Las nubes no dejaban que el sol pudiera aparecer en casi toda una temporada, y como no podía hacerlo, el invierno en la ciudad de Funkycity había llegado, ahora era más codiciado tener calefacción tibia que helada. Las charcas eran cada vez más comunes, entre grandes y pequeñas, los callejones eran más propensos a tener estas charcas que iban entre el montón de basura pegada a las paredes como por los contenedores.

No había tanta gente, se podría decir que la poca gente que iba de un lado a otro por las avenidas, traían consigo paraguas y ropa abrigadora para no sufrir de lo helado del rocío y del viento, los neumáticos de los autos hacían ruidos húmedos de un lado otro, el humo de los escaparates se combinaba con lo frío. La luz verde, roja y amarilla de los semáforos se reflejaban por el pavimento mojado, incluso las pocas luces de los comercios podían reflejar su fiesta de cálidas tonalidades anaranjadas, amarillas como blancas. La ciudad de Funkycity era muy famosa no por sus bellas artes o por su distribución urbana tan compleja que era comparada a una típica tira de cómic de super héroes, si no que era famosa por la notable tasa de crimen organizado, prostitución y venta de estupefacientes. Eso claro que también la ciudad es famosa por tener una gran diversidad de empresas que se dedican a la distribución de pornografia.

No era un loco dato, la mayoría de chicas iban por ese camino fácil cuando no tenían más que hacer. La policía no tenía modo de cómo poder trabajar con más eficacia, considerando que la subida de inmigrantes dimensionales subían cada vez, y eso aumentaba de que seres de distintos universos fueran hacer sus malos actos entre la industria del crimen. Los asesinatos sí eran visibles, pero no tanto como la venta de cocaína,mariguana y otras sustancias. Por ende, el que más vivía en la ciudad, sabía que los distritos no eran para nada agradables de pisar.

El olor a café recién molido era el protagonista de un agradable ambiente relajante entre los clientes de la cafetería my love for you love, la mayoría eran jóvenes entre las edades de los 23 a 25 años de edad que estaban pasando el rato con sus parejas y amistades entre los sillones de cuero rosado que estaban colocados a ventanales fríos del lugar, las mesas se combinaban con el perfecto color blanco, además de que el resto del establecimiento se remarcaba que el color predeterminado que lo identificaba era el rosa pastel. Incluso uno podría imaginarse un olor a postres que combinen con ese tono si inhalaba muy bien. Las mesas de madera se encontraba en medio, madera totalmente café pero que sus sillas tenían decoraciónes en curvadas, similares a raíces en sus apoya espaldas. Habían en total, en medio del establecimiento, cas sillas donde estaban separadas de una a la otra casi cerca de los sillones pegados a la pared, con tal de dar una vía libre en el centro hacia la caja.

Caja, donde habían de tres a 4 repisas los que uno podría apoyarse con delicadeza para ver los postres a primera vista, había chocolate, pastelitos y paia de calabaza entre mucho más, todos estando calientes por medio de un foco que tenían dentro. Era la más plena imagen de una auténtica cafetería moderna pero con toques orientales japoneses y adorables rebasando en lo asquerosamente empalagoso.

Un cliente estaba pidiendo algo junto a su pareja, eran de la especie furry serpiente y conejo, los dos estaban poniéndose de acuerdo en que pedir a la cajera, una muchacha de sonrisa dulce que te contagiaba por igual, mechones de fresa Taffy que se recogían por medio de una tiara de color blanco con rosa claro, él resto de su cuerpo llevaba un uniforme similar a las bucamas modernas que es típico de ver en la series orientales y que son llamadas como Maid, está, al igual que la tiara, era de color rosado en todo su tela pero en los bordes era blanco, con encajes parecidos a endulaciones o mareas, la gran falda que parecía un domo, se relucia con las mismas características en sus bordes inferiores y superiores del cuello del traje, había una parte blanca en el vientre de la prenda, uno que cubría sus 360°

La expresión de cariño, dulzura, elegancia, inocencia y amabilidad de la muchacha, hacían un plus en combinar con la apariencia que daba el traje ya que este parecía ser bastante pomposo incluso en sus hombros y bastante acogedor como suave si uno se atrevía a tocarla o abrazarla. El cuello no se le miraba del todo, el gran encaje blanco lo impedía.

-Muy bien, dos capuchinos y una orden de cupido. Anotado

Afirmó la muchacha, su sonrisa no desaparecía del todo. Viendo como la chica, que era la una víbora, se sonrojó e hizo una mueca casi de disgustó o vergüenza. La cajera recogió su gran cabellera haciendo mover su cabeza, esto provocó que incluso que el novio de la chica quedara hipnotizado por la acción de la trabajadora.

-Pueden sentarse. Muchas gracias por aceptar My love for you love. Ya traeremos su pedido

Habló, nuevamente agradeciendo tanto en su cara como en sus palabras, fue de ahí que ella se marcharía con serenidad, dejando en ese mismo momento como la pareja aparentemente estaba teniendo un conflicto que la chica había iniciado, al reclamarle a su novio del por qué miró atentamente a la cajera cuando hizo ese movimiento de levantar la cabellera. Los dos únicamente se dirigían a una mesa, discutiendo en el acto por lo que pasó.

La cajera tenía entre sus manos la orden, sólo se dirigió a la máquina de café mientras tomaba dos vasos rosas, los que se usan para el café y está empezó a servir de la bebida con mera tranquilidad uno a uno, mientras eso pasaba, la televisión plasma que se encontraba en una esquina izquierda cercana a la caja del establecimiento estaba aparentemente mostrando noticias recientes del día. Una mujer, que era la reportera que estaba cubriendo esa noticia, estaba aparentemente al aire libre ya que traía un paragua además de llevar un abrigo de color blanco que le cubría todo además de llevar un pequeño sombrero de piel de oso blanco.

Atrás suya había una cinta de color amarilla policíaca la cual decía "Escena del crimen, policia" siendo que al otro lado de la cinta, habían varios oficiales aparentemente tratando de sacar algo de un posó, el barro no ayudaba en nada, parecía ser un previo baldío o un tipo de lugar que estaba alejado de todos.

"La policía aún no sabe con exactitud cuánto tiempo estuvo el cuerpo enterrado en éste terreno desolado en una de las partes más peligrosas de la ciudad, de acuerdo con la autoridades, aparentemente el perpetrador o perpetradores le cortaron los testículos y el pene a la víctima, además de notarse que le sacaron los órganos ya que se ven marcas de que le abrieron y le cosieron la aberturas. Aún se sabe la identidad de la víctima en estos momentos. No se vieron marcas de tortura o algo por el estilo, solo la abertura. Las autoridades tienen sospechas que esto pudo ser obra de una de las mafias que operan en la zona o algún tipo de trabajo hecho por un sicario. La razón del haberle quitado parte de sus órganos y miembro masculino sigue siendo por especulación que sea para la venta de órganos en el mercado negro

Aún así, aparentemente el autor del crimen sabía lo que hacía, es lo que menciona la policía, ya que no encontraron rastro de huellas y el cuerpo estaba completamente desnudo, por lo que el perpetrador descartó todo tipo de evidencia….

Por el momento, la autopsia dirá más dato al respecto"

Aunque la noticia fuera muy, pero muy desagradable y repugnante aún sabiendo en el lugar donde se emitía, nadie le daba importancia. Todos, y cada uno de los clientes seguían con sus pláticas y disfrutando de sus refrigerios. Pero una trabajadora, que estaba saliendo aparentemente de la cocina/Zona de hornos, con una charola llena de tartas de fresas con frambuesas parecía haber oído la noticia y estaba un tanto impactada al respecto. Era una furry coneja de pelaje con tonalidad crema y con un color de cabello casi anaranjado claro, de 21 años de edad y vestía similar a la cajera que había atendido a la pareja hace segundos. Sus pestañas estaban bien delineadas además de notarse que sus ojos destacaban más que el resto de su cara por lo azules que eran, similares al diamante.

En su gafete, que no se podía ver a simple vista de su uniforme, traía por el nombre de Vilma

-Sarv, ¿no crees que deberíamos quitar las noticias y poner un video ambiental en YouTube para los clientes?, no creo…que sea buena idea mostrarle algo como eso, ya sabes. Están comiendo

Vilma se detuvo en uno de las vitrinas pegadas al mostrador con tal de rellenar los estantes de nuevos productos, dándole en ese momento la espalda a la muchacha que estaba sirviendo el café con una sonrisa que aún no se despegaba en lo más mínimo, Sarvente. Su nombre completo que decía por igual en su gafete que estaba igualmente inadvertido de su uniforme. Dijo en su defensa y con una duda a su compañera

-No esperaba que mostrarán las noticias, estaban mostrando un show de comedia en ese momento.

Afirmaba la muchacha, colocando las tapas con sumo cuidado en los vasos para posteriormente ponerle unas servilletas alrededor del brebaje además de ponerle sus respectivos nombres con un marcador. Vilma respondería a lo que dijo la muchacha

-Aun pienso que deberíamos poner videos en YouTube, las noticias hoy en día solo muestran cosas desagradable para tratar de atraer público como una vez lo tuvieron hace años- nuevamente escuchó como las noticias transcurrían, notando como la reportera tenía un amplio conocimiento del asunto acerca del caso que estaba cubriendo- ¿Le cortaron…el pene? ¿Habrá sido una feminista de esas radicales?

Decía vilma, tratando de sacar su lado más humorístico al asunto hacia sarvente. La chica conejo espero con una sonrisa sarcástica a que su compañera le dijera algo pero nada, únicamente se volteó con los dos pedidos en una charola de cartón, de las mismas que usan las cafeterías

-Creo…que no fue así la cosa, no se sabe lo que pasó. Ya la noticia pasará, es un reportaje de última hora

Es lo que dijo sarvente, una Leve sonrisa mientras salía de la caja registradora teniendo en sus manos el pedido y ahora estando entre la marea de clientes que había en el local, Vilma pareció extrañada lo que dijo su compañera pero a medida que escuchaba la noticia acerca de que probablemente el perpetrador haya sido una mafia, sus teorías locas se iban esfumando

-Si tienes razón, además, esas feministas radicales no matarían ni siquiera a una mosca. Tengo más miedo a un perro que me persigue por verle fijo a la cara que a una de esas raras.

Suspiro mientras cerraba la vitrina de exposición para posteriormente marcharse nuevamente hacia la cocina con tal de ver como estaban la siguiente tanda de postres que estaban apunto de salir. Sarvente no le tomó para nada de tiempo llegar a la mesa de la feliz pareja, que más que feliz, parecían aún tener el mismo conflicto hasta que esté quedó pausado por la intervención de la muchacha quien únicamente se paró enfrente de ellos

-aquí está lo que pidieron, que lo disfruten.

Dijo, sonriendo y cerrando los ojos en el acto, colocando el mismo pedido sobre la mesa mientras el novio parecía estar levemente contento

-Espero les agrade las empanadas de carne, recién fueron hechas esta mañana y se mantuvieron muy calientes desde entonces. Además, se le agregó un poco de salsa dulce para carne, es más gustoso cuando lo comes con café. Por nada está en el menú de cupido

Afirmó sarvente quien hizo unas risitas, dejando tanto al novio con una mirada fija en la muchacha y como parte de la novia, un sentimiento de rareza y disgustó. La chica únicamente habló que disfrutaría de su aperitivo mientras hacía una reverencia con su falda a la pareja para después darse la vuelta y marcharse teniendo encima suyo un gusto enorme por haber cumplido su trabajo con eficacia.

-¿Por qué te la quedaste viendo todo este tiempo eh? Aún no hemos terminado este asunto aun, mire como tenias ojos de baboso cuando se sacudió el cabello

Hablo la muchacha, viéndose su lado más tóxico y demostrando que lo era en su relación, el muchacho conejo únicamente suspiro y nada más tomó de la empanada de carne que su servidora le trajo sin tanto revuelo cuando lo pidieron hace no más de un minuto después de haber estado en la caja, eso mismo hizo su pareja quien aún no dejaba sus resentimientos de pareja. El chico miró el postre, estaba bien seguro que el cuidado que se le dio al elaborarlo era sorprendente, su superficie estaba dorada además de grasienta por la mantequilla que se le hunto, los relieves de los bordes, similares a olas tenía la sensación de querer darle una gran mordida aunque la parte más apetitosa era la blanda y gorda.

-Estas empanadas parecen tener más carne de lo habitual…¿oh así se hacen?

Pregunto en dudas la chica, apretando un poco el postre con sus manos

-¿Y por qué preguntarías algo como eso?

Pregunto el muchacho conejo, haciendo una mueca de desinterés por lo que decía su novia

-¡Oye, tan solo estoy diciendo eso, okey! No importa si están llenas de más carne o no…además, parece que huelen bastante bien, pero como que tiene un olor bastante peculiar a mi punto de vista

-Ya cómetelo, se va a enfriar…

Decía el muchacho, dando una mordida a su postres, viéndose que la carne de la empanada ya estaba en su boca, de color marrón y con una sustancia roja similar al vino además de algunos pimientos que estaban cortados y formulados en la sustancia. La chica únicamente suspiro, y evitó dar más charla nada más para empezar a comer con normalidad acompañada del sentimiento sereno del lugar como el de su novio. La sensación de la carne era un poco dura, esto sumado a que era un tanto chiclosa en el sentido de que esta tendía a pegarse en la dentadura de los dos, el picor de los pimientos estaba, pero era más relevante un olor que de a poco inundaba sus narices y boca entera, un olor que no era tan malo pero que sí tenía su aspecto de que jamás lo habían visto antes. A medida que masticaban aún su comida y daba más bocado hasta el punto de tragar, la chica hizo más de una mueca cuando la sensación y la contextura de la carne no parecía ser tan familiar como pensaba. O al menos esa era su imaginación.

-Mmm Sabe a cerdo. En el menú dijeron que era de pollo

Habló la chica, comiendo nuevamente mientras una gota de ese líquido rojo salía de su boca

-Probablemente se le acabaron el pollo y usaron cerdo, ya hay empanadas que se hacen así

Afirmó el muchacho mientras daba otro bocado después de haber tratado

-Lo sé, pero ...¿no notas que sabe…bastante peculiar? Digo, conozco el cerdo y esto sabe, pero tiene algo que no puedo describir…se siente bastante pegajoso y muy oloroso.

-Escucha, tu querías que te comprara empanadas de carne, okey, y te las compre, no te preocupes, solo come. ¿Oh qué, ahora dirás que estás celosa de que ella cocina mejor que tú? He,he,he, vamos princesa, no pienses mal cuando mire esa chica, yo solo tengo ojos para ti, además, tu comida siempre será la mejor

Es lo único que dijo el muchacho a su novia, tratando en el acto tranquilizarla ya que parecía tener ciertas sospechas acerca de la carne que estaban consumiendo, incluso se veía como el muchacho le toco el trasero con una pequeña nalgada, esto provocando que la muchacha diera un salto y se sonrojada mientras hacía una cara de niña berrinchuda.

la primera cosa que se le venía a la mente a la chica era que estaba podrida, pero si ese fuera el vaso, está ya hubiera olido mal y supiera bastante rancia, solo que el olor y la contextura de la carne parecía no ser de cerdo. La chica serpiente bajó los ojos hacia su empanada y vio que la carne aún seguía dentro del pan, grasienta, llena de fluidos rojos y claros del mismo color. Además de tener trozos de esos pimientos. En sí había bastante carne como no se esperaba de una empanada. Aunque su instinto le decía que algo tenía de peculiar esa carne, únicamente obedeció a su novio y solo volvió a comer con normalidad mientras dejaba aún lado las malas vibras que ella había provocado con su pareja segundos atrás. De todos modos, el gusto ya lo estaba empezando a captar a medida que se terminaba su postre.

Sarvente miraba con satisfacción cómo la pareja seguía comiendo de los postres que ella misma había preparado esta mañana, los miraba para posteriormente marcharse hacia la cocina con suma tranquilidad y procurando que su amiga no le viera, ya estando en la cocina, que olía mucho a un aroma bastante dulce, se percató que en la mesa principal del lugar, había un cuchillo que tenía una sustancia de color rojo que tomo por una leve impresión a la muchacha

-Oh, no lo limpie…creo que se me fue toda la mañana por los preparativos, pero la carne estaba muy dura como yo lo creía. Lo lavaré, aún me queda carne para hacer más empanadas. Aunque no tanto. Por suerte tengo mi siguiente cita, esta me ayudará a conseguir más como la última vez.