Estaba enfadado, no, eso era poco, estaba cabreado. Quería salir de ahí, golpear lo que estuviera a su alcance. Si no hubiera sido por la masacre a su clan ahora estuviera haciéndose más fuerte de una manera más alegre.
Ese tipo, Orochimaru, le había tendido una trampa. Ahora tenía que enfrentarse innecesariamente a un Hyuga. Podría matarla entonces.
-Uchiha-san, por favor, regrese, Naruto-kun lo busca desesperadamente.
-No debiste seguirme hasta aquí, vas a morir.
-No me importa, lo único que quiero es que vuelva a la aldea.
Suspiró, al parecer era de esas personas que querían hacer feliz a todo el mundo. Una niña mimada al parecer, pues no tenía la marca de la segunda rama de los Hyuga.
Activo el Sharingan, creó el chidori en su mano izquierda. Si la atravesaba no tendría que perder tanto tiempo.
Se lanzó hacía ella sin titubear, pero Hinata lo esquivó tan elegantemente.
-Tsk.
Al menos iba a descargar su frustración en esa pelea. Creó sellos con las manos, sopló y lo que salió fue una bola de fuego. Vió como Hinata por poco esquivó el fuego. Pero su chamarra sufrió daños, así que se la retiró.
Pudo deleitarse con la hermosa vista que le proporcionaba. Sus pechos eran enormes para su delgado cuerpo, su abdomen se podía ver definido detrás de esa blusa de mallas. Podia ver su piel blanca, pero adornada con cicatrices.
La droga que Orochimaru puso en su cuerpo ahora hacia efecto. Antes no le hubiera importado ver a una mujer. Pero ahora sentía la necesidad de acercarse a ella y tomar su cuerpo. Se acercó, sin activar ningún jutsu, sin tener la intención de atacar.
Hinata retrocedió uno pasos. sintiendo la presencia del Uchiha crecer.
A unos pocos metros, ambos se miraban fijamente a los ojos. Sasuke aprovechó y activo su genjustsu. Tomó a Hinata en sus brazos antes de quedar inconsciente. Y en un parpadeo desaparecieron de ahí.
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Hinata abría los ojos lentamente. Se sentía mareada y con dolor de cabeza. Notó que estaba en un lugar que no conocía. Intentó activar el byakugan pero no podía ver nada. Al parecer había un jutsu que se encargaba de bloquear el byakugan.
-Yo lo activé- escuchó la voz de Sasuke en un rincón, al adivinar lo que estaba pensando.
-¿Que está pasando Uchiha-san?- No sentía miedo, sabía que en cualquier momento moriría y estaba esperando la oportunidad.
-Hmp, te traje conmigo. Vas a ser la mujer con la que me voy a sacar y después te mataré.
-Entiendo. ¿Qué quiere que haga?- estaba demasiado tranquila. Porsupuesto que no quería ser abusada, pero ¿qué podía ser peor?
-Primero quiero que sepas que ningún jutsu funciona aquí, así que no lo intentes, tampoco puedes escapar si intentas atacarme.
-No lo haré Uchiha-san.
-Estare al pendiente de lo que hagas.
Se acercó a ella, aún estaba acostada en lo que funcionaba de cama, pues solo era una piedra enorme forrada de una sábanas delgadas.
Tocó su rostro, demasiado femenino para una Kunoichi, lo acercó a él, provocando que Hinata perdiera el equilibrio y se detuviera tomando su pecho. Sin previo aviso Sasuke tomó sus labios. Comenzó lentamente, después la intensidad comenzó a subir.
Por fin podía hacer lo que su cuerpo le exigía, si no hubiera tomado aquel trago que Orochimaru le ofreció ahorita no estuviera perdiendo el tiempo así.
Sus hormonas estaban disparadas, estaban tomando el control de su cuerpo. Retiró la ropa de Hinata, quería tocar esos pechos y sentirlos contra su propia piel, tocar su abdomen y descubrir lo que ocultaba aquel pantalón holgado.
Hinata solamente podía corresponder la intensidad de Sasuke, aunque no supiera que hacer.
Descubrió aquellos dos montes, se veían hermosamente suaves, tomó uno y lo masajeo, lo volvió loco la sensación, bajó su boca para lamer los y chuparlos. bajó un poco más y se encontró con el molesto pantalón. Lo quitó por completo y descubrió unas hermosas piernas torneadas, tan blancas, su zona íntima estaba cubierta por una braga color negro. También la retiró y puso observar ese punto.
Sonrió sobre la piel de Hinata, la cuál ya estaba excitada también al sentir aquellas caricias por parte de Sasuke. El cual comenzó a acariciar su zona íntima, Hinata comenzó a gemir al no aguantar aquellas nuevas sensaciones. Le estaba encantando como el Uchiha la acariciaba.
Sasuke metió un dedo a la cavidad de Hinata. Podía sentir lo apretada que estaba. Comenzó a mover de adentro hacia afuera. Hinata seguía el ritmo con sus caderas. Hasta que Sasuke la hizo llegar al orgasmo. Hinata no paraba de convulsionar por aquellas sensaciones, sentía como si su cuerpo se hubiera relajado por completo.
Regresó en si cuando vió a Sasuke encima de ella. Completamente desnudo entre sus piernas.
Volteó hacía abajo y vió el enorme miembro de Sasuke.
-E-espera, no v-vas a poder entrar, e-es enorme- Cerro los ojos cuando Sasuke frotó la punta de su miembro con su clítoris hinchado aún.
-Tranquila, estás lo suficientemente lubricada para tenerme adentro- comenzó a entrar, al parecer Hinata estaba demasiado apretada pues se le dificultaba a Sasuke entrar.
-m-me duele- Hinata se retorcía de dolor.
Sasuke tomó sus manos y las puso detrás de su espalda.
-Puedes arañarme para aguantar si quieres- Hinata asintió y apretó con fuerza la espalda de Sasuke con las uñas al sentir como entraba por completo en ella. Gritó con fuerza, sentía como si la partieran en dos.
Sasuke gimió levemente al entrar, sentía como lo apretaba con fuerza, aguantó un poco sin moverse para esperar a que ella se adapte un poco a él.
-Dime cuando ya no te duela- le susurró en el oído, pues lo había abrazado hasta tener sus pechos pegados al suyo.
Ella solo asintió con la cabeza, Sasuke le levantó la cara para poder verla, tenía unas pequeñas gotas de lágrimas en sus ojos y estaban brillosos, su nariz estaba un poco roja y sus labios hinchados. Se acercó para besarla.
Se hecho hacia atrás, quedando sentado y con ella sentada encima, provocando que entrara más y ambos gimieran.
Hinata comenzó a mover sus caderas. Ya se sentía lista para poder aguantar las penetraciones de Sasuke.
Mientras Sasuke se ocupaba de atender los pechos de Hinata, al parecer se había vuelto adicto a ellos. Hinata movía sus caderas al ritmo que las embestidas y el placer le permitían.
Sasuke de pronto tomo las caderas de Hinata y comenzó a moverla él mismo. Cada vez más rápido, provocando el movimiento rudo de sus pechos.
Al poco rato Sasuke salió de ella sin previo aviso y se acostó ahora él en la cama.
-Ven y acuéstate de espaldas a mi- le pidió, ella hizo lo pedido y sin más entró en ella nuevamente. Tomó sus caderas y comenzó a moverla con más rapidez.
-Uchi-ha-San, estoy a punto de...
Sasuke sabía perfectamente que iba a llegar al orgasmo nuevamente, pues si vagina lo estaba apretando demasiado. Haciendo que él también llegara al final.
Ambos estaban agotados, el cuerpo de Hinata aún no se recuperaba. Sasuke salió de ella, para su mal gusto. Tomó una sábana y cubrió el cuerpo de Hinata.
-Ahora eres mía Hyuga, no volverás a salir de aquí a menos que yo lo permita- acariciaba su rostro, lleno de sudor. Hinata lo veía aún con la respiración agitada. Asintió como pudo y sin más cerró los ojos. Seguida de Sasuke.
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Había pasado algún tiempo desde que ambos estaban escondidos en ese subterráneo. Sasuke no salía y mantenía a Hinata con él, saciando sus cuerpos.
Sasuke vivía ahí desde que se había ido de la aldea, así que tenía suficientes insumos para comer, pues no solía salir en mucho tiempo y debía estar preparado.
Justo habían terminado otra sesión de sexo, Sasuke tenía a Hinata abrazada por la espalda, ambos completamente desnudos.
-¿Que haremos?- Hinata le preguntó.
-¿Qué te parece la idea de salir de aquí y formar una familia?- Hinata se apartó de él y lo miró fijamente a los ojos.
-¿enserio Sasuke?- Sus ojos brillaban por la grandiosa idea. Sasuke solo asintió ante la felicidad de Hinata.
-Quiero compartir mi vida contigo Hinata- Sus ojos demostraban lo seguro que estaba, Hinata se abalanzó hacia el y comenzó a besarlo.
Ambos se habían dado cuenta que en la aldea nadie se había preocupado por Hinata, ya hacía tiempo que había desaparecido y nadie había intentado buscarla. Al principio Hinata estaba un poco triste al confirmar la realidad. Pero al estar al lado de Sasuke esa tristeza cambio y permitió que comenzará a sentir cosas intensas por Sasuke.
Sasuke en cambio, desde que entró en su cabeza sabía que ella era igual que él, rechazado por todos, lastimada sin razón alguna y dejada en el olvido. Pero afortunadamente estaba con él, ahora no permitiría que nadie se acercara a ella, no si el podía impedirlo.
Sonrió al verla ponerse de pie y colocarse su ropa, le parecía la mujer más sexi del mundo. La vió perderse hacia la dirección de la cocina. Se quedó un rato acostado y escucho un "la comida está lista" y se levantó para ponerse un pantalón y seguir a su ahora mujer.
Se sentó en la mesa que solamente tenía una silla y esperó que ella llegara con su plato. Hinata se acercó y se sentó en sus piernas, volteo el rostro y le dió un beso.
Cómo todo el tiempo que habían estado juntos.
-Sasuke, ¿podrías entrenarme?- Hinata le pidió cuando estaban lavando sus platos.
-Hmp, ¿Es para escapar de mí?- Bromeó.
-Para nada, quiero ser más fuerte para poder proteger a mí familia- Sasuke la miró interrogante.
Hinata le sonrió y miró hacia abajo, donde se tocaba el abdomen aún plano.
-¿Estás?..
-Probablemente aún no, pero si seguimos así seguramente no pasará mucho tiempo- Siguió sonriendo con esa expresión que a Sasuke le fascinaba.
-Esta bien, pero primero iremos al pueblo a verificar que aún no estás embarazada.
Hinata asintió con felicidad. Quería ser más fuerte y así proteger a lo que más quería en la actualidad.
Esa misma tarde ambos salieron con una capucha y suficientes insumos para aguantar hasta el pueblo más cercano, tenían que recorrer un día y medio para poder llegar.
-Aqui vamos a acampar, hay un lago cerca así que podemos tomar un baño. Estará caliente pues estamos a mediados del verano.
Hinata asintió, comenzó a preparar la bolsa para dormir y la fogata para preparar algo de comer. Cuando terminó Sasuke llegó con dos pares de pescados.
-Hoy habrá manjar- Hinata sonrió y tomo los pescados
-Seran deliciosos.
-No me refería a eso - Sasuke la tomó entre sus brazos y la dirigió al lago. Hinata estaba aferrada al cuello de Sasuke.
-Espera, solo déjame quitarme la ropa- Sasuke la bajó y la ayudó para hacerlo más rápido, la tomó entre sus brazos nuevamente y se lanzó con ella.
El agua estaba agradable, ambos nadaban, jugaban, se besaban.
Sasuke la tomó del rostro para poder tomar sus labios. Comenzó al mismo tiempo a frotar su rodilla contra su zona íntima, Hinata también tomó el miembro de Sasuke y comenzó a estimularlo.
-A-aqui no cariño- Hinata le pidió, Sasuke asintió y ambos se dirigieron a la salida.
Llegaron entre besos a la bolsa de dormir y comenzaron otra sesión de sexo.
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La entrada del pueblo por fin estaba en frente de ellos. Se veía festivo, Hinata le sonrió feliz a Sasuke, este solo la veía con una sonrisa en la cara.
Ambos tomados de las manos caminaban viendo los puestos del festival de verano, afortunadamente no llamaban la atención, pues ese lugar era conocido por ser un pueblo donde los renegados se asentaban y se protegían.
Hinata estaba demasiado felíz viendo lo hermoso del festival
-Vamos- Sasuke la condujo lejos del festival. Llegaron a un hostal, debían descansar.
-¿Dónde encontraremos a la persona?- Hinata estaba comiendo un panecillo que Sasuke le había comprado en uno de los puestos.
-Esta a punto de llegar- Hinata volteó a la puerta pues se abrió, dejando ver a un hombre de al parecer 40 años o más.
-Joven, he llegado - Sasuke asintió y le pidió que pasará con un gesto.
El hombre le pidió a Hinata que se acostara en la cama, ella así lo hizo un poco confundida, Sasuke miraba lo que pasaba.
-Son dos- Después de reflejar la típica luz verde de los sanadores. El hombre habló.
Sasuke estaba impresionado. volteó la mirada hacía Hinata. Y ella lo miraba con los ojos llorosos y una gran sonrisa.
Sasuke se acercó a ella y comenzó a besarla.
-Felicidades, nacerán en la próxima primavera.
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Cuando aquel hombre se fue, Hinata estaba abrazada a Sasuke, ambos estaban en aquella cama.
-¿Quieres ir a visitar el festival?-Hinata asintió ante la propuesta de Sasuke.
Ambos caminaban por aquel lugar lleno de gente. Habían padres con sus hijos.
Ambos azabaches veían como eran felices con sus hijos y se imaginaron ellos con los suyos propios.
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Habían pasado dice años desde que el clan Uchiha había renacido. La familia Uchiha estaba en el campo de entrenamiento, Sasuke se encargaba de mostrar a sus hijos los jutsus que debían aprender desde esa edad.
-¡Vamos Suki! ¡Vamos Hinaki!- Una pequeña de al menos cuatro años animaba a ambos gemelos, estaba al lado de su madre Hinata, la cuál tenía a un pequeño entre sus brazos.
Sasuke volteó su vista hacía ambas mujeres, con una sonrisa.
-No te distraigas Papá - ambos gemelos corrieron hacia Sasuke, tomaron distintas direcciones. Los dos hicieron algunos sellos con sus manos.
-Suiton: Suidan no jutsu- ambos gemelos gritaron al unisono, lanzando balas de agua hacia Sasuke.
-¿En qué momento?- Sasuke impresionado logro esquivar aquellas balas. Cuando estuvo fuera de peligro volteó a ver a su esposa con reproche. Recibiendo una sonrisa de su parte. -bien, Katon: Gokakyū no jutsu- su bola de fuego eliminó aquellas balas que seguían atacandolo.
Sonrió con satisfacción cuando sus hijos cayeron al suelo.
-Eres demasiado fuerte papá - Suki lo admitió.
-Deben seguir entrenando para poder superarme.
Sasuke se agachó para hablarles. Se puso de pie y se dirigió hacia Hinata.
Sumi, si tercera hija, salió corriendo hacía sus hermanos, para ayudarlos.
-Eso es trampa- Sasuke le dijo a Hinata para tomar sus labios
-No lo es, ellos solo me pidieron que les enseñe y yo...
Sasuke comenzó a besarla con mayor intensidad.
-Hmp, está bien, ellos se han vuelto más fuertes.
-La combinación de agua y fuego es perfecta.
Ambos se sonrieron y volvieron a unir sus labios.
