HISTORIA DE UNIVERSO ALTERNO, LOS PERSONAJES DE RANMA 1/2 NO ME PERTENECEN, SINO A RUMIKO TAKAHASHI

¡Hola!

Acá les traigo una historia nueva de RanKane =D

- Los personajes hablan: aaaa

Pdta: Disculpen cualquier error que se me haya podido escapar…

Sin más disfruten

.

CAPÍTULO II

.

Ha transcurrido un año desde que empecé o mejor dicho, que empezamos la universidad, pues al principio pensé que solo sería yo, pero como bien se sabe… tengo cola, una muy alta, pesada y hasta antipática en ocasiones.

Ya es un año desde que tengo un guardaespaldas. Un año desde que Ranma está conmigo como si fuera mi sombra.

Suspiro.

Es algo… moleto…

¡Hasta ahora no me acostumbro!

Aunque debo de decir que… es un tipo amable, a su manera, pero lo es.

En serio Saotome me sigue a donde sea que vaya, incluso, dentro de mi misma casa. Felizmente que no entra conmigo al baño, pues eso sería demasiado y moriría de vergüenza en el acto.

Muy rara vez es que se retrase y me pierda de vista. Sinceramente me canso de estar bajo su mirada siempre, pues desde lo que pasó aquella vez… es decir… ese… beso… puedo decir que todo, aunque ha ido mejor de lo que esperaba, ha sido extraño con él, al menos para mí, pues desde ese… beso… que nos dimos… o que me dio y yo respondí o lo que sea que eso haya sido… pude darme cuenta que mi guardaespaldas… me gusta.

¡Rayos!

¡Saotome me gusta!

Y me gusta de una manera, muuy diferente a como me gustaba mi ex y primer enamorado.

Pero eso está mal… pues no puede ser…

Me siento como una colegiala y eso que soy una chica universitaria ya.

Lo que me entristece, aunque también me da vergüenza, es que para mí significó algo ese beso con él, en cambio para Saotome… parece no haber significado nada, es más pareciera que para él nada hubiera pasado, aunque también…

¡¿Qué podría pasar entre nosotros?!

Estoy delirando… pues eso es imposible. Además yo ni le gustara o algo por el estilo.

Estoy soñando sinceramente… pues eso es realmente imposible… solo trabaja para mis padres e indirectamente para mí. Seguro que piensa que soy una niña tonta y engreída, solo eso. Triste, pero cierto, seguramente.

Debo de olvidarme de esto que creo que estoy sintiendo… debo de olvidarme de lo que pasó… debo olvidarme de todo… aunque lastimosamente al verlo siempre conmigo es muy complicado y eso no ayude nada.

Aún así, estoy tratando de sobre llevar todo y quizá lo mejor sería hacer igual que él… es decir, hacer como si nada hubiera pasado.

Creo que es lo mejor después de todo.

Incluso hablando con mi madre aquella vez después de ese… beso… cuando nos interrumpió, me recalcó que Saotome solo era mi guardaespaldas y que por eso mismo, debería mantener a raya todo, pues solo era una relación laboral y que no se debían mezclar las cosas, pues encima hasta me dijo que existían conversaciones para que tuviera un prometido.

Eso fue como balde con agua helada para mí.

Aunque a veces me pongo a pensar…

¡¿Y si mi madre no nos hubiera interrumpido aquella vez?!

¿Realmente Saotome me hubiera hecho algo de lo que decía?

Bueno no lo creo… pero es que no sé, pero al menos yo… siento que en ese momento mi mente estaba en blanco cuando nos estábamos besando…

En serio que debo de olvidarme de todo eso…

Muevo mi cabeza en sentido de negación.

Y respecto a ese prometido que espero que no exista o nunca pase algo así, pues detestaría a mis padres de por vida por eso y yo sería muy infeliz… lo bueno es que me dijo que solo estaba en conversaciones, pero igual espero que nunca se de eso, pues yo si es que me caso, quiero hacerlo por amor… no porque alguien lo arregle.

Tengo que olvidarme de lo que haya pasado y solo espero un milagro de Kami, para poder vivir la vida de una chica normal.

Suspiro.

Hoy está por empezar nuestro segundo año.

Me siento emocionada.

Solo espero que en este año me olvide de lo pasado y pueda seguir adelante pese a los tropiezos.

Termino de alistarme y salgo de mi habitación hacia el jardín para subirme al auto, que Saotome conduce.

Y ahora ya está en el lugar del chofer.

¡Rayos!

Se ve guapo. Akane por favor… tienes que olvidar, me digo mentalmente.

Suspiro nuevamente.

Tengo que olvidarme de eso… de ese beso y lo que creo que pueda estar sintiendo yo…

.

.

XxXxXxXxXxXxXxX

.

.

No sé realmente cómo es que he podido aguantar todo este año que ha pasado.

Sinceramente pensé que sería más sencillo ser la niñera de una niña rica, pero la verdad es que las cosas se han complicado demasiado.

Incluso hasta me convertí en un estudiante universitario y compañerito de clases de la niña que cuido.

En la instrucción que recibimos para ser guardaespaldas nunca mencionaron algunas cosas, bueno entiendo que son eventualidades que pasan, pero solo espero que no perjudiquen mi desempeño, pues al parecer, de mis colegas más conocidos para mí enviados a esta familia también, es decir Hibiki, Kumon y Kuno, al parecer yo soy el más afectado.

Y no es que sean mis amigos, en verdad solo era con los que alguna vez he cruzado más palabras, a comparación de otros más provenientes del centro de instrucción de donde venimos, pues la verdad es que amigos, no tengo, pero al menos ellos son los que, al menos creo, con los que somos más cercanos aunque ellos no lo sepan.

Hibiki es si cabe el que más trata de cruzar palabra conmigo, aunque es completamente opuesto a mí. Es mi misma edad, jovial, risueño, rápido y algo desubicado, pero bueno en su labor y con un GPS constante. A él le encargaron junto con Kuno, la única mujer del grupo y menor que nosotros, de cuidar al señor Soun Tendo. Kuno al principio pensé que era una desquiciada, pero es realmente buena en su labor, media loca, pero muy diligente y muy hábil con las armas.

Y Kumon, es el encargado de ser el guardaespaldas de la señora Naoko. Él es el mayor del grupo, pues tiene treinta y cinco años. Es sereno, pero muy habilidoso y con un don de la palabra magnifico, además de tener mucha fuerza.

Los demás guardaespaldas designados a la mansión, son también de nuestra misma institución, pero realmente no los conozco.

En parte envidio a esos tres, pues al parecer tienen la situación más sencilla a comparación mía. Los señores al ser mayores, son diferentes a su hija o eso me he enterado.

Suspiro.

Aun así, debo de seguir como lo he venido haciendo. Debo de seguir guardando la compostura ante todo, pues al parecer ella no nota cuando existe algún cambio en mí, ni si quiera cuando la he consolado cuando tuvo problemas por culpa de ese ex novio Tontosuke o lo que sea, que tuvo.

Ay Akane… por qué tuvieron que ser así las cosas… si hubiera sido otra situación… otra forma… quizá otra vida…

Ukyo…

Suspiro nuevamente.

Nunca debí haberte besado… Akane…

.

.

Después de dos semanas de clases, con los exámenes en puerta, pues también realmente hago labores de estudiante universitario, ya de regreso a la mansión en el auto que conduzco, noto la presencia de alguien que nos viene siguiendo desde que salimos de la universidad.

Al principio pensé que se trataba de coincidencias, pero luego, fijándome bien, me percato de que no, nos vienen siguiendo en un auto negro de lunas polarizadas muy parecido en el que estamos Akane y yo.

Solo que yo sé identificar los autos de la mansión y este no es uno de ellos, incluso noto un foco rojo, como si nos estuvieran apuntando con un francotirador.

¡Maldición!

De pronto, comienzo a acelerar el auto, lo que causa que Akane, me hable, algo hasta inusual, pues después de… ese beso… es decir hace seis meses atrás, no hablamos más que lo estrictamente necesario, salgo raras excepciones de más comunicación.

- ¿Qué sucede Saotome? ¿Por qué estas acelerando? – me pregunta preocupada, lo cual no es para menos.

- Disculpa… es que nos vienen siguiendo… abróchate bien el cinturón y agáchate si es necesario… – le digo viéndola de reojo, pues hoy felizmente, decidió sentarse a mi costado de copiloto.

- Tenemos que perderlos… - dice igual de preocupada que antes.

Sé que lo que quiere siempre es vivir una vida normal… pues alguna vez lo escuché cuando hablaba con sus padres, lo cual teniendo en cuenta todo lo que pasa, es complicado. Sinceramente la compadezco un poco.

¿Quién diría que el dinero no compra la felicidad?

Tontamente yo cuando era un adolescente, pensaba que sí la compraba, pero luego, me di cuenta de muchas cosas, entre ellas, que el dinero solo ayuda a vivir, pero que no compra la felicidad.

- Tranquila Akane, los perderemos. - le digo al verla cerrar los ojos fuertemente.

- Confío en ti… Saotome…- me dice mirándome, algo que noto de reojo para no dejar de ver al frente del todo.

Es algo bueno que confíe en mí después de este tiempo como sombra de ella, pues siempre la tengo bajo mi mirada y si se me pierde, como sea siempre llego a ella.

- Tranquila… lo lograremos. – acelero más con el fin de despistar para luego averiguar la situación, ya que el audífono que tengo no está funcionando bien justo ahora.

Algo raro está sucediendo, tengo que averiguarlo para saber cómo actuar después, pero también debo de mantener la calma sin alterar a Akane.

Quería algo de acción, pero no esperaba que pasara así tan pronto y con ella a bordo.

Debo de guardar la compostura como siempre.

.

Después de aproximadamente casi dos horas de persecución, hemos llegado a un lugar alejado, e incluso ya es casi noche.

Creo que reconozco por donde estamos. Incluso me atrevería a decir que estamos muy lejos de la mansión, pues la universidad está a una hora de ella, pero nos alejamos más, es decir, aproximadamente estamos a tres o cuatro horas de distancia de la mansión ahora.

Lo bueno es que pudimos perder a ese auto de vista, incluso con cuidado de que pudo haber sido más de un vehículo. Me alegro sinceramente de que no haya empleado armas o cosas por el estilo. Incluso también felizmente no nos envistieron ni nos chocamos.

Akane todo el tiempo se sujetaba fuerte a su asiento y cuando pudimos parar, comenzó a llorar en silencio. Yo… al principio no me di cuenta muy bien cuando empezó, y luego, me limité en verla, pues no sé bien qué hacer en estas situaciones, aunque ya la haya visto llorar antes, esta situación es diferente. Luego noté que ella bajó del auto, yo la seguí y se aferró a mí. No pude evitarlo y a modo de consuelo, la abracé fuertemente, como aquella vez, en donde por la culpa del estúpido ex novio, ella lloró amargamente.

Cuando estuvo calmada, quiso llamar a sus padres, algo que evité, pues no sabemos en lo que estamos.

Ha trascurrido poco más de media hora que llegamos, le dije que mejor fuera a sentarse o echarse en la segunda fila del auto, a lo que me hizo caso y ahora se quedó dormida. Yo estoy fuera del auto haciendo las llamadas correspondientes incluso para hablar con códigos, pues no sé de la real situación y quizá, hasta sea un peligro en regresar a la mansión, por eso mejor es que nos quedamos todavía aquí hasta que me pueda informar.

Comienzo a llamar.

- Al habla S.R., nos han venido siguiendo, un auto color negro todo polarizado, que al parecer quería hacernos confundir con los de la mansión, incluso la parecer nos apuntaban, pero todo conforme, los perdimos… ¿Cuál es la situación en la mansión? - pregunto como se suele hacer en estos casos.

- Al habla H.R, la mansión no es segura, tuvimos infiltrado, no regresen. Mañana a primera hora te darán más indicaciones. Desde que el águila macho se fue de viaje, han estado sucediendo cosas extrañas, pero ahora mucho más evidentes. El águila hembra está bien, pero también no está en la mansión. Tienen que separarse todos para que puedan mantenerse bien. Ve a donde llevar al polluelo, pero que sea seguro. - me responde el contacto.

- Correcto. Hasta entonces. – respondo de igual manera y termino la llamada.

¡Diablos!

Solo se me ocurre llevarla a un lugar, el cual seguramente no será de su agrado, pero es el único lugar que se me ocurre y que puede resultar seguro, después de todo es un lugar en donde nadie sabe nada.

.

Después de que la despertara, contarle lo sucedido y que sus padres están bien, ella no conforme, simplemente se limitó a asentir y aceptar con lágrimas en los ojos.

Sinceramente, en el fondo de mí, quería que ella pudiera tener lo que anhelaba… es decir, una vida de una chica normal, aunque sería difícil.

Ahora estamos acá con el auto apagado, frente a un edificio muy modesto y muy diferente a clo que Akane suele estar acostumbrada.

Bajamos con lo poco que traíamos cuando salimos de la universidad, para ingresar al edificio e ir al pequeño departamento. Akane todo el rato se aferra a lo poco que traía con ella, comenzamos a caminar, ella me sigue con cautela. Entiendo su posición, aunque crea que soy un insensible.

Al llegar al tercer piso, ingresamos al departamento de lado derecho, la hago pasar primero y cierro la puerta con llave. Enciendo la luz y ella solo se limita a observar.

- Sé que no es a lo que estás acostumbrada, pero ahora no tenemos a otro lugar a donde ir y que sea seguro. - le digo de la mejor manera posible para ella.

- ¿Es tu departamento? – me pregunta ella con una voz muy tenue.

- Si… es pequeño, solo tiene una habitación, una sala- comedor, un baño completo y una pequeña cocina con lavandería, es todo. Tú dormirás en la habitación, pues tiene la única cama que hay… – le digo para que al menos dentro de todo, tenga algo de comodidad.

Camina un poco por la pequeña sala- comedor y voltea a verme.

- Es pequeño, pero acogedor. Y no te preocupes, Saotome, yo puedo dormir en este sofá largo, después de todo, yo soy la intrusa en tu departamento.- me dice mirándome en un tono suave pero apenado.

- No te preocupes, tómalo como que eres mi invitada, pues realmente lo eres. Yo dormiré en el sofá… – digo para aligerar el ambiente.

Se me queda mirando un momento y me dice.

- Bien… ¿Cuánto tiempo estaremos acá? - me pregunta mirándome.

Sé que es menor que yo, pero a veces logra inquietarme con sus miradas.

Tengo que ser profesional… tengo que controlarme… tú puedes Ranma me digo mentalmente.

Felizmente, siempre me demuestro estoico y sin perder los cabales delante de ella, y si es que los perdiera, ella ni cuenta se da.

- Mañana por la mañana me darán más indicaciones, así que me imagino que solo será esta noche. – le respondo sereno como siempre.

- Bien… ehh bueno…- se mira ella misma- No tengo mucho ahora conmigo, pero supongo que mañana iré con la misma ropa a la universidad… incluso me servirá de pijama ahora… - me dice viéndose, pues realmente no se puedo tener más cosas.

Creo que puedo ayudarla con algo de eso.

- No te preocupes, algo de ropa encontraré, además probablemente solo sea por hoy… – le digo.

- ¿Tienes ropa de mujer? – pregunta.

- Algo así… – le respondo.

Espero que no pregunte más.

- Ok… - solo me dice.

De pronto, vamos a la única habitación y saco algo de ropa del armario.

Saco algo y se lo entrego, espero que le quede como pijama. Solo la recibe y me mira. Yo solo salgo de la habitación en silencio, cerrando la puerta hacia el sofá.

Espero que esta estadía sea buena para ella, pues, aunque no diga mucho, se le nota triste y apenada.

Mejor revisaré rápidamente si es que hay algo que pueda servir para comer, de lo contrario iré a aparcar rápidamente el auto en la cochera del edificio y a comprar algo rápido.

.

Ya de regreso, ingreso al departamento y la encuentro vestida con el polo gris y pantalón rosa que le di, sentada en uno de los bancos de la cocina.

- Pensé que me habías abandonado… – dice apenada y a modo de reproche, lo cual no sé por qué pero lo encuentro como un reclamo que me resulta hasta lindo.

Control Saotome, me digo mentalmente.

No sé que me pasa últimamente, en serio… soy un adulto preparado en esto, pero con una niña como ella no sé por qué me siento extraño, aunque felizmente ella ni lo nota, bueno tampoco es que yo lo demuestre mucho al menos cuando pasa algún cambio en mí.

- Solo fui a guardar el auto en la cochera del edificio y a comprar algo para comer. Y lo que me dijiste sonó como si no quisieras que te dejara sola… - le digo en broma, aunque no sé si sonó así. - ¿Te gusta la pizza?

- … es que… me da miedo toda esta situación, todo fue tan repentino… y no es que te reproche- creo que… ¿Se sonroja?, debo estar viendo mal, quizá por el foco barato que tiene la cocina- Si no que como siempre estás conmigo… solo pensé… bueno… ¿Así? Si me gusta. Hace tiempo que no como pizza, pues mi madre decía que no era buena y yo solo le hacía caso. Gracias Ranma y… ¿Cuánto te debo? – me dice ella y pregunta al final, buscando su billetera seguramente, pues algo busca en su bolso.

- Nada, no te preocupes, Akane, yo invito… – ella me mira, me sonríe y yo solo siento que mi corazón late rápido.

Se ve linda.

¡Mierda!

¡Debo de controlarme!

- Gracias. - dice ella antes de volverse e sentar.

- Bueno comamos antes de que se enfríe, también compré unas cosas para mañana a modo de desayuno.

Comenzamos a comer en silencio.

Creo que será una larga noche.

.

.

Ya ha amanecido, por lo tanto, es un nuevo día.

Suspiro abriendo los ojos para mirar el techo de la sala- comedor.

Hace tiempo que no dormía en un sofá. Había olvidado lo incómodos que pueden ser, pero es lo que hay y ni modo.

Espero que este nuevo día sea mejor y me llamen para darme buenas noticias.

.

Ya habiendo tomado desayuno, ambos listos para salir en dirección a la universidad o eso espero, pues primero tengo que recibir la llamada de indicaciones, justo suena mi celular.

- Al habla S.R, ¿Cuál es la situación? – pregunto ni bien siento contesto la llamada.

- Al habla K.R., la situación está compleja, lo mejor es que no salgan de donde están y se queden ahí por lo menos hasta por un mes. – miro a Akane que espera expectante a lo que pueda decirle luego.

Ella tiene la esperanza de que las cosas la menos puedan estar como antes, ayer por la noche antes de dormir me lo dijo brevemente.

- ¿Tan grave es la situación? - pregunto, pues esto le caerá como un balde de agua fría a Akane.

- Afirmativo.Se te diría para que cambien de posición, pero al parecer están bien en donde están y las otras águilas también, por lo que es preferible que se queden por el mes que se te indicó. Hay cosas que aún no sabemos, pero al parecer el águila macho está metido en algo muy serio y eso puede causar graves problemas a las otras águilas si no tenemos cuidados. - dice cerrando cualquier esperanza de Akane, aunque ella aun no lo sepa.

- Bien… - respondo brevemente.

- Abastézcanse de provisiones por dos semanas al menos por ahora, para que no estén saliendo a cada rato y sean descubiertos. Ya sabes siempre tu mirada bajo el águila menor.

- Bien… - vuelvo a decir.

Nunca pensé que tuviera que convivir con Akane y de esta manera… solo espero que todo salga bien.

- Es todo, cualquier cambio en la situación se te estará llamando. Adiós. – Akane no tomará nada bien esto, pero es por su seguridad y la de su familia.

Y corto la llamada.

Suspiro resignado a dar la nueva información que sé que no le gustará para nada.

Ella se pone de pie para acercarse a mí.

- ¿Y qué te dijeron? ¿Todo está bien? ¿Cómo están mis padres? ¿Ya podemos regresar? ¿Ya podemos ir a la universidad? Dime por favor, Saotome… - me mira suplicante y esperanzada.

Me da pena ser quien desmorone sus esperanzas.

- Pues… resulta que tendremos que quedarnos acá un mes. No podemos salir y tenemos que abastecernos. La situación según me informan está complicada y si queremos seguir… lo siento. – termino de decirle y al verla con los ojos grandes y bonitos que tiene, acuosos.

- Mis padres ¿Están bien? Y... y ¿La universidad? - pregunta con la voz quebrada.

- Lo siento Akane… al menos por un mes no podemos salir. Ya alguna concesión de pedirá para que no te perjudiquen… y tus padres están bien…- le digo apenado, pues sé que le gusta la universidad.

- Yo… yo… - Y rompe en llanto.

Me siento mal de verla así.

Entre gran parte de sus momentos, no me gusta verla llorar. Bueno en general, no me gusta ver a alguna mujer llorar, siempre lo he odiado, pero por alguna razón, Akane es la segunda mujer que, aunque suene débil decirlo, me afecta mucho verla llorar.

¡Mierda!

¡No debo de sentir nada…!

Ukyo…

Me acerco a donde Akane y la abrazo fuertemente. Ella si dudarlo de aferra a mí y comienza a temblar por el llanto que se siente muy desgarrador…

.

No sé cuanto tiempo habrá pasado desde que Akane comenzó a llorar mientras se aferraba a mí y yo la abrazaba.

Nos sentamos en el sofá que es mi cama ahora, y sin darme cuenta exactamente en qué momento, se quedó dormida.

Simplemente, la veo, le limpio las lágrimas que solo quedan ahora en rastros. Me acomodo y la cargo, la llevo a su, ahora habitación y la cubro con el cobertor.

Sin poder evitarlo y por un impulso, le levanto el cabello de la frente, le doy un pequeño beso y salgo rápidamente de ahí.

Tengo que hacer llamadas para solucionar el tema de la universidad, al menos por ahora, ya que Akane es una buena estudiante y no quiero que se perjudique por situaciones que ella no provocó pero que si le afectan y bastante.

Debo salir a hacer compras y regresar rápidamente.

.

.

XxXxXxXxXxXxXxX

.

.

Abro los ojos y noto por la única ventana de la habitación, que ya está oscureciendo.

¿Tanto he dormido?

Tomo mi celular y verifico la hora.

He dormido bastante, me digo internamente, pues son las siete de la noche, ahora.

Miro nuevamente mi celular y me gustaría llamar a mis padres, pero por cómo están las cosas, mejor no lo hago aunque quiera, además Saotome me lo impidió antes, por lo que mejor le hago caso.

Y… otra cosa…

¿Cómo es que llegué aquí?

Solo recuerdo que me puse a llorar después de que Saotome me dijera que tenemos que quedarnos acá por un mes y sin ir a la universidad. En serio me siento muy triste, pero no por quedarme acá, pues es acogedor este departamento suyo y que fue tan amable hasta de cederme su cama, sino por no poder ir a la universidad y no ver a mis padres, además de no regresar a casa.

Un momento… como un chispazo viene a mí un leve recuerdo… de Saotome abrazándome y yo aferrándome a él.

¡Qué vergüenza!

Siento que los colores se me suben a la cara. Me tapo con la sábana hasta la cabeza así sentada sobre la cama como estoy, pero tengo que levantarme, pues ya he dormido bastante.

Me levanto.

Al hacerlo todo me da vueltas, pues al parecer lo hice muy rápido y como no he comido, pero, aun así, me percato de que quiero ir al baño.

Me cambio rápido por el pijama que me dio Saotome, preguntándome de paso…

¿De dónde salió esta ropa que no parece que fuera de él?

Sospechoso, pero ya tendré tiempo de averiguar, pues Saotome no habla mucho y de que tuvo o tiene una vida, eso es seguro.

Termino de cambiarme y salgo de la habitación por el pasadizo e ingreso al baño que compartimos sin darme cuenta de nada, más que la puerta estaba sin seguro.

Eso es buena señal

¿No?

Al poco tiempo…

¡Error!

¡No debí haber entrado así!

Al hacerlo y dentro del baño, solo puedo notar el buen formado cuerpo y desnudo de Saotome. Una ancha y bien marcada espalda y un… buen formado trasero y piernas fuertes.

Salgo rápidamente hacia mi ahora habitación como si nada hubiera pasado.

Me meto en la cama y siento que los colores nuevamente se me suben a mi cara.

¡Acabo de ver por primera vez a un hombre desnudo!

¡Y no cualquier hombre!

¡Acabo de ver a mi guadaespaldas desnudo!

Y lo peor de todo… es que…

¡Me gustó lo que vi!

¡Maldita costumbre de entrar al baño sin tocar la puerta!

¡Y todo porque en casa tenía un baño dentro de mi habitación!

Solo quiero gritar, pero lo haré internamente para no ser escandalosa, o al menos lo haré en esta almohada.

¡Qué vergüenza!

Solo espero que Saotome no se haya dado cuenta. Si no…

¡Trágame tierra!

.

.

.

¡Actualización! xD

¡Y a las dos semanas! Espero poder seguir actualizando así xD y si no… ya saben soy lenta pero segura xP

¿Qué les parece todo esto que viene sucediendo?

¿Tienen teorías? Cuéntenmelas =D

Como les comenté tiene varios géneros xD

Espero que les guste este nuevo capítulo =D Cuéntenme ¿Sí? =D Que amo leerlo a ustedes =D

Gracias por la acogida que ha tenido este nuevo fic, en especial a: Benani0125, gatopicaro831, Rhou916, Bayby Face, Adana Hibiki, Rankosaotendo1957, Juany Nodoka, Sandy, Guest y SARITANIMELOVE, así como a todos los que me leen pero no me entero xD

Buenas vibras para todos =D

Cuídense mucho y abrazos de oso!

Saludos desde Perú!

=)