Mientras caminaba hacia un lugar desconocido de la mano de Hiratsuka-sensei, miraba hacia la nada, esperando de alguna manera que el universo me mande una señal sobre qué debo hacer en esta situación tan... tan... Tan antinatural que parece haber roto varias leyes de la física hace un momento.
Por supuesto, la probabilidad de que esto siga siendo una alucinación y que me encuentre en verdad encerrado con seguridad máxima en un manicomio sigue estando presente. Nunca dejará de no estarlo. Pero... Pero siento que tal vez debería considerar otras posibilidades para por lo menos comprender qué clase de ilusión estoy viviendo.
No tengo idea de lo que imagina un loco y nunca me interesó, así que no estoy seguro de qué tan importa sea esto, pero siento que esta situación es demasiado realista para ser falsa. Siento también que estoy demasiado en cabales para ser un loco peligroso para la sociedad y una deshonra para mi familia.
Todo esto es muy realista y me encuentro muy cuerdo: Esas son las dos cosas que pueden hacerme por lo menos considerar que esto sea algo más que un producto de mi cabeza. Que tal vez esto tenga otra explicación un poco más loca.
Y de ser posible una que no me involucre a mí despertándome de un coma para descubrir que he perdido ambas piernas en un accidente con el bendito camión de mierda cuando era un mocoso, dando como resultado que toda mi vida no sea más que un sueño muy largo que lleva durando demasiado.
Es una opción factible, pero por el momento prefiero pensar en otras explicaciones para darme un poco de paz mental.
Si no es eso, entonces, por proceso de eliminación, la única opción por la que puedo moverme es la de que, de alguna manera desconocida, mi vida se ha vuelto verdaderamente un Simulador de Citas que me quiere a mí conquistando a mi maestra.
...
... Si, definitivamente esto es una alucinación. Vayamos con esa teoría. Es la que me da más cordura para no irme a casa para encerrarme en mi cuarto y nunca más salir.
-Has estado muy callado, Hikigaya.- A pesar de que me llamaban, no volteé la mirada, no importándome si era una falta de respeto, ya que ella no se merece eso. -¿Ocurre algo? ¿Hay algo que te molesta?
Dicho eso, se ve que al menos su preocupación es genuina, así que al menos debería dar una respuesta.
-... No, no es nada, sensei. Tan solo estoy pensando en cosas varias.- ... No dije en ningún momento que iba a dar una buena.
La miré para observar su reacción y enseguida me arrepentí.
Hiratsuka-sensei me miró con un puchero, lo que de verdad es asqueroso. Digo, ¿que no sensei está a punto de cumplir sus 30 años? Incluso si tiene un buen cuerpo, no debería hacer esas caras. No va acorde con su cuerpo maduro. No es cristiano.
-Que respuesta tan vaga... aunque supongo que debe ser algo típico en ti, Hikigaya. Debí esperar algo así de ti, con lo acostumbrado que estas a que todos rechacen tus opiniones como si fueran basura.
Viendo su rostro, me hace pensar que tal vez se está proyectando un poco de más en mí, sensei. Eso no es sano.
-Me siento feliz... Es la primera vez que alguien espera algo de mí. Se lo contaré a mi hermana menor.
Fui con una broma mala para calmar un poco el ambiente tan extraño que se formó entre nosotros... lo que funcionó cuando ella volvió a su actitud típica de siempre luego de mirarme sorprendida un par de segunda.
Molesta bastante esta personalidad suya, sensei, pero a la vez esperable: Y lo que esperas siempre es bueno, porque te libra de las sorpresas, incertidumbres que te inquietan por no tener el control de las cosas.
-Jaja. Muy chistoso, Hikigaya. Podrías tener un don como comediante... y también para otras cosas...
[Has ganado 1+ [Puntos de Afecto] con Heroína Hiratsuka Shizuka]
... Oh, cierto... Esa cosa aún está aquí, observando todos mis movimientos como si fuera parte de mí... como una alucinación de MI cabeza, por ejemplo.
Suspiré con cansancio al darme cuenta de que esta cosa endemoniada llamada ¨juego¨ aún sigue castrando mis joyas con una felicidad horripilante. Todo al ritmo de los pasos firmes de Hiratsuka-sensei, quien se veía feliz de una manera equivocada.
Sueño o no, vivir este tipo de situaciones es una mierda por donde se lo quiera ver. Porque si esto es falso, esto me demuestra que la parte inconsciente de mi ser todavía no se ha rendido con el romance y desea vivir una vida harem de ensueño porque aparente me caí mucho de pequeño.
Y si esto de alguna forma resulta ser verdad, entonces me veré forzado a ser un jodido raijuu para ganarme el corazón de chicas bonitas, lo quiera o no. Y no quiero, así que vete de mi alucinación, juego de mierda.
[NO]
Tch. Lo intenté.
-Bueno, aquí estamos.
Dejé de prestarle atención al inútil patio y miré hacia el otro lado, mirando una puerta que lleva a un salón en una zona en la que no parece haber nadie, dejando todo el lugar en un silencio sepulcral.
-... Esto es sospechoso.
-Para nada. Este es el lugar donde aprenderás a ser un adolescente sano.
Mirando a Hiratsuka-sensei, arrugé mi cara por la inconformidad pero sobretodo de la indignación.
-... ¿Ósea que me trajo aquí para ser un idiota hormonal que sufrirá decepción tras decepción en el amor y después en la vida en general?
-Básicamente, si.
Que descaro. Y encima lo dice con una sonrisa.
-... Yay...
-Jajaja. Eres divertido, Hikigaya. A veces siento que estoy hablando conmigo mismo cuando estaba en la secundaria.
Mi indignación aumentó aún más.
-No me cambie de sexo, por favor.
-Jajaja.
[Has ganado 2+ [Puntos de Afecto] con Heroína Hiratsuka Shizuka]
Yay.
-Bueno, no perdamos más el tiempo.- Y después de decirme eso, Hiratsuka-sensei abrió la puerta de golpe y sin ningún ápice de delicadeza, haciendo un ruido estridente que me hizo pegar un pequeño salto hacia atrás. -¡Lo siento, Yukinoshita! ¡Voy a entrar!
¿Yukinoshita? ¿Ella acaba de decir Yukinoshita? No fue un error, ¿verdad?
-¿Cuántas veces debo pedirle que por favor toque antes de entrar? Es muy descortés de su parte, sensei.
¡Maldita sea! ¡Si es ella!
-Lo siento. Trataré de tocar la próxima vez.
-Eso dijo la última vez...
-Si... En fin, vine a traerte un paciente muy especial.- Dentro de la habitación, Hiratsuka-sensei me miró con un rostro impaciente mientras tenía una sonrisa afable que no me gustaba. -Pasa, Hikigaya. Te aseguro que esta chica no muerde.
No quiero. De verdad no quiero entrar en esa habitación con esa chica... pero sé que si intento escapar, el castigo físico que podría recibir será destructivo para mi estómago. Y si encima no consigo escapar, ¿para que molestarse en sufrir?
Tengo una auto-conservación bastante sana.
-Ugh...
Dándome fuerzas con ese pensamiento, comencé a avanzar hacia la habitación donde estaba esa chica. Todo bajo la expectante cara de Hiratsuka-sensei, quien parece encontrar un gusto enfermizo en mi sufrimiento. Y mientras entiendo que tal vez ella vea esto como algo positivo, la realidad es al contrario.
No saldrá nada bonito de esto.
-Apúrate, Hikigaya.
No presione, sen-
[¡Heroína a la vista! ¡Tenemos una nueva Heroína a la vista!}
Pero que mier-
[Nombre: Yukinoshita Yukino]
[Resumen: Como hija menor de una familia adinerada, creció con lujos, pero a la vez con las presiones de sus familiares debido a lo perfecta que era su hermana mayor. Tras que conociera en lo que debía convertirse si quería aspirar a ser tan buena como su hermana y sufrir la ¨traición¨ de su único amigo, se protegió del mundo con un caparazón de frialdad y soberbia que esconden una mujer insegura que desea ser amada de forma genuina. En pocas palabras: Una tsundere de manual
Debido a un accidente ocurrido hace poco, ella abandonó su casa y convenció a su padre para que le alquile un cuarto de hotel. Y a pesar de que no lo nota, su familia está preocupada por ella. Desde entonces ha estado recibiendo llamadas constantes de sus padres, intentando, a su modo particular, mantener una especie de relación con ella]
[Estado de Relación: Desconocidos totales [0/100]]
-Hiratsuka-sensei, ¿por qué trajo a esta alimaña? Parece que quiere matarme con esos ojos asquerosos.
A pesar de sus insultos, estaba mucho más interesado en el panel que estaba frente a mi cara como para siquiera molestarme en sentirme ofendido. Era un desperdicio de energías enojarse con Yukinoshita Yukino.
-Matar... Si, quisiera matar a alguien... A alguien que ha sido una plaga constante en mi vida a pesar de que solo lo conozco de hoy...
Sonreí ante esa pequeña fantasía mía que podrá hacerse realidad en cuanto pueda controlar mejor mi propia imaginación.
-... Hiratsuka-sensei, creo que este chico debería irse a casa y descansar. Siento que de alguna manera es lo mejor para todos.
-No exageres, Yukinoshita. Él no está taaan mal.
Me reí ante esa palabra tan graciosa.
-Jajaja... ¨Mal¨, ¿eh?... Si, toda esta situación esta mal... Mal, si... Que palabra tan bonita acabo de escuchar.
-... De acuerdo. Lo admito. Él está mal, ¡así que enderezalo hacia el camino correcto!... O por lo menos has el intento. Yo me quedaré a un costado y si se pone muy mal, me encargaré de él personalmente, ¿de acuerdo?
-No estoy de acuerdo. Claramente él necesita una ayuda que yo no puedo brindarle.
-¡Vamos, Yukinoshita! ¡Hazme este favor! ¡Te lo ruego!
-... Que poca dignidad para un maestro.
Dignidad, ¿eh?... Si, a este juego le falta una buena dosis de dignidad, porque hacer de esta chica un interés amoroso a conquistar demuestra tanta falta de clase que me repugna. Me repugna hasta límites de los que ni siquiera soy capaz de racionalizar sin ponerme a soltar risas esporádicas.
Te falta saber cuando debes parar con estas bromas a mi existencia, kusogame. Porque créeme que esto ya ha rebasado muchos límites y que estoy pensando seriamente en tirarme por la ventana para arriesgarme con el posible loquero que está atendiendo mi caso a desgana, como buen trabajador público debe hacer.
Ya me lo puedo imaginar escribiendo sus reportes... de cuándo dinero es necesario para envenenar a alguien con cualquier cosa que no pueda ser notada por los forenses. Y aunque debería sentirme angustiado por eso, en realidad estoy orgulloso de ver mis enseñanzas en más personas.
Yo haría eso si tan solo tuviera el valor y el dinero necesario para comprar a quien haga falta silenciar.
-Sensei, parece que ahora el chico está pensando en algo muy asqueroso. Y me está mirando a mí, así que está bien si llamo a la policía, ¿verdad? Es lo correcto, ¿no? Porque voy a defender mis creencias hasta el final si dice algo que no me convence.
-Aaaah~ Aunque tus palabras están equivocadas en muchos niveles, planteas una cuestión valida: Que Hikigaya pueda propasarse contigo sin querer debido a que su experiencia con el sexo opuesto solo se reduce a su madre.
Eso es muy grosero, pero a la vez tiene sentido. Y como tiene sentido, entonces es peligro, así que lo mejor es quitar las preocupaciones innecesarias de en medio antes de que venga a morderme más adelante.
-Tengo una hermana, ¿sabe? Y en cuanto a que de alguna manera abuse de Yukinoshita-san, no se preocupe. No me gustan las de pecho plano.
-...
-... Jejejeje-¡Hm! E-Este... Gracias por quitarnos las dudas, Hikigaya. Con esto no hay ningún problema, ¿verdad, Yukinoshita?
-... Si... No hay problema.
... A mí me parece que sí hay problema. Y uno muy gordo si esa cara de muerte es una señal de los cielos para que me escape de aquí así tenga que hacer cosas no muy legales.
-... B-Bueno, entonces iré a hacer unas tareas que me encargaron mis colegas. D-Diviértanse, ¿si?
-Si... Nos divertiremos mucho.
-... Hiratsuka-sensei, tengo un mal presentimiento. ¿Puedo pedirle que se qu-Y ella se acaba de ir, ¿verdad?
-Si, lo hizo.
Perfecto. Ahora cuando tengamos que votar al maestro del año, definitivamente sé por quien NO votar. Solo necesito asegurarme de si Hiratsuka-sensei se lleva mal con un profesor y entonces mi voto está asegurado. Y sino pues siempre puedo ir a la vieja confiable de adular al director.
Miré a Yukinoshita-san, quien aún me sigue mirando con un odio irracional. Y a pesar de todo lo negativo que está pensando sobre mí, pensé que ella al menos tendría la decencia de decirme qué hacer ahora por, ya sabes, defender todo ese honor sin sentido que trae el título de ¨la mejor estudiante de la escuela¨.
En mi opinión, es solo una manera más que tienen las masas estúpidas sin cerebro para separarse de alguien diferente de ellos y odiarlos solamente por existir para validar su mediocridad.
Y yo comparto edad con esas mierdas... Maravilloso.
Viendo que esta situación se iba a mantener, decidí ir de valiente y elegir una de las tantas sillas genéricas que hay aquí para descansar las piernas. Y por supuesto también para filosofar lo más cómodo posible, que el pensamiento crítico de las cosas es un ejercicio que podría cansar hasta al mejor.
Con silla en mano y Yukinoshita salvaje mirándome como si fuera una cucaracha que invadió su baño, decidí que era mejor estar alejado de ella. No vaya a ser que me acuse de depravado sexual solo por acercarme un poco más de la cuenta según estándares totalmente parciales y que se burlan de la objetividad.
La puse a una distancia respetable y me senté en ella, suspirando de alivio cuando mis piernas por fin se relajaron.
-Parece que me tienes miedo, ¿verdad?
Vaya, ella empezó la conversación. ¿Quién lo diría?
-¿Por qué dices eso?
-Por nada en especial. Solo hice una observación en base al hecho de que estás pegado a la pared. Así que supuse que me tienes miedo o que eres un pseudo-hikikomori que sale tan poco de su casa que ver la luz solar le hace doler los ojos.- Hizo una pausa y cambió su rostro a uno de curiosidad. -¿Acaso eres un hikikomori reformado?
-No.
-¿No?
-No.
-Entiendo. Así que en realidad me tienes miedo.
-Doble no.
-¿Doble no?
-Si. De hecho en cierto modo te veo como una igual.
-No me compares contigo, por favor. Somos muy diferentes.
Si lo que este juego del demonio dijo es verdad, en realidad no lo somos tanto. La única diferencia entre nosotros es que tú eres la hermana menos y yo soy el hermano. Y dependiendo de cómo lo veas, mi experiencia en ese sentido pudo haber sido más dura.
Por supuesto que solo me refiero a la comparación con el otro hermano. Tener un amigo y que tus padres esperen algo de ti no son algo que vaya conmigo a menos que haya un ¨no¨ en la oración.
Yukinoshita Yukino es, en pocas palabras, una mujer perfecta. Alguien que alcanzó el pináculo de la normalidad y lo trascendió desde quién sabe cuánto. Ella es incomparable de alguien como yo y eso está bien, porque ni en mis peores pesadillas me imagino compartiendo experiencias con ella.
No me importa si esto la hiere y me trae consecuencias con Hiratsuka-sensei, seguir la ¨Ruta Yukinoshita¨ es algo que nunca pasará. No si puedo hacer algo para evitarlo.
Y en base a lo que sé gracias al juego, hay algo que puedo explotar.
-... ¿Es dolorosa la soledad?
Incluso si ella es una experta poniendo máscaras, para su desgracia yo también. De hecho me considero alguien sobresaliente en ese ámbito, no creyendo perder ni siquiera con un genio como ella: Así de grande es mi experiencia en este juego de mierda llamado ¨vida¨, donde nunca se gana y siempre pierdes al final, da igual cuál haya sido tu púntaje.
Por eso lo noté, Yukinoshita.
Noté el dolor en tu mirada, aunque sea de forma breve y lo hayas escondido con la maestría que dan los años de experiencia. Porque, al igual que tú, yo pongo esa misma cara incluso hoy en día de vez en cuando.
-Hmph. La soledad de por sí es un término muy ambiguo. Porque una persona con tres gatos puede ser considerada como ¨solitaria¨, pero si nos atenemos al significado oficial impuesta por el lenguaje, en realidad ella no es solitaria porque está acompañada.
Una respuesta ambigua que intenta responder algo que espera sea ambiguo. Estando desde el otro lado y analizando sus movimiento, me doy cuenta de ello como si me estuviera viendo en un espejo. Y es porque, en realidad, sí me estoy viendo en un espejo.
Y eso significa que sé dónde atacar.
-Es verdad que la soledad se puede interpretar de muchas formas y lo que uno considera soledad para otro puede no serlo.- Le di la razón, pero solo era un truco. Lo que buscaba era elevar sus convicciones antes de soltar la bomba. -En mi caso, para mí la soledad es conocer mucha gente, pero a la vez sentir que eres un extraño para todos.
-¡!
Ella se sorprendió y estaba tardó más en ocultarlo. Y aunque lo hizo, fijándome en su cara pude notar pequeños detalles.
Ojos que se desvían, no quedándose quietos en ningún lugar, lo que demuestra inseguridad.
Pasarse la lengua por los labios sin razón, repitiéndolo varias veces. Esa es clara falta de ansiedad.
Las manos no están firmes y es algo que se nota cuando el libro que hasta hace poco leí va cambiando de altitudes casi por capricho: No sé qué puede significar en general, pero en mi casi único, cuando hacía esas cosas, era porque quería soltar lo que tuviera a mano para entrar de lleno en la discusión. Es como una señal de guerra.
Lo haces porque estás enojado y quieres defenderte.
Pero si está dudando es porque, al igual que yo, sabe que sostener y mirar el libro es un escudo. En el momento en que lo suelte, tendrá que responder mis preguntas. Y si no quiere es porque, tal vez, en el fondo, no quiere responderlas.
Porque no sabe cómo hacerlo.
-... ¿Qué hay con eso?
Ya abandonó el tono educado porque entró en la mentalidad de ¨ahora esto es personal y aquel quien ataca mi persona no tiene derecho a que lo trate bien¨.
Hostilidad, lo que equivale a sentirte débil y querer aparentar ser fuerte para, tal vez, alejarlos y hacer que se olviden de la situación, dándote la errónea creencia de que ¨has ganado¨.
-Nada en especial. Lo que pasa es que hace poco leí un libro occidental que toca este tema y me marcó un poco.- Sonreí ante un engaño bien ejecutado al no traicionar ninguna emoción por la mentira: Una habilidad que se obtiene tras mucho ensayo y error. -Y aunque tiene un nombre muy típico, en realidad es una obra literaria que me ha fascinado.
-...
-¿Quieres que te cuente de qué trata la historia, Yukinoshita? Ya que no me gusta el nombre original. decidí llamarla ¨Debo ser perfecta¨.
-¡!
Ahora los tres pequeños detalles son casi tan obvios que hasta algunos raijuus podrían deducir que algo estaba mal con ella.
Su mirada alternaba entre mí y la puerta, dejándome en claro que no quería estar aquí. O tal vez quería que yo no estuviera aquí y estaba soñando con que me fuera para nunca volver.
Yo también hago esas cosas cuando me siento acorralado. Y aunque hace mucho que no sufro eso, todavía comprendo en mi propia piel lo horrible que es.
... Todo va de acuerdo al plan, entonces.
-... ¿Estás bien, Yukinoshita? ¿Acaso esto te ha traído un feo recuerdo?
Al instante después de que dijera eso, se tranquilizó.
No. No se tranquilizó, sino que solamente forzó a su cuerpo a no demostrar ningún signo de debilidad. Pero debido a eso, ahora se veía falsa, no natural.
Se notaba de lejos que estaba haciendo un esfuerzo mal ejecutado en no demostrar su debilidad.
-... Son imaginaciones tuyas, Hikigaya-san. Me encuentro bien.
-Entiendo. ¿Entonces te lo cuento?
Su cuerpo ahora se veía más antinatural.
No hay duda: Ella está afectada y su máscara ahora está desgarrada.
-... Si quieres...
No decir sí explicitamente es su última esperanza. Está contando con que yo sea lo bastante cortés como para darme cuenta de que tal vez a ella no le interesa lo que le voy a contar y acabar aquí este tormento chino.
-Je... Entonces empecemos.
Como se nota que no sabe quién soy yo.
-Si...
Se veía nerviosa, lo cual es perfecto, porque eso hará que reaccione de forma más fuerte ante estos estímulos.
-La historia trata sobre una chica, nacida en la familia del propio Presidente de los Estados Unidos y siendo la hija menor de cinco, dos varones y tres mujeres.- Comencé con las diferencias entre esta protagonista imaginaria y Yukinoshita-san para no hacerlo demasiado obvio. Porque no quiero que me esté cuestionando cómo mierda sé todo eso.
-Uuuf.
Fue leve, pero la escuché suspirar de alivio.
Perfecto. Ahora viene el primer golpe.
-A pesar de ser talentosa como pocas y con grandes aspiraciones en la vida, la verdad es que era una niña infeliz.- Puse una expresión seria para darle dramatismo. -Era infeliz porque todo lo que hacía ella sus hermanos lo hacían mejor. Y a pesar de que por sí sola destacaba de los demás, cuando era comparada a sus hermanos, seres perfectos, ella era reducida a la ¨débil¨. La que no se esfuerza lo suficiente.
-... Si...
Solo dijo eso y asintió.
Me preparé, consciente de que ahora estaba pisando terreno minado.
A partir de ahora estoy asumiendo las cosas. No sé qué pasó a ciencia exacta.
-Vivía a la sombra de sus hermanos mayores y sus padres le prestaban poca atención, no despreciándola, pero sí mostrando falta de interés en sus progresos ante la perfección que eran los demás hermanos. Y así poco a poco fue apartada del circulo familiar: En parte por la actitud que tenían los padres, pero también porque ella comenzó a verlos como entes ajenos a ella: Extraños.
-...
Bien, parece que ella puede empatizar con eso. Voy por buen camino.
Ahora mezclemos la lógica y mi experiencia personal a la ecuación.
-Pero a pesar de que en su familia ella no destacase, cuando estaba ella sola, era demasiado perfecta para los demás. Era admirada por su destreza en todo... pero a la vez también temida y sobretodo repudiada por gente celosa que odiaba esta ¨injusticia¨. Por eso se quedó sola. Era admirada en la lejanía, pero a la vez despreciada, pensando en que ella era ¨demasiado perfecta¨ para estar con ellos.
-...
Ya ni siquiera se molesta en ignorarme. Ella me está mirando fijamente, con un rostro que no puedo ver porque necesito mostrarme indiferente. Pero lo que sí sé es que todo va de acuerdo al plan.
Que todo va donde tiene que ir.
-La hija menor sufría. Sufría mucho pero en silencio. No tenía a nadie en quien sostenerse. Ni sus padres y hermanos podían entenderla, así que nunca supieron cómo ayudarla. No tenía amigos porque era demasiado perfecta y en cierto se convenció de que era mejor así. Que todos la envidiaban porque era fuerte y que debía ser más fuerte: Que debía ser como sus hermanos.
-... Eso es-
-Asqueroso, ¿verdad?
-¡!
-Sufrió tanto debido a la perfección de su familia, pero aún así aspira a ser como ellos por razones que ni siquiera la autora supo responder. Y lo que es peor: Se hacía la dura, la que podía con todos y con todo, cuando en realidad solo era una niña patética que deseaba amor pero era demasiado terca como para atreverse a buscarlo... Realmente es asqueroso.
-...
-... ¿Yukin-
-Tienes razón. Es asqueroso. Ella... Esa niña patética... no tiene remedio, ¿verdad?
No la miré, así que no supe qué rostro estaba poniendo, pero...
[Estado de Heroína Yukinoshita Yukino: Afligida, pensando en lo patética que es y odiándose por ser así]
[Estado de Relación: [Conflictiva] Ahora no sabe cómo tratarte]
[Advertencia: El Estado [Conflictiva] es cuando tu relación futura con la Heroína pende de un hilo. Puedes mejorarla o destruirla con la misma facilidad]
... supongo que logré mi objetivo.
Aunque habría preferido que ella directamente me odiara, supongo que esto no está tan mal. Digo, solo tengo que quedarme aquí, sin hacer nada, y ella sola me empezara a odiar cuando sepa que la insulté sin siquiera darme cuenta. Eso haría que todo el mundo te odie, incluyéndome a mí también junto a las masas estúpidas.
Es doloroso, pero a la vez cierto.
Satisfecho con un trabajo muy bien hecho, busqué en mi mochila un libro que pudiera leer en estos minutos que nos quedan juntos. Porque aunque de verdad espero con toda mi alma no tener que volver a pisar este salón jamás, lo cierto es que es muy silencioso. Es perfecto para amantes de los libros como yo.
Ojalá las cosas fueran así en casa.
Sacando el libro, descubrí que era uno de los tantos libros del tal Stephen King que a mi padre le gusta tanto.
Supongo que debí agarrarlo por error.
-... Bueno, supongo que al menos podría intentar llegar a las veinte páginas esta vez.
A pesar de cuánto lo ama mi padre, esta clase de libros sencillamente no son de mis gustos. El terror en general no me gusta y la fantasía que hay aquí es... perturbadora. Muy perturbadora.
Incluso si es una mierda literaria la mayoría del tiempo, las novelas ligeras tienen mayor encanto para mí.
Bueno, ahora empe-
-... Aaaah...
... Un suspiro. Eso es lo que escuché.
Pero no cualquier suspiro, sino uno al que estaba acostumbrado a usar en mis peores momentos.
Lo hacía cuando estaba con el ánimo en lo más bajo y deseaba liberar tensión con respiraciones que intentaban imitar a la de los ejercicios.
Pero yo sé mejor que nadie que no funciona. Porque es imposible que lo hagas bien en ese estado.
...
No me importa.
Esto es lo que quería, ¿no?
Quería que ella me odiara o que al menos no quisiera relacionarse conmigo. Por eso hice lo que todos mis compañeros en el pasado siempre me hicieron a pesar de cuánto podía hacer sufrir a una chica que puede ser al menos un poco comparable conmigo.
Hice lo que más me hacía sufrir a una chica que sufre, en parte, los mismo problemas que yo. O al menos que tiene mis mismos principios: La soledad y el temor a que te lastimen en cuanto te quites esa muralla defensiva.
Hice bien.
No estoy equivocado.
Yo soy un desconocido para ella. No hay manera de que esto le afecte más allá de un pensamiento ocasional que se le olvidará en cuestión de semanas.
Ahora debe estar en un lío emocional intenso, pero en realidad es solo así por el efecto de la novedad. Porque no hay explicación para que palabras de un desconocido la hayan afectado tanto salvo la novedad.
Si... Probablemente es la primera vez en mucho tiempo que recibe estas palabras.
De hecho, ¿alguna vez las recibió?
Ósea que todo esto terminó así porque fui el primero.
Si, no hice nada malo.
Solo hice lo que es mejor para ambos.
-Si, es cierto.
Totalmente.
Así que ignorala, Hachiman. Ignora a esta chica de clase alta porque no es tu lugar meterte en sus cosas para dar confort.
¿Es que acaso no has aprendido nada a lo largo de toda tu vida?
No la mires.
No tienes derecho.
No t-
¡!
...
...
...
...
...
...
Es como yo... La misma mirada patética y actitud decaída que intenta mantenerse fuerte al menos hasta estar sola.
Después, cuando eso pase... ¿cómo reaccionará?
...
...
...
...
Soy un maldito idiota.
-En serio ella era asquerosa. Digo, ¿qué tiene de malo mostrar debilidad? Eso no debería impedir que cumpla sus metas, ¿no?
Un condenado idiota que está a punto de hacer el peor error de su vida.
Un idiota que se siente tranquilo porque esta chica desconocida dejó de estar afligida para mostrarse con sentimientos muy variados, tanto positivos como algunos negativos. Un revoltijo que tal vez ni ella entienda.
-... ¿A qué te refieres, Hikigaya-san? ¿Acaso estás alentando la debilidad? ¿Quieres que todos sean débiles para no sentirte inferior?
Una respuesta negativa es lo que al final recibí, ¿eh? Y estoy seguro de que mis insultos indirectos no tienen mucho que ver aquí. Porque ella actúa de la misma manera que yo cuando defiendo mis ideales sobre la juventud.
-No soy tan patético como para esperar que todos sean como yo.- La luz del sol seguía alumbrando a Yukinoshita con fuerza, pero ahora había un toque anaranjado mezclado en tanto blanco. -Lo que estoy diciendo es que la razón de porque la protagonista me da asco es que se negaba a madurar y huía de todo el sufrimiento.
-¡!
Sorpresa. Y esta vez tardó mucho más en ocultarla.
Espero no arruinar esto aún más.
-Tal vez no soy el mejor para hablar de esto, pero en mi opinión la protagonista era una cobarde. Porque la razón por la que se quedó sola es por esa actitud de ocultar todos sus problemas y aparentar ¨perfección¨, creyendo que así sus padres la querrían más. Y eso tal vez pudo haber sido cierto... si pudiera engañarlos.
-...
-La protagonista no era única ni especial en su familia, ¿así que quién decretó que la familia era perfecta? ¿Cómo la hija menor sabe que su madre no tuvo los mismos problemas cuando tenía su edad? ¿O su padre? ¿Y qué hay de los hermanos mayores? ¿Acaso ellos no pueden haber sufrido sus propios problemas que intentan ocultar mediante el engaño?
-...
-Toda esa familia es asquerosa. Porque a pesar de que todo este drama podría arreglarse si solo se sentaran a hablarlo, nadie se atreve. La hija menor porque tiene miedo de que se burlen de su debilidad y el resto porque no quiere abrir su lado sensible, temerosos de que si uno lo hace, serán repudiado por todos, incluyendo a la hija menor.
-... Eso no tiene sentido.- Me acusó con palabras y un tono duro. -Tú mismo lo dijiste antes: Esa familia odia la debilidad. Ve en menos a la hermana menor porque no es tan perfecta como los demás. ¿Que otra explicación hay para eso que no sea el odio?
Lo que voy a decir ahora puede destruir mis esfuerzos o, con un golpe de suerte inmenso, arreglar definitivamente esta situación.
Me preparé para lo peor.
-... ¿Sabes? Lo curioso de eso es que, a lo largo de toda la obra, en ningún momento sus padres demuestran odio o indiferencia. En la novela hay una parte en la que ella se va de la casa para independizarse y sus padres no paran de llamarla para asegurarse de que está bien. Y hasta casi parece que ellos intentan alargar la conversación a la fuerza, como si no quisieran terminarla.
-...
Se quedó en blanco.
No hay sorpresa ni ningún sentimiento para variar.
Estaba plan... como si acabara de descubrir algo.
-...
-... ¿Cómo lo sabes?
-...
-...
-... Me pregunto...
[Estado de Relación: Negativa. Ella te ve como alguien sospechoso]
[La oportunidad de tener una relación con ella ahora es difícil, ¡pero no te rindas! ¡Aún hay esperanza! ¡Puedes revertirlo si dices las palabras correctas!]
[¡Ese es tu poder!]
Si, como no.
El verdadero poder que tengo es el de no lanzarte insultos como un desquiciado.
-¿Cómo l-
-Eso no importa.- Guardé el libro en la mochila y después me levanté. -Porque no me importa si me odias, Yukinoshita. De hecho es lo que prefiero, pero... no vas a alcanzar lo que quieres si no cambias.
-¡!
Bien. Parece que reaccionó a mis palabras. Eso es bueno, porque eso significa que al menos ella podría poner en prácticas la palabrería sentimental que solté.
Siento que me va a dar diabetes...
-Lo que hagas a partir de ahora no me concierne. Si vas a ignorar lo que digo, pues adelante. Créeme que no perderé el sueño.
No hay respuesta y no la miré. Porque ya no hay razón para mirarla cuando toda esta relación ha llegado a su fin sin siquiera haber comenzado.
Fracasé en agregarla a la lista de mujeres a evitar y pude jugar al buen chico por un momento... Yo diría que ha sido una buena campaña.
-¿Adónde vas?
-A casa. Ya he dicho todo lo que querí-
-Todavía no te he cambiado, Hikigaya-san.
¿Eh?
Me volteé hacia ella y descubrí el mismo rostro soberbio que me saludó al comienzo. Con la misma sonrisa de mierda y todo.
¿Qué está pasando? Se supone que esto debería haber terminado conmigo alejándose de aquí para nunca volver.
-... Pero acabo de d-
-Me da igual lo que me hayas dicho. Hiratsuka-sensei quería que te cambiara para ser una mejor persona, y debo admitir que gracias a tus... palabras, he encontrado la motivación necesaria para aguantarte. Sé agradecido.
¿Agradecido? ¿Con quién? ¿Con el jodido juego que está creando toda esta situación para verme sufrir?
[¡Vaya! ¡Parece que al usar las palabras correctas, has salvado la situación!]
[Obtienes +20 [Puntos de Habilidad]]
[Estado de Relación: Compañera Interesada [0/100]
¿Qué mier-
[Has ganado +35 [Puntos de Afecto] con Heroína Hiratsuka Shizuka]
¡¿Pero cómo?! ¡Si ella ni siquiera está-
-¡Bien! ¡Ya terminé mi trabajo!
... aquí...
-Sensei, olvidó tocar la puerta... de nuevo.
-Oh, si... Lo siento por eso, Yukinoshita. Trataré de no olvidarme la próxima vez.
-Eso dijo la última vez, sensei.
¡Esto está mal! ¡Est-
[¡Felicidades! ¡Has completado el primer día con resultados mayormente positivos!]
[Obtienes [Guía del Juego]]
¡¿Una guía?! ¡Me das la guía del juego RECIÉN AHORA, CONDENADO JUEGO HIJA DE LA GRAN PUT-
-¿Qué piensas, Yukinoshita? ¿Crees que hay esperanza?
-Bueno, a pesar de que aparentemente es una especie de acosador... reconozco que al menos parece tener suficiente corazón como para intentar hacer el bien cuando ha ido demasiado lejos. Recalco el intentar.
Y me odio con pasión por ser un blando de corazón. Sigue diciendo tus insultos cuanto quieras, Yukinoshita, que no se compara en nada a los que me estoy lanzando en este momento.
-Sobre eso... Lamento decirlo, pero fui yo quien le dio esa información. Creí que debía saberla para saber cómo tratarte.
... ¿Por qué estás mintiendo, sensei?
-Eso... es algo que puedo esperar de usted, sensei.
-¿Qué significa eso?
-Significa que me enojé con la persona equivocada.
[¡Bien! ¡A partir de ahora comienza el verdadero juego! ¡Prepárate para la diversión, ¿si?!]
[¡Mañana habrá dos nuevas Heroínas a las que caerles bien, así que estate atento!]
...
...
...
...
Menuda mierda.
... Aaaah~ Estoy cansado. Muy cansado como para siquiera mantenerme enojado.
Quiero irme a casa.
Quiero despertar de esta fantasía.
Quiero volver a ser un solitario que no debe relacionarse nunca con el sexo opuesto.
Por favor, que alguien me despierte.
De acuerdo. Este capítulo ha sido muy grato de escribir, salvo hacia el final, que es cuando me frustré por no encontrar un final apropiado. De hecho fui por el más básico, pero bueno: Supongo que lo importante es el disfrute que me produjo todo lo demás.
Un capítulo que muestra a un Hachiman que está desesperado por librarse de esta habilidad pero que a la vez, si las chicas sufren por ello, es capaz de tragarse su orgullo e intentar ser una buena persona.
Dije intentar, porque habrá veces en las que él sencillamente no puede cambiar las cosas para mejor. No sería realista.
De hecho, este fic es medianamente ¨realista¨ en el sentido de que, así como puede aumentar el afecto de las Heroínas, también puede disminuirlo. Todo depende de cómo actúe... aunque también es cierto que hay algo fantasioso para que Hachiman sea capaz de mantener un harem XD.
Pues bueno. Me he divertido escribiendo esto. Tanto que estoy pensando en sí continuarlo o no, sin importar su recepción.
Por el momento es un tal vez. Todo depende de cómo me vaya con las otras historias.
De momento parece algo posible.
En fin, espero que les haya gustado.
Ahora a los comentarios.
darkstel:
(I wil assume that you know Spanish and I will answer you in that language)
Entiendo lo que quieres decir. Sé que exagerar el humor puede a veces romper la inmersión de una obra, pero no creo que sea para tanto. Digo, creo que salvo la escena con el Panel de Control, la mayoría del capítulo fue serio. Tal vez solté algún chiste por ahí, pero nada excesivo.
Y hablando de eso, he notado que los del fandom en inglés parecen no tolerar el humor en Oregairu. ¿Es por alguna razón en especial? Porque la serie tiene sus momentos tontos. Incluso la segunda temporada posee unos cuantos.
¿Llevarlo al absurdo?... Si eso te parece absurdo, mejor no leas mis otras historias. Vivirás más feliz.
Y si, Hachiman es un buen tipo aunque parezca lo contrario. Actúa como un asno solo para defenderse ante el rechazo de los demás. Pero aunque sea un buen tipo, él también es alguien que teme empezar una relación romántica por temor al fracaso.
Y si ahora se ve forzado a conquistar MUCHAS chicas y tener un HAREM... pues es natural que las rechace.
Pero si, es un buen tipo. Y como un buen tipo, es capaz de decir las palabras correctas si ve que sus acciones pueden lastimar a las otras personas.
Esa es la clave: Lastimar.
Hachiman no iba a lastimar con sus palabras a Hiratsuka-sensei, así que no había necesidad de ser un buen tipo.
Todo depende de las circunstancias.
Y no te preocupes, que estará muy completo en ese ámbito. Muchas chicas de la serie estarán, aunque no creo que todas.
Escribir sobre Tsurumi será un poco difícil en esta historia... aunque si me esfuerzo tal vez encuentre una manera.
En fin, gracias por comentar. Incluso con todo lo que defendí, intenté tomar tus consejos en cuenta al menos con la escena entre Yukinoshita y Hachiman.
Espero que te haya gustado.
draco173:
Si, yo me reí mucho mientras escribía esa parte. Y es algo que intentaré explotar de vez en cuando. Abusar del chiste puede quemarlo rápido, así que en este capítulo no hay chiste de opciones. Perdón por eso.
Espero que te haya gustado y que la espera valiera la pena.
killer hollow:
Gracias por creerlo. La verdad es que me sorprende cómo a nadie se le ocurrió esta idea antes, con lo interesante que es.
Y me alegra que me respetes. Me aumenta el ego XD
En fin, cuídate y espero leerte pronto.
...
Pues bueno. Aún queda un capítulo más antes de decidir qué hacer con esta historia.
Mientras tanto, TheGenesis se despide.
Hasta otra.
