En un hotel barato a las afueras de la ciudad más cercana había un joven teniendo sexo con un abogado, sabiendo que hacían el mínimo ruido respecto a los demás, se podía escuchar la pelea de una pareja o la televisión de alguien a todo volumen.
–¡Si ahi sigue ahí!–pedía entre gemidos Newt, un joven rubio, alto y delgado con los encantos para enamorar a cualquier hombre o mujer, y no le había costado nada llamar la atención de aquel abogado en un bar.
Las penetraciones del abogado no cesaron en ningún momento sino que aumentaron, llevando a Newt a un trance de placer exquisito. Le había gustado jugar de esa manera ruda, haciéndolo también con otras personas.
–Por favor amor más–le suplicaba Newt con los ojos llenos de placer y su cuerpo sudoroso y tembloroso lo demostraba con sencillez.
De repente el teléfono del rubio comenzó a sonar y lo miró de reojo, notando las letras en la pantalla que decían 'Minho' y detuvo a su compañero para que sacara su miembro de su interior y poder salir de la habitación con el teléfono en manos.
Al salir fue recibido por una brisa de viento que lo hizo estremecerse y él mismo olvidó su camisa, por suerte había traído sus pantalones y atendió la llamada con interés.–Minho, ¿por qué me llamas?–Pregunta Newt con curiosidad, apoyado en la barandilla del hotel mirando el oscuro cielo estrellado.
–¿Estoy interrumpiendo algo?–preguntó la voz masculina de un chico en la otra línea telefónica y Newt miró hacia la puerta de la habitación detrás de él.
–No, no interrumpes nada. ¿Por que me estas llamando?
–Están reclutando unos millonarios, a asesinos, mercenarios y narcotraficantes para cazar la cabeza de un joven, parece que tiene algo en sus manos que quieren–explica y hay silencio por unos minutos, Minho lo sabe, Newt está pensando en ello, que cada oportunidad de dinero se interpondría en el camino para obtenerlo.
–¿Pagan bien?
–Como no te imaginas.
–Entonces acepto–termino la llamada mientras regreso a la habitación y continúo con lo que dejo pendiente.
[Unas horas después de eso]
Newt ya estaba esperando dentro del metro, tenía un periódico en sus manos, vestía traje y tenía un maletín a su lado. Muchos ya habían pensado que se trataba de un abogado, un empresario o un empleado de alguna empresa. Newt miró su reloj de muñeca y se preguntó por qué ese joven tardaba tanto y lo vio pasar frente a él.
Le sorprendió que el chico hubiera llegado a tiempo, Minho ya lo había contactado antes diciéndole que el joven tenía que llegar a tiempo en solo treinta minutos, allí encontraría un informante que le daría otra ubicación que lo llevaría hacia un gran hotel.
–Pensé que ya habías renunciado a este tipo de trabajo, Newt–dijo una voz femenina que le pareció bastante familiar al rubio cuando se giró y se encontró con la presencia de Brenda otra ex-mercenaria.
–Eso sólo se hará realidad en tus sueños, Bren–dijo con una sonrisa maliciosa, mirando de reojo al joven que ya se había acercado al informante y este le entregó un sobre.
–No pensé que te gustaría cazar cabezas de los jóvenes–comentó las Brenda, sentándose a su lado y mirando también al chico.
–Este me interesó.
–¿Por la paga que te darán a cambio?
–Tal vez–responde Newt y observa como el joven entra al tren que se acerco y deja que se mezcle con la gente que lo rodea. Ahí es cuando se levanta y debe seguirlo.–Fue un placer verte de nuevo, Bren–dijo, girándose para mirarla, sonriéndole con cariño.
Ella solo asintió y sin escatimar palabras lo soltó y la sonrisa que alguna vez estuvo en sus delgados labios desapareció en una mueca de preocupación.
Newt entró al tren, buscó subrepticiamente al chico y lo vio en un rincón apartado leyendo lo que sería una nota que debía seguir. Podía ver lo incrédulo que estaba Newt tuvo que reprimir la sonrisa burlona que iba a aparecer en sus labios. El chico era muy obvio.
Tenía una duda de por qué lo habrían elegido para algo así.
Se acercó lentamente a la esquina del joven, sabía que había dos asesinos cerca de ese chico y tenía que sacarlos para que solo pudiera ver a uno y ese sería él.
Esta vez se acercó un poco más y dejó de fingir, sabía que había llamado la atención del chico, pero este mismo se calmó al ver que probablemente pensó que era un empleado de algún lado. Los dos asesinos, uno estaba frente al joven y el otro a apenas un metro de distancia.
–Buenos días señores–los saludó con una sonrisa y su acento británico a la vista. El joven solo asintió ante el saludo, no podía articular ninguna palabra por lo nervioso que estaba.
De repente los cuatro se quedaron en silencio, había demasiado ruido como para que nadie pudiera escuchar lo que sucedía en ese rincón apartado. El asesino de un metro de distacia se acercó bastante hasta que estuvo al lado de Newt.
– イギリス人はここで何をしているのですか?[¿Que estas haciendo aquí británico?]– El asesino que estaba a lado del rubio notó algo inusual y había escondido un arma en su bolsillo y estaba a punto de sacarla.
–私は二人のいまいましい日本人を殺すためにここに来ました [Estoy aquí para matar a dos malditos japones]–Newt actuó rápidamente, disparando al que estaba a su lado con el arma pequeña escondida en las mangas de su traje y al que estaba frente a él. Los dos disparo resonaron por todo el vagon, asustando a la gente alrededor y especialmente a Thomas que estaba cerca.
El tren se detuvo en esa parada y muchas personas que estaban en los vagones salieron corriendo pidiendo ayuda a gritos. Newt aprovechó esto para tomar una de las manos del joven, sintiendo lo cálido que estaba y de repente eso le gustó.
Thomas no sabía por qué se dejó manejar por ese tipo, pero cuando vio los dos cuerpos de esos hombres tirados allí y el charco de sangre se quedó atónito, no podría moverse de su lugar si no fuera por esa rubio que lo llevaba alguna parte.
Reaccionó cuando lo llevaban a otra estación, fue entonces cuando se soltó de su agarre y el rubio se detuvo para voltear a mirarlo confundido como si no entendiera nada de lo que había pasado como si fuera una persona inocente que sólo presenció por casualidad.
