Extraterrestrial.

Capítulo cuatro: El plan.

-¡Hasta que al fin llegan!- los recibió Renji con mala cara una vez ingresaron al salón donde estaban reunidos él, Hirako y Yukio esperándolos impacientes.

-Lo siento, confundí la dirección.- mintió el albino con facilidad. Karin no se extrañó de que lo hiciera, obviamente no quería que ellos supieran que quería darles una ayuda adicional, podrían tomarlo como que dudaba de sus capacidades y ofenderse.

-¿Dónde está Ulquiorra?- preguntó ella mirando por la sala.

-Se encerró en su habitación, no lo parece pero está muy deprimido.- contestó Renji frotándose la nuca.

-Aunque sabe disimularlo muy bien…- acotó Yukio jugando con su consola.

-Así que, ¿cómo es eso de que nuestra Sensei sale con tu hermano?- el pelirrojo la jaló a sentarse a su lado.

-Tengo entendido que eran amigos en la preparatoria, ella había ido a nuestra casa un par de veces… pero fue muy sorpresivo, por lo que sabía habían perdido contacto, no tengo idea de cómo pasó.- frunció el ceño.

-Esto es un problema, así no…- Hirako se calló a sí mismo, mirando con cautela a Karin.

-Está bien, ya se lo conté todo.- Hitsugaya suspiró.

Los tres lo miraron sorprendido.

-¿Se lo contaste en serio?- Yukio dejó su consola para mirarlo con las cejas arqueadas con incredulidad.

-Ella comenzara a ayudarnos de ahora en adelante. Se ofreció para ayudar, le interesa nuestra causa.-

-¿Qué, va a ser algo así como la asistente del jefe?- se burló Shinji.

-Asesora.- corrigió la pelinegra sin gustarle la palabra asistente.

-Cuida tus palabras, Hirako, ella está autorizada a golpearlos.- Karin sonrió ante las palabras del de ojos turquesas, alzando su puño amenazante al rubio de grandes dientes, que retrocedió un poco.

-Bueno, ya que el capitán te contó todo entonces solo queda ocuparnos de qué haremos con Ulquiorra e Inoue-sensei…- Renji se llevó una mano a la barbilla.

-Da igual, encontrémosle una nueva chica.- Shinji sonrió despreocupado.

-Hombres…- Karin rodó los ojos. –Eso siempre es una pésima idea… no soy experta, pero queremos que Ulquiorra conquiste a Inoue-sensei, no que la reemplace.- se cruzó de brazos.

-¿Queremos quiénes?- Renji entrecerró los ojos.

-Toshiro y yo.- dijo como si nada, ignorando las miradas incrédulas de los tres subordinados y del capitán.

-¿La deja llamarlo por su nombre?...- preguntó Shinji "en voz baja" a Yukio, que se notaba perplejo pero rápidamente perdió interés y volvió a su videojuego ignorando al otro rubio.

-Kurosaki, agradecería que me llamaras por mi apellido…- murmuró el albino con mala cara pero manteniendo un tono consideradamente amable. Sin embargo, ella captó la orden indirecta.

-Pues yo agradecería que me llamaras por mi nombre, si vamos a ser socios tenemos que tenernos confianza.- comentó con naturalidad mirándolo con una ceja alzada en señal de desafío. Ella lo estaba ayudando, no podía darle órdenes como a sus subordinados.

Él la miró fijamente, tratando de intimidarla, pero todo lo que consiguió fue hacer que notara lo lindos que eran sus ojos turquesas…

-Como sea…- solo dijo finalmente. -¿Qué propones para el plan de juntar a Ulquiorra y a Inoue?- cambió de tema rápidamente.

-Pues… primero habría que separarla de tu hermano, ¿no creen?- comentó Yukio en tono aburrido, como si fuera obvio.

-No creo que sea buena idea…- Karin se mordió el labio, sin terminar de creerse que estaba conspirando para terminar con la relación de Ichi-nii, más cuando desde hacía mucho Yuzu estaba desesperada porque tuviera una novia finalmente. –Primero debemos averiguar los sentimientos de mi hermano y de Inoue-sensei, ver si están muy enamorados o Ulquiorra todavía tiene oportunidad.- decidió pensando que por ahora era lo más prudente, no quería herir a Ichigo si realmente amaba a Inoue, pero por lo demás, le parecía absolutamente raro esa relación suya que salió de la nada con lo despistado y ciertamente tímido que él era con mujeres.

-Tsk, mujeres, para ustedes todo se trata sobre los sentimientos…- se quejó Shinji con tono de fastidio, ganándose una patada en el estómago de parte de la chica.

-Yo me encargare del asunto de "los sentimientos".- se asignó para sí misma aunque sabiendo que sería tedioso, pero obviamente ellos no podrían acceder a su hermano e Inoue-sensei no hablaría de este tipo de "cosas de chicas" con ellos. –Ustedes solo encárguense de Ulquiorra, que su amistad con Inoue-sensei siga en pie, no puede perder terreno.- ante sus palabras, los cuatro compartieron una mirada y luego asintieron.

Bueno… esto sería divertido…

Hablaron un poco más antes de que se decidiera a volver a su casa de una vez, Toshiro se ofreció a llevarla pero lo rechazó, prefiriendo caminar.

Cuando llegó a casa su familia ya estaba cenando, y su hermana le dedicó una mirada de disgusto, porque obviamente consideraba una grosería que se haya ido tan de repente cuando se suponía que su hermano les estaba presentando a su novia, aunque la pareja no parecía ofendida al respecto, pero en cuanto se fueran iba a obtener el regaño de su vida de parte de Yuzu.

Luego de cenar fueron a despedir a la pareja a la puerta.

-¡Vuelve a visitarnos pronto!- lloriqueó la gemela mayor soltando a su hermano después de media hora llorando en su hombro.

-Lo haré, lo prometo.- su hermano sonrió apenas y luego se volvió hacia la menor de los tres, por fin. –Me hubiera gustado tenerte más tiempo en casa hoy.- medio regaño medio bromeó.

-Sí… lo siento… Es que me entere recién hoy y… simplemente era un mal día.- sonrió tensamente.

-Está bien, no te preocupes.- extendió una mano y le acarició suavemente la cabeza. –Supongo que solo tendré que volver a visitarlos pronto.- sonrió aunque viéndose algo triste.

-Y… ¿no crees que podríamos tener un almuerzo mañana?- preguntó esperanzada. –Salgo temprano de la escuela y… me gustaría que almorzáramos, si tienes tiempo.- lo miró expectante.

Él frunció el ceño aún más que de costumbre.

-Umm…- dudó, pero luego suavizó su mirada y sonrió levemente. –Está bien, supongo que podemos almorzar, aunque yo escogeré el lugar.- volvió a acariciar su cabeza. -¿Está bien?-

-Perfecto.- sonrió más que conforme.

Al día siguiente Ulquiorra no se presentó en clase y el resto del quinteto quiso instarla a hablar con Inoue-sensei, pero no halló ocasión puesto que aparentemente ese día la mujer estaba muy ocupada y desanimada, raro para alguien burbujeante como ella.

La charla con su sensei tendría que posponerse, pero aún quedaba en pie la conversación-almuerzo con su hermano, por lo que eso apaciguó bastante a los preocupados amigos del aspirante a emo.

Al salir de la escuela fue a su casa a cambiarse y al poco tiempo Ichigo llegó en su auto para llevarla.

Se saludaron cálidamente y después emprendió marcha.

-Te advierto que no vamos a un restaurant de lujo.- murmuró divertido cuando ella preguntó por su destino.

-Sabes que si fuera así te golpearía.- rodó los ojos y ambos rieron. –Pero en serio, ¿a dónde me llevas? ¿Por qué el misterio?- alzó una ceja con curiosidad.

-No te impacientes, ya lo veras.- sonrió misteriosamente.

Luego de media hora de viaje, finalmente aparcó el auto… frente a…

-¿Un hospital?- ella pestañeó, confundida. Sabía que su hermano estudiaba para ser médico, pero…

-La comida de la cafetería es estupenda.- rió mientras salían del auto y caminaban hacia las puertas.

-No lo dudo, pero no me engañas.- sonrió de lado mirándolo a sabiendas. –Dime la verdadera razón por la cual me trajiste aquí.- exigió dejando en claro que no se tragaría nada más que la verdad.

Él suspiró y luego sonrió.

-Quiero presentarte a alguien…- murmuró con ojos brillantes.

-¿Otra novia?- bromeó tratando de fastidiarlo, pero él solo rió.

-Algo por el estilo… y en realidad, son dos.- aclaró guiándola por los pasillos del hospital.

-¿Dos novias?-

-Más bien como… mis dos adoraciones.- se frotó la nuca.

Karin frunció el ceño.

-Creí que Yuzu y yo éramos tus dos adoraciones.- refunfuñó algo celosa.

Él rió, alborotándole los cabellos.

-Supongo que ahora son cuatro.- finalmente llegaron a una puerta e Ichigo la abrió y le indicó esperar un tiempo afuera.

Se cruzó de brazos mientras lo esperaba, preguntándose quiénes podrían ser las usurpadoras que le habían robado a su hermano.

Luego de unos minutos, el mayor la llamó para que entré a la habitación, por lo que de inmediato su boca cayó abierta al vislumbrar a dos adorables niñas pequeñas mirándola curiosas.

-Ichi-nii… ¿Tuviste hijas y no te molestaste en decirle a tu familia?- murmuró sorprendida notando el parecido de las chiquillas con él, ambas tenían el mismo color de ojos, una hasta tenía el pelo tan anaranjado como el suyo y la otra su ceño fruncido.

-Ya quisiera el viejo.- rió entre dientes. –Karin, ellas son Aiko.- señaló a la cabellera naranja. –Y Shizune.- señaló a la niña más pequeña, que era pelinegra. –Perdieron a sus padres hace unos meses y sufrieron varias contusiones y una conmoción cerebral. Afortunadamente, se están recuperando y les darán de alta en unas semanas.- dio la introducción.

La niña de cabello anaranjado y ojos alegres se acercó a Karin sonriendo.

-¡Hola! ¡Soy Aiko!- se abrazó a su pierna. La chica Kurosaki alzó las cejas ante esta acción, pero se vio incapaz de resistirse a la ternura de la chiquilla, por lo que le palmeó la cabeza suavemente. –Es un placer.- su sonrisa era de las más grandes que nunca había visto.

-Mucho gusto. Soy Shizune.- la pelinegra más pequeñita solo hizo una reverencia y se mantuvo al margen, obvio más introvertida.

-Es un placer conocerlas a las dos.- rió y se volvió hacia su hermano. -¿Cómo las conociste?- preguntó curiosa.

Aún no era un doctor, después de todo.

-Muchas veces venimos con los profesores a observar la acción real. Nos hicieron hablar con todos los niños del hospital, y yo me enamore de estas dos manipuladoras irremediablemente.- se arrodilló a su altura y les revolvió el cabello.

-Le hicimos prometer que volvería a visitarnos cada vez que pudiera. Fue muy fácil.- presumió Aiko sin vergüenza alguna.

-Sí, sí, me tienen envuelto en la palma de su mano, dejen de presumirlo.- gruñó fastidiado Ichigo pero luego su mirada se suavizó. -¿Ya cenaron?- preguntó preocupado.

-La enfermera dijo que nos traería la cena cuando terminara de hablar con la trabajadora social.- informó Aiko sin parecer notar en lo más mínimo como el rostro del mayor palideció.

-Entiendo… Pero bueno, ayer no pude venir a verlas, así que cuéntenme qué estuvieron haciendo.- se hincó a la altura de las niñas instando a la pelinegra mayor a hacer lo mismo y así conversar los cuatro.

Fue una visita bastante interesante y adorable. Aiko era una dulzura hiperactiva con un gran sentido del humor y Shizune aunque mucho más callada de todas maneras era muy tierna, bien educada e inteligente. Y se notaba a leguas que Ichigo estaba completamente enamorado de ellas, lo cual no le era difícil de entender porque ella misma se hallaba conquistada por las pequeñas.

Cenaron junto a las niñas y luego de unas horas se marcharon no sin que antes las pequeñas los despidieran muy calurosamente haciéndoles prometer a ambos volver.

-Muy bien, Ichi-nii, ya dime lo que tramas.- dijo Karin una vez estuvieron en el auto para hacer su camino de regreso a la clínica Kurosaki. –No creas que no note lo raro que te pusiste cuando mencionaron una trabajadora social.- entrecerró los ojos.

Su hermano suspiró.

-Supuse que lo notarías…- murmuró con la vista fija en el camino. –No tiene sentido ocultarlo, te habrías dado cuenta en algún momento.- volvió a suspirar, más profundamente. –Adoró a esas niñas, Karin. Y quiero adoptarlas.-

-¡¿Adoptarlas?!- se sorprendió. No es que tuviera algo en contra de que adoptara pero… -Ichi-nii, tienes solo veinte años, eres un universitario y no estás casado así que…- se interrumpió a sí misma, notando la mirada avergonzada de Ichigo. –Ichi-nii… no me digas que planeas utilizar a Inoue-sensei solo para adoptar a las niñas…- masculló mirándolo incrédula. –Dime que no eres tan bajo…-

Él profundizó su ceño fruncido y aparcó el coche a un lado de la carretera.

-Sabes que tenemos la herencia de mamá, eso bastara como prueba financiera de que puedo mantenerlas, me graduó este año e Ishida ya me tiene un lugar en su hospital. Solo necesitó… casarme…- susurró con la nariz pegada al volante.

-Claro, y el hecho de que ella ya tenga una carrera hecha y aumente las posibilidades de que no los rechacen no influye en nada.- se cruzó de brazos. –Y de todos modos, ya es horrible que solo la quieras para hacerle de mamá a tus niñas, ella se merece a alguien que la ame, alguien…- alguien como Ulquiorra…

Se mordió el labio para no seguir despotricando como histérica y no terminar gritándole a su hermano mayor.

-Lo sé…- él apartó la mirada, al menos teniendo la decencia de mostrarse avergonzado. –Pero tengo que hacer esto, Karin. Aiko y Shizune han sufrido mucho y no quiero que pasen el resto de sus vidas encerradas en un orfanato. Creo que Inoue será una gran madre para ellas, sé que las querrá.- eso ni dudarlo, su sensei era la encarnación de la lindura y el cariño. –Ella me quiere desde hace años. Y yo nunca le haría daño, daré todo de mí para hacerla feliz. Seremos felices. Una familia.- afirmó sumamente convencido.

-Oh, Ichi-nii…- suspiró. -¿Qué no lo entiendes?- él la miró sin comprender. –No está bien lo que haces. Llámalo como quieras, pero para cualquiera es obvio que estás utilizando a Inoue-sensei. Y tal vez ella sea feliz porque te ama, pero nunca estará satisfecha. Ni tú. Esta no es manera de hacer las cosas.- se mordió el labio. –Sé que no soy quién para decirte qué hacer, pero tú sabes que es lo correcto.- si quería a las niñas, bien, grandioso, pero no tenía por qué utilizar así a la pobre Orihime-chan.

Ichigo se mantuvo quieto en silencio por un momento, antes de arrancar y continuar su camino para llevarla a casa.

Estuvieron en silencio todo el camino hasta finalmente llegar.

-Karin…- dijo su hermano cuando ella comenzó a bajarse. –Voy a tener a mi familia…- la miró como disculpándose pero determinado a no retroceder.

Ella no dijo nada y entró a casa sin siquiera despedirse.

Bueno, esto aclaraba muchas cosas. Pero no dejaba de ser confuso.

Ichi-nii, ¿cómo puedes hacerle esto a Inoue-sensei?

Sabía que era por una buena causa, pero aun así… simplemente no era lo correcto.

Si Orihime llegaba a enterarse de las verdaderas intenciones de Ichigo… ¿qué sería de ese pobre corazón tan bueno, dulce y gentil?

Con otro suspiro por enésima vez en el día, decidió recostarse en su cama, y pensar…

Ichigo no quería a Orihime, y Ulquiorra si la quería, pero Orihime quería a Ichigo, así que… ¿Qué había qué hacer? ¿Qué era lo correcto? No podía ocurrírsele una manera de solucionar este asunto, ella no era experta en el amor aunque… Yuzu sí.

Esperó a que su hermana viniera a dormir y ahí la abordó por una solución a su problema, solo que contándolo como si fuera una serie de televisión que ella veía.

Resulta que su romántica hermana tenía muchas ideas, pero por la que más se decantaba era que el duque enamorado (o sea Ulquiorra) debía conquistar a la bondadosa princesa (su sensei) y así ella dejaría al confundido rey (Ichigo) que tendría que buscar otra manera de arreglar su plan para la adopción de las haditas (Aiko y Shizune), y así el conde y la princesa serían felices, el rey no sufriría pues no amaba a la princesa y por eso debería entenderlo, y con el tiempo todo se arreglaría y estaría bien…

Era bastante irrealista y tenía muchos hoyos, pero le parecía la manera menos dolorosa en la que podría resultar todo.

Cuando se lo comentó a Hitsugaya al día siguiente, él pareció horrorizado de tener que efectuar tal plan infantil, pero acabó cediendo al comprender que por ahora era lo mejor para Ulquiorra y su misión.

-¿Es tan bajo para ti que un hombre solo quiera a una mujer para ser la madre de sus hijas?- preguntó él con genuina curiosidad una vez acabó de contarle la situación por la cual había determinado que su hermano no merecía a Inoue-sensei.

-Por supuesto.- hubiera rodado los ojos, pero recordó que él no fue criado en su planeta y por lo tanto le costaría trabajo entender ciertos ideales que ya se tenían arraigados y se daban por sentado allí. –La está utilizando, y está mal utilizar a la gente engañándola. Si al menos le hubiera dicho de buenas a primeras el motivo por el cual estaría con ella y ella estuviera de acuerdo no tendría por qué indignarme tanto, pero no lo hizo. Simplemente se aprovechó de sus sentimientos.- negó con la cabeza.

-Pero lo que está haciendo tu hermano… ¿no es similar a lo que hacemos nosotros?- la miró con una ceja en alto. –Y sin embargo a ti eso no te indigna.-

-Es diferente…- refunfuñó. –Ustedes realmente buscan enamorarse de la mujer que será la madre de sus hijos… o hijas, más bien… Mi hermano solo tomó la primera oportunidad que vio para conseguir lo que quería, que aunque no está mal, sigue siendo deshonesto… Y no hay nada peor que una persona deshonesta…- bueno, sí, pero no creerán que los violadores y asesinos eran personas honestas y genuinas, ¿o sí?

-Entiendo. ¿Por eso pediste que no te mintiera nunca, verdad?- él se notaba visiblemente orgulloso de entender lo que quería decir, como si el comportamiento humano fuera algo que debía descifrar todos los días.

-Aja.- suspiró. –De todas formas, ¿qué vas a decirle a Ulquiorra?- cambió de tema rápidamente.

-Pues la verdad, ¿o no?- Karin abrió la boca para protestar, no creyéndolo buena idea, pero recordó la conversación que acababan de tener y simplemente cedió resignada, aunque decidió advertirle que lo dijera con cuidado.

-No creo que se lo tome muy bien…- primero le quitaban a la chica y ahora resulta que la estaban utilizando, nop, no era lindo de oír.

-Tranquila. Ulquiorra sabe controlar sus emociones aún mejor que yo.- dijo palmeándole el hombro, a lo que ella se alejó extrañada.

-¿Por qué fue eso?- alzó una ceja, incómoda.

-Creí que era un gesto que hacían ustedes los humanos para confortar a alguien, ¿me salió mal?- se llevó una mano a la barbilla mirando al techo de su apartamento como tratando de recordar cómo es que se hacía.

-N-no es que lo hayas hecho mal.- cielos, era realmente frustrante tratar con este tipo. –Y si es un gesto de confort, pero solo se usa en situaciones un poco más… graves…- ¿qué rayos hacía ella explicándole a un alíen cómo palmear hombros? –Y solo cuando se tiene mucha confianza con el otro, y tú y yo aún no nos conocemos tanto…- bufó.

-Creí que tú habías sido la que dijo que sí íbamos a ser socios debíamos tenernos confianza, ¿o no, Karin?- enfatizó su nombre devolviéndole sus anteriores palabras. Bastardo…

Apartó la mirada, enojada con él y con su estúpido rostro que de la nada había decidido ruborizarse.

-L-lo que sea, solo no hagas eso conmigo, es raro.- masculló bruscamente.

Luego de terminar de pulir los detalles del plan entre ellos fueron a hablar con Ulquiorra y le explicaron la situación. Él no se inmutó en lo absoluto en lo que le contaban todo, aunque a Karin le pareció ver una sombra de ira en su rostro cuando explicaron las verdaderas intenciones de su hermano.

El resto del quinteto no estaba enterado del plan, solo sabían que tenían uno y que el aspirante a emo había acordado luchar por su sensei, aunque sin decir ni una palabra, el tipo solo asentía con sequedad.

Solo Orihime-chan le sacaba su lado más humanitario (¿o sería alienígena-rio?).

En la semana Ulquiorra volvió a pegarse a Inoue-sensei y ella estaba más que contenta por eso, casi ni pareciera que tenía un novio al cual supuestamente amaba.

Karin sugirió al quinteto consejos para alentar la relación y al enamorado detalles románticos que podría hacerle a la mujer que les enseñaba para mostrarle su lado más romántico y de "hombre ideal", todos complaciéndose al ver los sonrojos de su sensei mientras espiaban su interacción, aunque eso Ulquiorra no lo sabía.

Toshiro parecía complacido por sus aportes, (que en realidad salieron todos de su hermana) y empezó a compartir más cosas con ella que supuestamente solo los capitanes de misión debían saber.

-Hay otros grupos como los nuestros, bastante dispersados en este continente para no llamar la atención de alguna autoridad superior de tu mundo. Él mío es el que menos éxito ha tenido.- aquello lo admitió a regañadientes con una mueva y Karin no pudo evitar reír mientras caminaban por el parque de la fuente de camino a su apartamento, aunque tomándose su tiempo… Era como si cada vez caminaran más lento mientras que el resto del quinteto debía ir cuadras por delante o tal vez hasta incluso ya habían llegado.

-No me sorprende, ni siquiera habían aprendido lo que eran los bombones hasta que se los dije.- bromeó y le pareció verlo contener una sonrisa.

Casi… Maldijo en su interior, se había auto-impuesto el reto de hacerlo sonreír, pero aparentemente aún estaba lejos de conseguirlo. Él era demasiado serio, pero en esos últimos días casi le parecía más divertido que Renji… Casi.

-De haber sabido antes que el secreto para enamorar mujeres era el chocolate mi especie ya se habría salvado por completo hace tiempo.- se cruzó de brazos, su tono divertido aunque la sonrisa aún no quería aparecer.

-Somos menos complicadas de lo que parecemos.- rió entre dientes. –Oye, por cierto. ¿Cuántos años tienes? Si están tratando de conquistar mujeres desde hace cinco años no creo que tengas dieciséis.- era algo que había estado preguntándose.

-Nuestras vidas son más largas, envejecemos más lento y…- pareció indeciso. –Bien, tengo treinta.- acabó confesando.

-¡¿TREINTA?!- chilló para luego taparse la boca cuando atrajo la atención de varios peatones. -¿Hablas en serio?-

-Y eso que soy el capitán más joven y el menor del grupo… salvó por Vorarlberna, a él le ganó por unos meses.- sonó orgulloso.

-Oye, no tengo problemas con que alienígenas quieran casarse con humanas, pero no deberían ser tan pedófilos para buscar a sus esposas en la preparatoria…- se quejó desconfiada.

-No somos pedófilos…- una vena se marcó en su sien. –En nuestros términos somos adolescentes, además nos vemos como de tu edad, la gente nos miraría mal si no fuéramos al instituto y ya te dije que no queremos llamar la atención.- bien, buen punto.

-¿Y por qué tu mundo no manda adultos?- inquirió curiosa. -¿Está bien para ellos dejar un puñado de adolescentes en un planeta diferente?- lo miró escéptica.

-Nos entrenan y preparan para ello.- la miró mal por dudar de su capacidad. –Además, los adultos van todos a la pelear en la guerra. Solo los niños están autorizados a ser protegidos.- eso sonaba un poco cruel… -Todos los demás que tengan la capacidad para aportar en lo que puedan deben hacerlo sin importar el riesgo, más desde que no tenemos mujeres.- pero claro, era comprensible.

-Entiendo… Lo siento.- se sintió obligada a disculparse.

-No te preocupes…- iba a palmear su hombro pero le lanzó una mala mirada y él alejó la mano de inmediato. –De cualquier modo, deberíamos darnos prisa en llegar al apartamento, los demás deben estar preguntándose por qué tardamos tanto.-

Los demás ya debían haber llegado y ellos aún no cruzaban el maldito parque.

-Podrías cargarme sobre tu espalda y llevarme por los cielos, ya sabes…- propuso con ojos brillantes emocionada porque le dijera sí, pero él solo la fulminó con la mirada.

-Olvídalo, no volveré a llevarte de esa manera. No desde la última vez…- Karin no pudo evitar soltar una risita nerviosa al recordar cómo le había dado un puñetazo en pleno salto de un edificio a otro cuando él subió sus manos por sus muslos más de lo que debería. No se arrepentiría de haberlo golpeado de no ser porque eso casi costó que los dos se matasen.

-Ya me dijiste que lo sentías y yo te dije que lo sentía, ¿no podemos olvidarlo?- refunfuñó.

-Claro, pero aún no volveré a llevarte así…-

-¡Toshiro!- se quejó tratando de poner ojos de cachorrito, pero ese era más el fuerte de su hermana no el suyo, por lo cual obviamente no le sirvió de nada.

-Pídeselo a Abarai, seguro que él estará encantado.- a la chica le hubiera parecido una buena idea de no ser porque él lo dijo de una manera bastante… ¿mordaz?

-Lo que sea…- luego averiguaría el porqué de su tono. ¿Tal vez solo Renji era malo saltando por los cielos? –Oye, Toshiro. Si tú completas tu misión, ¿quién se quedaría con tu puesto de capitán? ¿Crees que me dejarían quedarme como capitana?- rió imaginándose a los cuatro subordinados llamándola capitana y siguiendo sus órdenes.

-Muy graciosa.- su rostro serio estaba en completo contraste a sus palabras. –Es raro que los capitanes completen la misión, tenemos poco tiempo libre a comparación de los otros y se nos… alienta, a no esforzarnos muchos por encontrar a nuestra pareja. Sin embargo en la remota y efímera posibilidad de que llegara a pasar, le enviarían al equipo un nuevo capitán desde allá.-

-¿Y eso por qué?-

-El capitán es el que mantiene la comunicación entre el equipo y nuestro mundo, el puesto no lo puede tener cualquiera.- suspiró.

-Ohh, bien, que decepción. Y yo que quería encontrarte novia y así quedarme con tu puesto…- fingió una mueca de pesar.

Su boca, que ahora notaba era bastante firme y llena, casi, casi se curva en una sonrisa, pero se las arregló para convertirla en una simple torcedura en lo que la miraba con sus ojos turquesas divertidos.

-Creo que ya lo estás haciendo. Solo esfuérzate un poco más y no creo que te sea tan difícil.-

-Por supuesto que no. Soy mucho mejor que tú.- tal vez ya era hora de comenzar a juntar a Shinji con Hiyori, eso sería el infierno de difícil pero mientras más pronto comenzara mejor, porque Dios sabía que la rubia pecosa tardaría años en aceptar al dientón.

Él albino frunció el ceño.

-Muy bien, se acabaron las bromas, tampoco eres tan buena, yo ya conseguí que dos de mi equipo completaran la misión, tú solo has hecho unos pocos avances…- al parecer el capitán tenía su lado competitivo.

-Pff, gran cosa, apuesto a que si yo tuviera más tiempo conseguiría que tres de ellos completaran su misión.- aseguró confiada alzando tres dedos. De nuevo estaban caminando a paso tortuga pero se encontró con que no le importaba en lo más mínimo.

-Sí, claro…- se notaba que no le había creído en absoluto.

-¿Quieres apostar?- desafió con su temperamento en ebullición. Bastardo arrogante…

-¿Por qué querría eso?- no pareció interesado.

-Para demostrar quién de los dos es el mejor, por supuesto.- sonrió confiada, un plan formándose en su mente. –Si yo logro que tres de tus chicos completen la misión ganó. Si tú haces que uno de ellos lo haga antes de que yo lo consiga tú ganas. Sencillo.- bueno, esto era estúpido, estaba hablando de hacer que tres personas encuentren a su amor verdadero en quién sabe cuánto tiempo, pero el orgullo le impedía cerrar la boca.

-Bien, pero aparte de demostrar quién es el mejor, ¿qué otra cosa se gana?- él parecía más preocupado por el premio que por lo que implicaba hacer la apuesta.

-No sé… ¿lo qué sea que el otro quiera? Como mi paseo por los aires, por ejemplo…- eso se le acababa de ocurrir pero ahora le parecía una grandiosa idea. Moría porque Hitsugaya volviera a llevarla… aunque cuidando dónde ponía las manos…

-Bien, entonces estoy de acuerdo.- le tendió una mano. –Así es como los humanos sellan tratos, ¿o no?-

-Umm, sí.- estrechó su mano.

-Entonces trato.- sacudieron sus manos y Karin estuvo a punto de decir algo cuando de repente Hirako se apareció gritándoles por qué demonios se estaban tardando tanto. Y joder, recién estaban en la salida del condenado parque…

Mientras seguían a Shinji a ritmo apresurado, se mordió el labio mirando de reojo a Toshiro, preguntándose qué diablos se había metido en ella para instarla a hacer esa boba apuesta… Casi, casi se arrepentía. Y solo casi porque estaba segura de que iba a ganar.

Continuara...

Holaa! :D

Tengo la impresión de que este capi no es lo suficientemente bueno para compensar la espera, así que en verdad LO SIENTO MUCHO! ToT

Tratare de que el prox cap sea mejor n.n

Quiero y a la vez no quiero apresurar las cosas para llegar a la parte que me interesa xD De todas formas haré lo que se me dé la gana, siempre lo hago :'v Soy una desconsiderada xP ._.

GRACIAS POR SUS REVIEWS! c:

Los OS siguen suspendidos a menos que se me ocurra algo realmente corto :P Y ahora me pondre a escribir MR y traerselo lo antes posible owo

Bleach termina esta semana... no se sorprendan si un día de estos mi prima se aparece para anunciarles que me colgue de un poste XD okno

El final me da miedito, hay unos rumores horribles, solo ruego porque Tite no mate a más TnT Y que me muestre que fue de mi Karin-chan por supuesto, así podre retorcerlo en más fics HK OwO XP

Jeje, les debía esto y aquí tienen a las que aún les interesa, esperó no tardar mucho con el prox capi nwn

Los personajes son del futuro cadaver... quiero decir, Kubo-sensei! 0:D

COMENTEN! *o*

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!