En noviembre de ese año, Liza finalmente cumplió 16 años.
Físicamente había crecido, pero su cambio más fuerte fue en lo mental.
Su duelo estaba finalizando y el pasado estaba quedando atrás.
Y eso lo festejó aprendiendo a conducir.
Ambas lo hicieron, en realidad.
Algo que intuían les sería de mucha utilidad en el futuro.
Y Rose le escribió a la Reverenda Ross; para pedirle que oficiara una misa de difuntos para la familia de Lissa.
Y la respuesta la dejó helada.
Porque Silvanna le dijo que eran primas por la parte Ross, y que -además- había recibido una llamada de... ¡Mérida Ross!, y que esa Mérida -su madrina de bautismo- ¡era además su abuela!.
Y si Mérida la buscaba, entonces Janine podría estar en la pista correcta.
"Liza, La Reverenda... Silvanna Ross es mi prima".
"¡Eres una Ross de esos Ross!", se sorprendió Lissa. "¿Y qué más te dijo en la carta?".
"Anda. Léela. Su letra es igual de confusa que el acento de mi madre".
Y Liza la leyó, para frenarse en seco en la parte de Mërida Ross.
"Tu abuela fue tu madrina. Y te está buscando, para invitarte a visitarla, ¿eh?. Qué curioso".
"Y de ella a mi madre. Y de mi madre...".
"A la chismosa de Vanessa Diáconos, ¿cierto?. Pero notarán si nos vamos ahora. Las clases, y tus entrenamientos...".
"Pero viene el receso de navidad. Y podemos movernos junto a todos. Y cómo no estamos matriculadas en realidad, podríamos desmatricularnos así de fácil".
"¿A la Costa Atlántica, Rose?, ¿te gusta la idea?. Algo así cómo New Orleans. Es invierno, y siempre quise ir al carnaval. Pero era siempre un no y no y no".
"Y yo responderé amablemente a la prima Silvanna ", inserte risitas acá, "y despacharé la carta el día en que nos vayamos. Así la abuela Mérida se enterará tarde, y mi madre más tarde aún".
"Y la prima Vanessa tan tarde que yo tendré 18 años ya", e hicieron HighFive.
Para despistar, convencieron a un muchacho de la universidad que las llevara hasta donde él iba, y ya a medio camino; Rose sugirió alquilar un vehículo -que lo haría el muchacho por ellas, claro-, para viajar más a su propio ritmo.
Luego, cerca de New Orleans; devolvieron el vehículo en el rent a car sin problemas; y ahí lograron palabrear a una conductora, para que las llevara a la ciudad, y con su contacto; que -curiosamente- alquilaba habitaciones.
Rose no contaba con que el correo era más rápido en tiempos de temporada navideña, así que su carta llegó a Silvanna cuándo ellas llegaban ya a New Orleans.
"Anne, soy Silvanna", y claro.
Había llamado directo a Anne Ross, que pasaría la información a Duncan Ross. Y de él a su hija, Mérida Ross.
Y ella a Janine Hathaway, y de Janine... A Alberta.
E intercambiaron muchas palabras lindas, pero ambas querían ir directo a la copucha del día.
Rose.
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"Y recibí carta de Rose por navidad, agradeciendo las copias de las fotografías. Me envió una suya, para que te la remitiera después".
"Que linda. ¿Y?, ¿está bien?".
"Estaba tomando algunas clases en Arizona. No explicó si cerca de la universidad o no. Pero puede estar cerca".
"Qué divertido debe ser saltar de escuela en escuela por todas partes. Quizás debimos hacer eso con Mérida, y no dejar que su madre la reclamara... en fin. Me gustaría mucho ver esa foto, ¿hay posibilidades de que puedas enviármela?".
"Claro, te la enviaré por mail. Además, siempre intercambiamos paquetes con las parroquias, por los documentos que debemos gestionar. Te incluiré una copia de las cartas. Así la vas conociendo más".
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Y Anne llamó de inmediato a Duncan, que llamó a Mérida; y que dijo que llamaría a su hija Jani -Jane Anne-, apenas fuera el momento preciso.
Y sabiendo que los morois eran noctámbulos por debiluchos, por eso la llamó precisamente a esa hora.
Janine estaba de guardia en la fiesta de navidad de la corte -porque su cargo había tenido que asistir-, cuándo vio brillar el número en su teléfono.
Su madre. Noticias. Y frescas, esperaba.
Así que esperó al cambio de turno, hizo una seña a su cargo -avisándole de que se iba ya-, y salió a responder la llamada.
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El Capitán Croft la hacía vigilar discretamente, por órdenes de la reina.
Por nada en particular, y por muchas cosas que no le decían claramente.
Así que la siguió.
Y escuchó que llamaba a su madre, y que mencionaban a una Rose frecuentemente.
¿Y eso qué le recordaba?.
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Pero más se sorprendió cuándo llamó a la Capitana Petrova de St. Vladimir, y le pasó la información que recibiera recién.
Y dos cosas se repitieron: Rose y Arizona.
La Capitana Petrova había reportado que algunos informantes habían dado pistas de la princesa Dragomir fugada, y se le fueron otorgando viáticos para rastrear las pistas.
Que eran verídicas en los últimos casos.
Entonces... ¿era la Guardiana Hathaway quién le daba las pistas, y por qué no iba ella misma?.
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Hathaway... hubo una que estuvo en el accidente de los Dragomir. Pero no era Janine quién estuvo en el accidente, estaba seguro de eso.
Así que sacó su teléfono y comenzó a revisar informes.
Hasta dar con el preciso.
Rose Hathaway. Dhampir. Sobreviviente del accidente. Y cruzó los datos.
Rose Hathaway... desaparecida de la academia de St. Vladimir el mismo día que la princesa Dragomir.
Entonces, ¿sería posible que ambos escapes estuvieran... relacionados?.
Y decidió arriesgarse. Y fue hacia Janine Hathaway.
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"Janine, ¿has tenido noticias de Rose últimamente?", aventuró.
Y Janine se volvió a mirarlo.
"Está o estaba en Arizona". Reconoció.
"¿Y alguien la espía por ti, supongo?".
"No soy tú, Croft. Y es algo menor que un espía. Es nuestra prima. Pero a esta altura, Rose ya debe saber que le seguimos la pista. Así que no esperes más noticias. Y menos tan frescas cómo esto".
Y Janine se volvió a su cargo, que iba saliendo de la fiesta -las odiaba cordialmente-, y tomándola del brazo; se alejaron.
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El Capitán Croft se dirigió a su oficina, y volvió a prender su computador; para revisar con más detalles los informes.
Había pasado un año desde el accidente. A los pocos meses, la nueva -y demasiado joven- princesa Dragomir se había hecho humito.
El otro informe -referente a los dhampirs en general- informaba de la desaparición (nótese, en la misma fecha) de la estudiante del junior Year Rose Hathaway. No habían pruebas de que se fugara -estaba buena parte de sus cosas-, ni tampoco habían encontrado su cuerpo en las cercanías.
Ambas de 15 años al momento de desaparecer. Ambas del Junior Year. Y ambas habían ingresado el mismo año escolar. En preescolar.
Pero la estudiante dhampir estaba ahora a meses de cumplir los 17 años. Ya podría conducir un vehículo y con eso... desaparecerse del mapa si lo deseaba.
Sus informes escolares decían que era estudiante del promedio en lo académico, pero sobresalía en todo lo relacionado a preformación de los guardianes. Truncado al desaparecer. Y sin las clasificatorias, no podría ser llamada novicia, ni menos guardiana en entrenamiento.
Así que cogió el teléfono, para llamar a la Capitana Petrova.
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Necesitaba estar al tanto -de verdad- de todo el proceso.
"Petrova", escuchó su melódica voz al otro lado.
Cómo siempre, le traía agridulces recuerdos.
Cómo el hecho de que prefiriera irse a la academia que quedarse en una posición en la corte; y así continuar el romance con él; y que ya iba para algo serio.
"Alberta, hablé con Janine. Rose está en Arizona,¿enviarás alguna expedición?".
"Y a ti, ¿qué bicho te picó ahora, Hans?".
"Porque... deben estar juntas. Y si Janine tiene información de primera mano, entonces hay que adelantarse a los hechos, ¿verdad?".
"¿Así que crees que están juntas?".
"Preescolar al Junior Year. Ambas de 15 años. Ambas en el accidente. Esa no es una coincidencia. Pero lógicamente, ya lo sabías; más que suponerlo. Y buscando a Rose Hathaway, encuentras a Vasilissa Dragomir. ¿Entonces?, si envías el informe; tendrás los viáticos aprobados más pronto de lo que crees".
"Hay un problema ahí, Hans. Debí devolver los guardianes que conseguí a préstamo.Y no puedo sacar a nadie de su turno, o tendré que poner al senior a hacer los patrullajes. Recién están haciendo las paridades con sus guardianes guías. Y si los dejamos solos, quién sabe qué pasará".
"Veré las solicitudes de traslado, y las desviaré a St. Vladimir a préstamo. Si Rose conoce a los guardianes, estará sobreaviso. Así puede ser más fácil".
"Tienen que ser lo opuesto a Janine, Hans. O me temo que las perderemos".
"No se llevan, ¿eh?".
"¿Rose y su madre?", y le pareció oir una tomada brutal de aire. Se lo merecía, por soplón y espía de Tatiana, "no las pondría en un mismo espacio aunque no hubiera otra alternativa. La última vez, acabaron a golpes. Y fue poco antes del accidente. Estuvo acá, pero Janine se fue antes de que Rose reaccionara. Dijo que no quería ver en qué quedaría su hija convertida, si sobrevivía".
"Y ahora menos. Oculta a una princesa moroi. Lo menos que le dirán es cómplice".
"Porque instigadora es ridículo. La del dinero es Vasilissa. Pero la del cerebro es evidentemente Rose".
"Y con dinero, un cerebro siempre puede funcionar".
"Así que si me envías a una nueva camada, yo te enviaré los planes y la solicitud de los viáticos; Hans".
"Hecho".
