Casa Black 1979
En la mesa se encontraba dos guardapelos exactamente iguales, el brillo que reflejaba era lo que hacía que no pudiera quitar la vista de los objetos, la carta que había escrito estaba a su lado la hermosa caligrafía, la delicadeza que era notable y sus iniciales R.A.B.
Se había pasado toda la mañana mirando todas las posibles consecuencias que podía pasar después de lo que tenía planeado hacer en unas horas, bueno ya solo era una escasa hora. Las cartas estaban en buenas manos gracias a Kreacher ya que lo único que tenía que tenía que hacer era entregarlas si algo malo llegara a pasar.
La marca tenebrosa esos días había estado muy sensible, desde que Lord Voldemort le había dado la oportunidad de esconder el guardapelo para dejarlo a salvo de cualquier otra persona que quiera encontrarlo para usarlo en su contra.
La vista fue bajando por toda la habitación fijándose en cada foto que había encima de la chimenea, los garrones que adornaban las esquinas de la repisa, el reloj de la pared que cuando era más pequeño se quedaba mirando por las tardes hasta que Sirius bajaba corriendo las escaleras, se dirigió a la habitación conjunta pasando la mano por la pared donde estaba el árbol genealógico pasando por cada uno de los nombres que allí estaban escritos quedando con la mano sobre donde antes estaba su hermano y ahora se encontraba grabado.
- Siento no haber sido un buen hermano todos estos años, pero ahora es el día en el que intentare arreglarlo y esta vez intentare salvarte. - separándose de la pared.
- Amo, ya está todo listo como ordeno.
- Si por algún motivo algo malo me llegara a pasar...
- Pero, amo no...
- Si algo malo me llegara a pasar necesito que hagas una cosa más por mí - levantando la mano - Accio sobre... necesito que se lo entregues a la persona sin ninguna objeción.
- No se preocupe amo, Kreacher entregara el sobre - levanto la mano para que la tomara- ¿Está listo amo?
- Vámonos Kreacher.
Le tomo de la mano para hacer la aparición, olvidándose de la sensación que le producía en el estómago cada que lo hacía... La aparición los había llevado a una playa de arena blanca que se encontraba desierta y desde donde se encontraba parecía que era infinita, se encamino hacia la cueva que allí entraba, una cueva que ningún muggle podía saber que estaba allí gracias a un hechizo para ocultarla.
La cueva era fría, oscura y con un aspecto aterrador, el frío de la cueva era tan penetrante que parecían cuchillas, cuando la oscuridad era tan profunda que lo único que daba algo de claridad para saber dónde pisaba se giró hacia Kreacher.
- Aquí es cuando tengo que seguir solo.
- No puedo hacer eso señor, le prometí que estaría con usted.
- Pero yo necesito que esta vez no me acompañes, esto lo tengo que hacer solo, además... - poniéndole una mano en el hombro - Solo confío en ti para que entregues el sobre.
- Pequeño señor tenga cuidado. - bajando la cabeza.
- No tienes por qué preocuparte por eso, lo tendré.
Se quedó allí de pie viendo como desapareció dejándolo solo, llevándose la mano al bolsillo del pantalón para sacando de él guardapelo ese objeto que tenía ahora en la mano era el causante de que estuviera aquí y en la situación en la que se encontraba.
Giro sobre sí mismo para seguir el camino hacia el lago que se encontraba un poco más alejado de la entrada de la cueva, no tardo mucho tiempo en entrarlo dejando ver un reflejo en el agua haciéndola ver cristalina gracias al agujero que había en lo alto de la cueva, el cual era el causante de que la luz se refregara.
De la nada empezó a oscurecerse apareciendo nubes negras tapando toda claridad que había, dejando otra vez todo a oscuras haciendo que el tiempo que parara. El guardapelo comenzó a quemar haciendo que lo soltara y que el único lugar donde pudiera sujetarlo fuera por la cadena, una luz emanaba de dentro del acompañado de unas voces...
- ¿Quién está ahí? - mirando para todos lados y sacando la varita para dejarla en frente - Lumos
Dejando a la vista el lago que empezaba a crear ondas, las voces cada vez se escuchaban más claras y cercanas haciendo que mirara para todos los lados, pero nada... Hasta que a lo lejos vio salir esqueletos del lago acercándose más a él, intentó correr, pero le fue imposible ya que una mano le agarró del tobillo tirándome hacia el suelo y arrastrándolo hacia donde habían salido todos, el suelo estaba lleno se piedras afiladas haciendo que le rompieran la camisa y se empapara, intentó dar patadas para salir de esa situación, pero fue imposible ya que no podía librarse de la mano que le estaba sujetando.
Cuando sintió que lo metían poco a poco dentro del lago tomó todo el aire que pudo y ahí fue cuando pudo escuchar bien lo que le decían las voces.
- El guardapelo se quedará aquí con el mensajero.
- No saldrás más de aquí.
- La persona que venga a este lugar, será la que se sacrificar a por el bien común de la causa.
Conseguí soltarme de la sujeción y salir a la superficie para tomar aire, agarrándome de las piedras que sobresalían del suelo para intentar salir
- ¡Kreacher! ¡Kreacher!
Apareciéndose delante a unos pocos metros
- Amo ¿Qué es lo que el señor necesita de Kreacher?
- Vete de aquí y entregarle el sobre y su contenido, pero en ningún consepto no cuentes nada a nadie de lo que paso en este lugar.
- Pero señor...
- Kreacher, ¡VETE YA!
- Kreacher hará lo que quiere el pequeño señor - Bajo la cabeza haciendo una pequeña reverencia para después desaparecer.
Estire el brazo para salir completamente del lago, pero antes de que pudiera sacar el otro brazo del agua, otra mano volvió a agarrarme de la pierna y de los hombros tirándome hacia abajo.
Grité lo más que pude intentando quitarme del agarre que me estaban haciendo.
Grité cuando sentí que el agua volvía a envolverme otra vez.
Grité cuando volví a escuchar las voces.
Grité cuando supe que nada de esto podía llegar a cambiar.
El agua me envolvía haciendo que fuera más complicado salir, sintiendo como el agua se estaba abriendo paso y la necesidad de respirar se volvía cada vez más necesaria... Estire la mano intentando sin éxito poder frenar el descenso.
Una luz blanca y segadora apareció de la nada haciéndome cerrar los ojos, los pulmones me dolían haciendo que intentará tomar bocanadas de aire desesperadamente, llevando una mano a su cuello cuando lo consiguió y soltando el poco aire que le quedaba en los pulmones... Seguía intentando agarrarme a algo para salir hasta que sentí que algo me sujetaba la muñeca, pero todo se terminó volviendo negro.
...
Kreacher se encontraba en el recibidor de la casa de la persona a la que le tendría que dar el sobre que le entregó su pequeño señor... El ruido de pasos en el piso de arriba no había parado, hasta que alguien bajo las escaleras.
- ¿Qué es lo que estás haciendo aquí?
- Vengo a entregarle algo señor.
- ¡No quiero nada que tenga que ver con esa casa, ni mucho menos si es algo tan importante que has venido - acercándose al elfo - !VETE¡, no quiero nada que tenga que ver con ellos, con todo lo que me han hecho no quiero saber nada.
- Señor, es importante que se lo entregue - sacando el sobre de la tela desgastada que llevaba y enseñándoselo.
- Déjalo encima de la mesa que tienes a tu lado y vete, no quiero saber nada de lo que están tramando contra mí.
- Solo tiene que saber que es necesario que o leo, por favor yo se lo he prometido.
Dejo el sobre encima de la mesa antes de desaparecer, haciendo que por fin se acercara donde había estado el elfo todo el tiempo en la casa viendo el sobre bien sellado con la insignia de los black y su nombre escrito con una impoluta y elegante caligrafía.
Sirius Black
Sin importar nada más se giró dejando el sobre allí para encaminarse hacia las escaleras para subirlas y volver al cuarto de James.
- Ya está todo solucionado, en que estábamos - entrando a la habitación y tarándose en la cama de espaldas
- ¿Quién era? - levantando la vista de la carta que estaba escribiendo.
- Alguien que desearía no ver nuca más en lo que me queda de vida.
- No deberías ser así, por algo habrá venido.
- No quiero saber la razón, mi familia me odia y no entiendo el porqué, ni quiero saber la razón para la que enviaron a Kreacher.
- Pero donde esta lo que trajo, porque yo no veo nada
- Le ordene que la dejara en la mesita de cristal de la entrada y que se fuera de inmediato. - soltando una risa burlona - Claro que intento que la tomara, diciendo que se lo había prometido.
La risa lleno la habitación para que después siguieran diciendo que jugada querían hacerle esta vez para que sintiera que su vida fuera miserable, pero no dibujaron mucho con eso ya que su atención se dirigió a las próximas bromas que harían cuando vieran a Remus de mal humor.
El día había oscurecido haciendo presente que en poco tiempo ya cenarían todo en el comedor, y dado la puntualidad que tenía la madre de Potter no tardo en sonar detrás d la puerta un "chicos a comer". La cena siempre era tranquila hablando de cosas banales, de cómo nos había ido el día...
- Chicos ¿Cómo les fue el día?
- Tranquilo, aunque james sigue sin parar de hablar de Evans - soltando una risita.
- Sí, sí y Sirius de que quiere quedar toda esta semana, para no ir solo a comprarse ropa.
- Chicos tranquilos, tampoco hace falta que se peleenpor eso - colocando los cubiertos encima del plato - Sirius vi que tenías unacarta sobre la mesa, así que antes de bajar a comer te la deje encima delescritorio...
- Gracias.
A partir de ese momento en la cena nadie volvió a hablar hasta que se despidieron para después dirigirse cada uno a su habitación.
...
La casa Black se encontraba en silencio a excepción de la sala, que era donde se encontraban Orión y Walburga Black sentados en el sofá uno en cada esquina dando la espalda a la chimenea que a esa hora de la tarde estaba encendida. Pero esa tranquilidad que había duro poco ya que la elfina llego corriendo hacia ellos, sin saber a qué se debía esa falta de decoro Walburga se levantó rápidamente del sofá, haciendo que el libro que estaba leyendo callera a sus pies.
- Como es que se te ocurre entrar sin avisar de tu presencia en la habitación antes, es que quieres que te castigue por esta falta tan grabe de comportamiento contra mí...
- Querida, - levantándose y colocando la mano sobre su hombro - creo que tiene que tener un buen motivo para haberlo hecho, ¿Me equivoco?
- Señor, kelia viene de limpiar la habitación de la familia y está pasando algo extraño en la pared señor. - se acercó para tirar ligeramente de la falda de Walburga - Señora venga con kelia, tienen que verlo señores.
Salieron de la habitación dejando todo lo que estaban haciendo de lado, cuando entraron hasta donde la elfina los había llevado... La habitación de la familia, todo bien colocado, los cuadros en donde simple estaban, los jarrones con flores recién cortadas, pero la sensación al entrar a la habitación era fría e imposible aguantar de pie mucho tiempo. Los cuadros de las antiguas generaciones de los Black gritaron al unísono mientras que todos miraban al árbol genealógico.
Sucediendo algo inaudito, las hojas que habían encima de su hijo menor empezaron a marchitarse, pasa después empezaran a caerse hasta que llegaron una a una al suelo y para que la pequeña cara pintada hace dieciocho años se difumina convirtiéndose en un cráneo y con la fecha que se empezaba a dibujarse..
- ¡No!, mi pequeño...Esto no puede ser, no, no, no. - cayendo de rodillas contra el suelo, para llevarse las manos a la cara.
- Querida seguro esto tiene alguna explicación.
- Pero es que no lo vez, ¡Esta muerto! - girando la cabeza hacia el - mira la pared, ¡MIRALA! es que no te das cuenta no está, no estará más.
- Tranquila, seguro que todo esto es un mal entendido uno muy grabe... - levantando a Walburga del suelo para abrazarla y ponerla contra su pecho - Solo tendremos que esperar a que lleguen y nos contaran todo.
Con la vista fija hacia la pared, la misma que nunca en vida esperaba ver algo así grabado tan claro y tan irreal que deseaba por Salazar que todo esto fuera una cruel broma de mal gusto que cualquiera pudiera hacer.
Regulus Arcturus Black
1961 - 1979
