Perdón por la demora. Últimamente estuve muy ocupado con la versión inglesa, pero al menos conseguí algo de tiempo para hacer este capítulo y publicarla finalmente. Espero que lo disfruten.
Capítulo 14: Conclusión. Fin del primer enfrentamiento
14/06/2021
El cuerpo sin vida de Ichigo Kurosaki aún yacía inmóvil en el suelo sin parecer poder moverse nunca. Las pupilas de los ojos se habían oscurecido pareciendo inertes. Su boca media abierta emergía sangre que se derramo al suelo formando un pequeño charco rojo como resultado del ataque de Berseker que no solo aplasto e hizo pedazos muchos huesos, sino que destrozo los pulmones y el estómago, y por eso sangraba así después de que muriera.
Todo el mundo miraba conmocionados y horrorizados el cadáver del adolescente peli naranja.
La primera batalla se había cobrado su primera víctima.
En la parte superior del contenedor, tanto Uryū como Orihime no dejaron de mirar el cuerpo sin vida de su amigo con horror y conmoción, respectivamente. Urahara solo puso una expresión sombría con el sombrero cubriendo sus ojos.
La mente de Orihime se había quedado completamente en blanco cuando llegó a la posibilidad de que probablemente estuviera muerto, como sucedió cuando lo vio en ese estado en una de las torres de Las Noches cuando Grimmjow la sacó de la celda y la llevó hacia él teniendo un agujero perforado en el pecho. La siguiente vez fue frente a sus ojos en lo alto de la cúpula de Las Noches cuando Ulquiorra lo atravesó con un cero, que fue horrible de presenciar.
No esperaba volver a ver esta escena.
Uryū también se sintió impotente por no haber hecho nada al respecto. La verdad es que debería haber predicho que el ex Shinigami haría tal cosa sabiendo cómo es. Pero no tuvo tiempo de reaccionar ante la situación.
"¡Kono baka!"
En el carro de Rider, tanto Waver como Kon solo pudieron mirar totalmente horrorizados como el adolescente salió volando cuando Berseker lo había golpeado como una pelota de béisbol como lo hizo con Mordred antes, salvo que, a diferencia de la guerrera rubia, el pelinaranja no sobrevivió al golpe.
La mente del Master de Rider estaba en conflicto como un torbellino incapaz de entender lo que había pasado frente a sus ojos. Simplemente no lo entendía. Ichigo se había precipitado antes de que Rider pudiera realizar su carga para acudir al rescate de su aliada, solo para que el primero se adelantara para intentar salvarla, solo para que lo golpeara en su lugar y ahí es donde termino. Él no paraba de preguntarse en su mente una y otra vez por qué lo hizo.
Kon no perdió el tiempo y se bajó del carro de Rider para correr a toda prisa hacia el cuerpo de Ichigo. Llego hasta a él sin problemas y enseguida empezó a reprenderlo.
"Imbécil, ¿por qué te has muerto ahora?"
Incluso Mordred estaba en una pérdida de palabras y no sabía que pensar al respecto. Claramente su destino estaba sellado cuando el caballero negro estuvo a punto de hacerle estrellar su arma improvisada hacia ella. Ella había gruñido con rabia ante su inminente destino y maldijo su suerte por no ser demasiado fuerte para machacar a ese desgraciado y continuar su pelea con su 'padre' por donde lo había dejado.
Aquel pensamiento la había hecho mellas en su mente. Ya había olvidado la alegría de volver a encontrarse con la persona más odiada de su vida y chocar espadas contra ella. Pensó que había aprendido de su última pelea con ella en aquella colina y ahora podía luchar en igualdad con su padre, pero la repentina aparición de Berserker y su lucha contra él y el modo en como la había dejado la hizo entender qué aún estaba lejos de estar a la misma altura de su padre.
¿Cómo podía desafiarlo si ni siquiera podía vencer a ese salvaje loco?
Casi quería echarle la culpa hacia su Master por no darle ese suministro de energía que no conocía, y ser un incompetente. Sin embargo, justo antes de que Berserker hubiera realizado el golpe de gracia, había sucedido algo que ella no había esperado. Su incompetente Master había gritado de repente '¡Yamero!' antes de salir corriendo directamente hacia Berserker en un intento inútil de salvarla. Mordred trato de advertirle de que no lo hiciera, pero ya fue demasiado tarde cuando su Master salió volando cuando el caballero negro lo golpeó con el poste y cayó al suelo muerto.
Después de eso no sabía que pensar exactamente de esto. Como caballero, bueno en realidad ya no se consideraba así misma caballero después de las circunstancias pasadas, pero era una gran guerrera que había vivido muchas batallas y había derramado mucha sangre inicialmente de los enemigos del rey a quien servía anteriormente, luego cuando inició su rebelión había derramado la sangre de sus propios compatriotas que se interponía en su camino y finalmente la de su padre. Pese a que en algunas de ellas se haya visto envuelta en situaciones peligrosas que amenazaba su propia vida, ella siempre se las arreglaba para salir de esta sin ayuda de nadie, y jamás había tenido que ser rescatada por otro. No podía recordar el momento en que alguien había saltado delante de una espada por ella.
Una parte estaba enojada por ese idiota por haberse sacrificado y otra parte quería descargar toda su furia sobre el bastardo de armadura negra responsable de su muerte. Incluso en estas condiciones tan lamentables no podía evitar lanzarle la mirada más malévola posible.
Naturalmente, el caballero negro no parecía nada intimidado por eso y pronto levantó el poste para abalanzarlo hacia ella.
*SMASH*
Sin embargo, justo cuando lo abalanzó, Mordred había evitado el golpe de un brinco y aterrizó a una distancia un poco lejos, y corrió hacia donde estaba desplomado su Master ignorando el dolor que sentía por los golpes que le dieron anteriormente. Por supuesto, el caballero negro no dejo que ella se escapara tan fácilmente y fue tras ella.
Justo a mitad de camino, una lluvia de proyectiles azules luminosos parecidos a los ataques de Archer descendieron de arriba e impactaron justo delante de Berserker, quien se detuvo de seco y retrocedió por donde había venido. Una vez terminada la lluvia, fijó su atención por donde provino el ataque y vio que venía de encima de uno de los contenedores y el usuario era un chico en su adolescencia sujetando en sus manos una especie de arco circular brillante.
Mordred se paró justo delante del cuerpo sin vida de su Master y no le gustaba lo que veía. Definitivamente estaba muerto como ella temía, y sabía muy bien eso lo que significaba. Si el hecho de haber evitado el segundo ataque de Berserker fuera un alivio, esto no cambiaba demasiado su situación. La vida de un Servant dependía de la de su Master ya que es su suministro de energía lo que la mantiene atada en este mundo, y ahora sin ese vínculo, el Servant ya no vale nada y pronto desaparecería de este mundo.
Mordred se sentía muy frustrada consigo misma de que las cosas hayan tenido que terminar de esta manera ahora que por fin pudo reencontrarse con su 'padre' y ya no podía hacer nada más. Ella sentía la necesidad de culpar a alguien y sería muy fácil echársela sobre su estúpido Master si estuviera aún con vida, o también podría echársela a Rider por no haber impedido que Ichigo se precipitara como un loco, pero ya no importaba ahora.
Sin embargo, incluso si su única fuente en este mundo está muerta, todavía le quedaba algo de maná y lo utilizaría para seguir peleando hasta que se agotara y desapareciera, pero no sin antes haberse llevado a ese bastardo loco.
"¡Kurosaki-kun!"
Justo cuando el caballero rojo iba a darse la vuelta para enfrentarse al bastardo responsable de esto, escuchó una voz familiar y miró a su derecha para ver a Orihime (quien se bajó del contenedor) acercándose a ellos.
"¡Es Orihime-san! ¡Estamos salvados!" Kon exclamó con alegría cuando vio a la chica burbujeante. Sin embargo, Mordred no entendió el entusiasmo del león de peluche parlante.
"¡Rápido, tienes que llevar a Ichigo a Orihime-san!" Kon le gritó al Sirviente con urgencia.
"¿De qué hablas ahora?" Preguntó la rubia sin entender.
"Orihime-san es la única que puede salvar a Ichigo ahora. Recuerda que ella tiene poderes extraordinarios que le permite curar heridas fatales sin importar lo grave que sean, incluso puede resucitar a los muertos."
Mordred quedó desconcertada al oír eso. ¿Resucitar a los muertos? Cierto que recordó por el mediodía durante el forjamiento de la alianza con Rider, la chica habladora había mostrado unas habilidades extrañas e inusuales que haría que su madre tuviera envidia como convocar 7 hadas diminutas y hacer cosas como curar lesiones graves, pero que ella recordaba, no dijeron nada de resucitar a los muertos.
"¡Deprisa! ¡No pierdas más el tiempo y lleva a Ichigo hacia Orihime-san!" Gritó Kon una vez más con prisas.
Volviéndose hacia el caballero negro que estaba entretenido por la lluvia de flechas de Uryū, ella quería reanudar su lucha ahora que Berserker estaba distraído, pero si era cierto de que se podía salvar a su Master de las garras de la muerte, ella no desaprovecho esta oportunidad y cogió el cuerpo de Ichigo entre sus brazos y corrió hacia donde estaba la sanadora.
"¡Espérame!" Gritó Kon siguiéndola como sus pequeñas y blandas patas pudieron arrastrarlo.
Orihime se sorprendió cuando Mordred se paró frente a ella con el cuerpo de Ichigo en sus brazos. La mente de la primera vaciló cuando vio el estado de Ichigo.
"Oye, ¿es eso cierto de lo que puedes salvarlo?" Preguntó Mordred ignorando el estado mental de la otra chica. Le tomó un momento reaccionar a la pregunta de la rubia, cuando la chica de cabello naranja asintió de inmediato.
"Sí, puedo hacerlo. Necesitamos escondernos para poder hacerlo sin problemas". Entonces, las 2 chicas y el Alma Modificada fueron al escondite junto a los contenedores, y allí Mordred puso el cuerpo de Ichigo en el suelo, mientras Orihime se preparaba para curarlo.
"¡Sōten Kisshun!"
Una vez que Orihime haya pronunciado su kotodama, 2 de sus horquillas se iluminaron instantáneamente antes de salir volando fuera de su cabello y enseguida formaron una especie de barrera dorada con forma medio oval que descendió y cubrió por completo de Ichigo.
"Watashi wa kyozetsu suru!"
Una vez terminado el resto del kotodoma, la barrera empezó a realizar su trabajo, y tanto Mordred y Kon se quedaron mirando ansiosos por los resultados. Al cabo de unos instantes, el Sōten Kisshun surgió efecto cuando la sangre que brotaba de la boca de Ichigo empezó a retroceder por donde había venido hasta que no quedo nada de rojo en los labios como si nunca hubiera ocurrido, lo que le desconcertó bastante a Mordred.
'¿Qué clase de magia es esa?'
Jamás había visto un tipo de encantamiento como ese, y ni siquiera su madre sería capaz de hacer algo como eso por muy poderosa que fuera. Ciertamente esta chica fue todo un misterio, y se preguntaba qué más podía hacer.
Incluso Waver y Rider estaban mirando intrigados a distancia el extraño encantamiento de curación.
"Hmm, me pregunto si esa chica es una sacerdotisa bendecida por Artermisa." Comentó Rider mientras observaba interesado en las habilidades de Orihime.
Berserker también estaba observando en silencio el extraño resplandor dorado que emitía la chica, y difícilmente se podría decir si el caballero de la locura estaba interesado o no debido al yelmo que le tapaba toda la cabeza. Fue en un momento de inspiración que dio media vuelta hacia atrás y miró a los 2 Servants restantes, pero solo se fijó en la Saber azul. Sin dudarlo un instante, se dirigió hacia su otro objetivo.
Al ver al caballero negro venir, tanto Saber cómo Lancer se pusieron en guardia.
Fue entonces que la voz del Master del último resonó en el puerto.
"¿Qué crees qué haces, Lancer? Esta es tu oportunidad de derrotar a Saber ahora que la otra esta fuera de combate." Habló Keyneth no tolerando la asociación entre su Servant con el enemigo, y teniendo en cuenta de que Berseker solo iba a por Saber, era probable que ignorara al resto de Servants y no quería arriesgarse a luchar contra el Servant de la locura.
Lancer solo frunció el ceño por las ordenes de su Master. Como Servant, tenía que obedecerlas sin rechistar, pero eso no incluía en su código de honor.
"¡Yo, Diarmuid Ua Duibhlne, juro qué derrotaré a Saber! ¡Lo juro por mi honor de caballero!" Gritó Lancer (recién identificado como Diarmuid) tan alto para que su Master lo escuchara. "Si tanto desea ver su derrota, primero venceré a este perro rabioso. Por favor, mi maestro."
El ambiente quedo en un profundo silencio tras escuchar las palabras llenas de convicción y honor digno de un caballero, y Diarmuid solo esperaba que su Master lo entendiera.
Pero...
"Por el poder que me otorga este Sello de Comando, te ordeno…"
Los ojos de Lancer se abrieron en shock. "¡Maestro!"
Kayneth no había terminado cuando se quitó un guante blanco de su manga, rebelando sus Sellos de Comando. "Alíate con Berserker para acabar con Saber."
Todos escucharon perplejos las órdenes dadas del Master de Lancer incluso utilizando un Sello de Comando. Lancer trató de resistir duramente ante la influencia del hechizo en su cuerpo, pero el control fue demasiado fuerte en sus músculos, por lo que, con un simple y veloz movimiento, desató un ataque de su lanza hacia Saber detrás, quien esta última retrocedió evitando así el inminente ataque.
"¡Lancer!" Gritó Saber sorprendida antes de darse cuenta de que el primero trataba de resistirse ante la influencia del comando, pero era inútil.
Lancer se incorporó del todo y miro a la rubia con una expresión llena de arrepentimiento.
"Saber, lo siento…"
Eso era lo que tenía que escuchar al confirmar que era inevitable que Lancer también la atacara. Si bien no culpaba al primer caballero de Fianna por volverse contra ella, ya que esto era obra de su desgraciado Master, pero no tenía más remedio que luchar contra 2 temibles enemigos.
Con eso, se preparó para la inevitable batalla.
"Vaya, vaya, parece que esto va a empeorar". Comentó Kisuke mientras observaba este nuevo giro de eventos.
Uryū gruñó al ver esto también. Esa Saber puede no ser una de las suyas ya que ella es una enemiga, pero no podía soportar la idea de que ella se enfrentaría a 2 enemigos al mismo tiempo, además de que Lancer había sido lo suficientemente honorable como para no hacerlo, pero su Master fue todo lo contrario, siendo bastante mezquino al ver su caballerosidad y lo obligó a aliarse con Berserker. El Quincy realmente odiaba a esa clase de gente cobarde y desagradable.
Y si eso no fuera suficiente, lo más probable es que una vez que el dúo de Servants derriben al Saber azul, pongan su mirada en una Mordred herida y un Inoue que todavía está curando a Kurosaki, y eso sería un gran problema.
Para evitar esto, Uryū solo pudo pensar en una única opción y esa es neutralizar al Master de Lancer. Teniendo en cuenta de dónde venía su voz, sospechaba que no estaba lejos y podía atacarlo incluso desde aquí.
Sin embargo, el problema es que todavía no tenía idea de lo que era capaz de hacer ese hombre como mago, ya que, si podía defenderse de sus ataques, podría tomar represalias como llamar a Lancer y enviarlo a pelear donde estaban escondidos, y él no quería arriesgarse a tenerlo tan cerca de Inoue.
Fue así como se quedó sin opciones.
Entretanto, Mordred gruñó con rabia e indignación lo que estaba viendo. Aquel perro rabioso que casi estuvo a punto de matarla había decidido por suerte ignorarla, y se centró en su padre, pero no era eso lo que la molestaba. Por lo visto Lancer se había ofrecido a ayudar a su padre a luchar contra Berserker, pero su Master se mostró muy mezquino ante la asociación y fue tan lejos para usar uno de sus Sellos de Comando para que se garantizara de que Lancer se aliara con Berserker y que ambos maten a su padre.
Mordred se sintió realmente indignada por esto. En realidad, no le importaba lo que le iban a hacer a su padre, solo que no podía permitir que ellos obtengan la gloria de poder matar a su padre en este momento. ¡No! Es ella quien debería enterrar su espada en su cuerpo o decapitarla y no otro que no sea ella. Debería ser la que termine por segunda vez la vida del Rey de los Caballeros. No iba a permitir que una bestia rabiosa y un lancero se la arrebaten.
Ella volteó la cabeza hacia atrás para ver a su Master aún en proceso de curación dentro de esa extraña barrera mágica creada por esa chica. Si bien aún se mantenía escéptica por las extrañas capacidades de la otra chica, pero tenía que confiar si su Master se salvaría.
Con eso en mente, ella tomó una decisión.
"Escucha, quiero que te quedes ahí y cuide de ese idiota hasta que termine, ¿entendido?"
Orihime parecía sorprendida por sus palabras y no entendía a lo que se refería, pero justo cuando iba a preguntar, la Saber roja no perdió el tiempo en ir directamente hacia la batalla de nuevo.
"¡Saber-san!"
Justo cuando Berseker había pasado de lado de Lancer, de repente fue pateado de espalda por la Saber roja que lo envió a volar lejos y se estrelló sobre el suelo aparentemente aturdido. Lancer quedó totalmente perplejo por la acción, pero no tuvo tiempo para procesar lo que había pasado cuando vio que la otra Saber abalanzaba diagonalmente su espada hacia él, pero este último logró bloquear el ataque a tiempo.
*CLANG*
Lancer hizo todo lo posible por bloquear el ataque. Debía de reconocer que tenía bastante fuerza en ello como la de su homólogo azul, pero no tanta, seguramente porque estaría exhausta por su combate contra Berserker. Utilizando su brazo libre, Lancer deslizó su otra lanza hacia la cabeza de su atacante para tratar de empalarla, sin embargo, ella reaccionó rápidamente ante el inminente ataque ladeando la cabeza hacia un lado y la lanza solo atravesó el vació no sin antes rozar la mejilla. El Caballero de la Rebelión decidió separarse del caballero irlandés a pocos metros y se miraron mutuamente.
El lancero irlandés estaba en calma sin mostrar ningún signo de cansancio en él, aunque tampoco se pudo decir de la guerrera rubia quien lucía exhausta además de un nuevo corte de sangre en su otra mejilla, y también se mostraba muy frustrada por eso. Sin embargo, no iba permitir que eso que eso la disuadiera a abandonar el combate. Ella no hará esto e incluso en estas condiciones tan lamentables.
Lancer se quedó mirando expectante a la guerrera que se parecía bastante al Rey de los Caballeros y utilizando la información adicional que le daba el Trono de los Héroes, pudo identificar de quién se trataba.
"Ya veo, así que tú eres la Desgracia de Camelot, ¿no?"
El Caballero de la Rebelión solo dio una gran sonrisa arrogante que enmarcó la cara.
"¿Y qué si soy el que destruyó Camelot? ¿Eh?"
"No eres más que la vergüenza de los caballeros, ni siquiera mereces ser caballero." Respondió Lancer con indiferencia en su voz.
La sonrisa que adornaba la expresión de la Saber roja desapareció al instante antes de ser reemplazada por un ceño fruncido apretando los dientes con rabia y entrecerró peligrosamente los ojos por el insulto.
¿Cómo se atrevía ese bastardo a insultarla de esa manera como si fuera una escoria?
"¡Bastardooo!" Gritó mientras cargaba como una bestia enfurecida hacia su oponente.
Ella era la heredera al trono de Camelot y no dejaría que nadie le dijera lo contrario, especialmente su padre quien nunca le reconoció ese derecho, y desde entonces juró hacerle pagar por ello. Pero antes se encargaría de este maldito lancero.
*CLANG* *CLANG* *SLASH*
A pesar del ímpetu de batalla del Saber rojo que estaba dando, ella se encontraba en desventaja contra su nuevo oponente ya que aún estaba dolorida por la batalla anterior, pero ella siguió adelante tratando de ignorar el dolor.
"Te juro que me aseguraré de que sientas el doble de dolor aquí. ¡Nadie me llama escoria y se sale con la suya!" Mordred gritó enojada.
Lancer no respondió y continuó concentrándose con esa mirada indiferente que tanto odiaba el caballero rojo.
*CLANG* *CLANG*
Lancer se las había arreglado bien para defenderse de los feroces ataques de su oponente con su lanza y parecía que no iba a parar, sin embargo, poco a poco sintió que sus movimientos eran más pesados y lentos, seguramente por el cansancio. Deteniendo otro ataque, de nuevo Lancer dirigió su otra lanza hacia ella, solo que, en vez hacia la cabeza, iba directo hacia la abolladura del peto.
*STAB*
"¡Gah!"
Mordred se estremeció por el dolor punzante en su herida cuando la lanza casi se incrusto en el cofre. Ella retrocedió hacia atrás y luego comprobó la herida. Ese maldito bastardo había logrado perforar su armadura maltratada y casi lograba atravesar la carne y llegar hasta un órgano vital, pero por fortuna no lo hizo. Sin embargo, no dejaba el hecho de que podría haber estado casi al borde de la muerte y ser empalada por esa lanza.
Al igual que aquella vez en sus últimos momentos de su primera vida cuando fue empalada por la lanza sagrada de su padre que puso fin a su vida.
Mordred se encogió ante aquel recuerdo y no iba a permitir que eso se volviera a repetir nunca.
Justo en el momento en que la Saber roja iba a atacar, Berserker se levantó y puso su mirada en la Saber azul y se lanzó al ataque.
*CLANG*
Lancer notó esto y cuando estuvo a punto de intervenir, de repente notó que la otra Saber no se lo permitiría cuando esta última cargo nuevamente con la guardia baja.
*CLANG*
Lancer juntó sus 2 lanzas adoptando una forma casi de tijeras, y logró bloquear Clarent entre las 2.
"Ghr…" Mordred gruñó de nuevo al ver su ataque detenido.
Lancer entrecerró los ojos mientras resistía el ataque de su oponente. A pesar de querer acabar con la vida del caballero traidor por lo que hizo en el pasado, tenía otras prioridades más importantes como impedir que Berserker acabe con Artoria y tenía que deshacerse de esta primero.
Giró su cuerpo junto al de su oponente cuya espada aún seguía pegada entre sus lanzas hacia la derecha, captando la atención de Mordred.
"¿Qué crees qué haces?" Preguntó la Saber roja al Lancer irlandés.
En vez de responder, el caballero irlandés empujó sus lanzas hacia adelante, obligando al otro caballero separarse finalmente, y rápidamente levantó una pierna inclinada entre su muslo mientras la otra se quedó de soporte en el suelo.
*BAM*
Fue así que de la misma manera que Archer con Berserker antes, Lancer golpeó a la Saber roja de una patada en el abdomen que la obligo a estrellarse de nuevo en los contenedores. A diferencia de las 2 anteriores, el impacto no fue tan brutal, pero la había dejado un poco aturdida pero no inconsciente.
Orihime escuchó desde a larga distancia el golpe y miró a Mordred estrellarse nuevamente.
"¡Saber-san!"
El caballero rubio salió de su aturdimiento y miró rabiosamente a Lancer. Este último lo miró con indiferencia, levantó su lanza roja y se la lanzó hacia la rubia.
"¡Saber-san, CUIDADO!"
*STAB*
"¡AAAAH!"
La lanza roja quedó incrustada en el muslo izquierdo de la rubia haciendo que ella gritara de dolor.
"¡Saber-san!" Gritó Orihime en pánico antes de salir corriendo hacia donde estaba empalada Saber.
"¡Inoue-san!" Gritó Uryū tratando de detenerla, pero ella no lo escuchó.
Lancer decidió ignorar a la Saber roja ahora incapacitada y decidió ayudar a la otra. Poco después llega Orihime para socorrer a su Saber.
"¿Estas bien, Saber-san?"
"¿Qué estás haciendo aquí, idiota?" Protestó Mordred a la peli naranja. "Deberías estar con Ichigo."
"Kurosaki-kun está bien." Respondió Orihime antes de agacharse hacia la pierna empalada de la rubia para ver la herida. Tal como pensaba no tenía buena pinta, pero podría tratar con ella. "Aguanta, esto va a doler." Aviso Orihime antes de coger la lanza con ambas manos, Orihime trato de empujar hacia atrás para tratar de extraerla del muslo.
Mordred siseó de dolor mientras Orihime hacia grandes esfuerzos por retirarla, pero no podía. Estaba bien encajada.
Entretanto, justo cuando Lancer iba a intervenir de nuevo en la pelea entre Berserker y la Saber azul, de repente su cuerpo dejó de obedecer las órdenes de su cerebro, y de inmediato supo por qué.
"¡Lancer, pensé que te había ordenado que no atacaras a Berserker y que te aliaras con él!" La voz de Kayneth hizo eco en el puerto.
Lancer frunció el ceño al escuchar las órdenes de su Master. "¡Pero maestro!"
"No tolerare más tu desobediencia. Además, esa otra Saber aún sigue con vida. Mátala de una vez."
Orihime y Mordred se encogieron al oír eso, y esta última sólo podía mirar con rabia al ver que esto aún no había terminado y luego se fijó en Berserker aun luchando contra su 'padre' y se dio cuenta de lo lejos que estaba para unirse a la lucha.
"¡Berserker…!" Gruñó Mordred con despreció.
De repente como si la hubiera escuchado, Berserker dejó de atacar a Artoria y fijó su atención a la otra rubia que tenía la pierna izquierda discapacitada. Sin dudarlo, dio un poderoso salto en el aire y aterrizó a pocos metros frente a las 2 chicas. Las 2 se congelaron cuando el caballero negro fijó su mirada en ellas como un guepardo hacia su presa.
"¡Inoue-san!" Gritó Uryū preocupado al ver a Berserker frente a las chicas.
"¡Orihime-san!" Gritó también Kon preocupado.
Berserker comenzó a caminar lentamente hacia donde estaban ellas, y estas últimas no podían hacer otra cosa que mirar algo temerosas del peligro que se aproximaba.
"¿A qué estás esperando, idiota? ¡Huye, que él solo viene a por mí!" Avisó Mordred a la otra chica quien esta última miraba casi paralizada por el miedo.
Orihime apenas escuchó las palabras de la Servant rubia mientras su mente se dirigía hacia el monstruo oscuro que había causado tantos problemas a Mordred y casi mató a Kurosaki. Su mente todavía dudaba en huir y abandonar a la rubia a su suerte a pesar del miedo que sentía al presenciar de lo que este monstruo era capaz antes. El miedo que sintió fue comparable cuando vio a los primeros Arrancar llegar al mundo de los vivos, y ese grandullón Yammy casi mató a Chad de un solo golpe.
'¡No! No debería pensar en eso ahora...'
Ella tenía razón. No podía dejarse llevar de nuevo por el miedo. Había pasado por esto antes, y no iba a dejar que la dominaran de nuevo. ¡Tenía que proteger a sus amigos!
Con esa resolución, la chica decidió enfrentarse al caballero oscuro.
El caballero negro cortó la distancia entre ellas y extendió la mano para alejar a la primera molestia.
"¡Santen Kesshun!"
Las otras 3 horquillas se iluminaron como las demás, antes de salir volando de su cabello e inmediatamente formar una barrera dorada en forma de triángulo justo en frente entre Orihime y Berserker. El puño del caballero chocó con la barrera mágica y de repente fue desviado por el contacto como si algo lo hubiera repelido.
Todos los que no lo sabían se quedaron perplejos mientras observaban la exhibición mágica. Berserker decidió golpear la barrera de nuevo, solo que, con más fuerza posible, pero Orihime ya estaba preparado para esto.
"¡Tsubaki!"
Añadiendo una cuarta horquilla más al escudo, Berserker dio su golpe más fuerte, pero en lugar de romperlo, el escudo pareció absorber el golpe y Tsubaki aprovechó la oportunidad para devolverlo.
*BOOOM!*
Como una explosión instantánea, el caballero negro salió volando por donde vino como si hubiera sido golpeado por una poderosa onda de choque y se estrelló un poco lejos.
Todos se quedaron perplejos al ver esto. ¿Esa extraña chica había logrado lanzar a esa peligrosa bestia por los aires?
Uryū y Kon también se quedaron sin palabras al ver el nuevo ataque de la chica, ya que era la primera vez que lo veían. Se suponía que el Santen Kesshun era una técnica defensiva del Shun Shun Rikka que consistía en repeler el ataque enemigo a través de una barrera de forma triangular como acaban de ver. Sin embargo, eso no incluyó una explosión instantánea que ocurrió repentinamente en el momento en que Berserker conectó su puño con la barrera como si la técnica se hubiera vuelto ofensiva.
Uryū se preguntó si este fenómeno era el resultado del intenso entrenamiento que Orihime había estado haciendo con Chad en estos 17 meses.
"¿Qué acaba de hacer?" Lancer preguntó todavía aturdido por lo que vio.
Solo un momento después, el caballero negro se levantó del suelo nuevamente, cojeando por el último ataque y reanudó su marcha hacia las chicas. Orihime se puso en guardia listo para lo que venía de nuevo.
"¿Puede seguir de pie después de eso?" Preguntó Uryū sorprendido por la resistencia que tuvo el monstruo luego de haber soportado muchos golpes.
"Hmm, debo admitir que es bastante resistente, como se esperaría de alguien de su clase." Comentó Kisuke mientras observaba la forma oscura de Berserker caminar con dificultad. "Sin embargo, creo que ya debería haber llegado a su límite. Su Master ya no debería estar soportando tal agonía."
Ishida levantó un poco la cabeza para mirar expectante al comerciante sin entender lo que quería decir.
Incapaz de soportar este insoportable dolor interno, el Master de Berserker se agachó en el suelo y.… vomitó sangre de su boca. Después de un momento de jadear como un animal moribundo, la persona habló.
"¡Maldito Berserker ...! Le ordené que solo atacara a Archer y a nadie más..."
Todo su cuerpo temblaba violentamente, sus venas se hinchaban como si estuvieran a punto de explotar. Ya no podía soportar esta cruel tortura de enviar su energía mágica hacia su sirviente sin el riesgo de que le restara su energía vital y colapsara como resultado.
¡No!
Todavía no podía morir ahora. No ahora. Todavía tenía una misión que cumplir ...
Fue así que levantó una mano con sus Sellos de Comando y dijo lo siguiente.
"Berserker, te ordeno que regreses aquí y dejes la pelea."
El sello se encendió instantáneamente y una sección desapareció.
Justo cuando el caballero negro dio otro paso, de repente se detuvo abruptamente y no continuó más. Todos vieron esta acción con expectación, esperando un posible movimiento. No fue así cuando de repente su cuerpo se desvaneció en un susurro de polvo negro.
"Cómo podrás observar, nuestro querido amigo ha decidido dejarnos en esta agradable velada." Comentó Rider al ver como Berserker desapareció, seguramente porque su Master lo habría ordenado. Una vez que todo estaba en calma, Rider se fijó en el lugar donde se suponía que debería estar el Master de Lancer.
"¡Escucha, Master de Lancer, no voy a seguir tolerando esto por mucho más tiempo!" Gritó Rider tan alto como pudo para que el primero lo escuchará. "No oses interferir jamás en el duelo de dos honorables caballeros con tus artimañas. Más vale que órdenes a Lancer que se retire de inmediato. De lo contrario, si sigues humillándolo de esta manera, me uniré a los 2 Sabers. Dudo que solo Lancer tenga posibilidades contra nosotros tres. ¿Qué harás?"
Desde su escondite, Kayneth se burló con dureza al ver cómo ahora todo se volvía en su contra. Ciertamente había estado seguro de que, junto con Berserker, podría haber ganado esta primera ronda, pero ahora que Berserker se había ido y el Rey de los Conquistadores se había unido a los 2 Sabres, sus posibilidades de ganar eran nulas. Se sintió completamente deshonrado, pero logró escupir las palabras a regañadientes.
Fue así que decidió retirarse a regañadientes del combate.
"¡Retírate, Lancer! Se acabo por hoy."
Tras ese comando, Lancer pudo finalmente recuperar el control de sus extremidades, lo cual fue una señal inequívoca de que estaba libre de la influencia del primer sello. Levantó un brazo para verse la mano, abriéndola y cerrándolo para confirmar su dominio ahora sobre sus músculos, y una vez visto los resultados satisfactorios, el Lancer irlandés se dirigió hacia donde estaba la Saber roja con su otra lanza aún empalada en su muslo izquierdo.
Viendo cómo Lancer se aproximaba hacia ellas lentamente, Orihime se puso en medio con una pose de defensa con los brazos extendidos en cada lado. Lancer se detuvo momentáneamente.
"Solo vengo a recuperar mi lanza. No te preocupes."
Orihime apenas bajó la guardia algo insegura sobre las intenciones del Servant enemigo, pero este último no dijo nada más cuando reanudo su marcha tranquilo. Con un poco de vacilación, Orihime se hizo a un lado dejando pasar a Lancer hasta pararse frente al caballero traidor. Esta última seguía mirándolo con rabia y recelo, pero este lo ignoró mientras solo se fijaba en su lanza aún empalada en el muslo. Sin perder ningún tiempo, puso su mano libre en la empuñadura de la lanza y con prisa, la extrajo de la pierna.
"¡Gaaaah!" Mordred lanzó un pequeño grito de dolor al sentir como se le extraía la lanza roja de su pierna y cayó de rodilla.
"¡Saber-san!" Gritó Orihime preocupada mientras fue a socorrerla.
Mirando un poco la punta de su lanza ensangrentada con la sangre del traidor, Lancer se volvió hacia Rider.
"Tienes mi gratitud, Rey de los Conquistadores."
El Servant grande le dio una gran sonrisa amistosa en la cara.
"No pasa nada, hombre. Me encanta ver cómo florecen las flores en el campo de batalla."
Con un asentimiento de respecto se volvió hacia la Saber azul quien esta última da un asentimiento de cabeza, y este lo mismo antes de que su cuerpo se desvaneciera de la vista.
"¡Inoue-san!" Inoue escuchó el grito de Ishida y volteó hacia la izquierda para ver a este último correr hacia ella.
"¡Ishida-kun!"
El Quincy llegó a donde estaba Inoue con una Mordred herida con seguridad. "¿Estas bien?"
"Sí." Respondió la chica peli naranja antes de volverse hacia Mordred. La primera apoyo el brazo blindado del último alrededor de su cuello antes de poder levantarla con poco esfuerzo hasta ponerse de pie. "¿Cómo esta Kurosaki-kun?"
"Ya está casi recuperado, no te preocupes."
Orihime sonrío aliviada al oír eso, y aunque Mordred no lo mostraba, también estaba aliviada de que ese idiota aún estaba convida. Así podría reprenderle sobre lo que hizo.
"Oi, ¿estás bien?" Los 2 adolescentes vieron como Rider aún montado en su carro se acercó a ellos y se detuvo a unos metros de ellos para inspeccionarlos. "Me alegro de ver que están bien. Buen trabajo".
Los 2 adolescentes no pudieron decir si estaban agradecidos por el enorme cumplido del Servant considerando que no los había ayudado cuando más lo necesitaban y él permaneció al margen, excepto cuando intervino para persuadir al Maestro de Lancer de que dejara la pelea. A pesar de la incertidumbre que sentían, querían respuestas.
"¿Por qué no fuiste a ayudarla, Rider?"
"¿De qué estás hablando?" Rider preguntó un poco confundido. "¿No recuerdas que mientras estábamos forjando nuestra alianza, tu Saber y yo acordamos no interferir en el combate del otro? He cumplido mi palabra y ya le había advertido que, si alguna vez estaba en serios problemas, no estaría allí para salvarla."
Mordred gruñó al escuchar eso. Como si alguna vez tuviera que ser salvada por un maldito bárbaro.
"Por cierto." Rider dijo ahora mirando a Orihime. "Lo que has hecho antes con ese negro loco ha sido increíble, chica. Definitivamente eres una buena luchadora."
Orihime no pudo evitar sonrojarse ante el enorme elogio del Servant.
"Ano…"
Uryū y Orihime se pusieron en guardia al escuchar una voz muy cerca de ellos y vieron de que se trataba de la mujer albina que se supone que era la Master de la otra Saber. Ella estaba a pocos metros de ellos con una cara de preocupación. Cuando ella se puso a vista de los 2 adolescentes y de la Saber roja, no pudieron evitar mirarla extrañados por su apariencia poco inusual en sus rasgos. Se notaba que no era japonesa y debía de ser occidental, pero su distinguido cabello plateado, piel pálida y extraños ojos carmesí indicaban que no parecía ser humana de alguna manera. De hecho, era algo poco común verla.
"Vosotros dos sois amigos del aquel chico, ¿verdad?" La mujer hablaba en un dialecto al que Uryū pudo reconocer bien como alemán, y en el modo en que habla parecía… ¿preocupada?
"¿Esta bien ese chico?"
Uryū y Orihime solo podían mirar sin comprender por la reacción de la extraña mujer. Se suponía que eran enemigos en esta guerra, ¿y de repente se preocupa por ellos?
"Me he dado cuenta de que sois muy jóvenes, ¿cuántos años tenéis?" Preguntó la albina a continuación.
Los adolescentes no podían creer lo que estaban escuchando. ¿De verdad está preguntando eso ahora? ¿Qué pretende?
"¡Irisviel!"
Ahora los adolescentes se volvieron hacia la fuente de la otra voz siendo la otra Saber quién se apresuraba en llegar hacia la mujer albina. Cuando la Saber azul se paró al lado de Irisviel los ojos de los adolescentes se agrandaron en shock al verla de frente un poco cerca, mientras Mordred solo daba una mirada de rabia y odio hacia ella.
Cabello rubio dorado.
Ojos esmeraldas.
No cabía la menor duda de que ella era exactamente idéntico a su Saber como si fueran gemelas, e incluso se fijaron a esta última para confirmarlo.
"Sí, estoy muy bien, Saber." Respondió Irisviel con una sonrisa antes de volverse hacia los adolescentes atónitos.
"Disculpad, sé que no debo hablar con vosotros teniendo en cuenta de que somos enemigos en esta guerra, pero no dejo de preguntarme si alguno de vosotros o aquel chico al que Berserker mató era el Master de ella." Hablo ella con solemnidad hacia los adolescentes.
Los amigos de Ichigo estaban casi sin palabras y se mostraban casi vacilantes de querer responder, pero enseguida Uryū recupero la compostura y habló.
"Para responder a tu pregunta; sí, aquel chico es el Master de nuestra Saber, y a pesar de haber recibido aquel golpe mortal, podemos salvarle e impedir que muera."
La expresión de la mujer se alivió ligeramente al escuchar eso.
"Menos mal."
Antes de que cualquiera pudiera preguntarle sobre porque se mostraba tan preocupada, la Saber azul habló también.
"Sera mejor qué nos vayamos de inmediato."
"¿Eh? vale." La albina respondió antes de volverse hacia los adolescentes e inclinarse levemente en señal de respeto. "Espero que tengan cuidado".
Ella y su Saber se volvieron y comenzaron a alejarse, pero uno no quería que eso sucediera.
"¡Espera! ¿A dónde crees que vas?" El Saber rojo de repente ladró para sorpresa de los amigos de su Amo. "Estoy hablando contigo."
La Saber azul no se detuvo y siguió caminando ignorando las llamadas de su persistente hijo.
"¡Aún no hemos terminado! ¡Lucha conmigo!"
"¡Saber-san!" Orihime exclamó preocupado.
"¿Qué estás diciendo ahora?" Uryū preguntó confundido. "Ya no estás en forma".
Desafortunadamente, Mordred ignoró las palabras de los adolescentes mientras seguía mirando desafiante a su padre. Este último también la miraba en silencio sin decir nada con una expresión ilegible en su rostro y ojos apáticos. Decidió mirar al frente y seguir caminando.
Esto enfureció más a Mordred.
"¿A dónde vas? ¿Me estás ignorando de nuevo como cuando te revelé mi linaje? ¿¡Vas a ignorarme de nuevo como un mero error que no valdría la pena tu tiempo como esa vez en esa maldita colina!?"
Esta vez la expresión de la Saber azul vaciló un poco al escuchar eso, pero decidió no mostrárselo a nadie y siguió adelante.
Mordred apretó los dientes con pura rabia al ver esto y no iba a permitir que la ignoraran de nuevo.
"¡Maldito seas, no te escapes!" Gritó mientras trataba de lanzarse hacia ella a pesar de que los adolescentes se esforzaban por contenerla. "¡Te dije que no huyeras, ARTHUR!"
De repente, Uryū y Orihime se congelaron al escuchar lo último que dijo. ¿Arthur?
Fue así como Mordred logró liberarse de sus captores y se dirigió directamente hacia su padre, pero después de unos pocos pasos, el dolor en su muslo izquierdo le pasó factura, obligándola a perder el equilibrio y desplomarse de rodillas al suelo. . Artoria vio esto y no pudo evitar sentir un poco de pena por ella, pero no se pudo hacer nada. El destino fue realmente cruel y sin escrúpulos. Con eso en mente, continuó alejándose.
Mordred miró hacia arriba mientras su padre continuaba ignorándola mientras se alejaba de ella como algo que no valía la pena ver. Esto la enfureció aún más y trató de levantarse de nuevo, pero el dolor la obligó a quedarse en el suelo impotente.
"¡Saber-san!" Orihime gritó de preocupación mientras ella e Ishida corrían hacia ella para ayudarla. "¿Estás bien?"
Mordred ignoró por completo a la otra chica mientras escondía su rostro en el suelo, ocultando la ira, la tristeza y la humillación que sentía al sentirse tan indefensa en estas condiciones por no hacer nada y demostrar que estaba a la misma altura que su padre, pero la realidad era tan lejos como la distancia a la que se encontraban.
Patético.
Realmente patético.
Simplemente, todavía estaba lejos de ser tan fuerte como ella.
"¡Mierda!" El caballero maldijo mientras golpeaba su puño blindado contra el pavimento causando un pequeño agujero.
Ninguno de los dos se atrevió a preguntar sobre el comportamiento atípico del caballero mientras miraban a este último con nostalgia y confusión.
Y así terminó la primera batalla.
