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Ice Stars

Capítulo 2

Competencia

Las últimas notas musicales de una melodía clásica dieron por terminada la rutina de una patinadora que, en medio del hielo, se aguantó el llanto y sólo se despidió del público con una fingida sonrisa. Le había ido fatal, y decepcionada con su desempeño salió de la pista con la cabeza baja, mientras los aplausos para ella resonaban por todo alrededor.

"No te preocupes, no pasa nada"

Eso y otras palabras de consuelo fue lo que alcanzó a escuchar Hinata Hyuga, viendo como a aquella patinadora que recién había terminado su rutina era acompañada por su staff hasta el área donde se anunciaban sus resultados.

"9no Lugar"

Observó la chica de ojos plateados en el tablero, viendo como después aquella patinadora se alejaba haciendo un berrinche, mientras que los comentaristas seguían diciendo que nadie podría quitar a Ino Yamanaka de su primer puesto, el cual con su indudable talento se había ganado casi sin mucho esfuerzo, consiguiendo una buena puntuación tanto en el programa corto (78 puntos de 100) como en el largo (143 de 200). Tenía un total a vencer de 221 puntos.

Hinata suspiró nerviosa, y más nerviosa se puso cuando anunciaron a la siguiente patinadora, otra chica local que después de interpretar su rutina le cedería el paso a otra patinadora y finalmente seguiría ella.

Trató de tranquilizarse, sin embargo ver el fatal 70 que consiguió durante el programa corto no le ayudó mucho, si es que quería quedar en primer lugar o al menos por encima de Ino tenía que hacer al menos 152 puntos en el programa largo.

— "Tengo que confiar, tengo que confiar" —se repitió así misma, tratando de tranquilizarse, pero sus manos temblaban.

Quiso atribuirle aquel hecho a que, en una pista de hielo, todo obviamente estaba heladísimo, así que para calmar el supuesto frío que tenía, metió sus manos en los bolsillos de la chaqueta deportiva que la abrigaba, sintiendo algo que tenía guardado por dentro: unos boletos de entrada.

Los sacó de su bolsillo y con una triste expresión, vio que no los había utilizado, no al menos con el propósito con el que se los habían dado: Invitar amigos.

La asistente de su padre siempre le daba, con el argumento de que eran para que invitara a sus amigos a que la apoyaran, pero lo cierto era que ella estaba tan ocupada con eso del patinaje que no tenía muchos amigos, ni siquiera su primo Neji iba a verla, menos su padre, y a su pequeña hermana le había tocado tener clases vespertinas así que no había podido acudir, aunque…

Suspiró. Sí había algunas personas que había querido invitar y que por tímida o cobarde, simplemente no lo pudo hacer, entre esas personas figuraban su exentrenadora Kurenai y también ese muchacho: Naruto Uzumaki y a todo ese grupito de skaters.

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Meses atrás…

Cubierta casi por toda la capucha de su chaqueta, Hinata caminaba desanimada por lo largo de los pintorescos parques de su comunidad, se suponía que debería estar trotando, haciendo su usual entrenamiento; sin embargo, ese día tenía los ánimos por los suelos. El motivo: su padre había despedido a su entrenadora de años, su muy apreciada entrenadora Kurenai y todo porque esta había comenzado una relación con un entrenador de la competencia, aunque su padre argumentó que había sido porque no veía resultados con ella y que su método de entrenamiento era de poca calidad.

No se le hizo justo, pues todo lo que sabía del patinaje Kurenai se lo había enseñado, pero lamentablemente no podía protestar; cuando su padre ordenaba algo se tenía que acatar, y tal era la cosa que ahora tenía un nuevo entrenador que no le terminaba de gustar, no porque fuera malo o inexperimentado, simplemente era porque no era su entrenadora Kurenai; sin embargo, después de investigar un poco se enteró que su maestra había logrado encontrar trabajo enseñando patinaje sobre ruedas en el parque, así que, fingiendo que haría su cardio alrededor del parque, fue en busca de ella para al menos disculparse por lo que su padre había hecho.

Pero ya le había dado 3 vueltas a todo el lugar y nada, y para colmo ya tenía que volver, no debía tardarse más de lo indicado o si no sería reprendida, así que cabizbaja se dispuso a volver cuando…

¡CUIDADO!

De repente sintió como si alguien la empujara, pero antes de que pudiera caer esa misma persona la tomó de ambos brazos y la hizo dar una vuelta extraña como si estuvieran bailando.

¿Qué había pasado?

Levantó el rostro confundida encontrándose con una radiante pero a la vez apenada sonrisa.

¡Disculpa! ¡Es que iba muy rápido y de reversa, para cuando me giré estabas muy cerca!

Hinata no mencionó nada, pero curiosa bajó la mirada, viendo que aquel muchacho andaba sobre unos patines en línea de color negro con anaranjado.

¿Estás bien? ¿No te lastimé?

Acercó el muchacho su rostro al de ella, y Hinata al levantar la mirada se sintió sumamente abochornada. Nunca nadie se le había acercado tanto.

Oh… perdón, no quise incomodarle, señorita… —se disculpó el joven más formalmente.

De- descuida. —alcanzó a pronunciar ella, muy tímidamente. —Estoy bien… lindos… patines. —agregó para tratar de amenizar la conversación, aunque luego se sintió sumamente estúpida.

¿Eh? ¿Te gustan? ¡Son geniales! ¡¿Verdad¡! ¿Tú patinas?

eh… bueno yo…

Si quieres aprender, hay un lugar donde te pueden enseñar, hay clases para todas las edades y varias actividades aparte si solo quieres pasar el rato

Hinata vio hacia donde el muchacho señalaba y era exactamente el lugar a donde había ido a buscar a su maestra.

Allá voy casi todos los días a practicar. —siguió hablando el muchacho. —En fin… me tengo que retirar, se me hace tarde para la hora de mi entrenamiento…

Eh…ah… sí…

El muchacho se retiró sin más y Hinata se quedó boquiabierta, algo dentro de ella quiso que esa interacción hubiera durado un poco más, y cuando se giró para retomar su camino, pensando que aquello quedaría sólo como un encuentro casual algo pasó.

¡Por cierto, soy Naruto Uzumaki! ¡ven a aprender a patinar cuando quieras!

Dicho aquello el muchacho se fue deslizándose en sus patines, y Hinata no pudo hacer nada más que enrojecer de la pena, y sentirse nuevamente como una tonta al no haberse podido presentar formalmente, aunque eso no hubiera podido ser, porque ella era algo así como una figura pública y de repente podía llegar a ser perseguida por reporteros o acosadores.

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Hinata suspiró de nuevo despertando de sus pensamientos al ver como la otra competidora terminaba con su rutina, y pasaba la siguiente al mismo tiempo que le daban resultados a la anterior; sin embargo al ver el traje blanco que llevaba puesto aquella chica hizo que su mente volara nuevamente hacia aquellos recuerdos en donde finalmente, después de varios días de sólo observarlo a lo lejos, pudo presentarse formalmente con Naruto y ver a su exentrenadora Kurenai, aunque con lo primero, ciertamente se llevó una pequeña decepción debido a dos inconvenientes…

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A veces se sentía como una pervertida acosadora, pero Hinata no podía evitar observar a Naruto Uzumaki practicar cada vez que ella iba a hacer su entrenamiento de cardio los días que la dejaban salir.

De tan sólo verlo lo consideró como un chico lindo y atento, además que era muy bueno patinando sobre ruedas, aunque si le había tocado verlo caer dolorosamente más de una vez, pero siempre se levantaba con una sonrisa plasmada en el rostro y solamente continuaba.

"Si te gusta lánzate, no seas tonta hermana mayor. En estos tiempos una chica no debe esperarse a que el chico le hable, sino te lo van a volar..."

Le había aconsejado su hermanita, la cual por lo visto era mucho más atrevida que ella, sin embargo Hinata no consideraba que aquel muchacho le gustara, no como para "atreverse" a tanto.

Sólo me… gusta… verlo

Suspiró, pensando en sus contradictorios pensamientos que le decían que tal vez ese muchacho si le gustaba (de vista) pero que de igual modo no conocía, y claro, no podría conocerlo si no se atrevía a acercarse y hablarle como supuso cualquier persona normal haría.

¡Lo intentaré!

Pensó decidida, acercándose a ese espacio abierto en el parque que se usaba para practicar con patines o patinetas, sin embargo, no llegó muy lejos pues su cuerpo se paralizó en cuanto divisó a aquel muchacho haciendo uno de sus usuales saltos entre las rampas, y la cual la dejó completamente fascinada, hasta que…

¡Eh, tú! ¿Qué le ves a mi novio?

Se sobresaltó al escuchar una voz detrás de ella, y asustada se giró viendo que era una chica de cabello platinado, que andaba en un pequeño vestido como el de las patinadoras sobre hielo de color blanco, la diferencia es que ella andaba en patines quad.

Se veía muy molesta.

Ah… yo…—trató de ocultarse entre la capucha de su chaqueta, completamente avergonzada.

Estás viendo a mi novio ¿no? ¿A Naruto?

¿Novio? —repitió Hinata mentalmente, y decepcionada quiso que la tierra se la tragara.

¡Shion! ¡¿Qué pasa?

Entonces escuchó esa voz, y Hinata estaba que se quería ahogar dentro de su chaqueta, no podía con todo el bochorno que sentía, y que empeoró cuando Naruto apareció frente a ella.

¡Ah! ¡Eres tú! —la reconoció él de inmediato. —¿Vienes a inscribirte?

¿Qué tonterías dices? ¿De dónde la conoces? —reclamó la otra chica de brazos cruzados.

Naruto rio, rascando su cabello.

Es que una vez choqué con ella, yo iba de reversa y la muy lela iba distraída… sin ofender.

—"¿lela?" —Hinata sintió congelarse con esa descripción.

Entonces me dijo que le gustaban mis patines y yo le dije que podía venir a aprender a patinar cuando quisiera.

¡Ja! ¿en serio? Pues yo no creo que lo necesite… porque esta niña es otra clase de patinadora. ¿no es así? —comentó Shion, arrebatándole la capucha de la cabeza.

¡Oye! ¿Qué haces? —reclamó Naruto al ver tal rudeza.

¿no es así? —ignoró su "novia", viendo de abajo hacia arriba a la Hyuga—Este lugar debe ser como un basurero para una reinita como tú.

Naruto miró a ambas chicas extrañado, mientras que Hinata se sintió ahora ofendida con aquella insinuación.

¿Qué? ¿Qué pasa?

¡Ah! ¡Naruto! ¿Qué no la reconoces? ¡Es Hinata Hyuga! Patinadora artística sobre hielo.

¡Eh! ¡De veras! Entonces… ¡Eh! ¡¿Qué?! ¿Ya sabes patinar?! ¡¿Sobre hielo?

A Hinata no le quedó de otra más que afirmar lo dicho.

¡Ah! ¡Es cierto! ¡Eres tú! —reconoció el rubio finalmente, completamente fascinado. —¡Hinata Hyuga! ¡Ah! Eres más bonita en persona… ¡De veras!

Hinata enrojeció por el halago, pero su cara se hizo roja por completo cuando Naruto la tomó de las manos.

Esta es mi oportunidad, ¿puedo pedirte un favor?

Eh… ¿qué?

¡¿Conoces a Sakura Haruno?! ¡Ella me encanta! ¡Me encanta como patina! ¡Si la conoces dile por favor que hay alguien aquí que quiere ser su novio!

¡¿Qué? —gritó Shion enrojecida.

Y tanto ella como Hinata se sintieron congelarse con aquella declaración, la última también notando, que la otra tipa le había mentido, cuando esta le reclamó a Naruto que no dijera tales cosas y él ni siquiera le prestó atención.

Por favor…

¿Sakura Haruno? La… la conozco… pero casi no le hablo. —respondió ella, zafándose de sus manos.

Ouh… que lástima.

Yo… de hecho…vine a buscar a la entrenadora Kurenai… ¿la conocen? —dijo Hinata, armándose un poco más de valor y cambiando por completo el tema para así evadir el hecho de que esa persona que le gustaba admirar admiraba ya a alguien más.

Ah… sí, la maestra Kurenai… sí, ella entrena niños aquí, pero después de medio día… si quieres puedes esperarla, no debe tardar en llegar.

Oh… sí, muchas gracias…

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Y eso fue todo, a partir de ese momento comenzó a hablarle más a Naruto y por fin se encontró con su exentrenadora, aunque para su desdicha cada vez que se hablaba de patinaje sobre hielo, su ahora amigo siempre le hacía ver lo mucho que le gustaba Sakura, aunque ahora agregaba que también la apoyaba a ella, y la última vez que lo vio, él le dijo que la apoyaría viendo la competencia desde su televisión.

Entonces Hinata reflexionó algo, Naruto bien hubiera podido disfrutar la competencia en vivo, si ella se hubiera atrevido a invitarlo, pero pensó que tal vez no lo había hecho por el temor de que Naruto y Sakura se conocieran. ¿Había sido por eso?

—Que tonta soy… las probabilidades son bajas, además… Naruto apoyaría a las dos, aunque a ella no la conociera. —pensó nostálgica, observando a lo lejos a la chica de cabello rosa y la cual a su perspectiva siempre mostraba mucha fuerza y seguridad durante las competencias, y más por como confrontaba a la favorita de todos: Ino, sin importarle lo que los demás dijeran.

Una parte de ella deseaba tener la determinación y el valor que siempre mostraban esas dos.

—Ah… por fin te encuentro, Hinata.

Sintió un horrible escalofríos al escuchar esa voz y la piel se le enchinó al sentir dos manos posándose sobre sus hombros.

—Es tu turno, querida.

—Entrenador Toneri…—musitó Hinata, recobrando el aliento después de tremendo susto, sintiendo como ese hombre le quitaba con sutileza la chaqueta, era muy extraño, pero le resultaba muy incomodo su toque.

—Demuéstrales de que estás hecha, el resultado de tu entrenamiento recuerda lo que está en juego.

—¿Lo que está en juego?

Hinata entonces reaccionó y viendo al tablero de puntajes, vio que la otra chica había avanzado al quinto lugar. Suspiró hondamente. Era cierto, por el momento no podía estar pensando en muchachos o arrepentimientos, había ido a ganar, y tal como Kurenai le había dicho en la última plática que sostuvieron, era hora de que les demostrara a todos de que era digna de ser una de las elegidas para ir a las olimpiadas.

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Mientras tanto, por otro lado…

Sakura se estiraba y hacía flexiones cerca de la pista, en donde tenía una excelente vista de la competencia.

—Hmph…9no lugar. —sonrió al ver los resultados de una chica.

No es que le alegrara el infortunio de las demás, pero así la competencia se iba reduciendo, y ella tenía como meta el primer lugar, algo que le asegurara el tener el puntaje suficiente para las siguientes selecciónales y posteriormente las olimpiadas.

Y al parecer su único obstáculo por el momento se llamaba: Ino Yamanaka.

— "Brinca la tablita… yo ya la brinqué… bríncala de nuevo… yo ya la "pisoteé""

Esa irritable voz— gruñó Sakura para sus adentro, encarando a la odiosa dueña de esa voz y la cual con una sonrisita burlona se acercaba a ella, presumiendo a leguas todo lo que tenía: su costoso traje, chaqueta, así como un adecuado peinado y maquillaje. Sin olvidar todos los ornamentos.

—¿Aún crees que puedes vencerme, frentona? Aún hay tiempo para que renuncies, el pasillo hacia la salida es muy grande.

—¿Tan ancho como para que quepas Ino cerda? —se la devolvió esta con desdén.

—Tan ancho como para que mi perfecto cuerpo pase con la medalla de oro. —presumió esta su figura. —Por cierto, tu apariencia va de mal en peor, deberías demandar a quien diseña tus trajes, si es que tienes uno, Iugh…ese diseño es tan de los 80's, y qué onda con ese cabello… ¿en qué peleas de perros te has metido, frentona?

—Que idiota, por si no lo sabías me corté el cabello porque a "alguien" le gusta más así.

Ino rio con sonora burla.

—¿A quién? ¿A Sasuke Uchiha?

Sakura se hizo la desentendida con una sonrisita, desde hace tiempo sabía que a su rival le "agradaba" el mismo hombre que a ella, si es que aun le agradaba.

—Es mentira, a Sasuke le gustan las chicas con cabello largo. —presumió Ino su coleta. —Además… él nunca saldría con alguien que es tan poca cosa, o sea… alguien como tú.

—Ay, pobre Ino… ¿envidia? ¿Porque me la paso entrenando cerca de él? ¿casi del alba al anochecer? —presumió la de cabello rosa y traje rojo.

Ino se irritó ante aquella insinuación, aunque luego se tranquilizó, viendo tanto a su rival como la otra chica que había salido de la pista y que no estuvo ni cerca de quitarle su puesto, notando después como Hinata Hyuga se adentraba a la pista, ella era la penúltima y Sakura la última.

—¿Envidia? ¿Yo? ¿Por qué? ¿Qué no ves? —señaló el tablero. —Parece que ya se decidió quien será la ganadora… perdedora. —se retiró lentamente. —Y por cierto, podrás entrenar cerca de Sasuke… pero él será mío.

—Sigue soñando, Ino. —objetó Sakura con fastidio rodando los ojos.

—No lo sueño, te lo estoy afirmando, porque justo mañana tengo una cita con él. Mira. — le mostró la conversación de su teléfono.

"Sasuke: ¿Podemos salir? ¿Quisiera hablar contigo?"

"Ino: ¡Sasuke! ¡Claro! ¿Dónde?"

Antes de que pudiera leer el sitio en donde se encontrarían, el teléfono le fue retirado a Sakura, quien con una clara mueca de furia vio desechos sus argumentos (mentiras).

—él nunca se fijará en una tipa tan fea como tú. —se despidió Ino, retirándose y dándose a ella misma la victoria al ver la cara de derrota de su contrincante.

—Hmph…

Sin más argumentos o mentiras que utilizar, Sakura le dio la espalda, tragándose su coraje. Irritada, no pudo evitar llevarse la mano al cabello, y recordar el motivo por el cual se lo habían cortado, y no sólo eso, también recordando un desagradable momento con Sasuke Uchiha.

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Semanas atrás.

¡Otra vez! ¡Repítelo! —exigió Danzou, después de ver la serie de saltos que se habían escogido para ser parte de la rutina.

Sakura obedeció, a pesar de estar cansada, pero desde hacía mucho sabía que si protestaba peor le iba; sin embargo, como su entrenador le decía, todo era por su bien.

Repitió la serie de saltos, que iban desde un triple lutz, después de un triple Axel y demás saltos triples, pero al terminar sólo pudo ver una negación por parte de su entrenador, más ya no le exigió y la hizo seguir hacia donde estaba él.

En lo que andaba, no pudo evitar mirar de reojo a alguien que también entrenaba fieramente en el mismo espacio que ella. Sasuke Uchiha, un jugador de Hockey que había pertenecido al equipo de la hoja, pero que de buenas a primeras lo abandonó para liderar su propio equipo: "Hebi", patrocinado por la mismísima familia Uchiha, aunque por el momento se seguía en busca de talentos, y todo esto bajo la dirección del reconocido entrenador Kakashi Hatake.

A Sakura le gustó (de vista) Sasuke, desde que lo vio competir en un torneo de la liga junior, pues también disfrutaba de ver el hockey, y jamás en lo que llevaba patinando hubiera imaginado que un día compartirían la misma pista de entrenamiento, algo que no le agradaba mucho a su entrenador y representante, casi padre adoptivo, Danzou, pues decía detestar a todos los Uchiha, y su extensa familia de prodigios en el deporte, pero más los detestó cuando Obito Uchiha, líder de la división deportiva de los Uchiha, compro la pista y el contrato para entrenar en ese lugar se hizo más costoso, además que llegaron más personas para entrenar, además del público al que se le abría la pista por mera diversión, por lo que su tiempo en la pista se vio reducido y lo tenía que compensar con otro tipo de entrenamientos.

No sabía si todo esos cambios eran buenos o malos, pues ahora tenían que pagar más por entrenar y ese dinero por supuesto salía de lo que ella pudiera sacar, pero el beneficio es que podía ver a Sasuke Uchiha de cerca, aunque aún no se atrevía a hablarle, también desconocía si él la conocía o algo por el estilo. Generalmente los jugadores de hockey detestaban el patinaje artístico sobre hielo

Ojalá así te concentraras en tus entrenamientos, deja ya de perder el tiempo y de ver a ese muchacho, Sakura.

Entonces escuchó aquella voz y volvió su vista a su entrenador el cual ya estaba pocos centímetros de distancia.

Se sintió avergonzada de haber sido atrapada en infraganti, pero de igual manera por inercia volvió su vista al Uchiha que en ese momento golpeaba el "puck", acertando con precisión en la portería.

Sakura… ¡Haz caso! —regañó Danzou, alzando la voz.

La patinadora se sobresaltó.

Tu rendimiento es bajo y prefieres perder el tiempo en calenturas, como toda una niña estúpida.

No me ofenda. —replicó esta enseriada y volviendo su vista al viejo.

Pues tu actitud no ayuda, y no me respondas… recuerda que estás aquí para entrenar y no para perder el tiempo con un muchacho imbécil.

Sólo lo observaba. —gruñó Sakura entre dientes.

¡¿Qué?!

Nada.

Bien. quiero que te cortes el cabello.

¡Eh! ¿Por qué?

Inmediatamente, Sakura se sostuvo su larga coleta rosada para protegerla.

Porque me da la impresión de que todo ese cabello sólo es un peso extra, y tardas mucho en adelgazar.

Estoy en el peso recomendado por el doctor.

¡No me respondas! Cualquier liberación de peso ayuda, si quieres dar saltos más altos hay que quitar peso y agregar velocidad.

Que estupidez…—

¡¿Qué?!

No lo voy a hacer. —decidió Sakura, saliendo de la pista. —Conseguiré hacer los saltos como quiere, pero mi cabello no lo toque.

¡Sakura! ¡Sakura! ¡Ven aquí! —gritoneó Danzou siguiéndola, llamando la atención de los que también estaban en esa pista.

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Días después…

Sakura se había levantado temprano, y como solía hacer, le dejó preparado el almuerzo a su entrenador que se levantaba después de ella y después se apresuró a ir a la pista. Danzou después la alcanzaba.

Esa era su rutina, y generalmente para cuando llegaba no había absolutamente nadie en la pista; sin embargo, ese día, para su suerte estaba él, Sasuke Uchiha.

Era su oportunidad de hablarle, de presentarse, así que retraídamente se acercó a él, aprovechando que este se estaba ajustando los patines.

Eh… Sasuke-kun…

¿Cómo lo había llamado?

Sakura se sintió como una olla en punto de ebullición pues se había pasado de confianzuda

El aludido, levantó la vista.

Ah… disculpa… yo…

¿Qué quieres? No me fastidies.

Y de repente esas palabras tan frías, dejaron sin aliento a Sakura.

Ah… dis…

No hagas tanto ruido cuando entrenes, eres una fastidiosa, y ni se diga tu entrenador.

Dada así por terminada la conversación, Sasuke Uchiha se puso en pie y se adentró a la pista con todo el stick de hockey.

Sakura se quedó en shock, y tal fue la impresión que posteriormente se vio reflejado en su entrenamiento, del cual sólo recibió más y más críticas.

¡No estás concentrada, niña! ¡Vas de mal en peor! ¡Ven aquí!

Sakura se acercó agotada a su entrenador, mostrando molestia en su rostro, no sólo por su pésimo desempeño, sino por haberse dejado bajonear por los comentarios de ese tipo, a quien vio de reojo, estaba muy decepcionada.

Sigues perdiendo tu tiempo en tonterías. —juzgó Danzou.

¡No! Sólo que no estoy de humor… yo… a veces… sólo…

No supo cómo expresar su frustración, y como quiera dudó que un tipo como su entrenador lo pudiera entender, así que mejor optó por el silencio.

Claro… claro… ven aquí. — la alentó Danzou a acercarse más.

Sakura frunció el entrecejo, no se lo creía, ¿en serio iba a darle un abrazo? Su entrenador no era de esa clase de personas, y en los años que llevaba viviendo bajo su custodia (desde los 12) jamás se había comportado como alguna clase de padre, pero bueno, supuso que más tarde que temprano la gente aprendía.

Danzou alzó un brazo hacia ella, y ella aceptaría el poco y raro afecto que pudiera darle así que se acercó pero en lugar de sentir algo parecido a un abrazo, solo sintió un tirón en su cabello, y posteriormente vio como la otra mano de su entrenador se movía rápidamente hacia el mismo sitio, y después sólo escuchó una clase de corte, pero no sólo eso, sintió su cabello más ligero, para cuando reparó en lo que había pasado, vio como su entrenador tenía una parte de su cabello entre las manos.

Antes de que te quejes Sakura, quiero que sepas porque lo hice. —explicó Danzou serenamente.

Sakura seguía en shock, era la segunda vez que le pasaba en el día.

Te falta determinación. Sabes que con cada cosa que quieras obtener se tiene que sacrificar algo, tal vez aún no lo entiendes porque eres muy joven, pero debes deshacerte de todos esos pensamientos de adolescente tonta, tú no eres como las demás, tienes la capacidad de hacer mucho más… ¡esto! —señaló el cabello. —No es sólo más que una atadura, era necesario, espero que lo comprendas y que termines el trabajo.

Finalizado aquel discurso, le entregó las tijeras que había usado.

¿Tienes la determinación o no? ¡Sakura Haruno!

Sakura observó las tijeras, lo que le había hecho su entrenador no la tenía precisamente feliz y ese discurso barato tampoco es que la hubiera llenado, pero igual tenía que emparejarse el cabello, así que sólo asintió totalmente ida y pidió permiso para un receso.

En el baño de chicas, frente al espejo del lavabo, se miró su destrozado cabello y entre lágrimas y sollozos de coraje terminó de recortárselo, pensando para sí misma que sólo era cabello, este volvería a crecer y que de igual manera se le vería lindo corto.

Sólo esperaba que su entrenador así dejara de fastidiar.

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La patinadora creía que un corte de cabello no la definía, pero definitivamente con todo lo que había pasado con su entrenador, con Uchiha y con la presunción de Ino así como las diversas críticas, pensó que ya era hora de demostrarles a todos lo mucho que Sakura Haruno valía.

"¡Esto es inaudito, Hinata Hyuga lo logró! ¡153 puntos! ¡Da un total de 223 punto y eso la coloca como la nueva líder en el tablero!"

—¿Qué?

Sakura se impresionó con los resultados, pero más que nada por la persona que los había conseguido, alguien a quien generalmente nadie le prestaba atención, y lejos de sentirse frustrada por el repentino triunfo de Hinata, sonrió, viendo de reojo a Ino Yamanaka la cual estaba que no se la creía, pues ahora se encontraba en segundo lugar.

—Parece que hoy lo cerdos no vuelan. —dijo para si misma.

—Concentrada Sakura, te he visto distraída. —escuchó de repente detrás de ella.

La patinadora sólo rodó los ojos con fastidio, sin perder el detalle de todo el berrinche que Ino ya estaba formando junto con su indignada familia, mientras que la feliz Hinata celebraba en el área de resultados junto con su entrenador.

—No dejes que te afecte, aunque está de más recordarte lo que hay en juego.

—Sí, sí… el pase a las olimpiadas, la oportunidad de conseguir un buen patrocinador, su salario, el mío, el dinero para mis padres y para la escuela de medicina.

Danzou sonrió satisfecho.

—No se preocupe, tengo 75 puntos en el programa corto. Sólo tengo que conseguir unos 150 puntos y ganaré…

—Mmm… trata de no confiarte.

—Usted sólo observe lo valiosa que puedo ser.

Dicho aquello, Sakura se adentró a la pista, siendo ovacionada por quienes la apoyaban.

Se posicionó al centro, y tan pronto empezó la música comenzó a dar muestra de su talento, en especial con la parte de los saltos, los cuales hizo con precisión y con mucha gracia, logrando emocionar a las personas cada que lo hacía, y para cuando llegó el momento de dar el salto final, se desvió un poco de lo que se había practicado y en lugar de hacer un normal triple Lutz, lo convirtió inesperadamente en un cuádruple tan increíble que el público estalló en aplausos y el presentador Yamato quedó más que impresionado y así lo hizo saber con sus comentarios.

Para cuando la rutina terminó, regresó satisfecha de haber ejecutado su rutina casi a la perfección, pues los jueces siempre encontraban uno que otro detalle, pero eso ya lo sabría en los resultados del tablero.

—Te desviaste. —reprendió Danzou discretamente, mientras esperaban resultados, pensando que aquel movimiento había sido arriesgado.

—Creo que lo hice muy bien. —replicó Sakura confiada.

Cuando los puntajes comenzaron a salir en pantalla, ella hizo el cálculo más rápido de lo que la máquina la sumó y celebró anticipadamente.

"¡163 puntos! SUMAN UN TOTAL DE 238 PUNTOS ¡Es increíble! ¡Tenemos a la nueva ganadora de la regional! ¡Sakura Haruno!"

Hasta el mismo Danzou se sorprendió, e hipócritamente felicitó a su patinadora frente a las cámaras que se les acercaron, comenzando a alardear frente a los reporteros sobre lo difícil que había sido la rutina de entrenamiento.

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Mientras que a lo lejos con Hinata, al ver el alboroto alrededor de Sakura Haruno, no pudo evitar sentirse un poco mal consigo misma pues por un momento había creído que ella sería la vencedora, pero viendo el tablero sólo le confirmó que necesitaba trabajar aún más. Su padre de seguro se decepcionaría de nuevo.

—No te preocupes Hinata. —se acercó Toneri a ella. — para el siguiente torneo, tú serás la vencedora, ya demostraste que tú eres capaz de eso y de más, por el momento confórmate por haber dejado callada a esa Ino Yamanaka, la siguiente será esa tal Sakura

Al escucharlo decir aquello, Hinata no pudo evitar ver hacia donde estaba Ino, quien malhumorada seguía hablando con su familia, probablemente alguno de ellos aludiendo que hubo trampas.

Aquella tensión no la dejó de sentir cuando compartió el pódium con ella y con Sakura, esta última sumamente sonriente y por supuesto muy orgullosa de su logro. Se sentía muy tenso estar cerca de ella. Vencerla sería difícil.

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Todo, todo, todo salió mal el día de hoy… ¿cómo es posible? —pensó una irritada Ino, mientras se cambiaba de ropa.

Aun no creía que por una diferencia de pocos puntos Hinata Hyuga la había desplazado al tercer lugar, y con una rutina sumamente aburrida (según ella) y Sakura, refunfuñó de sólo recordar el rostro de arrogancia de la frentona.

Su entrenador Asuma le había aconsejado que no se lo tomara tan apecho, que en toda competencia había sus bajadas y subidas, pero no toleraba que esas dos chicas se hubieran puesto por encima de ella, Shikamaru, su amigo de casi toda la vida y asistente de su entrenador, además de un imbécil que generalmente le decía sus verdades también le dijo que no hiciera tanto escándalo, pero era difícil, generalmente ella conseguía lo que quería, no podía fallar cuando ya estaba a poco de alcanzar su más preciada meta.

—Ok, ok… ya me calmo.

Respiró profundamente un par de veces para no dejarse llevar por las emociones y cuando finalmente se tranquilizó se dispuso a dejar aquello atrás y solamente concentrarse para el siguiente torneo que se realizaría en un par de meses.

—Sólo tengo que esforzarme más, por lo pronto… —sonrió al encender su celular. —Sasuke Uchiha… tú serás mi premio de consolación.

Besó la imagen del jugador de Hockey que guardaba en su galería, para posteriormente guardar el celular en su bolsillo, cuando en eso, una alerta de mensaje se escuchó, y pensando que de alguna manera había invocado a su hombre soñado, lo volvió a encender; sin embargo para su mala suerte, el mensaje que le había llegado era de un número desconocido

—¿Quién es ese?

Por curiosidad lo abrió, viendo el siguiente mensaje.

"Ino, tú eres la mejor, no te dejes de esas zorras Hyuga y Haruno, las mataría por ti si pudiera"

—¿Qué? Qué tipo tan raro…

En eso otro mensaje llegó con una foto adjunta.

"Por cierto, que linda te viste el día de hoy, me encantó tu traje negro"

Ino tembló, no tanto por el mensaje sino por la foto que le llegó, y que era una de cuando se estaba cambiando para la competencia, ella no se veía por completo debido a la puerta que la cubría, pero quien fuera que tomó esa foto había estado dentro de los vestidores.

Desde ese momento ya no se sintió segura en ese lugar, y estando sola, se apresuró a tomar sus cosas e ir hacia donde su familia y entrenador la esperaban.

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Al día siguiente.

División deportiva Uchiha: comité de anti-delitos deportivos.

—Sasuke. —llamó un hombre bien parecido, que esperaba junto con otro que estaba sentado en su escritorio. —¿Confirmaste la cita con Yamanaka?

—Sí, saldré con la tipa en la noche. —respondió el aludido con aburrimiento, a su lado estaba un apenado Kakashi Hatake escuchando.

—Recuerda Sasuke, trata de extraerle toda la información que se pueda. —pidió el que estaba en el escritorio.

—Lo haré, aunque no creo que sepa nada, parece ser otra chica hueca más del montón.

—Hermanito, No vayas a ser tan rudo con ella, trátala con amabilidad, aunque te fastidie.

El menor resopló.

—Haré lo que pueda, si eso es todo… me retiro…

Dicho aquello, el muchacho se retiró, dejando a los tres hombres solos.

—Ay, ese Sasuke con esa actitud nunca tendrá novia. —rio Itachi.

—No creo que quiera una. Sasuke pinta para ser un solterón de por vida cuyo afecto será para un montón de gatos. —opinó Kakashi sonriente. —¿Así que ya le asignaron su propia "misión"? —miró al del escritorio, cuya placa tenía por nombre "Obito Uchiha"

—Sí, él se ofreció a ayudarnos con eso… ¿Y tú como vas con la selección del talento para el equipo "Hebi"? —cambió este de tema.

Kakashi sonrió bajo su bufanda que ocultaba su rostro.

—Encontré a unos skaters, uno vagos, que creo que pueden ser bastante buenos…—respondió este, mostrando un legajo que contenía la información de varios jóvenes.

Continuará.