Cenizas de Heroes
Panorama
Una noche estrellada, la luna llena brilla con todo su esplendor en el firmamento mientras abajo en tierra los estruendos se dejan escuchar por todo lado, un fuerte bien construido es escenario de una feroz batalla entre los que siguen la luz y los caídos en la oscuridad, sangre se derramara y eso es inevitable.
En medio de una gran sala donde una cantidad impresionante de payasos esta reunida en una fiesta de sus celebraciones del "carnaval oscuro" el sonido de la música se detiene cuando aparecen a través de una enorme centella un grupo de guerreros que, vestidos de barrocas armaduras semejantes a caparazones de tortuga, eran los caballeros de la primera compañía de la Orden del Martillo, tras un silencio uno de ellos toma palabra.
- Acabad con los impíos seguidores de los poderes oscuros ¡en el nombre del Sufridor, sin piedad!
Los sorprendidos juggalos son inmediatamente masacrados con lanzallamas y martillos de guerra cayendo sobre sus cuerpos, los paladines de la Orden no se inmutan ante los asistentes que pronto sacan sus armas, uno de los caballeros acorazados saca un pequeño cañon de asalto que lleva en la mano y suelta una lluvia de fuego que aniquila a varios de ellos pero una chica salta sobre él y con un cuchillo en mano apuñala en el desprotegido cuello del guerrero matándolo en el proceso, pero la asesina es golpeada y derrotada por nada más y nada menos que la maestra capitana de la compañía, la veterana Jason Morgan.
- Putos perros falderos del Falso Mesías. – maldijo la asesina.
- Tu y los de tu calaña deben morir hereje.
Termino de hablar y el "Martillo de las Brujas" (el arma de Jason) cae sobre la cabeza de la asesina, una apotecaria de batalla se acerca para ayudar al hermano abatido, mientras los demás acaban con los juggalos que quedan ella camina por los pasillos acompañada de su capellán Lukwer Werkteigh, ellos buscan a uno de los lideres de los payasos.
- ¿Segura que lo encontraremos Jason? – preguntaba Lukwer.
- Lo encontraremos hermano.
- ¿No esperaremos a Turlim o a Kymeri?
- No hará falta, además ellos iniciaran el ataque desde afuera.
- Espero que todo salga bien.
Los dos llegan adonde una lujosa sala donde estaba un payaso vestido de arlequín bebiendo de una copa llena de un menjurje hecho con las botellas de alcohol de una repisa.
- Vaya, tenemos invitados de lujo. – dijo el arlequín.
- Esperaba un poco más de resistencia. – le decía Jason.
- Oh vamos, es una fiesta ¿Dónde estaría la diversión?
- Ríndete payaso, lo hará menos difícil para ti.
- Díganselo… a ellas.
Un grupo de chicas vestidas de arlequines un poco ligeramente vestidas aparecen detrás de Lukwer y Jason, ambos se ponen en posición de pelea pero las cinco asesinas los superan en velocidad y agilidad, una de ellas le hace una herida en la mejilla a Lukwer mientras otra roza el cabello de Jason con una de sus dagas, el anfitrión solo observa la pelea en tanto los caballeros les hacen frente, Lukwer solo respira, pone su "crozius arcanum" frente a ellas que se ríen y él sonríe listo para soltar su devastadora técnica.
- ¡ARDAN HEREJES!
Las chicas caen aturdidas ante una onda sónica potente que les provoca una dolorosísima jaqueca, Jason toma su martillo y de un potente golpe las manda afuera del castillo atravesando la pared, de inmediato lanza un kunai que casi da al anfitrión que intentaba escapar.
- Sigues tu. – le dijo Jason.
- Lamentablemente sí, pero no me iré solo.
- ¿Qué quieres decir?
De inmediato el arlequín abre su saco y muestra que lleva un chaleco con varias bombas de alto poder explosivo pegados a él, los dos caballeros se sorprenden y dan un paso atrás.
- Tú decides capitana, si tú y tu compañía quieren terminar en la tumba pues… ya dirás.
Con un dedo llevando un anillo conectado a una cuerda que lleva a un seguro de las bombas el arlequín se retira lentamente hacia la puerta, pero antes de abrirla un pequeño punto rojo se asoma en su frente, el tipo no sabe que pasa y en un instante su cabeza es atravesada por una flecha la cual inmediatamente explota volando su cabeza matándolo, Lukwer y Jason quedan escépticos.
- Hmmm… creo que ya sé que paso. – dijo Jason
- Annie ¿no es así?
- Ni para que preguntar.
- Capitana Morgan, la estaba buscando. – dijo uno de los paladines. – Pensé que le paso algo.
- Iré para allá.
Los dos regresan con los demás caballeros, la apotecaria iniciaba la extracción de la sangre del caballero caído ya que era troll (los caballeros troll que caen en combate se les extrae la sangre en beneficio de los "bebedores de arcoíris"), los demás oyen a una multitud de payasos aproximarse armados y peligrosos, los demás caballeros se preparan para la batalla pero antes de que inicie el tiroteo una explosión sacude el pasillo matando a los jubilitas atacantes, Jason conmocionada recibe un mensaje en su comunicador.
- Pense que necesitabas ayuda y te eche una mano.
- No tenías que hacerlo… Turlim Cintum. – le comento Jason.
- Kymeri y sus tropas están purificando los pisos inferiores, yo me encargo de los disparos, los malditos payasos son duros.
- Si, ya me di cuenta.
Tanto Jason como Lukwer miran de fondo como explosiones azotan la fortaleza la cual poco a poco cede ante el poder de los tanques de asedio, la misión se ha hecho… y sus superiores lo saben.
Entre tanto, viéndolo todo desde los monitores en la fortaleza-monasterio, una tranquila Gwen Asharis Kozlova, actual gran maestre de la Orden del Martillo, acompañada de la maestra del apothecarion Evangelynn Roswell reciben el mensaje de la capitana Kymeri Lavrov desde los comunicadores.
- Aquí la capitana Lavrov, me comunico con la gran maestre. – llamaba Kymeri.
- ¿Cómo estuvo la misión capitana?
- El lugar fue purificado por completo ¿Qué procede maestra?
- Desalojen el lugar y que el crucero de asalto "Lanza de Furia" descargue bombardeo orbital, que no quede nada de esos infelices.
- Como usted ordene mi lady, Lavrov fuera.
Terminada la transmisión Gwen se dirige a su fiel apotecaria, la cual esta sorprendida.
- Parece que la llamada fue breve, no hubo mucho que informar. – dijo Evangelynn.
- Lo se.
- En los últimos dias ha habido una especie de extraña paz entre los jubilitas, por lo común nos los topamos y solo quieren liderar a los de su calaña.
- Si, es extraño, como que ahora se han comportado, debería preocuparnos.
- Posiblemente se han cansado de pelear entre ellos.
- Lo cual es aun mas extraño, sabes que si no es entre ellos será contra nosotros.
- Deberíamos reunir a los capitanes y altos mandos de la Orden y ver que podemos hacer, yo sugiero eso.
- Entonces deja que vuelvan Jason y los demás, llama a los demás, los quiero ver esta próxima noche.
Al atardecer del siguiente día el crucero de asalto volvía de la campaña y justo afuera del hangar subterráneo estaba Issa Belle esperando a su marido Lukwer, el capellán se sorprende al ver a su mujer ahí.
- Ah gracias al Sinsigno y la Madre Dolorosa que estas bien… ¿Qué te paso? – dijo Issa mirando la cicatriz en la mejilla de Lukwer.
- Nada cariño, estoy bien.
- Lukwer me preocupa cada vez que sales a una batalla, rezo siempre para que regreses con bien, a mi lado.
- No te mortifiques mujer, se cuidarme solo.
- ¿Qué tal si no regresas? ¿Has pensado en eso? ¿Has pensado en Charles tan siquiera?
- Luke si quieres ir a casa con tu esposa te doy mi autorización. – le decía Jason que escucho todo. – Y lamento entrometerme, mala cortesía de mi parte escuchar conversación ajena.
- Ah gracias capitana, y no se preocupe.
- Esta bien hermana Morgan ¿Qué haras?
- Hay reunion urgente con la gran maestra.
En el salón principal del monasterio, iluminados tan solo por las velas y cirios del lugar, los capitanes y lideres de la Orden se reunían ante la presencia de Gwen acompañada de Evangelynn.
- Señores os he reunido aquí para tratar un asunto de vital importancia, no sé si os habéis dado cuenta que los jubilitas, herejes que creen en la locura de sus horrendos señores, han estado un poco… ¿calmados?
El primero en tomar palabra es el maestro del Armorium, el tecnomago Booker Levian.
- Ahora que lo dicen si, ha habido incidentes con ellos últimamente, pero sus enfrentamientos internos han cesado, es como si estuvieran planeando algo.
- ¿Cómo que hermano Levian? – interrumpía la maestra de santidad Samirana Moriah. – Usted, uno de los mas grandes genios capitulares ¿cree que los herejes están detrás algo mas grande?
- Es lo que yo digo, dudo que hayan cesado sus ataques para rendirse o pedir paz, ellos no se detendrán por ningún motivo para que su "Carnaval Oscuro" se establezca en el mundo.
El siguiente en tomar palabra es el capitán de la segunda compañía Turlim Cintum.
- Entiendo los temores del hermano Levian, los juggalo tienen un comportamiento errático pero preocupante, algo los tiene asi, pero ¿Qué seria eso?
- Supongo que habría que vigilarlos.
- ¿Vigilar a esos infelices?
Jason recordado lo que paso hace tiempo se levanta y se dirige a la audiencia.
- Creo tener una idea de lo que pasa aquí.
- ¿Y que es lo que entiende lady Morgan? – preguntaba Samirana.
- Hace dias por lo que supe de la gente de la prision La Roca hay quien los lidera, dudo que los payasos por si solos sean capaces de liderar misiones precisas y menos contra objetivos mas complejos.
- Es cierto, supe que hicieron que unos ángeles aparecieran y destruyeran el cuerpo de Gamzee Makara, luego se acercaron a una enorme estructura que parecía una torre ¿Qué estarán tramando?
- Se que alguien los lidera, alguien con la capacidad de mando suficiente entre tanta mente retorcida.
- ¿Serán los mismos que también tuvieron algo que ver con el secuestro de Jules Helvetia? – preguntaba Turlim Cintum.
- Lo son, cuando llegamos vimos cadáveres de payasos y nada de Jules hasta que recibí un mensaje Astrid Thulle.
Todos quedaron pensando cuando escucharon su nombre, y con razón.
- Sabe, hermana Morgan. – hablo Evangelynn. – Temo por… ellos.
- ¿Los payasos?
- No, por las personas que tiene Astrid a su cargo.
- Hablas de…
- Si, de los acólitos.
- Supongo que terminaran involucrándose, aunque nos esforcemos en impedirlo.
En eso se levanta Gwen y se dirige a todos.
- Escuchen hermanos, no sé qué planearan los payasos, no sabemos quien los lidera o por qué están calmados, pero no debemos bajar la guardia, hemos de mantener alta cautela con ellos y sobre todo, asegurarnos de que los acólitos no se involucren y si llega a pasar, evitar que no les pase nada grave, ellos son el futuro no solo de nuestra orden, si no de toda Tierra C, fue una promesa que le hicimos a Sirius y a Gideon.
Todos estuvieron de acuerdo con sus palabras y la sesión termino, todos volvieron con sus compañías.
Mirando desde el balcón de su habitación con la ciudad de Los Ángeles al fondo, una elegante teraferox piensa en lo que viene, en eso aparece Nidia con pijama puesta.
- ¿Vas a convertirte en un licántropo o en un simio gigante por mirar la luna llena? – preguntaba sarcásticamente Nidia.
- Deberias estar dormida niña.
- Lo siento, pero mañana no hay escuela.
- Pero si nos reuniremos con ellos.
- Es verdad.
- A la cama.
- Buenas noches.
Se quedo sola y dijo para sí misma.
- Las horas están contadas.
