MAXIMA CULPA
Capítulo 5: El encuentro final
Aether, sin saberlo, se enamoró profundamente de Lumine. Con el tiempo, y conversando sobre sus familias, se dieron cuenta que eran hijos del mismo papá. Pese a lo doloroso que fue para ambos saber que eran hermanos, nunca pudieron separar totalmente sus caminos y comenzaron una relación incestuosa. Finalmente, y en medio de una noche de pasión, Lumine le puso fin a la relación sin saber que Aether le respondería con numerosas puñaladas.
Esta increíble historia sucede en el territorio de Mondstadt, su protagonista se llama Aether y narra cómo vive las 55 horas que faltan para su inolvidable cita con el amor de su vida.
MONDSTADT, JUEVES 6:45 HORAS
‒Sabes que, yo después le ubico ahí en la parada y de ahí le cancelo, ¿ya?, porque ahora no tengo cambio. ¿Te parece? Ya, hasta luego, gracias. ‒Le convence él a un taxista que estaba a bordo con aquel joven.
Aether, sin previo aviso decide llegar al departamento de su amigo Venti, ubicado en la periferia del reino.
‒Hola Venti. ‒Era el rubio luego de tocar varias veces la puerta y dar la pasada.
‒¿Y tú a esta hora? ‒Preguntó el músico.
‒Es que el autobús llegó recién. ‒Comentó el viajero.
‒¿Y no te puedes quedar haciendo hora en otro lugar? ‒Contestó el trovador verdoso.
‒Es que allá hace frío. ¿Va para Inazuma?
‒Oye, ¿tiene algunas cuentas pendientes que arreglar? Yo no sé con qué cara te vienes a meter aquí a mi horario.
‒Pues si te dije que iba a venir. ‒Responde sinceramente Aether.
‒Te recomendé con mi amigo en el hotel, le dije que era mi amigo que te tratara bien, que te atendiera, ¿y qué haces? ¿Te vas sin pagar?
‒Oye, yo me fui, pero yo le dije que voy a pagar.
‒Y más encima tomas un taxi, te vas a Liyue, ¡usáis el nombre de mi empresa y no pagas en la carrera en un taxi! ‒Alega Venti furioso.
‒Oye, yo le expliqué al chofer que no me queda ni un cheque.
‒Supongo que ahora venías a pagar las deudas pendientes.
‒Mira Venti, yo sé que he cometido varios errores, pero yo quiero solucionarlo que me des tiempo. ¿Te vas a Inazuma?
‒Sí, en dos horas más. En todo caso ya me despertaste.
‒Oye, yo te puedo cuidar el departamento, necesito un lugar dónde quedarme si te parece.
‒No, yo vuelvo el lunes.
‒Eh, prefiero esperar, no hay problema, voy a buscar donde guardar mis cosas. Necesito... ‒Decía el del pelo claro desempacando su traje y bolso en su mano.
Venti debió resignarse a los caprichos de su amigo y le dejó el departamento por el fin de semana. Por supuesto, antes de viajar a Inazuma tuvo la lealtad de avisar al administrador del Gran Hotel Goth que Aether se encontraba allí.
‒Hola. ‒Saluda el señor Goth (personaje no jugable ni OC).
‒Te tengo una buena noticia. ‒Anuncia el trovador mágico.
‒¿De quién? ‒Adivinó el administrador.
‒Aether está en mi departamento, te aviso que vayas a cobrar.
‒¿No me diga? ¿Y viene con el ánimo de pagar?
‒No sé, en todo caso debe estar en mi departamento todo el fin de semana. Sería bueno pegarle un apretón a este tipo para que aprenda.
‒Oye, si no fuera por ti yo lo metería preso, cuando sea oportuno lo voy a visitar.
‒Yo vuelvo el lunes, ¿necesitas algo de Inazuma? ‒Dijo Venti.
‒No, gracias. Buen viaje y de ahí te cuento.
Retrocedemos un poco en la vida de este hombre, sus padres abandonaron a la familia cuando él era adolescente, a partir de este instante él y su hermana quedaron solas con sus parientes que les dijo más tarde que sus padres habían fallecido. Aether culminó su aventura y logro condecorase como Caballero de la Legión de Teyvat.
MONDSTADT, JUEVES 12:00 HORAS
‒¡Diona! ¡Diona! ¿Te quiere ganar una propina? ‒Llamaba el rubio a la pelirrosa gatuna.
‒¿Y qué tengo que hacer? ‒Explica la niña con orejas de gato.
‒Tiene que llevar este mensaje al hotel de 4 estrellas, entregárselo a Goth el administrador. ¿ya? ‒Indica él a su "mensajera".
‒¿Qué le digo? ‒Preguntó aquella menor.
‒No nada, sólo entregue personalmente. ¿Ya? ‒Encomienda Aether el favor.
Diona se dirigió al hotel entregando a Goth quien hablaba por teléfono a un cliente.
‒Toma, le mandaron esto. ‒Apuntó ella recibiendo el mensaje a ese administrador.
En la misiva decía: "Goth, por favor mándame un cartón de , después arreglamos. Venti".
‒Ya ándate. ‒Dijo él apartando a Diona.
En Inazuma, Aether se acostumbró a superar sus dificultades económicas no de muy buenas maneras, alquiló un departamento -retro- amoblado y puso un aviso para vender algunos artefactos.
‒(...) Ya, lo que me gustaría es que me pagara en efectivo porque me han perjudicado con varios cheques. ¿Usted entiende, no? ‒Le convence Aether la forma de pago a un interesado.
MONDSTADT, JUEVES 15:15 HORAS
‒¡Timbre! ‒Avisa un huésped herrero llamado Wagner.
‒¡Abre tú porfa, que tengo las manos mojadas! ‒Ordenaba su empleada quien se encontraba en la cocina.
‒Ah, hola. ¿Cómo estás? Mire, yo soy el amigo de Venti y me dijo que tú me podrías prestar el teléfono para hacer una llamada, ¿sí? ‒Reporta Aether haciendo su favor.
‒Ahí está el teléfono. ‒Indicó el residente.
‒¿Diga, operadora? Quiero una llamada a Liyue, por favor. Sí, el 021-21-05. Ok, gracias. ‒Comunica el viajero en plena llamada.
‒¿Estás llamando a larga distancia? ‒Preguntaba el herrero.
‒Sí, pero terminando el llamado yo pido la tarifa y te lo cancelo allá arreglamos, no hay problema. ‒Responde este protagonista tomando tiempo.
‒Buen será luego supongo porque estoy esperando un llamado de Sumeru.
‒Bueno, sí, la operadora dijo que viene enseguida. Oye, ¿ese periódico es de hoy día?
‒Sí.
‒¿Me lo puedes prestar un vistacito una cosita? Lo paso ahorita, espere. ‒Menciona Aether justo que suena el teléfono. ‒¿Diga? Para mí, ¿diga? ¿Lumine? Sí, estoy acá en Mondstadt. ¿Va a venir? Me conseguí un departamento, sí, está desocupado. Bueno, te llamo a la tarde entonces, ya. Adiós Lumine.
‒No te olvides pedir la tarifa. ‒Murmuró Wagner.
‒Sabes, lo que pasa es que estoy apurado. Por qué no la pides tú y me dices cuánto, yo te pago el sábado.
‒¿El sábado?
‒Sí, lo que pasa es que va a venir Lumine el sábado y ahí le pago en efectivo.
Entretanto, el administrador del hotel ha decidido cobrarle personalmente, para desenmascararlo le trajo los cigarrillos que engañosamente pidió en nombre de su amigo.
‒Ahí está lo que me pidió. ‒Le recibe Goth una caja completa de cigarros al viajero.
‒Sensei, con usted quería hablar, usted lo andaba buscando. ¿Venti lo contó algo? ‒Dijo Aether disimulado.
‒No, no me contó nada. ‒Respondió el dueño de su hotel.
‒¿Pasemos a tomar un traguito? ‒Le invita el rubio sacando excusas de no querer pagar.
‒No, aquí no más. ¿A nombre de quién le hago la factura?
‒A eso quería conversarle, pero si vamos a tomar algo.
‒No, gracias.
‒Eh mire, sabe lo que pasa, el sábado viene mi novia, me va a traer el dinero y le cancelo todo, todo lo que debo.
‒¿Tiene claro cuánto salió?
‒Sí, si, más o menos. Y disculpe sensei, usted sabe que de repente sale gente como no me falla (...)
‒¿Y sabe Venti de los cigarrillos?
‒Cigarrillos no, si yo no fumo. ‒Dice este visitante la verdad.
‒Lo espero el sábado.
‒Sí.
‒Le recomiendo que no faltes, se podría arrepentir. ‒Reseña Goth al allegado.
‒Cómo se le ocurre, sensei. Yo soy un hombre de palabra, se nota que me conoce. ‒Declaró mintiendo este aventurero antes de retornar a la habitación.
Hace algún tiempo, en un hotel de Liyue Aether dejó su huella. Lleva más de 7 días alojando aquí y aun no se acerca a la administración para indicar cómo y cuándo cancelará.
‒Hola, buenos días. ‒Saluda él antes de acceder al ascensor.
‒Su factura arriba. ‒Notificó el hombre de la recepción.
‒Ah ya, le pago el cheque enseguida. ‒Reseñó el oxigenado.
‒Como no, señor. ‒Dijo aquel encargado.
En la habitación, el protagonista se encuentra con una allegada como supuesta novia.
‒Hola. Nos llegó esto. ‒Menciona la pelicastaña presentando las facturas impagas.
‒Se nos acabaron las vacaciones. ‒Aclaró el viajero planeando fugarse del hotel.
Por las escaleras de emergencia y entre el laberinto de dependencias y oficinas de los empleados, Aether y su eventual pareja se alejaron sin pagar dando un abrupto término a sus tranquilas vacaciones en la capital oriental.
MONDSTADT, VIERNES 10:15 HORAS
El edificio en la periferia comienza a adquirir un especial trastorno con la presencia del nuevo huésped, su afición por las drogas y la marihuana lo hace actuar con desvergonzada y atrevida personalidad.
‒¿Sí?, ¿qué quiere? ‒Dijo Wagner atendiendo a la niña gatuna.
‒Es que dice que el muchacho de la 104 se puede bajar a hablar con él. ‒Le reporta Diona al herrero.
‒¿Conmigo? ¿Qué? ¿Qué le pasa?
‒No sé, sólo me dijo eso.
MÁS ADELANTE...
‒Hola, solo viniste. ‒Recibe Aether en aquella habitación.
‒¿Necesita hablar conmigo? ‒Preguntó Wagner recién llegado.
‒Sí, sí, pasa. Oye, es súper cortito.
‒Dime, es que estoy esperando una llamada.
‒Sabe lo que pasa, te doy una consulta que no soy acá de la zona (...) ‒Lo confiesa el viajero.
‒No, la verdad no conozco a nadie.
‒¿Nadie? ¿Y de la farmacia de la calle tampoco?
‒No. ¿Para qué quiere esa información?
‒Lo que pasa es que necesitaba una receta para comprar anfetaminas y se me perdió, no puedo encontrar y tú sabes que lo venden por firmado.
‒No conozco a nadie, yo me tengo que ir. Adiós.
‒Ya ok, gracias. Adiós.
Hace un par de años la vida afectiva de Aether tuvo un vuelco sustancial, se encontraba trabajando en una agencia de turismo local y por esa razón debió pasar varios días en el territorio de Liyue, donde tenía además un nutrido grupo de amigos. Aquí conoce circunstancialmente a la joven de 23 años, Lumine, ambos se sienten extrañamente atraídos casi con la fuerza arrolladora del amor a primera vista.
Como era de esperar Aether y Lumine no pudieron postergar su pasión, aquella noche fue maravillosa para ambos; de repente el mundo se redujo exclusivamente para ellos. Así, amparados en la proyección de ese romance Lumine, por primera vez accede a compartir una noche con un hombre.
MONDSTADT, VIERNES 11:30 HORAS
Las andanzas de Aether en el edificio continúan su ritmo avasallador, faltan sólo dos días para el encuentro con su amada y necesita llamarla para que no falte a la cita.
‒Hola, ¿préstame el teléfono, por favor? ‒Expresó él visitando a otro herrero de nombre Schulz.
‒¿Teléfono? ‒Menciona ese hombre aprendiz.
‒Sí, yo vivo acá en la 104.
‒¿Tú eres de Venti?
‒Sí, lo que pasa es que Venti es amigo mío y me pidió que cuidara el apartamento por el fin de semana.
‒No te vayas a demorar mucho.
‒No, es cortito. Permiso.
‒Ahí está el teléfono.
‒Gracias.
‒¿Cuándo vuelve Venti?
‒Venti vuelve el lunes. Bonita lámpara, ¿qué haces?
‒Trabajo.
‒Sabes que tengo un problema, menos mal que Venti me está ayudando.
‒¿Está enfermo?
‒No, ni Barbatos lo quiera, son problemas del corazón. Tú sabes que soy que solucionarlo uno personalmente, ¿no?
‒¿Está ocupado?
‒Sí, en otro lado. Pero no importa, te vuelvo más rato. ‒Intentó comunicar en línea Aether dado que no responde.
‒Oye, espérate un poco, yo voy a salir y no creo que vuelva muy luego.
‒Ah, pero no importa. ¿Por qué no bajas a mi departamento a tomar unos traguitos y unas pepitas? ¿Te parece? Ya, ¿cómo te llamas?
‒Schulz. ‒Lo nombró el herrero.
‒No, ¿en serio? La coincidencia mi amigo, te espero. Gracias, adiós.
Las dudas y los negros presentimientos que Lumine no llegue a aquella cita en Mondstadt preocupan a Aether, su amor hacia ella e intenta racionalizarlo a través de rebuscadas y premonitorias frases literarias. Compró un cuaderno y aquí está plasmando todo lo que siente por ella, ya se perciben conceptos contradictorios por un lado dice necesitarla y por otro deja traslucir que será su último encuentro.
Esa noche, sus cavilaciones lo llevaron a desesperarse un poco, su cargamento de anfetaminas traído de Inazuma se agotó y fue en busca de más a la farmacia, en realidad requería urgente comprar "Alipil".
Lamentablemente, él olvidó la receta médica como requisito para solicitar ese fármaco que no se encuentra en ninguna parte y sacaba excusas de querer conseguirlo sin receta a pesar de que era dependiente. Para los que no saben qué es el Alipil en resumidas palabras es un medicamento para bajar de peso e inhibir el apetito, pero es un potente estimulante que afecta al sistema nervioso central si es mal usado.
Liyue siempre tuvo un significado especial para Aether, el recuerdo de la primera cita con Lumine sin duda marcó su vida.
*Inicio del flashback*
‒De juntos no te vi. ‒Platicaba la viajera.
‒¿Me había dejado plantado? ‒Preguntó él.
‒Tenía miedo, es normal. ¿No? No sé qué me pasó contigo. Además, creo que las cosas van avanzando muy rápido. ‒Reflexiona ella.
‒Sí, yo pienso lo mismo. Sabes Lumine, me da la impresión de que nos conocemos hace mucho tiempo. ‒Recordó el aventurero.
‒De repente pensé que sería una más en tu vida y por eso no quería venir. Qué bueno encontrarte.
‒Pregúntame, yo soy un hombre serio, no pasa nada.
‒A todo esto, ¿Aether, cuánto eres tú?
Al fragor de ese amor incipiente surgió rápidamente la magia, pero cuando ambos se expusieron sus vidas y hurgaron sobre sus familias todo cambió de repente. Un secreto mantenido por años entre sus familias, fundamentalmente sobre la existencia de sus padres develó un increíble misterio.
‒Mi papá se llama exactamente igual, está muerto. Por lo que sé antes tuvo otro matrimonio en otro país. ‒Responde la aventurera.
‒¿Estás segura? ‒Duda Aether obviado.
‒¿Tu compañera se llama Paimon?
‒Sí.
‒Aether, tú y yo somos hermanos. ‒Develó ella toda la verdad quedando ambos perturbados.
Efectivamente, Lumine y Aether charlando descubrieron aquí (en un restaurante) que ambos eran hijos de un mismo padre, en realidad nada sucederían sus mentes de no haberse enamorado a primera vista y haber pasado ya una noche juntos. Este es el momento exacto donde ambos deben reaccionar, o viven aceptando su condición sanguínea de hermanos o trasgreden permanentemente los valores de la sociedad amparando su amor en el incesto.
*Fin del flashback*
MONDSTADT, VIERNES 15:00 HORAS
‒Buenas tardes señora. Mire, yo vivo aquí en el departamento del frente, quería saber si podría prestar el teléfono, necesito hacer una llamada urgente. ‒Decía Aether apremiado.
‒Un momentito, le voy a consultar mi esposo. Viejo, el joven del frente quiere hablar por teléfono. ‒Expresaba la adulta mayor.
‒Permiso, ¿acá? ‒Tomaba él comunicando. ‒¿Hola, operadora?, llamada a Liyue, por favor. Sí, 021-21-05. Lumine, hola, sí, te he llamado para saber el viaje, es que quería buscarte en la estación. Ah, bueno, te espero entonces acá. Sí, ya, chau. Ya, muchas gracias.
‒¿Y se pudo comunicar? ‒Menciona la anciana.
‒Eh sí. ¿Cuánto le debo?
‒No nada, no se preocupe.
‒Ah, gracias.
‒Tengo entendido que usted es el nuevo vecino.
‒Algo así, la verdad es que Venti no está en la ciudad. Bueno, muchas gracias, muy amable. Hasta luego, señor.
‒Hasta luego. ‒Responde el anciano rellenando crucigramas.
Tras la espeluznante noticia de que Aether y Lumine eran hermanos existió entre ambos la idea tácita de abandonar urgente aquel romance incestuoso. No obstante, él quiso conocer al resto de la familia y con su particular simpatía no tardó en conquistar a sus amigas; de este modo, lo que aconteció la primera noche en que se conocieron fue solo una pesadilla para Lumine. Conocer este nuevo integrante de la familia fue un agrado para todos, tanto así que esa noche y durante todos sus viajes posteriores a Liyue se quedó allí a dormir.
VIERNES 16:00 HORAS
‒¡Noelle! Te apuesto que va a comprar. ‒Adivinó Aether a esta chica.
‒¿Y cómo supo mi nombre? ‒Contestó la damisela.
‒Bueno, porque el nombre de la mujer es bonita, siempre hay que conocerla, ¿o no?
‒Ya dígame para qué me llamó.
‒La verdad es que te vi bajar y se me ocurrió que tal vez podría llevar este traje terno a tintorería.
‒Bueno, yo se lo llevo, ¿pero hay que dejar algo pagado?
‒Eh, no creo, pero si no lo paga me avisa.
‒Ya, yo la aviso. Démelo.
‒Gracias. Ah, es urgente para mañana, así que hay que pagar más no importa.
Extrañamente Aether continuó viajando desde Inazuma hasta Liyue junto a Lumine, su hermana, se cuestionaron una y otra vez lo acontecido entre ambos, pero algo le sucedió que sin darse cuenta se dejaron llevar por sus espontáneos sentimientos y lejos de separarse, y dar por terminado todo continuaron viéndose a solas. En definitiva, Aether se dio maña en explicarle a Lumine que ocultar aquella fuerza afectiva sólo los convertirían en infelices y que mientras nadie supiera su real parentesco no tendrían porqué temer, al fin y al cabo argumentó Aether, ellos nunca vivieron juntos; así, premunidos de estos febles argumentos anti-valóricos se convirtieron en amantes.
MONDSTADT, VIERNES 21:30 HORAS
La espera de Aether era ansiosa, atrevida y violenta, así por lo menos se dejaba traslucir a través del cuaderno que en realidad era una bitácora de cómo piensa Aether en los momentos previos a ese encuentro. Entrelíneas se deja leer: "te adoro con toda mi alma; incinérame, por favor, si tú no estás prefiero morir".
SÁBADO 10:30 HORAS
Definitivamente Aether tiene una doble personalidad, por un lado su corazón se retuerce de amor racional y por otro conserva su frescura de espíritu que lo convierte cotidianamente en un caradura. Sin conocer más de 24 horas al quiosquero de la esquina hace gala de su facilidad de palabra para pedirle dinero prestado.
En sus continuos viajes a Liyue, Aether tomó el hábito de alquilar vehículos; este automóvil blanco perteneció a un rent-a-car, no lo devolvió a tiempo y no conforme con eso consiguió falsificar su documentación. Acto seguido, tuvo la patudez -o estupidez- de poner un aviso en el diario ofreciendo a la venta en un atractivo precio de oferta.
Dio como dirección un lugar conocido de la zona y tranquilamente esperó que llegaran los primeros interesados, ciertamente el precio era bastante más bajo que la media del mercado, deberá que en muy poco tiempo logró deshacerse de él. De acuerdo al parte policial, Aether logró vender este automóvil a un señor, guardia de frontera quien al darse cuenta de que fue estafado hizo la denuncia en su contra.
SÁBADO 12:00 HORAS
Quedan pocas horas para la llegada de Lumine, con el dinero que pidió prestado al quiosquero logró sacar su terno del lavaseco, pero aún tiene algunos inconvenientes asigna un favor de los vecinos lo puede sacar de apuros.
‒Hola, ¿está Noelle? ‒Consultó el viajero al residente Wagner.
‒Está ocupada. ¿Para de quién? ‒Mencionó el herrero de origen NPC.
‒Es que le pedía un favor.
‒Noelle, te busca.
‒Hola Noelle, ¿cómo está? Oye, sabes que fui a buscar el terno en la tintorería y me descosió aquí la base del pantalón, y me botaron un botón. Yo quería si me lo podía coser.
‒Claro, por mí no hay ningún problema, pero si mi patrón me autoriza. ‒Dice la chica ojiverde.
‒Un ratito, no le voy a quitar mucho tiempo en una cosita rápida. ¿Ah? ‒Agregó Aether medio apurado.
‒Mire, yo voy a intentar buscar uno y después se lo traigo. ‒Responde ella.
‒Que lo vaya a buscar él. ‒Expresó Wagner.
‒Ya, ok, gracias. ‒Asintió el rubio. ‒Adiós y que estés bien, ah, encontré la receta. Chau.
El recuerdo de la relación con Lumine tiene ahora más importancia que nunca, el lugar es clave de Inazuma la esperaba a menudo. El pecado social del incesto fue borrándolo sistemáticamente y en esa tónica involucró a su hermana quien también atraída por él no tuvo fuerzas para detener su prohibida condición de amantes.
‒Hola. Ya estaba por irme, ¿qué te pasó? ‒Saluda Aether a su gemela.
‒Es que me costó salir, parece que alguien me sospecha. ‒Responde Lumine.
‒Yo también creo lo mismo, por eso hice por buscarte.
‒Mira, cuando vayas de nuevo a la casa temo demasiado estar todos juntos. ¿Ya?
‒¿Qué tiene?
‒¿Cómo qué tiene? Imagínate que si alguien hace algo.
‒Que lo sepan, ¿acaso era un pecado?
‒Pero estás loco.
MONDSTADT, SÁBADO 12:15 HORAS
Este es un día demasiado importante en la vida de Aether, ha convencido a Lumine para que vean aquí, ella ha aceptado la cita, pero le ha puesto sus condiciones; se verán sólo como hermanos. Ya llevan dos años de relación anti-natura y la expresión de la familia parecen haber ejercido resultados, definitivamente no se resigna a perderla y su cabeza se llena de oscuros planes para presionarla.
Uno de los primeros trabajos de Aether fue de encargado de cuentas corrientes en un banco, a esa altura ya vivía solo distanciado de su familia a quienes dejan de ver definitivamente ya que ambos se van a radicar a Khaenria'h. Posteriormente consigue emplearse como vendedor ambulante, en aquel tiempo sus vicios y su fama de bohemio lo llevan a gastar más de lo que gana; tempranamente debió abandonar este trabajo ya que tomaba los vehículos en consignación y viajaba durante el fin de semana a Liyue. Luego, en su ambiente compraba cheques falsos y realizaba compras considerables en casas comerciales, de este modo Aether se fue llenando de estafas las que lo condujeron más tarde a la cárcel por algún tiempo; precisamente Lumine le dio el dinero para salir bajo fianza.
SÁBADO 13:00 HORAS
‒Hola, ¿cómo está? ¿Dónde va? ‒Recibía Aether a Schulz de paso.
‒Voy a la plaza. ‒Decía este aprendiz de herrero.
‒Ah sí, oye, llegas hoy tan apurado, ¿por qué no pasa un rato? Sabes que necesito ayuda.
‒¿Estás en problemas?
‒Sí, de ahí te cuento. Pase, toma asiento.
‒Gracias.
‒¿Quieres comer algo?
‒No, gracias.
‒¿Seguro? ¿En serio?
‒Ya tomé desayuno, no te preocupes.
‒¿Puedo confiar en ti?
‒¿Y de qué se trata? ‒Pregunta Schulz al viajero.
‒Lo que pasa yo hace como un año más o menos estuve con una niña en Inazuma, muy linda, estamos enamorada. Ahora la amo de verdad. ‒Confiesa Aether su cruda verdad.
‒¿Cuál es el problema?
‒El problema es que es mi hermana, ahora yo sé que es como raro, que es complicado, pero la verdad es que nos conocimos de grandes sí. Estábamos grandes cuando nos enamoramos yo no tenía idea que era mi hermana perdida, y nos enamoramos por esas cosas de la vida, tú sabes. ‒Duda el joven. ‒El problema es que la comunidad supone, me hace la guerra, a buscar un novio para separarnos. ¿Qué hago? Yo la dejo con vida o la mato.
Hace un tiempo, la mejor amiga de Lumine se enteró de esta relación.
‒Parece que tú y Aether se llevan demasiado bien. ‒Supuso la chica sin nombre.
‒Bueno, sí, somos muy buenos amigos. ‒Dijo la aventurera.
‒Eso lo que me preocupa.
‒Pero amiga, ¿qué tiene de malo eso?
‒Yo soy tu confidente, te conozco mejor que nadie y a mí me parece que entre tú y Aether estás más que una amistad.
‒Ay amiga, ¿qué estás pensando?
‒Eso estoy pensando y soy la única que puede parar todo esto, Lumine. ‒Intuyó la confidente anónima.
‒Bueno, entre Aether y yo...
‒No sigas, no quiero saber nada más, pero yo que ahora es el momento de parar todo esto.
‒Tú me conoces. Yo jamás hubiese deseado que las cosas fueran así, pero yo no lo conocía. Estoy confundida. ‒Titubea la viajera. ‒Porque tú tienes razón, entre Aether y yo hemos sido más que amigos, lo que es peor es que no he podido evitarlo. Durante meses me he despertado en la noche pensando en que esto no puede ser, y ha sido una pesadilla saber que lo que era más que un hermano. ¡Amiga, tú no sabes lo que es esto!
Desde hace algunos meses Lumine sale con un nuevo novio, es la forma que ha empleado para olvidarse de Aether que se ha convertido en su obsesión maligna; él lo sabe y no puede impedirlo porque es sano y normal que así sea.
‒Ha estado callada todo el rato. ‒Expresa él.
‒Nada. ‒Inquirió ella.
‒Te apuesto que nuestro entorno te han estado metiendo cosas en la cabeza.
‒Y si eso fuera, ¿cuál es el problema o acaso te parece que tienes equivocado?
‒Pero Lumine, nos quieren separarnos.
‒Mira Aether, yo creo que esto debe haber llegado demasiado lejos. Y además, ya lo saben todos, tuve que decírselos.
‒Bueno, ¿y cuál es el problema?
‒Claro, para ti no hay problema. Actúan como si todos fueran tan normal, pero no lo es, Aether. Además, tú sabes que existe otra persona en mi vida y estoy haciendo deshonesta.
‒Es el problema, claro, es el problema. Bueno. Te recuerdo que terminando con esta relación es lo más sano que podemos hacer.
‒Aether, mejor que sigamos siendo lo que somos, hermano. Recordemos esto como un momento hermoso, si tu quieres como un error que hemos tenido la capacidad de forjar el tiempo. Es mejor que vuelvas a lo tuyo y yo lo mío.
MONDSTADT, SÁBADO 15:00 HORAS
Son las últimas sentencias afectivas que soporta este cuaderno antes que ella llegue a la cita:
"Lumine, te quiero. Te puedes casar con cualquiera, pero siempre serás mía; no olvides que vamos a tener un hijo. Eso me dijiste o es mentira también".
ANTES...
‒¿Bueno? Lumine, soy yo, Aether. (...) ‒Hablaba por teléfono él a su hermana.
Hace una semana Aether se atrevió a llamar nuevamente a Lumine desde Inazuma, se suponía que todo terminó, pero él la presionó para romper los acuerdos. Está obsesionado con ella y no puede aceptar que se vaya con otro, es lo mejor para Lumine, pero él no lo entiende así; le ha contado que se va fuera del país y que desea verla por última vez. Para ese encuentro final no es necesario que ella viaje a Inazuma ni él a Liyue, podrán juntarse en terreno neutral en Mondstadt el próximo sábado.
‒(...) Te quiero. ‒Se despide este jovencito.
SÁBADO 18:00 HORAS
Ese sábado 16 de mayo, la joven Lumine acude a la cita con su hermano de padre; para ella son los estertores de una relación incestuosa que se prolongó fatalmente casi por dos años y que se mantuvo en secreto hasta los últimos días. Si bien en principio ignoraban su parentesco, después ambos asumieron la condición de trasgresores, ya que se convirtieron en amantes y se olvidaron de los parámetros valóricos que sustentan la familia y la sociedad.
La tranquila ciudad de Mondstadt representa ahora la "tierra de la esperanza" y el encuentro consigo misma, tiene el convencimiento de un adiós definitivo a ese amor imposible y prohibido. Sin embargo, algo le dice a esta mujer que las próximas horas tendrá un sabor amargo, reconoce en Aether a un chantajista de su afecto espontáneo y su intuición femenina le recuerda cada instante que quizás no fue la mejor decisión aceptar esta cita.
Aquel cuaderno escrito con sangre de su corazón engañado fue lo primero que mostró Aether a su amada.
‒No sé qué decir. Es hermoso, pero esto no puede continuar, estas cosas. ‒Expresa Lumine cenando de gala.
‒¿También te importa que digan los demás? ‒Interroga él a su pareja favorita.
‒¿No te das cuenta? ¡Tenemos la misma sangre, somos hermanos, Aether! ‒Alegó ella hastiada.
‒¿Y quieres terminar ahora después de un año con sentimiento verdadero? ‒Defendía el viajero frente a su propia gemela.
‒Pero es incesto, nunca podríamos formar una familia, tener hijos, compartir con la gente. Onii-chan, sería un calvario. ‒Clama la aventurera bajo este argumento.
‒(...) ¿Acaso no me confías? ‒Palabreó este joven coqueto.
‒(...) Claro que he sido feliz, pero también comprendo que esto debe terminar, Aether, no es normal nuestra relación. ‒Dijo resignada la damisela.
‒Bueno, yo te amo. Lumine, si tú quieres que te deje tranquila y que me vaya para casarse con otra dama. Dímelo. ‒Propuso él tomando de la mano.
‒Estamos locos, onii-chan. ‒Se altera entre lágrimas su propia hermana.
Los hermanos viajeros se recuestan en la cama, Lumine cubierta con sábanas al estar desnuda; Aether vestido en piyama. Ellos desentienden de la situación durante la madrugada.
‒Podríamos ir desde esta mañana. ‒Plantea Aether a su pseudo pareja.
‒No creo que pueda, me voy a Sumeru temprano. ‒Expresó Lumine su eventual partida.
‒¿Y te vas a ir después de todo?
‒En mi casa no saben que estoy aquí, dije que era una fiesta y que me quedara en la casa de una amiga.
‒¿Por qué no dices la verdad? ¿Tienes otro, cierto?
‒Por eso no me gusta que engañes más.
‒(...) No voy a volver a ver nunca más.
‒¿Te preparo un café?
‒Deja de tratar como si estuvieras enferma, te estoy hablando. ‒Molestó Aether a su hermana.
‒Ya sabes que más, mejor me voy a ir. ‒Intuyó Lumine tratando de levantarse.
‒Quédate. ‒La empuja del hombro de su amada este guerrero.
‒Pues yo ya te dije lo que siento, estoy convencida de que es lo mejor, me voy a ir. ‒Redimió oprimida esta heroína.
‒¡Quédate te digo! ‒Insistió duramente su hermano reteniendo del hombro de su amada.
‒¡AETHER, YO ME VOY A IR! ¡Tú y yo tenemos derecho construir algo nuevo, ¿me entiende?! ¡No soporto más este martirio! ¡QUIERO VIVIR EN PAZ, ONII-CHAN! ¡QUIERO VIVIR EN PAZ! ‒Gritó sollozando esa muchacha cansada de este loco incesto.
Aquel lugar podría conducir una relación de este tipo, ¿qué futuro podrían tener estos jóvenes que alimentaron su amor negando su condición fundamental de hermanos? Ningún otro que la tragedia. Esa madrugada del domingo 17 de mayo, Aether se levantó para cumplir con el último acto de este drama. No tuvo en esos instantes ningún atisbo de cordura; para él, cegado por su demencia no existía otro desenlace. Sumido en su obsesión malsana e inconsciente por las drogas mató a su hermana con treinta puñaladas.
MINUTOS MÁS TARDE...
En un taxi, Aether se aproximó hasta el puerto de Liyue; por supuesto, su afán era abandonar lo antes posible la región de Mondstadt. Sin mostrar gestos de extremo nerviosismo como si nada hubiese pasado en su vida afrontó su próximo objetivo: viajar como sea a Inazuma.
‒¿Cuándo sale el barco a Inazuma? ‒Mencionó él a un vigía de turno.
‒Uh, ya pasó el último barco a Inazuma ya. ‒Dijo el empleado portuario informando al viajero recién llegado.
‒¿Está seguro? ‒Señaló este héroe.
‒Sí, a no ser que pasen a cargar combustible, pero eso es poco probable. ‒Responde ese trabajador.
‒¿Y usted cree que los botes de ahí me llevarán? ‒Pensó Aether viendo un muelle cercano.
‒A lo mejor podrían llevarlo, eso tendría sólo una palabreada con los hombres ahí. ‒Indaga el funcionario.
‒¿Por qué no echa un vistazo usted?
‒Es que si viene un cliente cómo voy a dejar botado el puesto, pero vaya usted si son tacaños esos tipos. Si capaz que se lo lleven porque ellos necesitan algo que los acompañen a esta noche.
‒Ya. ‒Asintió este muchacho.
Nadie que vea a este hombre podría decir que cometió un asesinato, es quizás el rasgo psicológico que lo define clínicamente como un individuo de personalidad psicopática. Aproximadamente a las tres de la madrugada, Aether logró embarcarse -en ferry- hacia Inazuma.
Horas más tarde, Venti regresó a Mondstadt luego de pasar el fin de semana en Inazuma, golpeó insistentemente y como supuso que Aether dormía decidió entrar a su departamento por la ventana que da a la calle. Por cierto, a esa hora ignoraba absolutamente qué había pasado, pero no dejó de parecerle extraño el desorden y una nota que encontró sobre la mesa.
Dicha misiva decía: "Venti: Perdona la hoja, lo hice porque me lo pidieron, por favor mándame mi ropa a la cárcel de Liyue".
La imagen que este hombre encontró en su dormitorio fue sanguinaria y jamás podrá olvidarle de su memoria. La prensa no escatimó calificativos para expresar el horrible crimen, ni tampoco tuvo pudor ni reparos para connotar que el victimario había sido en su propio hermano, ahora prófugo.
‒"Sangriento pacto de amor y muerte entre hermanos; relaciones prohibidas terminaron: ella asesinada y él prófugo".
‒"Agrava sus culpas el incestuoso. La mató porque no les daba dinero; como la hermana encontró un nuevo novio dejó de ayudarlo económicamente".
Aether se mantuvo oculto en Inazuma por varios días, tuvo temor de entregarse a la policía. Entonces, llamó a un reportero gráfico de un diario de la zona quien había sido su amigo y compañero de estudios para confesarle en forma exclusiva cómo había dado muerte a su hermana.
‒"El periódico entregó al autor de pacto de amor y muerte; reveló increíbles detalles del crimen de su hermana. Esta es la bella joven que recibió 18 puñaladas. Confesión exclusiva del homicida".
‒"Me suicidaré en un mes para estar con mi amor; confesó el asesino de su hermana. La calle condenó al asesino".
‒"El fulano que estuvo aquí la madrugada del domingo es este mismo que aparece en esta foto".
Efectivamente, el periódico tuvo en exclusiva la primera entrevista de Aether quien narró los entretelones de su relación con su hermana e hizo alardes de quitarse la vida para estar junto a ella.
Después de cuatro años de proceso, Aether fue condenado a 20 años de prisión por el homicidio de su hermana; a esta sentencia la justicia agregó 541 días por giro doloso de cheques, 3 años y un día por falsificación de instrumento privado, y 5 años y un día por numerosas estafas. En estos términos, fue destinado a cumplir condena en la cárcel de Mondstadt; este es un recinto penal muy pequeño que no alberga a más de 300 internos. Recorrimos buscando el paradero de Aether quien lleva aquí más de cuatro años, es el reo más nuevo de la cárcel de Mondstadt; su comportamiento es ejemplar y durante todo este tiempo jamás ha dado muestras de arrebatos ni descontrol. Ha hecho innumerables peticiones para acceder a beneficios carcelarios, pero hasta ahora todas han sido denegadas.
Las imágenes que estamos apreciando grafican con exactitud la forma cómo viven, quienes tienen deudas con la sociedad en la zona; la fuerza del cine social de Luis Buñuel o el neorrealismo italiano se ven disminuidos ante la arrolladora y cruda realidad que presenta este recinto penal. Entre estos oscuros y sórdidos laberintos emerge la figura de nuestro personaje. Es aquel del centro, viste camiseta blanca y blue jeans, tiene en la actualidad 3000 años.
Aunque el tiempo ha mermado un tanto su estampa de galán todavía conserva intacta su personalidad, el paso de los años aun no borra de su mente la horrible historia que vivió junto a su hermana Lumine.
Pero la historia de Aether no culmina aquí, porque en cierto modo comienza de nuevo. En esa época, cuando los efectos de su delito conmocionaron al continente y particularmente a la región de Mondstadt hubo una oriunda de Liyue que retuvo aquel episodio en su memoria y conservó la imagen de Aether con una extraña mezcla de asombro y de admiración, creció con aquel raro estigma y apenas cumplió su mayoría de edad buscó pretextos para venir a la cárcel y conocerlo.
Se trata de esta joven y atractiva mujer, Keqing (Keching), ella luego de compartir innumerables visitas se sintió atraída por Aether e inició después de siete meses un apasionado romance con él. Él, haciendo gala de todos sus recursos no hizo esperar a su corazón y le pidió matrimonio, fue así como después de tres años de intenso noviazgo, un 16 de junio, Aether y Keqing, con la autorización de Gendarmería y del consulado se casaron por el civil. Este fue su increíble testimonio.
Extracto de la canción "Llora corazón" del inolvidable José José:
"Tú sabes cuanto la quise, tú sabes cuanto la amé.
Llora corazón bajito o todo el pueblo lo va a saber".
"Tú sabes cuanto la quise, tú sabes cuanto la amé.
Llora corazón bajito o todo el pueblo lo va a saber,
que dejo la puerta abierta por si una noche quiere volver".
Es imposible modificar el pasado, olvidarlo... tal vez.
Es probable que Aether obtenga su primera salida dominical en un año más (al que quebrantó este beneficio).
Continuará...
