Su hermano por fin salió de encerrarse en su habitación, como si nada hubiera pasado. Tenía un delantal y preparó pan para el desayuno antes que los demás hermanos despertaran.

—¡Banock como los hacía la abuela! —dijo Aidan entrando a la cocina felizmente esa mañana al ver a su hermano mayor trabajando en la cocina y Alice desayunando algunos panes ya preparados en la mesa.

—Por fin pan fresco —Dewi también llegaba—. Sin ofender, Alice.

La hermana menor sonrió. Sabe que no lo dice para ofenderla, además está de buen humor también, como todos los demás.

—Mientras no les digas scones.

—También les puedes decir scones —dijo Scott.

—No, esos no son scones —Alice reprobó. Los scones eran masas pequeñas, no este tipo de pan.

Y así tuvieron otra pequeña pelea donde realmente ninguno ganó, pero tampoco nadie salió herido. Excepto los banocks de avena.

.

.

Aunque todo estaba encaminándose para los hermanos Kirkland, para los hermanos Vargas era diferente. El hermano mayor acababa de venir de visita y no podía creer el cambio que sufrió su hermana menor, la mayor de ellas. Nunca la vio tan descuidada, con aspecto tan desarreglado, menos sin maquillar levemente al menos, no a esa hora. Los fines de Felicia tenía una vida muy activa, le gustaba salir y se arreglaba aún más.

Sus padres estaban de momento más molestos que preocupados con ella, tal vez por los días en que Felicia sale y a veces llega al día siguiente a pesar de ser castigada. No es culpa de su hermana adolescente, piensa Romeo*, después de todo sus papás tampoco son muy observadores ni se toman en serio el papel de padres a pesar de que ponen reglas, sobre todo con ella a la que no pueden decirle no. Desde niña es así, lo sabe por experiencia, incluso él tampoco puede decirle que no. No es que su hermanita tenga malas intenciones, es una chica muy amable y dulce, en su mayoría, pero como toda persona y adolescente comete errores.

Sabe que es grave cuando hasta Chiara está preocupada y no cree que sea una rabieta como le pasaba a veces a ambas, negándose a salir o comer en huelga hasta que le hagan caso. Lo repite:

Ama a sus padres, mas no son los padres más responsables. Ni siquiera para notar la importancia de una ruptura, sí, está eso de que Felicia sale con más chicos de los que podrían contar y no siempre los presenta, por ello sus padres creen que no es gran cosa la relación, o eso dice Chiara, no está seguro de qué pensar de eso. No es exactamente la persona correcta para juzgar la vida de su hermana o la manera en que tiene citas, Romeo está convencido de que él es aún peor. Sería muy hipócrita decir que está mal o algo así. Como sea, ese no es el punto, para ir al grano, se trata de que se enamoró de un chico con el cual realmente no estaba saliendo porque le gustaba sino por venganza… ¿En qué diablos se había metido Felicia? Aunque, de nuevo, no puede juzgar.

En el pasado hice algo parecido… O peor.

Ambos están reunidos en la cocina pensando qué pueden hacer. Felicia apenas bajó a saludar, con los ánimos caídos y ni una sonrisa, ni preguntó cómo estaba. Volvió a su habitación. La invitaron a salir con ellos, obviamente no funcionó tampoco, a pesar de decirle que él pagará todo.

Su otra hermanita dice que deje de estar tenso, que si no funciona hay un Plan B. No sabe qué es, pero preferiría resolver esto antes de que ese plan sea necesario. No le gusta la idea de que su hermana esté deprimida.


*Seborga

Esta vez sí

Esta vez sí son dos capítulos más, lo prometo. XD