Descripción: Edward es el soltero consumado, siempre dispuesto a cerrar el trato y pasar al siguiente. Bella es su socia y está enamorada de él. Una noche de fiesta lo cambia todo. ¿Se habrá vendido Bella a sí misma o Edward saldrá finalmente del mercado? Capítulos cortos y ligeros.


Descargo de responsabilidad: No soy la autora original de la historia "Off the Markett", escrita por justaskalice y SunKing bajo el penname JustAskSunKing, ni tampoco tengo derechos sobre el universo de Twilight al que pertenece. Todos los derechos de autor y propiedad intelectual corresponden a sus respectivos dueños. Esta traducción ha sido realizada por mí, EriCastelo, sin ánimo de lucro. Si tienes alguna pregunta o inquietud sobre esta traducción, no dudes en contactarme. ¡Espero que disfrutes leyendo "Off the Markett" en su versión traducida!

Disclaimer: I am not the original author of the story "Off the Markett", written by justaskalice and SunKing under the penname JustAskSunKing, nor do I own any rights to the Twilight universe to which it belongs. All copyrights and intellectual property rights belong to their respective owners. This translation has been done by me, EriCastelo, on a non-profit basis. If you have any questions or concerns about this translation, please do not hesitate to contact me, and I hope you enjoy reading "Off the Market" in its translated version!


¡Gracias, Sully!


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Off the Market

por JustAskSunKing

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Nota de las autoras: Esta es la adorable creación de JustAskAlice y SunKing, escrita durante momentos de aburrimiento en la oficina. Los puntos de vista cambiarán, con JustAskAlice escribiendo los puntos de vista de Bella y SunKing los de Edward.

¡Espero que te diviertas leyendo tanto como nosotras escribiéndola!

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Capítulo 1

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Cuando Edward entró esa mañana con un hermoso ramo de flores silvestres, ingeniosamente dispuesto en un jarrón de cristal, los susurros comenzaron de inmediato.

—Ya lo decía —cacareó Lauren—. De ninguna manera ese hombre tan guapo podía estar soltero.

—Ocúpate de tus asuntos, Lauren —le espeté—. ¿No deberías estar haciendo esas revisiones que te di?

—Qué sensible. —Sacó de un cajón una carpeta manila y frunció el ceño—. Ya sabes, realmente deberías invertir en un curso de caligrafía. La única persona que puede leer tus anotaciones sin ponerse bizca es Alice.

La ignoré y regresé a mi oficina, tratando de no darme cuenta mientras Edward le mostraba esa sonrisa de mil millones de dólares a Rosalie Hale, una de las otras agentes. Estábamos cerrando la venta más grande que nuestra pequeña agencia había visto en casi tres años, y todo tenía que salir a la perfección. No tuve tiempo de entregarme a mis fantasías habituales de los lunes por la mañana.

Eso duró más o menos... eh, cinco minutos. Me las arreglé para concentrarme en mi trabajo hasta que Alice entró en mi oficina con una taza de café en cada mano. Cerró la puerta de un golpe con la cadera y se aclaró la garganta.

—Aterriza. Puedes soñar con lo que harás con tu comisión más adelante. Jess abrió apuestas sobre para quién son las flores, y las probabilidades de que sean para ti son excelentes. Aposté diez dólares.

Puse los ojos en blanco. —Alice, vamos. Las flores son obviamente para la supermodelo con la que se irá a celebrar después de que cerremos el negocio de los Donovan.

—Vas con esa, ¿eh? —Sacudió la cabeza con tristeza mientras dejaba un café frente a mí—. No hay grandes probabilidades, me temo. Jess ofrece veinticinco a uno.

—Jess tiene demasiado tiempo libre si calcula las probabilidades de lo que Edward hace en su tiempo libre. ¿No tiene algo de contabilidad que hacer?

—Esta oficina es una máquina bien engrasada, Bella. Tu paranoia no tiene lugar aquí. Hoy no.

Unos suaves golpes en la puerta nos interrumpieron, y Rosalie entró para darme una charla de ánimo. Tendía a sentirme un poco intimidada en la mesa de cierre, a pesar de llevar casi ocho años como agente. Se me daban muy bien los detalles y era la persona a la que todos acudían con preguntas sobre el lenguaje y la redacción de los contratos. Por algo Edward y yo éramos compañeros de venta. Era la persona más encantadora del planeta y tan naturalmente bueno para hacer que la gente se sintiera cómoda que mantener una conversación con él podía ser francamente hipnótico.

Por supuesto, a mí me costaba sentirme completamente cómoda, porque él era muy guapo y todo eso.

Al mediodía, yo era la única persona de la oficina que no participaba en la quiniela de Jess. No estaba claro cómo se resolvería la apuesta, ya que cada vez que alguien le preguntaba para quién eran las flores, él se limitaba a sonreír misteriosamente.

—¿No te gustaría saberlo? —decía, antes de cambiar de tema.

Así que, naturalmente, cuando lo vi cruzar la oficina con las flores en la mano y dirigirse a mi despacho, me entraron sudores fríos. Si Alice ganaba, la obligaría a invitarme a una copa. Después de morirme de mortificación. Y de pasar mis dedos por el cabello de él por menos una vez.

Una chica sólo puede aguantar hasta cierto punto.


Nota de la traductora: ¡Hola! Bienvenidos a esta nueva traducción. Una historia de romance y humor. Capítulos cortos, por lo que las actualizaciones serán dobles de lunes a viernes. ¿Me acompañas?
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