. -En los últimos meses, Rías acumulo muchos miembros en su nobleza. La portadora del Twilight Heal, la portadora de la Espada Sagrada Durandal, y el más destacado de todos: el Sekiryuutei. Sin contar que los miembros que ya tenía de su nobleza se han hecho más fuertes: Yuuto teniendo una espada sacro-demoniaca, Gasper empezando a controlar la Visión Prohibida de Balor, y Koneko, empezando a usar sus poderes de Nekomata-.
-Comparados a los de Sona, cuyo únicos miembros destacables de su nobleza son Saji, que tiene al Rey Dragón Vitra, y Tsubaki, los miembros de la nobleza de Rías son más particulares y más peligrosos- Sirzechs entendió el punto al que iba. -Eliminar a los brotes que están empezando a crecer antes de que se vuelvan una molestía parece una táctica que ellos harían-.
-Si. Pero tengo otra más, y la cual siento que es la más probable-.
-¿Cuál?-.
-Qué esto no es un ataque hacía Rías y su grupo específicamente, sino hacía ti-.
Sirzechs parpadeo. -¿Hacía mi? Por que...- detuvo sus palabras a último segundo. -...Supongo que tiene sentido-.
Era un Maou. Sus enemigos sabían que no podían contra él, así que atacaban a sus familiares para hacerle daño. Como Milicas siempre esta en la mansión Gremory, bajo el cuidado de cientos de guardias y sus abuelos, recurrieron a su hermana, que era más accesible en comparación.
-Pero, ¿por que no atacaron a Sona, si su intención es dañar a los Maou?-.
-Tal vez prioricen hacerte daño a ti por ser el más peligroso. O puede que... quien sea que ataco, tenga algo personal contra ti- sugirió Azazel.
Eso no ayudaba a reducir la lista. Sus acciones, durante la Guerra Civil y como Maou para mejorar el Inframundo y cambiar su sistema, lo han hecho ganarse muchos enemigos. Si esto era personal, debía sentir un gran odio para atacar a su hermana y amigos.
El problema es que no se le ocurría un nombre específico. Lo malo de la reputación y del puesto que tiene es que siempre hay gente que lo quiere muerto. Y sin nada que haga destacar al secuestrador de su hermana y amigos, no puede identificarlo.
-No te preocupes, los encontraremos- le aseguro Azazel.
-Lo se. Lo que me preocupa es como estarán cuando los encontremos-.
(Con el Clan Gremory)
Después de la gran explosión que Rokudo había ocasionado sin esfuerzo, había dejado herido o agotados a casi todos los miembros del Clan Gremory.
Issei era el único que estaba más o menos ileso, debido a que había sido inmovilizado al inicio de la batalla y su armadura que aguanto el impacto a proteger a Gasper.
Después de que Issei diera una declaración audaz de que le patearía el trasero a su enemigo, Rokudo lo miro seriamente. A diferencia del resto de sus oponentes, a Issei si parecía verlo como una amenaza, como decía el que se tomara la molestia de traer a alguien con las habilidades para contrarrestarlo a él entre todo el Clan Gremory.
-Creo que ahora es donde comienza lo interesante- murmuro el Demonio, descendiendo hasta que sus pies tocaron el suelo. -Demuéstrame lo que tienes, chico-.
-¡Como quieras!- Grito Issei, extendiendo su puño izquierdo, en donde comenzó a generar una esfera mágica de color carmesí. -¡Dragón Shoot!-.
Una gran energía de color carmesí fue disparada como un rayo de energía hacía el descendiente del Beelzebub original. Rokudo creo cinco Círculos Mágicos como defensa para protegerse.
Para sorpresa del Demonio, vio como tras unos segundos de choque, los escudos se iban rompiendo como cristal uno por uno, hasta que el último colapso y el rayo lo golpeo, empujándolo unos metros. Aunque el impacto fue directo, los escudos habían reducido el poder de impacto, provocando que, aunque lo impacto, no recibiera mucho daño.
Cuando el rayo ceso, Rokudo seguía de pie, pero tenía una mancha negra de quemadura en el pectoral de su armadura del cual salía un poco de humo. Sus pies habían dejado un líneas de arrastre en el suelo. La distancia a la que fue empujado abarco la mitad de una cancha de futbol.
-...Eso lo sentí un poco- admitió el Demonio, mirando por primera a su enemigo a los ojos. -Te regale el primer golpe para probar tu poder, y aunque mis escudos absorbieron gran parte de tu ataque, me doy cuenta que sería peligroso si recibiera uno de lleno sin defensas-.
-Si sabes lo que te conviene, nos devolverás a mi casa- dijo Issei, mostrando su cara. -Ya estoy muy ocupado como para lidiar contigo. Tenemos los Rating Game y debo practicar con Asia para la carrera de tres pies de la escuela. ¡Así que lárgate!-.
-No digas eso. ¡La diversión apenas comienza!- Una sonrisa maniaca se forma en la cara de Rokudo ante la perspectiva de, por primera vez en siglos, tener una verdadera batalla que le haga hervir la sangre. -¡Veamos si puedes mantener esas energías!-.
Issei materializo su casco y se preparo para lo que seguramente sería la pelea más difícil de toda su vida.
Una parte de él estaba aterrado ante la idea de enfrentar a un enemigo tan poderoso que dejo fuera de combate a todos sus amigos fácilmente… pero una parte de él, una que ha comenzado a surgir desde su entrenamiento con Tannin, estaba emocionado con toda la situación.
Por primera vez, podría demostrar de lo que estaba hecho. Este momento era el que necesitaba para probar que todo su entrenamiento y dedicación sirvieron de algo. Para probarse a si mismo y a los demás, que no era un inútil que necesitaba ser salvado a cada rato.
Ahora, él podría luchar sus propias batallas en lugar de que tengan que salvarlo.
Rokudo se lanzo hacía él con una velocidad asombrosa, acortando la distancia en cuestión de segundos. Issei alcanzo a cruzarse de brazos para cubrirse del golpe que le dio. El golpe libero una onda expansiva que destrozo un poco el suelo debajo de ellos.
Issei apretó los dientes ante la fuerza del impacto que hizo temblar los huesos de sus brazos, sobre todo el derecho que no era de dragón. Lanzo una patada a la cabeza de su enemigo que esquivo fácilmente y le lanzo un puñetazo al estomago que fragmento la armadura de dragón y le hizo a Issei escupir aire y saliva.
Pero el castaño aprovecho la cercanía para lanzarle un derechazo en la cara a su enemigo que, para sorpresa de Rokudo, lo aturdió levemente, el tiempo suficiente para que Issei le diera un golpe con su otra mano en el pecho que lo alejo y guardo cierta distancia entre ellos.
Rokudo vio la zona en donde el puño de Issei golpeo en su armadura, notando que dejo marcado su puño.
La sonrisa que tenía en su cara y se hacía más grande amenazaba con partirle la cara.
-¡Esto es lo que he estado esperando durante años! ¡Bailemos, Sekiryuutei!-.
[Boost, Boost, Boost, Boost, Boost]
-Haré más que bailar. ¡Te partiré la cara!- Grito Issei, tras aumentar su poder cinco veces.
Ambos volvieron a lanzarse, iniciando un feroz intercambio de puños y patadas. Cada golpe lanzado, cada puño y patada que chocaban entre ellos o impactaba en el otro, destrozaba aun más el suelo debajo de ellos hasta formar un pequeño cráter del cual se alejaron para intercambiar golpes mientras se movían a altas velocidades por el campo.
En poco tiempo, sacaron sus alas y llevaron su combate al cielo.
La rapidez de sus golpes era tal, que Rias, Akeno y Asia, que eran las únicas que estaban conscientes del grupo, apenas podían seguirles el ritmo con la vista, aunque era solo el caso de las primeras dos. La ex-monja no podía seguirle el ritmo a la lucha por su inexperiencia y poco entrenamiento en observación.
-I-Increíble. Issei-san le esta dando pelea a ese enemigo- comento Asia mientras curaba a Kiba, cuyas heridas ya comenzaban a cerrarse.
-No- negó Akeno.
-¿No?- Repitió confundida la rubia.
-Puede parecer que están igualados, y en términos de fuerzas lo están, pero Rokudo aun tiene la ventaja- explico Rías con toda su atención en la batalla de su enemigo y enamorado.
Lo que decía era cierto, ya que a pesar de que estaban más o menos iguales en fuerza, ninguno de los golpes de Issei golpeaba a Rokudo. Cada puñetazo o patada que lanzaba era bloqueado o esquivado por su enemigo, quien si a podido lograr conectarles fuertes golpes a Issei, al punto de destruir su armadura que era reparada casi al instante por Ddraig, que también se dio cuenta de la desventaja.
-[A este ritmo, solo conseguirás que te maten, compañero]- comento Ddraig solo a Issei, tras que pudiera alejarse un momento de Rokudo. -[Este sujeto tiene más técnica de combate y experiencia que tu. No desperdicia energía en sus movimientos y cada ataque que te ha conectado ha sido preciso. Ya debes tener tres o cinco costillas rotas, como mínimo]-.
-Lo se- gruño el castaño, soltando un suspiro de esfuerzo. Él mismo sabía de cuantos tenía rotos, ya que podía sentir el dolor. -Creí que la pelea sería similar a cuando enfrente a Raiser, pero los golpes de este tipo son mucho más fuertes que los de ese pollo frito-.
-[Por supuesto que lo son. Este sujeto lucho y sobrevivió a la guerra civil del Inframundo, y a diferencia de los Demonios nobles como ese Phoenix, que dependía de sus propios dones, o de aquella mujer descendiente de Leviathan que usaba una serpiente de Ophis, este sujeto es un Demonio que de verdad entreno sus habilidades y las desarrollo al máximo. Incluso Azazel con la armadura de Fafnir la tendría difícil]- dijo Ddraig. -[Este tipo no fanfarroneaba cuando dijo que era muy superior a Kokabiel. Lo hubiera podido matar si quisiera. El que sigamos luchando ahora es solo porque este desquiciado quiere pelear]-.
Eso no fue muy alentador para Issei, pero no tuvo tiempo de pensar nada más cuando Rokudo lanzo un hechizo que libero un potente trueno que Issei apenas alcanzo a esquivar por los pelos, solo para darse cuenta que el ataque era una finta cuando Rokudo apareció delante suyo y le conecto una patada que lo mando a estrellarse contra el suelo.
-¡Issei!- Grito Rías asustada al ver lo fuerte que Issei choco contra el suelo.
[Boost, Boost, Boost, Boost, Boost, Boost, Boost, Boost]
-¡DRAGON SHOOT!-.
Un rayo de energía carmesí surgió del lugar donde Issei se estrello y se disparo al cielo hacía Rokudo, quien creo una decena de Círculos Mágicos defensivos para protegerse del rayo potenciado por la energía del Boosted Gear, pero el ataque destruyo todos los escudos, aunque le dio el tiempo suficiente a Rokudo de alejarse y esquivar el ataque.
Pero demostrando que Issei aprendía de sus enemigos, había usado el rayo para estar a espaldas de su enemigo.
-¡Ten!- Lanzo un puñetazo con toda su fuerza a la cara de su enemigo.
Pero el castaño abrió los ojos dentro de su casco cuando su puño fue detenido por el brazo izquierdo de su enemigo.
El protector del antebrazo izquierdo de Rokudo exploto en pedazos tras el impacto, pero al Demonio no pareció importarle cuando tomo la muñeca de Issei con su otra mano y empezó a girar a gran velocidad, haciendo que Issei también girara con él, haciendo que soltara gritos de mareo antes de que Rokudo lo soltara y arrojara de nuevo contra el suelo.
Rías aprovecho que su enemigo estaba distraído, y usando la energía mágica que reunió, disparo un relámpago del Poder de la Destrucción. El sonido del ataque alerto a Rokudo, quien se dio media vuelta y recibió el ataque de la Gremory con una fuerte patada, desviando el relámpago al cielo, desvaneciéndose en segundos. Se pudo ver que la bota de su pie derecho fue completamente destrozado, mostrando su pie desnudo.
-¡Maldición!- Exclamo frustrada Rías. Pero esa frustración se convirtió en miedo cuando Rokudo apareció enfrente de ella de la nada.
Asia retrocedió, visiblemente muy asustada y Akeno levanto su brazo para lanzar un relámpago, pero Rokudo levanto su mano izquierda, invocando un Círculo Mágico más rápido que ella y lanzándole un ataque de magia que golpeo y mando a volar a la mitad Caída, antes de chocar contra el suelo.
Rías quiso gritar por su amiga y acudir en su ayuda, pero no pudo porque Rokudo la miraba fijamente, con un aura de muerte a su alrededor que la asustaba. Todos sus instintos decían que si se movía, estaría muerta.
-Escúchame bien, mocosa Gremory- hablo Rokudo con gran seriedad. -Te voy a matar a su debido tiempo, pero no dejaré que interrumpas esta batalla. La próxima vez que intentes algo así, mataré a uno de tus siervos delante de tus ojos- amenazo cruelmente.
La punta de una espada se dirigió a los ojos de Rokudo por detrás de Rías, pero el Demonio detuvo la espada al poner un dedo sobre la punta de la espada.
-No te acerques a la Presidenta- gruño Xenovia ya despierta, empujando a Durandal con todas las fuerzas que tenía, pero no se movía. Es como si intentara atravesar un muro inamovible.
Rokudo miro a Xenovia de manera aburrida, pero el estallido a varios metros detrás de él fue lo que si llamo su atención.
-¡Aléjate de ellas!- Grito Issei, propulsándose con los cohetes de su armadura ubicados en su espalda para acortar la distancia y acercarse al desgraciado. La gema de su guantelete brillaba repetidamente.
[Boost, Boost, Boost, Boost, Boost, Boost, Boost, Boost, Boost, Boost]-.
-¡Ahora, Ddraig!- Grito Issei, viendo como Rokudo se alejaba de Rías y las demás y venía hacía él.
[¡Transfer!]
Justo cuando iban a colisionar, toda la energía reunida se dirigió al brazo izquierdo de Issei, que se envolvió en una capa carmesí. Sobre la capa carmesí, también surgió una capa de energía sagrada.
Rokudo detecto esa última energía, por lo que cambio el ritmo de su movimiento: en vez de golpear a Issei, su puño pasaría de largo para proteger su cuerpo mientras invocaba un Círculo Mágico que cubrió todo su cuerpo.
Con un grito, el puño de Issei se estallo contra el Círculo Mágico, destruyéndolo fácilmente y golpeando su cuerpo, que por la posición al girarlo, golpeo su hombro derecho. Se escucho el horrible ruido de los huesos destrozarse al mismo tiempo que Rokudo era mandado a volar varios metros.
El Demonio saco sus alas y se recupero en el aire con un par de giros. Por primera vez, Issei vio una mueca de dolor en el rostro de Rokudo y lo veía agarrarse su hombro derecho con su mano izquierda.
-Aumentaste tu poder 10 veces y lo pusiste todo en tu golpe. Esperaste a transferirlo a tu puño a último segundo para que no pudiera esquivarlo o protegerme. Muy listo. ¿Pero como hiciste lo de la energía sagrada?- Pregunto Rokudo.
-Con un regalo de Michael-sama- respondió Issei.
Los ojos de Rokudo brillaron en reconocimiento. -Ascalon. Cierto. Es una espada cuya característica especial es la de Asesino de Dragones, pero sigue siendo una Espada Sagrada. Aunque no sea tan poderosa como las Excalibur o Durandal, al aumentar su poder sagrado con el Boosted Gear, lo hiciste lo suficientemente poderoso para dañar incluso a un Demonio de Clase Suprema. Ese golpe me destrozo el hombro derecho y todo el brazo. Hubiera sido fatal recibirlo directo en mi cuerpo-.
-Seiya-sensei menciono que si combino el poder de la Boosted Gear con el poder de Ascalon, sería capaz de hacerle mucho daño y derrotar a muchos Demonios y hasta Dragones. Gracias por ayudarme a poner en práctica la teoría, desgraciado-.
-Veo que has tenido una buena guía para tu potencial. Todos la han tenido. Me estoy divirtiendo más de lo que imagine en un principio, sobre todo contigo, Sekiryuutei-.
Un pequeño Círculo Mágico apareció delante de Rokudo, del cual salió un pequeño frasco con tapa naranja.
-Una Lágrima de Fénix- reconoció Rías el frasco, viendo como Rokudo usaba la lágrima para curar su brazo roto. -No debería sorprenderme que también tuviera una-.
-Demonios. No le hemos podido hacer ningún daño real en todo el combate, y ya siento que me estoy cansando- murmuro Issei con fastidio.
-[A este ritmo, compañero, tendré que transformar gran parte de tu cuerpo en dragón para que tengas el poder necesario para tener una oportunidad, y ni aun así garantizaría la victoria]- dijo Ddraig.
-Con tantos cambios por los que estoy pasando, no suena tan mal en este punto, pero guárdalo como último recurso-.
Issei apenas tuvo tiempo de cruzar sus brazos en X sobre su pecho, por el enorme golpe que su oponente le dio, saliendo rodando hacía atrás. Se recupero tras unos giros en el suelo y saco sus alas de dragón, extendiendo el vuelo.
Rokudo lo siguió y continuaron luchando en el aire.
-Tenemos que ayudar a Issei- dijo Rías, tras ver el baile de golpes entre Issei y Rokudo se reanudaba. -Él es el único de nosotros que puede pelear contra Rokudo, pero a este ritmo, perderá-.
-¿Pero como lo hacemos?- Pregunto Akeno, siendo atendida por Asia tras ser golpeada por Rokudo. -Ese sujeto es demasiado poderoso, y lo peor, es que no creo que este usando toda su fuerza aun-.
-Creo que puedo hacerlo- dijo Xenovia, apoyando su cuerpo en su espada. -Si lo golpeo con Durandal, eso debería acabarlo, o dejarlo lo suficientemente lastimado para que Issei pueda derrotarlo, ¿no?-.
-El problema es dar ese golpe. Y tendría que ser uno muy poderoso para que lo dañe a tal punto- dijo Rías.
-Y-Yo puedo hacerlo-.
Todos vieron hacía Gasper, que había despertado del coma y se levantaba.
-Puedo usar mi Sacred Gear para detenerlo en el tiempo, al menos lo suficiente para que Xenovia-senpai pueda golpearlo- dijo el Dhampiro.
-¿Puedes hacerlo sin que nos afecte a todos?- Pregunto Xenovia con duda.
-S-Si. Fue parte del entrenamiento de Azazel-sensei y Seiya-sensei. Aun me falta algo de práctica, pero creo poder hacerlo-.
-Bien- asintió Rías, ya con un plan en mente. -Xenovia, carga toda la energía sagrada que puedas en Durandal. Gasper, cuando te de la orden, usa tu poder para detener a Rokudo. Akeno y yo los protegeremos-.
-¡Si!- Gritaron los dos siervos.
Xenovia cerró los ojos y concentro toda la energía de Durandal en el filo de su espada. Recordó el consejo de su eminencia Strada. No luchar con la energía o intentar controlarla, sino dejar que fluya, como la sangre en sus venas o el agua de un rio. Que Durandal y ella eran similares.
-Por favor, Durandal. Se que soy una cabeza dura que no piensa mucho; pero préstame tu poder para derrotar a este Demonio. Por la Presidenta y mis amigos. Por este nuevo camino en mi vida que elegí- le suplico a su espada.
La espada comenzó a brillar, generando un brillo sagrado que comenzó a cubrir lentamente la hoja.
Issei lanzo un puñetazo a Rokudo que esquivo y él le dio un golpe en el estomago que lo hizo escupir saliva y sangre, para que después le de una patada en la mandíbula que lo lanzo hacía arriba. El Demonio no lo dejo ascender mucho, ya que lo tomo de una de las alas y lo tiro hacía abajo.
Antes de estrellarse contra el suelo, Issei pudo detener su caída, y al ver como su enemigo caía en picada hacía él, se hizo a un lado, dejándolo pasar de largo. Rokudo extendió sus alas para frenar su caída lo suficiente para volver ascender.
-¿Ese es todo tu poder, Sekiryuutei? ¡Se que puedes hacer más!- Grito Rokudo, extendiendo su brazo izquierdo.
Muchos Círculos Mágicos se manifestaron alrededor de Issei, rodeándolo. Rokudo cerró su puño, y de los círculos se lanzaron diferentes hechizos ofensivos al mismo tiempo, todos impactaron en Issei.
El grito del castaño fue bastante audible por todo el lugar, aun con el sonido de la explosión. Una gran cantidad de humo se formo en donde Issei estaba, hasta ver como algo caía del humo hacía el suelo.
-¡Issei!- Grito Rías, perdiendo la compostura.
-¡Issei-san!- Grito Asia asustada.
Akeno creo un Círculo Mágico en la dirección de donde caía Issei, sirviendo como plataforma para atraparlo y acercarlo hacía ellas. Al verlo, todas vieron que tenía quemaduras en varias partes de su cuerpo, y otras más estaban con moretones visibles y la sangre era clara.
Asia se apresuro para curar al chico que le gustaba, pero a este punto, tras curar a tantas personas, ella estaba agotada y en su limite. Pero a la ex-monja no le importo. Su única preocupación en este momento era curar al hombre que había hecho tanto por ella.
-Que decepcionante- el descendiente del Beelzebub original se puso sobre ellos en el aire, de brazos cruzados. -Esperaba que durara un poco más, pero supongo que eso es todo lo que puede hacer. Fue más divertido de lo que pensé, pero es hora de terminar- sentenció. -¿Hm?-.
Tan concentrado había estado luchando contra Issei, que recién ahora notaba a Xenovia y la energía sagrada que concentraba de su espada.
Rías vio que él se dio cuenta de Xenovia, así que era ahora o nunca. -¡Gasper!-.
-¡SI!- Los ojos del travesti brillaron y su Sacred Gear se puso en funcionamiento. -¡Ya no seré un cobarde!-.
Haciendo uso de su entrenamiento y todo su valor, se enfoco en Rokudo y solo en Rokudo. El Demonio enemigo fue cubierto por una capa de energía violeta que lo dejo congelado en el aire.
-¡Xenovia!- Grito Rías.
Los ojos de la peliazul se abrieron con un brillo de determinación. Con un grito, levanto su espada con ambas manos sobre su cabeza. Una hoja gigante de pura energía sagrada salió de la espada al cielo. Su tamaño era equiparable a un rascacielos.
-¡DURANDAL!-.
Xenovia descendió su espada en un movimiento de corte. La hoja gigante de energía siguió la acción, descendiendo en dirección lineal, golpeando a Rokudo y llevándolo consigo hasta estrellarlo en el suelo.
Una explosión de energía resulto tras el choque, donde se elevo un pilar de luz por unos segundos hasta desvanecerse.
Xenovia respiro de manera agitada y cayo al suelo, Durandal se desvaneció de sus manos. Canalizar toda esa energía y liberarla había agotado lo último de sus fuerzas. Termino por caer inconsciente, siendo atrapada por Gasper.
-Eso fue excepcional, Xenovia- elogió Rías a su segunda Torre.
-¿Habrá muerto con eso?- Pregunto Gasper, temeroso que su enemigo hubiera sobrevivido.
-No importa que tan fuerte sea, sigue siendo un Demonio. Ningún Demonio sobreviviría a un ataque de Energía Sagrada como ese sin poder defenderse- dijo Rías, segura de sus palabras. -Pero no esta de más revisar el cuerpo-.
Se puso de pie, dispuesta a acercarse al lugar del impacto para asegurarse que su enemigo hubiera muerto, o en el caso de haber sobrevivido, rematarlo.
Pero cualquier pensamiento de victoria se esfumo pronto de su mente cuando vio salir una fuerte aura verdosa oscura de donde se supone se estrello Rokudo. Segundos después, escucharon un grito, más similar al rugido de un animal y vieron la figura de Rokudo alzar vuelo desde el suelo al aire. La energía verdosa oscura lo cubría por completo y estaba acompañada de leves destellos negros. Ondas expansivas se liberaban solo con el rugido del Demonio. La presión en el aire era tanta que Rías, Akeno, Gasper y Asia no podían mantenerse de pie. Asia ya ni siquiera pudo seguir curando a Issei por la presión que Rokudo liberaba.
-¿Qué esta haciendo?- Pregunto Rías, respirando entrecortadamente, ya que incluso el aire era muy pesado.
Tras unos segundos de presión agónica para el Clan Gremory, el aura que cubría a Rokudo se esfumo y la presión se redujo un poco, pero aun era asfixiante para todos, sobre todo para Asia y Gasper, que eran los más débiles físicamente de todos.
Rokudo descendió al suelo frente a Rías, a unos metros de distancia. Eso le permitió a todos ver que ahora, el hombre estaba cambiado.
La piel del Demonio era completamente negra y parecía endurecida, como si fuera metal. Sus ojos se tornaron puramente rojos con pupilas negras. En sus manos y pies ahora habían garras y de sus codos salían cuernos afilados que apuntaban hacía atrás. En su espalda, aparte de sus dos alas de Demonio, también habían cuatro patas de araña que se veía eran bastante filosas desde las puntas y de la parte baja de su espalda salía una larga cola de escorpión.
Aparte de su nueva y monstruosa apariencia, los jóvenes también notaron la gran herida de corte que pasaba por todo su pecho. Claramente era la herida que Xenovia le dejo con su ataque. Para horror todos, vieron como la herida se cerraba.
-Son buenos...- la voz de Rokudo se escucho más gruesa, asustando desde lo más fondo a los jóvenes. -Los subestime a ustedes, sobre todo al Alfil con la Visión Prohibida de Balor. No creí que pudiera congelarme, aunque fuera unos segundos. Si no hubiera despertado un segundo antes que esa espada me golpeara, estaría muerto. Mis felicitaciones por la calidad de tus siervos, mocosa Gremory-.
-Tú... ¿qué te paso?- Pregunto Rías, tragando saliva con miedo y tropezando un poco con sus palabras.
-¿No te gusta mi apariencia?- Pregunto Rokudo con una sonrisa sádica, disfrutando de miedo que infundía en ellos. -Es el resultado de todo mi entrenamiento hasta ahora. Esta forma manifiesta todo el poder y potencial de mi sangre y talento como descendiente de Beelzebub. Mi hermano y el resto de herederos son unos estúpidos. Al jactarse mucho de su sangre y talento natural, diciendo que el esfuerzo y entrenamiento son para los débiles, y eso fue lo que los derroto en la guerra civil. Me sorprende que aun tengan el orgullo suficiente para presumir y actuar pretenciosos, cuando fueron ellos los que fueron a rogarle a Ophis parte de su poder-.
Soltó una risa sin humor.
-La Facción del Viejo Maou esta destinada a caer por sus estúpidos ideales de la sangre pura. A diferencia de esos idiotas de miradas estrechas, yo me dedique a entrenar y a aprender las capacidades de mi talento y sangre. Hasta el mocoso de Vali entiende que la sangre y el talento natural no sirven de nada si no se nutren para obtener más poder- en su palma se manifestó un poco de aura verdosa. -Y tras tantos siglos de entrenamiento e investigación, esta forma es el resultado. El poder de la sangre de uno de los Maou originales en su máximo esplendor. ¡Soy incluso más fuerte que mi antepasado!- Libero un poco de su aura, destruyendo todo el suelo bajo sus pies.
Rías se encontró abrumada y asustada ante todo ese poder que Rokudo liberaba. Pero sus palabras también despertaron algo de curiosidad en ella. Si lograba entrenar tanto como él lo hizo, enfocándose en ser más fuerte y llevando sus talentos naturales al límite... ¿podría lograr ese nivel de poder?
Tal vez ya nunca lo descubra.
-Como recompensa por haberme entretenido y haberme obligado a usar esta forma, los mataré a todos rápidamente. Empecemos por la perra que me hizo ese corte- sus ojos rojos se enfocaron en la inconsciente Xenovia.
Rías intento ponerse de pie para evitarlo, pero Rokudo solo debió mirarla fijamente para lanzar una onda de choque que la golpeo y la hizo caer al suelo, sacándole algo de sangre en el rostro.
-Sabía que no eras tan fuerte como tu hermano, pero creí que darías más pelea. Supongo que en tu familia se salto el poder en tu caso- dijo Rokudo con despreció, humillándola aun más.
-Oye...- Rokudo miro adelante, viendo a Issei tratando de levantarse. -No le digas esas cosas a la Presidenta, maldito...-.
-¿Ya despertaste?- Pregunto Rokudo. -Mejor quédate en el suelo. Aunque te levantes e invoques tu armadura, no cambiara nada. Para un Demonio de Clase alta eres fuerte, pero comparado conmigo, eres muy débil-.
-Si... tienes razón, soy muy débil- concordó Issei, para sorpresa de Beelzebub. -Soy muy débil. Por eso siempre tengo que depender de otros y fracaso cuando más es necesario-.
A su mente, vinieron recuerdos de ciertos momentos claves. Momentos en donde necesito ser fuerte, pero fue débil.
Cuando Asia murió por la extracción de su Sacred Gear.
Durante el Rating Game contra Raiser, donde todos sus amigos cayeron uno por uno.
Cuando la Presidenta tuvo que rendirse para evitar que Raiser lo matara a golpes.
Cuando Kokabiel los amenazo a todos y fue Kiki quien lo enfrento, salvando a todos junto a Seiya.
Incluso, en la reunión de los líderes de las Facciones, aunque ayudo a salvar a Gasper y Koneko, cuando Vali, su rival destinado, quiso enfrentarlo, fue Seiya quien lo encaro, mientras él solo pudo observar.
En todos esos momentos, todas esas luchas que debieron ser suyas para ganarlas, necesito de alguien más que peleara por él o termino derrotado.
Pero ya estaba harto.
-Si lo sabes, ¿por que levantarte?- Pregunto Rokudo, interesado a donde iría esta conversación.
Issei coloco una palma contra el suelo. -Por que muchas personas me han ayudado para ser fuerte- por su mente pasaron los rostros de Seiya, Kiki, Azazel y Tannin. -Por que antes solo era un idiota pervertido sin futuro, y ahora tengo amigos en los que confiar y que confían en mi- paso su mirada por todos sus amigos del Club del Ocultismo que estaban presentes. -Por que por primera vez en mi vida, tengo algo por lo que vale la pena vivir, y no quiero perderlo-.
Un aura rojiza comenzó a rodear el cuerpo de Issei a medida que el castaño se ponía de pie, contra la presión del poder de Rokudo.
-¡Por que mi sueño es ser el Peón más fuerte de todos! ¡Por mis amigos y las personas que me han ayudado hasta ahora!-.
La gema de su guantelete brillo intensamente.
[¡Welsh Dragón, Balance Breaker!]
Un muro de llamas rodeo a Issei, materializando de nuevo su armadura.
Rokudo aplaudió. -¡Magnifico discurso! ¡Me agradan los sujetos pasionales como tú!- Miro a Issei entrecerrando los ojos. -Pero aun con ese discurso y que hayas invocado tu armadura, no cambia nada. Igual perderás ante mi. Pero por respeto a tu valor y tus deseos, te daré la muerte de un guerrero-.
Issei sabía que no tenía oportunidad contra este tipo, que se hizo mucho más fuerte que antes; pero igual no retrocederá. No puede permitirse rendirse.
-[Creo que tengo una idea, socio]- hablo Ddraig solo a él. -[Pero es arriesgada]-.
-Igual moriremos si no hacemos nada, así que hazlo- respondió Issei en su mente.
En la mano izquierda de Issei se materializo un objeto solido y redondo. Al verlo, Issei reconoció que era la gema azul del Balance Breaker de Vali que recogió.
-Esto es... ya veo- Issei entendió lo que el dragón quería decirle. -¿Estas seguro, Ddraig? No creo que seas gran fan de la idea-.
-[Aunque estoy en contra de usar el poder de Albión en mi interior, no se me ocurre nada más para ayudarte en esta situación. Además, si lo logras y sobrevives, quiero restregarle en la cara a Albión como mi portador tomo su poder como suyo]- respondió Ddraig. -[La pregunta aquí es, si estas interesado en perder tu vida, compañero]-.
-Parece que va hacer algo- pensó Rokudo, viendo la gema azul en la mano de su adversario. -Podría detenerlo fácilmente y asegurar mi victoria... pero quiero ver de lo que es capaz y si puede entretenerme más-.
Rokudo vino con la misión de matar a Rías y todo su sequito para dañar profundamente a Sirzechs; pero los Gremory resultaron ser unos adversarios interesantes y se estaba divirtiendo tanto que, al ver que el Dragón Emperador Rojo pensaba hacer algo para intentar cambiar la situación, estaba dispuesto a hacerlo, solo para sentir la emoción del combate en su sangre.
-Por supuesto que no. Aun no le he tocado los pechos a la Presidenta. ¡Pero, soportaré cualquier dolor que reciba!- Declaro Issei en voz alta al final, respondiéndole a Ddraig.
Ddraig se río. Este sin duda era el compañero más tonto que ha tenido en su vida; pero es lo que lo hace tan interesante.
-[Qué gran determinación. Entonces tengo que prepararme también]- la gema del guantelete izquierdo de la armadura comenzó a liberar una intensa luz esmeralda.
-¿Qué planea hacer?- Pregunto Rías desde su posición en el suelo. -¿Y que es esa gema azul?-.
Issei levanto su brazo izquierdo, sujetando aun la gema, al mismo tiempo que la luz de la gema verde de su guante brillaba con más intensidad.
-[¡Por el poder del brazo del legendario Dragón Rojo, vamos a sobrevivir y superar esto compañero!]- Grito Ddraig. -[¡¿Estas listo, Issei Hyodou?!]-.
-¡Por supuesto!-.
-¿Qué estas planeando con esa gema? ¿Alguna clase de power-up de último minuto?- Pregunto Rokudo.
-Algo así- respondió Issei. -¡Ddraig siempre dice que tengo una gran afinidad con los dragones, así que la voy a poner en prueba al insertar esta gema del Dragón Blanco en el Boosted Gear!-.
Rokudo abrió los ojos de completo asombro al escuchar eso y entender de inmediato lo que planeaba hacer su oponente. Cuando finalmente vio la amenaza e intento moverse, ya era tarde: Issei incrusto la gema azul en el dorso de su mano derecha, rompiendo la gema de ese lado de su mano.
Issei lanzo un grito de dolor al cielo mientras su brazo se elevaba por encima de su cabeza y comenzaba agitarse como si estuviera poseído. Luces de colores rojo y blanco emanaron de donde se incrusto la gema, luchando entre si.
El castaño sentía un intenso dolor desde su brazo y recorría todo su cuerpo. No podía acallar sus gritos aunque lo intentara. Pero a pesar de todo el dolor, no se comparaba a las Lanzas de Luz que lo golpearon hace unos pocos meses cuando se enfrento a Raynare y su grupo de Caídos.
-¿Estas tratando de combinar el poder de Albión y Ddraig en ti? ¡Hasta para mi, es una locura!- Exclamo Rokudo.
-¡Kiba fue capaz de crear una espada sacro-demoniaca, que debería ser imposible! ¡Simplemente estoy usando la misma lógica!- Respondió el castaño.
-Admiro tu espíritu, chico, pero eso es llevar la imprudencia a otro nivel- dijo Rokudo. -Es bien sabido que los dos Dragones Celestiales son existencias que siempre están en conflicto. Opuestas, como lo demuestran las habilidades de sus Sacred Gears. Lo tuyo es un suicido-.
-[Tu nombre es Rokudo, ¿verdad?]- Le pregunto Ddraig al descendiente de Beelzebub. -[Tiene razón en lo que dices; pero aprendí algo importante cuando este chico se convirtió en mi anfitrión: ¡para los idiotas, no hay nada imposible! De hecho, ¡son los idiotas quienes hacen más milagros que nadie!]-.
-¡Si no puedo ganar con talento, entonces ganaré con mi idiotez!- Declaro Issei, lanzando un grito de determinación al cielo.
Lo que nadie pudo notar, es que mientras el poder rojo y blanco de los dragones luchaban, un extraño brillo, parecido al de las estrellas, respondió a la voluntad de Issei, y cubrió ambos poderes, reinando sobre ellos, liberando una intensa luz blanca, cegando a todos por unos pocos segundos.
[¡Vanishing Dragon Power is Taken]
Toda la armadura del brazo derecho de Issei era de color blanco y la gema en el dorso de la mano era azul, igual a la que se incrusto el mismo Issei al inicio.
-Lo hizo...- exclamo Akeno con los ojos abiertos, pero no creyendo lo que veía.
-Fusiono los poderes de los dos Dragones Celestiales. Es inaudito- declaro Rías con un tono lleno de incredulidad.
(Con Vali)
El peliplata alzaría la mirada de golpe al cielo al sentir algo. Fue por unos segundos, pero sintió el poder de Albión conectado al de Ddraig y al de Issei Hyodou.
-¿También lo sentiste, Albión?-.
-[Si]- respondió el dragón, siendo escuchado solo por Vali. -[Ese maldito de Ddraig. No se como lo hizo, pero de alguna forma tomo mi poder y lo combino con el suyo. No debería ser posible]-.
-Eso debió ser obra de Issei Hyodou- dijo Vali, formándose una sonrisa de emoción en sus labios. -Parece que mi rival se esta haciendo más fuerte a cada momento. Esto se pone interesante-.
-¿Qué te tiene tan feliz?- Pregunto Paradox, llegando con Arthur.
-No puedo quedarme atrás- dijo Vali para si mismo, viendo a los recién llegados. -Ambos vengan conmigo. Es momento de entrenar-.
-¿No quieres esperar a Bikou? Sigue en su misión de reconocimiento con Kuroka y Le Fay por los alrededores de la Facción de los Héroes- pregunto Arthur, acomodándose los lentes.
-Entrenaré con ellos después. Ya holgazanee mucho. Es hora de entrenar- declaro Vali con un tono de voz que impedía objetar.
Paradox y Arthur se vieron, no entendiendo que paso para que el líder de su grupo este tan interesado en entrenar. Al final, se encogieron de hombros y aceptaron.
(De vuelta en la batalla)
-¿Así que este es el Dividing Gear?- Se pregunto Issei, estrechando sus puños y levantando su brazo derecho, admirando el color blanco.
-[Esto es muy impresionante]- hablo Ddraig, tras hacer unos segundos de inspección en la Sacred Gear y en como la unión del poder de Albión afecto a su anfitrión. -[El unir el poder de Albión a la Boosted Gear debió haber reducido tus esperanzas de vida, pero no fue así. De hecho, no veo ningún efecto secundario en tu cuerpo o alma]-.
-¿Significa que no habrá problemas para usar este poder?- Pregunto Issei.
-[Azazel debería revisarlo más a fondo, pero hasta donde yo veo, puedes aprovecharlo todo lo que quieras, aunque solo podrás usar el Divine. El Half Dimensión es algo exclusivo de la Sacred Gear de Albión que es imposible de obtener]-.
-Tampoco esperaba tenerlo. Con el primer poder basta y sobra-.
Rokudo salió de su estupor y comenzó a reírse frenéticamente, como si le hubieran contado el mejor chiste del mundo. Algo que Issei no recibió bien, frunciendo el ceño bajo su caso.
-¿Qué te parece tan gracioso?-.
-¡No es gracioso, es jodidamente entretenido!- Respondió Rokudo con una enorme sonrisa en el rostro. El Demonio lo señalo con gran emoción. -He visto y luchado con mucho tipo de oponentes, desde los Ángeles, Caídos, Yokais, Nórdicos y otros Demonios, ¡pero tu eres el más interesante de todos, Issei Hyodou!-.
Rokudo comenzó a liberar su aura, ejerciendo presión en el aire con solo eso. Rías y Akeno, siendo las últimas aparte de Issei conscientes, ya no podrían soportar más esta presión.
Rokudo creo un gran Círculo Mágico en el cielo, del cual salió un gigantesco rayo de luz que caía con la única intención de eliminar todo lo que tocara.
[Divine, Divine, Divine]
Al usar su nuevo poder tres veces, Issei redujo el ataque mágico tres veces a la mitad, absorbiendo todo ese poder que lo cubrió como una capa de energía verde.
Con un grito, Issei se lanzo hacía el rayo que era más pequeño que cuando fue lanzado, destruyéndolo de un puñetazo.
-¡Aun no he terminado con este poder!- Grito Issei, decidido a explotar el poder de su rival al máximo.
[Divine, Divine, Divine]
Rokudo jadeo al sentir como su poder era dividido, como si su misma esencia dejara su cuerpo.
Issei sentía el poder robado de su enemigo. Era bastante abrumador que casi lo deja inconsciente, pero se mantuvo firme. Piso el acelerador y no tenía intención de frenar.
-¡Y ahora...!- con un aura carmesí envolviéndolo, levanto su brazo izquierdo, y la gema verde brillo.
[Boost, Boost, Boost, Boost, Boost]
El aura carmesí que lo cubrió se hizo aun más grande y espesa, al punto de cubrir su cuerpo totalmente. Issei cruzo los brazos frente suyo en forma de X, para separarlos y extenderlos a los lados, haciendo que toda la energía carmesí tan potente que emanaba de él, se concentrara en su armadura. Pero no evito que se liberara una pequeña onda de energía, tan fuerte que incluso empujo a Rokudo, algo que sorprendió al Demonio.
[Boost, Boost, Boost, Boost, Boost]
El poder y energía que liberaba era tanto que se desbordaba. Si no estuviera en el aire, destrozaría todo el suelo y seguramente, a todos los demasiado débiles para estar cerca suyo.
[EXPLOSION]
Issei libero una intensa explosión de energía esmeralda, que tras unos segundos, se vio que su figura estaba envuelta por energía verde esmeralda por todo su cuerpo, hasta las alas. Su armadura carmesí, incluso más carmesí ahora, lucía más imponente con ese brillo, junto con la energía carmesí que se sobreponía al aura verde que rodeaba su figura.
Una pequeña sonrisa de lado surgió en los labios de Rokudo mientras él también se elevaba para estar a la misma altura que su adversario.
-Esto es lo que deseaba...- murmuro el Demonio, emanando más aura verdosa oscura de su cuerpo, demostrando que, aunque Issei le quito poder, él tenía mucho más del pensado para reponer el perdido como si nada. -Por encima de mi venganza contra Sirzechs… ¡mi mayor deseo es enfrentar a alguien en una pelea que haga hervir mi sangre y reduzca mi vida a la mitad solo de la emoción!-.
-Oh, hare más que solo reducir la mitad de tu vida. ¡La reduciré toda hasta que solo seas polvo!- Declaro Issei.
-[Ten cuidado, compañero]- advirtió Ddraig serio. -[Al tomar parte de su poder con el Divine, más todo el aumento exponencial que acabas de hacer, tu cuerpo esta al límite de lo que puede soportar. Si haces Boost una vez más, te podrías destruir a ti mismo]-.
-Eso quiere decir que es todo o nada, ¿no?- Pregunto Issei. -¡Entonces no desperdiciaré esta oportunidad!-.
-¡Ven, Dragón Emperador Rojo! No. ¡Ven, Issei Hyodou!- Grito Rokudo con una sonrisa lunática de emoción, por la que podría ser la mejor batalla de su vida.
Rías miraba esperanzada a Issei, como la última esperanza de que todos salieran con vida. Aunque con la presión que ambos ejercían, era difícil para ella respirar, a pesar de que estaban varios metros sobre el nivel del suelo.
-Parece que la verdadera batalla va a comenzar- dijo una voz que ella conocía desde su lado.
-¡Shun-san!- Rías miro al Santo de Virgo, siendo la primera vez que lo veía con su armadura dorada. -¿Còmo llegó aquí?-.
-Fue complicado seguir el rastro de energía residual, pero pude sentir el aumento de energía de Issei, que fue lo que me permitió localizarlos- respondió el Caballero de Virgo, arrodillándose cerca de ellos. -Los devolveré a todos ustedes de vuelta al Mundo Humano para que Issei pueda pelear sin problemas-.
-¿No va ayudarlo?- Pregunto Rías, extrañada.
-Los Caballeros tenemos la regla táctica de no involucrarnos en las batallas de otro cuando aun no ha perdido, y es claro que Issei aun va a luchar- explico Shun. -Por supuesto, intervendré si veo que va a morir, pero hasta entonces, esta es su lucha-.
Shun podía sentir la determinación de Issei. Esta batalla era muy importante para el joven. Era un desafío que ponía a prueba todo por lo que ha pasado hasta ahora, todas las dificultades y el deseo de superación, de probarse a si mismo, se manifestaban en esta lucha.
Aunque Shun odiaba pelear, con el tiempo, entendió que hay cosas que solo se pueden transmitir a través de la batalla. Qué hay momentos donde los hombres, para seguir adelante con sus vidas, deben luchar con sus puños y su alma.
Este era el momento de Issei, y Shun no interferiría con él.
N/A: Hasta aquí el capitulo. El siguiente será la conclusión del arco de Rokudo, terminando en una batalla contra Issei, donde se llegara al climax de su evolución que se ha desarrollado lentamente con los capítulos.
En este pequeño arco, quienes más protagonismo tuvieron fueron Issei y Xenovia, y un poco de Gasper. Ya habrá otro momento para Rías, Kiba y los demás. El momento de Akeno será en la saga de Loki, donde como dije, será algo diferente a la novela, ya que el Loki del fic será una especie de combinación del Loki que se vio en Soul of Gold y el de la novela, pero ya veremos eso cuando lleguemos.
¿Y que fue esa extraña energía que ayudo a la unión de poderes y a que Issei no perdiera esperanzas de vida? Pues es algo obvio, y que será importante en el futuro para Issei, y hasta para otros personajes de DxD.
¿Qué les ha parecido el desarrollo de personajes hasta ahora? ¿Les ha caído bien Rokudo Beelzebub?
Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias también. CHAO.
