Prologo
Herido, casi ya dando mi ultimo aliento, aun camino cargando conmigo la espada con la que he dado muerte a muchos dioses y guerreros. Me duele mi herida y no se por cuanto tiempo mas he de caminar, sin embargo antes de caer rendido, hare algo que debi haber hecho ya hace mucho tiempo.
Empuñando con fuerza mi espada me mire a través de ella y pude ver esos mismos ojos rojos con los que, en un principio, me habían dirijido hacia donde estoy ahora.
Que… Esto nunca… Vuelva a pasar… Cambialo!; grite con fuerza y la lance hacia los cielos con mis ultimas fuerzas
Cai rendido al suelo, ya sin nada mas que hacer.
Mis rodillas, debajo de mi armadura, me están matando y, de mi costado, la sangre no paraba de salir. Con todo el peso de mi cuerpo abraze el suelo observando a mi derecha un ciervo, un majestuoso ciervo, cuya ornamenta era tan voluminosa que quise seguir con mis ojos hasta el final pero asi como apareció asi se esfumo y lo ultimo que pude hacer era sonreir hasta que ya no podía hacer mas nada dando mi ultimo aliento.
