Ser rechazado es... extraño. Al menos así terminó siendo para mí luego de sufrirlo tantas veces.
Es un sentimiento horrible que me hace querer escapar de este mundo para nunca volver, incluso si para eso tengo que tirarme de un puente hacia el río, pero... también, al mismo tiempo, me genera una satisfacción que no sé cómo explicar sin hacerme ver más asqueroso de lo que ya me considera el mundo.
Explicarlo es muy difícil y sentirlo ya de por sí es complicado para mi cordura, pero yo supongo que se siente bien... porque me da la razón. Porque al ser rechazado siento que el mundo está validando mis creencias.
La gente siempre me rechazará. La gente es mala. La gente siempre prejuzga.
Eso es lo que yo creo, y al ser rechazado, siento como si el mismísimo mundo me estuviera dando la razón. Que yo tengo la razón en mis creencias hace que el sabor amargo del rechazo no se siente así como tal. Al menos una parte de mí se siente completo, eufórico porque mis creencias son correctas.
Todo el mundo es malo conmigo. Siempre ha sido así y siempre lo será. Mi familia es la única excepción, pero es solo porque ellos se vieron forzados a convivir conmigo. Y lo hicieron por tanto tiempo que ya se han acostumbrado a toda la mierda que traigo al mundo solo con existir. Se han acostumbrado a mi asquerosidad.
Pero solo es temporal.
Llegará el día en que yo me vaya de sus vidas. O ellos se irán de la mía.
Sin importar cuál de las dos sea, es seguro que en ese instante toda la tolerancia que tienen hacia mí desaparecerá cuando ya no se vean obligados a aguantarme. Ellos al final podrán librarse de esa carga molesta que soy yo.
Komachi hará su propia, no queriendo que me meta en ella para no avergonzarla.
Mis padres, por otro lado, sencillamente ya dejarán de poner la otra mejilla ante lo que les molesta de mí y no querrán relacionarse conmigo nunca.
Cuando ese día llegue, definitivamente me quedaré solo.
... Y eso está bien.
Porque tengo razón.
Los vínculos son algo que nunca podré tener.
Nadie me amará.
Nadie querrá acercarse a mí.
A nadie le importaré.
Y eso está bien.
Porque yo, Hikigaya Hachiman, hace mucho tiempo rechace la idea del amor. Hace mucho tiempo dejé de luchar esta guerra perdida y en su lugar mantuve la cabeza mirando al suelo, derrotado y dejando que el mundo a mi alrededor se ría de mi miseria, creyendo que esto me afecta.
Pero no lo hace.
En secreto, sin que nadie lo sepa, me he reído mucho antes que todos ellos.
Cuando yo mismo me desprecio, entonces ya no me duele lo que me hagan, imbéciles.
Los pocos ¨vínculos¨ que el mundo quiere lanzarme de vez en cuando siempre serán falsos o algo que terminaré malinterpretando para sufrir de nuevo. Una ilusión que se irá tan pronto como me trague la vil mentira de que yo puedo ser amado por cualquier otra cosa que no sea un animal.
Así que...
-¿Y bien? ¿Qué quieres, Miura? No recuerdo haberte hecho nada malo para que estés tan enojada y ruidosa conmigo. Dame un respiro, por favor.
La Reina de Fuego se ofendió ante el tono tan grosero con el que le hablé, pero tal vez sea porque de repente se dio cuenta que Yukinoshita Yukino está aquí mirando de reojo, ella trató de calmarse con respiraciones profundas en lugar de azotar su furia incontrolable contra mi persona.
Tal parece que ella tiene más inteligencia de la que creí en un inicio. Supongo que es mi culpa por despreciar su inteligencia y madurez TANTO, aunque sigo manteniendo gran parte de mis prejuicios.
Pero sigues siendo una perra básica, Miura.
-Yo te hice caso y le di la comida a Hayato. A pesar de que me frustra admitirlo, tú... me ayudaste a acercarme un poco más a él.
-¡¿Eeeeh?! ¡¿Hikki hizo eso?!
Yuigahama Yui de repente se animó ante la confesión de Miura, acercándose un poco más a nosotros de un salto que me dejó francamente impresionado durante un segundo: porque fue tan rápido que no fui capaz de notarlo hasta que ella se puso en posición de perrito interesado por un juguete de mascar nuevo.
Tenía los ojos y la postura. Tan solo le falta sacar la lengua para ser el perro definitivo.
Yukinoshita, cual dama rica, simplemente se llevó una mano a la cabeza para masajearla, mirando todo el tiempo a Yuigahama Yui con verguenza, actuando como si esa actuación lamentable de alguna forma fuera su responsabilidad.
Cosa de gente millonaria, supongo.
-¿Y? ¿Acaso vienes a darme las gracias? Porque si es eso no las quiero. Ahora vete.
Ante mi rechazo evidente, Miura dejó de admirar con fascinación estúpida para dirigirme sus ojos llenos de un fuego asesino que de milagro no me hizo retroceder asustado. Y eso fue solo porque la escena de esas dos chicas detrás de ella le quitaban gran parte del impacto aterrador.
Tragando sin querer un poco de saliva más de la necesaria, me mantuve firme.
-No... Bueno, no del todo.
-¿A qué se refieren? ¡Alguien dígame! ¡Yukino-san, ¿sabe algo?!
-Por desgracia desconozco todo el trasfondo de esta situación... y por favor no me llames por mi nombre. Apenas nos conocemos hoy. Es asqueroso.
-¡¿EEEEEH?!
Si, estas dos chicas de verdad le quitan cualquier clase de peso a esta charla. Y es algo que Miura también parece saber, ya que su cuerpo está temblando, seguramente de la ira que quiere soltar hacia esas dos pero que se ve incapaz de hacerlo para mantener una actitud superior.
Ser la perra alfa debe ser muy difícil.
-¿No del todo? ¿A qué te refieres?
Mi tono inquisitivo provocó que ella bajara la mirada, avergonzada de algo, pero no sé bien de qué.
El calor de esta habitación hace aún menos soportable esta situación. Yo, incómodo con este desarrollo, sin querer empecé a remangar mi uniforme para intentar quitarme un poco el estrés que me generaba esta temperatura.
-Bueno... Le di la comida y... y le encantó... Demasiado, creo.
Si los datos que me obligó a conocer este kusogame son ciertos, entonces puedo imaginarme qué reacción tuvo Miura y la cara que seguramente tenía mientras veía al querido príncipe azul adorado por todos perder la compostura. Estoy seguro de que esa experiencia bajó a Hayama del pedestal en el que le tenía Miura.
La posibilidad de que sus sentimientos por Hayama hayan desaparecido es una posibilidad viable para mí, pero me forcé a no asumir cosas antes de tiempo sobre ella.
No vaya a ser que las suelte sin querer y me espere un castigo físico al final de túnel.
-Entiendo. Me imagino que fue una vista... especial para ti.
Miura bajó aún más su cara, casi pareciendo que le estaba rezando a un dios, totalmente arrepentida por sus pecados.
-Si... Fue demasiado para mí. Sentí que mi mundo se destruía.
... Esto en serio es exagerado. Tu dolor es una mierda, Miura.
¿Acaso has tenido que grabar a fuego en tu cuerpo el tamaño, grosor, capacidades y detalles organicos del miembro demasiado viril de Hayama Hayato?
¿No?
¡Entonces tu dolor no se compara al mío!
Temblé con fuerza solo de recordar todos los detalles asquerosos que me trague y que ahora soy incapaz de quitarme, no importa cuanto trate de no pensar en eso.
-Dejando de lado las caras horribles que hace Hikigaya-kun, ¿a qué exactamente has venido, Miura-san? No me imagino a una chica de su calibre perder tiempo con alguien como él por tan poco como dar las gracias.
La voz de Yukinoshita Yukino fue el interruptor que Miura necesitaba para poner una cara demasiado aterradora que solo yo tengo la desdicha de ver porque al parecer el mundo me odia y quiere dejarlo claro.
Esos ojos en serio eran aterradores, como si se quisieran robar mi alma. Era tan así que sin darme retrocedí unos tres pasos para obtener mayor posibilidad de escape.
Eso fue lo que necesitó ella para cambiar a una expresión humana y tan solo soltar un chasquido de labios estándar.
-Lo sé. ¿Crees que me pondría a hablar con este tipo si no fuera importante? ¿Por quien me tomas?
¿Por quien me toman?
¿En serio soy tan desagradable para los demás?
O sea, si, eso es obvio, pero nunca lo habían dejado tan en claro. Mis antiguos compañeros al menos se dignaban en hacerlo con sutileza.
... Puede que la de un camión sin frenos, pero por lo menos era algo.
-¿En serio? Pues adelante. Por favor hazlo rápido. Necesitamos tener paz para cumplir la solicitud de Yuigahama-san y no podré hacerlo si esa cosa se pone a hablar.
Y con un insulto muy cojo Yukinoshita se quedó a gusto, teniendo una sonrisa de suficiencia que combinaba muy bien con sus brazos cruzados, dando la imagen de un jefe muy en las nubes al que deberían bajarlo de un puñetazo.
Di una cara de molestia. Miura hizo lo mismo pero peor. Yuigahama tan solo fingió prestarle atención a los pájaros que se habían largado hace ya mucho tiempo.
-¿Solicitud?... Tch. Olvídalo. Le preguntaré a Yui cuando termine.
-¿E-E-Eh? Estás bromeando, ¿verdad, Yumi-chan?
Miura no respondió ni se molestó en devolverle la mirada, lo que provocó que Yuigahama Yui soltara sus gritos chillones típicos que parecen generar dolores de cabeza severos en Yukinoshita Yukino, quien se masajea las cienes como si se le fuera la vida en ello.
-En fin, Hikio. En vista de que a Hayato parece gustarle tu comida... por razones que no entiendo... te quería pedir si podrías por favor cocinarla más seguido. Algo como... ¿todos los días hasta que seamos novios, tal vez?
...
...
...
Entiendo... Debí esperarme algo como esto.
Atrás de Miura Yuigahama Yui hizo una cara en blanco que eran francamente estúpida en un sentido cómico. Actuaba como si de alguna forma esto fuera una sorpresa para ella cuando esto es algo que toda la escuela sabía. Y cuando ella gritó por todo lo alto, me di cuenta de que ella era así de lenta.
Yukinoshita suspiró con sentimiento letárgico detrás. El grito estridente de Yuigahama Yui solo la puso aún más amargada, esta vez finalmente sentándose para después terminar ocultando sus oídos con sus manos. Junto a su cabeza pegada a la mesa, daba una imagen de pena demasiado adorable para ser real.
A ella de verdad no le gustan los ruidos fuertes, ¿eh?
Teniendo eso en cuenta, me fije en Miura, quien se veía ansiosa por una respuesta mí de cualquier tipo.
-... Miura, estás llevando lo de ¨conquistar a un hombre a través de su estómago¨ demasiado literal.
Esto en serio es malo.
-¡Y-Ya lo sé! Esto es tan degradante. ¡P-Pensar que tendría que recurrir a ti para acercarme a Hayato! ¡Esto es indignante!
No quiero involucrarme más en esto.
-¿Entonces por qué?
Necesitas pensar, Hachiman.
-Es que... Es que he intentado de todo para acercarme a Hayato, pero nada funciona. Él siempre tiene esa aura que me impide acercarme. Es frustrante como nada de lo que hago puede acortar la distancia.
Piensa en una salida.
-...
Piensa en una manera de escapar.
-Creí que sería siempre así, ¿sabes? De hecho hasta estaba empezando a pensar si debería tirar la toalla, pero...
Piensa en una manera de romper esto.
-...
De acabar con esta farsa.
-Gracias a ti... siento que puedo acercarme.
Todo esto es falso.
-...
No es más que un vil intento de nuevamente decepcionarme. Al mundo siempre le ha gustado hacerme eso.
-Creo que tu comida puede ayudarme a acercarme. Al menos un poco. Siento que si haces esto por mí, finalmente podremos... podremos.
Todo esto solo grita problemas. Y los problemas son malos. Mucho más los emocionales.
Los vínculos son una mierda que nunca tendré, así que...
-... Así que...
-¿¨Así qué¨? ¡H-Hikio, por favor! ¡Esto es muy difícil para mí! ¡¿Sabes cuánto me cuesta abrir mi corazón?! ¡¿Y encima hacia ti?!
No y no quiero saberlo.
Todo lo quiero es sobrevivir.
Sobrevivir al rechazo.
Si, me van a rechazar.
No hay otro resultado.
Así que...
-... Claro que no, perra.
-¿Eh?
La rechazaré. Pero a mi forma: o sea una en la que todos podamos salir beneficiados.
Los sentimientos de Miura Yumiko conmigo de momento solo es una relación en la que ella busca obtener algo de mí: nada más que eso. Esta chica, con una cara sorprendida ante mi rechazo tan duro, sin duda es en realidad una perra que solo está pensando en sí misma. Solo así es capaz de mostrar debilidad.
-Hikki...
[Has perdido -15 [Puntos de Afecto] con Yuigahama Yui]
Perfecto. Todo me está saliendo bien. Finalmente las cosas van hacia donde yo quiero.
-Hikigaya-kun...
Yukinoshita dejó de estar decaída. Ella me estaba mirando fijamente con sus ojos cubiertos por el hielo más aterrador. Esos ojos malditos que parecían querer saber todo me hicieron perder un poco la determinación que estaba obteniendo, pero solo fue un pequeño desliz que no tardó en desaparecer.
Me mantuve erguido, con una sonrisa asquerosa y devolviéndole la mirada a una Miura Yumiko que parecía haber perdido todo rastro de simpatía por mí.
Que voluble es su trato. ¿Y esperas que la considere una heroína, kusogame? No me vengas con estas Kojimadas.
-¡¿Q-Qué has dicho?!
-Lo que escuchaste. Búscate otro perro al que domesticar como tu esclavo, perra. No me metas en tus asuntos. Ya hice bastante por ti al darte MI ALMUERZO para que finalmente puedas acercarte a nuestro querido príncipe, así que por favor ya déjame en paz. Al menos por lo que queda de año.
Los ojos de Yukinoshita pusieron aún más presión, si es que eso es siquiera posible. Yuigahama Yui se veía aún más dolida que antes, pero por desgracia no lo suficiente como para bajar esos malditos puntos de afecto.
Todo esto combinado con la mirada mortal de Miura provocan en mi un nerviosismo que me hace ver indirectamente hacia todos lados en busca de un posible escape de esto. Y mientras retrocedía de a poco sin poder controlarme, el que chocara con una mesa fue la llamada de atención que necesitaba Miura para abalanzarse contra mí.
Desechando cualquier clase de cordialidad entre nosotros, ella agarró mi uniforme por la zona del torso y sin piedad lo atrajo hacia ella. El resultado fue que tenía su cara aterradora a centímetros de la mía y que todo lo que esto podría tener de erótico se mandaba a la mierda con el terror que me provocaba.
-¡Y-Y-Yumi-chan!
Mirando hacia un costado, pude ver como Yukinoshita detenía a Yuigahama Yui de detener este abuso solo poniendo su brazo entre ella y nosotros. Y como ella seguramente piensa que soy un bastardo sin corazón que no vale la pena amar a estas alturas, solo con que la Reina de Hielo susurrara unas palabras consiguió que ella dejara de luchar.
-Escucha, Hikio, y escúchame bien. No sé qué bicho te pico como para hablarme de esta manera, pero para. Te golpearé si no dejas de ser un cretino.
El ceño de Miura estaba muy fruncido. Tanto que mucho de ese encanto suyo se perdió entre tanta mierda. Yo, como pude, traté de devolverle la mirada mientras sonreía con una altanería que en verdad no me creía, pero que tenía que fingir por el bien de mi plan. Por el bien de mi futuro.
Mantuve esto unos segundos que me parecieron eternos antes de volver a hablar.
-¿Eeeh? ¿Acaso enojé a nuestra querida Reina? Bueno, entiendo que estar hablándole a una sucia rata como yo hace que cualquiera pierda la calma, pero por favor cálmese, majestad. No necesitas esforzarte tanto por encantar a una patética cucaracha como yo. No es propio de alguien con su estatus.
Luego, sin querer, solté una pequeña carcajada al pensar en lo divertido que era decir la verdad a los demás. Me daba una sensación de poderío que me era tan desconocida hasta el punto de soltarme carcajadas que de a poco empezaban a escalar en intensidad.
Todo esto es muy divertido. Esta victoria es increíble.
Estoy ganándote, kusogame.
-... Tch.
-¡Ugh!
Repentinamente Miura me soltó sin cuidado, no antes de empujarme hacia atrás como la bestia que es. Yo, naturalmente, no pude hacer nada ante este desarrollo brusco pero no inesperado, terminando chocando con dureza contra una de las tantas mesas que se encontraban aquí.
Por supuesto que dolió, pero nada que no se pudiera tolerar.
-Hikki...
Mi sonrisa aumentó.
-¿Qué pasa, Yuigahama? ¿Finalmente viste la verdad?
-¿Eh?
-No te hagas la inocente. Ahora finalmente sabes que doy asco. No tienes que forzarte a decir lo contrario. Yo hace tiempo acepté que era una basura que debería morirse, así que tranquila. No te juzgo.
No más que antes, al menos.
-¡!... Eso... Eso es...
Yuigahama me miraba con los ojos abiertos a más no poder, como si de alguna manera mis palabras fueran todo lo que necesitaba para finalmente ver la verdad.
Satisfecho con este resultado, dirigí mi atención a Miura, no antes de observar como los ojos de Yukinoshita parecían obtener finalmente una especie de brillo entre tanta tensión que cargaban. Pero no me importó ese detalle tan singular y presté mi total atención a Miura Yumiko, quien me miraba con asco.
No ira. Asco.
-Eres asqueroso, Hikio. ¿Qué clase de infancia tuviste para actuar así?
No le respondí. No vi algún valor en hacerlo. Todo lo que obtuvo ella como ¨respuesta¨ fue una risa de tres segundos que deberían dejarle ya en claro que sus sentimientos hacia mí, lejos de entristecerme, en realidad me provocaban alegría.
-Una normal para alguien de mi calibre, supongo. No conozco a muchas personas, así que perdóname por no saber cuál es el estándar, reina.
-Deja de llamarme así. Es espeluznante.
Ella se alejó de mí unos cuatro pasos, sin dejar de mandarme esa expresión ofensiva en ningún momento. Pero sin importar cuánto esperara ella que me retorciera en agonía, correspondí esa mirada con una sonrisa que no solo mostraba toda mi bajeza como ser humano, sino que encima le dejaba en claro que me se sentía orgulloso de mí mismo.
Yuigahama, en cambio, se acercó hacia mí unos cuantos pasos antes de detenerse y mirarme de frente con sus ojos abiertos que me recordaban a los de un perro que recuerdo haber salvado hace un tiempo.
-¿Por qué eres así?
Una pregunta simple y sin nada de lágrimas detrás. Era una actitud sorpresivamente madura viniendo de esta chica, algo que en serio me sorprendió.
Apreciando esta repentina madurez suya, dejé de actuar como un bastardo hijo de puta y le respondí con la mayor seriedad que pude reunir.
-¿Necesito una razón, hija de puta? Los de tu tipo siempre me han lastimado en el pasado. Eres mi enemigo natural.
-... Entiendo...
[¡Peligro! ¡Peligro! ¡Tu relación con Heroína Yuigahama Yui ha entrado en fase crítica!]
[¡A menos que ocurra un milagro, toda posible relación futura con ella se verá neutralizada! ¡Nunca más podrás tenerla como una [Heroína]!]
Por fin las cosas están yendo como quiero. Y todo lo que necesité fue mostrar con honestidad una pequeña parte de mis sentimientos.
Lo siento, Yuigahama Yui, pero tus sentimientos son un pequeño precio que estoy dispuesto a pagar por el bien de mi cordura.
-¡HIKIO, BASTARDO!
Antes de que pudiera reaccionar, Miura estuvo a pocos pasos de mí, con su puño apuntando a mi cara y estando a centímetros de conseguirlo.
Pese a que el sentido común dicta que lo esquive, necesitaba recibir el golpe para cerrar esta actuación como debe ser. Así que tan solo giré mi cabeza hacia la derecha, esperando que pudiera evitar que golpeara mi nariz.
¡PAAAM!
... Parece que no fui lo suficientemente rápido.
-¡Y-Y-Yumi-chan! ¡P-Por favor detente! ¡Es suficiente! ¡Hikki no hizo nada malo!
-¡SUÉLTAME, YUI! ¡ESE BASTARDO TIENE QUE PAGAR POR SER TAN CREÍDO!
-¡NO! ¡NO SIGAS! ¡NO TIENE CASO SEGUIR CON ESTO!
...
...
...
Je... Que no tiene caso, ¿eh?
Nuevamente los vínculos son algo demasiado bueno para mí.
Así que...
-... tenía razón. Siempre la tengo.
Mientras me aseguraba de que mi nariz no estuviera sangrando, dejé que la situación a mi alrededor terminara donde tenía que ir. Y aunque por un momento creí que Miura me daría otro golpe, afortunadamente Yukinoshita decidió hacer su entrada triunfal, diciéndole algo a ella que logró calmarla por completo.
No sé qué dijeron ya que estaba muy concentrado en mis dolores, pero a juzgar por las expresiones que me estaban lanzando el dúo de amigas básicas, seguramente sea el último clavo que mi tumba necesitaba.
Yukinoshita dio el golpe de gracia.
-Te ves tan lamentable. ¿Que se siente ser golpeado por una chica rubia atractiva?
-Como la mierda más absoluta de todas. Siento que un camión me golpeó la nariz... dos veces.
Apenas Yukinoshita les cerró la puerta a esas dos amigas que solo me han traído dolores de cabeza, se giró hacia mí y me saludó con un comentario grosero acompañado de una sonrisa pedante que a estas alturas se siente como parte de ella. No la puedo imaginar sin esa sonrisa: al menos no cuando se trata de mí.
Yo, ignorándola como un campeón, me senté en la misma mesa donde ellas pensaban hacer galletas de chocolate y recosté mi rostro ahí, con mis ojos estando a centímetros del frasco de azúcar que ahora no tendrá ningún uso.
Esto es sin duda lo mejor, pero en serio quería galletas. Mi estómago necesita alimentarse o a este paso se comerá a sí mismo.
-Tengo hambre...
-No me ignores, por favor. Y deja de mirar la azúcar de forma tan lamentable. Si sigues así la transformarás en sal.
¿Cómo mierda se puede hacer eso?
-Tch. No molestes, bruja. Métete en tus asuntos.
-¿Que me meta en mis asuntos, dices? Pues muy bien...
En los segundos siguientes Yukinoshita se terminó sentando en la misma mesa que yo pero a una distancia respetablemente excesiva. Yo, como es usual, fingí que no me importaba y me dispuse a contar los granos de azúcar mentalmente para matar el tiempo.
-...
-Hikigaya-kun, el hecho de que te forzaras a actuar como un bastardo para alejar a esas chicas es algo que me incumbe cuando lo has hecho frente a mi presencia. Exijo respuestas como compensación.
...
...
...
-... Sigue soñando. No tengo nada que decirte.
-¿Es así? Pues a menos que quieras conocer de primera mano el aterrador poder del dinero, hablarás.
-Tch. No me intimidas.
-...
-...
-...
-...
-...
-...
-...
-...
-...
... Bueno, da igual. Supongo que mejor sigo la conversación o ella no dejará de molestarme con este silencio perturbador. No es como si hiciera algún daño ser honesto. Porque a diferencia de esas dos, Yukinoshita es una chica inteligente: o sea que no será dominada por cosas tan básicas.
-¿Qué tanto quieres saber?
-Todo.
-A menos que seas específica, mis labios están sellados.
No miré a Yukinoshita, pero estoy seguro de que ese sonido de frustración es de una cara muy divertida... y adorable.
El sonido en general es adorable.
... Eres muy aterradora, Yukinoshita Yukino.
-... Bueno, quisiera saber por qué fuiste tan grosero con Yuigahama-san. Imagine que alguien de tu calaña estaría encantado de recibir un tratamiento positivo por alguien del sexo opuesto. Y más teniendo en cuenta que Yuigahama-san cumple todas las características de lo que se considera ¨hermosa¨.
Esa acentuación en la palabra fue innecesaria, Yukinoshita.
El calor en la habitación estaba desapareciendo solo con el simple pasar del tiempo y de repente acostarse aquí ya no parecía ser tan cómodo, pero aún así me mantuve terco a mis deseos.
A través del reflejo del tarro de azúcar podía ver la mano de Yukinoshita, cuyo dedo estaba golpeando la pesa con cierto ritmo.
-Yuigahama Yui es una chica popular. Estoy seguro de que ella tiene su grupo de fans, igual que todos los miembros de la camarilla de Hayama. Ella tiene un estatus inferior al tuyo, pero al mismo tiempo mucho más accesible. Del tipo en que te calienta el corazón hablar con ella porque es muy linda.
Por supuesto que me esperaba un ataque.
-Asqueroso. Repulsivo. Horripilante. D-
-No me refiero a su apariencia. Hablo de su personalidad. Ella es ese raro tipo de persona que tiene ¨carisma¨. Que encanta al mundo por quien es en lugar de lo que hace... aunque no niego que la lindura es un factor influyente.
-Muérete.
Esta vez no me molesté en responderle. Y no porque no me sintiera ofendido por su actitud, sino que el ver como seguía golpeando su dedo con el mismo ritmo me da esa extraña sensación de que esto de alguna manera es un tipo de ¨trato amistoso¨ entre nosotros... no importa lo que su tono de genuino desprecio quiera hacer creer.
Las manecillas del reloj seguían girando.
El mundo seguía moviéndose.
Pero yo... no.
Porque no es necesario.
-Ahora, Yukinoshita, has un ejercicio mental: ¿qué pasaría si de repente yo, un chico desconocido con nulo encanto, de repente tuviera una relación amistosa de cualquier tipo con ella? ¿Cómo repercutiría en su estatus social?
Por primera vez en el día, Yukinoshita Yukino no dio una respuesta inmediata.
Sus golpes a la mesa se detuvieron y pude ver como su mano se levantaba hacia arriba. Seguramente para llegar a su cara.
Pasaron varios segundos así, en el que solamente me concentraba en la magnificencia de la mancha sin identificar al lado de mí.
-Eres muy arrogante al suponer que ella querría tener más interacción contigo. ¿Qué tan narcisista puedes llegar a ser?
Pese a que esta vez no podía encontrar una especie de camaradería disfrazada en ella, no me afectó su comentario. Solamente solté una pequeña risa que me hizo soltar un poco de saliva sobre la mesa.
No me juzguen. La posición favorece eso.
-Tienes razón. Existe la posibilidad de que mi encuentro casual con Yuigahama Yui fuera algo de una única vez. Es cierto, pero... supongo que quería asegurarme de no repetir los mismos errores. Lo hice para no correr los mismos riesgos de nuevo.
-¿Errores? ¿Riesgos?
¿Oh? ¿Finalmente estás genuinamente interesada por lo que salga de mí, Reina de Hielo?
Inesperado... pero muy grato.
Aumenta mi ego.
-Conozco a los de su tipo. Con solo sonreírme de forma genuina a mí, un tipo asqueroso que solo causa rechazo en las persona, supe que Yuigahama Yui es esa clase de chica... Una chica amable.
No hubo contestación al comienzo, pero pude jurar que escuché una respiración fuerte, aunque fue tan débil que apenas me di cuenta.
Yukinoshita, ¿tan afectada estás por esto? Eso es inesperado... pero no grato.
-... No entiendo tu proceso de pensamiento, Hikigaya-kun.
Por supuesto que no. No creo que ninguna chica puede llegar a entender o aceptar mi revelación, no importa las evidencias que lance.
No me levanté. Me mantuve acostado en la misma posición de siempre. dejando que esta fría mesa de color blanco con un centro de cemento pintado con lamina azul como punto de soporte fuera todo lo que pudiera ver.
-Las chicas amables son buenas con todo el mundo. Se preocupan por ti. Si les das la oportunidad te llaman a tu celular, haciéndote sentir especial. Quieren relacionarse contigo. Te hacen sentir bien al mostrar tanta cercanía... En resumen: son mi mayor enemigo.
-... ¿Por qué?
Eso es lo que esperaba que dijera, solo que fue una pequeña sorpresa el que no hubiera un rechazo evidente a mi persona.
No es que me queje, por supuesto
-Je, Yukinoshita, aquí te lanzo otro ejercicio mental: ¿cómo crees que reaccionaría yo, un tipo asqueroso con nula habilidad social, si de repente una chica linda entra en mi vida, se preocupa por mí y me hace sentir especial? ¿Cuál crees que es el resultado si juntas a alguien tan maravillosa con un ser patético como yo?
-...
No hubo respuesta.
No la hubo por un largo tiempo.
-¿Debo seguir?
-... No... Creo que ya he tenido mucho de tus traumas del pasado por un día. Aunque también por el resto de mi vida.
A pesar de que lo normal en esta situación hubiera sido que ella lo dijera con un tono de pedantería divertida... lo cierto es que ella lo dijo con neutralidad. Lo decía como si fueran sus verdaderos pensamientos al respecto.
...
...
Je... Es esperable. Desde luego yo siempre seré repudiado por el sexo opuesto. Es inevitable.
-Que dura... aunque no me sorprende este rechazo. De hecho si no llegaras a hacerlo empezaría a temer por mi vida.
Mi comentario no tan ingenioso provocó una leve carcajada en Yukinoshita. Una linda, arrogante, molesta y elegante: lo tenía todo y a la vez no me generaba nada. Toda una contradicción a la que no le di más vueltas.
-¿O sea que básicamente rechazaste a Yuigahama-san para evitar que arruine su reputación y de paso evitar ahogarte en un mar de lágrimas por ser rechazado?... Eso es muy retorcido.
Por supuesto que también está todo el asunto del Simulador de Citas, pero no es algo que pueda ir soltando tan a la ligera, así que mejor quedémonos con esta versión. Y además todas las razones que digo son cosas que también me motivaron a ser el chico malo, incluso si fueron secundarias, así que este es el crimen perfecto.
Luego de decirme eso con una elegancia ya típica en ella, escuché como la silla se arrastraba por el piso y vi como las manos de Yukinoshita se apoyaban contra la mesa unos segundos antes de desaparecer de mi visión.
-¿En serio? Yo lo llamo un acuerdo mutuamente benéfico.
Yukinoshita volvió a reírse.
... Extraño. Ella no es tan emocional cuando se trata de mí. No a menos que yo presione los interruptores equivocados.
Si no he presionado los botones incorrectos, ¿entonces por qué se ve tan satisfecha?
-¿Y qué hay de Miura-san? ¿Tu actitud hacia Yuigahama-san fue una manera de esquivar su petición? ¿O tal vez evitar que se desarrollen sentimientos?
Temblé notoriamente al pensar en esa posibilidad, pero traté de responder rápido para acabar con esto de una vez.
-Un poco de ambos, pero no como te lo imaginas. Su amor hacia Hayama la hará venir hacia mí tarde o temprano, pero ahora tengo un pequeño descanso de ella por lo menos hasta la semana siguiente. Y ahora que me odia no tengo que preocuparme más por Yuigahama Yi. Esta una forma de que mantenga alejada de mí por su propia cuenta y sin que deba mover un dedo.
Como dije: el crimen perfecto.
-Entiendo...
¿Hm? ¿Por qué suenas tan inquieta? Pareces muy emocionada por algo.
-Debo decir que realmente me he lucido con este plan. Ojalá tuviera público para verme construir esta torre de naipes con una mano.
-¿Oh? Que pena por ti, ¿pero qué tal si en cambio te muestro como destruyo esa torre con un soplido?
...
...
De acuerdo. Ahora estoy asustado. Tengo un mal presentimiento y ahora creo con la lógica que es verdad.
Temiendo de repente estar en esta lugar con ella, me levanté con rapidez, ignorando la saliva que dejé sin querer en la mesa. Lo que vieron mis ojos en alta definición fue la sonrisa equivocadamente arrogante de Yukinoshita Yukino, quien se veía como una genio del mal que acababa de lograr su máximo objetivo.
-¿A qué te refieres?
-¿Quién sabe? ¿Tienen alguna idea, Yuigahama-san, Miura-san?
¡!
... Debe ser una brom-
-Hikki... Yo... No tenía idea de que pensaras así.
No se abrió la puerta, pero aún así pude escuchar a la perfección la voz de Yuigahama Yui, que llegaba incluso a traspasar mi alma en tantos sentidos. Todos negativos.
Con lentitud pero al mismo tiempo con firmeza, la puerta se corrió hacia un lado, revelando a una chica de cabello rosado que tenía una expresión llena de sentimientos en conflicto, pero... pero podía ver el alivio en su cara. La felicidad de que ¨yo no era un hijo de puta¨.
Dejé de mirar a esa chica con sentimientos muy equivocados para darle una mirada mortal a Yukinoshita, quien en todo momento me devolvió el gesto con un orgullo digno de la perra fría que es. Esto siguió así por quién sabe cuánto tiempo, pero se cortó cuando unos pasos veloces se acercaron a mí, dándome miedo.
Cambié mi punto de vista para el frente y lo que vieron mis ojos fueron unos ojos prendidos en llamas con manchas amarillas bloqueando esas abominaciones cada pequeño lapso de tiempo demasiado corto para ser apreciado.
No pude hacer nada para detener esta cosa y solamente pude evitar gritar cuando este monstruo me agarró por ambos hombros con tanta fuerza que sus uñas estaban lastimando mi piel, incluso cuando estaba mi uniforme en medio.
Miura Yumiko estaba frente a mí y no parece quererlo de otra forma.
-Hikio...
-¿Si?
Me forcé a mantener un mínimo de tranquilidad para no verme más patético de lo que ya soy.
-Si vuelves a ser un idiota con Yui, te mato, ¿entendido?
-...
-Dije: ¿ENTENDIDO?
-... Si.
No quería responder así, pero no me quedó de otra.
Mi salud física no podrá aguantar otro golpe.
-¡Y vas a ayudarme con Hayato, te guste o no! ¡Quiero que traigas esa comida mañana también! ¡Y el siguiente! ¡Y el siguiente a ese!
[¡Has restaurado todos tus [Puntos de Afecto] con Yuigahama Yui!]
[¡Felicidades por no poder arruinarla, idiota!]
Maldito...
[¡Y ADEMÁS...!]
¡¿Hay más?!
[Miura Yumiko: La reina robada]
[Resumen: Una chica popular estándar cuyo único encanto es su exuberante belleza. Su personalidad es podrida, pero es muy maternal con quienes de verdad le importan. No tiene una vida complicada, pero tampoco una simple: es una chica normal en todo el sentido de la palabra. Alguien que solo es destacable de los demás por su orgullo en cuanto a personalidad
No es muy profunda, ¡pero es muy erótica cuando quiere! No me extrañaría que terminé siendo tu favorita. Sobretodo si logras sacar su lado más entrañable]
...
...
Quiero vomitar.
¿Por qué no lo hago?
... Ah, si: no comí nada... POR SU CULPA.
[Estado de Relación: ¨Confidente¨ [0/100]]
[¡Has conseguido empezar una ruta con dos estados más adelantados de cercanía! ¡Eres el primero en conseguirlo! ¡Incluso si es un estado alterado, es todo un logro!]
[Como recompensa, obtienes +1.000 [Punto de Habilidad]]
... Me tienes que estar jodiendo. Est-
[Has desbloqueado la [Galería]]
[¡Ahora puedes ver cuan sensuales son tus [Heroínas] cuando quieren!]
[¡Sigue aumentando su afecto para desbloquear más imágenes! ¡Yo mismo las he elegido de entre todas las posibles, ¿sabes?!]
...
...
...
N-
[Ah, y has obtenido +60 [Puntos de Afecto] con Yuigahama Yui]
...
...
...
...
...
...
NO. ME. JODAS.
-¿Qué ocurre, Hikigaya-kun? Estás haciendo una cara muy lamentable. Es asquerosa, pero... también me genera la suficiente simpatía para asegurarme de que no te pondrás a llorar.
-... No lo parece con esa sonrisa que tienes, perra.
Yukinoshita, por esta vez, no se vio ofendido ante mi insulto. Ella se quedó mirándome, maravillada por verme hecho un desastre tan grande con los brazos cruzados, viéndose orgullosa de mi miseria que ella creó.
Yuigahama veía todo esto con su misma expresión linda pero tonta, con la diferencia de que ahora no se veía por ningún lado los malos sentimientos que tenía hasta hace poco. De hecho, cuando me giré para verla, ella me correspondió con una gran sonrisa que no se redujo por mi expresión de molestia.
Miura, la única que no me importa ni le importo en el grupo, solamente soltó una pequeña carcajada ante mi forma tan ¨correcta¨ de referirme hacia esta reina de hielo cuyo reinado está a punto de sufrir una plaga de peces muertos.
La volví a mirar, con odio. Con puro odio.
-... ¿Tú lo sabías desde el comienzo?
-Si. Porque sin importar qué clase de basura seas, con Yuigahama Yui estuviste actuando incluso más horrible de lo usual. Y soy muy buena en leer a las personas, así que supe que tenías algo raro cuando eras un bastardo con ella.
Eso... es lo que debería esperar de una chica tan perfecta como ella.
Fue mi primer error.
-... ¿Por qué lo hiciste? ¿Qué ganaste de todo esto?
Yuigahama miró a esta perra de hielo con expectación mientras que Miura solamente la miraba de reojo. Yo, sin querer, me acerqué un paso hacia ella para escucharla mejor, algo que por esta vez parece no asquearla.
Quería saberlo.
Necesitaba saberlo.
Para al menos, con suerte, sacar algo bueno de este error.
-Yo... Yo odio las mentiras. Odio como la gente está dispuesta a engañar o traicionar como se sienten por su propio bien. Me repugna esa actitud, pero... me repugna más aquellos que se consideran mártires al alejar a las personas de su vida porque ¨es lo mejor¨. Sin comprender o importarles el sufrimiento que puedan causar. Lo odio totalmente.
... Supongo que esto tiene que ver con ese amigo que te traicionó, ¿verdad?
Ese fue mi segundo error: no prestarle atención a los resumenes de estas chicas.
Y mi tercero fue dejar que la victoria se me subiera a la cabeza.
Toda esta mierda la traje por mí mismo. Soy el responsable de todo esto.
-... Entiendo.
Y así comencé a caminar, saliendo del salón luego de pasar a una Yuigahama Yui cuyos llamados a mi persona se sentían como ecos distantes que carecen de importancia. Mucho más cuando ni siquiera se atrevió a tocarme ni por accidente, haciéndose a un lado cuando estaba al lado de ella.
Abandoné a Yukinoshita y Miura también: esas dos chicas se pueden ir a la mierda por todo lo que me importa.
Sobretodo Yukinoshita. Esa perra me las va a pagar.
Este juego de mierda me las va a pagar.
TODOS me la van a pagar.
-Tch. Maldición.
Ganaré este juego.
Lo ganaré a mi modo y manteniendo mis creencias intactas.
Caminaba a paso lento por los pasillos silenciosos, con la sombra que proyectaba gracias al sol como mi única compañía en este viaje sin propósito hacia ninguna parte: esta imagen me daba por alguna razón una paz que parezco no sentir hace mucho.
Por estar tan concentrado en este kusogame, me olvidé que estar solo sin nadie molestándome se sentía tan bien.
Esta sensación gloriosa de no tener nada y de no rendirle cuentas a nadie... la protegeré: sin importar qué, yo ganaré.
No miré hacia la ventana, pero escuchaba como los raijuus de mierda hablaban por todo lo alto, orgullosos de vivir una vida de mediocridad en la que se creen que todo esto llegará a durar para siempre.
Toda historia siempre termina: una analogía que para mí simboliza a la perfección esta realidad.
Nada es eterno. Todo se acaba. Y aquello que dura de más termina siendo una basura de la que nadie quiere formar parte.
¿Y por qué estoy pensando todo esto?
Porque quiero distraerme hasta llegar a ese basurero que alguien puso amablemente para mí.
Apenas llegué a donde quería, dejé salir mi furia.
-¡MALDITA SEA!
Y así lo pateé.
Varias veces.
Aaah~ Al final me salió el que si no es el más largo, sí es el segundo. Me siento cansado. He estado escribiendo mucho.
También he avanzado con esta nueva historia. De momento ya llevo tres capítulos completos y todo apunta a que no llegará a los ocho. Y eso está bien. Mi experiencia con RWBY me enseñó que empezar en un nuevo fandom es algo que debe ser de a poco y sin abarcar demasiado. No cometeré el mismo error.
A partir de mañana empezaré a escribir la de Keika, luego la de DDLC y finalmente de nuevo ¨Autoconvencimiento¨. Este ciclo es uno bastante ordenado que de momento parezco llevar bien.
Y como lo llevo bien, al fin he podido ponerme a ver de nuevo anime. He tenido abandonado ese hobby desde que empecé a tomarme en serio la escritura. Gracias a esta organización me he puesto a ver series viejas en lugar de seguir las semanales.
Me he terminado Rakudai Kishi no Cavalry, Shinchou Yuusha, Danmachi 2, las tres temporadas de Bungou stray dogs y me vi de nuevo todo Noragami: eso me ha hecho volver a la escritura con aún más ganas luego de descansar tanto.
Ah, y fui de los afortunados que pudo ver el nuevo opening de Oregairu 3 que fue filtrado y subido a esa plataforma de vídeos antes de que fuera borrado de todo el internet. Y debo decir que en mi opinión es el mejor que han hecho luego de haberlo descargado y escuchado unas cuantas veces XD.
En mi opinión el tema de la música no suele destacar mucho en Oregairu salvo por las re-interpretaciones a piano de las canciones de la serie, Bitter Bitter Swett y Hello World, pero ahora que escuché el opening y presentir que el nuevo ending estará a la altura de Hello World, de verdad estoy ilusionado por ver qué temas nuevos compondrán para la serie.
Perdonen que hable mucho de mí, pero con algo hay que rellenar, ¿no? No tengo nada especial que comentar de este capítulo que deba ser aclarado por mí. Creo que todos pueden saber hacia donde va la cosa de aquí al futuro.
En fin, con eso dicho, ahora pasemos a los comentarios.
... ¡Ah! Pero antes...
xpegasox:
¡Perdón por saltearme tu comentario! Es que yo me fijé en los comentarios entrando en la lista total, y como arriba de ti había un tipo que comentó el capítulo 3, asumí que todos los comentarios de más abajo ya los comenté. ¡Perdón por eso!
Ahora, pasando al comentario en sí, me alegra que te haya gustado el capítulo cuatro. Realmente me preocupaba que fuera demasiado soso en comparación a los anteriores, pero me alegra que no haya sido así.
Respecto al NTR, pues es algo que se me ocurrió a último, como creo que ya dije. Y si, entiendo que esa clase de... cosa no sea algo que todos disfruten o les interese.
Yo no soy uno de esos XD.
Obviamente Hachiman sufrirá MUCHO con la ruta de Miura. Esto de los fetiches dará lugar a muchas situaciones hilarantes y serias con las demás chicas. Ya verás a qué me refieron cuando lleguemos a esa parte.
Tristemente no ganó el Hayama uke, pero tranquilo: no he abandonado esa idea. Tan solo decidí empezar con la de Loligaya primero. En cuanto termine esa historia verán qué tengo planeado con eso.
En fin, de nuevo pido perdón por saltearme tu comentario y espero leerte en algún futuro.
Hasta otra.
Ahora sí: ¡vamos con los de este capítulo!
PhantomHarvester:
No te preocupes. Entiendo que la comedia no puede ser lo único en la historia. A pesar de que la comedia nunca abandonará esta historia, con el tiempo dejaré que drama pero sobretodo el romance tomen más fuerza. Planeo con esto tener un equilibrio entre los tres géneros para no saturarlos y que esto se vuelva tedioso.
No caer en lo absurdo es difícil. Mi humor radica muchas veces en eso, pero trataré de no llevarlo a un ridículo tan extremo que te haga perder el interés en la historia. Me he contenido bastante desde el capítulo 1, pero en el anterior finalmente exploté e intenté volver a ese humor que tanto me gusta.
Trataré de no explotar tanto de nuevo.
Respecto a Hachi, pues no puedo decir mucho sin revelar cosas de la trama, pero sí: aunque aún no hemos llegado a ese punto, pronto habrán conflictos ideológicos y emocionales con respecto a toda la situación. Él podrá ser elegido como el protagonista de un harem, pero ni de chiste tiene la mentalidad o las ganas de tomar esa elección.
Cronos21Zeus:
Si, lo que pasa es que como publico con una internet volatil, cuando lo subo a la red de vez en cuando se sube corrompido. Se borran palabras que no son ¨correctas¨ según el corrector de la página o las cambian por otras que sí son ¨correctas¨.
Hace mucho que no me pasaba, pero creo que ahora he descubierto cómo evitar que ocurra. Espero que haya funcionado en este capítulo.
Si, supongo que no es tan grave que ocurra solamente en un capítulo y encima uno que al final no tiene gran relevancia en el gran esquema de las cosas. Intentaré que cuando haya momentos serios en un capítulo no exagerar el humor... si es que lo llega a haber para empezar.
Espero que la seriedad en este capítulo te haya gustado. Espero que la espera haya valido la pena.
PD: Oh si~
Giuseppe:
Es verdad que todo se arreglaría si Hachiman fuera un tipo directo, pero es que el dilema con eso es que él no tiene la voluntad de ser malo o buscar herir activamente. Claro, puede intentarlo y lo logra, pero se siente mal por eso. Por algo fue elegido como el [MC] de este juego.
Lo que dices sobre Yui es algo que el personaje nunca consideró porque no se atreve a cruzar esa línea. Quiere que las chicas lo odien: no que se sientan mal. Y mientras él no tenga el valor de ser el malo, de nada sirve tener las capacidades de lastimarlas de tantas formas.
Aún así es una idea interesante y que seguramente tomaré en cuenta más adelante. Gracias por la opinión. Es muy apreciada.
boons-007:
Pues sí. Por mucho que él en el fondo sea un buen tipo, al final él desprecia toda esta situación artificial y eso lo lleva a ser mucho más desagradable que en el canon. Este es un Hachiman cuyos pensamientos cínicos se ven reforzados debido a que considera toda esa visión del sexo opuesto como una fantasía que le recuerda su patético yo del pasado.
Me alegra que hayas podido entenderlo, aunque sí: tampoco me es muy agradable escribir esas escenas.
Pobre Yui.
Espero que esta segunda parte haya cumplido tus expectativas. No estoy seguro de su calidad ya que no me da tiempo a leerlo bien, pero espero que al menos te haya podido entretener, que al fin y al cabo es lo que busco como escritor de ustedes.
Entiendo lo que quieres decir con lo de sensei. Muchos buenos animes y productos de entretenimiento en general muchas veces son perjudicados por querer cumplir los deseos de fans que muchas veces hacen daño a la serie sin querer. Pero tranquilo: de hecho ya tenía planeado el encuentro con sensei antes. Y tendrá mucho que ver con cómo terminó emocionalmente Hachiman al final del capítulo.
Ella es la mejor sensei por algo, ¿no?
Sobre los stats... pues no pensé mucho en eso ya que no me suelen gustar los fics del tipo ¨Gamer¨, pero creo que tu deseo es algo que hará mucho más interesante a la historia. De momento los stats de afecto son un lío, pero es algo que arreglaré muy pronto. Espero te guste.
No te preocupes. Lo más cercano a murcielagos que hay aquí son las palomas, así que no estoy muy preocupado XD.
Saludos desde Argentina, tierra del fútbol, del ¨vos¨, fútbol, carne, fútbol... ¿Ya dije fútbol?
Es que parece que aquí no existe nada más.
CrystalGolem29:
Me alegro que el concepto e historia haya sido de tu agrado. No me sorprende mucho lo del concepto, pero me alegra que lo consideres algo medianamente bien llevado de momento. Espero que tu opinión no cambie con el tiempo.
Si, no suelo ser muy descriptivo con los escenarios, pero es algo personal mío: siento que si el personaje que narra se pone a contar detalles del entorno con tanto detalle, le quita ¨personalidad¨ y lo vuelve ¨plano¨.
Ya te digo: son cosas mías, pero en este capítulo intenté ser un poco más descriptivo en el escenario para que al menos tengas una mejor idea de qué clase de entorno es. Espero que eso sea suficiente de momento.
Me alegra que mi humor tan payaso te haya hecho reír. Muchas veces creo que exagero con el absurdo, así que siempre me alegra cuando a alguien le gusta las payasadas que escribo en el momento, casi siempre sin pensarlo.
¿Qué tan grande será? Bueno, esto es un spoiler, pero no creo que afecte a la historia en sí: las heroínas¨principales¨ serán todas las que han aparecido más Iroha y Kawasaki. El resto no están en mi planes inmediatos, pero no quiere decir que no puedan tener su hora de brillar en el futuro.
Antes de lanzarlo a las garras del harem, primero tiene que estar dispuesto a aceptar esa vida... cosa que no se ve muy cercana.
Y la madre de Yukino... Ooh, ya tengo algo planeado con ella en un futuro proyecto. Será uno muy, muy interesante.
... Y peligroso.
¡EN FIN! ¡Gracias por comentar y espero leerte alguna otra vez!
...
De acuerdo. Hasta aquí. Ya no tengo tiempo, así que no hay palabras finales.
Adiós.
