Extraterrestrial.
Capítulo cinco: La chispa.
Karin suspiró pesadamente en su almohada, repasando los eventos que habían pasado el día anterior, la ridícula apuesta que había hecho con Toshiro en un momento en el que su espíritu competitivo se había apoderado de su mente con la grandiosa idea de retarlo comprometiéndose a hacer que tres de los chicos del quinteto encontraran el amor antes de que él lo hiciera. Una completa idiotez imposible, pero ya lo había apostado. Y ahora debía ganar.
Pero pensarlo era más fácil que hacerlo.
Ya tenía un plan para emparejar a Ulquiorra con Inoue-sensei, por lo que aunque todavía sabía que no sería sencillo, no le significaba tanto problema. Tenía una corazonada con que podría lograr que Shinji tuviera algo con Hiyori, después de todo ella era su amiga y tenía cierta influencia sobre su agrado o desagrado hacia las personas.
Lo que la preocupaba era la tercera pareja. ¿De dónde iba a sacar una?
Renji y Yukio eran el problema, ellos no tenían una candidata factible. No había manera en el infierno de que dejaría a ese rubio acercarse a su Yuzu, y con Renji la única pretendiente que tenía era… ella misma.
Abarai no demostraba interés en otra que no fuera Karin. Así que sí, tenía un gran problema con esta apuesta. Debía tratar de encontrar otras candidatas para ser la pareja de esos dos. No se quería a ella ni a su gemela metidas en esto.
Aunque… cuando lo pensaba con mayor profundidad, realmente no le veía nada de malo a ser la novia de Renji. ¿Por qué no? Él era medianamente atractivo y se divertían mucho pasando el rato juntos, aparte de que ayudar a una raza alienígena a conservarse le parecía un motivo muy fuerte para querer involucrarse en esto.
Ella en serio quería ayudar y convertirse en pareja de alguno de ellos le parecía una manera factible de hacerlo. Solo que… ¿no se suponía que debía haber una "chispa" cuando te sentías lo suficientemente atraído por alguien como para procrear y eso?
No sentía esa chispa con Renji, eso era lo único que la detenía de intentar llevar más allá su relación con el pelirrojo, pero sí sintiera aunque sea en una pequeñísima medida esa chispa entonces no lo dudaría ni un segundo. Sacrificarse por salvar a toda una raza no le parecía en absoluto poca cosa, era algo mucho más grande que ella, y no dudaría de ayudar en la medida que pueda.
Solo necesitaba sentir la chispa, y entonces estaba dispuesta, se entregaría por la causa.
Tal vez podría tratar de forzar a la chispa a salir, meditó en su camino a la escuela, no había dejado de pensar en este asunto. Ya tenía dos parejas que armar, la de Ulquiorra y Orihime, y Shinji y Hiyori, solo faltaba Renji o Yukio, y una buena idea, no solo por la apuesta sino que para también saciar sus ganas de ayudar, sería incluirse a ella misma como candidata para Renji. Así serían tres, ganaría la apuesta y… podría ayudar a toda una especie.
¿Por qué sentía tanta responsabilidad con este asunto? No estaba muy segura, pero nunca le gusto sentirse una inútil ante las injusticias, y sí podía hacer algo aunque sea pequeño y aunque implicara sacrificarse en cierta medida, lo haría, no dudaría.
Llegó a la preparatoria y lanzó con frustración su bolso a su escritorio, dejándose caer con un resoplido sobre su asiento.
-Te ves molesta.- llegó la voz de Toshiro detrás de ella, a lo que volteó, encontrándolo mirándola con su típica indiferencia. -¿Estresada por tu futura derrota sobre la apuesta?- se cruzó de brazos ahora mirándola con superioridad, el imbécil…
-Sigue creyéndote que vas a ganar, así te dolerá peor cuando pierdas.- le sacó la lengua bastante infantilmente pero no le importaba. –Y solo… tengo muchas cosas en mi mente, eso es todo.- suspiró, dejando a su mirada perderse en la nada.
-Yo… lo siento.- él se disculpó a lo que lo miró confundida. –Debería haberme disculpado contigo antes, pero solo quiero que sepas… que realmente lamentó haberte metido en esto.- suspiró también. –Eres demasiado joven, no tendrías por qué cargar con todo esto.-
-¿Eh? ¡Oh, no, no te preocupes! ¡Estoy muy feliz de ayudarlos, en serio!- sonrió genuinamente. –Renji es mi amigo, y en estas semanas también todos ustedes me han caído genial. No tengo ningún problema, somos amigos después de todo, ¿no?- sonrió tranquilizadora.
Por alguna razón, el albino se la quedó mirando más serio de lo normal por solo un segundo, antes de asentir lentamente con la cabeza, apartando la mirada.
-Sí… me alegra que seamos amigos.- murmuró casi inaudiblemente.
La Kurosaki ladeó la cabeza, confundida por su comportamiento, e iba a indagar al respecto pero en ese momento Renji llegó y se sentó a su lado de inmediato reclamando por su atención, por lo que decidió mejor dejar el asunto pendiente para después.
En el receso inventó una excusa al quinteto y fue a almorzar con su hermana y varias de sus compañeras de clase al patio bajo la sombra de un árbol, todos se extrañaron por esto, pero nadie tenía las agallas o el interés suficiente como para indagar al respecto, para su suerte, porque sus verdaderas intenciones con esto era iniciar con su plan para emparejar a Shinji y Hiyori.
-Wow, Karin-chan, ¿vas a almorzar con nosotras hoy?- preguntó sorprendida una de las amigas de Yuzu, Mashiro, según recordaba.
-Umm… sí… No tenía ganas de almorzar en la azotea hoy.- comentó distraídamente, prestándole más atención a su almuerzo que a las chicas, pensando en el modo de llevar a cabo su plan.
-¿Qué pasó? ¿Te peleaste con alguno de tus cinco novios?- todas rieron ante el comentario de Lisa, como si ella lo hubiera dicho con humor… o algún sentimiento para el caso, cuando en realidad había usado su mismo tono serio de siempre.
-Muy graciosa.- rodó los ojos. –No es como si me llevara bien con todos ellos. Solo me aceptaron en su exclusivo grupito porque Renji y yo somos amigos.- eso era técnicamente cierto. –No creo agradarle a los demás.- dijo solo por no querer que se malentienda su relación con los miembros del equipo, en especial no delante de Hiyori, que hasta el momento permanecía en silencio.
Iba a decir algo más pero entonces Mashiro volvió a hablar.
-¿Eh? ¿Solo con Abarai?- pestañeó confusa mientras Karin comenzaba a asentir. –Pero si últimamente se te ve más con Hitsugaya-kun que con cualquier otra persona… Pensé que él era el que te gustaba.- solo después de esa afirmación la Kurosaki morena cambió a negar frenéticamente.
-A mí no me gusta ninguno de ellos. Solo estoy con Toshiro porque… me ayuda con mis tareas…- eso era técnicamente cierto, se ofreció para ayudarla cuando se enteró de que tenía problemas con algunas materias. –Solo eso.-
-Karin-chan…- habló Yuzu mientras que casi todas ellas comenzaron a sonreír pícaramente a lo que la Kurosaki morena no entendía nada. -¿Sí sabes que acabas de llamarlo por su nombre, verdad?- lo miró con ojos brillantes y ella cayó en su error.
-Eh…- lo mejor era no admitir que eran amigos, ellas malinterpretaban la amistad como romance de telenovela. –Es la costumbre, solo lo llamó por su nombre porque le molesta mucho.- se encogió de hombros y vio sus rostros caer en la desilusión. Bien, se lo creyeron.
-Lo que digas.- su gemela hizo un adorable puchero. –Aún no pierdo la esperanza de que te consigas novio algún día.- persistió con el puño en alto.
-Hablando de noviazgos de algún día.- se acercó disimuladamente a Hiyori. –Hiyori-chan, ¿hay algo entre Shinji-san y tú?- eso de inmediato llevó la atención de todas a la rubia. Ja, lo sabía.
Sabía que la mejor manera de abordar a la más pequeña era en grupo con las chicas. Entre todas debían poder sacarle la verdad, o al menos sabía que entonces no sería la única conspirando para juntar a los rubios. Sus compañeras, igual que su hermana, eran unas románticas entrometidas.
-¿Por qué lo dices? ¿Él te dijo algo sobre Hiyori-chan?- preguntaron emocionadas todas las chicas, excepto Lisa, mientras que Hiyori solo se quedó pasmada, con un leve gesto de desagrado.
-No exactamente, pero habla mucho de ella e incluso para mí comenzó a ser sospechoso.- comentó inocentemente, sabiendo exactamente lo que estaba haciendo y sus consecuencias.
-¡No puede ser! ¡SON FUTUROS ESPOSOS!- un revuelo comenzó a armarse entre sus compañeras que empezaron a chillar acerca de la futura boda e hijos de que los rubios podrían tener, y Karin trató de no sonreír ante la mirada fulminante de Hiyori.
-¡Cierren la boca, peladas! ¡Yo nunca estaría con ese pelado mujeriego! ¡Primero me vuelvo monja!- pisoteó y varias se asustaron, cesando sus chillidos emocionados.
-¡Pero, Hiyori-chan! ¡Ustedes hacen tan bonita pareja!- gimoteó Midori, callando cuando la chica bajita golpeó el tronco del árbol, hasta haciéndolo temblar y tirando algunas hojas.
-¡Entre nosotros no hay más que desprecio y peleas! ¡Y no me importa que ese pelado hable de mí! ¡Soy demasiado hermosa para él!- se cruzó de brazos y alzó la cabeza con altanería, sus cejas fruncidas con irritación.
-Por favor, Hiyori, si en realidad no sintieras nada por él entonces no te la pasarías hablando de él todo el tiempo en casa.- comentó Lisa con desinterés y Mashiro rió, asintiendo de acuerdo.
-¡Yo lo que habló de él son insultos! ¡Porque es un pelado idiota!- pisoteó.
-Pero hablas de él, y por horas.- la pecosa no pudo evitar sonrojarse, porque la seriedad de Lisa no dejaba lugar a dudas ni replicas. –Y nadie se cree tus excusas de porque no te gusta, igual que nadie cree que a Karin no le guste Hitsugaya.- eso deshizo la sonrisa de la morena de ojos negros.
-¡Cállate!- gritaron ambas aludidas, sumamente molestas y hasta un poco sonrojadas, o probablemente solo lo estuviera imaginando. Ni Hiyori ni ella eran de sonrojarse, si, debía ser su imaginación.
Bueno, eso no fue un completo fracaso pero pudo haber sido mucho mejor, pensó aun masajeándose las sienes de camino a casa, caminando a casa sola lidiando con sus pensamientos.
Yuzu y sus amigas habían decidido hacer una pijamada, y por más que hubiera sido una buena oportunidad para acercarse más a Hiyori, no tenía muchos ánimos de lidiar más con las chicas ahora que pensaban que había algo entre ella y Toshiro. Simplemente no le gustaba nada la idea, solo eran amigos, por todos los cielos malditos.
Además, ni siquiera habían terminado de emparejarla con el tipejo tatuado del quinteto y ahora la emparejaban con el líder, pff… ¿quién la creían? Gran parte de las chicas empezaron a querer matarla cuando empezó a juntarse más con los cinco, y las pocas que no le tenían celos buscaban cualquier excusa para emparejarla con cualquiera del quinteto.
Era algo frustrante, pero podía vivir con eso porque realmente no le importaba, ella estaba con ellos por una buena causa, y también habían empezado a caerle bien y convertirse en amigos. Aunque… admitía que si la picaba un poco de más que la emparejaran con Hitsugaya, es solo que… la idea le resultaba demasiado extraña, inconcebible, solo eran amigos, y él era demasiado raro.
No es que no fuera guapo, de hecho, el albino le parecía sumamente atractivo, y tampoco era que no le fuera agradable su personalidad, cada día le gustaba más pasar el tiempo con él, y mucho menos decía que no fuera un gran partido, era muy considerado, tal vez demasiado, y caballeroso e inteligente, las lunáticas que babeaban por él en verdad tenían sus motivos.
Reconocía eso, pero una relación entre ellos seguía pareciéndole demasiado descabellada, apenas lo conocía, apenas hablaban de nada que no fuera la misión y los otros chicos del quinteto, aparte de eso y sus ayudas con la tarea, no le interesaba mucho más respecto a Toshiro.
Suspiró, enojada consigo misma por darle tanta importancia al asunto. Ellas solo estaban bromeando, todas querían verla con Abarai, y todas querrían a Hitsugaya para sí mismas si el tipo alguna vez diera una prueba de que no es asexual.
A pocas cuadras de su casa, decidió parar en una tienda y comprarse algo, aprovechando que tenía dinero, para picar en lo que hacía sus tareas de química e historia, ya que con esas no tenía tanta dificultad como con otras y podía hacerlas sola sin la tutoría de Hitsugaya o su hermana.
Pagó por unos snacks y una bebida y abrió una bolsa de papas para comenzar a picar, cuando de repente pasó por un callejón y un escalofrío la recorrió de pies a cabeza, dejándola congelada frente al callejón, sin poder moverse.
Sus ojos se abrieron con horror y lentamente volvió su vista hacia la izquierda, al interior del callejón, y ni siquiera fue capaz de dejar escapar el grito que tan desesperadamente quería desgarrar su camino fuera de su garganta ante la vista de dos brillantes ojos rojos.
Sus compras cayeron, rodando por el piso.
Quiso correr, pero no podía moverse, todo lo que podía hacer era temblar, temblar y mirar aquellos ojos y esa escalofriante sonrisa en la cara huesuda de lo que parecía un hombre, pero ella supo que no lo era, esa cosa no podía ser humana de ninguna manera, y solo se le podía ocurrir una palabra cuando lo veía.
Hollow.
Su temblor aumentó y quiso desesperadamente ordenarle a su cuerpo largarse de ahí, pero sus ojos no podían apartarse de aquellos rojos brillantes, y no pudo hacer nada mientras lo veía lenta y tambaleantemente acercarse a ella, su sonrisa cada vez más y más grande hasta llegar a un punto que su rostro empezó a parecer más dientes que otra cosa, dientes filosos recubiertos de baba verdosa.
Su huesuda mano se extendió hacia ella, deformándose a medida que se acercaba hasta que pareció una garra recubierta de piel. Tampoco pudo gritar cuando la tomó de la muñeca, no importa cuánto quiso, y se tuvo que dejar arrastrar por esa horrible cosa internándola más y más en el callejón.
Su boca se abrió, sus filosos dientes separándose de forma que le recordó a una piraña, y entonces lanzó un chorro de gas verdoso directo en su rostro, que se sintió como acido, y finalmente pudo gritar.
Abrió la boca y gritó lo más fuerte que pudo, soltándose del agarre de esa cosa y comenzando a toser y frotar sus ojos desesperadamente, haciendo esfuerzos por respirar y quitarse la horrible sensación de ese gas.
Sintió la garra de esa cosa envolverse ahora en su tobillo y hacerla perder el equilibrio, tirándola al suelo dolorosamente, entonces se cernió sobre ella, dejándola verlo correctamente.
Ahora, esa cosa no parecía un ser humano en lo absoluto, sino que un horrible montón de huesos combinado con una especie de escarabajo gigante asqueroso, y sus pupilas rojas brillantes estaban rodeadas de un contorno de negro opaco espeluznante. Esos ojos la examinaron de arriba a abajo, deteniéndose luego en su vientre, volviéndose más brillantes. Entonces aproximó una de sus peligrosas garras por encima de su estómago, más específicamente justo debajo de su ombligo, y Karin volvió a gritar lo más fuerte que pudo.
Entonces lo vio alzar su garra, preparándose para apuñalarla, y no tuvo tiempo ni de gritar otra vez, paralizada por el miedo, cuando de repente una espada atravesó el rostro esquelético de insecto de la cosa, partiéndolo a la mitad en un estallido de sangre que salpicó toda su ropa y su rostro.
Se quedó plantada en el suelo mientras veía a Toshiro alzarse indiferente sobre las dos mitades del sin duda Hollow en lo que comenzaba a evaporarse lentamente sin dejar rastro, su espada aun en alto.
De pronto su gesto indiferente se contrajo un poco en preocupación al posar sus ojos en ella, que debería verse patética, temblando y llena de esa sangre repugnante, aunque afortunadamente había comenzado a evaporarse también, pero la sensación de ardor que le había dejado ese acido solo iba de mal en peor.
-¿Estás bien?- el albino se arrodilló a su lado y posó una mano en su mejilla, apartándola de inmediato con un siseo. –Estás ardiendo en fiebre.- frunció el ceño y luego la tomó delicadamente en sus brazos, asegurándose de que su cabeza esté bien posicionada sobre su hombro, cosa que la hacía sentirse como un bebé, pero se sentía demasiado mal como para replicarle. –Tranquila, te llevare con Hirako, él hará que te sientas mejor.- aseguró y entonces saltó del piso directo a un edificio, llevándola nuevamente por los aires, y la chica pudo regodearse un poco de otra vez ser llevada por él y la reconfortante sensación del viento contra su cara ardiente.
Pero entonces empezó a sentirse cada vez más y más mareada, y pronto no fue consciente de nada más.
Abrió los ojos lentamente ante el sonido de voces a su alrededor, sintiendo como si estuviera acostada en lo que parecía un malvavisco gigante, y se le produjo una gran sensación de Déjà vu.
Se incorporó lentamente al oír los sonidos cesar, ya sabiendo muy bien donde estaba y que era inútil tratar de hacerse la dormida para escuchar su conversación.
-¿Cómo te sientes?- Renji fue el primero en ponerse en su campo de visión, acercándose incómodamente demasiado a su rostro.
Lo apartó de un manotazo.
-Me duele la cabeza, ¿qué demonios acaba de pasarme?-
-Te atacó un hollow, ¿qué más?- comentó Yukio desinteresadamente, sin apartar sus ojos de la consola.
-¿Por qué? ¿Y qué rayos me hizo?- se llevó una mano a la cabeza, realmente le ardía demasiado.
-Probablemente porque creyó que eres una de nosotros.- comentó Shinji con un gesto bastante analítico para un idiota como él. –Y lo que hizo fue lanzarte la enfermedad.- Karin se estremeció.
-¿La enfermedad? ¿Te refieres a… la misma que mató a las mujeres de su especie?- se llevó las dos manos a la cabeza. Dolía, rayos.
-Exacto, debió creer que eres de las nuestras. Y te la lanzó para matarte, pero se ve que no funcionó.- el dientón se llevó una mano a la barbilla. -¿Luego estuvo a punto de apuñalarte en el vientre, cierto?- asintió en respuesta. –Como lo sospechaba… Veras, ellos tienen sensores, son prácticamente máquinas, debieron detectar que tú eres… eh, ya sabes, fértil, capaz de tener hijos y eso, así que como su objetivo principal aquí es matarnos o arruinar nuestra misión, optaron por tratar de… esterilizarte de forma bárbara.- hizo una mueca de asco puro.
-¿Esterilizarme de forma bárbara?- pestañeó, confundida.
-Arrancarte el útero, niña.- tradujo Yukio amablemente sin ni una pizca de emociones, importándole poco que todos lo fulminaran con la mirada.
Karin volvió a estremecerse y sin estar muy segura de porqué, buscó a Toshiro con la mirada, sin encontrar ningún consuelo en sus ojos ofuscados que evitaban estratégicamente cruzar miradas con ella.
Casi se sintió a punto de hiperventilar, pero la mano de Renji se posó en su hombro como señal de apoyo y la Kurosaki se obligó a sí misma a tranquilizarse.
-Sigo sin entender, ¿por qué me pasó esto? Dijeron que ellos no atacan a los humanos, ¿por qué fue tras de mí?- su respiración estaba algo acelerada por el pánico, el solo recordar la horrible forma de esa cosa la hacía querer correr a vomitar, pero hasta a sus piernas las sentía demasiado débiles.
-Es por mi culpa.- habló Toshiro finalmente, aunque seguía sin mirarla. –No debería haberte permitido estar tan pegada a nosotros. Ahora creen que eres una de los nuestros y saben que te protegemos.- dejó escapar un suspiro tembloroso. –Si te descuidamos lo más seguro es que vuelvan a ir tras de ti.- la morena palideció, pero entonces el apretón del pelirrojo en su hombro se afianzó.
-Descuida, no es como que fuéramos a dejar que algo te pasara.- sonrió tranquilizadoramente y ella se alivió un poco al mirar sus ojos gentiles, y asintió levemente, confiando en su amigo.
-Exacto.- masculló el de ojos turquesas, un poco de mordacidad en su tono. –Voy… vamos a protegerte, Karin.- frunció el ceño. –No podemos dejarte desprotegida de ahora en adelante. Tú ida y vuelta del colegio debe estar custodiada, y tendrás que tratar de salir de tu casa lo menos posible, sobre todo al anochecer o cerca del atardecer.- suspiró con fastidio, revolviendo su cabello.
Pesé a su horrible dolor de cabeza, Karin lo escuchó con atención y asintió a sus palabras.
-Podemos hablar de eso luego, capitán, ahora hay que velar por la salud de la chica.- Shinji puso una mano en su frente. –Necesitaremos trapos fríos en su frente, aunque no es nada muy grave, pero no la podemos dejar así, obviamente.-
-Bien, traigan trapos fríos y consíganle algo de comer, yo me quedare con ella.- mandó sentándose a su lado en la cama y cruzándose de brazos.
-¿Eh? Pero yo podría quedarme con ella si quiere, capitán…-comenzó a decir su amigo pelirrojo, pero calló ante la mirada que su líder le dedicó.
-Ya les di sus órdenes, cállate y obedece.- casi gruñó y el tatuado asintió rápidamente y pronto todos se retiraron, dejándolos solos.
-Oye, si estás ocupado no tienes por qué quedarte a cuidar de mí.- murmuró débilmente, con una mano masajeando sus sienes.
-No tengo nada que hacer por ahora.- se cruzó de brazos y luego la miró profundamente, tanto que hasta la puso incomoda y hasta sintió su cara más caliente, aunque esperaba que fuera por la fiebre.
-¿Q-qué pasa?- tartamudeó con curiosidad, sin entender porque la miraba de ese modo tan… intrigante.
-Es impresionante…- murmuró, pero parecía estar hablando más para sí mismo que para ella, aunque sin quitarle los ojos de encima. –Llegue a ver cómo te rociaba con todo ese maldito gas directo en el rostro, y sin embargo…- extendió una mano hacia ella, posando solo un dedo en su mejilla. –Aquí estás ahora, solo con una leve fiebre que pronto pasara… viva…- alejó su mano lentamente y volvió a cruzar los brazos. –Los humanos son realmente impresionantes. Mucho más fuertes de lo que creen.- la miró con un tanto de admiración brillando en sus ojos. –Tú eres impresionante.- alagó, finalmente apartando la mirada.
-Toshiro…- lo miró pasmada, sin saber que decir. -¿Por qué me estás diciendo esto?- susurró perpleja.
-Yo… Lamento haber dejado que todo esto te pasara.- ahora su mirada se negaba a posarse en ella mientras cambiaba el tema. –Quería hablar contigo… estaba yendo tras de ti cuando saliste de la escuela, iba a unas pocas cuadras de distancia. Llegue a ver cómo te jalaba hacia el callejón, pero estaba muy lejos… corrí para alcanzarte, pero entonces vi cómo te rociaba con esa cosa… y… me congelé… yo… pensé que podrías morir… pensé…- bajó la mirada y abrió la boca para hablar, pero entonces Hirako y Ulquiorra ingresaron a la habitación con un cuenco y unos trapos en sus manos, y Renji entró detrás con una bandeja de comida.
Rayos, ¿por qué tenían que haber regresado tan rápido? ¿Y por qué le molestaba tanto?
-Aquí tienes, Karin.- Abarai le tendió su comida. –Primero come y luego podrás descansar.-
Asintió y tomó los cubiertos, comiendo con gesto ausente mientras pensaba en su conversación con Toshiro, que ahora volvía a ignorarla el imbécil, cuando de repente una idea cruzó por su mente.
-Oigan, yo no puedo quedarme aquí, mi padre idiota se preocupara y es capaz de llamar a la policía.- y no estaba exagerando.
-Oh, cierto.- Renji se frotó la nuca como si hubiera olvidado por completo que tenía una familia.
-Solo llama a tu casa diciendo que estás con unos amigos y llegaras tarde, descansa un poco aquí y luego ve allá. No es como si tuvieras que quedarte toda la noche, la fiebre ya está bajando.- comentó Shinji con tono aburrido.
-Bien…- marcó a su casa y su padre estúpido la atendió llorando, a lo que solo le dijo su excusa bruscamente y luego colgó sin más. –Listo. Ahora ya no se preocupara, o al menos no en una medida que me interese.- se encogió de hombros volviendo a su comida.
-Eres genial, chica.- Renji se rió entre dientes y le alborotó el cabello, pero Karin no pudo hacer más que recordar lo que Hitsugaya le había dicho anteriormente: "Tú eres impresionante."
-Oh, wow, creo que necesitaras más que un pequeño descanso, la fiebre de repente empeoró de golpe.- masculló impresionado el rubio apartando la mano de su frente. –Y estás muy roja, es preocupante.-
-¡N-no, no te preocupes! ¡Estoy bien, en serio!- obligó a sus pensamientos a apartarse de Hitsugaya y volvió a comer tratando de ocultar su nerviosismo y su sonrojo estúpido que salía de la nada o bien por razones estúpidas.
-Bueno, si ya estás bien entonces me parece que es un buen momento para hablar acerca de tus opciones.- Toshiro finalmente dejó de hacer como si no existiera y fijó su atención en ella.
-¿Mis opciones?- pestañeó.
-Te daré dos opciones.- suspiró. –Puedes dejar de involucrarte con nosotros, o bien, aceptar nuestros términos para tu protección.-
-No quiero dejar de ayudarlos.- decidió de inmediato. Quería ayudar, no importa qué, tenía que hacer algo por ellos, no podía dejarlos, no ahora. -¿Cuáles son tus términos?- aunque eso también le generaba desconfianza.
-No puedes estar mucho tiempo sola en la calle.- fue lo primero que dijo. –Tu ida y vuelta a la escuela debe ser acompañada de uno de nosotros. También debes evitar salir de tu casa lo más posible. Y… para evitar preguntas lo mejor es….- suspiró, viéndose como si no le gustara nada lo que estaba a punto de decir. –Lo mejor es que elijas a uno de nosotros para hacerlo pasar por tu novio y que pueda escoltarte y protegerte sin llamar demasiado la atención.- soltó de sopetón y Karin casi escupe la deliciosa comida.
-¡¿Qué?! ¡No, de ninguna manera!- quiso levantarse pero un agudo dolor de cabeza se lo impidió y tuvo que recostarse, dejando la comida en lo que Hirako le colocaba un trapo frío en la frente para aliviarla. –Eso llamaría la atención sobre mí, tendría que lidiar con las preguntas de mi familia, y… no quiero que ninguno de ustedes pierda oportunidades de conseguirse una chica solo porque todos crean que yo lo aparte.- frunció el ceño con preocupación y notó la mirada del rubio ablandarse en lo que le revolvía el cabello.
-Deja de preocuparte tanto por nosotros, tú eres la que se metió en líos solo por ayudarnos, además, solo será por un tiempo hasta que se nos ocurra un mejor plan.- la tranquilizó de un modo bastante… paternal. Hmm, si Hiyori lograba enlazar a este tipo tendría un buen padre para sus hijos, lo cual era algo bueno para equilibrar porque dudaba que ella fuera una madre paciente.
-De acuerdo…- suspiró con pesadez. –Supongo que es lo mejor y eso.- bufó.
-Sí, bueno… ahora solo queda que elijas entre uno de nosotros para que sea tu escolta o novio falso. Él que te parezca más conveniente.- Hitsugaya se encogió de hombros como si realmente no le importara.
-Mmm… bueno, elijó a Renji.- dijo sin dudar mucho. Ulquiorra y Hirako estaban fuera de la discusión, Yukio… en realidad dudaba que él fuera un buen protector si siempre estaba con su consola. Así que todo se reducía a entre el albino y el pelirrojo. Y como sabía que Toshiro probablemente tendría mejores cosas que hacer, decidió que Renji era el candidato más indicado.
Vio una ceja del Hitsugaya temblar con irritación mientras que Abarai sonrió enormemente.
-Prometo que daré mi mejor esfuerzo cuidándola, capitán.- hizo una reverencia al chico más bajo.
-Sí, seguro que sí.- rodó los ojos. –Bien, entonces te confiaremos la seguridad de Karin. Más te vale no fallar, Abarai.- dio un paso más cerca del pelirrojo, que retrocedió intimidado. –Si te descuidas y dejas que algo le pase yo mismo te entregare a los hollows y dejare que devoren tu alma miserable.- la seriedad en su tono y su mirada carente de emociones aseguraba que estaba hablando completamente en serio, y hasta ella tragó saliva. –No es una misión para tomar a la ligera ni divertirse, su seguridad está en tus manos, falla, y te las cortare.- prometió y pudo notar que Renji sudaba frío.
-¡P-prometo no fallar, capitán!- volvió a inclinarse profundamente.
-Bien.- asintió. –Ya tenemos el plan. Ahora lárguense y dejen a Karin descansar.- mandó y de inmediato los tres chicos se retiraron llevándose la bandeja con la cena a medio comer.
-Toshiro…- ahora que estaban solos, realmente esperaba que pudieran terminar su anterior conversación. –Sobre lo que me estabas diciendo antes…- calló cuando sintió como la tomaba por los hombros delicadamente haciéndola que se recostara mejor en la suave cama, y se sonrojó al notar lo cerca que su rostro estaba del suyo. -¿T-Toshiro?- tartamudeó confusa, sin saber porque no podía apartar la mirada de su rostro, de sus ojos tan hermosos y enigmáticos… de sus labios… tan cerca…
Volvió a mirar a sus ojos y su corazón se disparó como loco al verlo con la mirada fija en su boca, y cuando él la miró directamente a los ojos con sus iris oscurecidos… lo sintió.
La chispa. Esa química, ese no-se-sabe-qué que tenían las parejas, ese agradable escalofrío subiendo por su espina dorsal y haciéndola experimentar sensaciones nuevas, una agradable calidez envolviéndola, un revoltijo de nervios en su estómago, y las ganas casi incontrolables de descubrir que se sentiría besar a Hitsugaya Toshiro.
Casi cedé ante el impulso de solo alzar un poco su rostro y aplastar su boca contra la suya, pero finalmente él se apartó.
-Será mejor que duermas un poco, luego podrás volver a casa.- informó y luego fue a tomar asiento al otro lado de la habitación.
Karin sintió tanto el sueño como la confusión y la decepción invadirla mientras cerraba los ojos. El dolor de cabeza había disminuido, pero ahora otra cosa la estaba molestando. ¿Qué sentía ella por Hitsugaya Toshiro?
Continuara...
Holaaaa! :D
He regresado! *-* Y los OS tambien regresaran! *u* Y ya no volveré a irme! *O* Esperó xD
Pero, en contraste con esas buenas noticias, les tengo una noticia MUY MALA :c No me odien xP
Extraterrestrial entra oficialmente en HIATUS.
¿Por qué? se preguntaran... Pues...
Veran, kaomy-chan no es un elfo libre :C kaomy-chan tiene dueña, su BFF la controla a su antojo :'v Y pues, ella me dijo q en vez de tratar de llevar dos Long-fics al mismo tiempo, me centre en terminar uno actualizando semanalmente y luego me concentre en terminar el otro.
Y pues, la verdad es q Mi Rey me cuesta mucho menos q Extraterrestrial, porq MR ya lo tengo todo pensado, pero de este solo tengo la idea central y un par de temas centrales, ademas, en MR solo me centró en la relacion de Toshiro y Karin, pero aquí me explayo mucho más por muchos más personajes q tengo q manejar xP
Así q, el plan es terminar rapidamente MR y luego volver y actualizar semanalmente Extraterrestrial en vez de subir un cap de los dos cada mes o cada dos meses o3o Y la verdad me siento más comoda así uwu
Esperó q no se enojen, pero este fic ahora esta en HIATUS hasta q termine Mi Rey u.u
Pero cuando vuelva prometo q será con actualizaciones constantes :)
Obviamente tenía q subir un cap nuevo para darles la noticia, nunca dejaría solo una nota como veo q hacen otros ¬_¬ Aunque lamento si las deje con ganas de más :P Ojala acabe pronto con MR n.n
Ah! Por cierto! Si quieren ir a lincharme ahora tienen un lugar donde hacerlo! xD Me cree una pagina en facebook expresamente para tener un contacto con ustedes y eso n/n Muchas veces tengo dudas de si subir OS o fics porq a mí no me gustan, q es muy seguido xP Así q es probable q ahi suba todo antes de subirlo a FanFiction, o todo lo q directamente tengo dudas de si alguna vez subir XP
La pagina se llama igual q mi Nike en FF aunque en vez de CELESTE es Celeste xP Estupido facebook no me dejo ponerlo en mayusculas 7-79 Y tiene la misma imagen q aqui, por ahora n3n
Siganme allí pliss, q la cree para estar en contacto con ustedes y eso u/u Bueno si quieren nwn
Ah, y respecto a la votación... luego lo anunciare xD Ahora la nota de autor me quedo muy larga :T
Bueno, ya dejó de joder, ahora puede q suba un OS pronto si se me ocurre algo, he visto q el fandom está medio abandonado Q_Q
COMENTEN! *o*
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
