Fue difícil, pero finalmente pude recuperarme de la sorpresa que recibí ante la afirmación peligrosa del entrenador de este equipo de fútbol de cuarta. Cuando lo hice, me aseguré de hacer todo lo que estuviera en mi poder y el doble para salir de esta.
Tratando de verme seguro de mí mismo para que este hombre imponente no usara su musculatura superior para intimidarme, maldiciendo en mi cabeza a Hiratsuka-sensei por meterme indirectamente en todo esto.
-... No quiero. Me rehúso. Quiero irme a casa. Voy a irme a cas-
Cuando pronuncié mis negaciones con un tono absolutista, pensaba ingenuamente que podía empezar mi retirada estratégica, pero enseguida fui detenido por un par de ojos enloquecidos de una emoción que me costaba definir con palabras, matando toda la ilusión que cargaba.
-No lo harás. Como tu superior en la escala piramidal, lo prohibo. ¡Ahora ve con Akutagawa y ponte su uniforme!
Que intenso. Está muy intenso, señor.
A pesar de que estaba un poco intimidado por la intensidad de esta persona, traté de no verme afectado y seguir insistiendo, confiando en que una figura de autoridad escolar no propasaría sus límites.
-Pero yo n-
-¡OBEDECE!
...
Que insistente... y aterrador.
Sobretodo aterrador es lo que mejor define a este hombre con no muchas nociones de lo que es respetar el espacio personal de los demás, haciéndome sentir su asquerosa respiración que entraba por mi nariz, arrugando mi cara en una expresión de asco.
Mientras esto ocurría, escuchaba al idiota de Tobe seguir gritando cosas estúpidas con una voz irritante y a unos cuantos miembros del club decir palabras despectivas hacia mi persona en un tono no muy bajo.
Pero, obviamente, sus chillidos son preferibles a esos ojos de desprecio que me están enviando esas chicas de primero por interrumpir el ritual de mojarse las bragas viendo sudar al príncipe.
Intenté retroceder un paso para recuperar un poco de estabilidad y de paso dejar de seguir teniendo arcadas, pero al instante dicha brecha se cerró más rápido de lo que pude procesar.
-... Está violando mi espacio personal.
-¡YO SOY tu espacio personal! ¡Ahora juega!
Mierda. ¿Por qué nadie viene a detenerlo? ¿Acaso creen que esta basura es normal?
Hmph. Raijuus tenían que ser.
-No quiero.
-¡Juega!
En serio, ¿por qué nadie me está ayudando? ¿Acaso esto no está violando los límites de lo que un profesor debe hacerle a su alumnado?
Nee, puedo demandarlo, ¿verdad? Tengo ese derecho, ¿no?
[No]
¡Demonios! ¡Ahí va mi plan de jubilación!
[Tienes 16 años. Estás 49 años antes]
Querrás decir 15 años tarde.
-Por favor sea racional, profesor.
-¡Puff~! ¿Racional? ¡¿Adónde crees que te llevará la racionalidad en la vida, mocoso?!
-... ¿No a prisión?
-... ¡VE A JUGAR!
...
De acuerdo... Aunque claramente esta persona es bastante... peculiar, estoy seguro de que un poco de lógica será suficiente para hacerle entrar en razón.
... Espero que lo haga.
-... Me siento halagado. De veras que lo estoy, pero no conozco bien las reglas del juego, no estoy en las condiciones óptimas para un partido y tampoco tengo experiencia recibiendo balones en la cara, así que...
Creyendo que mis justificaciones eran suficientes, retrocedí un par de pasos... e inmediatamente esa agradable distancia fue acortada salvajemente por este hombre que en serio tiene un problema con el espacio personal. No sé cómo no fue acusado de acoso sexual si esta es su actitud normal.
-No hay problema. Solo quedaban 6 minutos antes de que terminara el juego. Estoy seguro de que ese es un tiempo que un novato talentoso como tú puede manejar correctamente, ¿verdad?
-Pues... la verdad es qu-
-¡HAZLO AHORA SINO QUIERES CONOCER EL INFIERNO!
...
...
...
No voy a hacerlo porque estoy asustado.
Claro, estoy asustado, pero no es por eso que voy a hacerlo.
-Tch. ¿En qué está pensando el entrenador al hacer esto? ¿Acaso no sabe definir lo que es un golpe de suerte?
-Hmph. Típico de un americano. ¿O era latino?
-Cállate. Si él te escucha, te hará hacer esos ejercicios del demonio, y nos arrastrarás a todos contigo.
-Honestamente, si él no fuera tan bueno en lo que hace, ya me habría quejado con mi padre para echarlo. Las conexiones hay que usarlas.
-Si, si. Lo sabemos. Tu papá es increíble, tú no. Ahora superalo.
-¿Por qué?
-Porque... soy el más perrón aquí.
-... Los latinos de verdad destruyeron mi infancia. Hubiera preferido que solo sensei conociera la existencia de... eso.
Aunque en un comienzo esto parecía el juego de quién decía la cosa más ofensiva sobre mí, con el tiempo se fueron dando cuenta inconscientemente de que yo no valía tanto esfuerzo y empezaron a desviar su atención es cosas más inútiles pero que les traen satisfacción inmediata.
-... Putos raijuus. Vayan a explotar.
Cuando vi a cierto rubio aparecer en mi visión con su sonrisa deslumbrante, mi odio incremento en más de nueve mil.
Mentiría si dijera que nunca soñé con bajar a ese príncipe falso de su pedestal. De hecho, iría tan lejos como para admitir no tan abiertamente que era un sueño recurrente que tenía cuando cerraba los ojos. Y estoy seguro de que esa es una fantasía que comparto con la mitad de la población estudiantil masculina en Sobu.
Soñé con borrarle esa sonrisa presumida que siempre tiene cuando humilla a los demás con su perfección, creyendo que los hombres a su alrededor serían capaces de tragarse esa sonrisa y actitud mansa con la misma facilidad que el genero femenino... junto a unos cuantos hombres que se han desviado del camino correcto.
Todo lo que he pensado hasta ahora es cierto, pero...
[¡Lucha, lucha, lucha!]
... Si, es difícil tomarme esto como la oportunidad de cumplir uno de mis deseos personales cuando me aparece este cuadro de texto que opaca mi visión del campo, donde cientos de raijuus están haciendo sus cosas de raijuu.
[¡Lucha, lucha, lucha!]
Tratando de aguantar lo mejor posible este texto molesto que se grababa en mi mente aunque no quiera, decidí pensar un poco en todo lo que podría implicar si llegara a ganar este duelo contra Hayama o, en su cruel defecto, perder miserablemente, siendo tal vez la nueva mofa de la semana.
[¡Lucha, lucha, lucha!]
Espero que todo termine bie-
[¡Lucha, lucha, lucha!]
... Necesit-
[¡Lucha, lucha, lucha!]
...
...
...
...
T-
[¡Lucha, lucha, lucha!]
¡AL MENOS DI ALGO DIFERENTE, MALDICIÓN!
[...]
...
...
...
...
...
[¿Pelea, pelea, pelea?]
Aaah~
¿Por qué me molesto? A este paso me van a salir canas verdes. Voy a parecer un intento fallido del monstruo de las algas.
-A-Ano... ¿Se encuentra bien, Hikigaya-san?
De repente escuché una voz cautelosa llamándome justo en frente de mí, provocando que saliera de mi debate mental doloroso para mirar hacia el frente, encontrando a un chico tan joven que seguramente es de primer año, el cual solo con hablarme en tono respetuoso ya me caía mejor que mi padre.
Ignorando esas verdades obvias, negué sus preocupaciones con un giro de cabeza mientras acomodaba de mejor manera estos guantes para portero, los cuales se sentían demasiado ajenos a mí´.
-No te preocupes. Solo estoy sorprendido de que las cosas hayan escalado a este punto tan rápido.
Mis palabras condescendientes hicieron que este chico mostrara una sonrisa de complicidad, probablemente llegando a sus propias conclusiones equivocadas que ahora son una bendición para mí. Pero no tanto como el hecho de que es casi imposible que levante una nueva ruta en este lugar a tope de testosterona.
-Por favor no se preocupe. Hayama-senpai podrá ser mejor que todos, pero recientemente he logrado parar dos de cada diez ofensivas suyas, ¡así que puede contar conmigo para la defensa!
...
¿Eso no significa que él te vence en ocho de cada diez ofensivas suyas?
... Matemáticas, mi enemigo mortal...
-... Hm. Supongo que entonces te dejo la defensa a ti. Cuento con que me des tiempo suficiente para pensar en qué puedo hacer contra él, kouhai-kun.
A pesar de que seguramente me habré visto como alguien desagradable, tal parece que este chico de primero era de muy buen corazón, porque no solo fue incapaz de decir las cosas como son, sino que encima me dio una sonrisa confiada que transmitía muy buen ánimo hacia alguien como yo.
-¡Si! ¡Verá de lo que soy capaz, Hikigaya-senpai!
Luego de decir esas palabras vergonzosas pero que calientan un poco mi ego, él hizo una innecesaria reverencia para rápidamente irse a su posición en el medio de nuestro lado del campo, con unos cuantos compañeros de equipo nuestros mirándonos con curiosidad pero no maldad.
Es un poco refrescante.
-... Bueno, aunque digo eso, no creo que pueda hacer mucho.
No importa cómo lo veas, esto es un desafío muy injusto. Sin importar cuan bien ejercitadas estén mis piernas y lo buena que sea mi respiración, esas son las cualidades de un centro campista; no las de un portero, que asumo debe tener buenos reflejos visuales mas un firme centro de gravedad.
No es que llegue a ser un portero inútil, pero sin duda mis habilidades un poco por debajo del promedio no pueden seguirle el ritmo a la estrella del equipo con unas piernas de infarto.
-... Dios, que injusta es la vida.
Incómodo con este uniforme que se ajustaba demasiado bien a mi cuerpo, haciéndome empezar a dudar seriamente de qué tanto estoy realmente controlando mis acciones, ajusté de mejor manera mis guantes, a pesar de que podía imaginar que a este punto mis manos podrían volverse moradas.
Estaba nervioso. Muy nervioso.
-¡Ánimo, Hikitani-kun! ¡Trata de no huir!
Quien gritó esas ofensivas palabras con la frente en alto no fue otro que el compinche número uno de Hayama Hayato, un tal Tobe Kakeru que es demasiado ruidoso para mi propio bien. Y el de todas las chicas que me desprecian y ven con amor a Hayama al parecer, pues no tardaron en dedicarles miradas hirientes que la densidad planetaria de Tobe protegía sin problemas.
-¡Woah!
-¡Hikari-chan!
... Como se puede intuir por mis maneras anteriores de referirme a este ser salido del infierno para atormentarme, pienso que Tobe Kakeru es un idiota.
No, no es porque creyó que era una buena idea sentarse justo por arriba de las chicas groseras, haciendo que sin querer se apoyase demasiado en una de primer año, provocando que fuera empujada hasta caerse, salvándose por muy poco de besar el piso.
Tampoco es porque no notara que era un incordio en ese grupo de chicas básicas sin un futuro trascendente que estaban dándole expresiones que derrumbarían a cualquier hombre y lo llevarían por un camino de odio hacia si mismo mientras piensa en el suicidio.
No, la razón por la que Tobe Kakeru es un chico idiota es porque...
-¡Aaah~! ¡Lo siento, lo siento! ¡Pero no fue mi culpa! ¡Ustedes no me dejaron sentarme abajo!
Aunque la naturaleza de un chico en la secundaria que quiere ser cercano al sexo opuesto dicte que debe aceptar todo lo que ellas digan y minimizar sus errores a cambio del honor de permitirles hablarle, Tobe fue en contra del código número uno de un raijuu genérico.
Eso está muy bien. Eso me haría incluso considerar acercarme a él, pero...
-... ¿Eh? Dilo de nuevo si te atreves.
-... Fue porque ustedes no me dejaron sentarme abajo.
-... Eres increíble.
-¿Ah?... ¡Gracias!
Es un maldito idiota.
Olvida los planetas. ¡Este tipo es un jodido agujero negro!
No queriendo amargarme más viendo toda esta falta de respeto contra mi yo del pasado que veía esos eventos como algo increíble, fijé mi vista en frente, viendo a todos los demás jugadores moviéndose incómodos en sus posiciones por seguramente tener a un extranjero del que no confían como uno de los suyos.
Pero esos chicos con problemas minúsculos me daban igual. Lo que de verdad me importaba era ese sonriente rubio que estaba tratando de tranquilizar a un chico de tercero bastante fornido y algo aterrador, quien estuvo bastante en contra de la idea de meterme en esto ahora que lo pienso.
¿Por qué no te esforzaste más? ¡Cargabas con todos mis sueños!
[Tus sueños eran imposibles desde un inicio. Yo soy un dios entre ustedes, simios inferiores, así que todo se moverá para que ocurra lo que yo quiera, lo deseen o no]
Y es por eso que la religión es una basura.
Queriendo forzarme a dejar de darle importancia este kusogame, golpeé mis mejillas con mis manos abiertas cual protagonista de spokon genérico, pero asegurándome de que fuera lo suficientemente fuerte como para hacerme soltar un gruñido de dolor. Eso por supuesto llamó la atención de mis compañeros de equipo y les generó más desconfianza hacia mí, pero da igual.
-Concéntrate en el dolor, Hachiman. Ignora al juego...
Pocos segundos después de decir aquello, el entrenador hizo sonar su silbato estridente. De inmediato Hayama, quien debía dar el saque inicial, se la pasó al senpai de tercero, quien de inmediato se la mandó a un medio-campista al mismo tiempo en que corría hacia nuestro lado del campo, yendo al extremo derecho, el opuesto al del príncipe.
Mientras los defensas laterales corrían a marcar a los dos mejores goleadores de la escuela, los delanteros de nuestro equipo avanzaron hacia el campo enemigo, más que dispuestos a no permitir que la protección de la portería depende de alguien como yo.
-¡Estrategia PI-Alfa-4!
-... ¿Qué mierda?
El capitán de mi equipo, el medio-campista central izquierdo, gritó esas vergonzosas con un vigor equivocado. Tan equivocado que pude apreciar como los defensas centrales que estaban protegiéndome se sonrojaban de la pena.
-Maldición. Lo dijo.
-No se puede evitar, supongo. Ya sabes cómo es él...
Mientras esta conversación desganada ocurría frente a mí, de repente un delantero que estaba frente al jugador contrario que tenía el balón se abalanzó con un grito de guerra hacia el pobre chico que apenas me llegaba al cuello, asustándolo si ese grito medianamente femenino es una indicación.
Creí que estaba a punto de ver en directo cuál era la magia que volvía a los norteamericanos seres bestiales que buscaban ver a dos hombres lastimarse con cuantas más contusiones mejor, pero en el último segundo, antes de que gritara por preocupación, de alguna forma el tipo terminó cayendo a un costado del pobre chico luego de impulsarse con su última pisada en el momento justo.
Ahora sin ese mastodonte bloqueando el camino, vi como el pobre chico se estaba protegiendo la cara con ambas manos cerradas mientras temblaba como una oveja sin su pelaje. Sin duda era un espectáculo lamentable para mí... pero no para el otro delantero que estaba detrás del gorila, quien aprovechó la oportunidad de quedarse con el balón y avanzar hacia la portería enemiga.
-... ¿Qué mierda?
Mientras veía este teatro surrealista seguir funcionando como si nada y pasando de largo al pobre chico que podría acabar traumado, noté que nadie se veía indignado por esa clara falta a las reglas. Ni siquiera los compañeros del chico que vieron todo eso en alta definición le prestaron atención, estando más preocupados por la ofensiva de mi equipo.
-¿Primera vez que ves esto, Hikigaya-san?
De repente escuché al defensor central derecho llamarme con indiferencia, haciéndome voltear hacia él, encontrando que el otro chico que estaba a su lado también me miraba, pero con unos gestos mucho más animados en comparación.
A pesar de que el juego estaba continuando, ellos no parecían preocupados por prestarle atención a Hayama y el otro tipo. Como si... no les importara o vieran valor en ello.
-... ¿No es esto ilegal? Estoy seguro de que cosas así se habrán prohibido en caso de que salieran mal.
Mis palabras generaron una sonrisa afable en el chico que defendía el centro izquierdo, el cual parecía algo interesado en mi cara de estúpido. El otro tipo, de aspecto frío y recatado, estuvo más interesado en ver cómo se estaba desarrollando el partido.
De momento parece que el balón sigue en el lado del campo enemigo.
-Quien sabe. Seguramente haya algo en las reglas oficiales que prohiba esto, pero honestamente no me he molestado en revisarlo. Nadie aquí lo ha hecho, pero eso está bien. No vamos a poner estas estrategias en un partido oficial.
Hayama Hayato, quien hasta hace poco estaba a una distancia no muy segura de la portería que defiendo, empezó a irse más al centro en cuanto vio que el balón tardaba bastante en llegar, cosa que no imitó el senpai musculoso, seguramente porque era orgulloso o tenía muchas ganas de aplastarme.
Yo apuesto por ambas.
-¿Entonces por qué...?
La respuesta inicial que recibí del chico fue que él dirigiera su mirada hacia donde estaban los espectadores, y cuando me miro de reojo con cierta exasperación, asumí que me estaba instando a que hiciera lo mismo.
Dejando a un lado al idiota de Tobe estando justo debajo de la chica que acababa de empujar no muy feliz de la vida, lo único que veía era al entrenador del equipo que obviamente no había nacido en este país y todo apuntaba a que ni siquiera tenía sangre japonesa.
-Al parecer el entrenador tiene experiencia en esto de dirigir equipos de fútbol escolares en latinoamerica. Y estoy seguro de que puedes notar esa sangre latina suya, ¿no?
Sus palabras me hicieron recordar un poco la impresión que me había dado este hombre con sus gestos mientras aún lo miraba, sintiendo como mi rostro empezaba a sentirse extraño por la peculiaridad de esa persona.
-... Supongo...
Mi respuesta vaga hizo que el chico amable soltara una carcajada leve mientras el serio bufaba en exasperación. Todo mientras podía escuchar a Tobe decir cosas estúpidas con su voz irritante.
-Él en serio es único. ¿Sabías que lo primero que dijo cuando nos vio jugar fue que eramos ¨una banda de nenas incapaces de hacer daño o enfrentar el peligro¨?
-Tch.
Oh. Parece que la lengua floja de este chico vivaz hizo que el otro chasqueara los labios en probable insatisfacción.
Si... puedo ver que sin duda ser orgulloso es parte de su personaje
-Luego se quejo de que nuestra forma de juego era demasiado pura y que para destacar sobre los demás debemos aprender ¨la técnica sagrada de argentina¨.
-... ¿Gritar al cielo pidiendo sangre de sus ídolos?
-... Ojalá se me hubiera ocurrido decir eso cuando pude, pero no: él quiere que juguemos sucio. O en su defecto que no nos asustemos cuando ocurran estas cosas. Parece creer que podremos llegar a jugar en Europa o algo así.
Mirando de reojo el horizonte para no dejar que me tomen por sorpresa, vi como el balón de repente era mandado a volar hacia el costado derecho, logrando ser agarrado por un chico de del otro equipo que enseguida se puso a correr hacia mí, poniéndome nervioso, preocupado de que deba detener un tiro de Hayama.
Mientras me ponía firme y preparaba mentalmente para eso, solté un risilla comprensiva.
-... Hmph. Eso no suena realista.
Igual que las expectativas de mis padres sobre mí.
-¿Verdad? ¡Pero él no hace caso!
Escuché al chico quejarse un poco más de la irracionalidad del entrenador, pero pronto se dio cuenta de la situación y empezó a avanzar hacia adelante, viendo como el medio-campista lateral fue burlado con suma facilidad.
Sabiendo cuales eran los requisitos de este juego, fijé mi vista en el rubio príncipe que estaba acercándose peligrosamente a mí con un rostro determinado que infunde terror en sus enemigos... o sea yo.
-... No te lo tomes tan en serio. Nadie salvo el entrenador tiene fe en ti. Esta es solo una oportunidad perfecta para practicar nuestra defensa en un entorno extremo y que Akutagawa-san obtenga un poco de coraje para variar. Con que no huyas es suficiente.
Esas palabras frías con mucha condescendencia detrás me hizo mirar con molestia al otro defensor central pedante, el cual me miraba como un ser inferior pero sin ese veneno que uno esperaría. Parecía que solamente estaba diciendo sus genuinos pensamientos.
Con todo eso dicho, él no vio necesidad de seguir prestándome atención, avanzando también al frente en pos de proteger la portería.
-... Gracias por las palabras de aliento, pero la próxima mejor guardátelas... imbécil.
Él no confía en mí.
Nadie aquí debe hacerlo.
Eso está muy bien, ya que no cumplir las expectativas irreales de los demás me quita de una presión que es el día a día en los raijuus. Todo debería estar si mantengo las cosas así y no me esfuerzo para librarme de la presión social, pero...
-¡HAYAMA-SENPAI, ATRAPA!
-... Quiero ganar.
Parece que incluso alguien patético como yo tiene esta cosa llamada ¨orgullo¨ y ¨deseo¨ que quiere proteger a cualquier costo.
Que tonto... pero será más tonto si pierdo.
Con una habilidad que solo se puede obtener mediante mucha práctica, Hayama logra atrapar con éxito el balón con su pecho, como si esto fuera un partido profesional. Pero sin dejarse llevar por ello, rápidamente comenzó a correr hacia adelante, logrando sobrepasar sin dificultades al defensor lateral izquierdo, que reaccionó demasiado tarde.
Debido a que se quedó embobado por la genialidad de Hayama, el tipo nunca podría alcanzarlo, no importa cuanto se esfuerce en perseguirlo. Mientras eso pasaba, escuché ecos distantes de las estupideces que gritaba Tobe Kakeru, que mi cerebro, en toda su sabiduría, decidió no procesar.
Viendo que no había nadie más capaz de detener a Hayama a estas alturas, el defensor grosero con el que hablé hace un momento avanzó para bloquear su camino y evitar que tenga una oportunidad de arruinar esto... corriendo con pisadas muy fuertes.
DEMASIADO fuertes.
Y lentas. Él corría lento.
-... ¿Acaso en los pies tiene plomo o algo así?
Sobra decir que al final él solo fue para ser esquivado con una facilidad pasmosa, cagándose en toda la imagen de grandilocuencia que quería construir a su alrededor conmigo.
Asegurándome de que voy a recordar esto para echárselo en cara cuando termine esto, avancé un poco hacia el frente con firmeza con mis brazos tensos ante el inminente impacto.
Hayama me miró a los ojos por un segundo intrascendente antes de patear la pelota cuando llegó a la distancia adecuada.
-¡Yosh! ¡Lo teng... ¿Eh?
Oi, ¿no es demasiado rápid-
¡PAAAAM!
-¿Eh?
-¿Qué mier...
-¡¿EN SERIO~?!
Estoy seguro de que escuché varias voces, cada una teniendo diferentes entonaciones, pero todas compartiendo la característica de estar sorprendidos o decepcionados de algo.
Sé que es así... pero no puedo verlo. No puedo ver nada de ellos.
-... ¿El cielo?
Lo que opacaba mi vista por completo era el cielo ya con pequeñas tonalidades naranjas que era molestado por unas cuantas nubes sin propósito que empañaban una bella vista. Todo mientras sentía una pequeña pero cada vez mayor molestia en mi cuello.
Ahora que lo pienso, siento que mi centro de gravedad no está tan firme como debería.
¿Estoy acostado? ¿Caí por culpa de Hayama?
... No, puedo sentir mis pies tocando tierra firme.
Entonces, ¿qué...
[¡No es momento de quedarte dormido! ¡El desafío continua!]
¿Desafío?
... Oh, si... El desafío.
Mierda, ¿cómo pude olvidarlo? Si todo estaba tan claro hace un momento. Y mi cuello no deja de doler.
[Lo tienes estirado, idiota. Endereza esa cabeza, por favor. El [MC] no debe verse tan espeluznante]
¿A quién llamas espeluznante, Matrix defectuosa?
... Quiero decirte eso, pero supongo que me salvaste de seguir haciendo el ridículo por más tiempo. Por ahora podemos dejar las cosas así. Ya luego veré como cagarme en tu existencia.
Con cuidado de no hacer un movimiento demasiado brusco que me genere un dolor punzante, lentamente volví a enderezar mi cabeza, sintiendo por unos momentos un repentino mareo que casi me hace caer de trasero de la sorpresa. Pero, por fortuna, por esta vez los Dioses RomCom estuvieron de mi lado, logrando estar totalmente recto.
Lo primero que noté cuando fui consciente del mundo que me rodeaba era que todo era mucho más silencioso de lo usual. Claro, en la lejanía podía seguir escuchando gritos varios tanto de hombres como mujeres, pero las personas cercanas a mi alrededor que hasta hace poco eran muy ruidosas se quedaron inusualmente callados.
Mirando al bastardo grosero sin querer, noté que su expresión era de sorpresa estúpida, mezclada con un poco de innecesaria preocupación, cosa que era lo que más dominaba en la cara del otro defensor central amable, quien conmovía y asqueaba mi corazón a partes casi iguales.
Girando de un lado a otro mi cabeza para obtener una vista general, noté que todos estaban mirando en mi dirección con sorpresa, sobretodo Hayama Hayato, quien casi parecía estar insatisfecho mientras me veía la cara.
-... Oi, oi, alteza. No todos podemos ser tan guapos como tú. Por favor sé más comprensivo con la clase media. También tenemos sentimientos.
Luego de decir esas provocaciones no pude evitar formar una sonrisa grosera en mis labios resecos, logrando así que el desprecio que don perfecto sentía hacia mí fuera en aumento. Pero ni de chiste tanto como las chicas que miraban el partido, quienes tenían sus ojos clavados en mí y estoy seguro de que no es con las mejores intenciones.
-Hikigaya...
El tono que usó Hayama fue... extraño. Y no extraño porque no supiera qué es lo que cargaba su voz, sino porque nunca me habría esperado que él se quitara la máscara en un lugar tan público, rodeado de monos que debe impresionar constantemente a cambio de no explotar.
Sería divertido seguir prestándole atención a este rubio frustrado, pero hay cosas más importantes que atender.
-Oigan, ¿dónde está la pelota? ¿Por qué no seguimos jugando?
¿Acaso Hayama metió una anotación? ¿Es eso? Dios, espero que no sea eso.
-Es... Está ahí, senpai.
Quien parece ser el único que quiere guiarme en este mundo de oscuridad fue el kouhai amable que ya me cae mejor que todas esas chicas que debo conquistar combinadas. Luego de mirarlo en busca de confirmación, me encontré con que él estaba mucho más cerca que todos los demás, cosa que recién acabo de notar ahora.
Ignorando mi sorpresa, me enfoqué en como tenía el dedo apuntado hacia el costado derecho del campo. Seguí en la dirección que apuntaba su dedo y...
... No vi el balón.
... No, ahí lo veo. Está... colgado en un árbol alejado del territorio de la escuela... muy lejos de la red de gol.
...
...
No estoy seguro de qué clase de sentimiento transmite a los demás, pero estoy seguro de que en estos momentos tengo una sonrisa. Una sonrisa que enseguida decidí dedicar hacia Hayama, quien afiló sus ojos ya de por sí disgustados, alegrándome inmensamente y satisfecho de que todo este día al menos tenga una cosa buena que ofrecer.
Una MUY buena.
-... ¿Te contuviste? Apenas lo sentí, Hayama. Me duele más mi cuello por estar tanto tiempo en una mala posición que esa pelota que mandaste a mi cara.
Seguro que me veo asqueroso. Confío plenamente en que es así, pero eso no me importa. Me importa tan poco que hasta fui tan audaz avancé un paso más hacia él con la espalda recta, haciéndome parecer un igual a este príncipe frente a sus compañeros que le tienen en alta estima y su grupo de fanáticas.
Me veo horrible y querrán golpearme... pero eso está bien. Es lo que busco.
-Ya sea que me golpees la cara, la entrepierna o la nariz... te detendré. Borraré tu récord de perfección, alteza.
Por supuesto que no soy lo suficientemente valiente para actuar de esta manera en un entorno normal, pero...
[¡Contra todo pronóstico, haz logrado defender la portería!]
[¡Mientras tengas la voluntad de lograrlo, tus sueños se harán realidad!]
... Tengo una oportunidad.
Después de todo, si este juego quiere que mi vida sea un anime basura, entonces es lógico que tenga oportunidad de vencer a las probabilidades y la pura lógica.
Porque este juego quiere que sea un maldito raijuu es que mis posibilidades de victoria no son cero. Porque yo tengo...
[¡EL PODER DEL GUIÓN!]
... Menuda manera de matarme la emoción.
[Pero tengo razón]
Exactamente.
[Eso no tiene ningún sentido]
¿Esto alguna vez lo tuvo?
[...]
[...]
[Cállate]
-... Que genial~ ¡Nee, nee, Hikitani-kun se ve muy genial, ¿no, chicas?!
Cállate, Tobe. Deja de decir mentiras. Es obvio que ellas están asqueadas conmigo y tienen ganas de matarme por haber ido en contra de su ídolo. Si hasta tienen las mejillas rojas de la furia: es obvio que no me veo bien.
-... ¡MALDITA SEA! ¡ALGUIEN PONGA OTRA PELOTA EN EL CAMPO PERO YA!
-¡S-S-Si, entrenador!
Luego de escuchar al entrenador de altura perturbadora gritar con desesperación y al pobre chico que estaba más cerca suyo, lentamente los jugadores comenzaron a posicionarse donde debían, que en este caso era muy cerca de mí, pues tal parece que a pesar de que puedo estar teniendo una hemorragia interna por culpa de Hayama, sigue considerándose un saque de esquina derecha para el equipo contrario.
Incluso cuando puede ser considerado imprudente, no perdí de rastro al príncipe rubio, ignorando a los demás jugadores en favor de estar lo más pendiente posible de la estrella cada vez más aterradora con esos ojos determinados tan intensos suyos.
Mientras teníamos una especie de duelo de miradas entre nosotros, escuchaba restos de comentarios groseros hacia mi persona por parte de los jugadores, repitiéndose mucho la palabra ¨presumido¨ y ¨suertudo¨. Pero, aunque estoy seguro de que les gustaría que mi ánimo fuera mermado luego de tal desprecio, la verdad es que no.
Todos aquí me importan una mierda y los prefiero enterrados bajo tierra... menos al kouhai. Él está bien.
-Tch. No te creas tanto solo por un golpe de suerte, Hikigaya-san.
No miré al defensor central grosero que dijo eso a una cercanía considerable, solo limitándome a sonreír de forma altiva mientras no perdía de vista al rubio.
-Lo que tú digas, pies de plomo.
Escuché una carcajada molesta del otro defensor central y algunas risas leves de otros jugadores cercanos, pero nada por parte del edgy-boy. Tan solo escuché un chasquido de labios luego de unos segundos que me hicieron sonreír aún más.
Luego de unos segundos de repente hubo una considerable disminución en los pasos ansiosos de ambos equipos, lo que me llevó a asumir que todo estaba listo para continuar.
Que todo estaba apuntando a que debería fijarme más en el jugador que estaba a punto de patear el balón hacia mí... pero no lo hice. Ni siquiera me concentré en otro jugador que no fuera Hayama.
Estoy seguro de que más de uno de mis no queridos compañeros de equipo estará pensando que estoy loco por solo concentrarme en el niño bonito en vez de todo el equipo de forma equitativa.
Y claro que escuché comentarios despectivos hacia mi persona e inteligencia de compañeros que se habían dado cuenta de ello demasiado tarde, pero no me importó. Por supuesto que no me iba a importar cuando debía defender la portería de Hayama.
No es que supiera que Hayama iba a recibir el balón... sino que lo va a recibir y punto.
-¿Qué está haciendo, senpai?
Ignoré las palabras del amable kouhai, apretando mis labios con mis dientes en señal de ansiedad.
-Bueno... esto es problemático.
Tensé mis piernas para evitar algo tonto como caer por la fuerza de Hayama.
-¡Idiota, no te quedes colg-
Cuando sonó el cruel pitido del silbato del entrenador, de repente el tipo grosero se tragó lo que me iba a decir, pero no antes de soltar unos insultos nada gratos hacia mi madre que no me afectaban.
Luego, como una señal para que mi corazón quisiera saltearse un latido, escuché un impacto secó y como de repente los pasos ansiosos de los jugadores aumentaron en intensidad, así como de suspiros nada gratos.
Pero no le presté atención. No debo hacerlo.
Me concentré solo en la figura de Hayama Hayato retrocediendo unos pasos hacia atrás y acercándose más a mí desde el costado.
Un Hayama Hayato que en algún punto empezó a ser perseguido por una pequeña sombra cada vez más grande.
Un Hayama que bloqueó la dirección de la pelota con su frente, dejando que cayera al suelo y...
¡PAAAAAAAM!
...
...
-... Es la segunda vez...
Esta vez sabiendo lo que había ocurrido, moví mi cabeza bruscamente hacia abajo, dejando de apreciar el bello cielo anaranjado para mirar hacia donde diablos fue la pelota, con mis ojos encontrándose sin querer con el balón dirigiéndose en todo su cinismo esférico directo hacia Hayama, quien ya tenía levantada su pierna derecha.
Aunque algunos de mis compañeros de equipo se dieron cuenta e intentaron bloquearle el camino al líder de mi clase, fue demasiado tarde.
¡PAAAAAAAM!
... La tercera es la vencida, decían.
Definitivamente no puede ocurrir una tercera vez, decían.
¡PUES ME CAGO EN LOS QUE LO DECÍAN!
¡¿CÓMO ES POSIBLE QUE ESTO ME HAYA PASADO TRES VECES SEGUIDAS?!
[Magia... ¡pero del guión!]
¡Tú cállate!
Sintiendo esta vez un dolor punzante en mi mentón, bajé con esfuerzo mi vista hacia abajo, encontrando como el defensor central con buen humor se adelantaba a Hayama, lanzando la pelota hacia hacia adelante, o sea mi izquierda, logrando sacarla del campo, dándole un saque lateral al equipo contrario, un precio que estoy dispuesto a pagar.
Aprovechando el momentaneo respiro que recibí, masajee con delicadeza mi mentón, tratando de aliviar un poco la sensación de que no estaba sintiendo absolutamente nada y de paso darme algo que no me haga pensar el ridículo que estoy haciendo ante la vista de todos porque, aunque sea un solitario que entiende su nulo valor, incluso yo podría llegar a llorar con esto.
Sintiendo un sabor metálico en mis encías, tuve el impulso repentino de escupir, cosa que terminé haciendo para liberar un poco mi frustración y verme aún más asqueroso para que el hecho de que Hayama no ha metido ninguna anotación en mi guardia sea mucho más placentero.
Lo hice justo debajo de mí, cerca de mis pies. Antes de dispersarlos con estas zapatillas bastante caras para ser usadas en tierra, noté que mi escupida tenía un ligero tono rojo carmín que me hizo arrugar el ceño del asco.
Pisándola sin piedad, volví a concentrarme en Hayama, quien ajeno a todo el espectáculo que estaba dando de gratis, hablaba amablemente con el senpai fornido que le estaba gritando unas cuantas cosas no gratas, con este último mirándome cada tanto con una intencionalidad maliciosa.
Sin importar si fue un golpe de suerte, milagro o alguna clase de trampa, no quita que he logrado defender la portería de tres disparos suyos incluso cuando tengo cero experiencia en esto. Es inevitable que un miembro veterano del club esté enojado por tamaña falta de respeto.
Es natural que incluso tipos con menos experiencia o incluso mis compañeros de equipo sientan rechazo hacia ¨el maldito suertudo¨ que está consiguiendo más que sus propios camaradas con los que pueden confiar.
Puedo verlo en las miradas que me están enviando todos, ya sean de mi equipo o no. De los dos bandos siento el mismo sentimiento...
Están desconfiando de mí.
Me consideran alguien peligroso o que no es de confianza: alguien que no es bienvenido aquí.
Ya sea que se deba a que crean que esto es una especie de complot maligno o sencilla suerte del principiante llevada al extremo, no quita que estoy destacando en el mal sentido y que seguramente esto vendrá a morderme el culo más adelante.
Incluso el kouhai amable no deja de mirarme con una expresión complicada, de seguro sintiéndose insultado de que un noob esté logrando lo que a ellos les toma mucho entrenamiento infernal.
Da igual si fue suerte. Lo que importa es el resultado, y eso es una de las pocas cosas que puedo respetar de estos innombrables
-¡Hayama-senpai!
A pesar de que el chico gritara el nombre del príncipe y diera la imagen de que iba a lanzarsela hacia él, en el último momento terminó ¨cambiando de opinión¨, dándole el balón al medio-campista que tenía más lejos pero sin ninguna marca.
Apenas él obtuvo el control del balón, de inmediato la pateó hacia el otro extremo de la cancha, donde fue obtenida éxitosamente por un compañero suyo, quien empezó a avanzar hacia adelante sin nadie en las cercanías para impedirle el paso los primeros segundos.
Pero mis compañeros de equipo no son estúpidos e incompetentes, y pronto el defensor lateral derecho apareció para bloquearle el camino, con toda la intención de abalanzarse contra a costa de lesionarlo, algo muy de occidente.
-Supongo que ese es el resultado de tener un entrenador tan... así.
Luego de que dijera eso al aire para rellenar este tiempo muerto, el jugador contrario vio que no tenía oportunidad o se acobardó y terminó pasándole el balón al medio-campista central del equipo contrario, quien empezó a gritarle algo a los delanteros antes de correr como si no hubiera un mañana.
-¡Compatriotas, detengan el Rayo de Prometeus!
Ugh... Siento como mi chunni interior se está revolcando en su tumba de la pena ajena.
-Si, si. Y alguien recuérdenme que debo patearle el trasero por hablar así.
El defensor central derecho pronuncio esas palabras a cualquiera que quisiera oírlas antes de correr directamente hacia el frente, ansioso porque evitar otra anotación no dependa de mi suerte absurda.
Mientras eso pasaba, el capitán honorario del equipo contrario lograba sobrepasar a los medio-campistas centrales luego de pasarle la pelota a un compañero suyo ubicado a la derecha suya y que este inmediatamente después la levantara con efecto hacia el cielo, cayendo nuevamente en el jugador contrario luego de que adelantara a mis compañeros.
Pies de plomo trató de estorbarle el camino cuando se dio cuenta que el chico amable no iba a llegar a tiempo, pero aunque le hizo perder un poco el equilibrio, en un acto desesperado terminó pasándosela con fuerza innecesaria a... Hayama Hayato.
Cuando él detuvo el andar de la pelota, por un segundo no mostró ninguna reacción visible, teniendo una expresión en blanco. Y luego...
Bueno... Solo necesitó cinco segundos para patear la pelota hacia mí.
No... para lanzarle hacia la esquina contraria en la que estaba.
Cuando me di cuenta de ello, sentí que era demasiado tarde. Sentí que había perdido contra el príncipe por culpa de mi inutilidad, sabiendo que no volvería a recibir un golpe de suerte doloroso.
Y sentí que... eso estaba bien.
Sentí que esto era inevitable y que, de hecho, a larga podría ser lo mejor, pues evitará que llame la atención, con todo este asunto solo catalogándose como otra victoria en la carrera luminosa de Hayama mientras que trataron todo esto como la suerte del principiante en exceso.
No había sentido en esforzarme. Lo único que quería era cerrarle la boca a Hayama y hacerle ver que él no era tan perfecto como le quieren hacer creer.
Comparado a todos los demás... Comparado con el mismo Hayama, mis motivaciones son precarias, por no decir nulas.
Eso es cierto.
...
...
Pero...
-¡No te creas tanto, bastardo!
Fue extraño.
En un momento estaba en la esquina opuesta en la que se dirigía el balón... y al siguiente estaba casi en el centro de la red, no sintiendo el suelo firme en mis pies mientras mi brazo estaba tan estirado que dolía, con mi palma teniendo una sensación dolorosa de picor cada vez más pronunciada.
Luego de eso caí, tragando una buena cantidad de tierra y despertándome de mi estado de ensoñación, levantándome torpemente pero con la mayor rapidez que podía hacer, ansioso por evitar que metieran una anotación.
No quería que mis palabras arrogantes de recién se quedaran solo en eso.
Cuando me levanté, lo primero que vieron mis ojos fue la sorpresa en los ojos del defensor creído, cosa que se repitió con todos los demás jugadores que estaban a su alrededor en mayor o menor grado.
Luego, girándome hacia el costado, noté que el mismo patrón se repetía, con uno del equipo contrario que de repente se abalanzó contra mí. El centro-campista que originó toda esta jugada para empezar.
...
... No... no iba hacia mí.
¡Fue a la maldita pelota!
-¡MÍO!
¡Ni hablar!
Antes de que pudiera cometer el mayor de los ridículos, agarré la pelota que estaba a punto de tocar mis pies con ambas manos, llevándola rápidamente contra mi pecho como hacían en la televisión al mismo tiempo en que cerraba los ojos, temeroso de recibir un duro impacto que me hiciera tragar más tierra.
Afortunadamente, ese no fue el caso, y cuando escuché un chasquido de labios frustrado, fue la señal para abrir los ojos, viendo como el tipo empezaba a alejarse con rapidez, lanzando insultos contra mis ancentros sin tapujos, demostrando una vez la horrible influencia que son los extranjeros en nuestra sagrada cultura.
Con el balón asegurado en mis manos, miré con expectación a Hayama Hayato.
...
...
...
-Que miedo...
Esos ojos son muy peligrosos. Siento que mi seguridad peligra aquí.
Pero... supongo que se siente un poco.
Con esto, finalmente puede comenzar el partido de verd-
¡PIIIIIIIIII~!
-¡Ya pasaron diez minutos! ¡Hikigaya, fuera! ¡Ya has sido analizado! ¡Mañana te quiero aquí!
-... ¿Eh?
-¡Dije que te diré los resultados mañana! ¡Ya han sido muchas emociones por hoy! ¡Ahora ve a devolver el uniforme! ¡Y Akutagawa, más vale que esto te haya motivado, o sino te golpearé!
-¡SI, SENSEI! ¡ESTOY MOTIVADO!
-¡BIEN! ¡Ahora descansen! ¡Ya es todo por hoy!
...
...
...
...
Me estás jodiendo, ¿verdad?
Todo esto... ¿solo fueron seis minutos?
Eso no... No puede...
[¡VICTORIA!]
[¡Si tuviera la capacidad de procesar audio, habría puesto una canción acorde, pero como no, pues te jodes. ¡Culpa a mi creador por ser un vago!]
Oh no...
[¡Has ganado +2.000 [Puntos de Habilidad] y levantado tu hombría!]
[¡Lo que significa que...
POR FAVOR N-
por haber estado expuesto al sufrimiento físico en medio de una climática batalla, obtienes +15 en {Musculatura}]
...
...
Oh... Eso es... ¿bueno?
Bueno... si es solo eso, ent-
[¡Ah, y por tu apariencia de chico malo combinado por un sudor atractivo para las féminas, obtienes +38 en {Encanto}]
¡!
[¡Felicidades! ¡Pronto atraerás a las chicas!]
...
[Bueno, ya lo haces así como estas, ¡pero si sigues sumando puntos, podrías volverte en galán seductor!]
... No...
[¡Te volverás popular!]
No.
[¡Las chicas no te rechazarán! ¡Te amarán!]
NO.
[¡Serás un raijuu!]
¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
...
...
...
...
Yo... Yo... ¿como un chico malo?
¿Me estás diciendo que... tengo la apariencia y el encanto de un chico malo? ¿De un edgy-boy? ¿De un mocoso intensito que atrae a las púbertas de mierda?
[Si]
...
...
...
... Quiero ir a casa.
Quiero descansar.
Acabemos con todo esto por hoy.
Mañana me preocuparé y veré de qué manera matarme.
Por ahora... quiero olvidarme de todo.
No queriendo perder más tiempo en esta escuela de mierda cuando tengo una almohada que golpear, empecé a avanzar hacia donde el entrenador incomprensible me obligó a ponerme este asqueroso uniforme que no le gusta ni a su abuela, tratando de no prestarle atención a nada que no fueran mis pies.
Quería mezclarme con la multitud y pasar desapercibido de un grupo de chicas a las que podía sentir mirándome con menos sentimientos negativos de los debidos, haciéndome generar una expresión de asco hacia todo. No discriminaba entre negros, compañeros que no lo son, rubios y Tobe.
Promuevo la auténtica igualdad. Todos me caen igual de mal.
Avanzando a paso más rápido en cuanto vi de reojo como una chica se estaba acercando a mí con la cara ansiosa en el buen sentido, o sea el malo, no pude evitar preguntarme hasta qué punto mis acciones eran de verdad libres y no solo estaba haciendo lo que este sistema quería indirectamente.
¿Puedo estar siendo manipulado en las sombras, creyendo que estoy tomando mis verdaderas decisiones cuando en realidad solamente tengo la ilusión de eso? ¿Tal vez todo ha estado yendo como el juego quiere porque me está guiando a tener los procesos de pensamientos adecuados para ser un puto raijuu?
Puedo... ¿Siquiera puedo considerarme como un ser libre?
...
...
... Genial, volvieron los traumas de Evangelion.
-Hikigaya, ¿tienes un momento?
-¿Eh?
De repente escuché una voz asquerosamente imponente llamándome justo al lado mío. Giré mi cara para mirarle bien con lentitud y tratando de ignorar como la chica que estaba acercándose a mí de repente tenía una expresión que no me apetece mencionar, encontrando a un Hayama Hayato con unos ojos demasiado determinados.
Dios, ¿en qué momento pasamos de un harem-ecchi a un spokon?
[El que no lo hayas notado demuestra que mis habilidades de escritor son excelsas]
... Si te refieres a que son excelsas en el sentido de que el espectador está tan poco interesado que no sabe cuando cambian las cosas, pues si: eres un grande.
...
...
... ¿Sin respuesta?
[La puta dice qué]
¿Qué?
[¡JA! ¡ERES UNA PUTA!]
[... No, eres MI puta]
...
...
El rostro de Hayama era sin duda algo extraño, pero no insatisfactorio. De hecho esta cara podría ser la única cosa buena que he visto desde ayer considerando que no he podido hablar con Komachi. Me llenaba de una felicidad extraña y que me hacía sentir mejor con mi miserable existencia llena de, extrañamente, mujeres hermosas que buscan dominarme.
Ignorando los malentendidos que podría generar decir eso sin el contexto adecuado, asentí al rubio príncipe con una sonrisa arrogante, esperando que viniera a quejarse de que solo tuve suerte o que no se me subiera a la cabeza este pequeño logro.
Cuando asentí, el ceño fruncido de Hayama se acrecentó, así como la nitidez en esos ojos sedientos de sangre. De mi sangre.
-... La próxima vez... será en algo en lo que tengas experiencia.
Mientras de a poco los demás miembros del club de fútbol nos dejaban atrás en pos de sus propios planes personales, sentí como unos pasos se acercaban en la misma dirección en la que estaban esas chicas junto al señor retraso.
A pesar de que las ansias de irme eran fuertes, mi curiosidad me terminó dominando.
-... No te sigo, Hayama. Explícate mejor.
Mi tono fue rudo, cosa que se debe en parte a que es Hayama, pero también porque escuchar a Tobe comentar nuestra interacción como si esto fuera una clase de partido de fútbol.
Hayama se vio insatisfecho por mi falta de comprensión, pero pronto eso se fue y apareció un rostro digno de un protagonista shonen.
-... En nuestro próximo duelo haremos algo en lo que seas bueno. Solo así podremos estar de verdad parejos.
-...
-No pienso perder.
...
Si, esto sin duda es una mierda shonen que trasciende en basura al simple e inofensivo spokon genérico.
Y lo odio. De verdad odio todo lo que me ha llevado a este momento. Odio todo este sistema y desearía poder seguir mi mismo camino solitario que tanto bien me hacía.
Pero...
-... Hmph. Intentalo, pero no te lo voy a permitir.
No sé si esto también se deba al lavado de cerebro que hizo este sistema conmigo, pero bajar de su pedestal a este tipo no está nada mal.
Hasta podría compensar un poco todo lo que viviré con esas chicas.
-... Que genial.
... Esa voz claramente femenina no es de Tobe, ¿verdad?
[¡Has ganado +1 en {Encanto}!]
¡MIERDA!
¡¿POR QUÉ SOY TAN SEXY?!
Si mi memoria no me falla, creo que este ha sido el capítulo más largo que he hecho hasta ahora. Espero no superarme en el futuro cercano, ya que quiero mantener a este proyecto como algo ameno.
Originalmente planeaba mostrar un poco lo que venía después del partido en relación con ese grupo de chicas que oculta a cierto personaje algo querido, pero creo que la longitud es demasiada como para andar queriendo llegar a las 8.000. Creo que esta cantidad y lo que mostré es adecuado.
Sobre él capítulo en sí... pues seré honesto: no tengo experiencia en hacer que la trama fluya ni tampoco contar cosas tan frenéticas como cualquier deporte con mis habilidades actuales. Divago demasiado en diálogos y cuando me quiero meter en narrar algo ¨épico¨, me encuentro con que lo que me costó pensar dos horas apenas ocupan 500 palabras.
Es por eso y otros motivos que mi intento de entrar en otro fandom fallaron: siento que mi manera de contar las historias es algo que solo ustedes pueden aceptar al venir de una serie con tantos monólogos como Oregairu. No desentona tanto como en otras series.
No creo que el capítulo haya sido un desastre, pero no puedo evitar sentir que debió ser mucho más. Pero al mismo tiempo, no quería que todo el capítulo fuera narrar al completo un partido de fútbol. No solo porque no me llama la atención, sino porque estoy seguro de que concentrarme tanto en los OC les habría disgustado aún más.
Luego de este capítulo viene uno serio que aclarará algunas dudas sobre la historia pero les generarán muchas más. Luego vendrá un interludio como manera de contentar a cierto usuario que cumple años y finalmente empezaremos un nuevo ¨volumen¨.
Si, sé que 10 capítulos de prólogo no suenan bien, pero en total creo que rondaremos las 60.000 palabras ignorando las notas de autor, una cantidad más que decente para una novela ligera.
... Si, comparo a esto con una novela ligera, ¿pero pueden culparme? Hay un prota solitario que hace referencias, muchas waifus, humor puerco y hasta una ¨batalla final¨. Las comparaciones son inevitables. ¡No pueden juzgarme!
Piensen en este capítulo como un preludio en cuanto a estos ¨desafíos¨. Me gustaría que me dijeran qué cosas les gustaron, cuales no, qué debería mejorar y cual creen que sería la manera apropiada de afrontar algo como los deportes.
Esto no es mi fuerte. Ni siquiera leo estas cosas, así que me gustaría que ustedes me ayudaran a hacer un mejor trabajo. Y recuerden que pedirme que no haga más de estas cosas también es una opción.
Bueno, con todo eso dicho, pasemos a los comentarios.
[Funny-Little-Cute White Fox]:
Me alegra que el capítulo anterior te haya gustado y espero que este por lo menos te haya podido entretener.
Espero leerte en alguna otra ocasión.
[PhantomHarvester]:
Bueno, de que es curioso lo es, ya que es la primera vez en MUCHO tiempo que intento contar algo ¨épico¨. Agradecería mucho que me dijeras qué pensaste de esto en profundidad, ya que como dije, carezco de experiencia y sabiduría en este ámbito. Las críticas, ya sean buenas o malas, serán aceptadas.
[Cronos21Zeus]:
Tristemente, fuiste el tercero XD.
Me alegro que el anterior capítulo no tuviera quejas. Me preocupaba que fuera horrible luego de que el sexto fuera el más dramático, pero me alegra de que aún haya unos cuantos que disfruten de esta creación mía. Y espero que este capítulo no te haya espantado.
Y si, el anterior fue bastante más largo de lo que quería y este sigue la misma línea. Espero que en los próximos pueda volver a esa cifra de entre las 5.000 a 6.000 palabras, aunque no prometo nada.
Sobre el sufrimiento del protagonista, me acabo de dar cuenta de que en este capítulo fue intimidado por un hombre musculoso, recibió desprecio de sus compañeros y Hayama le hizo besar el balón... tres veces. Y su primera victoria real fue recibida con total indiferencia al final, así que... pobre Hachi.
Todo esto me hace pensar que puede que si sea un poco más sádico de lo que quiero creer XD.
Bueno, me alegra poder contar contigo para comentar, y espero que me puedas guiar sobre cómo debería manejar estas cosas en el futuro. Has sido muy crítico con mi trabajo últimamente, así que espero lo mismo aquí. No me decepciones.
[Raganakin]:
Aunque desde el principio quería meter a Kawasaki temprano en la historia, nunca se me había ocurrido cómo hacer eso bien, la verdad. Esa escena de ella en el capítulo pasado fue una ocurrencia de último minuto que, por lo que veo, no fue horrible, lo que es un alivio.
Este capítulo debía presentar a la otra chica, pero creo que ya se estaba haciendo demasiado largo, así que hasta ahí quedó. Espero no decepcionarte con eso.
Si, este capítulo dejo bastante claro que el juego tiene una personalidad troll y que Hachiman pasará muchos malos ratos con él.
Sonará tonto, pero no pude evitar tenerle un poco de cariño al ¨personaje¨. O más bien no pude evitar amar sus interacciones con Hachiman, que casi siempre son un placer de pensar y escribir. Siento que es una de las cosas que hace a esta historia funcionar y no caer en los mismo errores de otros fics similares... al menos hasta ahora.
Bueno, espero que este capítulo no te haya decepcionado. De verdad me esforcé en hacerlo algo épico, pero al final esto es todo lo que pude conseguir. Espero que al menos haya podido entretenerte lo suficiente y que la larga espera mereciera un poco la pena. Prometo que el siguiente capítulo saldrá mucho más pronto.
No te preocupes. Entiendo que no todos son material de crítico. Igualmente se agradecen tus opiniones sinceras. Con eso ya me doy por satisfecho.
Bueno, probablemente esto cuente como una especie de spoiler, pero te diré que el siguiente capítulo revelerá un poco sobre todo lo que se está escondiendo de la vista de Hachiman. Será el final de este ¨primer volumen¨ y espero que la carencia de mi humor no te vuelva pesado ese capítulo.
Me alegro que el capítulo anterior te haya gustado y espero que este no te haya hecho perderle ganas a esta historia. Si tienes alguna recomendación para mejorar la acción, me gustaría escucharlo, aunque sino con decir que te gustó o no es suficiente.
Bueno, espero tu opinión y rezaré para que no consideres a esto una mierda.
[killer hollow]:
Bueno, lamento que este enfrentamiento te haya decepcionado debido a que no expandí demasiado el partido por cuestiones que ya expliqué antes. Igualmente espero que este capítulo te haya entretenido un poco.
Tu cumples el 6 de Julio, ¿no? Pues entonces ahí publicaré el interludio. No contará como un capítulo de verdad, así que no se preocupen, que no tendrán que esperar mucho cuando lo publique.
Sin más que decir, espero que esto te haya entretenido y espero leerte en algún futuro.
[boons-007]:
Tristemente, me fue imposible estar a la altura de algo como eso, pero espero que el humor haya compensado un poco. Me gustaría que me dijeras qué puedo mejorar si tienes algún consejo, aunque sino me basta con que me digas cómo lo sentiste.
Aunque corre por mis venas, yo soy la oveja negra de la familia XD. A diferencia de la casi totalidad de mis parientes, nunca le encontré magia al deporte, carezco del conocimiento más allá del básico porque nunca vi Captain Tsubasa y mi estilo de escritura no se lleva bien con algo frenético.
Espero sepas comprender que todo esto es nuevo para mí a la hora de ser duro con tus opiniones.
Sobre el harem, pues de momento las cosas están calmadas, pero cuando las chicas vayan desarrollando sentimientos por Hachi y vean que hay otras como ellas... si, se va a armar un desmadre.
PERO aún falta para eso. De momento estamos recién empezando. Falta mucho para llegar a esos líos emocionales.
Algo me dice que tus teorías van a explotar en el próximo capítulo si hago las cosas bien XD.
Espero que este capítulo al menos haya logrado entretenerte y te prometo que el siguiente no tardará mucho. He tomado una fuerte decisión que creo es lo mejor para mí como escritor y para ustedes como lectores.
Gracias por seguirme hasta ahora. Lo aprecio mucho. Y espero que esta decepción no te haya hecho perder las ganas de seguir leyéndome.
[GabrielTheNewMaster]:
Hola a ti también, nuevo comentador.
Pues si, entiendo que los fics de este estilo no suelen ser muy buenos debido a que todo avanza demasiado rápido o abusa de los mismos clichés que hacen a estas historias ser tan malas en animes. Creo que lo que me diferencia es que, al menos de momento, no intento hacer de esto un harem en sí.
Digo, si, el contexto es de ese estilo, pero la personalidad de Hachiman es lo que hace a esto funcionar en mi opinión. Más que un fic harem, esto parece una especie de sátira al genero y a la cultura friki en general con muchas referencias. Al menos así lo siento.
Creo que de momento las cosas han funcionado, aunque todo puede cambiar en el futuro. Escribir un buen comienzo es medianamente fácil, pero mantener ese nivel durante el desarrollo es el verdadero reto.
Aún así gracias por creer que de momento estoy haciendo un buen trabajo de momento. Espero que este capítulo no te haya hecho cambiar de opinión.
[Chris2020]:
¡Pues no espere más!
...
Mientras escribo esto, el siguiente capítulo que debo hacer va a la mitad. Lo podrán disfrutar a más tardar el martes.
Con eso dicho, creo que esto ha sido todo por ahora.
Adiós.
