Ice Stars
Capítulo 19
Propuesta.
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Un relajado Kakashi andaba lentamente por los pasillos de uno de los pisos del edificio Uchiha, lugar en donde su amigo y a la vez jefe Obito, lo había mandado a citar sin darle mucha información.
Pensando que se trataría de alguna cuestión con respecto al equipo de hockey u otros trabajos "secretos" que hacía, entró sin más a la oficina de su amigo en donde con sorpresa vio que no estaba solo, más personas lo acompañaban y una de ellas (la persona de más edad) estaba ocupando el lugar que le correspondía a su amigo.
—Kakashi, que bueno que ya llegaste. —saludó Obito haciendo una ligera reverencia.
—Buen día. —saludó también Itachi.
Y por último, el mayor de todos se levantó para recibir al recién llegado.
—Vaya, que sorpresa… no esperaba verlo aquí. —saludó Kakashi, haciendo la reverencia a quien era el patriarca de patriarcas de la familia Uchiha, el mismísimo Madara Uchiha. —¿A qué debemos el honor señor?
El hombre anciano volvió a tomar asiento después del saludo y no respondió pero le concedió la palabra su nieto Obito.
—El abuelo Madara nos visita debido a los recientes escándalos en el ámbito de deportes sobre hielo.
—¿Hmm? ¿Se refiere a los del patinaje artístico?
—Sí, le intriga mucho lo que está pasando con los Hyuga, los Yamanaka, pero especialmente con lo que pasa con esa niña Sakura y su entrenador Danzou.
—¿Vieron lo que sucedió en el foro de televisión ayer? ¿Las declaraciones que hizo Sakura Haruno?
—Efectivamente, y eso ha hecho creer al abuelo que tenemos en la mira a quien hemos estado buscando todo este tiempo.
—¿Hmm? ¿señor? —se dirigió el entrenador a quien estaba sentado, sin entender lo que su amigo había querido decir.
—Así es Kakashi. —habló finalmente el anciano con seriedad. —Ese tipo Danzou es sumamente sospechoso y por los comentarios de esa niña no me queda duda de que ese hombre pudo haber estado involucrado con lo que le pasó a mi querido nieto Shisui.
El entrenador se mostró sorprendido.
—Así es…—continuó Itachi. —Además de que aparentemente ese tipo está involucrado con una organización que lucra con deportistas, para explotarlos y sacarles dinero, además de estar envuelto en las apuestas ilícitas.
—¿Cómo llegaron a esa conclusión?
—Con respecto a lo de Shisui, investigando nuevamente en todas las cosas que dejó encontramos que conocía al tipo. Entre los números no registrados de su teléfono, encontramos uno que, aunque ya no estaba activo, correspondió alguna vez a Danzou Shimura, al parecer sostuvieron conversaciones en un tiempo en que Danzou planeaba crear su propio equipo de hockey en la academia que manejaba, y con lo que ha comentado recientemente esa niña en televisión, y también lo que aparentemente le hizo, tenemos la teoría de que pudo haberle propuesto algo a nuestro primo, y él al negarse, puede que haya desatado su ira y por ende que se haya desquitado, al menos es lo que creemos.
Kakashi se cruzó de brazos meditando, sin poder creer lo que escuchaba.
—Además, el tipo huyó. Después de las declaraciones de esa niña unas personas de la televisora lo vieron huyendo en su auto; al parecer se había anticipado a que esto pasara y por eso escapó. Los medios de comunicación y el comité de patinaje han tratado de localizarlo pero les ha resultado imposible.
—Hmm ya veo, y sí, supongo que estaba preparado para huir a sabiendas de que Sakura se encontraba bien. Todo parece indicar que no descartaba que esta algún día aparecería y lo acusaría.
—Así es, y es por eso Kakashi, que queremos encomendarte una misión. —habló Madara.
—¿Señor?
—Esa niña se reveló ante ese tipo, si Danzou es quien creemos que es, buscará el modo de vengarse de ella, por eso nos adelantaremos. Quiero que la busques y le digas que la apoyaremos como patinadora y en todo lo que necesite.
—Un momento… ¿planean utilizarla como cebo? —cuestionó Kakashi impactado. —¿Para atrapar a Danzou?
—Así es como se escucha…—respondió Itachi. —Pero buscamos protegerla, tenemos que… abuelo Madara. —se dirigió al mayor. —esa chica es la novia de Sasuke.
—¿Sasuke con novia? No me hagas reír muchacho. —opinó el viejo totalmente escéptico.
—Bueno, no es su novia, pero algo tiene con ella, Sasuke se molestará si se entera de esto.
—No me importa lo que ese muchachito piense, que no se involucre si no va a cooperar, y en cuanto a esa muchacha, si en realidad tiene o quiere algo con mi nieto Sasuke y quiere formar parte de esta familia entonces con más razón debe ayudar. ¡¿Han entendido?! —ordenó el patriarca golpeando su bastón contra el suelo.
A los tres presentes no les quedó de otra más que asentir en silencio.
—Bien, entonces… Obito ve preparando una propuesta que esa niña no pueda rechazar.
—Sí, abuelo.
—Kakashi búscala, y en cuanto la encuentres, tráela ante nosotros.
—Como diga, señor. —acató este haciendo una reverencia.
—E Itachi…
—¿sí?
—Ni una palabra de esto a Sasuke, lo menos que quiero es que ese chico venga a fastidiar con sus reclamos.
—Entendido, abuelo.
Dadas las órdenes, el patriarca de los Uchiha se levantó y lentamente se retiró de la oficina de Obito, quien en cuanto vio su asiento desocupado nuevamente lo adjudicó como suyo.
—Pues empecemos… cada uno en lo suyo. —ordenó a los otros dos restantes.
— Me pondré a buscarla de inmediato. —dijo Kakashi. —Supongo que tengo que apurarme si no Sasuke me ganará.
—¿Sigue faltando a los entrenamientos? —cuestionó Itachi.
—Sí, ya amerita una amonestación por faltas… ¿quieres encargarte de eso?
—Supongo que tendré que hacerlo de ahora en adelante ya que si encuentras a esa muchachita intuyo lo que harás.
—Tu intuición me sorprende Itachi, pero así es… si la encuentro, créanme que me haré cargo de esa niña con toda la extensión de la palabra.
—Kakashi, sólo no hagas algo que haga enojar al abuelo… —advirtió Obito.
—Sí, sí… ya veremos…—se despidió este, saliendo de la oficina.
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Días después.
—Entrenador Kakashi… ¿qué…
—Tiempo sin verte, Sakura. —sonrió este, bajando su libro. —¿Te parece bien si te invito a comer algo? Tengo algo que proponerte…
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—Espero que te guste lo que te pedí, se nota que no la has pasado muy bien… —comentó Kakashi una vez que la camarera de un restaurante les tomó la orden.
—¿cómo me encontró entrenador Kakashi? ¿Y qué es lo que pretende? —preguntó Sakura, tratando de ocultar disimuladamente lo verde que le quedaba aun la zona donde la habían golpeado días atrás.
—Mmm… ¿qué como te encontré? No fue difícil. Una chica como tú: sin casa, sin recursos y dinero lo único que tuve que hacer fue buscar en los albergues que hay cerca de la zona por donde fuiste vista la última vez. Yo no sé cómo a Sasuke no se le ocurrió hacer eso, el chico prácticamente piensa que ya te esfumaste de la faz de la tierra.
Sakura se mordió los labios al escuchar ese nombre, sintiendo cierto remordimiento.
—Además que, el médico de la pista, Kabuto Yakushi, frecuenta ese albergue, es muy amigo, casi como hijo de la monja que atiende ese sitio, fue él quien me dijo que le pareció ver a cierta chica de cabello rosa que andaba con una sudadera oficial de los Uchiha, ya que estas son las únicas que tienen bordado el emblema de la familia, las no oficiales suelen ser sólo impresiones.
La patinadora inmediatamente se sonrojó mirándose la prenda, recordando a la vez que el símbolo de la familia Uchiha estaba bordado en la parte alta de la espalda.
—Me imagino que Sasuke te dio esa sudadera. No te sorprendas, Sakura… así es él, prácticamente es como un animalito que le gusta marcar su territorio. —rio.
—Que cosas dice, entrenador. —gruñó esta apenada.
—Mira, no sé exactamente lo que pasó entre ustedes, Sasuke sólo me contó que te encontró y te dio estadía en su departamento y luego te fuiste ¿así pasó?
—Sí, algo así. —musitó Sakura, sin querer entrar en detalles de lo sucedido esa noche. —Entrenador Kakashi… ¿ya me puede decir que es lo que quiere? ¿qué busca con todo esto?
En ese momento, llegó la mesera dejando un platillo con comida a cada uno, Sakura vio con notoria hambre la comida que en sí era una mezcla de cosas balanceadas que últimamente le hacían mucha falta.
—Anda, come… —le permitió Kakashi, una vez que la mesera se fue.
—Respóndame primero. —pidió ella, aun recelosa de todo.
—Sakura… lo único que busco es devolverte el alma al cuerpo.
—¿hmm?
—Te veo y me doy cuenta de lo deplorable que estás, no sólo físicamente sino también por dentro.
Sakura se llevó una porción de comida a la boca para evitar quebrarse, se había prometido que, desde lo que le había pasado, ya no sería esa chica que lloraba y de la que se burlaban todos.
—¿Por qué patinabas Sakura?
—Para ganar medallas y ganar dinero. —respondió frívolamente, dando otro bocado.
—¿En serio? ¿sólo eso?
—Quería ser médico.
—¿Por qué?
—Para… ¿ganar dinero?... para eso uno debe trabajar ¿no? En lo que sea…
—Me niego a creer que esa sea tu única motivación…
—pues es lo que es, es lo que siempre me enseñaron… ese maldito de Danzou… mis padres…—masculló mientras cortaba con ferocidad un trozo de carne, el cual posteriormente masticó con agresividad.
—Yo no lo creo así, no estés a la defensiva, en serio quiero ayudar… ¿por qué quieres ser médico, Sakura? ¿o por qué querías serlo?
—¡Ya le dije!
—No, sólo has dicho lo que otros querían de ti, no lo que tú querías…
—¿Qué pretende?
—Ya te lo dije, quiero devolverte el alma al cuerpo… por eso quiero que me respondas Sakura… ¿por qué quieres ser médico? ¿Qué te motivó a tener dicho sueño?
Sakura dejó los cubiertos de lado, mordiendo sus labios y desviando su mirada hacia la ventana rememoró cuando niña presenció una situación en particular. Un transeúnte en la calle había colapsado de la nada, y entre toda la multitud que se juntó sólo una sola persona que se anunció así misma como médico pudo ayudarlo, dándole los primeros auxilios mediante maniobras que nadie más había sido capaz de hacer.
Desde ese día se le había metido en la cabeza que quería hacer lo mismo que esa médico, para ayudar a las personas, para salvar vidas, algo que sus padres también le incentivaron pero con la idea de que un médico ganaba mucho dinero, así que esperaban que algún día ella creciera y se hiciera millonaria ejerciendo.
—Puedo ver que lo sabes, Sakura… y no tienes por qué decírmelo en tanto tú recuerdes eso que te motivó. —comentó Kakashi al verla pensativa.
Al escucharlo, la chica tomó nuevamente los cubiertos y comenzó a comer más lentamente.
—¿Qué es lo que me quiere proponer? —preguntó más apacible.
—antes de decírtelo, quiero preguntarte algo más… ¿quieres seguir patinando para lograr tu sueño? ¿o simplemente quieres lograrlo sin necesidad de involucrar el patinaje?
—Quiero patinar. —admitió Sakura melancólica. —Independientemente de mi deseo a futuro yo… realmente deseo competir en las olimpiadas, ese también es uno de mis sueños, quiero seguir patinando.
—Me quisieras explicar. —cuestionó Kakashi con una sonrisa que se ocultaba detrás de su cubrebocas.
Sakura rio.
—¡Son las olimpiadas entrenador! no muchos tienen esa oportunidad y ¡yo me la gané!, quiero demostrarles a todos que no me rindo fácilmente y también…
—¿también…
—¡Quiero ese peluche! ¡El zorro de las nueve colas! —expresó emocionada. —pero…—musitó—No tengo la manera de cómo ir a las olimpiadas… como usted dijo, no tengo casa, ni recursos ni dinero…
—¿Y qué tal si te dijera que yo te puedo ofrecer todo eso? O no del todo, más bien que hay alguien que te quiere patrocinar.
—¿eh? ¿quién?
—La familia Uchiha te quiere Sakura, quiere patrocinar tu carrera como patinadora y enviarte a las olimpiadas.
—¡¿Qué?! ¿lo dice en serio? Es… ¿Sasuke-kun tiene algo que ver en esto?
—No, él ni siquiera está enterado, y quien te quiere patrocinar prefiere mantenerlo apartado de esto.
—Hmph… ¿debería sospechar algo? —preguntó Sakura, intuyendo que había algo de por medio.
Kakashi sonrió al ver que esa chica era muy perspicaz.
—Por supuesto, a cambio de patrocinarte los Uchiha quieren que les digas todo lo que sabes acerca de Danzou.
Sakura resopló molesta.
—Yo no tengo nada que ver con lo que ese tipo hace o hacía con mis padres.
—Lo sé.
—¿Entonces?
—No entraron en muchos detalles. —mintió Kakashi. —sólo diles lo que sabes, y no te preocupes yo no permitiré que te utilicen.
—¿Y cómo se supone que hará eso? Además… ¿Qué hay con lo otro? ¿mis padres? ¡¿Danzou?! Ya no sé ni quien rayos se debería estar haciendo cargo de mí.
—Sí, supuse que lo mencionarías por eso… te tengo esto.
De uno de los bolsillos internos de su chaqueta, Kakashi sacó unos papeles doblados los cuales entregó a la patinadora.
—¿Qué es…? —musitó esta, apenas viendo que eran papeles que parecían registros notariados o algo similar, pero le llamó la atención que al final de las hojas tenía la firma y sellos de sus padres.
—La primera hoja es un documento que me legaliza como tu nuevo tutor hasta que cumplas la mayoría de edad, dejando a tus padres fuera de cualquier asunto o toma de decisiones que te involucre.
Sakura ahogó un grito sin poder creerlo, el entrenador prácticamente le estaba diciendo que él era su nuevo padre, pero ¿con qué fin?
—La segunda hoja. —indicó Kakashi para que la viera. —Es un documento legal que indica que estás emancipada económicamente, lo que quiere decir que todo el dinero que ganes a partir de ahora sólo lo podrás manejar tú, es el único aspecto en el que no me involucraré.
Nuevamente la patinadora se mostró sorprendida, ya que eso significaba que nadie más que ella podría saber en que destinaría lo que ganara.
—Y por último está la propuesta de los Uchiha, estos te brindarán todo el apoyo que necesites: lugar para patinar y lugar donde quedarte, entrenador, es decir yo, médicos especialistas, equipamiento, incluyendo una suma de dinero que es el equivalente a lo que tenemos entendido te robaron tus padres y Danzou y un poco más, así como la oportunidad de enviarte a la mejor escuela de medicina.
—¿Y todo a cambio de la información sobre Danzou? —cuestionó recelosa.
—Sí, aunque también está condicionado a que ganes en las olimpiadas… al menos la parte del dinero y la universidad, las condiciones cambiarían un poco si no obtuvieras alguna de las medallas; y por lo pronto se te asignaría una mesurada mensualidad para que vivas pero también yo te daría algo de dinero como parte de mi responsabilidad como tutor,
Sakura se mordió los labios, viendo que era una propuesta realmente tentadora, pero que a la vez era muy demandante, sin embargo, viéndose en las condiciones en las que estaba no tenía mucho que perder.
—¿Qué decides Sakura? —preguntó Kakashi. —Independientemente de tu decisión, yo te apoyaré como tu nuevo tutor legal, en lo que sea que quieras.
La patinadora resopló, reflexionándolo un poco.
—mmm no sé… si me permite ser sincera entrenador, no confío en tanta belleza, no confío del todo en usted, ni en los Uchiha, y en sí en nadie.
—Entiendo, es comprensible con todo lo que has pasado, no te preocupes.
— pero… sé que por ahora, con mis propios medios, no puedo hacer nada, y si quiero patinar e ir a las olimpiadas y posteriormente estudiar para ser médico, tengo que hacerlo, así que… está bien, acepto entrenador Kakashi, acepto… no sólo lo que me ofrece, sino que… también quiero confiar en usted, y como dice, quisiera devolver mi alma a mi cuerpo, porque con tanta porquería ya ni sé en quién creer.
—Descuida, trabajaremos en ello y no te preocupes, puedes confiar en mí para lo que sea.
—Eso espero… gracias.
—Pero por favor no te detengas, sigue comiendo… adelante.
Sakura sólo sonrió levemente, esperando no haberse equivocado con su decisión, pensando muy internamente que si los Uchiha de algún modo querían utilizarla, ella también debía utilizarlos para su beneficio, que en un futuro beneficiaría a más personas. Simples negocios nada más.
—está muy bueno ¿no crees?
El comentario de Kakashi la sacó de sus pensamientos, y al hacerlo vio como el entrenador comía de una forma muy peculiar al no retirar del todo el cubrebocas, sólo lo levantaba un poco para llevar el cubierto con comida hasta la boca, se le hizo demasiado extraño esa manera de comer.
—¿Por qué no se quita esa cosa, entrenador? Nunca lo he visto sin su cubrebocas.
—Soy demasiado guapo para que el mundo me vea. —bromeó este, sin dejar de comer.
—Sí, claro…—susurró la patinadora sin mucho afán, volviendo a su propia comida. —Por cierto entrenador, dos preguntas: ¿tendré que vivir con usted? Y…. ¿cómo fue que consiguió que mis padres firmaran esos documentos?
Kakashi dejó brevemente la comida y se acomodó bien el cubrebocas para responder.
—Con respecto a tu primera pregunta, te renté un departamento en el mismo edificio en donde vivo, así tendrás tu propio espacio y harás en él lo que quieras y a tu segunda pregunta… no fue difícil… —rio. — los engañé diciéndoles que era un nuevo contrato con los Uchiha y les hice creer que ellos tendrían todas tus ganancias.
Sakura sonrió decepcionada.
—Ni siquiera leyeron lo que firmaban ¿verdad?
—Nope… nada… y ya se enterarán cuando intenten reclamar algo, pero no te preocupes… eso déjamelo a mí, a tu nuevo papá.
—Que cosas dice… —trató de reír. —pero de igual manera, gracias entrenador…
—No me agradezcas, eres especial Sakura, nunca permitas que nadie te diga lo contrario.,
—¿Lo dice por cómo patino?
—No, lo digo por quien eres, lo que has hecho y lo que quieres ser… —sonrió. — pero ¡anda! sigue comiendo que se enfría, es hora de que nutramos esos músculos. Estás bastante delgada.
Sakura soltó otra risita.
—Con Danzou me costaba trabajo comer, y en el albergue… tenía que adaptarme a lo que hubiera, hay muchas personas que pasan o se quedan ahí temporal o indefinidamente. La hermana Nono fue muy amable conmigo, me cuidó cuando llegué enferma, me dio donde dormir y comida, y también me ayudó a que me pudiera comunicar con los medios cuando mis padres estaban haciendo de las suyas, en estos días he ayudado en lo que puedo pero se necesita de más.
—Sí, me imagino.
—Ojalá hubiera una manera de ayudarla y al albergue.
—Tal vez la haya…
—Mmm?
—Que buena eres Sakura, se me acaba de ocurrir una idea…
—¿Qué es…?
Pero el entrenador sólo rio.
—Tú sólo espera y ya verás…
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Dos días después, casa Hyuga.
En la sala tradicional de la casa, se encontraban reunidos Hinata, Ino y Naruto, este último siendo el que había solicitado encontrarse en un sitio; sin embargo, debido a las recientes críticas que había nuevamente en contra de las dos chicas, no les quedó de otra más que reunirse en la casa de la Hyuga.
—¿Lograron algo, chicas? ¿sus padres les han dicho algo de si le van a ofrecer patrocinio a Sakura-chan para que vaya a las Olimpiadas?
—Por mi parte se lo mencioné, Naruto, pero debido a los recientes problemas, a lo que dijeron los Haruno y que el comité no está precisamente feliz con las tres es que ya no quiere involucrarse y que me involucre, lo siento. —contó una resignada Ino, mientras movía ansiosamente su taza de té.
—Oh… ya veo. ¿Y qué hay de ti, Hinata? ¿Te dijo algo tu padre?
Sin embargo la chica sólo negó con la cabeza.
—Se lo mencioné, pero sólo me ha respondido con un "Ya veremos", creo que muy en el fondo está en la misma posición que el papá de Ino, ya no ofrecerá nada debido a todos los problemas que hay.
—Mierda…
—Pero no te preocupes, Naruto-kun… yo insistiré, se lo debo a Sakura-chan, no me rendiré.
—Gracias, no esperaba menos de ti, Hinata… eres una buena persona. —halagó el sonriente chico.
Aquel comentario hizo enrojecer a la patinadora, lo mismo pasando con Naruto al reparar en lo que le había dicho, una situación muy peculiar que no pasó desapercibido por la sonriente Ino.
—Eh… bueno, creo que es mejor que me vaya. —dijo Naruto, levantándose precipitadamente al ya no poder con el bochorno.
—ah… está bien, yo… te buscaré si sucede algo…
—Bien.
—No creo que sea necesario que sigan con esto. —se unió repentinamente otra voz a la conversación.
Los tres presentes en la sala vieron como Neji hacía acto de presencia y con toda la tranquilidad del mundo, tomaba el control del televisor y lo encendió poniendo un canal deportivo.
Las patinadoras y el jugador de Hockey se sorprendieron al ver que en la televisión estaba Sakura Haruno, levantando entre sus manos una pañoleta con el símbolo de la familia Uchiha.
"¡Va a las olimpiadas! Sakura Haruno vuelve a la pista de patinaje bajo el apoyo y patrocinio de la familia Uchiha y Kakashi Hatake como su entrenador."
—¡No lo creo! —exclamó Naruto sorprendido, viendo que su entrenador acompañaba a la chica de cabello rosa.
Pero no sólo él, también los acompañaba el sujeto que le había dado su contrato: Obito Uchiha. Junto a esos dos hombres a su lado, una muy presentable, pero aun muy delgada Sakura, daba la apariencia de que sería una gran rival para vencer en las olimpiadas.
—Parece que ya no nos necesita. —comentó Ino, viendo como la chica en la televisión se mostraba segura ante las cámaras, aunque no se veía del todo saludable, ni que decir de todo el maquillaje que le habían puesto en el rostro, supuso que para ocultar algo.
"Con esta nueva adquisición, los Uchiha nos introduciremos en el mundo del patinaje artístico sobre hielo"
Fue lo que anunció Obito Uchiha que se atribuyó ser el vocero de aquel comunicado, puesto que Sakura, pese a que se alcanzaba a escuchar que le estaban haciendo mil preguntas optó por no responder ninguna de estas.
—Esa niña ya está bien, así que ya dejen de perder el tiempo. —aconsejó Neji. —Hinata si quieres vencerla a ella y a Yamanaka. —señaló con la mirada a la rubia. —Y en sí a toda la competencia es hora de que nos pongamos a entrenar.
—¡oye! Dale un respiro… deja que termine de procesarlo. —exigió Naruto al ver como su amiga se cohibía.
—Seguro… pero es lo mejor, ya que cada una se encargue de su propia vida.
—Sí, tal vez… —musitó Hinata. —Pero aun así… quisiera hablar con Sakura-chan… creo que no estaré tranquila hasta que lo haga.
—Ni yo. —pensó Ino en voz alta. —Sin embargo… ¿ella querrá hablar con nosotros?
Esa era la cuestión, los presentes en la sala se silenciaron sin saber si la chica en cuestión sería una amiga o sólo una rival más a vencer en las olimpiadas.
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—Pero… ¿qué mierda? —masculló Sasuke al ver lo que anunciaban en televisión.
Estando a punto de salir a buscar a Sakura, Kakashi le envió un mensaje diciéndole que encendiera la televisión en un canal deportivo.
Pensando que se trataba de un nuevo escándalo, hizo lo que su entrenador le pidió, sin embargo, cuando empezó aquella noticia se había esperado de todo, menos lo que veía.
"¡Va a las olimpiadas! Sakura Haruno vuelve a la pista de patinaje bajo el apoyo y patrocinio de la familia Uchiha y Kakashi Hatake como su entrenador."
—¿qué es lo que pretenden?
Fue lo primero que se preguntó, ya que en lo que llevaba de vida la familia Uchiha jamás había patrocinado a alguien fuera de la familia y menos para algo como el patinaje artístico. Había algo detrás de todo aquello, y a como sabía que era su familia no descartó que estuvieran utilizando a Sakura para algo.
—Malditos… pero ya me tendrán que…
En ese momento alguien tocó a su puerta, y por el modo en que lo hizo se dio una idea de quien era, así que en cuanto la abrió recibió al recién llegado de un empujón.
—¡¿Qué es lo que pretenden?! —exigió a su hermano que lo recibió muy apaciblemente.
—Sólo vine a decirte que el abuelo Madara pide que no te involucres.
—¿Fue idea del abuelo? Itachi… que mierda… la van a utilizar ¿no es así?
—Descuida, Kakashi y yo nos encargaremos de que no le pase nada… así que no intervengas.
—¡¿cómo no quieres que intervenga si…
—¿Si qué? Esa chica no es nada tuyo… ¿o sí?
Sasuke balbuceó sin encontrar las palabras adecuadas.
—Es… es mi… amiga.
—¿Crees que aun quiera ser tu amiga después de que la engañaste para sacarle información?
El jugador masculló maldiciones en voz baja.
—No intervengas en esto, Sasuke, sólo vine a decirte eso… ya apareció, así que enfócate en lo tuyo y deja de faltar a los entrenamientos, recuerda que debemos prepararnos para los siguientes torneos que nos ayudará a registrar oficialmente al equipo.
—Sólo te diré una cosa, hermano…—musitó Sasuke ensombrecido. —Más vale que no se les ocurra poner a Sakura en peligro, porque no lo permitiré
—Por supuesto que no, esa niña sólo se deberá dedicar a patinar y eso es todo, así que no la molestes.
Dicho aquello, Itachi le dio la espalda y se retiró lentamente.
—Por cierto, ahí te dejo lo que me pediste hace días, por fin me los entregaron.
Sasuke, frunciendo el entrecejo, no comprendió el repentino cambio de humor en su hermano, y en cuanto se fue, miró hacia abajo, viendo que aun lado de su puerta había una caja de cartón que estaba sellada. Intuyendo lo que era, rápidamente sacó su teléfono del bolsillo y marcó un número.
—¡dime en dónde está!
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La conferencia de prensa había dejado agotada a Sakura, quien después de pasar a un baño y mojarse el rostro en donde se quitó todo el maquillaje se reunió con Kakashi quien le dio la noticia de que ya podía hacer uso de su nuevo departamento.
Retirándose con él, mientras iba en el auto rememoró lo exhaustivo que habían sido los días anteriores. Empezando desde que tuvo que presentarse ante Obito e Itachi Uchiha quienes la bombardearon con preguntas sobre Danzou hasta que finalmente comenzaron de la nada a hablar de los términos de su contrato, para posteriormente ser llevada a una clínica donde le hicieron varios exámenes que determinaron que aunque estaba en muy mal estado, aun era posible recuperarse si se cuidaba.
Y aunque parecía que su vida se iba reacomodando poco a poco aun así sentía que le faltaban cosas por hacer, y en una de esas cosas Kakashi le dio una posible solución que le pareció una excelente idea si es que todos cooperaban.
—Bien, Sakura… llegamos a tu nuevo hogar.
Anunció Kakashi, enseñándole el edificio en donde vivía, uno que no estaba muy retirado a donde Sasuke vivía, aunque si se notaba que era más modesto, algo que no le importaba a la patinadora, mientras tuviera un lugar a donde llegar.
—Tu departamento queda en el séptimo piso, es el 705 cerca de las escaleras y ascensores, el mío en el octavo piso, el 805 así que estamos muy cerca para cualquier cosa que necesites, pero a la vez alejados para que tengas privacidad. —guio Kakashi mientras salían del ascensor. —Si quieres ve instalándote y acomodando lo que tienes y después vamos a que compres algo de víveres.
—Sí. Gracias entrenador. —musitó Sakura, llevando consigo una bolsa con las pocas prendas que tenía, y otras que había adquirido rápidamente para tener de donde escoger para su presentación.
—Bien, te dejo… tienes el teléfono que te conseguí y mi número ¿verdad?
—Sí. —se lo mostró.
—Muy bien… bueno… pues bienvenida a tu nuevo hogar. —sonrió Kakashi.
Sakura sólo agradeció, dando una reverencia y en cuanto el entrenador se marchó ella entró al departamento, poniendo el código que le había dicho que correspondía a su puerta.
Observando su nuevo hogar, vio que su entrenador ya lo había habilitado con lo más esencial: una cocina con estufa, refrigerador y una alacena, había una pequeña sala con un sofá doble, una mesita y una televisión, un comedor pequeño para cuatro personas, un sanitario con baño, regadera y una tina, y finalmente una recamara en donde había una acogedora cama, pero también notó había una extraña caja de cartón sobre esta.
Extrañada, dejó su bolso de lado y se acercó a la caja con curiosidad, viendo que tenía extrañas etiquetas como si fuera de la policía.
—¿Qué será? —se preguntó al ras que abría la caja, y en cuanto vio el contenido no pudo evitar ahogar un grito.
Eran sus peluches, los que había ganado en las competencias y todos estaban intactos.
No pudo evitar sonreír, levantando uno de ellos con cuidado.
—Pero… ¿cómo?...
—Mi hermano logró recuperarlos…
Escuchó de repente, y se dejó caer junto con el muñeco al rememorar lo que le había pasado la última vez que había estado sola en una casa.
—Mierda… Sakura. —salió Sasuke de su escondite, viendo que había errado al no presentarse como cualquier persona normal haría.
—¡Shannaro, Sasuke-kun! —masculló la chica agitada al ver de quien se trataba. —¡Me asustaste!
—Lo siento, no fue mi intención… maldita sea. —gruñó este, ayudándola a levantarse.
—¡¿Qué haces aquí?!
—Me enteré de lo que te ofreció mi familia y… le exigí a Kakashi que me dijera en donde estabas, él fue quien me dio la combinación de la puerta.
Sakura inhaló y exhaló largamente para recuperar el aliento.
—Ya veo… creo que tendré que cambiar la combinación. —dijo para si misma.
—Sakura… —musitó Sasuke al verla un poco molesta y no la culpaba, se sentía como un pervertido ahí metido con ella en la habitación.
—Descuida Sasuke-kun… no te preocupes. —murmuró, evitando verlo a los ojos.
—¿Cómo estás? Se te ve un poco verde el rostro. —señaló este, tomándola de la barbilla para moverla y hacer que lo viera.
—El moretón se va desvaneciendo, es normal. —respondió ella, aun evitando verlo. —En unos días ya no se verá.
—Hmm… ya veo, Sakura… lo que pasó aquel día…
—No te preocupes, Sasuke-kun, no pasa nada, tu familia me explicó el motivo por el cual están investigando a Danzou, entiendo porque hiciste lo que hiciste.
—¿Te lo dijeron? —Sasuke se extrañó.
—Sí, siento lo de tu primo Shisui, en serio, me hubiera gustado aportar más cosas sobre Danzou pero sólo les dije lo que sé.
Sasuke se ensombreció un poco.
—Les agradezco lo del patrocinio, a toda tu familia, espero no te moleste.
—No, claro que no… ¿por qué lo dices?
—Bueno, tu primo Obito dijo que podías ser muy celoso con esas cosas. Me dijo que si te hubieran dicho sobre esto te hubieras opuesto.
—Mierda…—masculló Sasuke al ver lo que pretendía su familia para que no se involucrara; sin embargo…
—Pero yo no le creí…
—¿Eh?
—Te conozco Sasuke-kun, así que no te preocupes. —sonrió Sakura.
—¿Por qué? —cuestionó confundido. —Después de lo que hice… yo… te mentí, te engañé…
La patinadora se encogió de hombros; sin saber muy bien que responder.
—Tenías tus motivos… aunque, pienso que si hubieras sido directo conmigo, con mucho gusto te hubiera ayudado.
Dijo Sakura comprensivamente, algo que causó más remordimientos en el Uchiha, quien quería aclararle todo; sin embargo no encontraba la forma en cómo podría expresarlo.
—Sasuke-kun… sólo quiero patinar, sólo eso… quiero ganar las olimpiadas. —continuó Sakura.
—comprendo… no te preocupes. Sakura… no intervendré ni haré nada de lo que mi familia dijo; sin embargo…—se ensombreció.
—¿Hmp?
—Yo te apoyaré también en lo que sea, te cuidaré…
Sakura se sonrojó al escuchar eso, porque sonaba tal cual una declaración, y Sasuke al reparar en lo que había dicho no pudo evitar sonrojarse gruñonamente.
—Como una amigo que cuida a una amiga. —aclaró, reprochándose por dentro, pero creyendo que era lo mejor por el momento.
—Ouh… sí, gracias. —musitó Sakura enternecida. —Entonces… ¿empezamos de nuevo?… ¿amigos? —le ofreció su meñique.
Sasuke resopló, rodando los ojos al ver lo cursi que se estaba tornando todo, pero aun así con su entrecejo fruncido y dejando ver un ligero sonroso en el puente de su nariz, enlazó su meñique con el de ella.
—Amigos…
Pese a todo, Sakura se sintió contenta, le era difícil mantener otra postura frente a Sasuke; sin embargo, también meditó que debía conocerlo aún más antes de hacer cualquier otra cosa, como lo que había pasado aquella noche que estuvieron juntos, algo de lo que no se arrepentía, pero si que pensaba había sido demasiado rápido.
—Hmm… bueno… ¿ahora qué? —susurró Sasuke, deshaciendo lentamente su enlace.
—Mmm… bien, primero Sasuke-kun, gracias por los peluches… ¿tú los recuperaste?
—Claro que no, fue Itachi… yo… sólo pensé que te gustaría tenerlos de vuelta. —dijo este, tomando nuevamente esa postura de "no me importa nada".
—Ah… ya veo, entonces le agradeceré a él personalmente cuando lo vea.
—No tienes porque hacerlo.
—Yo creo que sí. —se burló Sakura.
—Hmph… haz lo que quieras. —se cruzó este de brazos con molestia.
—Claro… por cierto, Sasuke-kun…
—¿Hmm?
—Ahora que somos amigos, ¿me podrías hacer un favor?
El jugador frunció el entrecejo intrigado.
—¿Un favor? ¿qué cosa?
Sakura sólo le sonrió tal cual alguien que ocultaba un gran secreto.
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Pista Uchiha.
El cielo se mostraba anaranjado, símbolo de que el atardecer había llegado, en los alrededores de la pista Uchiha todo se mostraba en soledad, después de todo la pista no había abierto ese día debido a una decisión administrativa; sin embargo eso no fue impedimento para unas personas que arribaron al estacionamiento casi al mismo tiempo.
Hinata había llegado con Naruto, en el auto del padre de este, pues él fue quien le dio el aviso a su amiga, y esta a la vez le dio el aviso a Ino que en ese momento llegaba en una bicicleta junto con su novio.
—Naruto… ¿quieres explicarnos qué hacemos aquí? —cuestionó Ino.
—No sé, Sasuke sólo me pidió que les dijera que tenían que venir aquí.
Al decir aquello, escucharon como la puerta de la entrada a la pista se abrió y de esta salió el enseriado Sasuke con su típica cara de pocos amigos.
Tanto Hinata como Ino no pudieron evitar cohibirse, después de todo el Uchiha tenía una mirada muy pesada y despectiva.
—Alguien las espera en la azotea… —fue lo único que dijo, y se movió de la puerta para darles la oportunidad de entrar.
Sin saber que esperar, ambas chicas junto con sus respectivos acompañantes se acercaron a la entrada al recinto y en cuanto llegaron a la altura en donde estaba el Uchiha este sólo les dijo como llegar a la azotea y les pidió tanto a Naruto y a Sai que las dejaran a solas, así que las chicas se fueron y ellos se quedaron, quedándose con la curiosidad.
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Mientras tanto, las chicas, siguiendo las instrucciones que Sasuke les había dado subieron por las escaleras hasta que finalmente llegaron a una puerta que daba acceso a la azotea. La abrieron, y en cuanto la hicieron sus intrigados e inquietos rostros cambiaron al ver a quien estaba frente a ellas.
Era Sakura, quien acostada muy relajada en el suelo, se levantó precipitadamente al ver que habían llegado.
—Sakura…
—Sakura-chan.
Musitaron ambas chicas, acercándose lentamente hacia aquella que también se levantaba para recibirlas.
Al acercarse lo suficiente, se miraron las unas a las otras. Sakura notando una especie de tristeza y asombro en ambas chicas, Hinata e Ino, viendo lo desgastada que se veía físicamente Sakura, ni qué decir del moretón verdoso que aun era visible en el contorno de su ojo.
Ninguna fue capaz de decir algo hasta que…
—Sakura-chan… ¡perdóname por favor! —exclamó Hinata haciendo una exagerada reverencia.
—No, Hinata… levántate por favor. —pidió esta avergonzada. —No fue tú culpa lo que pasó… me enteré de lo que realmente sucedió, así que por favor…
Pero la Hyuga negó con la cabeza llorosa.
—Todo esto empezó por mi culpa…
—No, por favor…
—No fue tu culpa Hinata que tuvieras a un pervertido como entrenador, y Sakura que estuviera con un demente. —recalcó Ino con molestia. —Sakura… vayamos directamente al punto, yo sólo quiero decirte… ¡perdón por todo! —se inclinó levemente.
—Chicas, basta… me enteré de todo, estoy consciente de lo que han pasado, y en serio siento haberlas metido también en aprietos, supe lo que intentaron hacer por mi… y se los agradezco. —bajó esta la cabeza conmovida. —Lamento… lamento también haberme dejado manipular por Danzou y por lo que hicieron mis padres.
—¡Ah! también tú, frentona… ¡que no es tu culpa! —quiso llorar Ino, pero se aguantó. —Sólo hay que estar agradecidas de que tanto Hinata y tú estén bien.
—Y tú también Ino, debió ser también difícil para ti… ¿no? —cuestionó Sakura.
—Puede ser, pero tampoco es algo que se pueda comparar con lo que les pasó a Hinata y a ti. —bramó esta, tratando de hacerse la fuerte. —A Hinata casi un loco se la quiere llevar, y a ti otro loco te intentó matar…
—Tal vez, pero no hay que entrar en comparaciones. —alegó Hinata, limpiándose las lagrimillas de los ojos. —Como dices, estamos bien y es lo único que importa. Sakura-chan, creo que a mi sólo me queda decir que me alegra que estés bien, y hayas encontrado apoyo para ir a las olimpiadas.
—Gracias, yo… por mi parte… sólo puedo decir que me alegra poder compartir esta experiencia con ustedes, Hinata… también quería decirte que lamento haber arruinado tu triunfo en las finales, créeme que no fue intencional…
—Lo entiendo, no te preocupes, puedo imaginarme lo que estabas pasando.
—E Ino. —se dirigió Sakura a la rubia, que aún se mostraba como si se estuviera aguantando muchas cosas por dentro. —Quiero decirte también que lo siento por todo. —se inclinó. — por todos esos comentarios desagradables que hice alguna vez, por cómo me llevaba contigo, por nuestras peleas absurdas.
Ino sintió más fuerte el nudo en su garganta al escucharla.
—quiero que sepas que tú eres mi principal rival para vencer… —la señaló con desafío. —así que prepárate bien, porque pienso vencerte limpiamente en las olimpiadas.
—¡JA! ¡Hasta crees! —se burló esta, soltando unas lagrimitas. — Te advierto lo mismo, más vale que te prepares, Sakura, no me dejaré vencer tan fácilmente.
Hinata sólo rio al ver su interacción.
—Parece que las cosas están volviendo a la normalidad, y mucho mejor.
—Por supuesto. —alardeó Sakura. —Y eso es porque te incluyo Hinata porque tampoco me dejaré vencer por ti.
La Hyuga se sonrojó ante tal desafío.
—Pero lo más importante…—continuó Sakura. —Supongo que ya lo han de saber…
—Es ganarle a la demás competencia. —comprendió Ino. —sobre todo a esas presumidas de Sunagakure.
—¡sí! Sea como sea… traigamos esas medallas a Konoha. —animó Hinata, dejando salir su emoción a flote.
—¡sí! ¡Y a esos peluches de zorro! ¡serán nuestros! —expresó Sakura como si tuviera fuego interno.
—¡Ay, sí yo también quiero uno!
—¡Y yo! ¡está muy lindo! ¿Ya lo vieron?
—Síííí… está hermoso…
Las tres chicas rieron viendo que tenían muchas cosas en las que coincidían o eran similares y, conforme más hablaban, parecía que finalmente podrían estar en paz entre ellas mismas y consigo mismas respectivamente; sin embargo, estaban conscientes de que esa armonía aun era opacada por lo que seguían diciendo los medios de cada una de ellas, incluyendo el comité de patinaje que ya las había catalogado de problemáticas.
—Que problema ¿no? —musitó Ino, tendida en el suelo en circulo con sus otras dos amigas. —Parece que lo único que el comité y los medios piensan de nosotros es que sólo atraemos problemas.
—Sí, la verdad ya no sé qué podríamos hacer para hacerlos entender. —suspiró Hinata, viendo el cielo nocturno. —Cada vez que hablamos en público sacan de contexto lo que decimos.
—Ino, Hinata… creo que hay algo que podemos hacer para solucionarlo. —comentó Sakura, también pendiente del cielo y a la vez de sus amigas.
—¿Qué cosa? —se levantó Ino.
—Sí, Sakura-chan ¿qué tienes en mente?
La de cabello rosa se reincorporó.
—Bueno, es una idea del entrenador Kakashi, dijo que podía ayudar a mejorar nuestra reputación, claro, siempre y cuando ustedes quieran hacerlo, y yo creo que podría servir, además que contribuiríamos a algo muy bueno, bueno al menos yo quiero hacerlo para ayudar a alguien más.
—¿Un acto benéfico? —intuyó Ino.
Sakura asintió.
—¿De qué tipo? —cuestionó Hinata.
—El entrenador Kakashi dice que podemos realizar una obra de teatro sobre hielo para recaudar fondos. ¿Qué les parece la idea?
Hinata e Ino se miraron entre sí.
¿Una obra? Pensaron ambas al mismo tiempo, Hinata poniéndose un poco nerviosa al no saber que tipo de obra podría ser, mientras que Ino sonrió para sí misma, pensando que sería algo muy interesante y divertido de hacer.
—¿Y… qué dicen?
—¡Acepto! —dijo Ino decidida.
—Me da algo de nervios, pero ¡quiero ayudar! —aceptó Hinata igualmente.
Sakura sonrió, poniendo su mano en el centro para hacer una especie de pacto.
—Bien… pues hagámoslo suceder.
Las dos patinadoras asintieron y juntaron sus manos con la de su amiga, esperando realmente hacer algo bueno con esa idea, más que nada para ayudar a quien se necesitara.
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Unos días después.
—Bien… tenemos a los personajes principales. —leyó Kakashi. —Sakura, tú serás la malévola bruja, Ino la reina silenciosa, Hinata, tú serás la princesa enamorada… y….
—¡¿quién mierdas me propuso como un príncipe?! —gruñó el furioso Sasuke
Continuará.
..
Notas de autora. Espero que les haya gustado.
Muchas gracias x leer.
28 de enero de 2024
