¡El boi favorito de todos ya llegó!


3 - Theo Ciudad Olvidada

Prompt: Insensato

Theo estaba casi completamente absolutamente seguro de que ya había caminado por esta misma calle como un millón de veces, y de alguna manera, siempre terminaba de vuelta en su pequeño campamento improvisado en una pequeña caverna al aire abierto donde una vieja avioneta se había estrellado quien sabe hace cuánto. Theo tuvo un momento de genialidad al decidir una tienda de campaña condenadamente grande sobre su espalda hasta aquí.

"Ja, en tu cara, Alex. ¿Quién es el atolondrado ahora?" Río. Claro, podría estar un poco perdido, y no tener idea de donde estaba.

Pero sabía algo…

¡Las fotos que había conseguido eran la HOSTIA!

Después de pavonearse un poco, sus palabras de estar perdido resonaron en su cabeza. El de verdad estaba perdido y no sabía dónde estaba. Dentro de sí Theo sabía que eso no se refería solo a la montaña.

Debería estar con Alex y Spoons en casa, resolviendo su vida que estaba patas pa' arriba. No ser un segundón de su abuelo persiguiendo ambiciones que no eran las suyas.

¿Y a donde lo había llevado eso? Aquí. En medio de una ciudad fantasma.

Si tan solo pudiera compartir su miseria con alguien; No su hermana, eso es seguro; Theo sabía que si Alex lo veía así le patearía el trasero.

THUMP! Un sonido estruendoso interrumpió su autocompasión. Cuando se giró esperando que alguna especie de acosador lo atacara, en su lugar vio una chica de largo cabello rojo.

¡Alguien! Al fi-Espera. ¿No se habría vuelto loco por la soledad? ¿Había perdido su sensatez? ¿Cuándo había sido la última vez que vio a alguien que no fuera esa anciana de la cabaña?

¿A quién le importa? ¡Él seguro no!"

"¡Hola, aventurera!"

"Oh. Hola," La chica murmuro en una voz callada. De no ser por el lugar ya silencioso Theo no la habría escuchado bien.

"¡Vaya noche para escalar! Apenas puedo creer que este lugar exista."

"No es un reto fácil, ¿Verdad? Supongo que eso era lo que estaba buscando…"

Al menos esta chica sabía a qué venía. No como él.

"Wow, eso suena bastante fuerte. Tan solo me alegra ver a alguien más en un lugar como este. ¡Soy Theo por cierto, un aventurero de una tierra lejana!"

"…" La chica se quedó en silencio. ¿Había perdido la cabeza también?

"No eres muy habladora, ¿Verdad?"

"Lo siento. Soy Madeline. ¿Estás aquí para explorar la ciudad?" Empezó a soltarse un poco más y su voz gano más confianza.

"Sí, me fascinan los lugares abandonados. Yo tengo algo de fotógrafo, ¿Sabes? Este lugar se ve algo peligroso. ¿Planeas dar la vuelta pronto?"

"Nope. Voy directa a la cima. Estoy harta de romper promesas a mí misma."

Si había una palabra para eso, Theo diría que era.

"Inspirador."

Él había insensitado con insensatez para perderse en esta montaña mientras que Madeline había insensitado con sensatez por su parte. Poder en la locura. Algún tipo de lógica que solo tenía sentido para Theo.

Madeline sabía a qué había ido a la montaña. Tal vez no podía encapsular en una sola palabra lo que buscaba. Tal vez no la había. Sería aquello que solo sabes que buscabas hasta que lo encontrases.

Theo podía ver la determinación en los ojos de Madeline a través de su extenuación que marcaba su rostro y cuerpo.

"Hey, no te ves tan bien. Como si te faltara algo dentro de tu cabeza."

"¿En serio? ¿A qué te refieres?"

"No sé cómo llamarlo exactamente. ¿Segura que no lo sientes?"

¿Lo decía en verdad? A Madeline le habría faltado ese algo en su cabeza por tanto tiempo que no podría ni adivinar cuando lo perdió para empezar.

"La única cosa que siento en mi cabeza además de angustia son ojos quemando mi nuca."

"¡Ni me lo digas!" Theo se río un poco. "Sé un par de cosas sobre esas voces en la cabeza. ¡Intenta hacerle un roast! ¡En serio! Burlarse de las voces malas en tu cabeza es autocuidado."

"Supongo que tienes razón." Madeline reunió ganas suficientes para sonreír por las tonterías de Theo. Un poco de la angustia que él había visto en ella se había mitigado. Madeline se quedó un rato más con Theo. Él hablo un poco más de su vida, sus aspiraciones como fotógrafo y que se dirigiría a unas ruinas que estaban al otro lado de la ciudad.

Después de un tiempo, Madeline recuperó energías y se dispuso a continuar con su camino, despidiéndose de Theo y regresándose por donde vino.

"¡Hey! ¡Dile a la voz en tu cabeza que se consiga un hobby!" Theo le gritó a Madeline antes de que diera vuelta en una esquina y desapareciera en la nevada y desolada ciudad.