Hola chicos, ¿cómo se encuentran en esta ocasión? Espero que al 100 y de no ser el caso mis mejores deseos. Entonces, es 11 de Junio, misma fecha en la que publiqué el prólogo de la parte uno de Un Reencuentro que Siempre Soñé, por lo cual estamos de aniversario XD
Ahora bien, damos inicio con la secuela de esta historia que como habrán apreciado en la portada, oficialmente lleva por nombre Colisión en vez de parte dos. Como ya lo saben, este fic no tendrá actualizaciones consecutivas, menos ahora que mi tiempo se ha reducido considerablemente. La historia de Dos Veces Sekiryuutei se actualizará ahora mucho más lento, pero será a la que le dedique mayor atención hasta al menos finalizar un arco importante y de ahí quizás lo deje en suspensión por un par de meses y empiece a hacer los planes de esta secuela. En fin, mucho texto y no quiero aburrirlos. Los dejo con el prólogo de la continuación de esta historia.
Pdt: Si llegan a querer aclaraciones sobre algún tema o tipo de poder ya que agregaré cosas nuevas no duden en pedirlo para un próximo capítulo o sin miedo escribirme un mensaje directo.
Un Reencuentro que Siempre Soñé: Colisión de Mundos
- [Boost] - Nuevo Longinus de Issei (en realidad no lo voy a clasificar como Sacred Gear ya que es una extensión del poder de Issei y "algo" más que se explicará en el transcurso de esta secuela)
- {Divide} - Albion cuando no está libre
- \Dragon Queen Promotion/ - Vritra
- He vuelto. - Dialogo normal
- "La carga sobre mí solo ha aumentado." - Pensamiento
- "Te espero." - Comunicación desde un círculo mágico o un discurso
- "Espera un momento." - comunicación mental
Prólogo
- Si, también me conocen como Hyoudou Issei. – dijo el chico con una sonrisa cálida a todos.
Este está vestido con pantalones y botas de combate de color negro, una camisa de color azul oscuro y sobre esta una gabardina de cuero negro con detalles que parecían de plata sobre los hombros.
Los rostros en shock de todos los presentes eran más que evidentes, algo que el castaño no pudo decir que le sorprendía.
Se supone que llevaba más de un año muerto, pero de alguna manera, él apareció aquí justo en el momento más indicado.
- "Creo que esto ha sido demasiado para ellos." – pensó Issei mientras una gota de sudor estilo anime se deslizaba por un costado de su cabeza.
Los ojos escarlatas del chico viajaron entre todo el grupo frente a él. Los rostros de la mayoría no habían cambiado mucho, solo se habían hecho más definidos en el caso de los más jóvenes.
Sirzechs finalmente se movió al dar un par de pasos hacia atrás hasta que se tropezó cayendo sentado sobre su trasero, aunque esto fue suficiente para que los demás lograran reaccionar.
- ¿Issei? – una voz familiar para el castaño lleno sus oídos, una voz que jamás olvidaría ya que la dueña de esa voz estaba guardada en el fondo de su corazón y mente.
El grupo hizo un espació así permitiendo al chico ver a quien lo había llamado. Una pelinegra con su cabello atado en una cola alta de caballo avanzo lentamente mientras parecía como si hubiera visto un fantasma, aunque bueno, en teoría eso era lo que explicaba mejor la situación actual para todos.
Llegando finalmente frente a Issei, la chica noto que ahora la diferencia de altura era mucho más evidente, pues su rostro solo daba al nivel del pecho del castaño. Sin embargo, ella necesitaba hacer algo para confirmar que lo que estaba frente a ella no era una simple y cruel broma del destino.
Levantando su mano derecha que temblaba evidentemente, está la acerco a la mejilla del castaño temiendo que este desapareciera en el momento que lo tocará.
Cuando sintió que toco algo firme y sólido, los ojos de Akeno se llenaron de lágrimas al instante.
- Ise-kun, ¿realmente… realmente estas aquí? – la voz temblorosa de la pelinegra hicieron sentir mal al castaño.
Moviendo su mano izquierda para tomar suavemente la de Akeno, Issei inclino su rostro al toque de la pelinegra y cerró los ojos al tiempo que sonreía. Un suave suspiro escapó de su boca y abrió sus ojos para mirar a la persona que había amado desde hace mucho tiempo.
- Si, aquí estoy… Akeno-chan. – dijo el castaño con suavidad y afecto.
- ¡Ise-kun! – sin quedarle duda alguna, Akeno literalmente salto sobre el chico abrazándolo con sus brazos envolviendo su cuello y las piernas a su cintura.
Por reflejo, Issei sujeto por la cadera a la pelinegra mientras esta se aferró a este empezando a llorar.
- Ise-kun, Ise-kun, Ise-kun, Ise-kun… - dijo en repetidas ocasiones Akeno sujetando con fuerza al castaño aun temiendo que pudiera desaparecer.
- Esta bien, estoy aquí. No iré a ningún lugar, prometí algo hace más de un año y creo que es lo que me hace volver sin importar que. – dijo Issei.
Akeno no pudo aguantarse más y finalmente capturo los labios del castaño, cosa que tomó por sorpresa a este último, aunque no demoró mucho en corresponder a la chica.
- ¡Onii-chan! – inesperado para Issei y en especial para todos, Ophis voló a toda velocidad y chocó contra el brazo izquierdo del castaño al cual se aferró mientras sonreía ligeramente y sus lágrimas desbordaban.
- Ophis-chan. – una suave sonrisa se dibujó en el rostro de Issei al ver a la diosa dragón comportarse como una niña.
Sin embargo, la reacción de la pequeña pelinegra sorprendió a todos ya que eso no dejaba más dudas. Aquel dragón de escamas negras, esa armadura negra con gemas escarlatas y el chico frente a ellos era sin duda alguna Issei. Que Ophis hubiera mostrado una reacción tan emotiva era suficiente razón para creerlo, después de todo, la diosa dragón llevaba sin mostrar emociones desde el final de la batalla con Trihexa.
- ¡Issei-kun! – un borrón más impacto con el castaño que casi perdió el equilibrio mientras veía a otra pelinegra aferrada a su brazo derecho.
- Yuuma-chan. – dijo Issei con una sonrisa mientras observaba a la chica aferrada a su brazo con fuerza mientras sollozaba. – "Tal parece que compensar este último año será muy difícil." – pensó el chico.
Casi como un efecto domino, una avalancha de personas termino embistiendo al castaño que finalmente perdió el equilibrio y cayó al suelo.
- ¡Ise-nya! –
- Ise-nii. –
- Issei-niisan. –
- Issei-oniisan. –
- ¡Issei-kun! –
Voces como las de Kuroka, Koneko, Asia, Grayfia, Tiamat y de algunas de las integrantes de su nobleza llenaron sus oídos casi como una melodía así notando a todas apiladas sobre él.
Por los laterales se acercaron caminando Sirzechs, Ddraig, Saji, Sona, Vali, Sairaorg y Azazel que le dieron una sonrisa al castaño que este correspondió.
Mirando a la pila de personas sobre él, Issei finalmente dijo algo para todos.
- Todos… estoy de vuelta. –
Después de que las cosas se calmaran un poco, la mayoría de las chicas se pudieron controlar a excepción de cierto par de mitad caídas que estaban aferradas a los brazos del castaño y una lolita que estaba sentada sobre sus hombros.
- "En serio que esto no me lo esperaba." – pensó Issei mientras Akeno no soltaba su brazo izquierdo y Yuuma no dejaba su brazo derecho.
Además, con Ophis abrazando su cabeza sentía que no era la mejor de las formas para saludar a todos como era correcto.
- Hermano. – Ddraig se acercó al castaño y lo miró fijamente a los ojos.
Ambos tenían casi la misma altura, al menos cerca de los 1,85 metros.
- Ddraig. – Issei dijo a cambio recordando el momento en que traiciono la confianza del dragón solo para poder enfrentarse a Trihexa haciendo uso del Sacrificio del Emperador, Combustión del Alma.
Esperándose que el pelirrojo lo golpeara o al menos le gritará, el castaño se vio sorprendido cuando este lo abrazó con fuerza.
- Es bueno verte de nuevo. – dijo Ddraig sonando más que feliz.
- También me alegra volver con mi familia. – dijo Issei abrazando de vuelta al dragón cuando Akeno, Ophis y Yuuma sintieron que era importante darle un tiempo al chico para hablar con los demás, ya después lo podrían capitalizar junto con los padres de este.
- Issei-kun. – una tímida pelimorada vestida con el uniforme femenino de la academia Kuoh se acercó al castaño.
Toda la nobleza del chico venia tras esta junto con una mujer de cabellera fucsia.
- Vaya, has crecido un poco Ingvild. Además, veo que mi reina ha tomado las riendas del equipo como debe ser. – dijo el castaño observando a cada uno de sus miembros de nobleza.
- M-Mientras nuestro rey no este debo velar por el equipo. Aunque Ddraig-sama me ayudó mucho. – dijo la pelimorada.
- Heh, aunque has hecho un trabajo impresionante por lo visto. Poder de un Maou, ¿no es así? – dijo el castaño sintiendo la energía de la chica.
- S-Si, ¿cómo lo supiste? – Ingvild dijo sorprendida.
- Heh, demasiado difícil de explicar. Solo digamos que es la ventaja de ser un dios dragón. – dijo Issei.
- Issei-san. – la madre de Ingvild se aproximó al castaño mientras vestía con una blusa blanca de tirantes, pantalones vaqueros con un cinturón y unas cómodas sandalias blancas.
- Amane-san. – Issei reconoció a la mujer.
- Vaya, has cambiado mucho. Ahora eres más alto que yo. – dijo la mujer.
- Heh, el tiempo no pasa en vano, aunque a ti parece sentarte bien. – dijo el castaño-
Una ligera sonrisa apareció en el rostro de la Leviathan, después de todo le gustó el comentario.
- Oh, no coquetees conmigo frente a mi hija. – dijo Amane dándole un suave golpe en el hombro a Issei.
Riendo ligeramente, el castaño acabo por ser confrontado por el único miembro masculino de su título nobiliario.
- Mi rey. – Balberith se aproximó y se hincó sobre una rodilla para saludar a su líder.
- Vamos, no hace falta eso. – Issei ayudó a que el hombre se pusiera de pie nuevamente. – Veo que te has hecho muy fuerte. –
- Si. Entrene día y noche con el objetivo de mejorar para no perder a más miembros del equipo. – dijo Balberith.
- Heh, tal parece que alguien ha aprendido un poco más sobre las relaciones personales. – dijo Issei con una sonrisa.
- Issei-sama. – una dubitativa Meredith se acercó junto con Tosca y Valeri.
Las dos primeras chicas estaban vistiendo el uniforme para niñas de la academia Kuoh mientras que la mitad vampiro tenía un vestido simple de color lila.
Girando a ver a las 3 chicas, el castaño no sabía que decir realmente. Nunca conoció realmente a las 3, aunque definitivamente podría decir que estas habían cambiado muy poco.
- Veo que se han hecho fuertes desde la última vez que las conocí. – dijo Issei.
- No podíamos quedarnos atrás de los demás. – dijo Valeria.
- Heh, me gusta que se propongan retos. Es evidente su gran crecimiento en poder mágico. – dijo Issei.
- Gracias mi rey. – dijeron en conjunto las 3 chicas.
- Eres realmente una cucaracha dura de matar, ¿no? – una voz algo afilada se dirigió al castaño.
Justo cuando se volteó en dirección de esta, Issei pudo apreciar a quien se había visto obligada a servirle cuando le salvó la vida.
- Nyx. – el castaño dijo mientras observaba a la diosa.
Aproximándose a su líder, la mujer de apariencia joven observo detenidamente al chico.
- Mmm, te sienta bien ese color de ojos. – dijo la pelinegra.
El castaño parpadeo un par de veces ante el comentario realmente inesperado, aunque pudo decir algo en respuesta.
- Mmm, gracias. En todo caso, ¿tú no eres una diosa dragón ahora? – dijo el chico como una ocurrencia.
- Algo así, aunque no supero el poder del Emperador Rojo. El título de dragón imperial me queda demasiado grande aún, ahora no me imagino el de diosa dragón. – dijo la diosa encogiéndose de hombros con simpleza.
- Heh, esfuérzate. – dijo Issei a cambio.
- Issei-san. – una rubia se acercó al castaño con una ligera sonrisa.
- Jeane, veo que no has cambiado mucho. Aunque tu poder es otra cuestión. – dijo el castaño sintiendo como el poder de la caballero era de al menos un nivel cercano a un Maou.
Claro que estos niveles para él eran ahora insignificantes respecto a lo que vivió en el otro mundo, pero eso sería una historia para otro momento.
- Usted se ha hecho mucho más fuerte que todos aquí juntos. – dijo la rubia.
- Heh, es lo justo si quería venir a protegerlos sin quedar tendido en una cama como solía pasar siempre. – dijo Issei con una sonrisa mientras Jeane le daba una pequeña reverencia.
- Issei-kun. – un rubio de ojos azules se aproximó al castaño seguido de una pequeña niña muy parecida a él.
- Heh, ¿será acaso el caballero más fuerte del inframundo? – Issei interrogó a modo de broma.
- Eso me gustaría decir, pero acabas de saludar a quien porta ese título. – dijo Kiba refiriéndose a Jeane.
- Eso es una sorpresa viejo. – dijo el castaño mientras estrechaba manos con el rubio y se daban un breve abrazo.
- No lo pienso así, pero no importa. Es bueno tenerte de vuelta. Además, quiero presentarte a mi hermana. – dijo Kiba mientras se hacía a un lado dejando ver a la chica rubia que parecía tener unos 14 años. – Vamos Yumi-chan, no seas tímida y saluda. Él es el chico de las historias que te conté. –
- Umm, etto… m-mucho gusto. Soy Yumi Kiba. – dijo la rubia notándosele nerviosa.
- Veo que haberte reencarnado no fue en vano. Para ser un año, te has hecho fuerte. Seguro podrías patearle el trasero a la versión de tu hermano que conocí la primera vez que lo vi. – dijo el castaño.
- ¿En serio? – la rubia pareció emocionarse con ese comentario.
- N-No hacía falta decir eso Issei-kun. – dijo Yuuto con una sonrisa avergonzada.
- Heh, ¿te da vergüenza aceptar que tu hermanita es mucho más fuerte que tu hace más de un año? – dijo Issei de manera burlona.
- Vamos, es obvio que ser una dragona le ha dado mucha ventaja sobre mi antiguo yo. Incluso me temo que podría ser más fuerte que yo cuando cumpla los 17 años. – dijo Yuuto.
- Heh, entonces entrena duro y no seas un flojo. – dijo Issei.
- Heh, nii-sama es un perezoso. Se la pasa coqueteando todo el tiempo con Tsubaki-san y Tosca-san. – dijo Yumi. (¿Esperaba un Kiba princeso? Pues aquí no hacemos esas cosas XD)
- ¡Y-Yumi! – la cara del rubio se volvió carmesí mientras tomaba a su hermana y la alejaba del castaño al tiempo que le cubría la boca.
- Jajajajajaja, eso sí es una sorpresa. – murmuro Issei riendo de buena gana.
- Entonces, ¿realmente eres ese pequeño que lleno de color la vida de mi Akeno hace tantos años? – una voz familiar le dio una sensación nostálgica al castaño.
Girando para ver a la persona que le habló, los ojos del ojirojo se llenaron con algunas lágrimas mientras pronunciaba el nombre de la persona ante él.
- Shuri-okasama. –
- Ufufu, mirá lo grande y cambiado que estas. ¿Qué esperas para venir a saludarme como hacías cuando eras un niño? – dijo la mujer que vestía un traje de sacerdotisa y pareciendo una calca de Akeno a excepción de sus ojos color avellana.
Acercándose a la pelinegra, el castaño la abrazo al instante mientras Baraqiel y Akeno observaban la interacción con una sonrisa. Era el momento de que Issei finalmente viera que su esfuerzo pasado valió la pena, después de todo, Shuri seguía siendo la misma que siempre recordaron con cariño.
- Ara, no tienes que llorar. Eres muy fuerte para mostrarte así. – dijo la pelinegra mientras sentía las cálidas lágrimas del castaño caer sobre su hombro derecho.
- Un viejo sabio me dijo que es derecho de los más fuertes el poder llorar al ver que su esfuerzo ha valido la pena. – dijo Issei.
- Esas palabras realmente parecen sabias. Me alegra poder verte Issei-kun. – dijo Shuri acariciando el cabello del chico. – Gracias a ti tengo esta nueva oportunidad de estar con mi familia. Además, me he hecho fuerte para ser una digna miembro de tu equipo. –
- Heh, no tenías por qué hacer eso. – dijo Issei separándose un poco de la mujer mientras se limpiaba las lágrimas.
- Ufufu, nada de eso. Hay que dar algo a cambio por tu gran esfuerzo cuidando este mundo y buscando traerme de vuelta a la vida. – dijo Shuri acariciando una mejilla del chico.
El castaño no dijo nada a cambio, aunque realmente no hacía falta.
- Bien, es hora de que saludes correctamente a las demás. – dijo Shuri con una risita.
Algo confundido, el castaño sintió como lo abrazaron por la espalda.
Girando a ver quién era, se encontró con una cabellera azul, una rosa, una verde y dos castañas. Una sonrisa se dibujó en el rostro del chico mientras observaba con cariño a las últimas integrantes de su nobleza.
- Se han hecho fuertes chicas. – dijo el castaño.
- Tonto. – murmuró Tiamat.
- Issei-kun baka. – dijeron Murayama y Katase.
- I-kun idiota. – dijo Kiyome.
- Issei-kun. – Verrine dijo suavemente.
- Heh, quizás tengan razón. – dijo Issei intentando devolver el abrazo como pudo.
- Me alegra verte… maldito idiota. – dijo Tiamat mirando directamente a los ojos escarlatas del chico.
- Heh, y tu no cambias, ¿verdad? – Issei le respondió.
- Aún lo tienes. – la voz sorprendida de Kiyome capto su atención al verla sujetando el dije del collar que le había regalado hace ya un tiempo.
- Nunca lo perdería. – dijo Issei.
La mirada del resto se dirigieron a su mano derecha donde notaron una pulsera.
- Aún tienes la que te di. – Akeno se acercó junto con Yuuma al notar que el chico conservaba aún su primer regalo para él.
- Si, aunque sufrió algunos daños en mi batalla contra Trihexa. – dijo Issei mostrando a detalle que una pequeña parte de la pulsera estaba quemada.
- Para lo que fue esa batalla debo decir que está bastante intacta. – dijo Azazel acercándose y mirando con una sonrisa al castaño. - ¿Cómo has estado muchacho? –
- Heh, puedes verlo, ¿no sensei? – dijo en respuesta el chico.
- Jajajaja, seguro que bien. Es bueno verte de nuevo. – dijo Azazel que abrazo al castaño cuando las chicas se apartaron de este.
- Es bueno volver. – dijo en respuesta Issei.
Sirzechs se estaba acercando para saludar al chico, pero una persona lo aparto con fuerza enviándolo a volar como un muñeco de trapo.
- Issei-oniisan. – Grayfia abordo al castaño desde un lado y froto su mejilla derecha con la izquierda del castaño. – Tonto, tonto, tonto. –
El tono de la peliplata era alegre a pesar de que algunas lágrimas escaparon de sus ojos, aunque ciertamente era una vista inesperada de quien era la reina más sería en el inframundo.
- También te extrañe onee-san. – dijo Issei abrazando de vuelta a la mujer mientras miraba de reojo a Sirzechs en una pila de escombros. – "C-Creo que ahora tengo algo en común con Sona." – pensó el chico. (¿Qué será pues? XD)
- ¡Issei-kun! – un borrón blanco derribo al castaño después de que Grayfia se apartará de este.
- Ugh. – ante la inesperada tacleada, Issei cayó al suelo mientras mechones de cabello castaño-naranja cayeron sobre su rostro.
- Irina. – dijo Issei con algo de sorpresa, más cuando noto un total de 8 alas blancas como la nieve en la espalda de la chica.
Sin decir nada, Irina abrazó con fuerza al castaño.
Sentándose como pudo, Issei le devolvió el abrazo a la que fue su primer amiga y le acarició la cabeza.
Los demás líderes se acercaron para saludar a quien habían creído que había muerto al salvar a todo el mundo.
- Hyoudou. – dijo un peliplata cuando los líderes terminaron de saludar al castaño.
- Heh, y ahí está quien se supone era mi opuesto. – dijo Issei volteando a ver quién lo llamó.
Vistiendo el mismo estilo de ropa que recordaba, el castaño se encontró frente a frente con su rival y amigo.
- Vali. – dijo Issei.
Mirándose por un momento fijamente, los dos chicos acabaron por chocar sus puños derechos.
- Es bueno verte después de tanto. – dijo Vali.
- Heh, lo mismo digo. Te has hecho más fuerte. – dijo el castaño.
- Si, seguro que lo hemos hecho. ¿Verdad Albion? – dijo Vali mientras el dragón se acercó en su forma humana.
- Si, sin duda alguna lo hemos hecho. – dijo el hombre de cabello blanco dando un asentimiento a Issei.
- Emperador blanco, es un placer verte de nuevo. – dijo Issei.
- No hacen falta las formalidades. – dijo Albion.
- Seguro Albion. – dijo Issei que miró como un grupo se acercaba tras al peliplata y pudo sentir algo en sus energías.
Sonriendo al ver que su rival se dio cuenta, Vali volvió a hablar.
- Por cierto Hyoudou, dejame presentarte a mi equipo. – dijo el peliplata que se hizo a un lado del castaño y se giró para ver al grupo. – Esta es la nobleza de la supremacía. – dijo Vali.
- Jajaja, que original. Les pusiste el nombre del poder que heredaste así como lo hicieron con mi propia nobleza. – dijo Issei.
- Si, bueno, no había mejores opciones. – dijo Vali encogiéndose de hombros restándole importancia.
- Y dime, ¿Valeri te ayudo con lo que te prometí? – cuestiono Issei.
Para la sorpresa del castaño, el rostro de Vali se suavizo un poco y asintió.
- Si, tu peón me ayudo con eso. Más tarde te la presentaré. – dijo el peliplata mientras abrazo a Issei tomándolo por sorpresa. – Finalmente te puedo agradecer por ayudarme a hacer realidad ese sueño. –
- Heh, no fue nada. Aparte de rivales, somos amigos. – dijo Issei.
(Procedo a saltarme más interacciones o este prólogo será solo saludar a todos. Ya después tendremos interacciones más individuales en los futuros capítulos.)
Después de que el castaño saludara a todos, los líderes de cada panteón no pudieron evitar querer hacer un evento para darle la bienvenida a Issei. A pesar de que el chico se negó, simplemente dijeron que era lo justo.
Mientras todo el inframundo se volvió un lío completo, Great Red se apartó con Issei para hablar con este.
- Bueno, más allá de decir que es bueno verte, dime algo Issei. ¿Por qué volviste hasta hora si has estado vivo todo este tiempo? – pregunto el dios de los sueños con un tono muy serio.
- Si, supuse que me preguntarías eso. – dijo con un suspiro el castaño. – Planeo contarle todo a los líderes después de que la emoción de mi regreso se mitigue un poco. Te llamaré para cuando lo haga, en especial porque es importante que tú también lo sepas. – dijo con tono serio el chico.
- Tu expresión me dice que es algo de cuidado, por lo cual no me queda más opción. – dijo Great Red de acuerdo preparándose para volver a la brecha dimensional.
- Espera, antes de que te vayas. – dijo Issei sujetando de un brazo al pelirrojo.
- ¿Qué sucede? – pregunto Great Red.
Creando una esfera de un color negro brillante que se solidifico como una gema, Issei procedió a dársela al dragón.
- Ten. No estoy seguro de cuanto daño recibió el sello dimensional, pero no puedo garantizarte que alguien más no trate de cruzar de nuevo. Esto creará un ataque en base al poder del caos y abrirá un portal hacia mí para que escapes cuando lo rompas. Debemos evitar luchar en la brecha, de lo contrario, el sello colapsaría y más de un mundo y realidad se verían afectados. – dijo Issei.
- Veo que has ganado mucho conocimiento en ese mundo, por lo cual tomare tu palabra Issei. – dijo Great Red guardando la gema de color negro. – Ahora me retiró, pero vendré en cuanto me llames. –
Abriendo un portal, el pelirrojo lo cruzo y desapareció del inframundo.
Issei se quedó en su lugar por un momento y procedió a activar su "Sacred Gear" observando la gema con color dual.
- El tiempo para que los Evie inicien la invasión se redujo considerablemente con el salto que dio Regalzeva y Rugatimu. Sumado a eso, ellos saltaron dos veces lo cual lo hacen 6 saltos añadiendo mi viaje de ida y regreso. – murmuro el castaño.
Había gran preocupación en la mente del chico, pero esa voz armoniosa y gentil volvió sonar en su cabeza.
- "Cariño, no deberías pensar tanto en eso, al menos no por el momento. Acabas de volver a tu mundo, deberías estar más feliz por estar con tu familia y amigos."– la suave voz de Chimune hizo eco en la mente del castaño.
- "No es que no esté feliz, pero el día de hoy se hicieron 5 saltos consecutivos a través del sello. La última vez el tiempo para su ruptura se redujo aproximadamente 2 años y medio según me dijiste. Haciendo cuentas, con los 5 saltos de hoy eso asciende a unos 15 años en total." – dijo Issei.
- "Entiendo tu preocupación, pero no podía evitarse. Era imposible que lograras acabar con Regalzeva y Rugatimu al tiempo, incluso si se debilitaron al forzar su poder para cruzar el sello y pasar a tu mundo. Regalzeva es más débil que su hermano Melvazoa solo porque no posee caos, es por eso que eres muy superior a él. Aun así, ya sabes cómo entrenar y entrenar a tus amigos para enfrentar la amenaza en el futuro. Queda aún la mitad del tiempo para que de inicio la invasión, sé que en ese tiempo lograras dominar completamente tu poder y serás imparable." – dijo Chimune.
- "Aunque digas eso, se bien que esos 15 años seguirán disminuyendo. Mi única opción es crear una distorsión de espacio tiempo completa, pero no podré aprovecharla al tener que mantenerla." – dijo Issei.
- "¡No Issei! Definitivamente no usaras distorsiones de las leyes y no estoy abierta a discusiones. Yo intentare todo lo que este a mi alcance para que no crucen de nuevo, pero prometeme que no harás uso de esas habilidades." – dijo Chimune con un tono preocupado a pesar de sonar estricta.
- "Esta bien, pero si el tiempo se vuelve a reducir no habrá nada que me detenga." – dijo Issei.
- "Ahh, está bien. Acepto eso." – dijo Chimune con tono resignado.
- "Gracias. Ahora bien, por favor siempre informame si sucede algo. Por más que haya vuelto a mi mundo, no puedo dejar a un lado a los amigos y mi nueva familia que hice en el otro mundo." – dijo Issei.
- "Ejeje, eres tan dulce. No te preocupes, me comunicare contigo todos los días. No quiero dejar de oírte, incluso si solo es telepatía." – dijo Chimune.
- "Heh, entonces esperaré la próxima vez." – dijo Issei.
- "Desde luego, no dejaré que te olvides de mi tan fácilmente Ufufu." – con esas últimas palabras, la comunicación con Chimune termino.
Volviendo a todos sus sentidos, el castaño notó que Akeno y Yuuma lo estaban buscando por lo cual se acercó rápidamente a ella.
- ¿Se les perdió algo señoritas? – pregunto Issei.
Sonriendo al encontrar al chico, las dos pelinegras no perdieron el tiempo para engancharse a sus brazos.
- Si, se nos perdió un tonto hace más de un año por jugar al héroe. – dijo Akeno sonriendo.
- Pero ya lo encontramos. – finalizo Yuuma con una sonrisa.
- Heh, también las extrañe mucho. Pero vamos, pónganme al corriente con todo lo que ha pasado. – dijo Issei.
Las dos chicas sonrieron mientras tiraban del chico en dirección del territorio Scarlet, lugar donde todos estaban reunidos tras organizar la fiesta del equipo campeón ahora como una fiesta por el regreso de Issei.
Al llegar a los terrenos, Issei pudo notar que estos habían cambiado bastante. No solo había una mayor población al notar edificios nuevos, sino que también identifico que había grandes avances.
- Vaya, sí que ha cambiado. – comento el castaño.
- Y eso no es nada, Amane-san ha hecho un increíble trabajo con todo el territorio. Ella logró obtener el título de gran rey por su buen manejo con el territorio y la facción del Emperador Escarlata. – dijo Yuuma.
- Heh, digno de ella. Sabía que dejarle el territorio y la facción serían los mejores movimientos. – dijo Issei.
- También hay que decir que Vali hizo oficial la unión que pasaba todos los privilegios del clan Lucifer a tu clan. Amane-san hizo lo mismo, por lo cual eres el fundador del clan más poderoso e influyente en el inframundo. – dijo Akeno.
- Aunque tanto poder es innecesario. Seguro que Amane-san dejo una porción de este a los Maous y su facción, de lo contrario el sistema político del inframundo sería similar a una monarquía. – dijo Issei.
- De hecho tienes razón. Amane-san cedió al menos un 40% del poder total a los Maous. – dijo Yuuma.
- ¿Qué hay de las otras facciones y mitologías? – cuestiono Issei mientras caminaban lentamente, aunque esto era porque las chicas así lo querían.
- Bueno, no han cambiado mucho. Algo que podemos destacar es que el conflicto de Indra con Shiva se vio terminado por Ddraig. – dijo Akeno.
- Oh, eso suena interesante. Tomare los detalles directamente de él. – dijo Issei.
- Otra cosa a destacar es que Nyx aún sigue siendo la diosa primordial de la noche, pero nunca pasa más de un par de horas en el olimpo cada mes. – dijo Yuuma.
- Mmm, ¿Por qué no lo hace? – cuestiono Issei.
- Dice que es mejor relajarse en el territorio a estar en el olimpo. Suele actuar como una tsundere cuando le recalcan que debería aceptar que le gusta su nueva vida gracias a ser una de tus piezas. – dijo Akeno.
- Jajajaja, esa mujer es toda una peculiaridad. En todo caso, pude sentir que ya no tiene los mismos deseos que en el pasado. Ahora es mucho más… - el castaño no encontró una palabra adecuada para describir a la diosa, pero Yuuma sí que lo hizo.
- Es mucho más madura y serena. Creo que haber tenido al dios Erebus cuidándola y cumpliendo sus caprichos la hicieron una chica engreída, pero cuando Rizevim casi la mata y tú la salvaste le hizo ver el mundo de otra forma. – dijo Yuuma.
- Por cierto Ise-kun, ella dijo que tiene su poder actual debido a que cumplió un requisito que le impusiste para poder acceder a este. ¿Cuál fue el requisito? – pregunto Akeno.
- Heh, su cambio debería ser evidencia de lo que le impuse, ¿no? – dijo el castaño.
- Supongo que tienes razón. – dijo Akeno sonriendo.
- ¿Y qué hay de Grigori y el cielo que son aliados directos? – cuestiono Issei.
- Bueno, Grigori actualmente es potencia tecnológica entre las facciones. El cielo no ha cambiado mucho, solo ha incrementado su fuerza. El inframundo ha tenido avances tecnológicos gracias a Grigori, pero el sistema en esencia no ha cambiado realmente desde tu partida. – dijo Akeno.
- Ya veo. ¿Y qué hay de ustedes y los demás? ¿Qué pasa con el equipo DxD? ¿Hay nuevos miembros? ¿Algún cambio importante? – pregunto Issei.
- Mmm, preferimos hablarlo con los demás presentes. – dijeron ambas chicas sintiéndose algo avergonzadas al pensar en lo que hicieron los primeros meses después que el castaño se había ido.
Sin embargo, no solo ellas se sentían así. Muchos de sus amigos también se sintieron de esa manera después de que vieron al castaño, pero lo enfrentarían después esperando que no se molestara.
- Mmm, de acuerdo. – dijo Issei mientras se cuestionaba porque no le decían inmediatamente.
Después de un par de minutos, el trio llego a la mansión principal del territorio. En ese momento, el castaño hizo una pregunta que había querido evitar.
- Mmm, chicas… ¿Qué hay de mis padres? – cuestiono el chico.
Ambas pelinegras se congelaron por un momento, realmente no sabían que responder. No sabían que esperar del matrimonio Hyoudou en el momento que vieran a su hijo después de creerlo muerto por más de un año.
- Oka-sama y Oto-sama están bien, igual tu hermana menor. Ella es una fuente infinita de felicidad para los dos. – dijo Akeno.
En el rostro del castaño se dibujó una suave sonrisa, después de todo esperaba que su hermana al nacer pudiera dar alegría a sus padres tras su partida. Claro que nunca había considerado que sobreviviría para volver.
- Ya veo, me alegra oír eso. – dijo Issei.
- ¿No los quieres ver? – pregunto Yuuma.
- Yooo… no lo sé. Me da miedo la reacción de ellos, en especial de Oka-san. – dijo Issei.
- Ejeje, vamos, eres el ser más poderoso del mundo. Puedes hacerlo, ¿no es así Akeno? – dijo Yuuma animando al chico y buscando el apoyo de su mejor amiga.
- Si, estoy segura de que estarán felices de verte. Quizás al inicio sea incomodo, pero ellos nunca podrían olvidarte Ise-kun. – dijo Akeno.
- Ellos están en la mansión, ¿verdad? – pregunto Issei sintiendo la energía de sus padres, aunque solo quería estar seguro.
- Si, vinieron en esta ocasión para conocer quien ganaría el torneo que dedicamos en tu honor. – dijo Yuuma.
- Ya veo. Supongo que quieren a mi hermana fuera de este mundo, en especial por lo que creen que me pasó. – dijo Issei.
- Si, Oka-sama ha sido reacia a enseñarle sobre el mundo sobrenatural en el futuro. – dijo Akeno.
El castaño no dijo nada a cambio mientras ingresaban a la mansión.
Rápidamente se dirigieron a la sala principal que era lo suficientemente grande para albergar a múltiples personas. Fue allí donde se encontraban los padres de Issei un tanto confundidos al ver como todo se había convertido en una fiesta gigante.
- Para ser la celebración de una victoria parece algo demasiado extravagante. – dijo Gorou a su esposa mientras esta tenía en brazos a su hija.
La pequeña bebé tenía el característico color de ojos marrón de sus padres, aunque se asemejaba más al color marrón que tenían originalmente los ojos de su hermano.
- Si, parece demasiado. Además, no esperaba ver a tanta gente aquí. Están incluso los líderes de los clanes demoniacos y los líderes de las otras mitologías. – dijo Miki.
Tan pronto algunos identificaron la llegada de Issei, se informó de ello a Amane y los Maous. Esto fue con el objetivo poder darle privacidad al matrimonio Hyoudou para reunirse con su hijo, razón por la cual se dirigieron a Gorou y Miki.
- ¿Podrían acompañarnos? Tenemos algo para ustedes. – dijo Amane al llegar junto a los dos castaños.
- ¿Huh? ¿De qué se trata Amane-san? – cuestiono Miki.
- Es una sorpresa que esperamos les guste. – dijo Serafall junto a Amane.
Algo confundidos, el matrimonio siguió a las dos demonios mientras que algunas personas se reunían en una sala aparte a la que los llevaron.
- ¿De qué se trata esto? – Gorou pregunto cuando estaban en la sala con sus principales conocidos y amigos cercanos.
Justo cuando el hombre dijo eso, una puerta al otro lado de la habitación se abrió entrando Azazel seguido de Akeno y Yuuma. Sin embargo, lo raro fue ver que la puerta no fue cerrada cuando entraron las dos caídas.
- ¿Esperamos a alguien? – pregunto Miki.
Con el sonido de pisadas que resonaron del otro lado, la figura de la persona que menos esperaban ver cruzo la puerta.
Los ojos del matrimonio se abrieron con sorpresa, aunque Miki hizo una mueca un poco molesta.
- ¡¿Qué clase de broma es esta?! – pregunto la mujer en un grito mirando a los ojos escarlatas del chico que acababa de llegar.
- Esto no es divertido, ¿cómo se atreven a jugar con esto? – Gorou dijo con tono molesto acercándose a su esposa para abrazarla.
- Oto-san… Oka-san. – murmuro Issei viendo la reacción de sus padres.
No le sorprendió realmente, pues ellos tenían entendido que había muerto hace ya demasiado.
- Se que parece una broma, pero esto es real. Él es Issei. – dijo Sirzechs mientras las personas que estaban dentro de la habitación y no sabían nada abrían sus ojos con sorpresa.
- N-No es cierto. Ustedes dijeron que mi Issei murió, no es posible que este aquí después de más de un año. – dijo Miki sintiendo un nudo en el pecho.
- Si, supongo que eso es lo justo. No puedo esperar que me reciban con los brazos abiertos, en especial cuando fui egoísta y controle sus mentes para que me dejaran ir. – dijo Issei con la mirada gacha y una sonrisa triste.
El castaño sintió las lágrimas acumularse en sus ojos, pero se negó a derramarlas. Sentía que no tenía el derecho después de hacer sufrir a sus padres.
La mirada de Miki se suavizo un poco ante la expresión del chico. Entregando a Izari a Akeno, la castaña avanzo lentamente con paso tembloroso.
- ¿Issei? ¿M-Mi Issei? – la castaña pregunto frente al chico mientras su esposo la seguía también con incertidumbre.
Levantando su mirada, los orbes escarlatas se encontraron con los marrones. En ese cruce, una especie de chispa surgió entre madre e hijo.
Claro que nadie estuvo preparado para lo siguiente.
¡PLAFF!
Los ojos de todos se abrieron con sorpresa.
- C-Como te atreves a hacerme esto, tu… - Miki dijo con los ojos llenos de lágrimas mientras tenía su brazo derecho extendido frente a ella y cruzado a la izquierda con la palma abierta al tiempo que temblaba.
En contraste, Issei tenía el rostro mirando a su derecha con su mejilla izquierda luciendo una mano marcada.
- Si, supongo que me lo merezco. – dijo el castaño con una sonrisa serena aceptando que sería rechazado por su madre.
Sniff – Sniff
Cayendo de rodillas al suelo mientras sollozaba, Miki tiro del castaño y lo abrazo.
- Issei… Mi Issei… mi precioso bebé. – sujetándolo con firmeza temiendo que el chico desapareciera, la mujer empezó a llorar abiertamente.
No pudiendo evitarlo, el chico abrazo de vuelta a su madre mientras sus lágrimas también brotaron de sus ojos.
- Lo siento… Oka-san… en serio lo siento. – dijo Issei sujetando a su madre con sus manos temblando al aferrarse a ella.
- Issei… mi muchacho. – Gorou se acercó y se arrodillo junto a su esposa e hijo abrazándolos a los dos.
El rostro del castaño mayor era más que feliz mientras de sus ojos brotaron las lágrimas.
La vista de la reunión familiar hizo que alguno se emocionaran un poco.
Un ejemplo eran el matrimonio Gremory que sonrieron mientras sus lágrimas brotaron. Se sentían felices de que sus amigos se hubieran reunido con el castaño, en especial porque aún no sabían de esto.
Rias estaba a un lado de sus padres, aunque era más evidente en la pelirroja lo feliz que estaba mientras le costaba mantener sus lágrimas bajo control por el reencuentro de Issei con sus padres.
Después de varios minutos, los 3 castaños se lograron calmar y se levantaron.
Miki acerco su mano a la mejilla roja de su hijo sintiéndose culpable por golpearlo, después de todo, seguro tuvo sus razones para no haber vuelto hasta ahora.
- Issei, l-lo sie… - siendo silenciada por un dedo de su hijo, Miki notó en sus ojos un amor incondicional.
- Esta bien Oka-san… lo merezco por desobedecerte a ti y a Oto-san. No es justo que aparezca así de la nada tras más de un año que me dieron por muerto. – dijo Issei.
Las lágrimas de Miki volvieron a brotar de sus ojos y abrazo nuevamente al castaño.
- ¿Cuándo fue que creciste tanto? – la mujer pregunto mientras era algo irónico escuchar eso cuando Issei era más alto que su madre.
- Ni yo mismo lo sé. – dijo el chico en respuesta.
Akeno se acercó a la familia cuando madre e hijo dejaron de abrazarse y entrego a Izari en brazos de Miki.
- Ven, conoce a tu hermanita Ise. – dijo la castaña con Gorou a su lado.
Issei se acercó y observó a la pequeña niña en brazos de su madre. La mirada de los dos se cruzó y la pequeña estiro sus manos intentando sujetar a su hermano.
Acercando una de sus manos, Issei le ofreció un dedo que Izari sujeto con fuerza y empezando a reír pareciendo feliz.
- Parece que le agradas. – dijo Miki con una sonrisa.
- Es bueno, pensé que me rechazaría. – dijo Issei.
- ¿Quieres cargarla? – Miki pregunto.
- No sé cómo sostenerla correctamente. – dijo Issei.
- Solo imita como lo hago yo. – dijo Miki entregando a Izari a los brazos de su hijo.
Con sumo cuidado, el castaño sujeto con firmeza a su hermana y la miro detenidamente.
- Heh, entonces tu eres mi hermanita. – dijo Issei acunando a la pequeña y sonriendo.
Estirando sus manos, Izari sujeto algunos de los mechones de Issei que colgaban sobre su rostro ya que su cabello estaba bastante largo.
- Ouch, no tires. – Issei se quejó, aunque no pudo hacer nada.
Algunos se rieron ligeramente mientras escuchaban a la pequeña reírse suavemente, aunque debían admitir que la vista era gratificante en cierto modo.
- "Mmm, de repente quiero tener un hijo." – pensó Yuuma mientras sujetaba con fuerza el borde de su falda y se sonrojaba.
Sin embargo, la pelinegra no era la única, pues Akeno a su lado estaba igual y en otro lado Kiyome no era muy diferente.
- "Tendremos muchos dragoncitos." – Tiamat pensó mientras se sonrojaba un poco y parecía realmente feliz.
- "Ise-nya y yo tendremos muchos gatitos." – Kuroka que estaba a un lado de su hermana se relamió los labios.
- "Onee-sama emana pura lujuria." – pensó Koneko mientras miraba de reojo a su hermana.
- Ufufu, serás un buen hermano mayor. – Miki no pudo contener una risita mientras Izari dejaba el cabello de Issei y se quedaba quieta observando los ojos de este.
- Sus ojos se parecen a los míos antes de empezar a tener cambios. – dijo el castaño.
- Si, es cierto. Es algo que siempre nos permitió pensar en ti con cariño. – dijo Gorou.
- Ahora estoy de vuelta, así que no hace falta que lo hagan. Puedo volver a pasar tiempo con ustedes como la familia que somos. – dijo Issei.
- Si, mi Issei. – dijo Miki sonriendo feliz.
Devolviendo a Izari a los brazos de su madre, el castaño luego vio a cierto niño pelirrojo.
- Mmm, ¿Millicas? – cuestiono Issei.
- ¿Issei-niisan? – pregunto tímidamente el pequeño.
- Heh, no has cambiado nada. ¿No vas a saludar? – pregunto Issei inclinándose sobre una rodilla.
El pelirrojo se acercó rápidamente al castaño y lo abrazó.
Grayfia y Sirzechs miraron con una sonrisa la interacción, después de todo, su hijo admiraba en gran medida Issei.
- ¿Te has portado bien? – pregunto el castaño.
- Si, he sido un buen chico. – dijo Millicas.
- Eso está bien. Prometo visitarte en algún momento para jugar. – dijo Issei.
- ¿En serio? – el pelirrojo se emocionó al escuchar esas palabras.
- Si, solo debo ocuparme de algunos asuntos antes de eso. – dijo el castaño.
- Te estaré esperando. – dijo Millicas.
- Si que has crecido Issei-kun. – Venelana se acercó junto con Zeoticus para saludar.
- Si, supongo que un poco. En cambio, ustedes dos no han cambiado nada. – dijo Issei.
- Heh, nos halagas. – dijo Zeoticus.
- Es agradable verlos de nuevo. – dijo Issei.
- Si, lo mismo podemos decir. Además, hacía falta que alguien molestara de vez en cuando a Rias. Seguro no lo admitirá, pero se deprimió mucho cuando pensamos que moriste. – dijo Venelana.
- ¡O-Oka-sama! – la pelirroja se sonrojo de tal manera que su cabello parecía pálido en comparación a su rostro.
- Heh, me asegurare de molestarla bastante en ese caso. – dijo Issei mientras abrazaba a la mujer castaña y al pelirrojo.
- Bien, creo que es hora de celebrar como es debido tu regreso chico. – dijo una voz familiar para el castaño.
Girando en dirección de donde la escucho, Issei pudo ver a su primer maestro.
- Armaros-sensei. – dijo el castaño.
- Vamos, no hace falta eso. No quiero que el ser más poderoso del mundo me diga sensei, me siento extraño. – dijo el hombre acercándose para estrechar manos con su alumno y darse un medio abrazo.
- Soy lo que soy gracias a todos los que me enseñaron. Tú, Azazel, Tannin, Ddraig y todos los que me enseñaron fueron quienes forjaron al actual guerrero que tienes ante ti. – dijo Issei.
- Heh, demasiado humilde, incluso para ser más poderoso que el propio Great Red. – dijo Armaros.
- Jajajaja, tengo los mejores padres que podría haber pedido. – dijo Issei mirando de reojo a Miki y Gorou.
- Seguro que lo son. – dijo Armaros.
- Bien, sé que hay muchas cosas que quieres saber Issei, pero por el momento, déjanos festejar tu regreso. – dijo Sirzechs acercándose y poniendo su mano izquierda sobre el hombro derecho del chico.
- Si-sí, solo no dejen a Azazel-sensei a cargo de las bebidas. – dijo Issei recordando la fiesta que hicieron después de la graduación de Rias, Akeno, Sona, Tsubaki y Kiyome.
- Apoyo la moción. – dijo Miki asintiendo.
- Yo igual. – dijo Venelana.
- Pff, sí que son aguafiestas. Además, tenía planeado solo poner licor destilado de manzanas dragón para Issei. – dijo Azazel resoplando.
Riendo un poco, todos salieron al gran patio de la mansión donde se divirtieron hasta las horas de la madrugada.
Lugar Desconocido
- ¡Maldita sea! ¡¿Quién demonios era ese bastardo?! Su fuerza nos abrumo a los dos juntos. – una figura de un humanoide mecánico gigante estaba despotricando mientras su sirviente estaba cerca.
- Lord Regalzeva, no estábamos en nuestra máxima condición. Ese sujeto no nos habría ganado en igualdad de condiciones. – dijo un Rugatimu que parecía estar siendo "reparado" de los daños que sufrió en su anterior batalla.
- No son excusas, incluso deshizo mi ataque más poderoso. Mi Planetary Devastation no es cualquier cosa, es energía capaz de arrasar con un planeta solo con afectar su superficie. Pero ese sujeto… ese sujeto lo hizo pedazos sin que hiciera algún daño. Eso no tiene sentido. – dijo Regalzeva.
- Me temo que ese tipo tiene alguna habilidad similar a la de su hermano Lord Melvazoa. – dijo Rugatimu.
- ¡No lo digas! Nadie más puede tener ese tipo de poder, es imposible. – grito furioso Regalzeva al sentir que su orgullo fue pisoteado por un don nadie.
- Usted mismo lo vio mi señor. Ese dragón podía usar el poder del caos, solo que desconocemos el tipo de caos que emplea. – dijo Rugatimu.
- Si, lo sé, no me trates como a un estúpido. A lo que me refiero es que no existe ningún tipo de poder del caos capaz de desaparecer ataques así como así. No dejó ni un rastro como pista, es como si simplemente se hubiera desvanecido. Mi hermano tiene poder dimensional y un control parcial del tiempo, pero ese tipo no empleo nada como eso. Hay algo más en él, algo… peligroso. – dijo Regalzeva.
- ¿Qué planea hacer ahora mi señor? – cuestiono Rugatimu.
- Ese tipo es peligroso, pero también sería una gran adquisición. Si podemos extraer su alma para impulsar a una nueva forma de vida mecánica tendríamos a un guerrero perfecto. Sin embargo, es seguro que mi hermano lo puede tener en la mira. Él busca alcanzar el Caos Primordial, por lo que ese sujeto puede ser una clave para ello. Debemos intentar hacernos con él lo antes posible. – dijo Regalzeva.
- ¿Piensa viajar de nuevo a ese mundo? – pregunto Rugatimu.
- Si, pero en esta ocasión, haré que alguien más use su poder para cruzar la brecha entre ambos mundos. De esa manera podré ir con todo mi poder. – dijo Regalzeva.
- Me ofrezco para ayudarlo a cruzar la brecha mi señor. – dijo Rugatimu.
- No, tu iras conmigo de nuevo. Algo me dice que esa batalla me quitará mucho, por lo cual alguien más debe abrir la brecha para volver. – dijo Regalzeva.
- Comprendo. En ese caso quedo atento a lo que me pida mi señor. – dijo Rugatimu.
- Por el momento, recupérate completamente. Después de descansar apropiadamente haremos un plan, de esa manera podremos tener opciones de respaldo en caso de que algo salga mal. – dijo Regalzeva.
Empezando a reír levemente, el humanoide de 7 metros desapareció en la oscuridad de la sala en la que estaban.
Draconic Deus
En todos los panteones se había esparcido la noticia de que Issei había vuelto de la muerte, cosa que había causado un gran furor el tener de vuelta al héroe del mundo.
Temprano por la mañana, el castaño estaba despertando en su antigua habitación mientras sentía una familiar sensación de calidez y suavidad.
Observando bien, aferrada a su brazo derecho estaba Yuuma mientras Akeno tenía el brazo izquierdo. Las dos pelinegras estaban profundamente dormidas y aparte de ello desnudas.
- "Mmm, esto me trae recuerdos." – pensó el castaño.
Aparte del dueto de mitad caídas, el su pecho estaba Kuroka mientras notó a los lados a Tiamat y Kiyome.
Las pequeñas sonrisas en los rostros de cada una de las chicas le hicieron sentir pleno, pues estaba seguro que las chicas se habían deprimido bastante por algún tiempo.
Un recuerdo fugaz de lo ocurrido en la fiesta que hicieron para Rias y Akeno volvió a su mente y se sonrojo.
- "Mmm, en esa ocasión Amane-san, Irina, Ingvild, Murayama, Katase y Verrine terminaron en la cama también gracias a la broma de Azazel." – pensó el chico.
Suspirando suavemente, el chico escucho como la puerta de la habitación estaba a punto de ser abierta.
- Issei-kun, el desayuno esta… listo. – una pelimorada entro muy animada, pero ese ánimo desapareció y se sonrojo atómicamente al ver la escena en la cama.
- Gracias Ingvild, iremos en un momento. – dijo Issei con una sonrisa nerviosa.
- ¡P-Perdón por molestar! – la reina cerró con fuerza la puerta y se recostó contra la pared mientras vapor escapaba de sus orejas. – "¿Q-Qué es esta sensación?" –
Sujetándose el pecho donde sentía su corazón latir como loco, Ingvild sintió un creciente calor recorrer todo su cuerpo.
- Ejeje, ella aún es bastante inocente. – murmuro el castaño.
- Mmm, cinco minutos más. – dijo Yuuma que se despertó, pero aún seguía adormilada.
- Solo si me das un beso preciosa. – susurró Issei cerca del oído de la pelinegra.
- Mmm, eso es justo. – acercándose al rostro del castaño, Yuuma lo besó con suavidad hasta que sus sentidos se encendieron y profundizo el acto.
- Mou, no lo capitalices Yuuma-chan. – Akeno se despertó cuando sintió que perdió el contacto con el brazo del castaño y se sentó tirando de este para besarlo también.
- Ufufu, no pude evitarlo. – dijo Yuuma con una sonrisa pícara mientras las demás se despertaban también.
- ¿Y mi beso I-kun? – Kiyome pregunto con un puchero.
- Si-sí, solo dame un momento. – dijo Issei cuando Kuroka reclamo sus labios.
- Y el mío. N-No es que lo necesite, pero me tienes que compensar este último año… idiota. – Tiamat se sonrojo y murmuro cuando vio al castaño besar amorosamente a la castaña de rizos.
- No te preocupes, tengo mucho amor para mi dragona tsundere. – dijo Issei.
- ¿A quién crees que llamas tsu… mmm… - siendo silenciada por los labios del castaño, la peliazul sintió que se derretía con el contacto.
- Desde luego que a ti. – dijo Issei cuando se separó de Tiamat.
- T-tonto. – murmuro la dragona con las mejillas rojas.
- Heh, yo también te quiero Tiamat. Ahora vamos, Ingvild-chan ya paso a decir que el desayuno está listo. – dijo Issei.
Vistiéndose con ropas sencillas, todos dejaron la habitación con rumbo al comedor donde estaban ya los padres del castaño junto a los demás miembros de su nobleza junto a Ddraig y a Amane.
Aparte, Issei reconoció a quienes ahora eran la nobleza de Vali así recordando que estos vivían en su mansión. Sin embargo, cierta mujer junto al peliplata que no había visto capto su atención.
- Al fin llegas Hyoudou. – dijo el rival y amigo del castaño.
- Heh, se me pegaron las mantas. – dijo Issei con una sonrisa.
- ¿Es él? – la mujer junto a Vali cuestiono.
- Si, él es de quien te hablé. – dijo el peliplata.
Issei parpadeo un par de veces esperando a ver si Vali presentaba a la mujer, aunque ya se había hecho una idea de quien era.
- Hyoudou, dejame presentarte a mi madre. – dijo Vali.
- Es grato conocer al amigo de mi hijo, gracias por aceptarlo a pesar de su actitud. Además, gracias por ser el mayor contribuyente a que yo fuera revivida. – dijo la mujer dando una pequeña reverencia a Issei.
- E-Espere, no hace falta eso. En su momento solo fue una alianza por beneficio mutuo, por nada más. – dijo Issei.
- Aun así, esa alianza los hizo amigos. Yo soy Seraphina Hikari, la madre de Vali-kun. – dijo la mujer con una sonrisa cálida.
Seraphina es una mujer de aspecto sencillo pero radiante. Su cabello es de color rubio que cae en cascadas onduladas sobre sus hombros, enmarcando un rostro suave y acogedor. Sus ojos son de color avellana y brillan con una mezcla de ternura y determinación.
Ella viste con ropas sencillas, pero tiene cierto aire elegante. Esto comprende una blusa un poco holgada de color blanco y una falda no muy larga de color negro, y usa sandalias de plataforma sujetadas por correas.
- El placer es mío Seraphina-san. Yo soy Hyoudou Issei. – dijo Issei mientras la rubia le tomaba las manos y sonreía.
- Encantada Issei. También conocí a tus padres y a veces cuido a tu hermanita. – dijo Seraphina.
- Heh, ¿Por qué no me sorprende eso? – dijo Issei.
- Bien, es hora de desayunar. Lo prepare todo junto con tu madre. – dijo Seraphina.
- Seguro todo esta delicioso. – dijo Issei así todos tomando asiento.
Mientras comían en un grato silencio, el castaño no pudo evitar notar el aura cálida y amable de la madre de Vali.
Era más que evidente lo cariñosa que era la mujer, por lo cual se preguntó seriamente como es que el hijo de Rizevim termino involucrado con alguien que parecía tan pura y bondadosa.
- "Sin duda alguna, el mundo funciona de maneras muy extrañas. No me imagino el dolor que sufrió ella cuando ese hombre empezó a torturar a Vali." – pensó el castaño mientras veía como Seraphina sonreía y hablaba con Lavinia.
Una sonrisa se acabó por dibujar en el rostro de Issei, pues todos en el comedor parecían felices.
- Por cierto, ¿Qué harás hoy Ise? – Miki le pregunto a su hijo.
- Mmm, no lo había pensado. ¿Qué día de la semana es? – preguntó el castaño.
- Es sábado, por lo cual tienes hasta mañana antes de volver a la academia. – dijo Miki con una sonrisa.
- ¿Qué? ¿C-cómo que a la academia Oka-san? – Issei pregunto.
- Ufufu, tu aún no te has graduado, por lo cual tienes que terminar tus estudios. No me importa que seas un dios, mi hijo se graduará e irá a la universidad. – dijo Miki con una sonrisa muy dulce.
- C-Claro, como digas Oka-san. – dijo Issei.
- Heh, lo tienes difícil, ¿no Hyoudou? – Vali dijo socarronamente.
- Ara, tú también debes ir a l escuela Vali-chan. Lo prometiste, ¿recuerdas? – Seraphina comento con una dulce sonrisa.
- C-Claro. – dijo Vali sentándose derecho.
- Nunca te imagine poniéndote tan serio. – dijo Issei con tono burlón.
Vale solo fulmino con la mirada al castaño, aunque la atención de este fue tomada por su padre.
- Además Issei, sigues siendo el heredero de la empresa, por lo cual necesito que tengas todo hecho cuando tomes el cargo. – dijo Gorou.
- Hablando de eso, ¿cómo ha ido el negocio Oto-san? – pregunto Issei.
- Nos expandimos exitosamente. Actualmente también fabricamos electrodomésticos. – dijo Gorou.
- Vaya, eso es una sorpresa. – dijo Issei.
- Jajajaja, lo sé. Nuestro crecimiento ha sido impresionante para solo un año, pero eso es lo bueno de tener buenas reseñas y comentarios en relación a los productos originales. – dijo Gorou.
- Supongo que ocupare este día para ponerme al corriente con todos. Mañana necesito hacer algo muy importante. – dijo Issei con su rostro poniéndose serio.
- Esa mirada tuya no me agrada Hyoudou. ¿Acaso hay algo que no nos estas diciendo? – Vali pregunto mirando fijamente al castaño.
- Solo puedo decir que una gran amenaza se acerca a nuestro mundo. – dijo Issei.
Fin del Prólogo.
Bueno, esto es todo por esta apertura. ¿Imagen de la madre de Vali? Joder, claro que sí. El link estará al final. ¿Algo que quieran saber? No duden en preguntar, después de todo, esta secuela empieza con niveles de poder descabellados como Saitama XD. Tengo planeado cambiar la apariencia de Nyx y ya tengo listo el personaje que tomare como apariencia de Chichigami. Como spoiler, el personaje que tomare para la nueva apariencia de Nyx y el que tomare para Chichigami son del juego del que he sacado algunas armas como referencia.
Ahora sin más por decirles, eso es todo por esta ocasión. Hasta dentro de unos 3 meses que escriba el primer capítulo de esta historia, a no ser que esta cosa sea muy pedida. Feliz mañana, tarde o noche. No olviden tomar awa, bye-bye.
Adjunto link para la carpeta nueva con las ilustraciones. Hice una nueva versión de la armadura nueva de Issei que es la misma de la portada, espero les guste.
mega .nz/ folder/ 8qlDSBwB#sDVoMxcOFexTEXc2kX3Cwg
Ya se la saben, fuera espacios y tienen su link.
