Nota de Autor: Sorpresa, nuevo capítulo.

Btw, obviamente nosotros no somos dueños de "Yu-Gi-Oh!".


Decepción, impotencia. Estos y otros sentimientos se encontraban girando dentro de la cabeza del duelista bajito peliazul de Ra. El día anterior había sido una pesadilla para él.

Syrus dió una vuelta sobre sí mismo mientras intentaba conciliar el sueño en su cama. No podía dejar de repetir una y otra vez los sucesos del duelo. Sheppard le había llamado a él específicamente. Atticus confió en él igualmente. Y al final, resultó ser igual de útil que robar un Conductor de Armazón-PSÍ en una mano inicial.

– Soy… inútil…

Dió otra vuelta. Lo peor de todo, esta vez su fracaso no solamente lo hirió a sí mismo.

– No pude… protegerlo…

Coloquialmente, uno espera que el hermano mayor sea el guardián, pero, en el fondo, Syrus sabía que ambos debían cuidar uno del otro.

– ¡Tonto! – Se auto denigró.

Tal vez si hubiera dicho algo antes de que Aarón apareciera, tal vez si fuera valiente, si tuviera una baraja mejor, si fuera un duelista de verdad…Entonces, una lagrimita solitaria recorrió su mejilla. Y luego otra y otra, pronto, estaba sollozando como un niño pequeño abandonado.

– ¿Sy? ¿Estás bien?

Claro, él dormía en la litera superior. La voz de su mejor amigo le sacó de su trance destructivo. Apenado, se intentó esconder bajo su manta, sin mucho éxito dado a que Jaden ya estaba de pie frente a su patética figura.

– Vamos, no puedes dejar que la situación de Zane te afecte tanto. – Comenzó su amigo. – ¡Podemos traerlo de vuelta pronto, yo mismo tendré un duelo contra él!

– ¡No!

Repentinamente, el cobarde arrojó su manta contra Jaden. Tras quitar el obstáculo de su rostro, el castaño se encontró con el rostro más enojado que alguna vez había visto en Syrus.

– Pero… ¿Puedo ganarle? – preguntó Jaden confundido más por el arrebato que por la negación.

Syrus apagó sus emociones antes de sentarse al borde de la litera.

– Ese no es el problema, Jay… el problema soy yo. – Respondió Syrus cabizbajo.

– ¿Tú? ¡Vamos Sy! Simplemente no estés triste. ¿Sabes que hago para dejar de estarlo?

El peliazul levantó una ceja. ¿Qué podría hacer para dejar sus inseguridades y penas tan fácilmente?

– ¡Pues dejo de estarlo para ser genial y ganar el duelo!

Y ahí estaba el Jaden Yuki de siempre. Sinceramente, es una sorpresa que haya sobrevivido todos los sucesos del primer semestre hasta este punto.

A diferencia de la jocosidad del joven protagonista, Syrus simplemente suspiro y recogió rápidamente su manta antes de regresar a acurrucarse. – Lo intentaré…

– ¡Esa es la actitud!


En el dormitorio blanco, las prístinas paredes blancas reflejaban un brillo de pureza, en el cual se encontraba Aarón. La noche del día anterior había estado llena de sorpresas. Para empezar, tras dar los discursos tradicionales a sus seguidores, Luci le hizo notar un aumento en el vínculo que compartían y, por ende, logró crear nuevas cartas para su baraja; mientras revisaba su mazo las puertas de la habitación se abrieron y entró alguien muy familiar a la habitación.

– ¿Me llamaste? – Preguntó el Kaiser, ahora vestido completamente de blanco, pero manteniendo ese rostro de cara de mierda que le caracterizaba (aunque, guapo aún así).

– Solo quería felicitarte por un trabajo bien hecho. – Respondió el heraldo, sonriendo fugazmente.

– Sabes que ese tipo de cosas no me interesan. – Contestó el nuevo miembro.

El silencio les invadió rápidamente. Ambos se quedaron ojeando el uno al otro por lo que pareció una eternidad. Para el Kaiser, era evidente que este ya no se trataba de la misma persona que conoció hacía un par de meses. Sus ojos contenían una seriedad impenetrable, característica ideal de un líder; mas, igualmente notó un vacío tétrico, como si de la nada se tratará en aquellos orbes (jiji, orbes). Ah, y traía un corte de pelo nuevo. Le quedaba bien.

– Si eso es todo, me voy .– Declaró antes de darse la vuelta.

– Claro, claro. – Con un pequeño ademán de manos, el heraldo se "disculpó". – Es solo que siempre hago esto con los nuevos reclutas para que se sientan cómodos.

Zane se detuvo por un momento. – Guardate esas tonterías para los inútiles que acabo de derrotar. – Dicho esto, Zane se retiró del dormitorio.

Una vez que el heraldo se quedó solo en la habitación, su adorada señora hizo acto de presencia a su lado con un rostro extrañamente inconforme.

– Ese chico… no me agrada. – La portadora de la luz le comentó a su heraldo, siguiendo con la mirada los pasos del Kaiser a través de las paredes. Incluso le hizo crear esas quimeras mecánicas oscuras para mejorar su mazo, el solo pensar en esas deformidades la hacía estremecerse.

– Obviamente, Zane no está bajo nuestro control. – Algo esperado realmente, Aarón no sabía qué impulsó a Zane a unirse a la sociedad de la luz. Pero su sola presencia dentro de sus filas era suficiente para su plan.

– Así que también lo has notado. Entonces ¿Por qué estamos siguiendo esta farsa?

– Que esté de nuestro lado o no nunca fue de importancia, puede hacer lo que quiera, su papel ya fue cumplido. – Aarón respondió y miró sus nuevas cartas. – Solo necesitamos que distraiga a los aliados de la oscuridad, mientras los extras se preparan para el papel de sus vidas. – Luego, sonrió deleitado. – Además, está claro que tiene una obra maestra en mente~.


Al día siguiente, para variar, una neblina espesa ahorcaba la visión de los habitantes de la paradisiaca isla de la academia de duelos. El volcán estaba tranquilo, las gaviotas ya habían abandonado el lugar desde hacía días y un macaco rondaba bajo el cobijo del agua condensada robando comida. En verdad, eran los finales de los tiempos.

La cafetería estaba atestada de estudiantes de uniforme blanco, entre este mar cegador, un pequeño torbellino de oscuridad seguía resistiéndose, comiendo sandwiches.

– ¡Y entonces invoqué a mi Rey Ojama convirtiendo sus puntos de defensa en ataque antes de hacer entrar en razón a ese blanquito desquiciado! – Contó EL CHAZZ antes de tomar un bocado de su delicia emparedada. Por más inverosímil que suene, Princeton no tenía más opción de mantenerse cerca del grupo de la oscuridad, no había alguien más que escuchara sus delirios de grandeza (merecidos tal vez).

Bastion asintió pensativo. – Perfecto, es bueno que estemos ganando terreno finalmente.

– ¡Pero no podemos dejar de presionar el ataque! – Agregó Hassleberry antes de darle una palmadita a la espalda de Syrus. – ¿¡No es así, Sy-!?

La atención recayó en el casi mencionado. Seguía cabizbajo como la noche anterior.

– ¿Truesdale? – Bastion fue el primero en preguntar. – ¿Todo en orden?

– Si… – Respondió apagado.

Y ahora las miradas estaban en Jaden, el cual estaba atragantándose con comida.

– Jaden, ¿Por qué está así Syrus? – Cuestionó Bastion.

– Oh, él está bien. Es solo que tiene un poco de depre por Zane… – Explicó antes de devolver su atención completa a zamparse un sandwich, solamente que un poco más triste y letárgico.

– No se preocupen por mí, lo puedo superar. – Les intentó calmar el peliazul, pareciendo taciturno en su mirada.

El resto asintió con respeto antes de que- Oh, el Kaiser acababa de entrar a la cafetería.

Como era de esperarse, ahora su presencia titánica tenía el reflector encima. Los miembros de la sociedad estaban maravillados, muchos no podían creer que una figura tan respetada se hubiera unido a ellos tan rápidamente, otros le intentaban pedir autógrafos, siendo no tan amablemente empujados a un lado por el Kaiser.

Syrus por su parte le miró con un rostro que solamente se pudo explicar como una mezcla de odio, decepción y terror. Sus compañeros y amigos junto a él parpadearon al presenciarlo, no sabían que el bajito podía contorsionar su rostro de tal forma.

– Si, claramente lo superarás… – Comentó Chazz intentando aliviar el ambiente a su manera.

Zane había llegado acompañado de Hamaguchi y Alexis, sirviendo más como espías que como guardaespaldas siguiendo las órdenes de su señora. Últimamente, las personas estaban desapareciendo misteriosamente…

El peliazul oscuro les ordenó darle espació con un ademán firme antes de mirar inmediatamente a la mesa donde el grupo de la oscuridad se encontraba, fijando sus ojos en su hermano como un águila a una presa antes de sonreír maliciosamente.

Ambos hermanos se miraron mientras el mayor avanzaba aparentemente hacía el menor, lentamente, saboreando el momento como si la tortura del estado de Syrus le causara placer. Cuando parecía que estaba a punto de detenerse frente al Ra bajito, Jaden tomó la iniciativa de hablar.

– ¡Zane, es hor-!

Nuevamente, el Kaiser hizo su ademán comandante, esta vez hacía el slifer. – No es tu turno, Yuki.

Y calmadamente siguió su camino, rodeando la mesa. Un "Uuuuuuy" audible de los espectadores de blanco resonó ante la acción de dominancia. Es bueno recalcar de vez en cuando que, seguían siendo adolescentes.

Rápidamente, se volvió claro cuál era el objetivo de Zane. Se trataba de un solitario slifer que intentó esconderse del resto de la muchedumbre en una de las esquinas de la cafetería. Trató de mirar a la pared temblorosamente mientras comía su sandwich, escuchando los pasos ensordecedores del tirano que se acercaba.

– Tú, ¿acaso no sabes que es de mala educación no mirar a los ojos de la persona que está a punto de someterte?

Syrus miró con completo desdén la escena. ¿Realmente Zane se había vuelto incluso más sádico tras su derrota? Su miedo lentamente se convertía en enojo.

El escuálido estudiante se dio la vuelta y, paralizado por el terror, apretó sus dientes antes de responder.

– ¡Lo-lo siento!

Zane se encogió de hombros, aún sonriente. – "¿Lo siento?" No, no, no. Eso no bastará. Dime, ¿Sigues compitiendo en el torneo?

Probablemente pudo quedarse callado, o mentir. Por favor, incluso huir. Pero, un animal acorralado no piensa racionalmente.

– S-si…

– Bueno, entonces supongo que ambos tendremos una cita con el desti-

Cierta voz aguda penetró sus oídos. – ¡No, no lo harás!

El poco bullicio que quedaba de la cafetería fue silenciado. El Kaiser dio media vuelta fingiendo buscar al perpetrador de la interrupción y, tras no encontrarlo, miró abajo. Por inverosímil que suene, Syrus Truesdale estaba haciéndole "frente", portando el mismo rostro que puso hace años cuando escondió su muñeca de Nyan Nyan Trueno.

– Vaya, ya pensaba que este día sería completamente desperdiciado. – Le comentó manteniendo su presión. – ¿Es acaso valentía o locura lo que puedo ver en tu rostro?

– ¿¡Importa acaso!? – Syrus tensó su cuerpo. – ¡Has estado manchando el nombre de nuestra familia desde hace meses! ¡Has torturado personas sin remordimiento! ¡Peor aún, te has vuelto un títere de estos tontos vestidos de blanco! –Explotó ignorando la presencia del resto de las personas. – ¡¿Qué te pasa?!

La sonrisa de Zane desapareció, siendo reemplazada por una expresión neutral, fría como un abismo sin fondo antes de susurrarle. – ¿Realmente quieres saberlo?

– Hmph. – Syrus negó cruzándose los brazos. – ¿Sabes? No importan tus motivos. Lo único que sé es que tengo que hacerte entrar en razón.

– Eso suena como un reto. – La sonrisa volvió. – Bien, ¿Qué te parece hoy en la noche frente al faro del puerto? – Propuso con una pose firme, incrementando su altura para intimidar al pequeño.

– ¡Ahí estaré!

Sin más que añadir, ambos se retiraron de la esquina que, añadiendo, aún tenía a un slifer muy aterrado que no procesaba que acababa de pasar.

Zane se fue de la cafetería, perdiéndose después de salir por la entrada, sin esperar a su "escolta", mientras que Syrus regresó a la mesa que contenía al resto del grupo que estaba completamente atónito.

Bastion fue el primero en hablar. – ¿¡En qué estás pensando!? ¡Es la trampa más obvia que he visto! ¡Se está aprovechando de tus sentimientos!

Syrus se limitó a mirarle con un rostro cansado. – Tal vez, pero, es mi deber. – La energía que tenía hace unos momentos parecía haber desaparecido por completo. Le arrebató un bocado a su sandwich poco después.

– Sy… sabes, puedo tomar tu lugar. No te veo completamente en forma amigo. – Le sugirió Jaden después de colocar una mano sobre el hombro del mencionado.

Truesdale exhaló frustrado antes de levantarse de su asiento y dirigirse a la salida del lugar. Sus compañeros decidieron no seguirle para darle tiempo en sus pensamientos.

Curiosamente, habían otras dos miradas siguiendo la salida del peliazul que uno no se esperaría. Una era una reciente miembro de la sociedad, dispuesta a entregar otro recluta a la causa. El otro era un rebelde de negro que sentía una empatía repentina con el pequeñito.

Syrus dió una vuelta por el pasillo, comenzando a correr a un lugar desconocido tras asegurarse que nadie le vería. Pero, su cuidado no era perfecto, puesto que el Kaiser se había colocado sigilosamente tras una maceta inmediatamente lateral a la entrada de la cafetería, esperando la salida de su hermano. Esta vez, su expresión no era sádica, si no que una contemplativa.

– ¿Quieres darle una lección como a mi, eh?

Zane, sorprendido, reaccionó encontrándose cara a cara con una figura encapuchada de negro. Muchos lo encontrarían tétrico, pero, él inmediatamente supo su identidad.

– De cierta forma, si, Lionheart.

Jorge reveló su rostro sonriendo con su rostro trasnochado. Las ojeras le sorprendían al Kaiser. No era de las personas que trabajaban arduamente a altas horas de la noche.

– No le des tan duro por fa, necesito personas usables para cuando entré en acción.

Zane levantó una ceja. – ¿Tan duro? Yo decidiré eso.

El Ra rarito soltó una risita. – Vamos, ambos sabemos que está pasando aquí. – Y, tan rápido como vino, se dio media vuelta. – Recuerda, no tan duro.


Syrus no perdió su tiempo y se dirigió al lugar que consideraba más tranquilo y seguro, el dormitorio rojo. A pesar de ser medio día, el lugar estaba completamente desierto. El campo de duelos que estaba en frente de ahí resultó ser perfecto para colocar una sombrilla y comenzar a revisar su baraja, pensando en que cartas añadir y quitar, qué estrategias re utilizar.

Zane sería un oponente muy difícil de aventajar, no solamente tenía el estilo cyber en reserva, sino que aquellas nuevas cartas horrendas que favorecía recientemente.

– Tal vez Caída del Sistema… – Si, esa carta sería perfecta para eliminar a los Ciber Dragones. Aunque, inconvenientemente contaba con una sola copia, volviéndolo muy inconsistente. Tenía una sola oportunidad. Perder implicaría más que humillación esta vez…

Negó, intentando concentrarse en su objetivo actual.

– Muy bien, que otras cartas podría-

Su mirada se fijó en la siguiente que tenía apartada: Cycroid.

En ese momento, el pequeño entró en una especie de trance. Hace años, había tenido una experiencia que le marcó con aquella carta.


En ese entonces apenas era un niño, incluso más bajo que en el presente. Estaba en la primaria, comiendo tranquila y solitariamente como siempre; mas, un abusón le buscó pleito, tomando su delicioso almuerzo que le preparó su madre y despojándolo de él. Lógicamente, lo que proseguiría era lo siguiente: Syrus le dio un golpe al, que digo, le retó a un duelo por amor a todo lo que consideran sagrado. ¿Qué es esto? ¿Realidad o Yu-gi-oh?

Desde entonces usaba a sus preciados roids, su estrategia era simple, aguantar con aquellos defensivos y luego contraatacar con su trenecito poderoso o con sus fusiones potentes. Muy simple realmente.

Claro, en ese duelo se mostró completamente predecible. Tenía a su oponente contra las cuerdas. En su campo, tenía un Submarineroid y un Decoyroid. Podía esperar un turno más y atacar directamente con dos copias del submarino, pero no tuvo paciencia. Seguro de sí mismo, declaró el uso de Vínculo de poder, combinando a dos de sus flacuchos Cycroids en el ligeramente más poderoso Cycroid Tándem (si, ese es el nombre), preparado para reventar a su enemigo con 3200 puntos de ATK directos a su esperpento rostro. Y eso hubiera pasado, de no ser por un giro del destino: su oponente tenía un Cilindro mágico colocado esperando ese momento.

La humillación que sintió luego de que la bicicleta de dos personas le arrollará en reversa era incomparable a cualquier cosa que había sentido en su vida. No solamente estaba derrotado, sino que perdió su almuerzo. El bravucón decidió no perder su tiempo con Syrus, retirándose mientras comía.

Y ahí hubiera terminado el flashback; pero, tenía un hermano.

– Patético. – Le comentó Zane. – En verdad no eres digno de llevar nuestro apellido. – Continúo sin comentar más.


Syrus suspiró profundamente mientras contemplaba uno de sus Vínculo de poder en su mano. Cómo habían cambiado las cosas e, incluso con todo ello, todavía no era lo suficientemente hábil para usarlo.

– Sip, patético…

– Podrías ser más que eso.

El pequeño casi sufre un infarto por la repentina aparición de otra voz, sobretodo porque era una femenina. La vergüenza le invadió dándose cuenta que sus autodenigración la estaba comentando en voz alta.

– Disculpa, pero, ¿podrías ir a otro lugar? Quiero que me trague la tierra… – Respondió aún sin darle la atención a la invasora.

Notando la poca cooperación de su objetivo, la chica rodeó a Syrus y se colocó frente al revoltijo de cartas que tenía debajo de su sombra. Entonces, él pudo verla.

Se trataba de una miembro de la sociedad. Tenía cabello largo atado en una cola de caballo y una voz muy familiar.

– Hamguchi, mira, si esto se trata de sobre lo que sea que ustedes raritos de blanco venden, no estoy de humor. – Le intentó alejar, diciendo lo de venta burlonamente.

– Vamos, Truesdale, dame una oportunidad~. – Le insistió, cruzando un brazo por su abdomen y colocando su otro abierto en invitación.

– Nop. – Dijo volteando todo su circo en dirección opuesta a ella con una velocidad sin igual.

Ella suspiró agresivamente, pero no un agresivo de frustración, más era uno comprensivo y empático. – Sé cómo te sientes.

– No, no lo sabes.

– Sí, lo sé. Quiéres mantener en alto el nombre de tu familia, ¿no es así?

El peliazul soltó una risita. – Un acierto.

La voz de ella ignoró la burla, siendo más relajada. – Sientes la presión de no estar a la altura.

Syrus detuvo sus acciones. Había vuelto a atinar.

– Tienes miedo de fallar. Lo que eso implica es mucho peor que la humillación también.

– Si… – Ahora Syrus estaba hecho bolita aún sentado, acto que Hamaguchi aprovechó para sentarse a su lado.

– Le fallarías a tu familia, a las personas que más quieres y no debes decepcionar.

El Ra evitaba la mirada de ella, mientras que ella buscaba la de él, una vez que cayera, sería muy fácil que viera la verdad.

– Le fallarías a… tu hermano.

– No quiero fallarle. – Syrus comenzaba a ver un poco borroso todo. Algunas lágrimas le nublaban la visión.

– Y no lo harás. – Continúo ella. – Hay una forma de evitarlo con seguridad.

Syrus finalmente le devolvió la mirada, aún aferrando sus brazos a sus piernas en su pose patética. – ¿Si?

– Ven con nosotros y escucha la verdad de nuestra señora. Si lo haces, ni siquiera tendrás que tener un duelo contra él. Ambos estarán juntos, como una familia feliz, se entenderán. Y serás-

– Muy bonito el guión, ex-obelisco mediocre, casi me trae una lágrima a mi rostro.

Deteniendo la sesión de sumisión hipnótica y no intencionalmente romántica escena, la voz del único e inigualable CHAZZ retumbó en los tímpanos de ambos.

– ¿¡Chazz!?

– ¿¡Princeton!? ¿¡Cómo supiste-!?

EL CHAZZ sonrió con altos aires antes de comenzar a explicar su perfecto razonamiento– Fue muy obvio realmente. Cuando eres injustamente ignorado, aprendes a darte cuenta de la dirección de las miradas, el camino de los perdidos, el-

– ¿Puedes saltarte a lo importante? – Le urgió el peliazul.

– Digamos que tengo ojos que pueden ver a través de las paredes. – Seis de ellos de hecho. – Pero escuchame, Truesdale, no escuches una palabra más de esta resbalosa.

– ¡¿Perdón?! – Exclamó ofendida la chica a la vez que se levantó con los brazos tensos a los lados.

– Así es, todo lo que dice son simples trucos para hacerte dudar. Recuerda a quien le es leal. – Explicó el de atuendo negro.

– No, Chazz… – Dijo cabizbajo Syrus. – Todo lo que dijo es verdad. No quiero enfrentarme a Zane de esta forma. Perderé de seguro y arruinaré todo. Si me uno a la sociedad, aunque sea entenderé a mi hermano.

Ante la externación del bajito, Mindy sonrió presumida. Había hecho un trabajo sobresaliente.

Chazz cerró los ojos antes de mirar solemnemente a Syrus y la chica. – ¿Creen que son los únicos con problemas familiares?

Esto último dejó confusos a ambos.

– Ustedes piensan que es así de sencillo tirar la toalla y abandonar la lucha. Creen que, si no se enfrentan al conflicto, todo estará tranquilo, todo será bueno y podrán continuar con la normalidad de sus vidas. – Siguió hablando serio, no característicamente serio desde sus perspectivas. – Que eventualmente entenderán y serán entendidos por su familia, por las personas que quieren desde su nacimiento y respetan.

Incluso estando cegada por la luz, las palabras de Chazz estaban encontrando camino por lo más profundo de los pensamientos de ambos presentes.

El CHAZZ le dió la espalda a ambos. – Esa es solamente una mentira dulce que se puede repetir día a día. Si sienten que no encajan, que no pueden mantener el estándar y expectativas de lo que ellos esperan de ustedes, o no quieren… – Y luego se las devolvió, mirando con determinación. – ¡Tienen que afrontar el conflicto! ¡Liberarse de esa mentira cómoda! Les diré, mis hermanos creían que yo vivía bajo su sombra. La riqueza de mi familia me hacía creer que era invencible, que todo me pertenecería simplemente por existir. Y, de igual modo, mis hermanos me veían así, como otro de ellos. ¡Otro idiota que seguía su sombra!

Ya más calmado, continúo, sentandose en círculo bajo la sombrilla de Syrus, los otros dos cerrándolo y aún atentos al corazón a corazón. – Pero un día desperté en un glaciar congelándome, despojado de todo eso que creí. De esa mentira cómoda y, ¿saben que hice?

Ambos negaron.

– ¡Escalé ese glaciar y vencí todo eso con mi propia fuerza, mi determinación, mi genialidad! Me convertí en EL CHAZZ aquel día y me prometí a no seguir la sombra de alguien más, a no temerle a la decepción que traería mi propio camino a mi familia pues, EL CHAZZ decide que es lo que de verdad le importa. – Concluyó, tomando una bocanada de aire. – Hay mi vocecita… – se quejó ya sintiendo sequedad en su garganta.

– Chazz… – ambos respondieron avergonzados. Era muy extraño lo mucho que las historias de ambos se parecían, con todo lo de el honor familiar y encontrar su propio destino claro.

– En fin. – Dijo ya resuelto. – Espero que eso te haya ayudado, Truesdale.

Él asintió. – Así es. – Con determinación, volvió a seguir armando su mazo.

– Hmm, ¿Qué haces? – Hamaguchi le preguntó confusa.

– Tengo que tener mi mejor baraja para hacer entrar en razón a Zane, ¿no es así? – Comentó con una sonrisa confiada.

– Espera, espera, espera. ¿No entendiste la moraleja? – Preguntó estupefacto Chazz. – ¿No es esta la parte dónde decides no seguir a la sociedad y no enfrentarte al Kaiser siguiendo tu propia senda?

– Eso estoy haciendo. – Respondió de inmediato el peliazul. – Como dijiste, tengo que hacer lo que yo considero realmente importante para mí. Y eso resulta ser… cuidar de mi hermano.

Mindy miró emocionada la declaración de Syrus, sonriendo cálidamente.

– Entonces realmente crees que puedes derrotarlo…claro… – Dijo incrédulo el ex-obelisco antes de notar la aún presencia sorprendentemente lúcida de Mindy. – Y, oye, ¿No deberías estar antagonizando o algo así?

Hamaguchi borró su expresión rápidamente y negó molesta parandose. – Silencio, engendro oscuro. Disfruten su pequeña victoria, por ahora. – Amenazó, siendo muy difícil detallar si siendo sincera o sarcástica antes de irse corriendo del lugar.

– Extraño, los demás hicieron sonar su conversión muy drástica… pero… – Chazz decidió no darle más vueltas antes de fijarse de la creación de baraja de su compañero. – Hey, ¿necesitas retroalimentación?

Syrus asintió alegre. – ¡Claro!

– Bueno, en la opinión del GRAN CHAZZ, creo que deberías ir con todo. Pega rápido y fuerte, sin contenerte.

Y, ambos pasaron el resto de la tarde practicando y perfeccionando el mazo roid de Sy. Después de todo, ¿si le ganaría, verdad?


La noche cayó en la isla paradisíaca. El clima era despejado, ilusoriamente similar a los días pasados antes de la llegada de la Luz de la Destrucción. El faro ya había comenzado a brillar, enviando su luz lejos por todas direcciones. Cerca de este, ya se encontraban algunos espectadores del duelo próximo: Por parte de la Luz, Rhodes, God y… Hell Kaiser. El grupo usual de la oscuridad también estaba ahí, restando a Syrus y Chazz.

– ¿Realmente crees que vendrá? – Preguntó Alexis al heraldo antes de cruzar sus brazos.

Aarón asintió antes de bostezar. – El rostro de Truesdale lo delató. Como dije, hoy presenciaremos un gran espectáculo.

– ¿Practicas tus diálogos o siempre has hablado así de rarito?

Ambos miembros de la sociedad voltearon a ver sorprendidos a Zane, el cual había estado en silencio desde los 15 minutos que habían estado esperando.

– Es simplemente uno de mis muchos talentos naturales. – Explicó el cuestionado después de levantar un dedo índice. – Y no, no es de raritos.

El Kaiser soltó un hmph y sonrió. – Como digas, rarito.

Por otro lado, los miembros de la oscuridad esperaban impacientes y nerviosos.

Bastion estaba completamente seguro del resultado del duelo, por lo que se encontraba dando pisadas en lugar una y otra vez. – Debimos detenerlo.

Aster, para variar, igual se encontraba con ellos. – Concuerdo. Su amigo bajito no tiene el nivel para derrotar a Zane. Pero, no se preocupen, tengo un plan.

– ¿En serio?

Y, antes de poder explicar dicho plan, los participantes asuntes llegaron con una caminata tranquila al lugar, sorprendiendo a los demás dado a que Hamaguchi se encontraba junto a ellos. Al ver las cejas levantadas de sus superiores, ella pareció reaccionar y, avergonzada, corrió al lado de ellos.

– ¿Hay algo que quieras compartir con nosotros? – Le preguntó Aarón, sin perder su ahora típico rostro calmado.

– Nopi. – Escupió Mindy sin hacer contacto visual.

Alexis, a diferencia, tenía el ceño fruncido. – No me digas que fallaste en convertirlo…

– Esta muuuuy hundido en la oscuridad. – Se excusó con una sonrisa torpe y soltando una risita.

– ¡Por amor a-!

– Muy bien, queridas, ya hablaremos de esto más tarde. – Lucifer repentinamente mencionó tras aparecer fugazmente tras ellas. – Como dijo nuestro adorado heraldo, hoy estamos aquí para disfrutar de una función única. – Concluyó para finalmente conjurar un trono (y unas palomitas de maíz, claro) y sentarse cómodamente a ver la masacre por venir.

Por el otro lado, Syrus llegó con una sonrisa confiada, asustando a los demás.

Aster saltó a la acción de inmediato y se plantó ante el bajito. – Mira, esto es una mala idea. Llevo como 10 minutos insultando a tu hermano y no me quiere responder nada y he llegado a una conclusión: solamente quiere ganar. No le importa quien sea el que aplaste, solo le interesa la victoria.

Cómicamente, Zane respondió desde su posición un tanto más alejada. – Así es, para mi, todos ustedes son iguales, solamente gusanos inútiles.

Bastion levantó una ceja confundido. – ¿Llegaste con esa hipótesis con tan solo insultarlo sin que te responda?

– Diferencia de profesionalismo. – Le echó en cara el peli plateado. – Pero, volviendo contigo, deja que tome tu lugar. Sabes cómo terminará esto.

Syrus, por un momento, pareció que lo pensó. Pero, rápidamente sonrió energizado. – Dame un poco de crédito, también soy un Truesdale.

El grupo, sin contar a Jaden y Chazz, plantó sus ojos en él con rostros atemorizados. Jaden ahora estaba sonriendo. – ¡Eso es lo que decía, la actitud hace la diferencia! ¡Puedes enseñarle una lección, Sy!

– Gracias, Jay. Chazz. – Les agradeció a ambos.

– Espero que sepas lo que haces, Syrus. – Le dijo Chazz con completa confianza en él

– ¿Ya acabaron con la rutina de motivación?

Se notaba en el rostro del Kaiser que ya estaba perdiendo la paciencia. Syrus asintió y se dirigió hacía él, ambos quedando en un duelo de miradas.

– Será tu funeral, enanito. ¿Realmente quieres seguir con esto?

Syrus asintió de nuevo.

– Entonces… ¡tendrás que entrar a mi mundo!

Sin razón aparente, un maletín se abrió al lado de ambos duelistas, revelando… ¿Collares de puas de sadomasoquismo?

– Ok, dos cosas. Uno: ¿Eso siempre estuvo ahí? Dos: ¡¿Eeeeeeeeh?! – Preguntó Hassleberry en completa confusión.

– ¡Esto hará que el duelo sea electrizante! – Declaró Zane. – Cada punto de vida enviará un choque al sistema. – El rostro del duelista de gabardina negra no mostraba expresión alguna. – Gracias a este tipo de duelos, he renacido.

– Así que esto es lo que te cambió…

– Que dices, ¿vas a seguirme a las sombras o no? – Preguntó con un tono incaracterísticamente majadero el Kaiser.

Syrus, sin ningún tipo de duda, se lanzó sobre el maletín y comenzó a colocarse los aparatos de tortura sobre si mismo.

– Oye, Sy, respeto tu valentía y confianza en uno mismo, pero… – Comenzó Jaden, ahora preocupado.

Pero el mencionado lo ignoró por completo, mirando a su hermano tras ponerse el último collar en su brazo derecho. – ¡No solo te voy a acompañar, te traeré de vuelta!

Hassleberry y Jaden saltaron a su lado para asegurarse de que él estaba completamente decidido.

– Puedes retractarte todavía. – Le sugirió el moreno.

Jaden terminó de colocar correctamente uno de los collares. – Es su decisión. Además, si ocurre algo, aquí estamos, ¿no?

– Solo decía.

– Como decía Jorge, ustedes tranquilos, yo nervioso. ¡Puedo con esto! – Explicó sonriendo con pura confianza y asintiendoles. – Gracias, chicos.

Con esto último, Jaden le colocó una mano en un hombro y le guiño antes de retirarse junto a Hassleberry.

El Ra bajito tomó un profundo respiro antes de extender su disco de duelos y apuntar a su hermano. – He esperado mucho tiempo por eso. ¡A jugar!

Syrus Truesdale vs Hell Kaiser

El primer turno recayó en el peli azul claro. Sin pensarlo mucho, prácticamente estampó dos naipes boca abajo, uno en retaguardia y otro siendo un monstruo. – Tomaré la iniciativa. Coloco 2 cartas y termino mi turno.

Aster asintió al ver la jugada. – Esto es una novedad, ¡ese pequeñín acaba de iniciar el duelo con la jugada roid más poderosa conocida!

La mayoría compartió ese sentimiento, Jaden soltando un "¡te lo dije!" a los escépticos. Mientras, Aarón no podía comprender qué demonios estaban festejando.

– Veo que no te estás conteniendo, ¡Tal vez si disfrute esto! – El poderoso duelista tomó su primera carta, leyendo brevemente su efecto antes de comenzar. – Activo el efecto de Cañon Ciberoscuro para añadir a mi mano un monstruo MÁQUINA Ciberoscur, elijo a Quimera Ciberoscura. – El disco de duelos tomo y escupió las cartas mencionadas. El juego de manos de Zane era digno de observar. – Y continúo usando mi Reino Ciberoscuro para añadir a mi mano a Garra Ciberoscura. – Nuevamente, el movimiento de cartas seguía mareando a los presentes. – Pero eso no es todo, activo el efecto de mi Garra para añadir a mi mano Invasión Ciberoscura. – Yep, más cartas.

Syrus, un tanto perplejo, se cruzó de brazos. – ¿No quieres robar más? Pensaba que tenías más mordisco.

Alexis se llevó una mano a su barbilla. – Wow, el turno de Zane es muy fuerte. Me pregunto qué tiene pensado con todas esas piezas que acaba de obtener…

Finalizando su preparación, el Kaiser – Ahora si, ¡Comenzaré con esto! Invoco de manera normal a Quilla Ciberoscura. – La máquina oscura con forma de espina de pescado surgió en el suelo soltando una estela negra tras ella. Quilla Ciberoscura (800/800) – Cuando hago esto, puedo equiparle un monstruo DRAGÓN de mi cementerio, ganando sus puntos de ATK. Elijo a Garra Ciberoscura. – Hundiéndose nuevamente en el suelo, el ser resurgió tras unos segundos, ahora cargando consigo un extraño dragón con seis apéndices gigantes con forma de garras. Quilla Ciberoscura (2400/800)

– Sabía que esto era un error. 2400 puntos de ATK en el primer turno. Dudo que Syrus pueda compararse. – Predicó con desconfianza Bastion.

– El duelo está comenzando apenas. Ten fé. – Le consoló EL CHAZZ.

– ¿Sientes el pavor? ¡Fase de batalla! ¡Descuartiza ese naipe boca a abajo!

Siguiendo la orden, la combinación filosa de deslizó por el aire, llegando a su objetivo para intentar azotarlo con su cola pesada y oscura. Sin embargo, al revelarse, el naipe en defensa resultó ser un curioso helicóptero caricaturesco que, con sus hélices, bloqueó por completo el castigo del atacante.

Quilla Ciberoscura (2400 ATK) } - { Gyroid (1000 DEF)

– ¡Gyroid no puede ser destruido en su primera batalla por turno! – Explicó Syrus.

Jaden sonrió. – ¿Ves, Bastion? Confía.

Zaner negó aburrido. – Hmph, ¿Ese es tu plan? ¿Retrasar la emoción de este duelo? Como sea, termino mi turno.

Aarón se llevó la mano a la frente mientras suspiraba. – Aun con el soporte nuevo, los Ciberoscuros no pueden pasar a un Gyroid… Increible.

Syrus le respondió con valentía y una sonrisa. – ¡Piensa otra vez! Mira esto, jugaré en posición de ataque a Submarineroid – El infantil submarino azul y amarillo con ojitos lindos fue generado en el campo, tieso. Submarineroid (800/1800) – Y paso directamente a mi fase de batalla.

– ¿Eh? ¿Acaso Syrus enloqueció? – Preguntó Hamaguchi, confundida por la jugada suicida.

– No te precipites, sigue observando. – Le recomendó el Heraldo.

– ¡Su efecto le permite pasar entre tus monstruos y atacar directamente! ¡Vamos, usa tu ataque secreto subterráneo!

Aster soltó una risita al escuchar aquello. – ¿Hasta nombre le puso a su ataque? Debo admitirlo, el enano tiene la energía de un duelista de entretenimiento.

El submarino se enterró en la tierra (¿eso lo haría un subterrestre?) para dirigirse a velocidad mach hacía su objetivo: Zane. Al pasar entre su monstruo, el vehículo disparó una bocanada de tierra contra el duelista, ocultándolo entre polvo marrón.

Zane (4000 - 3200)

De él surgieron rayos rojos recorriendo su cuerpo mientras este miraba al suelo sin emitir sonido alguno.

Syrus levanto una ceja ante el suceso. – ¿No te dolió?

La respuesta vino en una mirada sonriente tétrica del cuestionado, asustando un tanto a Syrus y los demás presentes.

Alexis estaba igualmente asqueada. – ¿Es necesario el aro de choques eléctricos?

El Kaiser no tardó en responder. – Si, para más placer.

Recomponiendose, Syrus continúo su turno. – Activo el efecto de Submarineroid, se pasa a defensa tras atacar. – El Submarino simplemente cruzó sus "brazos" para indicar el cambio.

– Perfecto, así Syrus sigue completamente protegido de los ataques de Zane. ¡Sigue así! – Apoyó el castaño a su mejor amigo.

– ¿Desde cuando Syrus juega tan metódicamente? – Preguntó Bastion intentando entender el cambio repentino de nivel de habilidad del bajito.

– ¿De qué hablas? ¡Hace una semana me derroto con un ciclo infinito! – Se quejó el ADN dinosaurio.

– Comenzaré con mi Main phase 2, coloco una y terminó mi turno. – Un naipe de retaguardia se unió al otro en su campo.

Ahora, la sonrisa del Ex-Obelisco aumentó, volviéndose una mueca perversa. – Sabes, eventualmente te acostumbras al dolor. Ahora solamente recuerdo el sabor de la victoria cuando lo siento. Y, hablando de victoria… ¡Activo Olla de la Codicia! – 2. – Ahora activo Horizonte Cibernético, esto me permite enviar al cementerio dos cartas. Luego, puedo añadir una carta Ciber a mi mano, elijo a Filo Ciberoscuro. Luego, adicionalmente, envío al cementerio un monstruo fusión de mi mazo extra. Elijo a Ciber Dragón Final.

Syrus se enfureció al escuchar la jugada. – ¿Tan bajo has caído por utilizar la baraja del Inframundo? ¿Acaso realmente ya no le tienes respeto al legado de nuestra familia?

– Hmm, he estado utilizando estas cartas por un buen rato, ¿Tú qué crees, Einstein? ¡Ahora activo Monstruo Renacido para traer de vuelta a mi Cañón Ciberoscuro en posición de ataque! – El aparato mecánico se presentó en el campo. Cañón Ciberoscuro (1600/800) – Fase de batalla, ¡Aplasten a ese helicóptero tonto!

Primero, el cañón se dispuso a disparar, soltando una llamarada morada contra el helicoptero "tonto"; sin embargo, el duelista de amarillo tenía otros planes, extendiendo su brazo para declarar un efecto.

Cañón Ciberoscuro (1600 ATK) } - { Gyroid (1000 DEF)

– ¡No tan rápido! Activaré Súper Carga. Cuando atacas y mis únicos monstruos en el campo son roids MÁQUINA puedo robar dos cartas. – Del disco de duelo ambas cartas fueron expulsadas, con un brillo raro blanco.

Zane levantó una ceja. – ¿Y negar el ataque, verdad?

Syrus se quedo pasmado en silencio.

– ¿¡Verdad!?

– No…

El ataque continuó, siendo repelido por las hélices; mas, la espina de pescado oscura continuaría el sometimiento…

Quilla Ciberoscura (2400 ATK) } - { Gyroid (1000 DEF)

Tras el latigazo, el helicóptero cayó en picada al suelo con un efecto de sonido cómico, explotando.

– Pero no creas que has escapado de sufrir daño, Syrus. ¡Se activa el efecto de mi Quilla, cuando esta destruye un monstruo, sufres 300 puntos de daño!

Por más baja que haya sido esa cantidad, el pequeñín sintió el choque eléctrico de su vida, haciendo que sus músculos convulsionan y su cuerpo quede humeante.

Syrus (4000 - 3700)

– ¡Syrus! – Gritaron sus amigos y Aster al ver la escena.

Pero eso no lo detendría. El bajito negó con su cabeza y les miró sonriente aún, levantando un pulgar. – Toy bien.

– Hmph, coloco dos cartas en mi retaguardia. Es tu turno.

Syrus tomó su carta tras tomar otro respiro profundo y cerrar sus ojos. Luego miró su mano y boqueó. Tal había sido su emoción en el turno anterior que no le prestó atención a las dos cartas que robó debido a su trampa. – ¡¿Cartas Ciber?! – Exclamó en su cabeza. En efecto, dos cartas Ciber habían aparecido en su baraja, al parecer. Una era un Ciber dragón de apariencia más "juvenil" y el otro era un faro azul metálico…

Tras un rato, Zane se percató del aturdimiento de su oponente. – ¿¡Por qué tardas tanto!?

Syrus dió un saltito después de salir de su trance y asintió. – Solamente estaba leyendo mis cartas. ¡Ahora, es mi turno! ¡Invoco al Núcleo Ciber Dragón!

Los presentes exclamaron en unísono. – ¿¡Pero qué-!?

Del cielo, el aparato mecánico con forma de serpiente bajó gracílmente, mirando torpemente a sus alrededores. – Gracias a su efecto puedo agregar una carta Ciber a mi mano, por lo que añado…– Syrus se quedó confundido un momento. ¿Tenía otra carta Ciber en su mazo? Tras revisarlos, excavó la única otra carta. – Fusión Cibercarga.

Zane soltó un "Hmph" antes de asentir. – Ya veo que está ocurriendo aquí… – Luego sonrió presumido. – El Estilo Ciber piensa que tú tienes lo necesario para manejarlo. Bah, ¡qué tontería!

Luci se cruzó de brazos al ver el campo de batalla. Parecía que…¿La Luz se concentraba más del lado del renacuajo perteneciente a la oscuridad? Curioso…

– ¡Puede que así sea y eso no es todo! Sacrifico a mi Ciber Dragón para invocar a Ciber Pharos desde mi mano. – A diferencia de los otros monstruos, la aparición de este no fue en el campo. El faro de la academia, repentinamente, comenzó a distorsionarse, cambiando su estructura a una cibernética azul, formando así un recubrimiento que representaba al monstruo. – ¡Y gracias a su efecto puedo fusionar a mi Steamroid, Drillroid y Submarineroid para invocar a Súper Vehicroid Taladro Gigante! – La luz del faro se detuvo, dirigiéndose solamente hacia el centro del campo de duelos. El reflector gigante iluminó la entrada subterránea del taladro gigante púrpura y rosa, rugiendo con su motor descomunal. Súper Vehicroid Taladro Gigante (3000/2000)

Hassleberry miró maravillado la escena. – Increíble, ¡Es incluso más fuerte que la Quilla de Zane!

Pero no fue suficiente para intimidar al aguerrido duelista profesional.

Sin tomar atención a esa confianza, Syrus presionó el ataque, extendiendo su brazo hacia el frente. – ¡Aquí se viene todo, desmorona a ese cañón!

Siguiendo el comando, la fusión poderosa fijo curso hacía la máquina oscura, aplastandola y triturandola con su taladro gigante. La metralla resultante se ridirigió a Zane, clavando los restos holográficos en su cuerpo.

Súper Vehicroid Taladro Gigante (3000 ATK) } - { Cañón Ciberoscuro (1600 ATK)

Zane esta vez retrocedió levemente ante la intensidad de los rayos, pero se mantuvo firme tras esto.

Zane (3200 - 1800)

Luego, el Hell Kaiser sonrió con orgullo. – Sabía que tenías agallas para causar dolor en los demás…

Syrus se dió cuenta de lo que estaba haciendo al oír el placer desquiciado en la voz de su hermano. – ¿¡Qué estás pensando, Zane!? ¡Esto no es un duelo! ¡Te estás perdiendo a ti mismo!

– Dame un poco de tiempo. Ambos sabemos que esto es una prueba. Una prueba de saber quién puede aplastar al otro, de quien causa más dolor. – Aún portaba esa sonrisa horrible. – Creéme, cuando comencé a pelear en el bajo mundo, me sentí como una basura. Pero, luego descubrí el placer del dolor.

Aarón levantó una ceja. – Uuuuh, kinky.

– ¡Los duelos no son juego y diversión, LASTIMAN! ¡SON CUESTIÓN DE AGUANTAR LA AGONÍA Y HACER QUE TU OPONENTE SUFRA!

Syrus lo miró con desprecio e indignación. – No puedes estar hablando en serio. Antes, te importaba, Zane. Solías respetar a tus oponentes, por más débiles que fueran.

– Los perdedores respetan. – Declaró calmadamente.

Syrus tensó su cuerpo. – ¡Ya me tienes harto! ¡Termino mi turno!

– Ja, pues todavía queda mucho que mostrarte… Mi turno, activo Invasión Ciberoscura y usaré su efecto, enviando a Garra Ciberoscura al cementerio para destruir a tu Súper Vehicroid Taladro Gigante. – El naipe rosa se activó, oscureciendo el cielo y haciendo que muchos seres de sombras comenzarán a llenarlo, dirigiéndose a destruir al taladro.

Syrus le negó con un dedo índice. – ¡Te tengo!, activo Llamada de Emergenroid, lo cual niega el efecto de tu trampa si es que controlo una fusión roid. – A la par, muchos de los roids del bajito surgieron tras el, sonando sus alarmas de ambulancia, policía y demás mientras contrarrestaban a los seres invocados por la trampa, negando el efecto.

Aster negó decepcionado. – Oh no, cayó en la trampa.

Zane se encogió de hombros – Perfecto, adelante. Ahora se activa el efecto de mi Garra Ciberoscura; si es enviada al cementerio, puedo añadir a mi Quimera Ciberoscura del cementerio a mi mano. La invocaré y utilizaré su efecto, descartando una carta de hechizo para añadir a mi mano Vínculo de poder. – La quimera extraña surgió en el campo, regurgitando la carta a la mano de su dueño. – ¿Acaso esto te recuerda a algo?

Entonces, el bajito sintió el verdadero terror. Nuevamente se había precipitado como aquel día hace años…Desperdicio su única contramedida.

El Kaiser negó. – Pero no lo usaré, no tengo porque usar cartas estúpidas. Claro, puedo usar monstruos de mi cementerio para fusionar este turno gracias a mi Quimera Ciberoscura.

– Esto no se ve bien para Syrus… – Dijo Bastion. El duelo estaba siendo un mar de emociones para su cerebro que quería pensar en todas las posibilidades, y a la vez tener fé ciega en su amigo.

– ¡Hora de acabar esto! ¡Activo Polimerización para utilizar a 5 monstruos Ciberoscur de efecto como material, incluyendo a los de mi campo, para invocar por fusión a Dragón de la Ciberoscuridad! ¡Siente el final de tu camino! – El suelo retumbó nuevamente mientras el espirar multicolor tomó los naipes mencionados, girando y girando hasta revelar a la horripilante máquina oscura con forma de Dragón. Dragón de la Ciberoscuridad (2000/2000).

– Increíble, fusionó a 5 monstruos para crear esa barbarie. – Mencionó Luci, tomando cada vez más palomitas de su contenedor.

Syrus todavía tenía esperanza. – Buen intento, ¡Pero no supera los puntos de ataque de mi taladro!

Zane comenzó a reírse maniaticamente. – ¡Eso no es todo, puedo activar su efecto para equiparle un monstruo dragón o máquina de cualquier cementerio, elijo a Dragón Ciber Final de mi cementerio! – Aún haciendo temblar el suelo, la amalgama oscura desenterró el cadáver mencionado, acoplando este a sí mismo.

– Que sádico. ¿Realmente es sensato que esté asociado a nosotros? – Preguntó Alexis viendo la escena oscura.

Syrus parecía estar aún más molesto al ver el efecto. – ¡No respest-!

Zane le cortó el comentario. – No, ahora, para acabar-

– ¿¡No has acabado!? – Se quejó el bajito.

El duelista de turno rodó los ojos y resopló. – Si me dejaras. ¡Puedo enviarlo al cementerio equipado con Dragón Ciber Final para invocar de manera especial de mi mazo extra a Dragón Final Ciberoscuro! ¡Aparece, ser definitivo del inframundo y concedeme el placentero sabor de la victoria! – Aquí iría una gran descripción de la aparición de este ser. Si es que fuera diferente al anterior. Dragón Final Ciberoscuro (5000/3800).

Los ojos casi salen de las cuencas de los presentes. – ¿¡5000 puntos de ATK!?

El Kaiser aceleró su respiración al procesar su propia emoción. – ¿Sientes el temor? Cuando es invocado, puedo equiparle un monstruo de cualquier cementerio, elijo a tu triste y débil Gyroid.

Syrus extendió un brazo al ver a su naipe salir disparado al disco de duelos de su oponente, desesperado. – ¡Noooo!

– Siiii, y además, le equipo Fábrica de Conversión de Máquinas, lo cual le aumenta en 300 sus capacidades combativas. – Dragón Final Ciberoscuro (5300/4100).

Aarón soltó una risita. – No creo que eso cambie mucho.

Zane le miró ampliando su sonrisa. – Lean la carta. ¡Mi monstruo puede atacar la cantidad de veces igual a las cartas equipadas a él!

– 2. – Contó Mindy, viendo con pena el destino que se estaba acercando a Syrus. ¿Era esto lo que la sociedad quería ver al apoyar a Zane? ¿Dolor y sufrimiento?

Por otro lado, Aarón estaba teniendo un extraño Deja vu. Veía… ¿recuerdos? ¿De cuando? Tambien era un duelo cerca del faro en la noche. Un slifer se enfrentaba a Zane y estaba en una situación similar al duelo actual. Luego, dolor. Derrota. El slifer perdió. Él mismo corrió a su lado para reconfortarlo. Luego…¿Un hada marrón? ¿Helados? Su cabeza comenzó a dar vueltas, quedando confundido por un momento antes de lograr salir de ese trance.

Tal vez si Lucifer hubiera estado más atenta hubiera sentido la rebelión que crecía en el ser de su subordinada y en el de su querido. Tal vez la luz de aquel faro la estaba cegando como ella hacía con sus víctimas… Pero una cosa era cierta, ese faro era odiado por Zane.

Con un comando hostil, apunto a la construcción. – ¡Derríbalo ahora!

Una luz morada estremecedora borró por completo el recubrimiento cibernético del faro de la academía, acabando con el naipe.

Dragón Final Ciberoscuro (5300 ATK) } - { Ciber Pharos (2100 DEF)

– ¡Y ahora destroza a ese juguete infantil ridículo!

El taladro intentó interceptar el ataque con su fuerza descomunal, pero estaba claro que no podría soportarlo, siendo consumido por él y dejando a su dueño indefenso al resto del asalto inconcebible.

Dragón Final Ciberoscuro (5300 ATK) } - { Súper Vehicroid Taladro Gigante (3000 ATK)

Syrus (3700 - 1400)

La descarga fue tan fuerte para el pequeño que cayó de rodillas con un zumbido en ambos oídos. Su corazón estaba latiendo a mil. No podía creer que este dolor fuera lo que estaba causando placer a su hermano. Era terrible. Ahora si que estaba enterrado en lo más profundo de la basura…jamás podría salvar a su hermano si no podía salvarse a sí mismo.

Pero…"A lo que voy es que… si no tomas un riesgo e intentas romper tus límites, nunca podrás alcanzar a las personas que admiras o a tus sueños." Esa noche antes de volverse un Ra… Las palabras de su amigo… – ¡NO! – El bajito se levantó con determinación renovada, resintiendo de inmediato las quemaduras que le estaba dejando el aparato eléctrico de mal gusto. – AAaaaah, ¡duele! Pero no me importa, si una fusión MÁQUINA es destruida mientras mi faro está en el cementerio, puedo desterrarlo y añadir a mi mano un… ¡Vínculo de poder!

Jaden, Mindy y Chazz miraron emocionados y sonrientes la jugada. Finalmente estaba dejando atrás su pasado.

Zane Bufó. – Ok, dudo que realmente tengas oportunidad de usarla.

– ¡Mi turno, robo! – La baraja del Ra se iluminó de nuevo y sonrió al ver la carta que robó. Si tenía una oportunidad.

Pero su oponente no quería dejarle salidas. – En tu fase de robo, activaré mi trampa: Comediante Demonio.

Syrus retrocedió sorprendido. – ¿Vas a arriesgarte tanto para usar esa carta?

Aster igualmente se veía perplejo. – ¿En serio osa llamarse un profesional al usar esa carta de pura suer-? – Y luego recordó con quienes estaba aliado. – Oh no, aquí no hay nada de suerte.

Aarón asintió. – Luci, andale pues. Dale un empujoncito.

Ella no pudo negarse ante la oferta de su Heraldo y, con una sonrisa adorante, concordó. – De acuerdo, mi amado. – Con un giro de dedos, la suerte fue anulada en esa moneda

Zane procedió a lanzar la moneda con completa confianza. Y… – Cara, por lo tanto, tu cementerio entero es desterrado.

Syrus apretó los dientes. – De acuerdo. – Luego se tomó un momento para ver sus opciones ahora reducidas. Para su suerte, cuando la baraja cierra una puerta, abre una ventana. – Uso mi Fusión Cibercarga usando a mi Núcleo Ciber Dragón, Súper Vehicroid Taladro Gigante y a Ciber Pharos desterrados para invocar por fusión a… – Las palabras le estaban saliendo de la boca antes de que las pensara. ¿Realmente este era el legado de su familia eligiendolo? ¿Hablándole? ¿Así se sentía tener ayuda de espíritus como sus otros amigos? Podía pensarlos luego todo lo que quisiera. – ¡Dragón Ciber Eternidad en posición de ataque! – Rompiendo el cielo oscuro en dos, una luz hermosa iluminó el campo a la vez que el dragón mecánico glorioso invadió el campo, rugiendo en desafío a su antítesis oscura. Dragón Ciber Eternidad (2800/4000)

El Kaiser rió. – Ho, interesante, ¿tanto quieres perder y humillar a nuestro "legado familiar"?

Bastion seguía igual de confundido y no solamente por las cartas que estaban apareciendo de la nada. – ¿En posición de ataque?

Jaden le calmó. – Mira y aprende.

Syrus estaba ardiendo de pasión. – ¡Activo mi Quitar el Limitador! – Y, sin más que decir, truenos comenzaron a relampaguear alrededor de la criatura, llenándolo de poder duplicado. Dragón Ciber Eternidad (5600/4000)

– Pa su mecha. – Alcanzó a escupir Aarón.

– ¡Fase de batalla, rayo evolutivo eterno!

Las fusiones se dispararon unas a otras con rayos en colores opuestos. El choque estaba parejo, pero había un ligero desnivel de poder en favor de la luz en este caso, eventualmente superando a la oscuridad y desintegrando al ser. ¿Quién diría que cambiar a una fusión objetivamente mejor por otra que es solamente roleplay y fanservice causaría esto?

Dragón Ciber Eternidad (5600 ATK) } - { Dragón Final Ciberoscuro (5300 ATK)

Zane (1800 - 1500)

Zane cayó al piso, pero, lejos de estar decaído, su sonrisa parecía ampliarse más y más .– ¡Te felicito, pero te olvidas de algo!

– No me olvido de nada. Termino mi turno. Y si, se activa el efecto de mi hechizo, mi fusión es destruida. – El aumento de poder llevó al declive al ser celestial, cayendo en pesados poco después.

– Ambos están indefensos. – Recalcó obviamente Alexis.

El ambiente había quedado en silencio. Ahora estaban a merced de los robos de carta siguientes. La tensión era palpable.

Entonces, la ruleta giró para Zane. – Doro. – Declaró, tomando su carta. Apagando por completo su rostro, la preparó en su retaguardia. – Coloco una carta. Es tu turno.

Un último respiro. En su mano tenía un Cycroid y el Vínculo de poder. Necesitaba algo muy bueno para ganar. O, bueno, algo decente. Pero, para el suertudo, tuvo el beneficio de la armadura del guión. – Por favor, no me falles. Robo. – Su rostro se iluminó al ver la carta. – ¡Es hora, activo mi Vínculo de poder usando como material a dos de mis Cycroid! ¡Todos sabemos que compartir es querer, así que súbete a mi bicicleta, surge, Cycroid Tándem! – Apareciendo torpemente pero aceitado y listo para salir a pasear, la bicicleta dual sonó su campanita violentamente. Cycroid Tándem (3200/1200).

Jaden estaba súper emocionado. – ¡Eso es Sy, eso es!

Aster no compartía la emoción. – Esa jugada es una locura. Si no acaba este turno, perderá por el efecto de su hechizo. Y Zane todavía tiene una carta colocada…

Por otro lado, el Kaiser tenía un diálogo interno. – Vamos, Sy, demuestrale a ese estúpido estilo que eres un heredero digno. – Luego, habló en voz alta y confiada. – Veo que cometes los mismo errores de siempre…

Syrus relajó su cuerpo a la vez que negó. – Hermano, estoy aquí para recordarte lo que significa respetar a tus oponentes. Incluso ahora, respeto tu poder y habilidad como duelista. Pero, digamos que necesitas un poco de amor duro. – Tras esto, su rostro cambió a uno más violento, extendiendo un brazo al lado. – ¡Destierro mi Dragón Ciber Eternidad! Este turno, mis monstruos de fusión no pueden ser seleccionados por tus efectos o ser destruidos.

Zane retrocedió sorprendido. Esas cartas… ¡Realmente le estaban salvando!– ¡¿Qué?!

– ¡Bien hecho Sy!

– ¡ACABA ESTO, Cycroid Tándem!

Hilarantemente, este duelo no acabaría por un ataque de un monstruo generado por pura fuerza de voluntad, sino por una fusión chistosa. Este era el verdadero poder del respeto: no subestimar a tu oponente.

Zane (1500 - 0)

Ganador: Syrus Truesdale

El ataque de la bicicleta con ojos cómicos fue tan poderoso que Zane salió volando mientras era electrocutado por sus collares de sado-masoquista. Por suerte para él (o por desgracia), un árbol fue el encargado de detener su viaje.

– ¡Zane! – Gritó el Ra bajito, mientras corría hacia su hermano. Una vez a su lado, se arrodilló a un lado de Zane y empezó a gritar. – ¡No, hermano no te mueras!

Al escuchar los gritos de su hermano, Zane levantó ligeramente su cabeza mientras abría los ojos con dificultad. – Lo hiciste bien Syrus… lo hiciste… – El kaiser no pudo decir más, perdiendo las fuerzas y cerrando los ojos nuevamente.

– ¡ZAAANEEEE!

– ¡O ya callate no está muerto! – Gritó Alexis con el ceño fruncido y un ligero sonrojo ante la escena cursi que acababa de ver.

Mindy aplaudía mientras se limpiaba unas lagrimitas de los ojos. – Eso fue hermoso…

A su lado se encontraba Aarón sonriendo mientras veía a Lucy, la cual estaba sonándose la nariz con un pañuelo que había conjurado de la nada. – Entonces… él solo se dejó manipular para hacer que su hermano menor madurara y entonces… entonces… – Decía entre sollozos, entonces miró a Aarón y con emoción apuntó hacia la escena. – ¡Lo viste, lo viste!

– Asies. – Respondió con un suspiro. – Ah, el amor nos hace hacer cosas estúpidas.

– ¡Pues yo amo a todo el mundo! – Declaró mintiendo a medias para el efecto dramático.

Y, finalizando el día, los muchachos llevaron de urgencia al adolescente a la enfermería, ¿Qué cosas, no? Solamente otro día en la academia…


En otro lugar de la academia, cierto adolescente iskeado por fin contemplaba eliminar a su enemigo. Finalmente tenía el poder necesario y, con 5 hilos de oscuridad sosteniendo a 5 víctimas de blanco tras él, daría el primer paso para acabar con la Sociedad de la Luz. Finalmente conocerían el nombre de él…y volvería a ver a su querida amiga.


Nota de autor: ¿Creían que nunca volvería, no es así? Bueno, en primera, perdón. No hay excusa esta vez, simplemente hubo bloqueo de escritor y, además, miedo y autodenigración que me llevaron a perder el ánimo para seguir escribiendo este fic. Pero bueno, ya estamos de vuelta. Y que cosas, ¿no? Zane estaba fingiendo para sacar de su caparazón a Syrus y parece que el siguiente capítulo tendrá una confrontación con cierto Ra que estaba pasando por las sombras hasta el momento. Espero que les haya gustado y gracias a los que hayan esperado hasta ahora. Si es que hay alguien ahí claro.

xoxo