¡Sí, sé que ya pasó su cumpleaños! ¡Pero mejor tarde que nunca dice el dicho!

Bienvenidos al fanfic que hice en honor al cumpleaños de Shidou, nuestro querido protagonista, ¡que lo disfruten!

Ojalá puedan dejarme una review.


27 de mayo

¿Quién lo iba a decir? Ir a beber al Tenguu Pub Crawl fue una gran idea, Nia, sin duda, estaría orgullosa del chico que, finalmente, con mayoría de edad cumplida, Shidou fue a uno de estos lugares para alcoholizarse y pasar un buen rato.

No fue su idea, obviamente, no estaba tan desesperado para probar los excesos de la vida, quizás cuando fuera un oficinista de tiempo completo, es en un bar donde terminaría cada fin de semana, para quejarse de la vida con una buena compañía.

No era ese el caso, pues su buen amigo Hiroto Tonomachi le había invitado y Shidou aceptó sin más, despidiéndose de Tohka y Origami al salir de la universidad.

Tomaron asiento en una mesa circular con asientos acojinados que también eran curvos, todas las mesas eran de este tipo, también estaba la barra para los solitarios y tenía una pequeña zona para bailar y un pequeño escenario donde podías cantar karaoke en frente de todos, algo que Shidou prefería evitar.

Al principio, hablaron de cosas muy cotidianas, empezando por cómo le iba a cada uno, qué tenía que contar sobre la universidad, quejas en ambas partes, todo esto mientras bebían cerveza tras cerveza.

—¡Ah~! —Exclamó el joven de cabello espinado y ojos color gris—. La verdad, Itsuka, creo que ya debemos empezar a hablar de temas serios.

—¿Eh? ¿De qué hablas?

—Obviamente, hay que hablar de cosas de adultos, ya que Tohka-chan y Tobiichi-san están estudiando en tu misma universidad… bueno, creo que sería estúpido de mi parte el no pensar en si ya la pusiste con una o con las dos.

—¡Pufff! —Shidou escupió parte de su cerveza a la mesa, afortunadamente a su amigo apenas y le salpicó un poco—. ¿¡Qué cosas estás diciendo!? No tengo esa clase de relación, Tonomachi.

—¿No? —preguntó con impresión, luego dio un sorbo a su cerveza—. ¿Y para cuándo? Estás desperdiciando mucho potencial, amigo, en serio. Yo primero te creía un dios entre mortales con tanta chica a tu alrededor, pero después de estar con mi Mii-chan, ah~.

—… —Lo observó con una expresión de leve molestia.

—En fin, ahora creo que eres solo un idiota.

«Veo que el alcohol hace que se le suelte más la lengua…»

—La monogamia es buena, no, no solo es buena, es que es buenísima, Itsukaa. —De repente, lo tomó de los hombros—. ¡Shidou!

—¡…! ¿Sí?

—O dime la verdad, la razón por la cual tienes tantas chicas a tu alrededor es porque… en realidad, tú… ¿eres gay?

—¡Claro que no! —Se sonrojó de vergüenza y por el alcohol—. ¡Si supieras lo que he tenido que hacer para abstenerme durante los últimos proyectos!

—¿En serio? —Sonrió de repente—. Entonces, ¿ya te gustan los pechos de Tohka-chan?

—¡S-Siempre me han gustado…! —Luego se dio cuenta de lo que había dicho, apartó las manos de su amigo y se cruzó de brazos—. Ahh, mira lo que me haces decir…

—¡Jajaja! —Entonces, alzó la mano—. ¡Mesero, tráigame su mejor sake!

—¡¿Eh?! E-Espera, no he terminado mi cerveza.

—No te preocupes, amigo, ahorita lo vamos a combinar todo~.

—Tonomachi, eso es malo…

—Oh, vamos, apenas puedo verte cuando en tu apretada agenda tienes tiempo para mí. Además, a Míi-chan no le caes bien, así que no quiere que te vea, dice que me volveré igual de mujeriego que tú, jajaja.

—Ugh…

—Y que eres repugnante.

—… —Suspiró y bebió más de su cerveza.

Cuando vino el Sake, Shidou aprovechó a pedir más barbacoa porque ya se les había terminado, durante ese tiempo, Tonomachi a velocidad de rayo combinó la cerveza con el sake y Shidou terminó bebiendo, aunque le supo más pesado de lo usual.

—Nng…

—Oye, Itsuka, ¿qué acaso nadie se te ha confesado de tus "amigas"?

—…Confesarse…

—Sí, digo, no creo que lo vayas a hacer tú, ¿o sí?

—Ugh… no, no podría… —susurró y quedó observando su tarro de cerveza ya combinado con sake—. Ahh… la verdad es que…

Entonces, lo recordó, lo que esa pequeña chica de cabello azul esponjoso, con marioneta de conejo en su mano izquierda, con esos ojos azules llenos de determinación y amor, lo que esa chica tímida, pero valiente, le había confesado en esa ocasión.

Le dijo que le amaba, algo que no debía tomarlo por sorpresa, pero fue su valor lo que le causó un temblor en su ser.

Le dijo que siempre quería estar con él, cosa que cualquier amante desea con su amado hacer.

Le dijo quién había sido, cómo había sido y quién era ahora, después de todo lo acontecido.

Con humildad, le agradeció todo su apoyo, su compañía, sus palabras, sus acciones y como el conjunto de todas esas cosas cambió su corazón.

Y es que, Yoshino, llevaba la razón; Shidou le había infundado valor.

—…

—¿Itsuka? ¿Itsuka Shidou, estás aquí?

—¡Ah…! Perdón, me perdí en mis pensamientos…

—Pensé que había sido el alcohol… estaba por pedirte agua, pero me alegra que haya sido eso, ¡esto no es suficiente para vencerte!

—Jaja… supongo que no. —Le dio otro gran sorbo a su tarro de cerveza.

—¿Entonces? ¿Ya vas a contarme de la pobre alma que se te confesó?

—No solo ha sido una… realmente, creo… ahh… creo que…

—¿Sí? Cuéntame, somos amigos —dijo mientras le servía más sake al tarro de Shidou, él no protestó, solo se dejó llevar—. Dale, un poquito más.

—…Sé que me voy a arrepentir de esto… —Y volvió a beber, como los peces en el río.

Técnicamente, desde que selló los poderes de todas las chicas espíritus, ¿eso no contaba ya como una confesión de amor indirecta? Aunque decirlo de forma directa, claro que podía mencionar a algunas.

—…Me da vergüenza, Tonomachi… hay cosas que… realmente no quiero enfrentar… siempre he sido así… y solo puedo apenarme y decepcionarme… porque… no quiero lastimar a nadie… pero sé lo que están esperando de mí, y eso…

—¿Están esperando que seas un hombre?

—¡No lo sé! ¡Solo sé que no es algo fácil! —Shidou, por primera vez, en mucho tiempo, perdió parte de su control y se llevó las manos a la cabeza, metiendo sus dedos entre su cabello azul—. Aaah…

—¡…! —Abrió más sus ojos.

—…¿Tiene sentido lo que estoy diciendo…?

—Hmm… yo creo que sí… —Sonrió y la barbacoa finalmente llegó, por lo que Tonomachi empezó a comer—. Mmh~, pero ¿qué hay de lo que tú sientes? Dejando de lado la culpa… Debe haber alguna que sea la mejor opción para ti.

—… —A su mente llegó Tohka, pero también vino acompañada de Kurumi, Miku, Yuzuru, Kaguya, Nia y pronto su mente se llenó de todas las chicas espíritu—. Haaa… todas tienen puntos buenos…

—De seguro que Tohka-chan fue la primera en la que pensaste~.

El muchacho de cabello azul frunció el ceño, pero luego negó con la cabeza y también comió barbacoa.

—Quisiera partirme en diez…

—¿¡En diez!?

—Sí…

—Itsuka, ¿estás demente? —preguntó sorprendido, pero en su mente empezó a hacer cuentas de las chicas que él conocía y que estaban detrás de su amigo. «No me dan las cuentas…»

—Mmh, oye, la barbacoa aquí es muy buena, pero cada vez siento menos el sabor…

—¡Es normal, no te preocupes! —dijo con alegría—. Bueno, si no puedes escoger a una, ¿quieres un consejo?

—¡Sí!

—Bueno, hmm… yo diría que… te decidieras por una o por todas.

—¿Qué?

—Y la otra opción es que hicieras una eliminación de acuerdo a… a algunas características que no cumplen con tus estándares. Por ejemplo, no sé, que te gusten las pechugas, si no las tiene, un punto menos, ¡y así!

—¿Quieres que haga un concurso…?

—¡Eso! Técnicamente, digo, obviamente, ¡no vas a decirles eso! Será un cotejo mental, Itsukaa~.

Su amigo le dio unas palmaditas en el hombro y después bebió más Sake mientras que Shidou, en su estado ebriedad, se quedó pensando sobre su "chica ideal", lo cual nunca había pensado antes.


El reloj marcaba la media noche y varias de las chicas espíritu se encontraban en la sala de la casa de la familia Itsuka, la mayoría se encontraba jugando baraja y apostando fichas de casino sin algún valor monetario.

—Hmm… —Kaguya tenía las cartas muy cerca de su cara, sus ojos azules miraron hacia su derecha, donde estaba su hermana gemela, Yuzuru, luego miró a la izquierda, donde estaba Kotori, la hermana menor de Shidou.

—Uh… —Yoshino también se encontraba ahí, con una expresión complicada, acomodando sus cartas.

—Oigan, ¿ya podemos terminar con esto? —preguntó Tohka, con algo de confianza en sus cartas—. Ya quiero mostrarles lo que tengo.

—Oh, ¿mucha confianza, sirviente? —preguntó Kaguya con aires de grandeza.

—Advertencia. No tienen ni idea de lo que tengo entre manos.

—Um, yo creo que no tengo nada…

—Bueno, acabemos con esto —dijo la chica de cabello rojo—. ¡Enseñen su juego!

—¡Sí!

Justo en ese momento, tocaron el timbre de la casa rápidamente.

—¡Ah! —Todas se detuvieron, de hecho, Kaguya hasta se pegó las cartas a su pecho, con tal de que nadie las viera.

—¿Será Shidou?

—Ya era hora de que regresara, ¡miren lo tarde que es! Ese tonto. —Con pesadez, Kotori se levantó y dejó sus cartas en la mesa, totalmente al descubierto—. ¡Ya voy!

—¡Ja! —Kaguya se burló—. Kotori solo tiene dos reinas, ¿eso de que te sirve? De nada, así es, fufu~.

—Sí, sí. —Kotori dijo mientras avanzaba hacia la puerta, pero detrás de ella le siguió Tohka, pues quería darle la bienvenida a Shidou en cuanto lo viera.

Al abrir la puerta, se encontró con que Tonomachi estaba sosteniendo a Shidou, quién se tuvo que apoyar en el hombro de su novio para seguir de pie.

—¿¡Onii-chan!?

—Deja de gritar, por dios, Kotori… —contestó Shidou con pesadez.

—Hey, buenas noches, Kotori-chan. Oh, Tohka-chan también está aquí, hola~.

—Oh, Tonomachi, ¡hola! —Saludó con una sonrisa la chica de cabello oscuro como la noche—. ¿Qué le pasó a Shidou?

—Estoy bieeen —dijo, arrastrando las palabras—. Creo que me pasé un poco, nada másss…

El joven universitario se soltó de Tonomachi y caminó hacia dentro, para terminar apoyándose en Tohka, quien tuvo que sostenerlo en sus brazos.

—¡…! ¿S-Shidou, estás bien?

—Um… gracias, Tonomachi-kun, por traer a mi Onii-chan a casa, espero que no te haya causado problemas.

—Ah, no te preocupes… todo bien. Bueno, ya me tengo que regresar a mi casa, me lo cuidan, ¿de acuerdo?

—Sí, ¡gracias!

—¡Adiós, Tohka-chan!

—¡Umu!

Tonomachi se retiró y Kotori cerró la puerta tras de sí, solo para ver como Shidou se aferraba a Tohka, las demás ya habían rodeado al muchacho para ver su estado.

—¿E-Está borracho? —preguntó Yoshino, algo tímida, pero sorprendida.

—Nng, no digas eso, Yoshino… estoy bien… ¡me siento increíble! —Shidou se separó de Tohka y la miró, con el rostro sonrojado y con las pupilas algo dilatadas, estaba completamente borracho—. Hueles bien rico, por cierto~.

—¡E-Eh! —Tohka se sonrojó por completo y las demás se quedaron con la boca abierta.

—Shidou, pero ¿qué crees que estás diciendo? ¡Estás borracho!

—¡Silencio! —Señaló a su hermana y ella se quedó con la boca abierta—. Siempre me tratas mal, Kotori, ¡menos cinco puntos!

—¿¡Eh!? ¿De qué estás hablando?

—Shidou-san de verdad está borracho, Yoshinon… —susurró a su marioneta amiga.

—Hm, es cierto, Shidou-kun se volvió el activo de repente~.

—Y-Yoshinon…

—Bien, bien, ahora que tengo su atención, quiero decirles algo… —dijo Shidou, algo mareado y sin sentir realmente el suelo estaba pisando—. Me la pasé muy bien esta noche, en serio… ahora entiendo porque Nia bebe, de hecho, creo que debería de beber con ella un día de estos.

—Onii-chan, por favor… es claro que no estás bien, ¿qué tal si mejor te vas a acostar? —Kotori cambió su tono a uno amable, ya estaba educada después de que su hermano le había mandado a callar.

—Consejo. Shidou, no te ves muy bien, será mejor hacer caso a Kotori, te ayudaremos a llevarte a tu habitación.

—Oh~, ¿eso quiere decir que me vas a cuidar? —preguntó al acercarse a Yuzuru y la tomó de la mejilla, sorprendiéndola.

—¡O-Oye, yo también, no solo Yuzuru!

—Oh, ¿sí? —Shidou entonces, con su otra mano, tomó la mejilla de Kaguya y ella se sonrojó tanto como su hermana. «Ahora, veamos qué sucede».

—¡Si se trata de eso, yo te cuidaré, Onii-chan!

—Tú no cuentas en este juego, Kotori.

—¿¡Qué!?

—¡…! —Yoshino uso su pata para tapar la boca de Yoshino, quien se quedó totalmente en shock.

—¿De qué juego hablas, Shidou…? —Tohka parpadeó un par de veces, no entendiendo nada de lo que estaba pasando.

—¡Sí! —El muchacho se separó de las gemelas y se recargó en la pared para evitarse una caída vergonzosa, luego sonrió con algo de confianza—. Pero necesito que también estén las demás, de otra forma, no será justo. ¿Saben? Lo que les iba a decir antes de que me interrumpieran es que… en el pub al que fui con Tonomachi, dos chicas se nos acercaron muucho~.

En ese momento, pudo ver como los celos afloraban en cada una de ellas, solamente Yoshino decidió agachar un poco la cabeza, la que se notaba más enojada era Kotori, por supuesto.

—¿De qué estás hablando, Shidou? ¿Y qué tanto se te acercaron?

—Advertencia. Recuerda que le perteneces a las Yamai.

—Lo que ella dijo, cielos.

—Onii-chan…

—…

—Shidou-kun, parece que estás en aprietos~.

—Oh, claro que no, Yoshinon, porque las engañé, no se me acercó nadie, solo quería ver cómo reaccionaban.

—Ahh…

La mayoría de las chicas suspiraron, pero Tohka negó con la cabeza, la actitud de Shidou era muy diferente a lo normal.

—Yoshino.

—¡…! ¿S-Sí?

—Ven, acércate.

La jovencita se acercó al joven y él rápido la abrazó contra su torso con un brazo, sonrojando a la chica, mientras que las demás solo podían observar, estaban más confundidas que enfadadas.

—Tú fuiste la más tranquila, cinco puntos para ti, nena~.

—¿¡…!? —La cara de Yoshino se puso por completa roja y apretó con fuerza a Shidou.

El muchacho con solo una palabra hizo que el ambiente se pusiera hostil y pesado, pero él no se daba cuenta.

—Quiero jugar a un juego con ustedes, chicas.

—¿¡No quieres que te traiga tu triciclo mejor!?

—Jajaja. No es una broma. Tú quieres ser mi chica. —Señaló a Tohka.

—¡…!

—Y tú, tú también, Yoshino también, y todas las demás igual. Todas quieren ser mis chicas.

—¡…!

Yoshino se separó del muchacho, también porque él ya la había soltado para estos momentos.

—No puedo decidirme y sé que eso es horrible… así que, hoy llegué a una conclusión para darle una solución a esta situación~.

Poco a poco, las chicas se estaban tomando más en serio las palabras de este chico ebrio, pero Shidou seguía alegre y de buen humor, justo como un borracho.

—¿Quieren ser mi chica ideal? Primero, cero violencia entre ustedes. Segundooo… hm, bueno, hagan su esfuerzo, pero no dejen de ser ustedes mismas. Tercero… yo soy el que va a puntuar su esfuerzo, no ustedes. Cuarto… hm…

Todas le estaban escuchando con atención, sin interrumpir al borracho.

—Cuarto… nh… las quiero mucho a todas, así que todas ya tienen puntos desde el principio.

—Entonces, ¿cuántos puntos tenemos?

—No sé, Kaguya, no sé… ¿Cien?

—Entiendo. —La joven de cabello naranja asintió con la cabeza.

—Bueno, ya tengo sueño… —Shidou pasó de ellas y acarició la cabeza de su hermanita—. Te quiero mucho.

—¡…! Yo también… Onii-chan…

El hermano sonrió y se quitó los zapatos ahí mismo, empezó a tararear una canción mientras se aproximaba a las escaleras, pero cuando empezó a subirlas, el muchacho empezó a cantar.

—Penas y penas y peeeeenaaaas, hay dentro de mí y ya no se irán, porque a mi lado tú no estáaaaas, te recordaré como algo que fue… solo un sueño hermoso, nada más…

—… —Las chicas se miraron entre ellas, algo confundidas aún.

—S-Shidou-san tiene buena voz…

—Bueno, sí, canta bien, aunque eso sonó triste…

—No le intentes buscar sentido, Kaguya, así son los borrachos.

—Duda. Entonces, lo que dijo ahora, ¿fue en serio o no?

—Eh… —Kotori sudó de la cabeza.

—Uh… ¿Y si mejor nos vamos ya a dormir? Ya es tarde, mañana deberíamos de preguntarle a Shidou.

—Aprobación. Tohka tiene razón, también estoy cansada.

Es así como las chicas decidieron irse a dormir, cada una a su departamento, pero Kotori se quedó en la sala de su casa, para beber algo de agua, aún en conflicto por todo lo que Shidou había dicho, mientras que escuchaba que su hermano seguía cantando.

—…Quiero, por fin, tenerte, y hacerte mía ya, voy a llenarte toda, ¡todaaa! Lentamente y poco a poco, con mis besos~. Voy a llenarte toda, ¡todaaa! Y a cubrirte, con mi amor, todo tu cuerpooo…

«Cielos, ya que se calle…». Kotori se sonrojó por las palabras de Shidou, pero agitó la cabeza para alejar esos pensamientos de su mente.

Shidou estuvo cantando un buen rato, hasta que cayó en su cama para no despertar hasta el medio día del sábado.


Nunca imaginó que emborracharse tendría resultados tan desastrosos, puesto que cuando el muchacho, con resaca, bajó las escaleras, se encontró con todas las chicas espíritu reunidas, como esperando a que bajara.

—¡…! B-Buenos días… um, ¿pasó algo…?

—Ara, eso ya deberías de saberlo, Shidou-san —dijo Kurumi, una bella chica de ojos rojos y cabello negro, estaba vestida de forma elegante, aunque casual.

—¿Eh? ¿E-Es por algo que dije ayer?

—Darling, ya todas lo sabemos, ¡y estoy muy emocionada! —dijo Miku, una chica de largo cabello azulado y ojos del mismo color, su figura era madura y envidiable, sobre todo por tremenda delantera que se cargaba sin problemas—. No te preocupes, hasta Natsumi-san participará.

—¡…! —Natsumi se puso roja—. C-Cállate, Miku.

—Jijiji.

—¿D-De qué están hablando? —Shidou sudó de la frente y por más que trataba, no podía recordar qué había dicho anoche, tenía una laguna mental gigante. «Después de que Tonomachi me regresara a casa, no recuerdo qué pasó, solo sé que estaba cantando en mi habitación…»

—Nushi-sama. —Mukuro se levantó, una chica bajita que tenía largo cabello dorado y ojos del mismo color, a pesar de parecer menor, su cuerpo era demasiado maduro como para verla de esa forma—. Muku está lista, siempre lo ha estado desde que liberaste el corazón de Muku, por eso, Muku vino lista.

Entonces, la chica sacó un certificado de matrimonio con sus datos ya llenados, se lo mostró a Shidou.

—Nushi-sama, ¿te casarías con Muku?

—¿¡QUEEEEEEEEEEEEEEEE!?

No solo Shidou, sino que todas las chicas gritaron al unísono junto a él, haciendo que la casa saltara por los aires.

Sin embargo, Origami usó unas tijeras que sacó de quien sabe de donde y cortó en pedazos el certificado de matrimonio de Mukuro en poco tiempo, cosa que encabronó a Mukuro.

—Elogio. ¡Eres la mejor, maestra!

—Te pasas, Mukuro —dijo la chica peliblanca mientras hacia girar sus tijeras y luego las guardaba en su bolsillo con estilo.

—Mira quien habla… perra. —Lo último lo dijo por lo bajo, pero Origami lo escuchó.

—¿Qué dijiste?

—¡Esperen, esperen! —Shidou se puso en medio de ambas, porque parecía que estaban por saltar una encima de la otra—. ¡Vamos a calmarnos todos aquí!

—¡Wow, wow, wow…! —Nia se acercó, para tomar la mano de Mukuro y alejarla de Origami, mientras que Shidou hizo lo mismo—. Estoy de acuerdo con el chico, vamos a calmarnos todos, ¿okey?

Nia parecía una chica más, aunque, de hecho, ella era la mayor de todas las chicas espíritu. Era una mangaka y una joven de cabello gris con ojos azules como el mar, de piel blanca y nada más destacable que sus grandes muslos.

Origami y Mukuro compartieron miradas filosas, pero gracias a la intervención de Nia, Tohka también se acercó a Mukuro para calmarla y regañarla sutilmente.

Una vez que todas estuvieron más tranquilas, Shidou pudo suspirar y las miró a todas.

—Bien, de acuerdo… um, la verdad, me duele la cabeza y me siento muy mal ahora mismo, pero eso no importa… estoy seguro que hice algo estúpido anoche, de hecho… t-tengo que decirles… que posiblemente habría hecho algo muy tonto de no ser porque Tonomachi estaba allí.

—¿Eh? —Kotori parpadeó un par de veces.

—Duda. ¿Qué quieres decir?

—Cierto, Tonomachi-san creo que te venía cargando…

—No nos dijiste nada de eso, Shidou…

—¿Hablé con ustedes…?

—¡Sí!

—Oh… bueno, no me acuerdo.

—¿¡Qué!?

—¡Ahh, lo siento! Pero dejen les explico lo que yo recuerdo, creo que todo esto se trata de un gran malentendido.

—Ahh… —Kotori se llevó la mano a la cabeza, mientras que la mayoría de las demás hizo un rostro de decepción, otras de alivio.

Shidou no pudo evitar sentirse mal al verlas así, pero igual continuó.

—Ayer, cuando estábamos por irnos porque yo ya no estaba bien… unas chicas se nos acercaron.

«¿¡Era verdad lo de las chicas!?» Pensaron Kotori, Kaguya y Tohka.

—Yo… no pensé en nada, solo las vi con falda corta y bueno… querían tomar unos tragos con nosotros, así que yo dije que sí.

—¡…!

—Sí… —Agachó un poco la cabeza—. Pero… Tonomachi las rechazó varias veces, solo que, en algún momento, las dos dejaron de hacerle caso y me miraron solo a mí, para ver si yo aceptaba irme con ellas, entonces, él me gritó, creo… la verdad no recuerdo cómo lo dijo, solo sé que me dijo algo que me despertó. "Estarás borracho, pero recuerda quienes siguen esperando por ti".

Solo hubo silencio, el joven alzó la cabeza y las miró a todas, sus ojos cafés brillaron con la verdad en su sentir.

—Así que, las rechacé. Me alegro que él hubiera estado allí para decirme eso. Me cuidó todo el tiempo y me trajo a casa. Después de eso, no recuerdo nada, más que estar cantando en mi habitación.

—Lo imaginaba… —susurró Kotori.

Antes de que las demás pudieran decir algo, Shidou siguió hablando.

—Esto puede que esté bien o mal, pero… y sé que podrían no perdonarme… —dijo al mirar a Mukuro y a Origami—. Pero… sé que creen que no me doy cuenta de muchas cosas, y quizás eso sea cierto la mayoría de las veces, porque muchas veces hay cosas a las que le he tomado más importancia, es injusto. —Miró a Yoshino y a Natsumi—. Pero lo sé, sí me doy cuenta… y he tratado de buscar la respuesta correcta, pero creo que no existe, lo que sí tengo es una idea descabellada… una tontería, pero creo que, desde el principio, todo este juego ya lo era.

—Shidou…

—No me mires así, Tohka. —Sonrió—. Lo que quiero decir es que… si tuviera que decidir entre el romance perfecto, de película, de alguna chica de mi universidad o de alguna mujer en algún lugar, entre todo ese sueño y ustedes, las escojo a ustedes, a todas.

—¡…!

—S-Shidou-san… —Yoshino sonrió con lágrimas en los ojos.

«Shidou…» Natsumi se sonrojó por completo e hizo una sonrisa tonta en su rostro.

—Nushi-sama…

—Ara, ara, yo acepto~.

—¡Estoy dentro! —Nia le levantó el pulgar al chico.

—Declaración. Sigues siendo de las Yamai, sin importar nada.

—Sí… uh… —Kaguya también estaba muy conmovida por las palabras de Shidou.

—¡Darling!

—¡…!

No solo Miku, sino que todas dejaron su lugar y fueron hacia a él para besarlo, abrazarlo o tan siquiera tomar su mano.

—¡Esperen, esperen! —El chico dio unos pasos para atrás y puso una mano en señal de alto, como para controlar la estampida.

—¡Te amamos, Shidou !

Es obvio que no le funcionó, pero no se arrepintió y dejó que todas expresaran su amor.

¿Podría vivir de esta manera?

«Que se preocupe el Shidou del futuro». Pensó con una cálida sonrisa en el rostro.

Buena suerte, Shidou del futuro.