.

Ice stars

Capítulo 23.

La asesora.

.

.

—Te dije que tus servicios no son requeridos, deja de seguirme. —Renegó la recién llegada a un sonriente Sai que caminaba detrás de ella.

—Lo siento, pero me dijeron que te acompañara y de todos modos voy al mismo sitio que tú a ver a "mi novia" mientras entrena.

—Pff… ¿qué no tienes algo mejor que hacer? ¿no tienes trabajo?

—Eso es algo que no le importa, señorita.

Sin dejar su sonrisita de lado, ahora Sai fue el que pasó a un lado de la recién llegada, la cual claramente se mostró molesta con el atrevimiento del joven; sin embargo, viendo que no se podría deshacer de él, sólo respiró hondo y continuó su camino hasta que finalmente lo alcanzó en el área de la pista, donde rápidamente divisó a las personas que estaban dentro de ella, sin poder encontrar donde estaba la chica a la que estaba buscando.

—Oye tú… ¿Dónde está Ino Yamanaka? —exigió demandante a su anfitrión.

—¿Tengo cara de que sé dónde está? —respondió Sai con tranquilidad.

—Ushh… esto es insoportable —rezongó entre dientes. —pero está bien, ya que no eres de ayuda, iré yo a buscarla personalmente.

Dicho aquello, la llamada Shiho Mizuno se movió hacia los demás pasillos que conducía a diferentes áreas de la pista, dejando nuevamente a Sai sorprendido por tan pedante actitud, y no quedando de otra, la siguió más que nada para evitar que fuera a molestar a otras personas.

.

.

Mientras tanto, en el área del gimnasio…

—¡¿Qué?! ¡Ustedes también quieren hacer el backflip!

Exclamaron ruidosamente los entrenadores Kakashi, Kurenai y Asuma al saber las respectivas decisiones de sus alumnas.

—No cabe duda de que las mentes brillantes piensan igual. —opinó la sorprendida Ino.

—Eso parece. —rio Hinata nerviosa. —Pero… ¿qué haremos ahora?

—¿Tendremos que cambiar de idea, entrenadores? —preguntó Sakura preocupada.

Ante aquella pregunta, las tres patinadoras fijaron su mirada en los mayores que parecieron meditarlo momentáneamente.

—Que las tres hagan el mismo salto… mmm… la verdad no me parece tan descabellada idea.

—¿Acaso quieres hacerlas competir, Kakashi? —cuestionó Asuma a la defensiva.

—No, nada de eso, simplemente creo que sería buena idea, sólo piénsenlo… lo estoy visualizando ahora —musitó este, teniendo una visión interna. —Imaginen una escena, donde hechicera, reina y princesa lanzan sus ataques y… simulando que estas se repelan entre sí, entonces…

—Harían el back flip como si salieran expulsadas… ¿no es así? —comprendió Kurenai pensativa, imaginándose dicha escena.

—Exacto.

—Entonces, entrenador Kakashi… ¿eso significa que…? —preguntó Sakura ansiosa.

—Aprobado. Las tres pueden hacer ese salto; sin embargo, me gustaría saber si realmente saben lo que conlleva.

—Conozco los riesgos. —dijo Ino. —Pero aun así quiero hacerlo.

—Igual yo. —concordó Hinata.

—Y yo también.

—Sakura, tú me dijiste que Danzou alguna vez te puso a entrenar para ese salto, supongo que sabes bien lo que implica. Kurenai y Asuma ¿ustedes alguna vez practicaron algo así con sus alumnas?

—No realmente. —respondió la entrenadora. —pero cuando entrené a Hinata, antes de ese sujeto, trabajamos mucho en su flexibilidad.

—Lo mismo con Ino. Sé que al menos puede hacer volteretas, tal cual una gimnasta lo hace. —Contó Asuma, dando un asentamiento con la cabeza, con lo cual Ino captando lo que le pedía, hizo una demostración de algunos saltos que podía hacer.

Viendo que al parecer pretendían "demostrar" de lo que eran capaces Yamanaka y su entrenador, Kakashi y Kurenai miraron a sus respectivas alumnas para que también demostraran lo que sabían; sin embargo antes de que estas pudieran actuar se vieron repentinamente pausadas por unos escandalosos aplausos que hicieron eco en el gimnasio.

—¡INO! ¡No cabe duda de que eres la mejor!

Los confundidos presentes observaron como aquella chica de cabello rubio cobrizo aplaudía tal cual una fanática, pues hasta saltitos daba; sin embargo, esta paró de hacer escandalo cuando también llegó el sonriente Sai y saludó a todos haciendo un sencillo ademán con la mano.

—Sai… ¿quién…

—¡Ino! ¡Cuánto tiempo! —interrumpió la emocionada chica, corriendo a abrazar a la rubia que rápidamente se mostró enrojecida con tan frenética muestra de afecto.

—Disculpa… ¿te conozco? —cuestionó Ino sofocada.

—Sabía que no me reconocerías. —sonrió la chica, separándose de ella, ajustándose sus cristalinas gafas que dejaban ver sus rojizos ojos. —He cambiado mucho desde entonces, soy Shiho Mizuno.

La rubia se sobresaltó sorprendida.

—¡¿Qué?! ¿Shiho? ¿realmente eres tú?... Te ves…

—Radiante…—musitó Sakura igualmente impresionada.

—Eh… ¿la conoces Sakura-chan? —susurró Hinata discretamente.

—Conocerla no, sólo la había visto de lejos … esa chica era una patinadora de la liga junior cuando Ino y yo estábamos aun en la liga infantil, creo que me pareció verla hablando con Ino en aquel entonces, pero… ha cambiado mucho…

—Te ves muy bien, te vez guapísima, como si los años no pasaran por ti. —comentó Ino sorprendida—y no sé por qué… pero te recuerdo más alta.

—Wow, gracias por lo de joven y guapísima. —rio la chica. —Me he sabido conservar, y con respecto a lo otro es obvio que ya no eres una pequeña niña, creo que hasta me ganas por unos centímetros. —comparó con su mano la altura entre ella y la patinadora haciendo notar que había una mínima diferencia d centímetros.

—Sí, claro… ¿Y qué estás haciendo aquí?

—¿qué? ¿tu padre no te lo dijo? Estoy aquí para asesorarte en cuanto al tema de la actuación, me dijo que harías una obra para recaudar fondos, ay, Ino, tú siempre tan noble. —se sonrojó la chica.

Ino se apenó con tanta adulación, que le pareció extraña, ya que años atrás esa chica solamente se había limitado a brindarle confianza cuando lo necesitaba, sin exagerar demasiado.

—Sé lo que piensas… parezco una fanática loca ¿verdad? —cuestionó Shiho, mirándola con perspicacia.

—Eh… bueno…

—Lo sé, pero lo que desconoces, querida Ino, es que desde que me lesioné y ya no pude competir, dejando para siempre mi sueño de ser una patinadora profesional, deposité mis esperanzas y sueños en ti, y te admiro tanto por lo que has logrado a través de estos años.

—Oh…no… no lo sabía, gra-gracias...

—Por eso, cuando tu padre me llamó, porque sabe que estudio actuación, no dudé ni un segundo en aceptar, porque quiero que brilles en tu presentación. —explicó esta, tomando sus manos.

—Vaya… te… lo agradezco. —balbuceó la rubia sin saber cómo responder a aquellos sentimientos.

Entonces un carraspeo incómodo se escuchó, cuando las chicas reaccionaron, vieron que había sido Asuma quien demandaba sutilmente que se retomara lo que estaban hablando previo a la llegada de la asesora.

Shiho, viendo que aparentemente había interrumpido algo importante, sólo rio nerviosa y se disculpó y se presentó formalmente con todos los presentes, todo esto siendo visto por Sai, que vio que esa chica de cierta manera era algo hipócrita, en especial cuando se presentó ante Sakura y Hinata.

.

.

.

Mientras tanto, en otra división de la pista que parecía ser una amplia oficina, una animada Izumi había mandado a llamar a dos de los participantes de la obra para tomar sus medidas y hablar acerca de sus respectivos trajes.

—Esto es ridículo… —se quejó Sasuke, sintiendo vergüenza de que su cuñada lo estuviera midiendo con una cinta por todos lados.

—Ya deja de quejarte, Sasuki-chan… vas a ver que guapo vas a quedar. Ya me lo estoy imaginando; serás todo un príncipe varonil con armadura y espada (o stick), tal como esos príncipes medievales, te incluiré una capa de tu color favorito, azul, y también te haré una armadura plateada. ¿Qué te parece?

—¿Para qué quieres mi opinión? si de cualquier manera harás lo que se te dé la gana opine o no.

La chica soltó una risita burlona.

—Tienes toda la razón, que bien me conoces Sasuki.

—Hmph… que irritable.

—Ya… deja de quejarte. Anda eres libre, terminé contigo…—corrió la chica apartándolo de su vista. — ¡Naruto! Sigues tú.

Ante el llamado, el muchacho de cabello rubio que había estado esperando sentado en una silla, se levantó dando un sobresalto y robóticamente se encaminó hasta donde estaba la diseñadora. No pudo evitar enrojecerse cuando Izumi lo midió de abajo hacia arriba, tomando cuidadosa y minuciosamente todas sus medidas y las escribía en una libreta.

—tus medidas son casi iguales a las de Sasuke, sólo tienen algunas diferencias por unos centímetros. Fácilmente ambos podrían usar la ropa del otro, aunque a Sasuke le quedaría un poco corta la tuya porque es más alto que tú por muy poquito, y el desgraciado al parecer no deja de crecer, cada vez que lo veo, lo veo más alto.

Naruto se burló ante aquella descripción, pensando que Sasuke eran de esos que crecían a lo baboso, aunque luego lo reconsideró, pues en los últimos meses él también se había estirado un poco más.

—De igual manera te haré un pantalón con una medida estándar para chicos de tu altura. ¿está bien?

—Claro, señorita.

—Con respecto a lo demás, como interpretarás a un ser mitad humano y mitad cuervo Mmm… creo que te haré un chaleco negro, y te haré unas alas… pero Mmm…

—¿Qué?

—No sé, creo que hace falta algo más. —lo miró detenidamente. — tu cabello es demasiado rubio.

—¡eh! ¿y eso qué? ¿es malo? —preguntó este, tomándose su cabello.

—No, claro que no, pero creo que tu cabello te haría ver como un lindo cuervo, en lugar de un ser amenazante… creo que lo ideal es que ese día uses una peluca de cabello negro…

—Oh… ¿eso cree?

—Sí, confía en mí y verás que guapo te verás, las chicas caerán rendidas ante tus pies. —prometió Izumi, haciendo un boceto rápido en su libreta. —Bien, chicos… pueden retirarse, por favor díganle a Neji y Lee que vengan, les tomaré ahora a ellos sus medidas.

Viéndose libre al fin, Sasuke fue el primero en retirarse, seguido del pensativo Naruto que trataba de imaginarse cómo se vería con su traje de cuervo con todo y la peluca incluida; sin embargo, de repente la imagen mental que estaba proyectando se vio distorsionada cuando chocó con su compañero de hockey que se había detenido de la nada en medio del pasillo.

—¡eh! ¡Teme! ¿Qué te pasa? ¿Por qué te detuviste así?

—Pienso.

—¿Piensas?... ¿en qué?

Sasuke se giró para encararlo.

—Naruto…. ¿Qué tanto te gusta la chica Hyuga?

Ante tal cuestionamiento, el rubio sintió como la temperatura se le subió desde los pies hasta la cabeza que lo hicieron enrojecer frenéticamente.

—¿Pa-pa- para qué para qué quieres saber?

—Curiosidad.

El Uzumaki se enrojeció aun más al pensar en cierta chica, y en lo que sentía por ella.

—Bueno yo… me gusta mucho. —admitió avergonzado. —¡me gusta mucho Hinata!

—Hmph…—Sasuke se burló. —Entonces… creo que no habrá problema…

—¿eh? ¿qué quieres decir?

Dobe… ¿Quieres el papel del príncipe?

—¡¿QUÉ?! ¡¿DE QUÉ HABLAS?! ¡Explícate, tonto!

—Hmph… lo quieres ¿sí o no?

Naruto gruñó apenado.

—Por… por supuesto que si se pudiera lo tomaría, pero…

—Entonces hagámoslo—interrumpió Sasuke. — intercambiemos papeles, Usuratonkachi.

—¿qué? Pero…. ¿cómo?

—Tengo un plan.

Con mucha discreción, Sasuke le contó sobre su idea a Naruto, el cual sólo pudo agrandar los ojos por la grandiosa idea que se le había ocurrido a su amigo, una idea que no sólo le permitiría ser el príncipe sino que le permitiría hacer algo que deseaba desde tiempo atrás y cuya perfecta oportunidad no había encontrado, hasta ese momento.

—Entonces… ¿qué dices, Usuratonkachi? —negoció Sasuke, extendiéndole su mano tal cual como si fuera a cerrar un gran trato. —¿Aceptas?

—¡Acepto! —la tomó Naruto, estrechándola con fuerza. —Pero… Teme, respóndeme algo.

—¿Qué?

—¿Esto sólo lo haces porque no quieres ser el príncipe, porque me quieres ayudar o porque te gusta Sakura-chan y quieres estar con ella? —preguntó picaronamente.

Sin embargo, Sasuke sólo soltó un bufido y le dio la espalda.

—Eso es asunto mío, no te metas.

—¡Ah! ¡Sasukeee! —gruñó este con el puño alzado, viendo cómo se iba. —¡Más vale que trates bien a Sakura-chan! ¡¿entendiste?!

—Sí, sí…—ignoró este, agitando su mano. — muévete, idiota, tenemos mucho que entrenar y ensayar.

.

.

.

Durante las horas siguientes, el día de entrenamiento pasó sin más, entre programaciones para que cada uno de los participantes entrenaran los diversos actos que componían la obra, la medición de vestuarios de cada uno de ellos y la revisión de la utilería que se utilizarían para las acrobacias aéreas

En un apartado de la pista, el equipo Yamanaka, supervisaba minuciosamente el entrenamiento de Ino a la vez que el aprendiz de entrenador comenzaba a idear la rutina con la que empezarían el primer acto en donde su amiga aparecería.

Shiho Mizuno (adentrándose con el equipo) estuvo también de observadora, estudiando en silencio todos los movimientos de la patinadora la cual se mostraba sonriente y resplandeciente con cada uno de sus movimientos y en sí mostrando todo lo que ella debía ser en su primer acto como la reina resplandeciente, nada difícil para la patinadora hasta que llegó el momento en que se comenzó a analizar la danza que definiría su transformación a reina silenciosa, en donde obviamente había un problema que la nueva asesora esperaba resolver.

—No pueden pedirle un movimiento tan brusco a Ino sino sabe qué expresión es la que tendrá, primero debe entrenar en esta parte y después ver que movimientos puede hacer con esa expresión.

—Creemos que lo mejor es que primero estudiemos el movimiento y después la expresión. —difirió Shikamaru.

—¡No! Primero la expresión ¡o si no perderán sólo el tiempo con los movimientos! ¿acaso es lo que quieren? ¿quieren afectarla?

—¡Por supuesto que no! ¡que irritable eres, relájate!

—Por favor, no se peleen. —intervino Ino viendo como su amigo se mostraba cada vez más molesto. —Shikamaru, entrenador Asuma… ¿les parece si hablo un poco con Shiho acerca de lo de la parte de las expresiones y luego vemos que podemos hacer?

—¡bah! sí es lo que quiere, adelante… que aburrido. —se retiró el aprendiz patinando hasta la salida de la pista.

Mientas que Asuma sólo resopló con cansancio.

—Sí quieren tomen un descanso, 20 minutos y luego nos reunimos de nuevo para ponernos de acuerdo.

—Gracias entrenador y perdón si molesté a su aprendiz. —sonrió Shiho, haciendo una respetuosa reverencia.

—No te preocupes, las veo en unos minutos.

Despidiéndose momentáneamente, el entrenador se retiró, patinando hasta donde se fue su aprendiz, momento que Shiho esbozó una mueca de fastidio sin que Ino se diera cuenta; sin embargo no podía evitarlo como "asesora de actuación" no le gustaba que le cuestionaran sobre su trabajo y decisiones.

—Y bien… Shiho, soy toda oídos. —dijo Ino, esperando a que su "asesora" le dijera algo sobre sus expresiones.

Al escucharla, la chica se giró hacia ella, mostrando una amplia sonrisa.

—Creo que hay que relajarnos primero. ¿no crees? ¿Te parece si patinamos por el alrededor de la pista?

Ino frunció el entrecejo, pero de igual manera asintió pensando que era parte del proceso.

Entonces ambas chicas comenzaron a andar por el hielo. Ino notó de inmediato que su asesora andaba muy bien sobre sus patines pese a que había dejado el patinaje años atrás.

—¡Vaya! como dicen: lo que bien se aprende, no se olvida.

La asesora entonces se detuvo, mirándola de reojo sin entender.

—¿Disculpa?

La patinadora se sobresaltó apenada.

—Ah, nada… es que patinas muy bien, pensé que con lo de tu lesión habías quedado incapacitada para patinar.

Shiho sonrió y siguió andando.

—No, no tanto así, puedo patinar con normalidad, pero ya no soporto el entrenamiento de una patinadora profesional, por eso lo dejé —musitó, poniéndose cabizbaja. —No tienes idea de lo doloroso que fue para mí dejar el patinaje.

—Me imagino, y estando ya en las finales.

—Sí, así es… pero en fin ya pasó, y ahora tú eres la que está a poco de cumplir ese sueño que todas las patinadoras tenemos, por eso quiero ayudarte en todo lo que pueda.

—Sí, gracias. —la patinadora se sonrojó.

—Verás que triunfarás. Ino, no te dejes vencer por esas dos. —susurró la asesora con mucha discreción.

—¿Mmm? ¿qué?

—Hablo de esas tipas: Hinata Hyuga y… Sakura Haruno. —pronunció con repulsión, mirando hacia donde estaban estas. —Se nota que las dos te tienen mucha envidia, lo noté cuando hiciste esa demostración de saltos por la mañana.

—¿Qué?

—Esa Sakura se ve que no ha cambiado nada, sigue siendo la misma tipa engreída de siempre. Sólo mírala… es evidente que como los Uchiha la patrocinan se cree la mejor de aquí.

—Oye… —susurró Ino, viendo como Sakura en ese momento estaba practicando junto con Neji y Tenten y al parecer estaba teniendo ciertos problemas que tanto Rin como Kakashi trataban de corregir.

—Pero no te preocupes, amiga… no dejaré que nadie te opaque, tal como en el pasado yo te aconsejaré para que seas la mejor. ¿sí?

Ino no dijo nada, para no molestar a esa persona que la había aconsejado en el pasado; sin embargo, se dijo así misma que sí su asesora seguía pensando de esa forma sobre sus amigas, en especial de Sakura, le tendría que poner un alto, y le dejaría claro que Sakura era más que su rival ahora, era su amiga.

—¿Ino? ¿Qué tienes?

—¡Eh! ¡Ah! Nada. —despertó esta de sus pensamientos. —Dime Shiho… ¿Qué tengo que hacer para mejorar mi expresión de acuerdo con lo que se requiere?

.

.

.

A lo lejos, Shikamaru, junto con Sai y Asuman observaban como aparentemente Ino estaba comenzando con sus clases de actuación.

—Entrenador… ¿realmente cree que esa tipa puede serle de ayuda a Ino? —cuestionó Shikamaru, dándole posteriormente un sorbo a su bebida.

Sai que se había limitado a estar en silencio junto con ellos, también le interesaba saber al respecto y prestó atención a lo que el serio entrenador tuviera que decir.

—No lo sé, pero Inoichi cree que puede ayudarle en el aspecto de la actuación así que sólo queda esperar los resultados.

—Que fastidio.

—Pero ¿qué pasa, Shikamaru? —rio Asuma. — ¿estás enojado porque esa chica ni siquiera te prestó atención?

—¡Eh! Que tonterías… —se abochornó este, dándole otro sorbo a su bebida. —Fue un alivio para mí que no se comportara raro como antes.

—¿A qué se refieren? —preguntó Sai extrañado.

Asuma se carcajeó.

—Verás, hace tiempo, cuando Ino fue a las evaluaciones para subir de rango, conoció a Shiho. Ino en ese entonces tenía 7 años y Shiho tenía 13; y la verdad, a pesar de la diferencia de edad, se llevaron muy bien. Shiho amablemente le explicó lo que los jueces calificaban y esas cosas y le dio confianza. En ese entonces, yo entrenaba también a Shikamaru y Chouji, este último sólo porque sus padres querían que hiciera un poco de ejercicio, y en cuanto a Shikamaru dado a que decía que también quería ser entrenador cuando creciera, se vio obligado a entrenar tal cual un patinador profesional…

—Y que fastidio… yo en aquel entonces pensé que sólo se trataba de deslizarse en el hielo y ya. —renegó Shikamaru.

—Pero bien que te gusta. — se rio Asuma. —en especial cuando ves el resultado de las rutinas que planeas.

—Ok, sí, pero ¿qué más pasó? —preguntó Sai, interrumpiendo el momento maestro-alumno.

—¡ah, sí!, como decía, las pruebas de los varones habían terminado así que fui a buscar a Ino, y Shikamaru que, en ese momento tenía 10 años, me acompañó hasta donde estaba y cuando la encontramos… —reprimió una risita.

—¡¿qué?! ¿qué pasó?

—Nada, que Ino estaba con esa chica, y cuando esta vio a Shikamaru con sus enormes lentes de botella, se puso como un farolito navideño, comenzó a balbucear incoherencias mientras le ofrecía su mano a este aburrido. — le dio un codazo a su alumno. — y él sólo le respondió haciéndole una mueca de desagrado.

—¡ah! Entonces le gustó Shikamaru… ¡oye! No sabía que eras un casanova de mujeres mayores. —se burló Sai.

Shikamaru gruñó abochornado, más no dijo nada.

—Sí, y así duró un buen tiempo. —siguió contando Asuma. — En cada competencia que nos encontrábamos con Shiho era la misma historia; la pobre niña no podía con la vergüenza y terminaba haciendo el ridículo, aunque hubo ocasiones en que trató de hablarle y al parecer algo más, pero no pudo y finalmente, con 15 años, Shiho tuvo que retirarse del patinaje debido a una lesión durante unas finales, y por lo que tenía entendido también por su vista que fue empeorando con el tiempo, fue entonces que dejamos de verla hasta ahora.

—Aunque ahora se ve bastante sana, que cuesta trabajo creer que sea ella. —observó Shikamaru a lo lejos.

—Lo que significa que ahora no se conforma con cualquier espantapájaros. —se siguió burlando Asuma. —al menos es lo que creo.

—Con lo que me importa, mientras no me fastidie y tampoco fastidie en las rutinas me doy por bien servido.

—Por eso nunca tendrás novia.

—No, yo creo que la indicada para Shikamaru será la que menos espera. —creyó Sai burlonamente.

—Ay, ya déjenme en paz. —se levantó el aludido fastidiado para continuar con el entrenamiento.

Sin dejar las risitas, Asuma siguió a su enfadado alumno, Sai también los acompañó más que nada para decirle algo a Ino antes de que reanudara el entrenamiento.

Al llegar a la orilla de la pista los entrenadores se reencontraron con la alumna y su asesora.

—Entrenador ¿retomamos? —preguntó Ino. —Shiho y yo ya acordamos algunas cosas, ensayaremos arduamente lo de las expresiones en mi casa, después de todo mi padre le ofreció estadía en la casa en lo que se llega el estreno de la obra.

—Oh, eso no lo sabía… —comentó Asuma sorprendido.

—No lo mencioné, pero sí, el Sr. Yamanaka me ofreció estadía. —sonrió Shiho muy amigablemente.

Sai percibió algo de hipocresía de su parte. Shikamaru por otra parte resopló fastidiado.

—¿Eso quiere decir que nos dejarás entrenar en paz mientras estemos en la pista?

La chica rio.

—Por supuesto que no, querido. —le guiñó el ojo. —supervisaré la actuación de Ino también, si algo no me gusta tendré que decirlo, pero no te enojes, Shikamaru-kun, o ya no te verás lindo.

El Nara sintió escalofríos al escucharla, le resultaba raro que Shiho ahora fuera tan extrovertida.

—Bien, si no hay objeciones entonces empecemos. —dijo la animada asesora, dispuesta a continuar, sin embargo…

—Ino… ¿puedo hablar contigo?

La animosidad se le fue al suelo ante la interrupción de Sai, y empeoró cuando Ino no dudó en acudir hasta donde estaba él (sin salir de la pista), por lo que pudo escuchar muy bien lo que hablaban.

—¿Qué pasa?

—Esperaba que pudiéramos salir por ahí, después de tu entrenamiento, quería llevarte a cenar, pero por lo que escuché, irás a tu casa a seguir entrenando.

Ante aquellas palabras, Ino se enrojeció y se abrazó a su novio tanto como pudo pues tenía por en medio la barrera que cubría el alrededor de la pista.

—Sí, si quiero… ¡anda! ¡salgamos! Quiero estar contigo…

—Pero… ¿y tu entrenamiento?

—Tengo toda la noche. —sonrió esta. —Estoy seguro de que a Shiho no le molestará…

Ino se giró hacia su asesora, quien al ver que hablaban de ella se sobresaltó.

—Ah… claro que no, anda… sal con… con tu novio. —dijo esta, con una sonrisita falsa.

—Sólo por esta noche. —prometió la patinadora. —sirve que en lo que llego a casa, tú te instalas ¿te parece?

—Sí, claro…seguro, ¡buen plan!

—Bien, pues entonces te espero…

sonrió Sai a lo que Ino respondió, jalándolo hacia ella para darle un pequeño besito que dejó enrojecido a un apenado Asuma, asqueado a un fastidiado Shikamaru y boquiabierta a una impactada Shiho que no pudo evitar pensar que su pequeña amiga ya había crecido; sin embargo, despejó ese pensamiento y lo cambió por uno que le decía que ese chico no era más que una distracción para su amiga, así como ciertas personas que andaban en la pista y con las que también quería aclarar ciertas cosas, especialmente con una de ellas.

.

.

.

Horas más tarde, el entrenamiento para varios se fue terminando y poco a poco los patinadores y entrenadores comenzaron a retirarse a sus respectivos hogares; Sakura y Hinata fueron de las últimas en terminar, por lo cual después de ducharse y cambiarse se encaminaron juntas hacia la salida para irse con sus respectivos entrenadores que ya esperaban por ellas en el estacionamiento.

—¡Ahhh! Que día tan largo…—bostezó Sakura cansada.

—Lo sé, estoy agotada, pero el entrenamiento fue más provechoso que los días anteriores.

—Me di cuenta de ello, ya que por lo visto ya no tuviste problemas con Sasuke-kun…

Hinata asintió.

—Así es, increíblemente estuvo muy accesible, como si quisiera aprender muy bien fue… fue muy extraño, pero supongo que el entrenamiento que hicimos ayer dio resultados.

—Y… ¿te sientes más cómoda así?

—Uhm…. Un poco, es que… para serte sincera él me da mucho miedo. Tiene una mirada aterradora. —sinceró nerviosa.

Sakura se rio.

—Que miedo ni que nada, si Sasuke-kun es bastante guapo. A mi me encantan sus ojos.

—Ay, lo siento, es que a mí no me lo parece.

—Claro, porque estás super enamorada de…

—¡Ay, no lo digas!

—Claro que no, quien sabe y de repente él está detrás de nosotras. —bromeó Sakura, girándose hacia atrás para cerciorarse de que estuvieran solas, a lo que Hinata sólo alcanzó a reír nerviosamente.

—Por cierto, que raro que Ino no nos quiso acompañar. —comentó la Hyuga retomando la caminata.

—Es que la chiflada se quedó arreglándose, me dijo que tenía una cita con Sai, hasta mandó a su amigo Chouji a que le trajera un vestido, así que iba a demorar más de lo normal.

—Ah… ya veo, que afortunada es ella, su novio es bastante simpático.

—Es un rarito, pero bueno para gustos, colores… —rio Sakura abriendo la puerta que conducía a la salida, y de repente…

—Justo con ustedes quería hablar…. o más bien contigo ¡Sakura Haruno! —gritó una frenética Shiho, señalando a la de cabello rosa.

—¿Disculpa?

—No, no te disculpo Haruno, no creas que me he olvidado de lo que le dijiste a Ino hace años.

—¡¿qué?! ¿De qué hablas?

—¡No te hagas la tonta!

Hinata se mostró preocupada, no entendía que pasaba con esa chica que al parecer la tenía contra Sakura.

—¿Qué? ¿Acaso te olvidaste? ¿Olvidaste como insultaste a Ino cuando ella fue muy amable contigo?

—No… escucha, eso… no pasó así...

—¡No trates de justificarte!

Sakura se irritó, notando lo intolerante que era esa mujer que ni la dejaba hablar, por lo que optó por mejor no seguirle la corriente.

—¿Sabes? No voy a discutir esto contigo.

—¡pues vas a tener que! ¡porque no permitiré que te interpongas en el camino de Ino y la estropees! Tú, pequeña HIPÓCRITA.

La acusada apretó los puños, comenzando a perder la paciencia.

—Sakura-chan… no —pidió Hinata al notarla irritada.

La voz de la Hyuga fue suficiente para calmar a la patinadora que, respirando hondo, recobró de nuevo la compostura para enfrentarse a aquella tipa.

—Como dije, no tengo nada que hablar contigo… pero ya que estás de entrometida, sólo te diré algo; lo que pasó entre Ino y yo ya lo dejamos atrás…

Shiho se burló.

—Eso es lo que tú crees, niña… pero uno puede perdonar pero no olvidar… le hiciste daño a Ino en el pasado y…

—Y ella también a mí, nos dijimos cosas hirientes, pero como te digo, eso es algo que ya dejamos atrás… ya madura, se supone que tú eres la mayor aquí.

—¡No me digas que…

—Disculpe, señorita Mizuno.

De repente la voz de un varón se hizo escuchar en medio de la discusión, las chicas se volvieron hacia este, viendo que era Sai, el cual aparentemente había optado por esperar a Ino en el exterior.

—¿Podemos hablar en privado, señorita?

—¡Por supuesto que no!

—Entonces lo que le iba a decir lo diré aquí, frente a todas. —amenazó Sai.

—¿Qué?

—Usted no conoce a Ino, cree que porque convivió con ella un poco en el pasado le da derecho a opinar por ella, ¡está equivocada!

Shiho se cohibió.

—Ino tiene criterio propio, y sé que aprecia tanto a la señorita Hinata como a la señorita Sakura, no sólo como dignas rivales sino también como amigas. Amigas que, por si no lo sabe, le costaron lágrimas tener, pues personas como tú se han interpuesto en su camino para enemistarla con ellas y alimentar una rivalidad negativa que más que hacerle bien la han perjudicado, así que… con el respeto que se merece, ¡deje a esas chicas en paz! Y limítese a hacer el trabajo para lo que fue contratada.

La asesora se quedó sin palabras.

—Sakura, Hinata… no se preocupen… pueden irse en paz. —pidió Sai.

Entendiendo la indirecta, Sakura sólo asintió cabizbaja y se retiró junto con Hinata, no sin antes musitar un tenue "Lo siento" que la asesora alcanzó a escuchar y que la hizo derramar unas lágrimas.

—Señorita Mizuno. —retomó Sai una vez que estuvieron solos. —Por lo que vi hoy, me doy cuenta de que aprecia mucho a Ino y al parecer ve en ella cosas que usted no pudo hacer, pero no es el modo de actuar…

La chica se limpió las lágrimas mostrándose arrepentida.

—No fue mi intención… sólo… sólo quería ayudar…

—Entonces hágalo, ayude a Ino a hacer la mejor de sus interpretaciones… sé que Ino se lo agradecerá. —dijo Sai, colocando una mano sobre su hombro.

—Yo…— Shiho se sonrojó ante aquel tacto.

En eso, por el interior del recinto se escuchó un taconeo que le dio a entender tanto a la asesora como al pintor que la patinadora que faltaba se aproximaba.

—¡Yo lo haré! —exclamó Shiho avergonzada, apartándose de Sai tan rápido como pudo para retirarse de ahí y evitar más problemas.

Sai admiró lo rápido que se fue, que tan pronto desapareció de su vista, Ino apenas abrió la puerta.

—¡Ah! ¡Sai una disculpa! Demoré más de lo normal.

El pintor observó, apreciando lo hermosa que se veía su novia con aquel atuendo que había mandado a traer.

—¿Pasa algo? —preguntó esta extrañada con su forma de mirarla, no era a como estaba acostumbrada a verlo.

—Pasa que estás hermosa, andando… te llevaré a un lugar que de seguro te encantará… y que respetará tu dieta. —agregó con simpatía.

—Ay, ¡por eso me encantas!

Dando un saltito emocionado, Ino se aferró al brazo de su novio y se dejó escoltar por él, hacia donde un taxi ya esperaba por ellos, ambos ignorando que una sonrojada muchacha los veía a lo lejos.

—"Que afortunada es… yo también quiero algo así…"

Continuará.

Notas de autora: por motivo de vacaciones se detendrán las actualizaciones casi hasta mediados o finales de abril, sin embargo como el spoiler solo puedo decir que probablemente ya sea el capitulo de la obra donde se darán los resultados de los entrenamientos y también habrá una que otra sorpresita por un par que anda conspirando por ahí. En cuanto a algunas cosas sucedidas en este capitulo será algo que se explorará en los siguientes capítulos.

Hasta entonces

Espero les haya gustado

27 de marzo de 2024